El Gobierno acusa a la ONG, que explotaba el estacionamiento con fines benéficos, de no hacer aportes al hospital de La Boca desde 2009.
Era un estacionamiento de autos que funcionaba a beneficio del hospital Argerich, en la zona de Puerto Madero . Sin embargo, la Justicia investiga si detrás de esa actividad hubo un presunto fraude y un negocio irregular que facturaba cerca de $ 600.000 por mes.
El interventor de la Administración General de Puertos Sociedad del Estado (Agpse), Gonzalo Mórtola, que asumió su cargo el año pasado, con el macrismo, denunció penalmente a los responsables de la Fundación Hospital Argerich por la presunta explotación irregular de esa playa con capacidad para 250 vehículos, en la avenida Antártida Argentina, entre las instalaciones de la empresa Buquebus y el Hotel de los Inmigrantes, donde amarra la Fragata Libertad. Allí se cobraba una tarifa plana de $ 120, cuyo ticket decía: "Fundación Hospital Argerich", y habitualmente estaba colmada los días hábiles.
Lo recaudado debía ser destinado al centro de salud de La Boca, pero, según explicó a LA NACION el director del Argerich, Néstor Hernández, "desde 2009 hasta hoy no hubo ningún tipo de aportes de la fundación hacia la institución. Me preocupa que unos vivos usen nuestro nombre".
La fundación está presidida por el médico Donato Spaccavento, ex director del Argerich y cercano al matrimonio Kirchner, que al ser consultado por LA NACION negó que el estacionamiento significara "un negocio", y explicó que "pagábamos un canon mensual de $ 88.000 por mes para desarrollar esta actividad, y apenas alcanzaba para pagar el sueldo de cuatro empleados que había en el lugar. Hasta puse plata de mi bolsillo. En realidad, nosotros los denunciamos a ellos [en relación con la Agpse] ya que no quieren hacerse cargo de la gente que se queda sin trabajo. Hicimos un montón de cosas, no sólo en el Argerich, sino también por la comunidad".
De acuerdo con la denuncia penal presentada por Mórtola en el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nro. 7, a cargo de Sebastián Casanello, y a la que tuvo acceso LA NACION, la Agpse alertó sobre una "posible comisión delictiva por parte de las autoridades de la Fundación Argerich que consistía en la administración infiel, del estacionamiento otorgado de manera provisoria entre los años 2003 y 2008, y de manera definitiva entre el año 2008 y 2016 con el fin único e irrevocable de generar recursos monetarios genuinos tendientes a colaborar con las arcas del Argerich, ya sea a través de la dirección del centro de salud mencionado, así como también de su Asociación Cooperadora". Según indicó Hernández, director del Argerich, tras un requerimiento por escrito, tampoco la cooperadora recibió estos aportes.
La playa de Puerto Madero, que sí pagaba un canon para funcionar, era muy concurrida. Tenía una tarifa plana, más baja que los garajes comerciales de la zona, que facturan hasta cuatro veces más. "A primera hora de la mañana, después de atravesar la ciudad de norte a sur para llegar al microcentro, se formaban largas filas de vehículos sobre la avenida Antártida Argentina. En la puerta, un precario cartel de chapa pintado de blanco anunciaba la tarifa salvadora, ya que los garajes de la zona costaban tres veces más", contó Gastón Di Fiore, un cliente del lugar. Y agregó: "Allí, un hombre joven se encargaba de cobrar, mientras otro miraba de reojo desde un refugio y tomaba mate. Al final del día, los supuestos encargados ya no estaban para custodiar el vehículo".
Desde 2003
Surge de la denuncia presentada por el interventor del puerto de Buenos Aires que el otorgamiento de este estacionamiento se concretó el 1° de diciembre de 2003, "cuando Donato Spaccavento, en calidad de director del hospital Argerich, aceptó la propuesta que le formulara el entonces interventor de la Agpse, Luis Ángel Diez". En la denuncia, además, se especifica que en abril de 2004 "se presentó nuevamente el doctor Spaccavento, esta vez en calidad de presidente de la Fundación Hospital Argerich y solicitó se autorice a la fundación la explotación del estacionamiento argumentando que desde la mismas iban a apoyar de diferentes maneras al hospital Argerich".
Spaccavento envió información a LA NACION en la que detalló que la Fundación Hospital Argerich había tomado compromiso sociales que van "más allá del hospital", y tanto en 2014 como en 2015 llevaron adelante cursos de "formación de promotores socio-sanitarios", con una carga de 60 horas anuales. También detalló donaciones que la fundación le hizo al hospital hasta 2006, como sillas, camas, colchones y computadoras, además de obras de mejoras edilicias, y un recurso de amparo que presentó el 6 de enero contra la Agpse por el cierre del predio.
En el estatuto de la fundación se destaca que es una entidad sin fines de lucro y que tiene como objetivo brindar "la ayuda moral y material necesarias para al atención sanitaria de la comunidad", además de una labor de desarrollo complementaria del hospital Argerich.
Para los funcionarios de Pro se trata de otra situación irregular impulsada por los gobernantes salientes. "Hicimos la denuncia penal porque los responsables deben pagar por esta estafa", dijo Mórtola a LA NACION. La Agpse presentó como pruebas, además, dos escritos: uno firmado por el director del hospital Argerich, Hernández, en el que detalla que la entidad no recibió donaciones desde 2009, y otra de la cooperadora del centro de salud, firmada por su presidente Carlos Milanesi, que especifica el mismo descargo. La concesión fue quitada el 3 de enero pasado.
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