Por Andrés Klipphan - Infobae.com
Información exclusiva de Infobae revela que el ARA San Juan no pudo ser hallado en las proximidades del lugar donde se estimó su colapso ni en el de la última comunicación
La búsqueda del ARA San Juan por parte de la firma norteamericana Ocean Infinity llegó a su primera conclusión que desalentó a los familiares de los 44 tripulantes desaparecidos hace 11 meses: el submarino no se encuentra en las inmediaciones donde se produjo la presunta implosión del buque de guerra.
En su momento, el 22 de noviembre de 2017, el ex vocero de la Armada, Enrique Balbi, denominó a ese evento, a través del cual los marinos podrían haber fallecido en "40 milisegundos", como una "anomalía hidroacústica" producida "tres horas después y a 30 millas náuticas de distancia de la última ubicación que había reportado".
La novedad ya fue informada al ministro de Defensa, Oscar Aguad, y a los dolientes que estaban esperanzados en que la tecnología de buque Seabed Constructor permitiese hallar al navío en los primeros 20 días de rastrillaje de los, como mínimo, 60 de operatividad, según las imposiciones del pliego de contratación directa.
El buque Seabed Constructor en el puerto de Comodoro Rivadavia (Walter Calderón)
Por este motivo, ahora la atención se centra en la ubicación en que se registraron tres intentos de comunicaciones realizadas desde el ARA San Juan –después de la presunta implosión- y que la Armada no lo registró en los libros en su momento, y fueron añadidos después, según las declaraciones que obran en la causa que por la tragedia se investiga en el juzgado federal de Caleta Olivia, a cargo de Marta Yáñez.
Hacia esa posición se encamina en este momento el buque que lleva a bordo a cuatro familiares de las víctimas, entre ellos a Luis Tagliapietra, padre de Alejandro, uno de los oficiales de a bordo, y cabeza visible de una de las tres querellas.
"Las certezas que nos viene dando este operativo de búsqueda es que el submarino no está en lo que fue marcado como epicentro del evento hidroacústico; no está en cercanías de la última posición que se dio en virtud de la última comunicación, de ese PIN satelital. Ahí no está. Es una zona que se revisó una y otra vez y no está", reconoció angustiado, aunque aún con esperanza, Tagliapietra en diálogo telefónico con Infobae.
"Ahora se nos abre una serie de preguntas. Si bien tengo la misma fe y esperanza de encontrarlos en otro lado, se disparan interrogantes como saber qué pasó y viene ligado a los personajes que nos han mentido y nos han ocultado información y dilataron todo lo más que pudieron", agregó el abogado.
Y amplió: "Hay personas que saben mucho más de lo que nos dijeron, empezando por el ministro de Defensa Aguad; siguiendo por el ex jefe de la Armada, el almirante Marcelo Srur; el contraalmirante Luis Enrique López Mazzeo, que era el Comandante de Operaciones Especiales (COA) y el capitán de navío Claudio Villamide, que era el Comandante de la Fuerza de Submarinos. Estos son los cuatro actores que nos han mentido desde el primer momento y saben mucho más de lo que nos dicen y de lo que le dicen a la justicia. Yo estoy absolutamente descreído de este sistema de justicia. Lo uso porque no me queda otra, porque es lo único que tengo, es la herramienta que tengo a mano, pero no creo que sirva".
Tagliapietra, además, desde la cubierta del buque de Ocean Infinity, denunció que la jueza del caso aún no tomó medidas de prueba que solicitaron las querellas como, por ejemplo, tomarle declaración al jefe directo del suboficial de inteligencia Castillo, que estaba a bordo del submarino para identificar a los presuntos pesqueros extranjeros que operaban en aguas nacionales y a los buques de guerra de la Armada Británica y a los aviones pertenecientes a "gobernación Malvinas", tal como consta en la última Orden de Operaciones que recibió el comandante del ARA San Juan.
"La jueza llamó al jefe de Inteligencia de la Armada, al ex y al nuevo, pero nunca llamó al superior directo de Castillo y además el que le dijo a Castillo 'vos vas', quien además tiene responsabilidad por haberlo embarcado un día antes sin ningún tipo de preparación, explicó el abogado querellante.
Tagliapietra también informó a Infobae cómo sigue la búsqueda del submarino: "Ahora estamos rastrillando la Zona 6 Norte, Zona 9 y Zona 10, que serían las coordenadas donde tendría que haber estado el submarino si hubiese seguido navegando hasta las 14:18 del 15 de noviembre pasado, que fueron esos tres intentos de comunicación que la Armada no registró y que, después se supo por el testimonio de un suboficial en comunicaciones, se agregaron cuando tomó estado público a través del portal Infobae que se había perdido comunicación con el ARA San Juan".
Sobre ese mismo tema, el capitán de ultramar y perito Marcelo Covelli opinó: "Lo más probable es que luego de la explosión el submarino podría haber salido a la superficie y habría realizado esos tres intentos de comunicaciones. O sea que el informe del especialista norteamericano Bruce Rule no sería acertado en cuanto a que al ruido detectado sería del colapso del casco".
Bruce Rule es un ex jefe de análisis acústicos de la Oficina Naval de Inteligencia de Estados Unidos que elaboró el único informe detallado sobre la desaparición del buque y que basó parte de su análisis en la información publicada por la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO, por sus siglas en inglés) y que estableció, de forma concluyente, que la señal fue producida por el colapso del casco del único submarino argentino en operaciones "a gran profundidad, a las 13:58 GMT (10:58 hora local)".
La segunda conclusión del experto norteamericano es que la duración del "evento de colapso fue de sólo 40 milisegundos", es decir, según el mismo explicó: "El evento fue instantáneo y fatal".
Como se ve, a escasos 30 días para que se cumpla un año de la peor tragedia de la Armada Argentina en tiempos de paz, hay más misterio que certezas sobre las razones, los porqués, y las responsabilidades políticas y de la Armada en la desaparición del ARA San Juan y sus 44 tripulantes.