(Infodefensa.com) R. Caiafa, Belo Horizonte (Brasil) – Despegue, navegación a baja altura, lanzamiento de cargas y paracaidistas y aterrizaje. Las misiones realizadas esta semana por el Escuadrón Arara en la Base Aérea de Manaus serían típicas de la aviación de transporte, pero en la Operación Coruja Verde II las tripulaciones de los C-105 Amazonas hacen un entrenamiento en total oscuridad con el uso de gafas de visión nocturna.
El equipamiento, también llamado NVG (Night Vision Googles), amplifica en hasta 50.000 veces la luminosidad aprovechando la luz de la Luna y las estrellas para que los pilotos consigan volar sin referencias visuales. “La verdad, el NVG no hace que la noche se haga de día, así que no es un vuelo de día en la noche, pero sí un vuelo con características propias que precisan ser entrenadas”, explica el sargento Renato Fontes, del Instituto de Medicina Aeroespacial (IMAE) de la Fuerza Aérea brasileña.
El resultado es la capacidad de realizar misiones que antes eran imposibles. “Nos pasamos a otra fase de aviación de transporte. Hoy utilizamos la noche a nuestro favor”, comenta el mayor Juraci Muniz, del Escuadrón Arara.
Con las gafas de visión nocturna es posible aterrizar en pistas sin iluminación para realizar un rescate o para lanzar paracaidistas en una zona de conflicto sin revelar la posición al enemigo. Otra posibilidad de uso será en misiones de búsqueda de aviones accidentados. Para el brigadier César Estevam, comandante de las Unidades de Transporte de la FAB, el NVG otorga una nueva dimensión operacional para los pilotos de la Fuerza Aérea brasileña. “Nosotros no dependeremos más del tiempo. Podremos trabajar en cualquier momento, y eso es un avance muy grande”, afirma.
El entrenamiento incluye horas de simulador de vuelo. Para realizar las misiones con las gafas de visión nocturna, los militares de la FAB necesitan haber realizado un entrenamiento que comienza a nivel del suelo. “Las NVG tienen algunas limitaciones, como una visión en todos verdes y la falta de noción de profundidad, además de un reducido campo visual”, explica el sargento Fontes.
Por ello, el entrenamiento comienza en el suelo, donde los tripulantes realizan ejercicios para aprender a ver con las NVG y ajustarse correctamente el equipamiento. “Utilizamos maquetas y otras simulaciones para que las limitaciones sean superadas, y es siempre preciso volver al IMAE para mantener la capacidad de volar con las NVG”, continuó. En el caso del Escuadrón Arara, además de los pilotos, también utilizan equipamiento los tripulantes responsables del lanzamiento de cargas y de paracaidistas. El mayor Miniz declaró que fueron seleccionados para la Operación Coruja Verde II aquellos con mayor experiencia y capacidad operacional. “Pero todos nuestros militares pueden llegar al estadio operacional de volar con las NVG, es parte del propio crecimiento operacional”.
Antes de participar de misiones como la Coruja Verde, todos los pilotos de C-105 Amazonas de la FAB, tanto los de Manaus como los de Campo Grande, realizaron entrenamientos en el simulador de vuelo. El equipamiento es una copia exacta de la cabina del C-105, donde todos los procedimientos pueden ser ejecutados exactamente como en el avión.
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