Luego del anuncio de la presidenta Cristina Kirchner sobre el empleo de militares para la lucha contra el narcotráfico, varios ministros debieron aclarar ayer los dichos de la mandataria. Tanto la ministra de Seguridad, Nilda Garré, como su par de Defensa, Arturo Puricelli, aclararon que entienden la participación castrense como un apoyo logístico a las fuerzas policiales y que esa situación no vulnera las leyes de defensa nacional y seguridad interior.
Garré dio precisiones sobre el despliegue militar que se hará como parte del llamado Escudo Norte. "Estos radares del Ejército (se trata de 20 equipos Rasit para vigilancia terrestre) transmitirán las señales a una central situada en el partido bonaerense de Merlo, y desde allí se suministrará la información a la Gendarmería Nacional para que los agentes de esa fuerza puedan actuar", dijo a Télam. "Por eso, la colaboración será estrictamente logística y las actuaciones continuarán en manos de Seguridad", agregó.
Garré detalló que ese tipo de radares con dispositivos de visión nocturna y telescopios serán instalados en varios sectores de la zona del norte, especialmente en La Rioja, Catamarca, Formosa, Santiago del Estero, Chaco, Tucumán o Corrientes. La intención es que con esos sistemas operados por personal del Ejército se puedan detectar los vehículos que dan apoyo a las avionetas ilegales.
El anunciado despliegue de esas unidades fuera de las zonas de frontera vuelve más difuso el límite del apoyo logístico militar permitido en la ley de seguridad interior. Puricelli, en tanto, indicó: "Lo único que hacen las Fuerzas Armadas es controlar el tránsito aéreo y, cuando detecta vuelos irregulares, transmitir los datos a las fuerzas de seguridad, que son Gendarmería y Prefectura". Sin embargo, en el despliegue del operativo Escudo Norte está previsto, también, el uso de helicópteros del Ejército en apoyo de las operaciones de los gendarmes.
En el decreto presidencial que fue publicado ayer en el Boletín Oficial se indica una orden más ambigua aún para el Ministerio de Defensa, al ser instruido por Cristina Kirchner para que "en el ámbito de su competencia adopte todas las medidas administrativas, operativas y logísticas necesarias para intensificar las tareas de vigilancia y control de los espacios de jurisdicción nacional por parte de las Fuerzas Armadas".
Ese decreto, además, determina la asignación como mínimo de 6000 gendarmes y prefectos en la zona de trabajo prevista. Claro que esa norma indica que ese teatro de operaciones integra los territorios de Santiago del Estero, Chaco, Formosa, La Rioja, Catamarca, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes, con menciones también de instalaciones en Salta y Misiones. En consecuencia, se trata de la dotación natural de fuerzas de seguridad en esas provincias.
La mayoría se las operaciones de control previstas en ese decreto y las dotaciones aéreas y de tropas que se asignan son parte, hace tiempo, de los equipos de trabajo de seguridad en esos lugares. La novedad, en este caso, es la aplicación de herramientas de las Fuerzas Armadas, con su correspondiente dotación de personal militar, en tareas de seguridad interior. Tras el lanzamiento del plan presidencial, que incluyó en Santiago del Estero la puesta en marcha del primer radar militar de Invap, calificados dirigentes de la oposición criticaron las medidas.
"Hace poco, Aníbal Fernández dijo en la Cámara de Diputados que poner radares era una zoncera de la oposición, porque el Gobierno no iba a derribar los aviones, lo que parecía una invitación a los narcos para que nos vinieran a visitar. Ahora, la Presidenta hace un anuncio de campaña diciendo que va a poner radares, pero en 2015. ¿Cuántos jóvenes se van a morir por droga de acá a 2015?", se preguntó Federico Pinedo, jefe del bloque de diputados nacionales de Pro. Por su parte, la precandidata presidencial Elisa Carrió se refirió con ironía al plan del gobierno nacional: "Es maravilloso, después de ocho años que entró todo el narcotráfico en la Argentina, que se haya acordado [la Presidenta] de que hay que poner radares. Es muy gracioso".
CLAVES
- Cobertura legal. Para el ministro de Defensa, Arturo Puricelli, la participación militar en la lucha contra el narcotráfico, anunciada por la presidenta Cristina Kirchner, no vulnera las leyes de Defensa y de Seguridad Interior.
- La misión. "Lo único que hacen las Fuerzas Armadas es controlar el tránsito aéreo y, cuando detecta vuelos irregulares, transmitir los datos a las fuerzas de seguridad, que son Gendarmería y Prefectura", afirmó el funcionario.
- El equipo. Se usarán 20 radares del Ejército, con personal militar, y serán desplegados a varias provincias, no sólo en zonas de frontera.
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