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lunes, 23 de agosto de 2010

Nuevo: Producen “vacas bonsai” (Minivacas)

Por Martín De Ambrosio - Diario Perfil
Miden menos de un metro y pesan la mitad. Habla Richard Gradwohl, el productor “padre” de las criaturas, que quiere exportarlas a la Argentina. 
Foto: Bridget, de la raza Red Panda. El animal tiene dos años.

Mucho cambiaría el paisaje de la pampa argentina si las 50 millones vacas que la pueblan tuvieran el tamaño de un perro grande. Sería un paisaje liliputiense con gigantes humanos, pero amigable con el medio ambiente, según sostienen sus defensores. Ocurre que un proyecto originado hace más de cuatro décadas en los EE.UU. avanza en ese sentido y ya tiene 20 mil cabezas de unas 18 razas de mini vacas distintas, registradas como marcas.

Las hay de todo tipo y color, pero en general no sobrepasan por mucho el metro de altura, todas pesan de adultas unos 200 a 300 kilos (contra los hasta 600 kilos de una vaca “normal”) y dan 7,5 litros de leche (contra los entre 17 y 20 litros de una Jersey). Y quienes las han probado dicen que la carne incluso es más tierna y dulce que las ordinarias.

Según explicó a este diario Richard Gradwohl, doctorado en ciencias animales de la Universidad de Washington y miembro del consorcio de empresas que las comercializan, “al ser más pequeñas, las mini vacas tienen músculos más cortos y entonces son más saludables porque poseen menos grasa. A su vez, son más generosas con el medio ambiente que las grandes”, dijo en referencia al problema de las emisiones de gas metano que generan las vacas, clave en el efecto invernadero que lleva al cambio climático global (ver recuadro). Además, Gradwohl aclaró que la relación gasto-producción es óptima.

Desde Seattle, en donde tiene su emprendimiento, la voz granjera de Gradwohl suena contenta por cómo marcha un negocio que, dijo, crece del 20% al 25% cada año y ya exporta semen y embriones de sus criaturas a varios países. Tiene una página web en la que se pueden hacer los pedidos. “De la Argentina hemos recibido varios llamados para preguntarnos detalles, pero aún no les hemos vendido nada; ojalá podamos hacerlo en el futuro”, mencionó.

Al contrario de lo que podría ser la primera sospecha, la manipulación genética en el laboratorio no tiene nada que ver con la obtención de las mini vacas. “Son 44 años de seleccionar a los más pequeños ejemplares para cruzarlos entre sí”, puntualizó Gradwohl, autor del libro Guía para principiantes en el arte de criar ganado en miniatura.

Así, el método seguido es estrictamente mendeliano y sujeto a las condiciones de la ciencia antes de que Watson y Crick descubrieran la estructura del ADN en 1953. Consiste en tomar a los animales más pequeños de cada una de las generaciones y hacerlos cruzar. Parece simple, pero es un sistema que tiene historia: sin ir más lejos, es el método que usa el ser humano desde hace unos 10 mil años para elegir qué ejemplares cruzar dentro de las especies domesticadas. Perros y caballos con funciones especiales son apenas dos ejemplos. El sistema hasta mereció capítulos enteros en la obra de Charles Darwin, que lo bautizó “selección artificial”, para contraponerla con la selección que hace la naturaleza por su lado y en otras condiciones.

¿Qué piensan los investigadores y productores argentinos? Ninguno de los consultados por PERFIL conocía el proyecto. Guillermo Berra, coordinador del programa de Salud Animal del INTA, sostuvo que hacen falta pruebas científicas para demostrar las supuestas bondades de las nuevas mini razas vacunas. “De lo contrario, es meramente una expresión de buena voluntad; por ejemplo, hay que ver la eficiencia de conversión, es decir, la relación entre lo que se les da de alimento y lo que transforman en carne: en las aves, por cada dos kilos se obtiene uno; el chancho necesita cuatro kilos para ese resultado y el bovino, cinco kilos si es con alimento balanceado o diez kilos si lo que come es pasto”. Y agregó: “Si estas minivacas convierten 3,5 kilos de alimento en uno de carne, por ejemplo, son eficientes. Pero habría que demostrarlo, no alcanza con decirlo”. Berra concluyó que estas 20 mil vacas no son nada contra las 1.300 millones que hay en el mundo.

El productor Juan Manuel Garciarena, por su parte, se mostró más interesado. “Sobre todo si son capaces de adaptarse a zonas más rústicas como las del norte de la Patagonia, por ejemplo, con pastos duros o semiduros”, explicó. Pero aclaró que debería ver su nivel de mansedumbre, su adaptación al clima local y si tienen pelo corto o largo para resistir los vientos del sur. Si aún no tiene una animal de esas características, Gradwohl podría prepararlo en poco tiempo. Digamos, otros 44 años.

martes, 20 de julio de 2010

Hacia un modelo silvopastoril

Justo L. Urbieta - Diario La Nación
La falta de manejo de los recursos hídricos fue provocando un pertinaz proceso de desertificación en el centro oeste de esta provincia de Formosa, que derivó en el éxodo poblacional y la generación de un espacio semiárido que impedía encarar programas productivos. Esta situación comenzó a revertirse con políticas que permitieron el manejo del agua y la puesta en marcha de programas orientados a cambiar esa realidad, para lo cual se apeló a la tecnología y la genética.

En 1996, aparecieron los centros de validación de tecnologías agropecuarias, Cedeva, en Laguna Yema y Las Lomitas, orientados a la generación de datos para el mejoramiento de la producción de bovinos con base forrajera y silvopastoril. "Al no disponerse en la zona de experiencias validadas sobre pasturas, fue necesario desarrollar información técnica sobre especies a incorporar con sistemas productivos", explicó el coordinador de los Cedeva, Jorge Balonga.

Una mujer, María Elena Castelán, está al frente de esos programas en el Cedeva Las Lomitas, a 305 kilómetros de esta ciudad. Castelán comentó que la Argentina posee un gran porcentaje de sus tierras en la región subtropical, gran parte de las cuales poseen deficiencia en su régimen de lluvias. Allí existe una marcada estacionalidad estival de las precipitaciones que, sumada a las altas temperaturas, lleva a que el crecimiento activo de los pastos ocurra sólo en el período de primavera-verano. En este contexto, la producción se basa en la ganadería extensiva y la explotación forestal. "El sistema extensivo, de pastoreo continuo, de baja carga animal, hace que la productividad sea escasa y contribuye a la degradación ambiental. La producción de la zona es de 7 kg/ha/año", contó Castelán.

Según la experta, es importante adoptar sistemas que tiendan a asociar altas productividades con sustentabilidad de los ecosistemas. Además, dijo Castelán, teniendo en cuenta la potencialidad de Formosa para la producción de carne, se hace necesaria la implementación de tecnologías sustentables para la explotación del recurso natural en todo su territorio. Esa es la misión que se encomendó al Cedeva, para incrementar la producción de pasto y mejorar su manejo.

"El manejo silvopastoril, donde interactúan el ganado, la pastura y el estrato arbóreo, se presenta como una alternativa de múltiples beneficios, entre ellos, la sombra que ofrecen los árboles protege tanto a animales como a pastos de las temperaturas extremas", dijo Castelán, quien destaca que a partir de la implementación del Cedeva Las Lomitas se genera experiencia aplicable a toda el área de influencia, que una vez validada podrá extenderse en su uso a los productores que viven y trabajan en el oeste formoseño.

lunes, 12 de julio de 2010

Bonsmara, un ganado de categoría mundial

Por Roberto Seifert - Redacción de LA NACION
El Bonsmara llegó al país en 1995 y en los últimos años se convirtió en una alternativa para sumar un salto de calidad en rodeos de la región como puro o cruzante
Sudáfrica ha dado que hablar mucho por el Mundial de Fútbol que concluye mañana. Y seguirá dando que hablar, sin duda, por esa cuestión y también por otras; por ejemplo, por el aporte que hace la genética de ese país a la ganadería argentina. Esa genética es la que trae el Bonsmara, una raza bovina que está haciendo un aporte en el salto de calidad que está ocurriendo en la nueva ganadería argentina del norte argentino.
Así lo explicaron Alfredo Esteves y Sol Masgoret, presidente y gerente, respectivamente, de la Asociación Argentina de Criadores de Bonsmara (AACB), en diálogo con LA NACION.

"Desde la asociación, queremos promover el Bonsmara, no sólo como una raza pura de pedigree, sino como una raza cruzante que, además de aportar vigor híbrido, le suma mansedumbre, calidad de carne y un prepucio correcto que garantice un buen servicio del toro", dijo Masgoret. Si bien la raza llegó al país en 1995, en los últimos años ha experimentado una gran expansión, sobre todo en el NOA, el NEA y la zona semiárida, por su adaptabilidad al clima riguroso.

El Bonsmara es el resultado de la cruza entre la raza Sanga Afrikaner (Bos taurus) con las británicas Shorthorn y Hereford. Nació en Sudáfrica en 1937, de la mano del zootecnista de ese país Jan Bonsma.
Masgoret acotó que se trata de un Bos taurus adaptado a condiciones extremas. "Esa es la gran diferencia con el resto de las razas Bos taurus , que, además de tener una excelente calidad de carne, producen bien en zonas de climas extremos", señaló. Según Esteves, el objetivo de la entidad es promover la raza para sumarse al salto de calidad que está ocurriendo en toda la ganadería en el Norte.
¿Qué puede aportar el Bonsmara? "Cruzar con Bonsmara significa aumento de la productividad por vigor híbrido (heterosis máxima) y calidad de carne", dijo Esteves. Además de su gran capacidad de adaptación, la raza se caracteriza por su alta fertilidad, facilidad de parto y buena habilidad maternal, temprana madurez, excelente crecimiento a campo o a corral, y sorprendente mansedumbre y óptimo rendimiento al gancho. Su carne es muy buena para la comercialización ya que es de muy alta calidad, gran terneza y buen sabor, resumieron los entrevistados.

Según Esteves, la raza aporta, además, tres características ventajosas: mansedumbre, calidad de carne y prepucio correcto. "El primer aspecto es muy importante, porque cuando uno trabaja en la manga con animales que no son mansos, generalmente se golpean y la calidad de carne disminuye. Además, se pierde mucho tiempo", acotó Masgoret.

Respecto de la calidad de carne, Esteves dijo que es equivalente a la del Angus o Hereford, pero producida en zonas marginales (menor calidad nutricional). "En cuanto a conversión alimenticia, se han detectado en las pruebas de performance que se realizan en Sudáfrica, toros de 15 meses con una conversión alimenticia de 4:1, y ganancias de más de 2 kg/día, lo cual es destacable", agregó Esteves, y acotó: "Si se usa Bonsmara en la zona templada, se comportaría igual que una raza británica. Pero lo bueno de ésta es que se puede llevar al Norte y su comportamiento no varía".

Según un trabajo realizado con el apoyo del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), en colaboración con el INTA Anguil, el INTA Castelar y el Laboratorio Agrociencia, con animales engordados tanto en forma intensiva como extensiva, el resultado fue que la calidad de la carne de los Bonsmara y sus cruzas es comparable con la de las razas británicas.

En la Argentina, el establecimiento El Mangrullo, establecido en Santiago del Estero en 1978, realiza ciclo completo de Bonsmara. "Hoy se venden novillos para consumo de 340 a 350 kilos o, cuando hay posibilidades de exportar, se llevan a 450 kilos", agregó Esteves. Para el productor se trata de una raza "plástica", en cuanto a su engorde. Por ejemplo, explicó que, para novillos de consumo, se hace el destete en junio, se los encierra con silo y grano ( feedlot ) pero se lo engorda a un ritmo moderado para no engrasarlo demasiado rápido y poder comercializarlo a partir de septiembre.

En cuanto al engorde para la exportación, señaló que luego de ese período los novillos pasan el verano a campo en pasturas megatérmicas. "Salen del corral con 320-350 kilos y van al campo después de las primeras lluvias; se terminan a partir de mayo. Dependiendo de las lluvias de verano y del pasto producido, si no fue suficiente pueden requerir terminación a corral", concluyó.

Datos de la raza:
-Rodeos y criadores. En la actualidad, hay más de 1800 reproductores puros registrados en el país y más de 50.000 animales, producto de cruzamientos. Fundada en 2001, la AACB tiene más de 50 ganaderos adheridos.
-Cualidades. La raza se caracteriza por su mansedumbre para el manejo, alta calidad de carne (por su terneza y buen sabor) y prepucio correcto, que garantiza un buen servicio reproductivo.
-Expansión. El Bonsmara se ha difundido no sólo en la Argentina, sino también en los Estados Unidos, Canadá, Namibia, Zambia, Uruguay, Brasil, Paraguay, Colombia y Venezuela.

domingo, 4 de julio de 2010

Los 10 principales aportes del INTA a la Agroindustría

Por Roberto Seifert - Diario LA NACION

Se optimizaron las cosechas, se mejoró la sanidad de rodeos y se preservó la sustentabilidad del suelo; en total son más de 300 programas, que con su aplicación agregaron al valor de la producción US$ 1470 millones anuales
Es un "buen negocio" invertir en tecnología", sostienen en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y como prueba señalan que el organismo aporta al valor de la producción agropecuaria 1470 millones de dólares al año. El jueves último, el INTA mostró al público los resultados de sus inversiones, cuyos recursos son del Estado. "Son más de 300 aportes", dijo el presidente del organismo, Carlos Casamiquela. "Sólo con una tecnología que es la aplicación del Proyecto de Eficiencia de Cosecha, Postcosecha de Granos y Agroindustria en Origen (Precop) que representan 460 millones de dólares anuales, se pagan dos presupuestos del INTA, que rondan los 250 millones de dólares", sintetizó el funcionario.

Imposible explicar todos los aportes en cuestión en pocas líneas. Pero según las fuentes del organismo consultadas se podrían calificar una lista de diez principales:

1) Como se dijo, es el resultado favorable de la aplicación del Precop.

2) Descubrimiento de la vacuna antiaftosa oleosa (por Scholein Rivenson a mediados de la década del 70), pilar fundamental para posicionar a la Argentina en exportación de carnes.

3) Programa Prohuerta. Son 620.000 huertas familiares que abastecen el 72 por ciento de la dieta diaria de minerales y de vitaminas de 3,5 millones de personas. Un aspecto relacionado es la Unidad de Agricultura Urbana y Periurbana. Abarca 42 municipios del Gran Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 1.800.000 hectáreas, que beneficia a 13 millones de habitantes.

4) Sustentabilidad. El organismo es autor de la confección de todos los mapas de suelo del país. Junto con ello hay que recordar el inicio de las prácticas conservacionistas, como la siembra directa y los trabajos en la lucha contra la desertificación.

5) Lucha contra el dengue. Está en etapa de desarrollo un larvicida en la lucha contra el dengue, una enfermedad que castigó muy fuerte poblaciones del norte del país en los últimos dos años. Se trata de un producto biológico, que directamente mata la larva y corta el ciclo de la enfermedad. El organismo ya lo probó y está transfiriendo el conocimiento a una empresa privada, aunque sin exclusividad.

6) Lucha contra la carpocapsa, una enfermedad que afecta a plantaciones de peras y manzanas en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén. A partir de trampas con feromonas, aplicación de la técnica de confusión sexual y utilización de agroquímicos en forma racional se logró reducir el daño del 6 por ciento al 0,06 por ciento, es decir, a niveles tolerables para la exportación.

7) Genética en arroz. Hay dos nuevas variedades. Uno no transgénico resistente a herbicidas: el Puitá, y otro que permite altos rendimientos y calidad: el Cambá. Medio millón de hectáreas de Puitá se siembran en Brasil. El Puitá INTA fue concebido para resistir a la principal maleza que afecta al cultivo, el arroz colorado. Este se convirtió en la primera variedad obtenida por mutación genética con resistencia a herbicidas específicos. En la Argentina, un 40% de la superficie se siembra con Puitá y un 15% con Cambá.

8) Forestación. Desde 1997/98 hasta el presente hubo un aumento de la productividad de las plantaciones entre el 15 y el 30 por ciento a través de la producción de semillas mejoradas de pinos y eucaliptos.

9) Leche sin colesterol: fruto de una investigación de la Estación Experimental Balcarce ya está en etapa de desarrollo un cambio en la dieta a las vacas con agregado de suplementos; el animal produce una leche con características benéficas para la salud de los consumidores, como un menor componente de colesterol.
Se trata del proyecto "Incremento de la concentración de sólidos útiles y compuestos con propiedades terapéuticas y/o sensoriales a través de estrategias de alimentación, manejo y genética". En estos momentos ya se están elaborando quesos con esas leches y también está en proceso de transferencia de esa tecnología a una empresa para que produzca esos productos.

10) En caña de azúcar, el nuevo material genético permitió pasar de cuatro toneladas de azúcar en 1960 a 10 toneladas por hectárea en la actualidad.

Otros aportes que influyeron favorablemente en el campo argentino son, entre otros, la obtención y difusión de cultivares comerciales de trigo que favorecieron la sustentabilidad ambiental; mejoramiento genético vacuno junto con la Asociación Argentina de AnGus para la selección de toros y el análisis de terneza a partir de ADN e imágenes ecográficas; forrajeras para climas subtropicales; aumento en la competitividad de cebolla y ajo; modelo asociativo para pequeños productores apícolas; cluster empresarial para pymes de maquinaria agrícola para el incremento de sus niveles de calidad, competitividad y rentabilidad y prácticas, tecnologías y asistencia técnica para los laneros del sector costero de Chubut.

"Referirnos al trabajo del INTA en el país desde su fundación en 1956 es recorrer la historia del sector agropecuario argentino y encontrar en estos 54 años una respuesta acabada de la importancia que ha tenido en el crecimiento y el desarrollo del campo", dijo José Carlos Basaldúa, vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). Agregó el dirigente que en sus principios, creado el organismo como herramienta política para la investigación, generación y extensión de tecnologías que mejorasen la producción primaria, "produjo en el país un salto cuantitativo en los volúmenes cosechados de los cultivos que para mediados del siglo pasado marcaban ya una importancia singular en las exportaciones; el INTA fue quien abrió las puertas e inició en el país la revolución verde en trigo", sostuvo.

Otra de las grandes virtudes del INTA puntualizada por Basaldúa fue que "también nacieron con su fundación la conjunción de lo público y lo privado para llevar adelante la gestión operativa de las políticas de investigación y desarrollo en materia agropecuaria en sus comienzos, después agroalimentaria bajo el concepto de cadenas de valor, incorporando luego la consigna de la producción con sustentabilidad ambiental y más recientemente el concepto de la sostenibilidad social".

En tanto, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Hugo Luis Biolcati, opinó sobre el organismo que "resulta fundamental resguardar el rigor científico de las investigaciones que llevan adelante sus técnicos, así como la independencia de los profesionales que allí se desempeñan y la transparencia en la cobertura de los cargos". Por último el dirigente recordó: "No debemos olvidar que el INTA es un organismo eminentemente técnico y que no es el ámbito para generar políticas públicas".

viernes, 21 de mayo de 2010

Innovaciones para el manejo ganadero

Por Jorge Villalba / Veterinario

Soy Jorge Villalba, veterinario de Tandil y la zona. En los últimos tiempos, hemos instalado dos innovaciones productivas en el manejo ganadero. Una es el destete sin estrés, técnica que consiste en realizar el destete dejando alambre por medio, los terneros con las vacas. Con esto se evita el estrés, tan preocupante por la caída abrupta de defensas que habitualmente se produce. Cuando vaca y ternero se reconocen a través del alambre, se echan tranquilos a rumiar. El fundamento del método es que el estrés de las vacas y terneros durante el destete tiene causas "emocionales" y no nutricionales o de otro tipo.
La otra técnica es el pastoreo precoz y continuo de sorgos, sistema que permite contar con pasto de alta calidad en enero y febrero. En esa época, hay un cuello de botella en los engordes a campo, ya que cae la disponibilidad de proteína y energía en las pasturas. Se siembra en la fecha habitual, pero se incorpora un "pastoreo precoz", aproximadamente a los 20 días de la siembra, similar al sistema Allasia, utilizado con las avenas y otros verdeos. Se tala el sorgo con alta carga animal (cualquier categoría sirve).

Luego, cuando el cultivo alcanza a unos 30 cm, se realiza el pastoreo continuo con categorías de terneros o novillitos (previo análisis para descartar toxicidad), con la asignación de una superficie variable por cabeza, hasta equilibrar crecimiento del sorgo y consumo animal. Debemos lograr que los animales mantengan el sorgo en 20-30 cm de altura. Y debería estimarse una receptividad de 10 novillitos/ha para ir ajustando luego en más o en menos la superficie. El sorgo, así manejado, mantiene alta calidad: digestibilidad, 77%; proteína bruta, 18-20%; energía metabolizable, 2,8 Mcal. Solucionamos dos problemas: la baja proteína (en pastoreo tradicional suele rondar el 8-9%) y la necesidad de corte mecánico al salir de las parcelas.

Fuente: Diario La Nación

Comentario: Gracias, doctor por transmitirnos su conocimiento...

jueves, 20 de mayo de 2010

Se perdieron un millón de cabezas de ganado en cuatro años

El rodeo bovino entrerriano cayó en cuatro años más del 18% debido tanto a la sequía, como a la crecida de los ríos y la carencia de políticas de aliento a la actividad
La investigación de la Fundación para Lucha contra la Fiebre Aftosa (Fucofa) consignó que se perdieron 936.753 cabezas ya que en 2006, el stock provincial llegaba a 5.062.599 animales y hoy es de 4.125.846.
"La sequía y las crecidas de los ríos fueron dos razones centrales de la merma , pero para los productores la causa principal del derrumbe fue la falta de políticas claras para la actividad y la carencia de rentabilidad", aseguró Danilo Lima, autor del informe, quien resaltó que las estadísticas fueron tomadas entre la segunda campaña de vacunación contra la fiebre aftosa de 2006 y la primera de 2010. El derrumbe del ganado vacuno es del 18,48 por ciento.

Para el ex presidente de la Sociedad Rural de La Paz Gabriel Simonato, veterinario, productor y un profundo conocedor de la ganadería entrerriana, "la razón central es la falta de perspectivas de un negocio que es de alta inversión y largo plazo". De aquí en más, para Simonato, "habrá que desandar el camino y consultar a las entidades de productores, porque lo que dijeron que iba a pasar en materia de trigo, maíz y carne, finalmente, se cumplió".

"Es evidente que no se puede manejar el país con el látigo de (Guillermo) Moreno ni desde la soberbia tecnocrática de otros personajes", advirtió. Para el productor paceño, sin embargo, un cambio de política ganadera "no es posible" con la actual administración nacional. Luis Miguel Etchevehere, director por Entre Ríos de la Sociedad Rural Argentina (SRA), por su parte, aclaró que "éste es un Gobierno que atenta contra la ganadería, la está destruyendo".

"Ellos dicen que ayudan al productor porque les dan subsidios a tres o cuatro amigos, haciendo clientelismo con el productor agropecuario, y se les escapa lo grueso, que en cuatro años hay un millón de cabezas menos", disparó.

Fuente: NA

miércoles, 5 de mayo de 2010

El búfalo, un todoterreno

Por Roberto Seifert

El Congreso Mundial de la especie, realizado la semana pasada en el país, amplió el conocimiento sobre estos rodeos de carne y leche que resisten las condiciones más adversas.
Foto: Gentileza Armando Cadoppi

Allá, en los lugares más inhóspitos y marginales del nordeste argentino, en las condiciones más adversas, con pastizales impenetrables, terrenos anegadizos e inundables, donde nada parece prosperar en agricultura y ganadería hay algo que le da vida a la región y propone una alternativa productiva. Es el búfalo, ese animal robusto que al que no le hacen mella el calor, el agua, insectos o alimañas. Se trata de una especie productora de carne comparable en calidad con la bovina, con cualidades como la de tener 30% menos colesterol, 55% menos calorías y 11% más de proteína, y de leche, óptima para la elaboración de quesos especiales y mozzarella. Su carne, en pequeños volúmenes, se comercializa en el mercado interno en restaurantes y en nichos del exterior, entre ellos la cuota Hilton, de la que recibió una adjudicación de 200 toneladas (ver aparte). Su potencial de crecimiento en sus rodeos es alentador y permite pensar que su hábitat no se limita sólo a las zonas marginales, sino que puede desplazarse hacia áreas más aptas para la ganadería.

Actualmente, el país tiene 100.000 cabezas, principalmente en Formosa, Corrientes y Chaco. "Pero hay muchas zonas sin explotar en esas provincias y en el sur de Entre Ríos y en el delta del Paraná. Son entre 8 y 10 millones de hectáreas en las que podríamos dar cabida a tres millones y medio de búfalos sin ningún inconveniente", dijo Federico Romero, presidente de la Federación Internacional de Búfalos (IBF, por sus siglas en inglés) y del IX Congreso Mundial de Búfalos que se realizó esta semana en el hotel Panamericano, en esta capital.  Así, se podría igualar el rodeo que tiene Brasil, hasta ahora con el mayor stock en América del Sur, seguido por Venezuela con 350.000 cabezas, y Colombia, con 130.000.

Del cónclave, organizado por la IBF y por la Asociación Argentina Criadores de Búfalos, participaron más de 500 personas de 35 países, entre ellos de la India, que tiene el rodeo más numeroso, con cien millones de cabezas, la mitad de las existencias mundiales, informó Marco Zava, presidente del Comité Organizador.
Uno de los conceptos salientes es que el búfalo se complementa con el vacuno. Según Romero, el ganadero bovino tiene búfalos y más del 90 por ciento de los productores bubalinos tiene vacunos. "Ocurre que el búfalo va al campo inferior, al terreno anegado, al estero o a la isla. En su medio, el búfalo no tiene competencia de nadie", dijo Romero.

Javier González Fraga, propietario del tambo La Salamandra, a 14 kilómetros de Luján, en la provincia de Buenos Aires ofreció otro punto de vista. "Hay que superar esa idea de que el búfalo sólo es para campos marginales. También compite con beneficio en las zonas buenas con el ganado vacuno. No hay que creer que cuando la tierra es buena es para el ganado vacuno y cuando el campo es malo es para el búfalo. Esa es una de las ideas que vamos a superar", dijo a LA NACION.

Puso como ejemplo los buenos rendimientos en su tambo. "Produzco cerca de 900 litros de leche por día; depende, obviamente, de la estación. Son 340 búfalas, 130 adultas, la mayoría en ordeño en este momento del año", señaló. Además, en sociedad con otros productores, engorda búfalos en el sur de Entre Ríos, en el delta del Paraná. "Los pastos son naturales, pero copiosos, y tenemos animales terminados a los 20 o 22 meses, cosa que no se logra cuando uno les dedica campos marginales", apuntó.

En tanto, para el productor Armando Cadoppi, la producción de búfalos ya no es una oportunidad, sino que es una alternativa real. Cuenta que en 2000 se formó el grupo de trabajo de productores de búfalos del delta del Paraná, en las islas del Ibicuy. "En 2003, logramos que el Senasa reconociera la carne de la especie bubalina apta para el consumo humano y la diferenciara del vacuno. Comenzamos la comercialización de carne en el país en 2003 (se destina a restaurantes en pequeñas cantidades) y en 2007 hicimos la primera exportación de carne de búfalo de América del Sur a Alemania.

En cuanto al precio, recordó que la última vez que exportó fue a 12.500 dólares la tonelada (un valor intermedio entre los valores que se pagan por cuota Hilton y no Hilton). "En el sistema que implementamos en nuestro establecimiento La Filiberta obtuvimos una ganancia de más de 500 gramos por día y logramos, saliendo de terneros de 180 kilos, hacer ciclos de 15/17 meses con una ganancia de 250 a 300 kilos y llegar a uno novillo de 450 kilos listos para faena, con lo cual cortamos a la mitad los ciclos que en la zona se tiene con vacunos, y también acortamos el ciclo que se establece en otras regiones", explicó.

Pero Cadoppi tiene una preocupación. "Hay un punto que no nos tenemos que olvidar de reclamar: para exportar, pagamos el 15 por ciento de retención, cuando el búfalo es declarado una especie distinta de la vacuna y tendría que tributar el 5 por ciento", señaló. Es indiscutible que el Nordeste es un lugar ganado por la especie bubalina. "En las provincias de Corrientes y Formosa, cada especie fue ganando su territorio. Por supuesto, el más renegado fue el búfalo, pero hoy tiene un potencial de crecimiento", dijo Cecilio Alejandro Martínez, gerente de Agronor, Cabaña Alegría, del Grupo Relats con campos en ambas provincias.

La empresa comenzó su actividad en Corrientes en 2000, con 500 madres. "Hoy tenemos 3500 animales en producción en una zona que es básicamente bañada por los riachos Pilagá y Brach, en Formosa. Son campos duros, pajonales y bastante bajos. No obstante, si le pudiéramos dar un lugar mejor al búfalo, también va a producir mejor", acotó el productor.

Aunque las comparaciones son odiosas, aquí son inevitables para explicar las ventajas de la especie. "Un ternero de destete vacuno pesa 170 kilos en promedio, contra un búfalo que está pesando entre 250 y 260 kilos. Es decir que la conversión de pasto a carne en el bubalino es excelente en comparación con el vacuno. Son animales prácticamente de la misma edad", ejemplificó Martínez.

Para José Eloy Agosti, criador de Mercedes, Corrientes, con un rodeo de 500 cabezas sostiene que el búfalo, al aprovechar pastos mucho más difíciles, le saca una ventaja enorme al vacuno, porque con tres años o tres años y medio se logra un animal que se puede vender como pesado de entre 480 y 520 kilos, cosa que en esa zona, sobre campos naturales, con un vacuno no se logra ese peso en ese tiempo.
No obstante, Agosti dice: "El terreno del búfalo empieza donde termina el de la vaca; esto resume que el búfalo no es competitivo con la vaca; hay que explotar otros campos que con las vacas no teníamos bien explotados". Pero también reconoció la adaptabilidad del bubalino a campos de mejores aptitudes.

Bernardo Maglietti, del establecimiento Santa Ursula, de Raúl Maglietti e Hijos SRL, en Tatané, a 30 kilómetros de Formosa. Se trata de un tambo extensivo a campo natural, con algo de pastura implantada para la recría de los terneros. El rodeo es de 800 cabezas Se hace un solo ordeño por día, de 5.30 a 8.30. Después, la cría sale con su madre al campo. Al mediodía se aparta la madre del ternero para que junte leche para el próximo día. "La leche la enfriamos y cada dos o tres días se la lleva a las plantas procesadoras. Se elabora queso de pasta semidura, natural y saborizados, y una mozzarella artesanal", agregó.
Cuenta Maglietti que comenzó con su padre y hermanos la cría de búfalos hace ocho años. "La idea fue utilizar e ir poblando las zonas marginales del campo e incrementar su productividad", señaló. Y agregó: "[Hoy] no sólo cubrieron las zonas marginales, sino que también están en las zonas de altura con estos rodeos y de a poco van ganando terreno, como una manera de revalorizar la tierra".
Link: http://proyectopragmalia.blogspot.com/2009/12/235-produccion-del-bufalo-en-tierras.html

Fuente: Diario La Nación

miércoles, 31 de marzo de 2010

Mixer: Sistema de Raciones Totalmente Mezcladas

El mixer es la herramienta más importante en cualquier sistema donde se implemente un sistema de Raciones Totalmente Mezcladas (TMR).
El desarrollo de Feed Lot y esquemas de racionamiento temporario o suplementario ha incrementado la necesidad de alimentar rodeos, hacerlo en forma controlada en cuanto a calidad y cantidad pues este incrementa los costos de alimentación, pero son costos con muy buena rentabilidad, siendo la eficiencia de conversión alimenticia la llave del negocio. Todo incremento de eficiencia, son centavos de incremento en la ganancia por kg. de carne o litro de leche producido.

Como en todo animal rumiante gran parte de la alimentación se realiza indirectamente a través del rúmen (de su microflora y microfauna), el objetivo de preparar TMR pasa por tener las menores variaciones en la dieta que ingiere el animal. Esto es muy conocido por técnicos y productores en general, que cuando un animal cambia la dieta pasan alrededor de 10 a 15 días para "acostumbrarse" al cambio, independientemente de la calidad del mismo. Así los tamberos lo notan en la producción de leche al otro día de producido el cambio, o los invernadores en las pesadas mensuales observan disminuciones en las tasas de incremento de peso con que venían engordando sus rodeos.

Cuando un sistema de TMR quiere ser eficiente ésta estabilidad alimentaria no sólo es importante a lo largo del año sino en el consumo día a día. Así una alta calidad en el mezclado de los distintos componentes de las dietas nos asegura la homogeneidad de la ración y la invariabilidad en el alimento consumido diariamente por el rodeo, lo que determina una mayor eficiencia en el nivel de producción. El objetivo final debe ser alimentar al animal y fundamentalmente a su rúmen con una ración balanceada en cada bocado que ingiera.

La homogeneidad de mezclado de los componentes de la dieta hace que la ración consumida sea muy similar a la ración formulada y con ello no sólo se incrementen los niveles de eficiencia sino que se evitan disturbios digestivos por excesos de consumo de ciertos componentes de la ración como se da en el caso que el animal tenga la posibilidad de elegir por un mal mezclado. Así es como se producen focos de acidosis tan comunes por excesos de consumo de concentrados energéticos, entre otros.

La Malta en la nutrición animal

Compal (Compañía de Alimentos) es una firma especializada en la nutrición animal con la producción de alimentos para bovinos. La base de su negocio está centrada en el aprovechamiento de los subproductos de la industria cervecera para elaborar raciones, sobre todo, para tambos y para engorde a corral. Su producción se centra en cebada de todos los tipos, maltas húmedas, brotes de malta y en menor medida produce levadura de cerveza y el germen de maíz.
Compal se abastece de las plantas de Quilmes, siendo la de Tres Arroyos la de mayor influencia
por la zona en la que se encuentra la firma. Hasta el momento en que Quilmes pasó a manos del
grupo brasileño AmBev, Compal estaba integrada en su capital accionario en un 60% por Quilmes y el 40% restante por la familia Gatti.
La empresa de nutrición animal produce alrededor de 400.000 toneladas al año de sus productos. Cuenta con dos plantas de producción, la primera ubicada en la localidad de Baradero y la segunda en Bahía Blanca, ambas de la provincia de Buenos Aires. La planta de procesamiento de Bahía Blanca está en el complejo de Cargill en el puerto de Ingeniero White.
Ambos establecimientos cuentan con tecnología de última generación, incluso en 2008 la firma comenzó un ambicioso proyecto de inversión para hacer crecer su negocio e invirtió u$s1,5 millón para incrementar su capacidad instalada hasta la actual.
Compal es una referente en el negocio de la nutrición animal sobre todo de bovinos de tambo.
La firma también es muy activa en la capacitación de los productores por intermedio de jornadas y charlas que realiza durante el año para explicar el aprovechamiento de una buena dieta en el negocio ganadero.

Otra de las divisiones de su negocio son los alimentos balanceados, especialmente preparados, que tienen diversos fines. Así es que presenta alimento para engorde, preparto, recría, ternero
y lechería. La firma es fuerte en ventas en las zonas de la cuenca Abasto Sur, Abasto Norte y el oeste de Buenos Aires. Recientemente ingresaron en la cuenca de Villa María y desde hace tiempo operan el sur de la provincia de Córdoba. Desde 2001 la compañía también incursionó en el negocio del feedlot. Éste está ubicado en la localidad bonaerense de Saladillo y cuenta con un corral de engorde que produce alrededor de tres ciclos anuales de 5.200 animales cada uno y es capaz de procesar 15.000 toneladas de alimentos. De esta manera la firma también presta el servicio de hotelería para terceros y cierra el círculo virtuoso alimentando a los animales con lo producido en sus propias plantas.

Globalmente Compal factura anualmente alrededor de $30 millones y presenta una situación
financiera estable en sus ejercicios económicos. Su presidente es Diego Wade, su vice César Gatti y los directores titulares son Nicolás Gallo y Santiago Quirno Bemberg. Según el Banco Central de la República Argentina (BCRA) a diciembre de 2009 los créditos tomados por la compañía con entidades bancarias o crediticias radicadas en el país ascienden a $128.400, todo en situación uno (normal, sin atrasos en los pagos).

Fuente: Infocampo.com

sábado, 20 de marzo de 2010

Pasturas: Una revolución en la cuenca del Salado

Por Félix Sammartino de la Redacción de LA NACION
Con las nuevas herramientas técnicas y de gestión se puede triplicar la producción de forrajes en los campos bajos y alcalinos FOTO En el establecimiento San Miguel las pasturas cambiaron el comportamiento del suelo Foto: Archivo
Y la verdad es que el titulo "La revolución ganadera en ambientes no agrícolas" no le quedó grande a la jornada de reflexión que protagonizaron productores y técnicos en el establecimiento San Miguel, en Maipú, Buenos Aires. Es que en la recorrida por el campo y en la discusión posterior quedó demostrado que se puede producir una gran cantidad de forraje en suelos con serias limitaciones, altamente alcalinos (PH entre 8 y 9) y que soportan largos períodos del año con exceso de agua. En la cuenca del Salado se encuentran en esta situación cerca de siete millones de hectáreas.

"Hay vida después del pelo de chancho", sintetizaba uno de los productores después de observar el lote que ahora ocupaba una pastura bien empastada de agropyro y lotus. Después de seis años de trabajo conjunto, el administrador de San Miguel, Francisco "Pancho" García Mansilla y el ingeniero Juan José Amadeo, director de la compañía semillera Gentos, lograron, con la fuerza de los resultados, derribar muchos de los paradigmas que dominan a la ganadería.

"Estas praderas nos cambiaron el campo y no hay duda de que este paquete tecnológico tiene un alto impacto en la producción forrajera. De hecho, ahora podemos recriar toda la hacienda, algo impensado años atrás. Ocurre que los suelos no agrícolas se encuentran generalmente subutilizados por el productor. "El problema es que en la cuenca del Salado el 80% de los suelos están en esta condición. Apenas el 20% de la superficie son lomas agrícolas. Pero para cambiar la historia hay que estar dispuestos a dos cosas: a invertir y a tomar la producción de forrajes con el mismo profesionalismo con que se realiza la agricultura", afirma García Mansilla.

Pero ¿cuáles son las herramientas que pueden cambiar la historia de buena parte de la ganadería? Para implantar una pastura la primera de las recomendaciones fue la de desterrar cualquier grado de improvisación. Esto significa comenzar por limpiar el lote de malezas dos años antes de la siembra. Se aplica glifosato y se incorporan leguminosas como el lotus y el melilotus. Algunos también han probado durante esos años de limpieza con maíces BT.

Por otro lado, las pasturas de San Miguel fueron sembradas con 40 kilos de agropyro y no con los 15 kilos que tradicionalmente se utilizan para sembrar. De esta forma se logra una cobertura del suelo parecida al césped, con 250 plantas por metro cuadrado contra las 70 plantas obtenidas en una siembra promedio.

Otra de las herramientas que incluye este paquete es la fertilización que se efectúa en dos etapas con 120 kilos de fosfato diamónico y 100 kilos de urea.
¿Se paga esta inversión?, se preguntará más de un ganadero incrédulo. En San Miguel responden que sí en forma rotunda. Lo afirman con la seguridad que les otorga la rutina de medir, controlar y pensar cómo seguir mejorando. Los objetivos de producción que deben cumplir las pasturas implantadas se resumen en 9000 kilos de materia seca al primer año y 56.000 kilos durante los seis años siguientes. Y que el primer aprovechamiento se haga el 10 de junio antes del invierno.

Para Juan Amadeo, "la tecnología actual permite bajar los riesgos de producir forraje en estos suelos y brinda una mayor previsibilidad. Como resultado de nuestras mediciones surge un dato que es determinante: la inversión en la pastura se paga a los 230 días". Pero, además, con la idea de incorporar las buenas prácticas agrícolas a la producción forrajera, Amadeo propone cambiar el vocabulario. "Cuando los agricultores hablan de siembra piensan en un día, en cambio cuando los ganaderos hablan de implantación piensan en un período, algo que es mucho menos exacto y preciso."

Pero quizá fue la eficiencia en la captación de agua que tienen los campos de la cuenca del Salado el concepto más debatido durante la jornada. "Está claro que aquí, salvo en los últimos años de seca, el agua sobra. Es excesiva. Pero no la sabemos capturar adecuadamente. Mientras la agricultura hace una muy buena utilización del agua, la producción de forraje lo hace muy mal. Si es cierto que por cada milímetro de lluvia caída se producen 10 kilos de materia seca, entonces con los 900 milímetros que tenemos de promedio deberíamos producir 9000 kilos de materia seca. Pero tradicionalmente sólo se producen 3000 kilos. ¿A dónde se fueron los 6000 kilos restantes?", reflexiona García Mansilla.

Según la gente que trabaja en San Miguel las pasturas cambiaron el comportamiento del suelo. Ahora los campos se encharcan menos, "chupan más agua". La jornada abrió varios interrogantes: ¿llegó la hora de la forrajicultura de precisión? ¿Las pasturas deberían estar manejadas sólo por profesionales? ¿Se viene un renacer de la cuenca del Salado? Todo parece posible en la medida en que se produzca una nueva forma de pensar la producción forrajera.

Fuente: Diario La Nación

domingo, 21 de febrero de 2010

Producir en el fin del mundo

Por Félix Sammartino Enviado especial
La actividad ovina se encuentra jaqueda por los ataques de los perros que provocan grandes mortandades en las majadas; al mismo tiempo, crece el rodeo bovino; se trabaja en el mejoramiento de las pasturas
Credito: Felix Sanmartino

¿Es posible hablar de Tierra del Fuego en términos meramente productivos? Sería como un sacrilegio porque la espectacularidad del lugar o la idea de fin del mundo se impone antes de cualquier otra observación.

Una vez vencido el hechizo inicial, es posible pensar que esta escenografía de película es también una región productiva. Señalar, por ejemplo, que cada año que pasa hay más vacas y menos ovejas o que los productores fueguinos no se cansan de experimentar tanto en técnicas como en nuevos emprendimientos. Prueba de esto es la implantación de alfalfas en estas latitudes y la cantidad de estancias actualizadas para recibir al turismo de forma profesional.

Aunque en forma quizá menos espectacular que en la pampa húmeda, donde es más fácil observar los saltos productivos, en la "isla", como comúnmente se denomina a la provincia de Tierra del Fuego, se está produciendo un interesante proceso de transformación. Claro: vale aclarar que las inclemencias propias de la Patagonia siempre estarán presentes por más que éste sea su enclave más privilegiado.

A las bajas temperaturas, las nevadas, la degradación de las pasturas naturales o las pronunciadas subas y bajas del precio de la lana, se agregaron en estos últimos años los castores y las jaurías de perros que diezman las majadas. Hasta tal punto que se podría llegar a decir que lo que se observa aquí no deja de ser un interesante banco de pruebas para las habilidades y fortalezas de los productores.

El cambio más significativo de este proceso "silencioso" es la paulatina disminución del rodeo lanar y su contrapartida, el incremento de cabezas bovinas. Quince años atrás, el stock ovino alcanzaba a las 563.676 cabezas mientras que el rodeo bovino sumaba 28.451. Hoy, las estimaciones hablan de 430.000 ovinos y algo más de 40.000 vacunos. Una tendencia muy clara que despierta discusiones y polémicas. ¿Es éste el rumbo adecuado? ¿Conviene profundizarlo?

Según los técnicos consultados, la producción ovina está más adaptada productivamente y es más rentable que la bovina. Algunos cálculos estiman un 20% de diferencia entre los números de una y otra actividad. Pero a pesar de que en los papeles la actividad lanar tiene todo para ganar, hay factores que se suman en su contra y explican por qué puede crecer una actividad menos adaptada como la bovina.

Para la lana, aún perdura el recuerdo nefasto de la década de los noventa, por el sobrestock de Australia, el mayor exportador del mundo. Y en los últimos años se hicieron sentir las bruscas variaciones en su precio. Como contrapartida, la producción de carne vacuna exhibe una mayor estabilidad en sus precios y la posibilidad de incrementar el abastecimiento del mercado local; actualmente sólo llega al 20% del consumo total.

Sin embargo, la amenaza que representan las jaurías para los ovejeros hace que todos esos análisis y especulaciones parezcan pura teoría. Son muchos los que han dejado de dormir, preocupados por los ataques de los perros "asilvestrados" como se denomina en la isla a los perros que al abandonar la ciudad y volver al ambiente natural se transforman en cazadores de ovejas.

La causa de esta situación se debe al crecimiento explosivo de ciudades como Ushuaia, Río Grande y Tolhuin por la promoción industrial. En algo menos de dos años, según las estadísticas oficiales, las jaurías provocaron una mortandad de 15.933 corderos y 13.530 ovejas. "En una noche, una jauría nos mató 200 carneros", se lamenta un productor de la zona de Río Grande.
El problema se agrava cuando las mordeduras de estos perros se extienden a los pobladores. En Río Grande se registraron durante el último año 382 ataques a personas con lesiones de distinta gravedad. La respuesta al problema es un plan para la erradicación de canes asilvestrados a cargo de Secretaría de Desarrollo Sustentable, con la Sociedad Rural y Salud Pública.

Según el ingeniero Víctor Canalis, director de Ganadería, "se está implementando un sistema de alerta permanente, con un mapa de caracterización georreferenciada que incluye la instalación de barreras físicas como el alambre eléctrico y la homologación de cebos tóxicos y estaciones de trampeo". Y por último, el otro factor que le está complicando la ecuación económica a la producción ovina en la provincia es la dificultad creciente en conseguir buenos recursos humanos.
Recorrer en auto la provincia de Sur a Norte, saliendo de Ushuaia rumbo a Río Grande es una experiencia casi geológica. En pocas horas de los bosques andinos se pasa a la estepa patagónica. En esta zona de suaves ondulaciones, sin árboles, cruzada por ríos, de buena aptitud ganadera con una receptividad de 0,8 a 1 equivalente ovino por hectárea están los establecimientos más grandes de 25.000 a 30.000 ovejas de promedio. En el Sur, los establecimientos son más chicos, de menos de 10.000 ovejas, casi en el límite de la unidad económica que se calcula en 7000 cabezas.

Para aumentar la receptividad de los campos, los productores vienen trabajando en tres frentes: descansos estratégicos de los campos, riego e intersiembras. Con las rotaciones adecuadas, los productores se aseguran la recuperación y multiplicación de las especies más valiosas. Hay conciencia de que el pastoreo es un arma contundente: puede favorecer la biodiversidad o, por el contrario, degradar seriamente al campo natural. Es notable observar el rendimiento de los pastizales en las áreas sistematizadas por canales de riego y con intersiembras con tréboles y gramíneas, entre las que se destacan el trébol rojo y el pasto ovillo.

Hasta la alfalfa tiene su lugar. Movidos por la experiencia de productores chilenos, se comenzaron a probar las alfalfas del grupo dos con buenos resultados. Asoma un recurso importantísimo para planificar las reservas forrajeras de los establecimientos fueguinos. Y, siempre que el tiempo acompañe, los resultados de la aplicación de todas estas técnicas no deja de reflejarse en la renta de las explotaciones.

Sobre el total de ovejas en servicio, el promedio de señalada se ubica en el 70%, aunque vale aclarar que hay grandes variaciones entre las regiones y establecimientos. Para tener una idea de valores de producción, hay que consignar que el peso promedio de los corderos es de 14 kilos y la lana esquilada a una oveja rinde entre 4 y 4,5 kilos. Un kilo de la lana sucia se cotiza actualmente alrededor de los 2 dólares. Actualmente, la economía de los establecimientos fueguinos goza de buena salud. De hecho, muy pocas son las operaciones comerciales de campo que se pudieron registrar en los últimos años. Pocos son los que deciden desprenderse de un lugar que es único y de los más remotos del mundo.

Fuente: Diario La Nación

Cría del guanaco, ¿una utopía?

Por Carlos A. Vila Moret Para LA NACION
En la Patagonia continental tenemos un nuevo predador: "el guanaco". Así como en la provincia de Tierra del Fuego, el problema de los perros es una limitante para la producción ovina, en el resto de la Patagonia y más precisamente en la provincia de Santa Cruz el guanaco compite con el zorro y el puma por ocupar un lugar de privilegio en los grandes problemas que aquejan al productor patagónico.
El guanaco está caratulado como especie protegida y esto significa que no se lo puede combatir. Es real que éste tiene la segunda fibra más fina del mundo, que es un animal con gran adaptación al medio y que no desertifica como el lanar (no tiene pezuñas) y que, además, en un mundo que se dirige rápidamente a un gran problema de alimentación, el guanaco con una carne magra y rica en proteínas resulta en los papeles muy atractivo.

Pero lo real es que no existe un mercado donde se cotice la fibra del guanaco, tampoco donde colocar su carne de la que no hay hábito de consumo y además es un animal sumamente indócil.
Como decimos en el campo, "es un bicho simpático y es parte del folklore patagónico", pero cuando se dejó de "chulenguear" (cazar las crías para comerciar su cuero) la población de guanacos creció en forma alarmante al punto de competir por el pasto y el agua con la producción ovina.

Ya son comunes los accidentes fatales sobre la ruta 3, en la provincia de Santa Cruz, a causa de la gran cantidad de guanacos que pastan a la orilla del camino. Como productor patagónico espero ansioso que el consejo agrario provincial de Santa Cruz encuentre la forma para que podamos lograr el justo equilibrio de producir respetando la fauna local o, lo que sería fantástico, poder desarrollar un esquema de producción sustentable a partir de la cría del guanaco.

Fuente: Diario La Nación

domingo, 27 de diciembre de 2009

La intensificación ganadera y su impacto sobre el ambiente

Alumnos de Ciencias Ambientales de la Facultad de Agronomía de la UBA evaluaron los problemas y sus posibles soluciones
El proceso de intensificación de la ganadería que se desarrolló en las últimas décadas en la Argentina contribuyó al sostenimiento de la actividad, desplazada por el avance de la frontera agrícola, con una mayor eficiencia e incrementos en la producción. No obstante, también generó un alto impacto sobre el ambiente y en muchos casos problemas de contaminación.
En este contexto, un equipo de trabajo de la carrera de Ciencias Ambientales, de la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba) evaluó los problemas que trae aparejado la práctica en establecimientos pampeanos, y analizó posibles soluciones de mitigación de los impactos ambientales. Los estudios partieron del Taller de Problemáticas Ambientales, coordinado por María Semmartin, docente de la Cátedra de Ecología de la Fauba. Bajo este marco, un grupo de ocho alumnos, con la dirección de Ana García, profesora de la cátedra de Química Analítica, trabajaron en un feedlot de la pampa arenosa.

El establecimiento cuenta con 20 corrales con un comedero y un bebedero común. Cada corral concentra unos 300 vacunos, alimentados a base de maíz, pellet de cáscara de soja y diferentes complementos vitamínicos. Los animales llegan al establecimiento con 100-150 kg, son alimentados durante 90 días y salen con 300-350 kg.

Pese a su escala, y a la gran cantidad de desechos que se generan, en el establecimiento no se desarrolla un plan de manejo para el tratamiento de residuos. Según se indicó en el informe final del taller, las principales consecuencias son, en primer lugar, el intenso y desagradable olor que se percibe al llegar al feedlot. El metano y el amoníaco producido provocan alteraciones en la calidad del aire a nivel local y regional. Además, el polvo que se genera podría provocar afecciones a las vías respiratorias.

En segundo lugar, el trabajo destaca la acumulación de residuos, que impacta directamente en el suelo, altera sus propiedades y, como consecuencia, afecta la calidad de los cuerpos de agua. Dentro de esta problemática, se destaca la posible contaminación de la napa de agua que abastece al consumo humano y animal. "El feedlot utiliza lagunas naturales para recoger los residuos líquidos generados, sin un estudio previo para establecer el grado de impermeabilización y la capacidad de acumulación de efluentes. Por consiguiente, se agrava la posibilidad de que contaminantes como el nitrato lleguen a la napa", advierte el informe dirigido por García. "Este tipo de producción altera el ecosistema modificando los servicios que brinda. La gente que vive y trabaja en el lugar es poco consciente de la magnitud y sólo recientemente ha empezado a interesarse por los daños ambientales generados", remarcaron los alumnos. Los perjuicios también repercuten sobre el bienestar del animal, modificando la rentabilidad de la empresa.

La evaluación de este caso también incluyó la determinación de posibles soluciones. Se recomendó plantar árboles que ayuden a atenuar la contaminación atmosférica y, además, brinden sombra a los animales, favoreciendo la producción de ganado, al tiempo que se destacó el beneficio de recoger el estiércol, tratarlo y utilizarlo como abono para los campos, y de aplicar un tratamiento adecuado a los efluentes. También se recomendó generar espacios con pastos nativos o pasturas, de manera de retener los nutrientes y reutilizar los efluentes, y evaluar si el pellet utilizado favorece a la contaminación por metales pesados, vía estiércol de los animales.

En cuanto a la problemática global de la intensificación ganadera, el equipo de trabajo concluyó que algunas de las medidas más urgentes a implementarse, con el esfuerzo combinado de distintos actores, son el desarrollo de tecnologías apropiadas en relación con la generación de modelos de contaminación en la escala de predio, de cuenca y de regiones geográficas, la nutrición de precisión, el desarrollo de indicadores específicos para el monitoreo, y la difusión de técnicas y equipamiento para implementar la reutilización de estiércol y de efluentes.

La intensificación de la ganadería tuvo un fuerte crecimiento en la última década. Hasta 1999, sólo 17,5% de la faena vacuna provenía de sistemas intensificados. En 2004 la participación había aumentado a 21%, y en 2005 a 25%. En los años siguientes, la tendencia se acrecentó y se repitió en la lechería, con la reducción del número de tambos, aumentos en la escala y una mayor producción por vaca.

Este incremento de los sistemas de engorde a corral o feedlot generó un aumento de los flujos de energía y de nutrientes, y el riesgo de contaminación. Los animales excretan al ambiente entre 60 y 80% del nitrógeno y el fósforo que ingieren, a través de la orina y las heces, que se concentran en áreas reducidas y conforman la principal fuente de nutrientes, metales pesados, antibióticos, microorganismos patógenos y de otras drogas veterinarias. Esta actividad también contribuye a la contaminación atmosférica por los gases de efecto invernadero, a través de la emisión de metano y óxido nitroso, asociada a la dieta de los animales y al manejo del estiércol en sistemas intensivos.

Según los estudios realizados por García, el negocio de feedlot, pese a su expansión, no ha tenido un marco jurídico que comprenda todas las variantes y regule su habilitación y funcionamiento.
En países como EE.UU. y Canadá, con una larga trayectoria en estas actividades, hay reglamentaciones estrictas para la protección de las aguas superficiales y de los acuíferos, así como para la aplicación apropiada del estiércol sobre tierras agrícolas. Estas regulaciones apuntan a, por ejemplo, controlar las escorrentías, manejar el estiércol sólido, mantener firme y limpia la superficie de los feedlot, realizar el tratamiento de los efluentes en lagunas o piletas y reutilizar los residuos tanto líquidos como sólidos en tierras agrícolas.

Fuente: Diario La Nación

sábado, 5 de diciembre de 2009

La meta es lograr una nutrición animal más eficiente

Por Mercedes Colombres De la Redacción de LA NACION
Las nuevas formulaciones buscan reducir las emisiones contaminantes por kilogramo consumido, entre otras cosas
FOTO El campo experimental de Ruter en Conesa, Buenos Aires (Reuters)
Con un aumento de 5 millones de toneladas en el consumo de alimento balanceado en los últimos cuatro años, el negocio de la nutrición animal se afianza en una senda de crecimiento sostenido.
En este contexto, de acuerdo a los expertos, el desafío que enfrenta la industria de la nutrición hoy es mucho más que crecer en ventas. La meta es una alimentación animal más eficiente, para abastecer el aumento sostenido de la demanda de balanceados sin generar mayores costos, y al mismo tiempo bajar las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), de los que la ganadería es una de las principales responsables a nivel mundial.

"Los próximos años se caracterizarán por lograr mejorar la eficiencia de producción con mejores índices de conversión, que redundarán en menos kilogramos de alimento gastado por kilo de carne producido", señaló un informe difundido por la Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal (Caena).

En este contexto, las empresas buscan diferentes caminos. Uno de ellos es el Ruter, un sistema de alimentación especial para terneros de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), que promete mejorar la eficiencia del rodeo con menos contaminación. "Los bovinos son la fuente de proteína animal más ineficiente en términos energéticos. Es mucho más económico producir cerdo o pollo que carne de vaca. Por eso, el gran desafío hoy es lograr un sistema de alimentación de bovinos más eficiente", advirtió Alejandro Lis, responsable del Campo Experimental Ruter de Conesa, provincia de Buenos Aires. "La idea de este programa es mejorar el índice de conversión de cada animal, a la vez que se sostiene la condición corporal, se mejora la eficiencia reproductiva y se aumenta la cantidad de animales por hectárea", dijo Lis.

Por otro lado, teniendo en cuenta que la ganadería es una de las grandes emisoras de gases de efecto invernadero de gran poder contaminante como el metano, no sólo se busca alimentar mejor por menos cantidad de alimento, sino que los sistemas de nutrición bajen la cantidad de emisiones por kilogramo comido por cada animal.

"Una vaca produce unos 66.000 litros de metano, uno de los gases de efecto invernadero más nocivos por año", dijeron Laura Finster, Guillermo Berra y Silvia Valtorta, investigadores del INTA que investigan el volumen de emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de la actividad agropecuaria en el país. Un estudio hecho por estos tres científicos en asociación con ACA reveló que la sustitución del balanceado tradicional por Ruter disminuye las emisiones de metano de las vacas. "Se comprobó una disminución significativa, en orden del 12%", dijo Valtorta.

La multinacional Novus es otra de las que ofrece productos pensando en disminuir las emisiones de gases perjudiciales para el medio ambiente. "Por un lado, hay productos que, por lograr que los animales ganen peso más rápido o mejoran la calidad de la leche bovina producida, ya son beneficiosos para el medio ambiente ya que logran la misma producción con menos animales en menos tiempo y eso resulta en menos emisiones", dijeron Thad Simons y Luis Azevedo, CEO y director de Novus, respectivamente. "También hay productos que logran menores emisiones de gases nocivos para el medio ambiente. Por ejemplo tenemos una serie de aminoácidos o enzimas que mejoran la digestibilidad y generan una menor emisión de Nitrógeno", dijeron Simons y Azevedo .

sábado, 28 de noviembre de 2009

El búfalo se abre camino como una variante productiva

Por Roberto Seifert De la Redacción de LA NACION
El año próximo se realizará en el país el Congreso Mundial
Producir en zonas marginales, con pastos inaprovechables por el vacuno y en campos bajos e inundables; lograr un crecimiento extraordinario de la ganadería subtropical en el norte del país y permitir explotaciones intensivas de carne y de leche para pymes familiares con desarrollo para las economías regionales son, entre otros, los objetivos que se ha fijado la Asociación Argentina de Criadores de Búfalos (AACB).
Nada más oportuno entonces que el país sea sede del próximo Congreso Mundial de Búfalos en abril de 2010. "Se realizará en el momento en que la ganadería bubalina, después de 33 años, incorpora la producción intensiva de carne y leche en pequeñas y medianas empresas", explicó el director ejecutivo de la AACB, Marco Zava. "Creemos que para estas razas, llenas de preconceptos equivocados, será un antes y un después", dijo, a su vez, el presidente de la entidad, Federico Romero.
Ambos ejecutivos, entrevistados por LA NACION, entienden que, a partir de este cónclave internacional, el búfalo se consolidará en la Argentina como opción productiva en la región subtropical y en una actividad complementaria con la ganadería vacuna.

- ¿Cómo está la producción de búfalos en la Argentina?
Romero: -Somos el país más chico en producción de búfalos en América latina. Tenemos unos 120 productores con un rodeo total de 100.000 cabezas (contra 3,5 millones de Brasil) concentradas mayormente en el Nordeste, y es Formosa la provincia que tiene el mayor rodeo, con unos 33.000 animales.
Zava: -Los búfalos estaban en el país desde 1900, pero sólo para consumo interno en grandes estancias de la Mesopotamia. Comenzaron a desarrollarse en 1976 con 1500 cabezas. Hace dos años llegó a 85.000 y ahora tiene 100.000 cabezas. El crecimiento vegetativo es muy importante porque la hembra sigue produciendo hasta los 20 años.

- ¿Qué se debe hacer para crecer?
Romero: -Por lo pronto, difundir la especie, estimular la crianza, romper los preconceptos equivocados que todavía tiene mucha gente: que es un animal salvaje, que su carne es dura...
El búfalo no sólo no es un animal salvaje, sino que es uno de los primeros animales domésticos. Tiene más de 4000 años de domesticación. Hay pruebas arqueológicas que lo demuestran.
Zava: -Para estar en una escala competitiva deberíamos estar en las 500.000 cabezas.

- ¿Cuáles son las principales características de este ganado?
Zava: -Se caracteriza por su fertilidad, porcentaje de preñez y ganancia de peso. Además, el ciclo completo se hace en un mismo campo.

- ¿Cuáles son las razas que se crían en el país?
Zava: -En la Argentina se crían tres de las 19 razas que existen en el mundo: la Mediterránea, la Murrah y la Jafarabadi (todas de origen índico).

- ¿Qué cualidades tiene la carne de búfalo?
Zava: -Es muy tierna faenada a la edad correcta (a los dos años, dos años y medio). Con grasa subcutánea, es más magra en general que el bovino, tiene un 30% menos de colesterol y alto nivel de hierro.
Romero: -Además, el búfalo tiene un enorme potencial lechero en las regiones subtropicales. Los lácteos de búfala, como la mozzarella, son productos gourmet en el mundo.

- ¿Cómo está el mercado de la carne?
Zava: -Todavía nos estamos abriendo camino en la comercialización, principalmente en restaurantes de la Capital Federal. Respecto del mercado externo, en mayo se enviaron muestras a Holanda, Alemania y el Reino Unido. Fueron aceptadas y nos pidieron dos embarques de una a una tonelada y media por mes. El problema es que sólo ahora podremos cumplir con la primera remesa, porque hubo falta de ganado gordo, ya que en el NEA se engorda sólo cuando hay oferta de pasto (de primavera a otoño). Además se ha presentado una solicitud ante la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca) para participar de la cuota Hilton, de la que aún no tuvimos respuesta.
Romero: -En la exportación se necesita la promoción que por ahora la especie no tiene, porque tampoco cuenta aún con una masa crítica de producción.

lunes, 21 de septiembre de 2009

La poderosa máquina de producir leche

Con un manejo preciso de la alimentación, estabulado y riego, el estado de California es el responsable del 24% de la producción láctea total de Estados Unidos
Cuando en 1542 Juan Rodríguez Cabrillo llegó a California, no encontró Cíbola, la mítica ciudad bañada en oro que estaba buscando, sino una región desértica con temperaturas insoportables. Nunca imaginó que 500 años después, el oasis que buscaba se convertiría en realidad, albergando más de 300 cultivos diferentes y unos 1500 tambos, que producen el 24% de la leche de EE.UU.
El gran secreto de California es un sofisticado sistema de riego que, a través de 160 diques, recolecta el agua de deshielo de las montañas y lo distribuye en el valle. Gracias a este sistema, y a un esfuerzo sostenido de los productores por aumentar la productividad, la agricultura es la mayor generadora de ingresos del estado (US$ 41.000 millones anuales), superando con creces a Hollywood y a los cerebros del Sillicon Valley.

En este vergel, la producción de leche de forma intensiva es la estrella, y con una productividad promedio de 10.000 litros por lactancia, para muchos el californiano es el modelo al que tiene que apuntar la Argentina. "Vamos hacia un sistema similar. Sino se hizo antes en el país es porque no había competencia por la tierra. Con un 50% de los tambos en tierras alquiladas y el avance de la soja, no hay otro camino que intensificar", explicó Martín Zingoni, presidente de Forratec, firma argentina comercializadora de semillas forrajeras que, junto a su socia estadounidense Dairyland Seed, organizó una gira por tambos y granjas de California para periodistas y ejecutivos de las empresas lácteas Verónica y Noal.

Otro de los que cree que el modelo intensivo se expandirá en el país es Alejandro Castillo, un argentino que es asesor en lechería de la Universidad de California Davis. Para Castillo, la intensificación tiene enormes ventajas económicas y ecológicas. "Un estudio de la Universidad de Cornell demuestra que mientras en 1944 había 50 millones de vacas en pastoreo produciendo de 5 a 10 l de leche diarios, en 2007 había 10 millones de vacas produciendo 30 litros diarios, lo que es mucho más eficiente y menos contaminante", dijo Castillo.

La receta californiana para producir leche en forma intensiva se centra en el uso de dos sistemas de estabulado (corrales abiertos o free stoll , dormideros adonde las vacas comen y duermen) y en la alimentación basada en alfalfa y maíz. "La alfalfa es clave. El 50% de la alimentación es heno de alfalfa y silaje de maíz", dijo Douglas Maddox, el ganadero Holando de registro más grande del mundo y propietario de un tambo con 5000 vacas en ordeñe. Basada en estos pilares, con menos rodeo lechero que la Argentina (1,2 millones de animales contra los 2 millones de nuestro país), el estado de California produce el doble de leche (32 litros por vaca por día). Aunque, según los técnicos de Forratec, los tambos que aplicaron en la Argentina el encierre ya están alcanzado una productividad similar a la de los tambos californianos.

Los participantes en la gira coincidieron en que la evolución del modelo argentino hacia un esquema más intensivo debe ser gradual. "No se puede pasar directo al free stoll porque sería un salto demasiado abrupto. Primero deberíamos pasar por los corrales abiertos, que acá se están empezando a dejar de lado por los problemas que tienen con el manejo del estiércol y el confort animal", dijo Zingoni.

Otra de las diferencias más notables entre el modelo norteamericano y el argentino es el manejo de la alfalfa, un cultivo que representa entre el 30 y el 65% del forraje de la dieta de una vaca lechera. Según explicó Dan Gardner, mejorador de alfalfa de Dairyland Seed, en EE.UU. la alfalfa es el cuarto grano más plantado, con 10 millones de hectáreas sembradas y una producción de 70 millones de toneladas, valuada en US$ 12.700 millones. "La alfalfa es más eficiente en producción de forraje de alta calidad y por ende es más eficiente a la hora de producir leche", dijo Gardner, para luego agregar que, comparada a las otras opciones, la alfalfa tiene un 70% más de productividad por hectárea y genera un 42% más de valor por tonelada.

Dentro de las alfalfas, Gardner recomienda el uso de alfalfas híbridas, ya que éstas tienen una diferencia de producción de hasta 70 dólares por hectárea por mayor producción de materia seca, cantidad de hojas por tallo y su resistencia a enfermedades. "La alfalfa híbrida es el resultado de cruzamientos de las mejores alfalfas sintéticas, por lo tanto poseen mejor vigor genético. Los beneficios en el caso de las de latencia 6 es que tienen corona bajo tierra, por lo tanto son más resistentes al frío y al pisoteo. En el resto de las latencias que se usan en el país (7 y 8) las híbridas también tienen amplias ventajas en materia de producción, sanidad y persistencia", acotó Marcelo Quaquaro, técnico de Forratec que participó de la gira. Uno de los entusiastas de la híbrida es Doug Dalton, de la Patterson Westside Farm, que tiene la mitad de sus 1000 hectáreas dedicadas a este tipo de alfalfa. "La alfalfa está en el peor escenario posible y aún así ganamos plata. Mi costo de implantación es de 1200 dólares por hectárea y lo pago en el primer corte", dijo Dalton.

Según Zingoni, uno de los desafíos que tiene la Argentina para aumentar su productividad lechera es hacer un manejo más ajustado de la alfalfa. "La diferencia es que acá la alfalfa se cosecha y se trabaja mucho en la calidad, que se paga, por eso es rentable. Los argentinos tenemos acceso al mismo nivel de tecnología, pero tenemos un problema de manejo. El productor no sabe cuánto cosecha y cuánto pierde por lo que la vaca no come. El día que le dedique a la alfalfa la misma atención que a la soja, el resultado va a mejorar", reflexionó Zingoni.

Fuente: Por Mercedes Colombres Enviada especial - Diario La Nación, Foto: FORRATEC

martes, 5 de mayo de 2009

Ovejas y vacas, aliadas para la rentabilidad

Por Mercedes Colombres LA NACION
Foto: Jorge Sosa
La UNL desarrolló un tambo integrado de ovinos y bovinos
En tiempos de crisis para la lechería, las soluciones no están tan lejos de lo que la mayoría cree. Bien lo saben en la Universidad Nacional del Litoral (UNL), adonde lograron aumentar la productividad y la rentabilidad del tambo agregando ovejas al planteo productivo. "Ante un contexto difícil para los tambos, planteamos la posibilidad de integrar vacas y ovejas para aumentar la rentabilidad y de paso probar una producción nueva sin dejar de hacer lo tradicional que es la producción bovina", explicó Jorge Sosa, de la cátedra de Producción Ovina de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNL, que tiene sede en Esperanza, Santa Fe.

"La idea era usar las mismas instalaciones del tambo bovino. Así, remodelamos y adaptamos el regulador de presión, el pulsador y las unidades de ordene e incorporamos un brete móvil en la fosa", explicó Sosa, que hizo la primera experiencia de tambo combinado con un productor de 40 hectáreas. Según Sosa, el sistema también sirve para aprovechar mejor las pasturas, ya que el bovino usa su franja de pastoreo y la oveja va por detrás comiendo el remanente.

Además, señaló Sosa, mientras el vacuno come tallos, gramíneas y material inerte y no come alrededor de las deyecciones; el ovino come leguminosas, hierbas tiernas, y rebrotes, controla el crecimiento de malezas y come lo que rechaza el vacuno. "Se calcula que hay entre un 8 y 15% del pastoreo que el bovino no aprovecha y se come el ovino. Obvio que ese remanente no alcanza y debe ser complementado con pastoreo adicional, silo o rollo, pero el 70% de la base alimenticia del ovino es el remanente", comentó Sosa.

Así sobre pasturas implantadas, Sosa aconseja tener un mix de 30% de ovinos y 70% de bovinos. Además de lograr una buena complementación con las vacas, los ovinos tienen otra virtud: su leche cotiza entre $ 5 y $ 6 el litro, contra los 70 centavos de la leche bovina. Por el momento, la leche producida en la zona se destina a la Escuela de Agricultura, Ganadería y Granja, que junto a varias facultades de la UNL, elabora los quesos de oveja De la Escuela, que incluyen quesos blandos, de pasta dura, de pasta semidura, a la pimienta y con nueces.

Dentro de este esquema, el productor no cobra inmediatamente la leche y recibe su dinero cuando la escuela vende al queso, que le da al productor el total de la venta, menos los costos.
Para Sosa, lo ideal es que productores y empresas trabajen asociados, compartiendo riesgos y utilidades. "En este modelo el productor tiene que esperar se elabore el producto y que se cobre para percibir su parte, que también es mucho mayor a la que tendría si sólo vendiese la leche. De esta manera la empresa no tiene que pagar por la leche recibida, lo cual también le genera un buen negocio porque trabaja con un producto que no le cuesta nada hasta que lo cobra", dijo Sosa.

"De cada 100 kilos de queso de oveja que se consumen en el país, 90 son importados. Hay una oportunidad. No es fácil de llevar adelante porque no se cobra mensualmente sino después de meses, pero se recibe un precio mayor", explicó Sosa, que en breve viajará a Castilla La Mancha (España) para conocer más de la producción de la zona, que produce más de 30 variedades de queso y es líder en la producción de quesos especiales.

viernes, 3 de abril de 2009

Ganado cimarrón, el origen de la estancia

Vacas y caballos llegaron de los barcos y se multiplicaron gracias a la prodigiosa fertilidad de la pampa húmeda
Sabemos que tanto caballos como vacas llegaron a nuestras tierras en los barcos de los españoles conquistadores. Los naturales de la región no los conocían y los nuevos vecinos trataron de conservarlos levantado corrales tan precarios como sus improvisadas viviendas. Caballos para traslado y defensa y vacunos primordialmente para la provisión de la leche y sus derivados, base inestimable de la alimentación de los nuevos habitantes.

Esos animales, que de tal forma también habían descubierto la pampa húmeda, se enseñorearon de ella disfrutando de ese verde paraíso. Pasaron casi 50 años para que don Juan de Garay refundara Buenos Aires en 1580. Durante ese casi medio siglo, vacas y caballos, sin árboles genealógicos de por medio, se habían reproducido al infinito. Pero ya no eran las nobles cabalgaduras ni las mansas lecheras. Nacidos y criados libremente en la inmensidad de una llanura ubérrima, el potro manso se había vuelto chúcaro y la vaca tranquila y somnolienta del establo, un animal peligroso.

Las parcialidades indígenas que habitaban desde siglos las regiones andinas del centro y sur de la Cordillera se sintieron atraídas por este sustento que de manera tan milagrosa se les prodigaba. Ese pueblo araucano, virtuoso para la caza y tempranamente dominador del caballo, fue, ayudado por éste, extendiéndose hacia oriente, desalojando y en parte absorbiendo a los pampas originarios. Ellos eran ahora dueños y señores de toda esa riqueza vacuna que deambulaba libremente por la pampa argentina. Pero, ¿era aquello un bien mostrenco del que cualquiera podía servirse o era posible demostrar que poseía dueños efectivos?

En 1608, la corona española por medio de sus autoridades en el virreinato del Perú, permitió a los pobladores que cada uno declarase bajo juramento las cabezas que había perdido "él o sus antecesores, lo que era medio fantástico" a fin de recuperarlas, calculando, por supuesto, el porcentaje de su crecimiento vegetativo.

Concretado el amparo, a estos vecinos se les llamó "accioneros" y se les reconoció el derecho de propiedad sobre tales vacunos. Se les permitió la batida del campo con el objetivo de cazar ese ganado salvaje, práctica que se conoció bajo el nombre de "vaquería", faena de hombres de a caballo que realizaban la peligrosa persecución del cimarrón, volteándolo cuando conseguían que la media luna de desjarretar le cortara el tendón de Aquiles.

Este privilegio, trasmitido de padres a hijos, fue, con el tiempo, identificándose con la tierra o coto de caza en que esa tarea se realizaba y tal fue el origen de las grandes estancias primitivas en las que más que el sentido de la propiedad de la tierra predominaba el del ganado. Pero por entonces la propiedad del ganado no tenía más que un único valor: el del cuero, y tanto es así que la matanza libre de vacunos era privilegio de todos siempre que se entregaran los cueros a los dueños nominales.

Fuente: Por Silvia Long-Ohni Para LA NACION

martes, 24 de febrero de 2009

Intensificación: una opción para la rentabilidad del tambo

Los productores lecheros adoptan distintos sistemas intensivos en respuesta al avance de la agricultura sobre superficies que antes se dedicaban a la ganadería; es una salida para enfrentar la baja de los precios y la suba de los costos
El incremento del valor de la tierra y el avance de la agricultura sobre hectáreas dedicadas a la ganadería configuran un escenario cada vez más obligado para la lechería: la intensificación.

Es una tendencia mundial, y también sucede en la Argentina. Los productores lácteos cambian los sistemas extensivos, basados en pastoreo, por los intensivos de alta suplementación de sus vacas, que buscan aumentar la carga animal por hectárea.

En la cuenca lechera cordobesa, algunos tamberos mostraron a LA NACION su estrategia. Sistemas de corral seco, estabulados, tambo rotativo calesita, riego suplementario o recría intensiva: no hay una receta única; las alternativas para hacer más competitiva a la lechería son variadas.

Intensificar implica hacer un excelente uso de los recursos que se tienen: suelos, instalaciones, forrajes, vacas, personal, administración, etcétera. La elección de la forma depende de las debilidades y fortalezas de cada establecimiento. Hay que tener en cuenta el personal con que se cuenta, el clima, los suelos, la inversión inicial y los costos operativos que demandará.
"Es un proceso que en la Argentina arranca con más demora. El panorama en el corto plazo es incierto y los productores tienen temor de hacer inversiones importantes", dijo Ezequiel Cabona, presidente de la firma DeLaval Bosio.

En la Argentina, el promedio nacional de producción de un tambo por hectárea es de 5200 litros de leche anual, con una carga de 0,8 vaca por hectárea y un rendimiento individual diario de 18,8. En un sistema intensivo, hay una producción anual por hectárea de 15.000 litros, con una carga animal de 1,7 vaca por hectárea y un rendimiento individual de 25 litros diarios. El precio controlado por litro de leche que recibe el productor, la suba de insumos y las retenciones a las exportaciones se conjugaron con el avance de la agricultura para cambiar la ecuación de los tambos. Corral seco con pendiente

En Las Varillas, Córdoba, Mariano Truccone apostó a un sistema de corral seco en el establecimiento Laguna de Vaca. Es un corral único y las vacas ya no tienen que rotar por los potreros; y es "seco" porque hay pendiente en el suelo que evita que se produzca barro.
"La premisa de este tambo era liberar superficie para la agricultura y aumentar la carga animal para hacer al tambo más eficiente", dijo Truccone.
El objetivo de duplicar la carga animal ya se logró: actualmente tienen 1,85 vacas por hectárea. Ahora, aspiran a lllegar a 2,5 vacas por hectárea, una vez que se estabilice el régimen de lluvias.
"Estos sistemas son mucho más rentables pero hay que tomar la decisión de invertir", opinó Trucone y contó que hubo un importante costo por el movimiento de tierra. En total, calcula que hubo una inversión de $700 por vaca. "Ya empezamos a ver los resultados con las 200 hectáreas que se liberaron para la agricultura", agregó.

Los primero a tener en cuenta para este sistema es la pendiente en el terreno. Hernan Re, veterinario asesor, explicó: "La pendiente evita que las lluvias lo transformen en un corral normal donde se producen pisaderos". En la que solía ser la zona más baja del campo de los Truccone, donde frecuentemente se producían inundaciones, se obtuvo, a partir del movimiento de tierra, una altura de 1,15 metro en el pasillo central con pendientes hacia ambos lados.
Se hicieron dos corrales de 60 metros de frente, por 100 de fondo, a cada lado de la calle central.
Los comederos son frontales y, a causa del pisoteo intenso, se hizo una base de cemento de cuatro metros para que la vaca se posicione. Se deposita el alimento sobre el suelo en un ancho de no más de un metro. "Con este tipo de comederos las vacas comen en su posición natural, esto favorece el flujo de saliva y un ambiente ruminal más saludable", dijo Re.

En cada corral hay un tinglado para darle sombra a los animales. Si bien la media sombra podría haber sido una opción menos costosa, no era lo más recomendable para esta zona por los fuertes vientos. "La orientación de norte a sur es importante por el sentido de rotación de la sombra", destacó Re y explicó que la distancia entre la sombra y los comederos no debe ser mucha porque las vacas en verano prefieren la sombra a alimentarse, y esto hace bajar la productividad.
Para definir el tamaño de los corrales secos se debe calcular entre 50 y 70 metros cuadrados por vaca. Las pendientes ideales son del 2 al 4% , con pisos compactados. Si existe un buen trabajo de compactado que limite la infiltración, la pendiente se puede reducir al 1 o 2%. Este tipo de sistemas es para zonas con lluvias menores a los 500 milímetros anuales ya que demandan un gran mantenimiento de pisos y accesos.
Las vacas al galpón: el estabulado
"La nueva tecnología acorrala a la lechería pero le da una nueva oportunidad": esta fue la consigna de la que partió Enrique Piatti intensificar su tambo. El sistema de estabulado consiste en encerrar las vacas directamente en grandes galpones donde se les provee un ambiente limpio, seco y confortable; y donde se pueden mover libremente.

El objetivo de Piatti es poder liberar, al cabo de dos años, unas 400 hectáreas para la agricultura. El tambo está ubicado a 15 kilómetros de Sacanta, en el sur de Córdoba, y es uno de los primeros en adoptar este sistema en el país. "Quién tome la decisión de hacer un establo y encerrar a sus vacas va a notar la diferencia", sostuvo Piatti. Encerrar a las vacas para producir más dinero significó una inversión inicial. Y además, hay que sumarle, en esta carrera de conseguir la máxima producción posible, un aumento en los costos de alimentación y el cambio en el paquete tecnológico. Claro, estas inversiones están expuestas a los riesgos climáticos. El galpón de Piatti fue volado por un huracán meses atrás, pero será repuesto próximamente. Aunque no tiene techo, el estabulado sigue en pie.
La estructura tiene un largo de 100 metros y en sus laterales hay 160 camas de arena. Las camas se pueden hacer también con estiércol seco o cáscaras de arroz. "Hay que usar barras a la altura de la cabeza para evitar o reducir heces y orina sobre las camas", recomentó Piatti. Para aliviarle el calor a los animales, se utilizan ventiladores y rociadores. La orientación este-oeste es clave en la construcción de los galpones, para aprovechar la sombra y facilitar la ventilación.

"La única posibilidad de disminuir los costos de alimentación es aumentar al máximo la producción de forraje por hectárea", opinó Piatti. Para él, la rotación ganadera ya no es viable. La nueva rotación consiste en un 10% de la superficie total con alfalfa; y del 90% restante, un 50% de rotación agrícola para ensilado y un 50% para la agricultura. Piatti explicó que esto permite conservar la humedad y recuperar la estructura física del suelo.
"El mejor productor de leche del futuro será el mejor agricultor", concluyó, pragmático, Piatti.
Foto: Irma Montiel
Fuente: Por Emilia Subiza Diario La Nación

sábado, 14 de febrero de 2009

Opinión: Sin decoro ni vergüenza

Por Víctor Tonelli Para LA NACION

En esta semana se conoció que Rusia sacó momentáneamente del mercado de carnes vacunas a Uruguay, EE.UU., Canadá y otros países por problemas vinculados a la seguridad alimentaria.
Con motivo de este evento la Oncca emitió un comunicado en el que exalta el hecho como "una excelente oportunidad para incrementar las exportaciones a Rusia", como si la Argentina tuviera necesidad de aprovechar las desgracias ajenas para volver a ser uno de los países líderes en la exportación de carnes vacunas al mundo.

En ese comunicado menciona datos de las exportaciones argentinas a Rusia en 2008; incrementa artificialmente los mismos sumándoles las menudencias (no integran la carne res con hueso) y pretende transmitir que fueron los frigoríficos los que disminuyeron sus exportaciones a apenas 1/3 de las autorizaciones que ellos otorgaron.

Nada más alejado de la realidad, por lo que intentaré clarificar la realidad con algunos números.
En 2005, último año en que la Argentina pudo exportar sin restricciones del Gobierno, el volumen vendido a Rusia resultó de 285.000 toneladas res con hueso, que representó el 34% del total de importaciones de ese país. En 2008, las exportaciones a Rusia resultaron casi 3 veces menos.

Usted podrá pensar que esa caída obedeció a que Rusia bajó sus importaciones. Le confirmo que las subió y que la caída de la Argentina fue capitalizada por Brasil, Uruguay y Paraguay, todos con exportaciones superiores a las de la Argentina. Quizá se pregunte que si la Argentina no vendió más, fue debido a que los precios que pagaba Rusia no resultaban suficientemente buenos para los exportadores argentinos.

Le comento que los precios pagados por Rusia durante 2008 fueron tan buenos que los uruguayos, que tienen acceso a vender en los EE.UU., derivaron sus exportaciones a ese país porque les pagaban más por productos similares. Seguramente estará pensando que la Argentina vendió menos porque sus precios eran más caros. Lamento contradecirlo, porque Uruguay y Paraguay vendieron 10% más caro que la Argentina y Brasil un 23% más.

Dudando de mis números usted estará pensando que la Argentina no pudo exportar más porque no tenía carne suficiente para atender al mercado interno y, como habrá escuchado en la propaganda oficial, primero hay que atender "la mesa de los argentinos". Lamento una vez más contradecirlo, porque en 2008 tuvimos la segunda faena en importancia de los últimos 20 años y los argentinos comimos 70 kg por habitante/año de carne vacuna, 31 kg de pollo, 8 kg de cerdo y alguno que otro corderito (o chivito); tenemos así la friolera de 110 kg de carne por habitante/año, de modo que si descuenta a los vegetarianos (que los hay, los hay), los infantes y los mayores, no se haga el distraído: en su casa usted, su señora y los dos chicos se comieron más de 1 kg de carne por día. ¿Será eso suficiente para la mesa de los argentinos?

Finalmente, agobiado por mis afirmaciones, usted se estará preguntando, ¿pero entonces qué pasó, por qué no les exportamos más a los rusos si el precio era uno de los mejores del mundo, y nuestros vecinos, que no son ningunos quedados, crecieron para quedarse con el 65% de nuestra participación de mercado?, ¿será que los frigoríficos (y seguramente algunos productores "contreras") estuvieron boicoteando al Gobierno para que le ingrese menos divisas?

Es más, estará dudando de mi ecuanimidad y debe pensar que lo que le cuento está orientado por mi ideología. Le confieso que ganas no me faltan, pero créame que estoy siendo objetivo.
Lamento contarle, y ésta es la última, que si hubiéramos podido exportar dentro de la porción de mercado que teníamos en 2005, a los precios que pagó Rusia en 2008, el monto total exportado a ese país, hubiera crecido unos 400 millones de dólares más.

En mi opinión lo que pasó ha sido producto de la ignorancia, negligencia y soberbia de algunos funcionarios, cercanos a la "fuente del poder" que, con recetas que no resisten un mínimo análisis racional, limitaron fuertemente las exportaciones a través de mecanismos que obligaban a los exportadores a esperar aprobaciones para exportaciones, cuya demora e incertidumbre resultaron letales. Como si fuera poco además los obligaban a enviar al mercado interno el 75% de la carne faenada con destino a exportación.

A estas alturas de la nota, se preguntará por qué la Oncca sale con ese comunicado, alentando el crecimiento de las exportaciones y alegrándose de las desgracias ajenas. Ah!, eso lo tendrá que imaginar usted.

(*)El autor es consultor en ganados y carnes
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