Los tiempos han cambiado para los servicios secretos en América Latina. ¿Qué hacen los espías que no vienen del frío? Servicios secretos débiles, uso del chantaje, poca transparencia y menos controles: bienvenidos al mundo del espía latinoamericano, según lo describen los expertos consultados por BBC Mundo.
Pero, ¿qué tan común es esta situación de espionaje?
Para Robert Munks, editor para las Américas de la revista británica especializada en temas de Defensa Jane's Intelligence Weekly, "habida cuenta de su rivalidad territorial y militar, sería sorprendente que Chile y Perú no se dedicaran a alguna forma de espionaje entre ellos". "De hecho, la motivación de Perú para la escalada de la controversia podría ser principalmente interna, con un García que se enfrenta a una caída en su popularidad y escándalos de corrupción", asegura.
El especialista no cree que este incidente implique un aumento del espionaje en la región: "Espionaje siempre ha habido, y siempre habrá, pero si consideramos este caso al lado de lo que ocurre actualmente entre Colombia y Venezuela, se puede decir que sí hay un aumento en los presuntos casos de espionaje revelados al gran público". Esto "puede sugerir una manipulación mediática por parte de los políticos para justificar elementos de sus políticas bilaterales", agrega Munks.
Robert Munks, editor para las Américas de la revista británica especializada en temas de Defensa Jane's Intelligence Weekly, asegura que las zonas calientes son:
-Colombia y países vecinos por cuestiones de insurgencia y narcotráfico, y también debido a las relaciones regionales dadas las diferencias ideológicas entre Bogotá y Caracas.
-Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay por cuestiones de estabilidad. Se hacen operaciones de vigilancia contra redes supuestamente pro-islamistas.
Sin embargo, aclara que "es una región tranquila en cuanto a espionaje". Munks asegura que "la mayor parte de estos servicios se dedican a problemas de seguridad interna. Únicamente los países grandes, Argentina, Brasil, quizá México, pueden hacer espionaje en el exterior".
Por su parte, Nigel Inkster, director de la unidad de Amenazas Transnacionales y Riesgo Político del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS, por sus siglas en inglés), explica que "probablemente no haya espías latinoamericanos en otras partes del mundo. Puede haber alguna actividad pero no creo que sea ni muy común, ni muy siniestra o preocupante para otros países".
Inkster, que trabajó entre 1975 y 2006 como agente de inteligencia externa en el Servicio Secreto de Inteligencia (SIS, por sus siglas en inglés) del Reino Unido, asegura que "vista Latinoamérica como un todo hay relativamente pocos países que tienen capacidades de inteligencia de muy alta calidad". El experto, en ese sentido, destaca a los servicios de inteligencia de Colombia y de Perú.
En algunos de los países, cuyo foco es mayormente interno, creo que hay mucho uso del chantaje, presión, y en algunos casos extremos el uso de violencia física, e incluso, los asesinatos selectivos
Nigel Inkster, director de la unidad de Amenazas transnacionales y riesgo político del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos
Históricamente, algunos servicios secretos han tenido una importante penetración en la región. Y aunque cierto interés se haya perdido, "varios países mantienen su presencia, sobre todo Estados Unidos, interesados en el narcotráfico, el crimen organizado y la posible extensión de influencias pro islámicos", señala Robert Munks, editor para las Américas de la revista británica especializada en temas de Defensa Jane's Intelligence Weekly.
El especialista asegura que se cree que los rusos aumentaron su presencia tras el retiro post-Guerra Fría, "con el objetivo clave de promover la venta de armas y mejorar su influencia".
Y menciona también el incremento de las actividades de China, además de las de Rusia, en Cuba para brindar asesoría y recibir información de la histórica Dirección General de Inteligencia cubana, el organismo "más sofisticado de la región". Una asesoría que La Habana estaría trasladando hacia Caracas, en lo que Munks califica de "la mayor exportación de espías en la región". A pesar de que Inkster no sabe qué tan buenos se han tornado los agentes venezolanos en "controlar y monitorear a la disidencia interna", cree que el entrenamiento tendrá su impacto.
-Brasil: "Sorpresivamente el país más preponderante estratégicamente en la región, Brasil, tiene de verdad capacidades de inteligencia muy débiles".
-Colombia: "Los servicios de Inteligencia policial y militar se han tornado organizaciones muy profesionales con un fuerte sentido de su misión".
Inkster dice que la prueba clave para saber si un país tiene un servicio de calidad es si resulta capaz de brindar información precisa y confiable de Inteligencia externa que pueda ser usada por los responsables de elaborar políticas. "Esto no es lo que sucede en América Latina. Lo que describí es el ideal", asegura. Además, Inkster advierte que en este momento en la región hay cuestiones de seguridad transnacionales que están empezando a impactar más en la seguridad.
A saber: grupos no estatales armados, narcotraficantes y, también -asegura el analista- "el comienzo del resurgimiento de disputas fronterizas irresolutas", temas que "han estado en silencio, pero que es probable que en años venideros se exacerben como problemas en torno a los recursos naturales".