Cristina Kirchner y su par de Brasil, Dilma Rousseff, llevarán a la asamblea de la ONU un discurso unificado y muy duro contra el espionaje internacional que realizó Estados Unidos en
América latina. Pero la retórica de ambas presidentas ya se tradujo
además en hechos concretos y en un proyecto conjunto: en estricta
reserva, la Argentina y Brasil avanzaron en los últimos 10 días en un
plan de cooperación de defensa cibernética que tendrá alcances en otros
países.
Dos emisarios de peso de Rousseff llegaron a Buenos Aires en los últimos días para acelerar el proyecto de defensa de hackers: el ministro de Defensa Celso Amorim y el canciller Luiz Figueiredo se reunieron con Cristina Kirchner, con el canciller Héctor Timerman y con el ministro de Defensa Agustín Rossi para poner en marcha el proyecto conjunto. De allí surgió la necesidad de acelerar este plan de cooperación conjunta por una defensa cibernética común.
Según confiaron a LA NACION fuentes calificadas de Itamaraty y de la Casa Rosada, el plan de defensa cibernético trazado por la Argentina y Brasil contempla:
- La creación de una comisión conjunta conformada por referentes de los Ministerios de Defensa para coordinar el plan estratégico y avanzar en los próximos meses en su elaboración plena.
- Las Fuerzas Armadas de ambos países intercambiarán trabajos de investigación y desarrollo tecnológico para evitar el espionaje.
- Habrá cursos de capacitación no sólo entre funcionarios de los ministerios de Defensa sino también de ambas cancillerías.
- Se establecerá un marco regulatorio común en materia de control de defensa cibernética.
- Se dará amplio tratamiento de estos temas en la Unasur en el contexto del Consejo Sudamericano de Defensa. Amorim dijo recientemente que se buscará crear una escuela sudamericana de defensa.
- Habrá tareas de monitoreo conjunto de las reservas naturales de ambos países. Tanto Amorim como Figueiredo remarcaron en su paso por Buenos Aires la necesidad de "custodiar" los recursos naturales de la región. Hay una fuerte preocupación por Rousseff en este tema por la reserva acuífera de la región y por las reservas petroleras.
- En Brasil ya comenzó a funcionar desde hace un año un Centro de Defensa Cibernética con base en el ejército, pero que sirve también a las otras fuerzas de seguridad. Desde la Argentina ya viajaron varios uniformados de las Fuerzas Armadas para capacitarse en ese centro.
Las fuentes consultadas aclararon que la inversión en un escudo cibernético puede implicar una inyección de fondos muy elevada. El monitoreo en que habría incurrido la inteligencia norteamericana en la región se realizaba a través de dos programas de software: el Prism (Prisma) y el Boundless Informant (Informante Sin Límites). El Prism permitía el acceso a mails, conversaciones online y llamadas de voz de usuarios de compañías como Google, Microsoft y Facebook.
Un diplomático de Brasilia expresó a LA NACION que durante el encuentro del canciller Figueiredo con Cristina Kirchner el funcionario brasileño fue bien tajante en este tema. "La preocupación de Brasil por los ataques cibernéticos es muy fuerte porque se pone en juego no sólo la privacidad de las personas o Estados sino las libertades individuales", habría dicho.
El ministro de Defensa, Agustín Rossi, ratificó la necesidad de poner en marcha este proyecto. "Es importante estimular la participación de las Fuerzas Armadas en investigación y desarrollo tecnológico", dijo. Lo expresó tras su encuentro con Amorim y añadió: "Esto nos va a permitir tener la menor cantidad de situaciones de vulnerabilidad", añadió. La apuesta de Rousseff de darle impulso a este tema junto con Cristina Kirchner tiene una razón de ser: la Argentina ocupa este año una banca en el Consejo de Seguridad de la ONU..