Por Daniel Fernández Canedo - Diario Clarín
La Argentina vive una situación inédita en materia financiera.
El país paga puntualmente los vencimientos de deuda, el Gobierno proclama que busca desendeudarse y la relación entre la deuda y el tamaño de su economía es una de las más bajas del mundo. Con esa foto la conclusión es clara : se trata de un país al que le sería imposible caer en cesación de pagos.
Sin embargo, la Argentina tiene una de las tasas de riesgo país más altas del mundo y, si saliese ahora a buscar dinero, pagaría una tasa superior al 12% anual cuando un país vecino, como es el caso de Bolivia, pagó 4,8% la semana pasada. Con esta otra foto, es evidente que algo se hizo mal .
Un dato saliente es el fallo de la Cámara de Apelaciones de Nueva York confirmando una decisión de febrero del juez Thomas Griessa, respecto de darle el mismo tratamiento a los bonistas que quedaron fuera de los canjes de la deuda que a los que entraron en 2005 y 2010. Esto desató una catarata de consecuencias con final incierto .
Uno de los principales problemas es que el fallo tomó al Gobierno por sorpresa y todavía no hay otra respuesta que la del ministro de Economía diciendo que no negociarán con los fondos buitre.
Esa postura del Gobierno, que gran parte de la oposición apoya, no alcanza para resolver los problemas .
Tal es el shock que viven en Economía que anteayer Hernán Lorenzino, en una reunión organizada por la agrupación Oesterheld, dijo refiriéndose a los fondos que reclaman que “pretender que le hagan caso a la Justicia estadounidense, desconociendo la ley argentina, es desconocer lo que se hizo en los últimos nueve años en el país”.
Políticamente, es entendible que el ministro haya dicho lo que dijo pero si es así, habría que preguntarle por qué el Gobierno aceptó emitir bonos con aceptación de tribunales en el exterior , aceptó los juicios y gastó una montaña de dólares en abogados para protegerse de las demandas de esos mismos fondos buitre.
Hay dos núcleos de incertidumbre que desvelan a bonistas, Gobierno, ahorristas, banqueros y analistas económicos. Uno de ellos es no saber cómo reaccionará el Gobierno más allá de las promesas de Lorenzino de que nunca saldrá un dólar para arreglar con los reclamos de los bonistas o fondos que se quedaron fuera del canje de la deuda.
En materia económica, la incertidumbre tiene un costo y en este caso está siendo altísimo . El derrumbe del precio de los bonos y la consecuente suba de la tasa de interés son soportados por países que dicen que no quieren pagar la deuda. Argentina paga pero no tiene las ventajas del pagador.
Algo no está bien .
El otro núcleo de temor está, curiosamente, entre los bonistas que entraron a los canjes y ya tienen bonos nuevos que, supuestamente, está a salvo de cualquier declaración de cesación de pagos. Esos bonistas creen que un eventual fallo del juez Griessa ratificando el principio de tratamiento igualitario los puede perjudicar.
Creen que si la Argentina deposita el dinero sólo para cumplir con los bonistas del canje, y Griessa decide un prorrateo para darles una parte a los que no lo hicieron, el Estado argentino provocará un default y, por lo tanto, una pérdida .
Griessa no tiene plazo para una definición, pero los operadores la esperan para antes del 2 de diciembre cuando está previsto un vencimiento del Global 2017.
Para muchos analistas, el proceso recién comienza y después del fallo del juez vendrá la apelación del Gobierno. Creen que difícilmente el tema se vaya a resolver dentro de un año o algo más.
El problema son los costos .
La economía viene dando muestras de que después de un primer semestre estancado, a los “brotes verdes” de reactivación que se esperaban para esta altura les cuesta tomar fuerza . El cepo cambiario derribó la actividad inmobiliaria. Eso y las lluvias profundizaron la baja de la construcción que ya venía desde el tercer trimestre.
La siderurgia acentuó su caída . La producción de acero descendió 22% durante el tercer trimestre y si bien la producción de autos tuvo un fuerte repunte de 20,2%, los patentamientos bajaron con relación al año anterior.
El consumo osciló entre las mejoras en las ventas de shoppings y supermercados y el mencionado retroceso en el patentamiento de autos.
La posibilidad de la reactivación está en juego y las lluvias le jugaron una mala pasada al comienzo de la siembra del maíz, pero igual se espera una buena campaña.
Un punto interesante de los últimos meses es que tanto el Gobierno como los economistas que el oficialismo detesta pronosticaban un repunte importante de la actividad para el año que viene.
De la mano de los buenos precios para la soja (está en jugosos US$ 568 la tonelada) y de más actividad en Brasil, las estimaciones de crecimiento se entonaban entre 3 y 5% para el electoral 2013.
Pero habrá que estar atento ya que la decisión de la Cámara de Apelaciones de Manhattan se sumó a algunas consecuencias de la aplicación del cepo cambiario y comenzaron a impactar en la economía .
Antes del jueves pasado, el bono Global 2017 rendía un interés del 9% que podría tomarse como indicador del costo del crédito externo para la Argentina. Después del fallo de la justicia de EE.UU., el precio del bono cayó y llegó a pagar 14% anual. Ahora está en 12% .
El país paga más caro la plata .
También pasa con la suba de la tasa que le ofrecen los bancos a los depositantes, que está en 16,5% anual , lejos del 14% de algunas semanas atrás. Además, en octubre el Banco Central no habría logrado comprar dólares y las reservas, aunque de un nivel alto, van bajando .
Cerrada la posibilidad para el país del crédito externo, cabe esperar que todo el financiamiento provenga de l o que generen las exportaciones y la emisión de pesos del Banco Central . Como para el Gobierno las suba de precios no es un problema, tal vez haya que esperar que en los próximos meses la Casa de Moneda trabaje a pleno hasta que la inflación lo permita .
Sin embargo, la Argentina tiene una de las tasas de riesgo país más altas del mundo y, si saliese ahora a buscar dinero, pagaría una tasa superior al 12% anual cuando un país vecino, como es el caso de Bolivia, pagó 4,8% la semana pasada. Con esta otra foto, es evidente que algo se hizo mal .
Un dato saliente es el fallo de la Cámara de Apelaciones de Nueva York confirmando una decisión de febrero del juez Thomas Griessa, respecto de darle el mismo tratamiento a los bonistas que quedaron fuera de los canjes de la deuda que a los que entraron en 2005 y 2010. Esto desató una catarata de consecuencias con final incierto .
Uno de los principales problemas es que el fallo tomó al Gobierno por sorpresa y todavía no hay otra respuesta que la del ministro de Economía diciendo que no negociarán con los fondos buitre.
Esa postura del Gobierno, que gran parte de la oposición apoya, no alcanza para resolver los problemas .
Tal es el shock que viven en Economía que anteayer Hernán Lorenzino, en una reunión organizada por la agrupación Oesterheld, dijo refiriéndose a los fondos que reclaman que “pretender que le hagan caso a la Justicia estadounidense, desconociendo la ley argentina, es desconocer lo que se hizo en los últimos nueve años en el país”.
Políticamente, es entendible que el ministro haya dicho lo que dijo pero si es así, habría que preguntarle por qué el Gobierno aceptó emitir bonos con aceptación de tribunales en el exterior , aceptó los juicios y gastó una montaña de dólares en abogados para protegerse de las demandas de esos mismos fondos buitre.
Hay dos núcleos de incertidumbre que desvelan a bonistas, Gobierno, ahorristas, banqueros y analistas económicos. Uno de ellos es no saber cómo reaccionará el Gobierno más allá de las promesas de Lorenzino de que nunca saldrá un dólar para arreglar con los reclamos de los bonistas o fondos que se quedaron fuera del canje de la deuda.
En materia económica, la incertidumbre tiene un costo y en este caso está siendo altísimo . El derrumbe del precio de los bonos y la consecuente suba de la tasa de interés son soportados por países que dicen que no quieren pagar la deuda. Argentina paga pero no tiene las ventajas del pagador.
Algo no está bien .
El otro núcleo de temor está, curiosamente, entre los bonistas que entraron a los canjes y ya tienen bonos nuevos que, supuestamente, está a salvo de cualquier declaración de cesación de pagos. Esos bonistas creen que un eventual fallo del juez Griessa ratificando el principio de tratamiento igualitario los puede perjudicar.
Creen que si la Argentina deposita el dinero sólo para cumplir con los bonistas del canje, y Griessa decide un prorrateo para darles una parte a los que no lo hicieron, el Estado argentino provocará un default y, por lo tanto, una pérdida .
Griessa no tiene plazo para una definición, pero los operadores la esperan para antes del 2 de diciembre cuando está previsto un vencimiento del Global 2017.
Para muchos analistas, el proceso recién comienza y después del fallo del juez vendrá la apelación del Gobierno. Creen que difícilmente el tema se vaya a resolver dentro de un año o algo más.
El problema son los costos .
La economía viene dando muestras de que después de un primer semestre estancado, a los “brotes verdes” de reactivación que se esperaban para esta altura les cuesta tomar fuerza . El cepo cambiario derribó la actividad inmobiliaria. Eso y las lluvias profundizaron la baja de la construcción que ya venía desde el tercer trimestre.
La siderurgia acentuó su caída . La producción de acero descendió 22% durante el tercer trimestre y si bien la producción de autos tuvo un fuerte repunte de 20,2%, los patentamientos bajaron con relación al año anterior.
El consumo osciló entre las mejoras en las ventas de shoppings y supermercados y el mencionado retroceso en el patentamiento de autos.
La posibilidad de la reactivación está en juego y las lluvias le jugaron una mala pasada al comienzo de la siembra del maíz, pero igual se espera una buena campaña.
Un punto interesante de los últimos meses es que tanto el Gobierno como los economistas que el oficialismo detesta pronosticaban un repunte importante de la actividad para el año que viene.
De la mano de los buenos precios para la soja (está en jugosos US$ 568 la tonelada) y de más actividad en Brasil, las estimaciones de crecimiento se entonaban entre 3 y 5% para el electoral 2013.
Pero habrá que estar atento ya que la decisión de la Cámara de Apelaciones de Manhattan se sumó a algunas consecuencias de la aplicación del cepo cambiario y comenzaron a impactar en la economía .
Antes del jueves pasado, el bono Global 2017 rendía un interés del 9% que podría tomarse como indicador del costo del crédito externo para la Argentina. Después del fallo de la justicia de EE.UU., el precio del bono cayó y llegó a pagar 14% anual. Ahora está en 12% .
El país paga más caro la plata .
También pasa con la suba de la tasa que le ofrecen los bancos a los depositantes, que está en 16,5% anual , lejos del 14% de algunas semanas atrás. Además, en octubre el Banco Central no habría logrado comprar dólares y las reservas, aunque de un nivel alto, van bajando .
Cerrada la posibilidad para el país del crédito externo, cabe esperar que todo el financiamiento provenga de l o que generen las exportaciones y la emisión de pesos del Banco Central . Como para el Gobierno las suba de precios no es un problema, tal vez haya que esperar que en los próximos meses la Casa de Moneda trabaje a pleno hasta que la inflación lo permita .
Y? la culpa la tienen los de fuera?
ResponderEliminarLa fama de malos pagadores, botarates, soberbios, déspotas, etc. se la han ganado ustedes solitos.
que mal que esta pagina que es tan interesante y leo a diario se este politizando, cada vez mas opiniones de clarin y nacion, esta nota puntual es increible, no tiene sustento alguno, comparando una situacion minima, voy al banco pido un credito, se fijan q tengo buen sueldo, pocos creditos todos ellos pagados puntualmente, y x q se les ocurre me prestan a tasas usurarias... es culpa mia??? o del banco que se aviva o no le gusta mi cara o quiere indicarme en que gastar lo que me presta, me dice no en comida ni ropa, comprate un auto y otras cosas y te prestamos mas barato, ¿y tengo la culpa yo???? ojo me considero antik pero lo q es es.
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