Lucas López es un diseñador argentino muy prolífico, de eso no hay dudas. Este brillante creativo nacido en Bariloche, que acaba de cumplir 32 años, saltó a la fama en junio cuando sorprendió en el Salón de Buenos Aires al presentar el Donto P1, un deportivo nacional de líneas extremas y muy
agresivas
Pero -a pesar de las dificultades que hay en la Argentina para llevar adelante una vocación con escasa salida laboral, como el diseño de vehículos- López ya tiene una larga trayectoria en la materia. Formó parte del equipo de diseñadores de la automotriz nacional ArqBravo, fue varias veces finalista del concurso internacional de diseño Michelin y fue convocado por Renault para crear la nueva Duster que correrá el próximo Rally Dakar 2014.
En sus ratos libres, López es capaz de sorprender a sus seguidores de Facebook (ver muro) con experimentos creativos realizados en tiempo real: “Nunca diseñé un helicóptero”, comentó a sus fans en mayo. Y, en sólo dos días, había bosquejado, dibujado y renderizado online el genial Droshophila Melanocopter (los juegos de palabras, y el humor corrosivo, también son su fuerte).
Esta semana, también vía Facebook, López volvió a sorprender al anunciar que se había levantado la confidencialidad sobre otra de sus criaturas: Freedom, el drone argentino. Se trata de un avión no tripulado, cuyos derechos acaban de ser adquiridos por el Gobierno de Estados Unidos.
Este avión teledirigido de 4,2 metros de envergadura se inscribe en la categoría de los UAV (Unmanned Aerial Vehicle), es decir: una aeronave que vuela sin tripulación humana abordo, y que se utiliza para tareas de reconocimiento, espionaje o vigilancia. Los drones de mayor porte incluso son utilizados para ataques armados, como ya lo puso en práctica Estados Unidos en Yemen.
“Los aviones me apasionaron desde muy chico, mucho antes que los autos”, comentó López en diálogo con Autoblog.com.ar. “Y mis primeros ejercicios de dibujo real fueron en el tablero de mi viejo, dibujando aviones. Hace unos años, Darío Núñez, de la empresa Mundo Compuesto (M-com), me preguntó si me animaba a meterme con el diseño de algunos de sus aviones, así que consideré que era mi oportunidad de saldar una deuda conmigo mismo. Y dije que sí”.
El propio autor explicó las razones por las que el proyecto del drone argentino se mantuvo en secreto hasta ahora: “El prototipo del Freedom siempre se mantuvo bastante apartado de los medios porque es una herramienta muy delicada, en la que sólo las cámaras cuestan lo mismo que una Hyundai Genesis (50 mil dólares), así que aprovechando que M-com tiene sus instalaciones en una base militar, el avión sólo se mostraba en la pista para pruebas de vuelo con autoridades presentes. Las repercusiones en función del desempeño fueron inmejorables”.
La relación de López con M-com es de ida y vuelta. Lucas diseñó el drone para ellos hace tres años y la empresa especializada en materiales compuestos fue la responsable del mecanizado y la fabricación de la carrocería del Donto P1, que tiene piezas en fibra de carbono y kevlar. Además, los unen “otros proyectos importantes”, que López por ahora mantiene en reserva.
Pero volvamos al Freedom. Es un vehículo no tripulado que se opera desde tierra con dos personas: un piloto y un observador. Puede comandarse desde un puesto fijo similar a un simulador de vuelo o con estaciones móviles que acompañen la trayectoria, donde el piloto utiliza unas gafas portátiles y un mando portátil muy parecido a un radiocontrol, aunque bastante más sofisticado.
El avión está diseñado para lanzarse desde una catapulta (para eso se usan los materiales compuestos, para que sea liviano, pero a la vez tenga una estructura muy resistente). Y puede aterrizar sin inconvenientes en terrenos escabrosos. No necesita una pista especial. El control remoto tiene un alcance de 100 kilómetros y, en caso de perder contacto, el piloto automático lo regresa hasta el lugar donde vuelve a tomar la señal. Si eso falla también, aterriza por sus propios medios en unas coordenadas programadas de antemano.
El Freedom fue tan exitoso que el Gobierno de Estados Unidos compró la patente y los derechos sin pedir reajustes en el diseño. Ni siquiera le cambiaron el nombre. “En la actualidad tenemos en tablero dos tipos de UAV que son aún más avanzados, pero no estoy autorizado a dar detalles todavía”, agregó López.
-¿Cómo surgió el interés del Gobierno norteamericano para comprarle la patente del Freedom a M-com?
-M-com tiene muchos años en desarrollos y fabricación de aviones a radio control, que lejos de ser juguetes son aeronaves de cuatro metros, con turbinas a reacción, y que vuelan a 400 km/h. En este caso, el Freedom tuvo un desempeño tan bueno que EEUU adquirió los derechos y, para sorpresa mía, no han modificado nada del diseño original. Claramente, en Estados Unidos tienen la capacidad de desarrollar absolutamente todo, pero tienen gente atenta a lo que hacen en otros países para absorber ideas que les sirvan, y que representen algún tipo de “avance en dirección inapropiada”, como pasó con el misil Cóndor.
-¿Hay interés de las Fuerzas Armadas argentinas de tener su propio drone?
-Hay un boom mundial por estos aviones, ya que cumplen funciones al 5% del costo de una aeronave tripulada. Son silenciosos, de muy bajo retorno en el radar y de autonomías enormes. Nuestras Fuerzas Armadas están interesadas en estos desarrollos y tienen estos drones hace ya un año.
-M-com también es el constructor del deportivo Donto P1, ¿qué puntos en común tienen el auto y el drone?
-Los materiales, el criterio aplicado durante el diseño… y que ambos vuelan.
Entrevista de Carlos Cristófalo
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El drone de Lucas López fue diseñado hace tres años y construido por la empresa argentina M-com.
Las negociaciones con Estados Unidos mantuvieron el proyecto bajo confidencialidad hasta esta semana.
El Freedom mide 4,2 metros de envergadura y tiene una autonomía de ocho horas.
El Gobierno de Estados Unidos compró la patente y los derechos sin hacer modifaciones al diseño original de López.
El drone de M-Com se puede comandar desde un puesto fijo (izquierda) o móvil (derecha).
Un creativo que vuela. El Droshophila Melanocopter, también de López.
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FICHA TÉCNICA
Modelo: M-Com Freedom
Diseñador: Lucas Hernán López
Construcción: M-comEnvergadura: 4.200 mm
Largo: 3.600 mm
Alto: 800 mm
Peso: de 29 a 56 kilos (con carga máxima)
Motor: turbina de 150 cc, con empuje de 80 a 150 libras
Capacidad de combustible: 30 litros
Velocidad máxima: 200 km/h
Techo operativo: 1.500 metros
Autonomía: 8 horas
Carga útil: 18 kilos
Cámaras: Sistema Electro-Optico 324×256 FLIR Photon II IR y EX980 Sony Block Camera
Tareas: Control de fronteras, adquisición de blancos fijos y móviles, monitoreo silencioso sobre puntos críticos con envío de data en tiempo real, mediciones de sustancias suspendidas, monitoreo de incendios y actividad volcánica sin riesgo humano.
Fuente:
http://autoblog.com.ar/2013/07/del-donto-p1-al-freedom/