Mostrando entradas con la etiqueta Defensa. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Defensa. Mostrar todas las entradas

lunes, 27 de noviembre de 2017

El mal estado del equipamiento militar causó 30 muertos en los últimos 15 años

Por Aurelio Tomás - Perfil.com
Los accidentes, contabilizados por PERFIL desde 2003, afectan a Fuerza Aérea, Armada y Ejército. La mayoría ocurrió por causas vinculadas con vehículos y materiales anticuados.
En 2015. Un mecánico militar falleció por el choque de un avión A4-AR contra el hangar de la base de Villa Reynolds, en San Luis.
En 2015. Un mecánico militar falleció por el choque de un avión A4-AR contra el hangar de la base de Villa Reynolds, en San Luis. Foto:cedoc perfil

El estado del material con el que trabajan las Fuerzas Armadas argentinas vuelve a estar en debate a partir del operativo de búsqueda y rescate del ARA San Juan. Entre los familiares, ya hubo cuestionamientos por el estado del submarino y los peligros que enfrentan sus tripulantes en cada misión. No son los primeros que viven una angustia de este tipo. Los accidentes e incidentes con material antiguo están lejos de ser una novedad, como lo saben los familiares de los treinta efectivos que murieron, en causas vinculadas con vehículos y equipamientos anticuados, en los últimos 15 años.

Desde el 2003, unos 19 efectivos fallecieron en accidentes con aviones de la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea. En todos los casos, ocurrió con equipamiento anticuado, al límite de su vida útil, que en muchas veces es más fácil de encontrar entre colecciones antes que en fuerzas activas de otros países. El último de los incidentes fatales con aviones ocurrió en la base de Villa Reynolds, San Luis, cuando un mecánico falleció por el choque de un A4-AR contra el hangar en 2015. Dos años antes, un par de pilotos habían logrado eyectarse de otro A4 y lograron salvar su vida en Santiago del Estero.

Un mes antes, dos efectivos de las Fuerzas Armadas habían fallecido en un accidente EMB-312 Tucano, una unidad de entrenamiento. Los casos se repiten a lo largo de los años y comprenden a las tres fuerzas: en 2006, dos efectivos del Ejército fallecieron al caer el avión Mohawk Grumman OV-01 que operaban; otros dos uniformados de la Armada perdieron la vida en un accidente con un MC 32 Aermacchi en la base de Punta Indio. Son unidades con muchos años, propias de una colección clásica antes que un ejército moderno: el Grumman tuvo su primer vuelo en 1959, el MC 32, dos años antes. Los incidentes no sólo afectan a las naves más viejas. 

En octubre último, dos pilotos de la fuerza aérea lograron saltar del Grob TP 120 que comandaban pocos segundos antes de que se estrellara. Activaron sus paracaídas a tiempo. Los Grob son aviones de entrenamiento que vuelan desde 2010, fueron provistos por una firma alemana en alquiler a Fadea, durante la gestión que lideró La Cámpora de la fábrica de aviones.

Más casos. Los treinta casos fatales, relevados por PERFIL en base a fuentes periodísticas y comunicados oficiales de las fuerzas, incluyen también a ocho pilotos que fallecieron por dos accidentes en helicópteros, en 2004 y 2005. También hay dos efectivos que murieron en las bases antárticas, que fueron construidas en la década del 50 y nunca fueron plenamente actualizadas. Un efectivo de la Fuerza Aérea falleció en la Base Marambio cuando un portón del hangar se le cayó encima en 2016. Dos años antes, un integrante del Ejército murió por una explosión al manipular residuos. El manejo de la basura en la Antártida, algo que está estrictamente regulado por el tratado internacional que regula el continente blanco, pero en la Argentina por el ajustado presupuesto se acumulan residuos de varias campañas.

Una de las víctimas más jóvenes fue el aspirante salteño de 17 años que falleció durante un ejercicio en la Escuela de Suboficiales del Ejército “Sargento Cabral”. Según consignó Crónica, murió cuando la torreta de un tanque cayó sobre él. Este año, un enfermero del Ejército murió cuando saltó del Unimog que conducía porque había perdido los frenos y se dirigía hacia un tanque, durante un entrenamiento con munición en el campo de instrucción Los Cerrillos, en Azul. Fue en septiembre, la noticia pasó prácticamente desapercibida.

Una denuncia de 2010 que el kirchnerismo prefirió archivar (II)

Resultado de imagen para diputado radical había advertido sobre denuncias de coimas en la MarinaPor Laura Serra - LA NACION
Siete años atrás, un diputado radical había advertido sobre denuncias de coimas en la Marina.

El kirchnerismo quedó nuevamente en la picota por presuntas irregularidades y cobro de sobornos en la compra de unidades y reparación de la flota de la Armada. En 2010, el radical Miguel Giubergia, por entonces diputado nacional, pidió explicaciones al gobierno de Cristina Kirchner sobre el supuesto cobro de sobornos por 3,5 millones de euros, pagados por las empresas alemanas Hawker y Ferrostaal a funcionarios argentinos en 2006, supuestamente dirigidos a acceder a un contrato de diseño de lanchas patrulleras.

Sugestivamente, estas dos firmas fueron las encargadas de reparar el ARA San Juan y en particular las baterías de la nave. Tal como publicó ayer la nación, Ferrostaal y Hawker aparecen mencionadas en una investigación que realizó el Ministerio de Defensa que alertó sobre "irregularidades detectadas" en la órbita de la Armada y "un sinnúmero de maniobras irregulares y tendenciosas que tenían como único fin" la compra de las baterías "a las firmas Ferrostaal y/o Hawker, de manera indistinta como único proveedor solvente".

En su pedido de informes de 2010, Giubergia ya advertía sobre las irregularidades en las contrataciones que se habían realizado para reparar las baterías de la flota de submarinos. Sin embargo, el bloque del FPV rechazó la iniciativa.

En ella, el legislador solicitaba la siguiente información:

- Detalles sobre la modalidad de contratación entre la Armada y la empresa Hawker GMBH por la reparación de baterías del submarino ARA San Juan. La operación costó al Estado argentino 5,1 millones de euros.

- Modalidad de contratación entre Tandanor y la empresa Marlog Gmbh&co para asistencia técnica en la reparación del San Juan, por 270.000 euros.

- "¿Por qué el Ministerio de Defensa (a cargo entonces de Nilda Garré), ante la consulta de cuál es el proyecto de incorporación de embarcaciones y submarinos vigente desde el año 2005 hasta la fecha, enumera 17 unidades, si ninguna de las cuales, cinco años después, fue incorporada, está en proceso de construcción ni adquirida hasta la fecha?", preguntó Giubergia.

El entonces legislador basó su pedido de informes en una investigación judicial realizada en Alemania y girada a la justicia argentina. Allí consta el testimonio de un testigo encubierto, un ex directivo de Ferrostaal. Según la denuncia, Ferrostaal pagó durante el kirchnerismo una comisión de 3,5 millones de euros para acceder a un contrato de diseño de lanchas patrulleras en la Argentina. En el proyecto intervinieron la Marina y el Ministerio de Defensa.

En su testimonio, el testigo encubierto indicó que "para gestionar el contrato de licencia se sobornó al abogado de la Armada Osvaldo Parrinella, al que el Ministerio de Defensa le asignó la función de preparar las decisiones del ministerio, especialmente en el área de compras". "El señor Parrinella -añadió el testigo- recibió un porcentaje de aproximadamente 6% del volumen de la compra. El dinero fue transferido por el imputado a una cuenta de Gustavo Frers (ex presidente de Ferrostaal en la Argentina) y entregado en efectivo a Parrinella. Este, a su vez, después de descontar el porcentaje para él, entregó el dinero del soborno a otros funcionarios con poder de decisión de la Marina, como por ejemplo el almirante Leprón y Palma".

Macri prepara una amplia reestructuración de las FF.AA. y cambiará a los jefes militares

Por Mariano De Vedia - LA NACION
Los planes son previos a la crisis por el ARA San Juan; habrá una mayor integración
El Presidente habló escoltado por el ministro Aguad y Marcelo Srur, el jefe de la Armada
El Presidente habló escoltado por el ministro Aguad y Marcelo Srur, el jefe de la Armada. Foto: Télam / Candelaria Lagos

Mientras el país sigue en vilo y se mantiene abierta la crisis por la desaparición del submarino ARA San Juan, el presidente Mauricio Macri ya tiene decidido cambiar a los jefes de las Fuerzas Armadas antes de fin de año y define por estas horas sus posibles reemplazantes. Los cambios forman parte de un plan de reestructuración militar que le dará más poder al jefe del Estado Mayor Conjunto. Contemplan, además, la fusión de unidades militares y un uso más integrado de los medios y del equipamiento de las fuerzas.

Macri cree que los jefes actuales "atrasan" en su mirada de las fuerzas. Aunque el relevo de la cúpula militar se cristalizará en medio de los coletazos de la búsqueda aún infructuosa del ARA San Juan, el Presidente lo viene meditando desde hace varios meses, como parte de la reforma en la que trabaja activamente el ministro de Defensa, Oscar Aguad.

El Presidente cree que la actual conducción "atrasa"; para profundizar la integración de las fuerzas le darán más poder al Estado Mayor Conjunto; se busca ahorrar recursos

Se irán, así, los jefes de la Armada, almirante Marcelo Eduardo Hipólito Srur; del Ejército, teniente general Diego Suñer, y de la Fuerza Aérea, brigadier general Enrique Víctor Amrein. Más allá de los reemplazantes, la idea es fortalecer al jefe del Estado Mayor Conjunto (EMC) de las Fuerzas Armadas, teniente general Bari del Valle Sosa, quien permanecería en el cargo, un escalón por encima de los otros jefes militares.

Si bien la situación de la Armada pone en la lupa a todos los almirantes -ya pidió su retiro el jefe de la Base Naval de Mar del Plata, contraalmirante Gabriel González-, para reemplazar a Srur es tenido en cuenta el comandante de Alistamiento y Adiestramiento, contraalmirante Luis Enrique López Mazzeo, que tiene su centro de operaciones en Puerto Belgrano. De todos modos, en la Armada la evolución de la crisis es constante y todo pronóstico tiene plazos breves de garantía.

Para el Ejército se menciona al general de brigada Claudio Ernesto Pasqualini, jefe de la II División de la fuerza, cuya comandancia central está en Córdoba, entre otros nombres.

El reemplazante de Amrein en la Fuerza Aérea surgiría de una terna que ya le llegó al Presidente: los brigadieres José Javier Videla, actual secretario general; Alejandro Gabriel Amoros, director de Planes, Programas y Presupuesto, y Roberto Andreasen, actual segundo comandante operacional del Estado Mayor Conjunto.

Hace un año, entre octubre y diciembre de 2016, los jefes militares Amrein, Srur y Suñer, en ese orden, expusieron sus planes, visiones y estrategias en la Casa Rosada, ante el propio Presidente; el jefe de Gabinete, Marcos Peña; su vicejefe Gustavo Lopetegui; la conducción del área de Defensa, por entonces a cargo de Julio Martínez, y un grupo selecto de legisladores. La síntesis del Presidente fue contundente: "Atrasan", confesó en la intimidad.

La única exposición que lo convenció fue la del teniente general Sosa, titular del EMC, quien habló ante el mismo círculo en febrero. Macri coincidió en que es necesaria una reestructuración para fortalecer a este organismo y priorizar la acción coordinada en materia de planeamiento y estrategia militar. Sosa explicó que el criterio de "conjuntez" puede hacer más eficiente la conducción militar y ayudar a hacer economía de recursos, mediante ahorros, sin perder capacidades.

Por ejemplo, hoy cada fuerza tiene su propio comando en la Antártida. Para evitar dilapidar recursos, se tendería a fortalecer el papel del Estado Mayor Conjunto, principalmente en la coordinación de tareas de apoyo logístico, comunicaciones y otras actividades. La gran incógnita es si el mismo criterio de concentración y unificación se extenderá a otras áreas, como las estratégicas direcciones de Inteligencia que conserva cada fuerza.

Veterano de la Guerra de Malvinas, formado en infantería y ex director del Colegio Militar, Sosa había sido removido por Cristina Kirchner cuando dirigía el Instituto de Obra Social del Ejército (IOSE) y fue recuperado por Macri en enero de 2016, al ponerlo como titular del EMC. Sosa impulsa una renovación en las fuerzas y no es muy fluida su relación con Suñer, del arma de ingenieros, que carga con el antecedente de haber sido director general del área de administración y finanzas del ex jefe militar kirchnerista César Milani. Cerca del Presidente se le imputa a Suñer haber tenido un manejo laxo en el mantenimiento del personal en actividad, ya que por ejemplo postergó los pases a retiro de muchos coroneles que sobrepasan los años de antigüedad previstos para ese grado.

El plan de reestructuración

La reforma apunta a redefinir el rol y la misión de las Fuerzas Armadas, como anticipó hace dos meses en Córdoba el ministro Aguad. En ese sentido, el EMC es hoy el organismo encargado de planificar y llevar adelante las operaciones militares, aunque en un plano más formal. Cada fuerza, en definitiva, conserva la responsabilidad del alistamiento y el adiestramiento.

Fuentes militares estiman que el punto de quiebre que marcó la crisis del submarino ARA San Juan aportará cautela, por el momento, la estrategia inicial del plan que apuntaba a integrar a las Fuerzas Armadas en el combate del terrorismo. En ese terreno se avanzará pero con más precaución. Se estudia, en tanto, racionalizar el envío de comisiones al exterior y modificar los coeficientes que los oficiales y suboficiales reciben por cambio de destino, entre otros posibles ahorros. Según el Libro Blanco de la Defensa, hoy existen en el país 129 puntos militares, lo que llevó al presidente Macri a replantear el despliegue de las bases de las distintas fuerzas. 

"La estructura del Ejército, con 6100 oficiales y 23.300 suboficiales, es similar a la que tenía durante la dictadura militar, cuando contaba con una tropa de 120.000 soldados conscriptos. Hoy apenas recibe 20.000 voluntarios", comentó una fuente castrense. "Tenemos que agrupar y reducir todas las unidades a 15 grandes bases, que cuenten con medios e infraestructura y cumplan con una capacidad de despliegue rápido, para tener un sistema de defensa articulado y eficiente", propuso el diputado Gastón Roma (Cambiemos), que integra la Comisión de Defensa y participa de las reuniones de control de gestión del área militar que realiza el Gobierno. Explicó, en ese sentido, que hoy las unidades militares están pensadas para trabajar con un despliegue de 1500 efectivos y en la actualidad apenas tienen 200".

domingo, 26 de noviembre de 2017

El submarino, los errores y las consecuencias

Resultado de imagen para El submarino San JuanPor Joaquín Morales Solá - LA NACION
El San Juan estaba cerca del talud porque ahí está uno de los grandes reservorios de peces, que muchas veces son depredados por pesqueros clandestinos.

Martes, 14 de noviembre, medianoche. El comandante del submarino ARA San Juan informa a la base de Mar del Plata que se produjo un incendio en la nave que afectó turbinas y las comunicaciones. El informe dio cuenta de que entró agua en el submarino.

Miércoles, 15 de noviembre, 7.30. El comandante del submarino informa que el problema se solucionó y que la tripulación se encuentra bien. El comando de Mar del Plata le ordena que continúe normalmente el viaje hacia la base marplatense. Es la última comunicación del submarino.

Jueves, 16 de noviembre, mediodía. El jefe de la Armada, almirante Marcelo Srur, es informado de lo que había sucedido en el San Juan. También lo notifican de que no hubo nuevas comunicaciones con el submarino.

Jueves, 16 de noviembre, 21 horas. El ministro de Defensa, Oscar Aguad, que se encontraba en Vancouver a punto de tomar un vuelo de regreso, es informado por Srur de la situación del submarino. Aguad pone en conocimiento del caso al Presidente y al jefe de Gabinete, Marcos Peña.

Viernes, 17 de noviembre, 8.00. Aguad arriba a Ezeiza y en la misma estación aérea lo espera el almirante Srur. Juntos se suben a un avión de la Armada y viajan a Mar del Plata. En el trayecto, Srur le asegura a Aguad que se trataba sólo de un problema de comunicaciones del submarino, que se resolvería rápidamente. Aguad le transmite esas seguridades al Presidente.

No era un problema de comunicaciones. El submarino explotó o implosionó. En ese breve relato de los momentos anteriores y posteriores a la tragedia hay dos hechos que llaman la atención. En primer lugar, la increíble desidia de la base de Mar del Plata. Ante un incendio con ingreso de agua, debió ordenarle al submarino que regrese cuanto antes a la costa, a cualquier costa, desde donde debió ser acompañado por un buque hasta el puerto de Mar del Plata. Tal vez la escolta de un buque no habría significado nada para evitar la explosión, pero el submarino hubiera estado en aguas menos profundas y cerca del sistema de comunicaciones de otro barco militar. El submarino se encontraba en el momento del siniestro en el límite mismo del talud, donde se abre una cordillera invertida. Las profundidades pasan abruptamente de 200 o 400 metros a 1000 o 3000 metros. El propio efecto de la explosión pudo sacudirlo de tal manera que lo arrojó hacia esa barranca infinita en el fondo del mar.

El segundo hecho es la demora de la base de Mar del Plata en comunicar la novedad a sus jefes y la de estos en poner en conocimiento del tema a las autoridades políticas. Aguad (y, por lo tanto, el Presidente) se enteró de lo que entonces era un percance un día y medio después de la última comunicación o casi dos días más tarde desde que sucedieron el incendio y el ingreso de agua. Es cierto que existe un protocolo naval que señala que los submarinos deben ponerse en contacto cada 36 horas, que es, más o menos, el tiempo que transcurrió entre la última comunicación del submarino y la alerta de la Armada a las autoridades civiles. Pero no era un submarino cualquiera; acababa de sufrir desperfectos que son potencialmente letales. O los jefes navales se encerraron burocráticamente en un protocolo demasiado viejo o confiaron en que la buena suerte se haría cargo de un final feliz que no sucedió.

El submarino fue reparado totalmente con la asistencia de técnicos alemanes y con repuestos alemanes. La reparación de "media vida", como le llaman, no incluyó la digitalización de la nave. Es necesario, ahora, una opinión de la empresa alemana que lo fabricó para establecer si esa reparación, que Cristina Kirchner dio por terminada con un acto político y camporista en 2014, fue correcta. Hay versiones que indican que se tercerizaron algunos trabajos en empresas sin experiencia. La auditoría deberá establecer también por qué el submarino quedó librado a su suerte y por qué la comunicación del siniestro fue tan lerda. Un submarino es una nave tan compleja -o más- que un avión. Navega en aguas profundas, las comunicaciones son frágiles (en los submarinos argentinos, al menos) y está hecho para no ser detectado. Por eso, sólo la avanzada tecnología norteamericana podría dar con el San Juan, si es que no cayó a ese abismo del océano.

Los tres jefes de las Fuerzas Armadas (el del Ejército, el de la Armada y el de la Fuerza Aérea) estaban por ser relevados. Esa decisión política ya se había tomado. La tragedia del San Juan no apresurará la salida del almirante Srur; al contrario, la postergará hasta que hayan concluido todos los trabajos para conocer fehacientemente el destino de 44 héroes argentinos y se hayan celebrado los homenajes correspondientes. El único alto jefe militar que quedará será el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Bari del Valle Sosa, no sólo porque es el que mejor relación tiene con el poder político, sino también porque formará parte de un cambio sustancial en las Fuerzas Armadas.

Macri quiere terminar con el aislamiento de los militares. Acordó con Aguad, después de someterlo a un preciso examen, que más del 1 por ciento del PBI será destinado a la construcción de las nuevas fuerzas militares. El personaje central de la nueva estructura será precisamente el jefe del Estado Mayor Conjunto, tal como sucede en el organigrama de los Estados Unidos. Aislados e ignorados durante doce años (y, de alguna manera, también durante todos los años de la democracia), los militares se encerraron en sus viejas percepciones. Los jefes de la Armada, por ejemplo, no querían saber nada de la cooperación norteamericana en la búsqueda del San Juan. Pero estuvieron al borde de un síncope cuando se enteraron de la colaboración británica. Aguad debió ejercer con plenitud su mando (eso le sale siempre bien) para que aceptaran toda la cooperación internacional, que es de una magnitud inédita. Vale la pena un paréntesis entre tanta rumorología: el Presidente confirmó en las últimas horas su confianza "absoluta" en Aguad.

La indiferencia política provocó el anquilosamiento de viejas estructuras. Cada una de las tres Fuerzas Armadas tiene su propio sistema de comunicación. Imposible que se comuniquen entre ellas en caso de necesidad. Cada una tiene su propio servicio de inteligencia. Hay dos marinas (la Armada y la Prefectura) y hay dos Fuerzas Aéreas (la formal Fuerza Aérea y la de la Armada). El proyecto del Gobierno consiste en que el Estado Mayor Conjunto establezca un solo sistema de comunicación y un solo servicio de inteligencia sobre cuestiones precisas de los militares. La Armada dejará de manejar aviones porque no habrá un portaviones nuevo, pero podría recuperar la Prefectura (si Aguad logra salir airoso de la segura disputa con Patricia Bullrich). La Armada prestará servicio en el mar y la Prefectura en los ríos. La Fuerza Aérea se llevará todos los aviones, incluidos los cincos nuevos Super Etendard que acaban de comprarle a Francia. El Gobierno se propone una inversión importante en el equipamiento de las fuerzas militares. "Como no tenemos casi nada, podemos comprar los equipos militares más modernos, como submarinos y aviones sin tripulantes", dijo un funcionario macrista.

¿Para qué? Esa pregunta (y su respuesta) será motivo de un largo debate en la política argentina, que, incluso, deberá pasar por el Congreso. El Gobierno estableció tres ejes para la acción de las Fuerzas Armadas: el combate al narcotráfico fuera de las fronteras (y asistencia técnica dentro de ellas); el terrorismo internacional, y la custodia del Atlántico Sur, donde está, dicen, la mayor riqueza mineral e ictícola del planeta.

Los 44 tripulantes del San Juan estaban cerca del talud porque ahí está uno de los grandes reservorios de peces, que muchas veces son depredados por pesqueros clandestinos que entran a la plataforma marítima argentina. Chocaron con el final de todo, abrupto, brutal y cruel, cuando defendían una frontera de la Argentina, valiosa e invisible.

Cada vez hay más riesgos y deterioro en las FF.AA.

Un avión Hércules C130 de la Fuerza Aérea ArgentinaPor Mariano De Vedia - LA NACION
El país tiene hoy la inversión más baja desde el retorno de la democracia; en los últimos años hubo varios casos de averías, en un equipamiento de casi 40 años.

Un avión Hércules C130 de la Fuerza Aérea Argentina. 

Cuando el Ministerio de Defensa estaba en manos de Nilda Garré , a fines de 2008, un suboficial de la unidad de buzos tácticos de la Armada murió durante una práctica de saltos de adiestramiento. El ejercicio había comenzado mal: eran 45 buzos y sólo había 15 paracaídas. Se arrojaron por turnos, plegando los paracaídas para volver a utilizarlos, y uno falló. Quedó flotando la sospecha de si no estaba vencido.

Son riesgos cada vez más cotidianos en las Fuerzas Armadas, que sólo destinan el 4,5% de sus recursos al mantenimiento y reparación de unidades y armas diseñadas, en su mayoría, hace más de 40 años.

La estrechez de fondos para mantenimiento de sus equipos y entrenamiento del personal es un problema que viene de arrastre. Los submarinistas que se forman en Mar del Plata necesitan 190 días de prácticas por año de inmersión y en 2012 -uno de los años más críticos para la Fuerza Naval- apenas estuvieron 19 horas bajo la superficie.

Según datos a los que accedió LA NACION, el armamento y el material bélico de las unidades del Ejército tienen una edad promedio de 38 años. "La mayoría de los vehículos no cumplen las condiciones legales requeridas para circular por una ruta y muchos no pasarían una verificación técnica vehicular", se sinceró una de las fuentes consultadas.

Para 2018, el presupuesto de la Armada crecerá un 40% y llegará a $ 14.989 millones, pero el 87% se consume en sueldos y las partidas para mantenimiento, reparación y bienes de uso, como informó LA NACION el miércoles pasado, decrece.

La Argentina prevé destinar en 2018 al área de Defensa $ 81.522 millones, el 0,9% del PBI. Con esa inversión, según un informe del Banco Mundial, se ubica en el puesto 150, cerca de Eslovenia y Macedonia, en una clasificación de 179 países. Es uno de los porcentajes más bajos de la región y lo superan Paraguay (1,2%), Brasil (1,3%), Bolivia (1,6%) y Venezuela (1,4%), entre otros.

Es el indicador más bajo desde 1983. Con Raúl Alfonsín, cuando el país salía de la dictadura militar, la inversión en Defensa varió entre 2% y 2,5% del PBI; en la presidencia de Carlos Menem bajó a 1,5%, con Néstor Kirchner llegó al 1% y Cristina Kirchner bajó ese umbral.

La falta de inversión genera inquietud por el compromiso asumido por la Argentina para garantizar la custodia del espacio aéreo frente a la cumbre del G-20 prevista para fines del año próximo.

Fuentes castrenses estiman que a fines de 2015 la cobertura de la frontera con un sistema de radarización primaria 3D llegaba al 20% del territorio, cuando Paraguay tenía protegido el 50%, Chile y Uruguay el 90% y Brasil el 95 por ciento.

Navegación y vuelos

Hoy el presupuesto le asigna a la Armada recursos para navegar el tiempo equivalente a 399 días para todas sus embarcaciones. Los especialistas indican que el adiestramiento adecuado del personal naval exige unos 90 días en cada barco. Si la Armada tiene cuatro destructores, nueve corbetas, cuatro avisos, tres transportes, tres buques multipropósitos, dos oceanográficos, dos hidrográficos, una fragata y un rompehielos, tendría que reunir el equivalente a casi 2700 días de navegación. Pero no todas las unidades están en condiciones.

En los últimos cinco años los cuatro destructores -Almirante Brown, Heroína, La Argentina y Sarandí- presentaron problemas de máquinas, la corbeta Espora quedó varada tres meses en Sudáfrica por un desperfecto en tres generadores; la corbeta Spiro sufrió una rotura al tropezar con un banco de arena en Mar del Plata, la Gómez Roca tuvo una avería en la línea de eje cuando se dirigía a participar de una operación en Brasil. Y el destructor Santísima Trinidad se hundió en enero de 2013, por daños en una tubería, mientras estaba amarrado en la Base Naval Puerto Belgrano.

Aunque no hubo casos para lamentar, la Fuerza Aérea tuvo bajas de material y éxodo de personas.

Al finalizar la guerra de Malvinas, contaba con 14 escuadrones de combate: Mirage III E, Mirage 5, Mirage M III C, A4 , Pucará, Morane Saulnier, Pampa I, F-86 F Sabre (cada uno formado por 12 aeronaves) y un escuadrón reducido de F-86. En los últimos años se desprogramaron los Mirage y la mayoría de los otros escuadrones y hoy la aviación de combate de la Fuerza Aérea está reducida a escuadrones disminuidos de Pampa II, Pucará y Tucano y una escuadrilla de A4-AR.

"De las 34 aeronaves A4 modernizados en 1996 sólo quedan tres operativos", admitió una fuente .
La escasez de medios en condiciones genera desaliento en el ámbito castrense, como lo muestra el éxodo de casi 400 pilotos en los últimos diez años por los bajos salarios y escasos incentivos en el entrenamiento profesional, ante las dificultades para volar. Incluso, generó sorpresa la decisión del Gobierno de ceder a la Policía Federal y no a la Fuerza Aérea el avión Lear Jet incautado a Lázaro Báez, teniendo en cuenta el escuadrón especializado que tiene la comunidad aeronáutica.

Una auditoría detectó irregularidades en la compra de las baterías del submarino

Por Hugo Alconada Mon - LA NACION
Un informe interno del Ministerio de Defensa había advertido que la Armada no cumplió los estándares normativos habituales para beneficiar a ciertas empresas; un trabajo de la Sigen también había señalado graves deficiencias
Una auditoría detectó irregularidades en la compra de las baterías del submarino
Una auditoría detectó irregularidades en la compra de las baterías del submarino. Foto: Archivo 
Una investigación del Ministerio de Defensa alertó sobre "irregularidades" en la compra directa de las baterías del ARA San Juan , según la copia de esas actuaciones que llegaron con carácter secreto a tres despachos oficiales, y a las que accedió LA NACION. La información coincide con una auditoría de la Sindicatura General (Sigen), que también cuestionó el procedimiento.

La investigación, desarrollada por expertos de Defensa entre 2015 y 2016, determinó que la Armada habría incumplido los estándares normativos y operativos para la reparación de media vida y el recambio de baterías; que se buscó direccionar la compra de suministros para beneficiar a ciertos proveedores, y que, en ese proceso, se habrían adquirido insumos con garantías vencidas y cometido delitos.

"La información colectada resulta contundente al menos para sostener no sólo que esas contrataciones no se ajustaron al procedimiento administrativo reglado, sino además que el personal militar a cargo de las mismas posiblemente haya incurrido en conductas ilícitas que beneficiaron a las empresas adjudicadas, Hawker Gmbh y Ferrostaal AG", precisaron los investigadores de Defensa.
Esos mismos investigadores alertaron del tema en 2015 a funcionarios del kirchnerismo. Y también que lo mismo ocurrió al cambiar las baterías de los submarinos Salta y Santa Cruz. Consultados por LA NACION, desde el Gobierno indicaron que están revisando "todos los procesos dentro de la Armada" y que se abrirá una investigación interna "profunda", pero que ahora la prioridad es hallar el submarino, recuperar a todos sus tripulantes y, luego, peritar el San Juan para determinar "qué pasó y las consecuentes responsabilidades".

La investigación interna a la que accedió LA NACION no fue la única que reportó sobre "irregularidades" de la Armada en la reparación del submarino ARA San Juan. La Unidad de Auditoría Interna del Ministerio de Defensa también redactó varios informes. Y la Sindicatura General de la Nación (Sigen) presentó su auditoría MD 13776/16, en mayo de 2016, que tampoco es de acceso público, pero cuyas copias obtuvo LA NACION de informantes de la Sindicatura.

En el caso de la Sigen, sus técnicos expusieron desvíos en los planes trazados para la ejecución material y presupuestaria de la obra, con demoras de hasta 4 años: "Dichas demoras permitieron, en el caso de las baterías, la pérdida del período de garantía".

Eso mismo, detectó la Sigen, ocurrió con los motores: "La pérdida de la garantía de los motores derivó en la necesidad de efectuar la contratación directa N° 62/13 con la misma empresa, para renovar el plazo de garantía (ejecución de los trabajos de inspección y verificación para puesta en marcha segura de los motores y para otorgar las correspondientes garantías técnicas que se derivaron de dichos trabajos). Dicha obra tuvo más de 314 días de demora".
Todos esos informes reservados podrían ayudar ahora a la Justicia a determinar qué pasó con el ARA San Juan. Para eso, la jueza federal con asiento en Caleta Olivia, Marta Yáñez, ordenó al complejo Cinar-Tandanor, donde se desarrolló la reparación de media vida, que preserve toda su documentación.

Los informes secretos cuyas copias obtuvo LA NACION, sin embargo, no se encuentran en ese complejo, sino en el Ministerio de Defensa. Y alertan sobre "irregularidades detectadas" dentro de la órbita de la Armada y "un sinnúmero de maniobras irregulares y tendenciosas que tenían como único fin" la compra de las baterías "a las firmas Ferrostaal y/o Hawker, de manera indistinta como único proveedor solvente".

En el caso de la investigación interna, cuyo informe comenzó a circular dentro del Ministerio de Defensa en 2015 y continuó en circulación con la actual gestión, también detectó que "los remitos que se adjuntan por cada entrega de materiales no coinciden ni con el número ni con el monto de las facturas acompañadas a las órdenes de pago, que ascienden a la suma parcial de 1.312.214 euros".
Según verificó LA NACION, además, varios de los funcionarios de la Armada que participaron en las contrataciones cuestionadas también habían participado en la contratación de Ferrostaal para adquirir una planta propulsora para la Fragata Libertad, que derivó en una investigación penal que quedó en manos del entonces juez federal Norberto Oyarbide.

Por su parte, los investigadores también detectaron que los procesos de la Armada tanto para el submarino San Juan como para los ARA Santa Cruz y ARA Salta y la Fragata Libertad registraron varios puntos en común:

  • En las cuatro obras se contrataron las mismas empresas: Hawker y Ferrostaal;
  • En las cuatro contrataciones, además, se descartaron propuestas efectuadas por otras empresas;
  • En esos procesos se retrasaron las notificaciones a otras empresas que podían competir con los datos sobre las condiciones para presentar sus ofertas;
  • En esos procesos también se aceleraron los pasos administrativos, -sin cumplir con los requisitos y plazos- para adjudicar las contrataciones y firmar los contratos;
  • Se habrían adulterado ciertos tramos del expediente administrativo para darle visos de legalidad a la decisión que ya había sido tomada;
  • Se omitió analizar la razonabilidad de los montos que cotizaron las dos empresas proveedoras;
  • Después de la adjudicación, notificaron tarde o no notificaron a la principal empresa rival, lo que complicó que interpusiera impugnaciones.

El informe interno también recomendó a las máximas autoridades de Defensa avanzar sobre las responsabilidades administrativas, disciplinarias y penales de los responsables. Para eso aconsejó alertar a la Oficina Anticorrupción y que se radicara una denuncia penal contra oficiales y funcionarios de la Armada, "incluso contemplando la conexidad que en principio presentarían esos sucesos en relación con otros casos similares cuyas investigaciones se encuentran en trámite ante la justicia federal". Eso no ocurrió.

viernes, 24 de noviembre de 2017

El Estado subasta un predio en Puerto Madero, lindero a la Reserva Ecológica, y espera recaudar US$ 35 millones

(La Nación) - Está ubicado sobre Avenida De los Italianos, tiene 5234 m2 de superficie y pertenece al Ministerio de Defensa; se remata mañana a las 11 en la AABE
La dependencia del Ministerio de Defensa, en Puerto Madero.
La dependencia del Ministerio de Defensa, en Puerto Madero.

Mañana se concretará la venta de uno de los últimos terrenos aptos para la construcción en Puerto Madero. Se trata de un predio de 5234 m2 sobre Avenida de los Italianos, actualmente perteneciente al Ministerio de Defensa, por el que el Estado espera recaudar al menos US$ 35 millones.

Ese fue el monto mínimo que fijó para la subasta la Agencia Administradora de Bienes del Estado (AABE), el organismo encargado de la gestión de predios e inmuebles públicos, que organizará el remate del inmueble, ubicado en la esquina de dicha avenida y la calle Emma de la Barra.

El predio, dependiente de la cartera que conduce Oscar Aguad, albergó a la Subsecretaría de Ciberdefensa del Ministerio de Defensa y el Comando Conjunto de Ciberdefensa del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, una dependencia de inteligencia que estuvo bajo la órbita del entonces comandante en jefe del Ejército, César Milani .

Actualmente, el espacio presenta un edificio con oficinas, dormitorios, cocina y un sector para servidores. A su vez, el sector exterior presenta un playón de estacionamiento y un galpón que se utiliza como depósito para la Dirección Nacional de Migraciones.

Según indica el pliego oficial de la subasta, el predio inmueble continuará ocupado y afectado a las actividades del ministerio por un plazo de seis meses, mientras se relocalizan las dependencias que allí funcionan. Luego de ese plazo, se entregará al comprador.

Ubicado frente a la Reserva Ecológica y lindero al campo de deportes del Colegio Nacional de Buenos Aires, el terreno es uno de los últimos que quedan disponibles para desarrollos inmobiliarios en Puerto Madero. Si bien el pliego de venta oficial no define un proyecto determinado, se estima que allí se construirá un edificio destinado a oficinas o viviendas, similares a los de las manzanas linderas.

La Subsecretaría de Ciberdefensa del Ministerio de Defensa tenía dependencias en Puerto Madero.
De acuerdo con la normativa de la AABE, el 70% de los fondos recaudados por la subasta se destinarán a la jurisdicción de origen del predio, en este caso el Ministerio de Defensa, mientras que el 30% restante quedará para el Tesoro nacional.

La subasta se realizará mañana a las 11, en las oficinas de la AABE en Retiro. Inicialmente, la operación se iba a concretar en agosto, pero fue postergada en dos ocasiones por falta de oferentes.

ARA San Juan: reflexiones necesarias

Resultado de imagen para fuerzas armadas argentinasPor José Manuel Ugarte - Clarin.com
Frente a un drama como el representado por el submarino ARA San Juan, estimamos útil examinar sus causas profundas. A esto se dirige este artículo.

El 29 de junio de 2017, Infobae publicó que el 21 de junio de este año la Fábrica Argentina de Aviones encargada de la prestación de horas de vuelo a la Fuerza Aérea Argentina en los aviones entrenadores Grob 120 TP, adquiridos hace tres años, había resuelto suspender el servicio por falta de pago, por no contarse con los fondos que permitieran la adquisición de repuestos. El 19 de octubre, Clarín informó sobre la caída de uno de los referidos entrenadores, logrando salvarse los dos pilotos.

En un artículo publicado el 30 de Agosto de 2016, el instituto hindú IDSA recordaba que en 2012 tres buques argentinos habían experimentado problemas debido a falta de mantenimiento y error humano, y que en 2014 el encallamiento del submarino Santa Cruz (TR 1700, gemelo del San Juan) había revelado que el mantenimiento del casco era pobre.

La publicación británica UK Defence Journal señaló el 7 de setiembre de este año que las tripulaciones submarinas (argentinas) a pesar de beneficiarse de una reciente modernización (del San Juan) necesitan al menos 190 días de práctica submarina y en 2014 sólo pasaron 19 horas sumergidas.

En su edición de 2017, The Military Balance señalaba que en el caso argentino, las capacidades operacionales habían declinado por una falta de inversiones y una erosión general de las prácticas de mantenimiento.

Esta serie de ejemplos sirve para hacer evidentes los efectos de una inadecuada distribución de erogaciones que desde 1993 hasta hoy -24 años- caracteriza al presupuesto de defensa y que lo hace insustentable, de entre el 80 y el 85% en personal, entre el 10 y el 15% en funcionamiento (mantenimiento, combustible, adiestramiento) y entre el 5 y el 0% en equipamiento. En relación con el PBI, entre 1996 y 2016 ha oscilado entre 1,2 y 0,8%.

Por otra parte, a partir del año 2002 comenzó a producirse un crecimiento en el número de oficiales de alta graduación en las Fuerzas Armadas, que los llevó a un número superior al que tenían en 1983, cuando el número de personal militar era más del doble del actual. Así, en la Fuerza Aérea, se pasó de 211 comodoros para un efectivo total de 21.903 en 1983, a 525 comodoros en 2014, para una Fuerza con un efectivo total de 12.907. Esta circunstancia –la gran proporción de oficiales de alta graduación- ha influido decisivamente en el monto representado por los gastos en personal. Además, ha determinado una profusión de estructuras burocráticas.

Es bajo el presupuesto de defensa para Argentina. Es preciso incrementarlo. Pero también hay que tener en cuenta que con una suma menor, Perú mantiene tres escuadrones de cazabombarderos de cuarta generación y una flota de un crucero, 6 submarinos, y 7 fragatas, con un número de personal militar mayor. Es que Perú gasta mejor. Con mayor gasto, Chile es un ejemplo de eficacia y eficiencia en la materia.

Recientemente se ha hecho un esfuerzo importante por reequipar a las Fuerzas Armadas a través del Decreto 595/2017, por aproximadamente 800 millones de dólares, la compra de equipamiento militar más importante desde la recuperación de la democracia. Pero paradójicamente, tal inversión no va a mejorar sensiblemente las (in)capacidades militares del país, por tratarse de equipamiento redundante y útil mayoritariamente para tareas de naturaleza policial. La moraleja es clara: no se trata de gastar satisfaciendo pedidos.

Aquí no hay Fuerzas Armadas víctimas de una dirigencia política irresponsable. Quienes han formulado política de defensa en el país –con puntuales excepciones- son corresponsables junto con las sucesivas conducciones de las Fuerzas Armadas en la aplicación de una política en la cual, por espacio de un cuarto de siglo, la casi totalidad del gasto correspondía a personal, con una excesiva proporción de oficialidad de alta graduación, mientras que el adiestramiento y mantenimiento recibían una suma insuficiente, y no se compraba material.

Esto explica la actual situación. Así, Argentina tiene una gran proporción de material aéreo inoperable, a menudo canibalizado por falta de repuestos, barcos con mantenimiento insuficiente, personal con pobre adiestramiento, plataformas sin armamento adecuado. En suma: gastando más de cinco mil millones de dólares en defensa, su capacidad operativa es nula.

Es necesario reestructurar a las Fuerzas Armadas, restableciendo adecuadas proporciones entre los grados e incrementando tropa; contar con unidades completas; crear reservas; modernizarlas y reequiparlas, para cumplir su misión primordial de defensa del país; actualizarlas doctrinariamente, restablecer máximos estándares de mantenimiento y adiestramiento.

Todo eso es posible, pero no puede ser confiado exclusivamente a las Fuerzas Armadas. Confiar a las Fuerzas Armadas su propia reestructuración fue el primer paso hacia el actual desastre. Se requieren también técnicos capaces sin estado militar, auténticamente independientes de aquéllas. En el país existen. Sólo hay que ponerlos a trabajar. También es imprescindible el consejo y el trabajo de aquéllos militares –muchos y buenos- que quieren salir de esta situación.

Argentina todavía está a tiempo de hacerlo. Pero ese tiempo no será eterno.

José Manuel Ugarte es Doctor en Derecho y profesor de la UBA, especialista en Defensa. Corredactor de las Leyes de Defensa Nacional y Seguridad Interior.

Oscar Aguad ya inició 40 sumarios y exige a la Armada que explique qué pasó

El ministro de Defensa Oscar Aguada ya inició 40 sumariosPor Mariano De Vedia - LA NACION
El ministro transmitió el malestar del Gobierno con el almirante Srur; una vez que la propia fuerza asuma su responsabilidad, el jefe naval será relevado.

El ministro de Defensa, Oscar Aguad , inició ya 40 sumarios para deslindar responsabilidades en la Armada por la pérdida del submarino ARA San Juan , que todavía no pudo ser localizado. Se trata de las primeras decisiones del Gobierno, a las que seguirá seguramente, una vez que la propia fuerza explique qué pasó, el relevo del jefe de la Armada, almirante Marcelo Eduardo Hipólito Srur, y de toda la cúpula naval.

Así lo pudo saber LA NACION, al cabo de una jornada en la que la crisis del submarino dominó por completo la escena política y militar. "Que se haya tomado la decisión de un relevo no quiere decir que se ejecute ahora. Hasta que no se resuelva el caso del submarino y se sepa qué pasó no hay novedades", explicó, categórico, una fuente del Gobierno,que transmitió el malestar con la conducción naval a raíz del manejo de la crisis suscitada por la explosión del submarino y el incierto paradero de sus 44 tripulantes.

Aguad encabezó en el ministerio un comité de crisis y se reunió con el presidente Mauricio Macri, quien ayer habló por teléfono con su par Vladimir Putin. Como parte de esa diálogo, Aguad coincidió con el ministro de Defensa de Rusia, Serguei Shoigu, en coordinar el envío de un buque ruso con equipo de rescate especializado para contribuir a la búsqueda del submarino perdido.

"El foco principal sigue siendo encontrar a la tripulación", confió a LA NACION una fuente cercana a Aguad.

Horas antes de que lo hiciera público el vocero de la Armada, Enrique Balbi, el ministro de Defensa recibió el miércoles el informe de los Estados Unidos sobre la "anomalía hidroacústica" que provocó un giro en la búsqueda del submarino.

Según pudo saber LA NACION, se lo entregaron personalmente el jefe de la Base Naval de Puerto Belgrano, contralmirante Luis Enrique González Mazzeo, y la secretaria de Servicios Logísticos del Ministerio de Defensa, Graciela Villata, que volaron especialmente esa mañana desde Bahía Blanca para llevárselo a Aguad en mano y sin intermediarios.

Villata, funcionaria de estrecha confianza del ministro, se había instalado en Puerto Belgrano para seguir de cerca el manejo del operativo de rescate naval. La conducción de la Armada tuvo, así, una virtual intervención -observación, según los comentarios más benévolos- para seguir de cerca las novedades del rescate. Fuentes cercanas al ministro revelaron a la nación que Aguad hubiera preferido enterarse antes que nadie de las anomalías reportadas por el comandante del submarino y de los siete intentos de llamados que se registraron el sábado, entre otras novedades que se conocieron a lo largo del proceso.

Cambios en la conducción

El ministro de Defensa venía trabajando desde hace varias semanas en una reestructuración de las Fuerzas Armadas. La crisis del submarino ARA San Juan cambió el eje y trastocó los plazos, pero la decisión final no cambiará. "Los cambios se harán, pero ahora hay otras prioridades y su aplicación se retrasará un poco; pero difícilmente se dé marcha atrás", resumió un colaborador de Aguad.

El plan prevé un recambio en la conducción militar, que arrastrará a los jefes del Ejército, teniente general Diego Suñer, y de la Fuerza Aérea, Víctor Amrein. La finalidad es fortalecer el papel del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, conducido hoy por el teniente general Bari del Valle Sosa, tal vez el militar mejor considerado por el presidente Macri.

jueves, 23 de noviembre de 2017

ARA San Juan: Aguad se blinda ante las críticas

Por Edgardo Aguilera - Ambito.com
El ministro de Defensa colocó interventores del operativo de búsqueda en Puerto Belgrano y en el Edificio Libertad. A pesar de los esfuerzos mancomunados, no hubo rastros del submarino.
Británico. Ayer arribó un nuevo avión de la Fuerza Aérea Británica, un KC-2 Voyager, que tiene la capacidad de abastecer de combustible en vuelo a las aeronaves que están en patrulla.
Británico. Ayer arribó un nuevo avión de la Fuerza Aérea Británica, un KC-2 Voyager, que tiene la capacidad de abastecer de combustible en vuelo a las aeronaves que están en patrulla.

El destino del ARA San Juan de la Armada Argentina y sus 44 tripulantes, desaparecidos el miércoles 15 de noviembre, depende ahora de los buques, submarinos, sondas, buzos y aviones de la operación internacional más grande que se ha visto en la historia de rescates submarinos. Tan pronto la Armada dio a conocer el accidente, llegaron sin cesar al Edificio Libertad, notas y llamados telefónicos de los agregados navales de los países extranjeros con el ofrecimiento de sus equipos. 

Con el sí de la Casa Rosada luego de la consulta del almirante Marcelo Srur, Alemania, Brasil, Chile, Colombia, Estados Unidos, España, Francia, Gran Bretaña, Perú y Uruguay iniciaron el despliegue de sus medios. Llamó la atención la premura del arribo de los equipos estadounidenses, un avión de la NASA fue sacado de su trabajo de investigación científica en la Antártida y asignado de inmediato a la exploración, al cuarto día arribó al país el grueso de los medios, el avión P-8A Poseidon (un avión Boeing 737-800 de la Armada de Estados Unidos especializado en detectar submarinos), necesario para la búsqueda aérea, al que también se unieron vehículos subacuáticos (el Bluefin 12D y tres Iver 580), que pueden ayudar escaneando el fondo del mar, más la campana de salvataje. El Reino Unido interrumpió la campaña antártica que estaba realizando el buque polar HMS Protector y lo desplegó en el teatro de operaciones de búsqueda junto a un avión de transporte Hércules C-130. 

El despliegue de equipamiento y personal especializado es continuo en el puerto de Comodoro Rivadavia, que dista a menos de 500 kilómetros de la última ubicación conocida del submarino. Ayer aterrizó otro avión de la fuerza aérea británica, un KC-2 Voyager con capacidad de abastecer de combustible a las aeronaves que están en patrulla y así prolongar el tiempo de la búsqueda aérea en la zona. 

La Armada de Chile puso a disposición el buque ASG-61 Cabo de Hornos, una de las naves científicas más modernas del mundo y que hace un mes participó de un ejercicio en el Golfo de Arauco, en la costa chilena del Océano Pacífico, en conjunto con el Comando de Rescate Submarino (Undersea Rescue Command o URC) de la Marina de los Estados Unidos, el mismo que ahora trabaja en el rescate del San Juan. Fue un simulacro de rescate y salvataje de un submarino siniestrado posado en el fondo del mar. Para la posible tarea de barrido del fondo marino, el AGS-61 cuenta con ecosondas multihaz, perfilador de fondo marino con penetración hasta 100 metros en sedimento blando. Un equipo similar aunque con mayor definición y precisión usan los marinos de los HMS Protector quienes el martes por la noche investigaron y descartaron la supuesta señal calórica que había sido detectada por la aeronave P-8 Poseidon de la marina estadounidense. 

Más allá de la solidaridad de un caso que conmueve a la gran familia naval internacional, subyacen aunque no se mencionen los lazos de relaciones bilaterales de la Armada tejidas a lo largo de innumerables ejercitaciones en el mar cumplidas por décadas. Las maniobras de interoperabilidad entre armadas dan el fruto de poder interactuar con procedimientos comunes, enlazar equipos distintos y complejos, amén del idioma y volcar medios disímiles todos en una misma misión. 

Volver al mundo y gozar del beneficio no es sólo una decisión política; presupone que hay instituciones como la Marina que siguieron sus contactos con otros países muchas veces a distancia de la orientación del Gobierno de turno. 

Coordinar y dirigir este operativo donde se mueven por mar y aire innumerables buques y aviones sería imposible de no mediar un adiestramiento previo. El centro de comando y control está en Puerto Belgrano a cargo del contralmirante Luis Enrique López Mazzeo. El ministro de Defensa, Oscar Aguad, dispuso que haya lupa política. Asignó a la secretaria de Servicios Logísticos y de Coordinación Militar en Emergencias, Graciela Villata, quien permanece en Puerto Belgrano. Villata tiene la función que hoy preocupa: ¿tenía la Fuerza de Submarinos y el ARA San Juan el presupuesto y logística acorde con la misión ordenada? No se conoce la expertise de la secretaría en asuntos de emergencia operativa de medios militares. El rol de Emergencia de su cargo se vincula con desastres naturales y la ayuda humanitaria. Aguad completó su task force de blindaje ante la tormenta política que vendrá y puso dos escudos en el Edificio Libertad sede de la jefatura de la Armada. Están con alquiler temporario de oficina, el secretario de Estrategia y Asuntos Militares, Horacio Chighizola, y el jefe de Gabinete, Raúl Ripa.

Nada cambia. Siempre se aplica la "vieja técnica": Poner algunos fusibles accesorios, pero con la condición de tener el "aroma de pertenecer" a la UCR que como sabemos, "saben hablar lindo". La historia nos ha enseñado que con solo hablar, no alcanza para solucionar los innumerables problemas que enfrentamos los argentinos, y como vemos en esta lamentable situación siempre estamos atrás de ellos. Tenemos submarinos, pero no hay elementos de rescate y hay que salir a pedirselos hasta los que fueron nuestros enemigos y su aliado durante el conflicto de Malvinas.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

La Armada dedica sólo el 4,5% de su presupuesto a equipos y mantenimiento

Por Laura Serra - LA NACION
Las previsiones para el año próximo sólo incluían incrementos para los gastos salariales
Continúa la búsqueda del submarino ARA San Juan
Continúa la búsqueda del submarino ARA San Juan. Foto: Archivo / Armada Argentina
La inversión pública en infraestructura naval no es una prioridad en el presupuesto de la Armada. En efecto, según el proyecto que presentó el Gobierno para el año próximo, la mayor parte de la asignación presupuestaria destinada a esta fuerza corresponde a gastos de personal -el 87 por ciento-, mientras que apenas un 4,5% se dirige a gastos de mantenimiento, reparación y bienes de uso.

Un dato a destacar es que el presupuesto para la Armada subirá, el año próximo, un 40 por ciento respecto de 2017: de 14.989 millones de pesos pasará a un total de 21.104 millones. Eso sí, buena parte de ese aumento se explica por el gasto de personal, que subirá un 50% respecto de este año (de 12.319 millones ascenderá a casi 18.500 millones de pesos en 2018).

Mientras sube el gasto en personal, las partidas destinada a mantenimiento, reparación y bienes de uso decrece. En efecto, para estos rubros se destinarán 968 millones de pesos en 2018, lo que representa el 4,5% del total de la partida destinada a la Armada. Este año, en cambio, fue de 1180 millones, el 7,87 por ciento del total.

La ejecución del presupuesto de este año muestra cierta lentitud: según el sitio oficial del Ministerio de Hacienda, la Armada sólo se lleva ejecutado hasta ahora el 76 por ciento de su asignación presupuestaria.

Uno de los programas más importantes de la Armada destinado al control del mar, que comprende la vigilancia y el control sobre los espacios fluviales y marítimos (tarea que realizaba el submarino ARA San Juan antes de desaparecer, el miércoles pasado) tiene un presupuesto más que exiguo en comparación con el presupuesto total. En efecto, el programa "Sostenimiento Operacional" tendrá, el año próximo, una asignación de casi 42 millones de pesos, el 0,20%.

En la actualidad, esa partida es de 40 millones y, cuando ya pasaron más de 11 meses del ejercicio fiscal, sólo se ejecutó el 42,6%.

En 2016, el cumplimiento de las metas de patrullaje fue completo. Según la cuenta de inversión de ese año, el programa ejecutó en un 100% ya que se incrementaron las patrullas de control de los espacios marítimos.

Dos inversiones relevantes

Dos de las inversiones públicas más importantes que realizó la Armada fue la reparación del rompehielos Almirante Irízar y del submarino ARA San Juan .

La recuperación del rompehielos costó US$ 147 millones, a lo que deben añadirse otros US$ 137 millones por el alquiler de otros buques en las sucesivas campañas antárticas durante la etapa del kirchnerismo. Esto insumió un total de US$ 284 millones, cuando se podría haber construido uno nuevo, en tres años, por US$ 250 millones.

El submarino San Juan fue sometido a una puesta en valor, con la reparación de media vida, que insumió un costo de 100 millones de pesos. Así lo indicó el ex ministro de Defensa Agustín Rossi cuando presentó la nave ya reparada en mayo de 2014. Se restauró el casco con oxígeno acetileno y para ello se separó el submarino en dos partes, una operación que no se realizaba en el país hacía 20 años.

El arreglo incluyó el reemplazo de cuatro motores diésel MTU y el mantenimiento integral de los motores eléctricos, que fueron desarmados y calibrados, según se informó. También hubo una reparación integral de las 960 baterías que hacen funcionar al submarino, así como las válvulas y otros mecanismos.

La Argentina, el país de Sudamérica que menos fondos destina en defensa

Por Florencia Donovan - LA NACION
La desaparición del submarino ARA San Juan -que se suma al incendio del rompehielos Irízar, cuya reconstrucción ya costó más que la compra de un buque nuevo; al hundimiento en 2013 del destructor Santísima Trinidad en la misma base naval de Puerto Belgrano, entre otros accidentes- podría ser una consecuencia más de la escasa inversión de la Argentina en defensa.
Resultado de imagen para hundimiento en 2013 del destructor Santísima Trinidad
El país es, después de Venezuela, (????) el que menos fondos destina a gastos militares de toda Sudamérica, según surge de datos relevados por el Stockholm International Peace Research Institute (Sipri), una organización especializada en la materia.


De acuerdo con las estadísticas disponibles en Sipri, que datan desde 1938 hasta 2016, la Argentina destinó el año pasado el 1% de su Producto Bruto Interno (PBI) en gastos de defensa o $ 76916 millones. Le siguen países como Perú, Paraguay y Brasil, que en el mismo periodo destinaron el equivalente de 1,3% de su PBI a gastos militares. Pero la cifra está muy alejada de lo que gastaron países como Bolivia (1,6%), Chile (1,9%), Colombia (3,4%) o Ecuador (2,2%).

Durante la gestión de Cristina Kirchner , la Argentina registró algunos de sus guarismos más bajos en la historia. En 2008, por caso, llegó a recortar su gasto militar a 0,76% del PBI, de acuerdo con cifras que recoge el Banco Mundial. Desde comienzos de los años 2000, el gasto en defensa con respecto al producto se mantiene por debajo de la media histórica de la Argentina de 1,28% del PBI.

Con todo, en 2008 el gobierno de Cristina Kirchner llegó a anunciar la construcción conjunta con Brasil de un submarino a propulsión nuclear, con la asistencia de tecnología francesa, una iniciativa que tendría un costo de varios cientos de millones de dólares. Ese mismo año, en el que además el gasto militar alcanzó en términos del PBI el menor nivel en la historia, también anunció la reparación del submarino ARA San Juan.

La tarea del mantenimineto de "media vida" del ARA San Juan se las encaró en los recuperados astilleros locales, Tandanor y Almirante Storni -que integraron el Complejo Industrial Naval Argentino, Cinar-. Las obras, que comenzaron en febrero de 2009 y terminaron en junio de 2014, tuvieron un costo del orden de los $ 100 millones (poco más de US$ 20 millones del momento), según reveló el por entonces ministro de Defensa Agustín Rossi , cuando volvieron a botar la nave al agua. "Hubo muchos contratos y adendas a los contratos", explicaron a LA NACION desde Tandanor, donde sin embargo no supieron dar la cifra exacta del gasto.

En 2010, la ministra de Defensa, Nilda Garré , volvió a prometer avanzar en la fabricación de un submarino de propulsión nuclear. El proyecto, siete años después, sigue sin ser ver la luz.

viernes, 17 de noviembre de 2017

Antonio José Beltramone será el nuevo presidente de FAdeA

Resultado de imagen para Antonio José Beltramone
(Ministerio de Defensa) - El Ministerio de Defensa informa que Antonio José Beltramone será el nuevo presidente del directorio de la Fabrica Argentina de Aviones (FAdeA).



Beltramone, de 46 años de edad, es licenciado en administración de empresas y fue director de FIAT Argentina y gerente general de FAdeA en 2016.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

Reformas, también en las FF.AA.

Resultado de imagen para Reformas, también en las FF.AA.Por  Martín Balza - Clarín.com
Recientemente ha trascendido que el Ministerio de Defensa dispondrá importantes reformas en un área por demás sensible y casi ignorada en el presente siglo. A priori, y sin conocimiento de ellas, las considero impostergables. Las Fuerzas Armadas existen en razón del derecho y la obligación ineludible del Estado de garantizar la defensa de la sociedad organizada.

Nuestro país debe fortalecer su capacidad de negociación, lo que impone contar con fuerzas militares de tal magnitud, eficiencia, profesionalidad y motivación, que den respuesta real a la natural demanda de sus habitantes, y cuya capacidad de disuasión le permita alcanzar los objetivos nacionales y políticos ansiados por el pueblo.

Los Estados, por más amantes de la paz que se declaren, no deben soslayar desafíos ni amenazas. Eso constituiría una omisión infantil e injustificable. No implica en absoluto incursionar en una carrera armamentista, sino avanzar hacia un impostergable reequipamiento, congelado a principios del actual milenio. Solo se pretende rescatar el concepto del “…derecho inmanente de legítima defensa”, proclamado en el Art. 51 de la Carta de las Naciones Unidas.

En tal sentido, me permito recordar lo que el Ejército realizó en la década de los `90: una restructuración autoimpuesta que significó un cambio de pautas culturales, libre de todo condicionamiento político e ideológico. Apreciamos entonces que el mundo de Posguerra Fría ya no sería bipolar, estructurado y previsible, sino unipolar en lo militar, incierto, colmado de conflictos y desafíos, unos visibles y otros latentes que impondrían actuar con sentido predictivo sobre la misión, el dimensionamiento, la estructura, el despliegue y la capacidad operativa y logística de la Fuerza.

Avanzamos en el respeto a las instituciones republicanas y los derechos humanos; en un sistema educativo basado en la búsqueda de la máxima excelencia; en el logro de un mando por objetivos compartidos; en el servicio militar voluntario; en la activa participación en misiones de mantenimiento de la paz en el marco de las Naciones Unidas; en la integración con los ejércitos de los países vecinos; en una impostergable actualización doctrinaria e incrementamos la participación de la mujer.

No se descuidó la significativa incorporación de armamento, material y tecnología avanzada. Lo expresado está consignado en la Memoria del Ejército Argentino 1992-1999, Primera y Segunda Parte (Un Ejército hacia el siglo XXI).

El siglo finalizó con una década ganada para el Ejército. Esta modernización fue concebida por un excelente equipo de generales y ejecutada por entusiastas oficiales y suboficiales; estos últimos constituyen la columna vertebral de toda fuerza armada. Se eliminó toda parálisis por análisis.

En los trabajos se respetó la sentencia de Manuel Davenport y James Stockdale: “La profesión militar carece de máxima dignidad y jerarquía cuando las decisiones militares se basan en consideraciones puramente políticas”.

Una de las deudas pendientes--por incomprensión de gran parte de la dirigencia política--fue no capitalizar debidamente las experiencias del Conflicto del Atlántico Sur, donde el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea libraron--operativa y logísticamente-cada una su propia guerra; excepto en contadas ocasiones en el marco táctico en las Islas.

El Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas e incompetentes mandos superiores en el continente olvidaron que el accionar conjunto -para el que no estábamos preparados- es parte y todo del éxito en el combate.

El desafío a enfrentar por las autoridades actuales, incluido el Poder Legislativo, no es menor, pues coexisten viejas y nuevas amenazas. En el área de Seguridad: el desborde del terrorismo internacional, el narcotráfico, el resurgimiento de fobias étnicas , las mafias, las agresiones al medio ambiente, las descontroladas migraciones masivas, las apetencias territoriales y la posibilidad del acceso a las armas químicas y bacteriológicas .

En el área de Defensa: la explotación de los recursos de mar y los vacíos geopolíticos. En nuestro caso, la Patagonia con el 30% de la superficie del país y solo el 5% de los habitantes, y un litoral marítimo de más de 5 mil Km de costas. Ambas, joyas de materias primas desprotegidas y vulnerables.

El Estado debe ejercer el uso legítimo de la fuerza acorde con el orden jurídico vigente: la ley 23554 de Defensa Nacional y la ley 24059 de Seguridad Interior. La situación actual en nuestro país no impone vulnerar el principio de empleo escalonado de la violencia legítima. Afectar el instrumento militar en el marco interno sería prematuro, innecesario, desmoralizador e inconducente.

En buena hora las decisiones del Gobierno actual sean consecuencia de una acertada apreciación de situación de Estrategia Nacional que adopte disposiciones contra-aleatorias y priorice los principios de Unidad de Comando y Economía de Fuerzas.

En una primera fase, aprecio imprescindible potenciar las atribuciones del Estado Mayor Conjunto, el redespliegue, el dimensionamiento y un realista reequipamiento del Instrumento Militar. La prevención es paradigma de acción y, para una visión pragmática, es preferible ser criticado por prevenir mediante una disuasión creíble que ser elogiado por privilegiar la vulnerabilidad y la indefensión.

Martín Balza es ex jefe del Ejército y ex embajador en Colombia y en Costa Rica. Veterano de Guerra de Malvinas.

jueves, 9 de noviembre de 2017

Nuevo papel de las Fuerzas Armadas

Editorial del diario La Nación
Tras el profundo deterioro en que las sumió el kirchnerismo, se necesita una mayor especialización sobre ciberdefensa y lucha contra el terrorismo

Resultado de imagen para papel de las Fuerzas ArmadasEl flamante ministro de Defensa, Oscar Aguad, tiene previsto llevar adelante importantes reformas en las Fuerzas Armadas. Esta área fue absolutamente postergada e ignorada durante el régimen kirchnerista, al extremo de que esa política, o su ausencia, produjo, entre otros perjuicios, la pérdida del control de nuestro espacio aéreo por falta de radares y aviones, y también del espacio marítimo, por la escasez de medios para llevar adelante el debido patrullaje, ocasionando inmensas pérdidas económicas.

La redefinición proyectada del papel del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea contempla una posible reducción de bases y unidades militares, así como el traslado de algunas, sin perder de vista la necesidad de fortalecer la integración logística. Se espera que esta vez se realice sin la incumbencia de intereses políticos o ideológicos.

Por otro lado, se procurará que las Fuerzas Armadas puedan volver a intervenir en la lucha contra el terrorismo, labor que actualmente les está vedada por el decreto reglamentario de la ley de defensa nacional. Ese decreto prohíbe lo que la ley no prohíbe, limita lo que la ley y los legisladores no buscaron limitar y crea confusión y contradicción en perjuicio del Estado argentino. Recordemos que su constitucionalidad fue oportunamente cuestionada y sólidamente fundada en su momento por legisladores de Pro, varios de ellos actuales funcionarios, quienes sostuvieron, por medio de un expediente parlamentario, que vulneraba lo prescripto por la Constitución nacional al alterar el espíritu y la letra de la ley de defensa nacional que reglamentaba. Es así que hoy la actuación de las Fuerzas Armadas se limita a enfrentar agresiones externas exclusivamente ejecutadas por fuerzas armadas de otros Estados, anclándose en el pasado y desconociendo las particularidades del conflicto armado moderno.
Resultado de imagen para Ejercito argentino + catastrofes
La cartera de Defensa contempla también mejoras salariales y equipamiento de las tropas para revertir el retroceso que en ambas materias sufrieron durante la anterior administración. El Poder Ejecutivo ha reducido ya la brecha entre las remuneraciones de los militares en actividad y las de los retirados.

El año pasado, en la comida anual de camaradería de las Fuerzas Armadas, el Presidente mostró su voluntad de otorgarles el reconocimiento que se merecen y adelantó que esperaba contar con ellas para el control de fronteras y la logística de la lucha contra el narcotráfico, tanto como para atender situaciones de emergencia por catástrofes.
Resultado de imagen para control de fronteras y la logística de la lucha contra el narcotráfico
Los actuales proyectos del Gobierno van aún más allá, especialmente en lo que hace al combate del terrorismo, que, como es bien sabido, en su vertiente del fundamentalismo islámico constituye actualmente una amenaza cada vez mayor en todo el mundo. En los últimos años ese peligro se ha potenciado con el llamado "terrorismo sobre ruedas", a cargo de lobos solitarios al volante de vehículos dirigidos a embestir peatones inocentes. En los últimos tres años, este tipo de ataques arrojó un trágico tendal de 139 muertos y 812 heridos en todo el mundo. El último ocurrió hace poco en Nueva York y, entre los ocho muertos, hubo cinco argentinos.

No debemos olvidar que, más que una amenaza, el terrorismo islámico ha sido en nuestro país una abominable realidad signada por las voladuras de la embajada de Israel y la AMIA, con el agravante de que ambos atentados continúan impunes.

Con la necesaria y adecuada modificación de la legislación vigente, las Fuerzas Armadas, debidamente entrenadas a tal fin, tienen un importantísimo papel que cumplir en la lucha contra el terrorismo. La complejidad que entraña ese particular combate requerirá, además, convocar a los servicios de inteligencia de las tres fuerzas en las labores de prevención. 
Resultado de imagen para Ejercito argentino + catastrofes
Como señaló LA NACION, una de las preocupaciones del Ministerio de Defensa es la denominada ciberdefensa, para proteger la creciente infraestructura digital crítica ligada a servicios esenciales como los bancarios, control aéreo, comunicaciones, cómputos electorales e incluso instalaciones energéticas y represas, más allá de citar el hackeo de archivos y bases de datos por parte de terroristas con fuerte impacto en el orden mundial. Al inaugurar la reciente reunión conjunta del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) y el Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (Gafilat) en esta ciudad, el Presidente pidió un compromiso "de pies a cabeza" contra el terrorismo porque -dijo- "no hay lugar para zonas grises en el mundo".

Una vez revertido ese deliberado atraso infligido a nuestras Fuerzas Armadas, se abre para ellas un amplio campo de acción en el combate del terrorismo y el narcotráfico y la defensa de nuestra soberanía y nuestras fronteras.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...