Resultan vergonzosos la cantidad de viajes autorizados al exterior y los viáticos pagados por el Congreso a numerosos legisladores, asesores y custodios
Allá por los 90, Pedro Villarroel, un
senador catamarqueño del Frente Cívico y Social, hombre de vasta
preparación en leyes y poseedor de una finísima ironía, solía decir que
muchos de sus colegas abogados practicaban "turismo jurídico", pues
viajaban a cuanta convención, ponencia o reunión se les presentaba en
los lugares más extravagantes del mundo, acompañados de sus parejas y
sin casi pisar los foros adonde se suponía que iban a capacitarse
financiados por la caja chica parlamentaria.
Quien lidera el ranking de salidas al exterior pagadas con dinero del Congreso -esto es, de todos los ciudadanos- es el vicepresidente Amado Boudou. Si bien no es senador, en su carácter de titular de la Cámara alta contó con privilegios respecto de los legisladores, pues percibe "gastos extras", siempre en moneda extranjera. Uno de los más importantes, además del que hizo a Holanda junto con la senadora kirchnerista Beatriz Rojkés de Alperovich (quien viajó con una asesora y un custodio) para asistir a la ceremonia de investidura de Guillermo de Orange como rey y de Máxima Zorreguieta como reina regente, fue el que realizó a Qatar, al Foro de Doha. Lo acompañaron a ese destino su jefe de prensa, otros cuatro asesores y dos custodios.
Cuando viajó a China y a Dubai, se llevó cinco agentes de la Cámara alta y dos guardaespaldas. Los pasajes costaron, en promedio, poco más de 62.000 pesos cada uno, mientras que por viáticos dispusieron de casi 2000 dólares per cápita. Amén de ello, se les autorizaron 20.000 dólares en materia de "gastos extras" por rendirse.
En Venecia, para la Bienal de Arte, Boudou se trasladó con cuatro asesores, con 10.000 euros para gastos extras y dos custodios. Cuesta entender para qué se necesitan tantos asesores para una inauguración de una muestra o para la asunción de reyes, y los montos para los gastos eventuales en ciudades donde las autoridades tienen casi toda su estada planificada oficialmente.
Pero no se trata solamente de las partidas oficiales de las que goza el vicepresidente, a quien se puede tildar de "viajero estatal frecuente". Senadores como Rojkés han decidido también "premiar" con dineros oficiales a asesores para que viajen en su representación. La esposa del gobernador de Tucumán ha enviado una asesora a Dubai para asistir a la Feria Gulfood 2013, destinada a profesionales de la alimentación como fabricantes, distribuidores y proveedores. El traslado incluyó pasajes y viáticos. Además, envió a otros tres asesores al Foro Eurolatino de la Mujer, realizado en Italia, con siete días de viáticos. El costo total de este último viaje fue de 117.618 pesos en pasajes y de 5670 euros en viáticos.
También hicieron las valijas legisladores tanto del oficialismo como de la oposición cuyo mandato venció el año pasado, una tentación por lo visto irresistible para quienes están por perder algunas de las mieles que les garantiza una banca en el Congreso.
La información de todos los viajes es pública, al menos en el Senado, donde constan los decretos que autorizan los periplos, indicando el motivo, la fecha y el destino, así como los gastos en pasajes y viáticos.
Lamentablemente, en Diputados la información es más acotada (no figuran los viáticos), aunque representa un paso adelante en materia de transparencia respecto del año anterior, cuando esos traslados eran poco menos que una incógnita alimentada por un indebido espíritu corporativo en defensa del ocultamiento de información sobre el destino de dineros públicos.
Cabe recordar que en 2013 hubo dos elecciones nacionales que implicaron extensas ausencias de sus bancas de legisladores-candidatos. Fue precisamente 2013 el año de menor producción de leyes sancionadas desde el regreso de la democracia en 1983 (hubo sólo 85, cuando el promedio histórico ronda las 110 normas) y, curiosamente, muchas fueron a instancias del Poder Ejecutivo.
Es decir, el Congreso trabajó muy poco y viajó mucho: un cuarto de los diputados y más de la mitad de los senadores hicieron salidas oficiales al exterior con importantes viáticos en moneda extranjera y a variados lugares donde sus presencias seguramente no tendrán correlato efectivo para enriquecer la labor legislativa. Son ejemplos provocativos de quienes anteponen intereses particulares a la representación constitucional que deben al pueblo y a cada uno de los distritos del país..
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