Por Fernando J. de Aróstegui - LA NACION
Serán los futuros habitantes de un complejo de 2485 viviendas que construye la Nación detrás de la cancha de Huracán; en el barrio creen que crecerán el comercio y el movimiento en la zona
El predio donde se edifican las viviendas ocupa 28 hectáreas junto al estadio de Huracán, en una zona de perfil industrial
En esta zona de Barracas no hay supermercados, cafés, peluquerías, librerías, bancos, casas de ropa, veterinarias ni cines. Sólo imponentes depósitos de larguísimos paredones, que acentúan la modestia del puñado de casas salpicadas en este barrio industrial. En un radio de cinco cuadras se amontonan tres estaciones de servicio: es que por estas calles circulan más camiones que gente.
Pero, a partir del año próximo, un fuerte cambio sacudirá al barrio: unos 10.000 nuevos vecinos comenzarán a venir para habitar las 2485 viviendas sociales que desarrolla el gobierno nacional a través del Plan ProCrear Estación Buenos Aires, el proyecto habitacional más ambicioso ejecutado en Buenos Aires en los últimos 40 años.
Los escasos residentes en el barrio se ilusionan con que la llegada de los nuevos moradores impulsará la actividad comercial y poblará las calles que hoy, a partir de las 18, cuando cierran los galpones y corralones, quedan desiertas. Aunque algunos aún observan el proyecto con cierto recelo y se preguntan si la que llegará es "gente de trabajo". Así lo comprobó LA NACION en un recorrido.
Detrás del estadio del club Huracán, la calle Miravé marca el límite entre los barrios de Parque Patricios y Barracas. En este último se sitúa un predio de unas 28 hectáreas que pertenecía a los ferrocarriles hasta que el Estado nacional lo puso a disposición de este proyecto cuando, en 2014, Cristina Fernández de Kirchner lo lanzó.
Y aunque los departamentos aún exhiben la desnudez rojiza de las paredes sin revocar, el intenso trajín que se registra en el lugar indica que las obras avanzan a un paso sostenido. Además de las viviendas, el emprendimiento incluye la construcción de 70 locales comerciales.
"Se va a activar el comercio. Ahora, para hacer las compras tengo que irme a la loma del pingüino", se ríe Romina Di Masi, de 39 años, que vive en Vélez Sarsfield al 700, a una cuadra del complejo de viviendas. También la vecina Daniela Flores, de 25 años, ama de casa, sufre la ausencia de comercios y especula con que el nuevo proyecto redundará en beneficios: "Para hacer las compras tengo que caminar ocho cuadras, hasta la avenida Caseros", se queja.
"Las ventas ya subieron por la sola llegada de los obreros que trabajan en la construcción", celebra Alfredo González, dueño de la parrilla El Estadio, frente a Huracán. En efecto, al mediodía la parrilla está llena de trabajadores. El Gobierno calcula que hoy hay 2500 personas empleadas en la obra.
Muchos vecinos consideran como positivo un aumento de la población del barrio. Con 10.059 habitantes por kilómetro cuadrado, la comuna 4 (que incluye los barrios de Nueva Pompeya, Parque Patricios, Barracas y La Boca) es la tercera más despoblada de la ciudad, según datos del último censo.
"A las 18 cierran todas las fábricas y el barrio se convierte en un páramo", explica Gabriel Porto, que vive sobre la avenida Amancio Alcorta, a una cuadra del nuevo complejo. Mientras que Aída Ferruccelli, otra vecina, protesta porque la policía "desaparece a las 7 de la tarde" y el barrio "es muy peligroso".
Muchos taxistas se muestran reticentes a traer pasajeros a esta zona de Barracas: en sus GPS está registrada como "zona peligrosa".
Gran escala
"Desde la ejecución de Lugano 1 y 2 y del Barrio Soldati, en la década de 1970, que en Buenos Aires no se promovía un proyecto de viviendas de esta escala", precisó Emilio Basavilbaso, director ejecutivo de la Anses. Agregó que este plan facilita el acceso a la vivienda propia a los "sectores medios", que estando en condiciones de pagar un crédito no pueden tomarlo por falta de oferta del sector privado.
Con plazos de devolución de entre 20 y 30 años, el Banco Hipotecario gestionará los créditos. Aún no se abrió la inscripción para adjudicar las viviendas y además falta ultimar la modalidad de los créditos, según explicó la Anses. Para cuando se complete un 80% de la obra -hoy se construyó un 50%- se definirán los precios de las viviendas. Las primeras unidades comenzarán a entregarse el segundo semestre de 2017.
La cifra total que desembolsará el Estado se estima en unos $ 4700 millones. Cinco empresas constructoras, seleccionadas por licitación, trabajan en el proyecto: Constructora Sudamericana, Green SA, Riva SA, Conorvial SA y Vidogar Construcciones SA.
"Va a ser positivo si la que viene es gente de trabajo", dice con recelo Elena Murguia, de 66 años, que atiende un quiosco en Monteagudo al 900, a dos cuadras de los edificios nuevos. También expresó inquietud Sandra Madruga, que trabaja en una modesta parrilla en Amancio Alcorta y Lavardén, a media cuadra del complejo de viviendas. "No sé qué clase de personas vendrá", dijo con una mueca de escepticismo.
La adjudicación de las unidades
La Anses está reorganizando el proceso de adjudicación de las viviendas del complejo Procrear en Barracas, para dar prioridad a las familias que presenten mayores necesidades. En las ediciones anteriores de estos planes, la adjudicación se iniciaba con una inscripción online en la página de esa institución, luego se realizaba un sorteo y, por último, se adjudicaban las viviendas a estrenar junto con la entrega de un boleto de compraventa y de un crédito hipotecario.
"Estamos en el proceso de migrar hacia una selección por sistema de puntaje con el objetivo de priorizar a las familias más vulnerables", explicaron fuentes de la Anses.
Los montos de los créditos serán definidos en función de los precios de las viviendas, que aún deben definirse. Los plazos de los créditos rondarán entre 20 y 30 años. Los fondos provendrán del fideicomiso Procrear y serán gestionados por el Banco Hipotecario.
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jueves, 29 de septiembre de 2016
Entusiasmo en Barracas por la llegada de 10.000 nuevos vecinos
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