Por Hernán Cappiello - LA NACION
Son 250 kilos, que estaban ocultos en diez barriles; se reactiva la interna por el ex funcionario en el Gobierno.
Los tambores con la droga son cargados en una camioneta de la Policía Metropolitana. Foto: LA NACION / Seguridad GCBA
Las sospechas se hicieron realidad: la Justicia encontró diez barriles con 25 kilos de pseudoefedrina cada uno, en un depósito fiscal del aeropuerto de Ezeiza. Estaban allí desde hacía, al menos, cinco años, cuando llegaron al país y nadie los retiró.
El hallazgo del precursor químico se produjo luego de la declaración ante la Justicia del suspendido titular de la Aduana, Juan José Gómez Centurión. Aunque la ministra Patricia Bullrich explicó que la Policía de Seguridad Aeroporturaria (PSA) ya había advertido sobre estos barriles y que la Aduana estaba tramitando la destrucción de estas sustancias como una carga no reclamada. La interna entre Gómez Centurión y Bullrich ayer recrudeció.
Además de la pseudoefedrina fueron decomisados documentos que permiten identificar a los dueños del cargamento. La droga fue traída desde Francia por una empresa paraguaya y estaba en tránsito a Asunción, pero los importadores no la reclamaron. Fuentes del Ministerio de Seguridad señalaron que en el sistema informático estaba registrada la existencia de la carga sin reclamar y que estaba a la vista de todos.
En total se tratan de 250 kilos de pseudoefedrina. Esta sustancia, al igual que la efedrina, es usada para la fabricación de drogas sintéticas. Sólo que la pseuoefedrina es diez veces menos potente que la efedrina. El valor del kilo de efedrina es variable: en India, donde se produce, no pasa de 40 dólares. En Buenos Aires, supuestamente, se vendía a los carteles de la droga en 1500 dólares, pero en México -donde está prohibida su importación- se pagaba unos 3000 dólares. Proporcional al altísimo margen de ganancia es el interés de los intermediarios en el negocio, que van desde las droguerías investigadas por la mafia de los medicamentos hasta hampones, como los condenados por el triple crimen de General Rodríguez o Ibar Pérez Corradi, preso por narcotráfico.
Los barriles estaban en el depósito fiscal Transporte de Cargas Argentina (TCA) del Aeropuerto de Ezeiza, que es administrado por Aeropuertos Argentina 2000. Estaban en jaulas, en un sector de cargas rápidas, denominado Directo a Plaza (DAT). Toda esta información fue proporcionada a LA NACION por fuentes judiciales, policiales, otras de la Aduana, del aeropuerto, de Seguridad y otras ligadas al comercio exterior.
Los diez barriles de esta sustancia estaban en el depósito desde hace mucho tiempo. Las fuentes difieren en cuanto a los años: unas dicen que estaba allí desde 2008, pero otras señalan que se encontraba allí desde 2011.
Las pistas
Doce barriles de efedrina fueron encontrados en un depósito luego de un allanamiento en el aeropuerto de Ezeiza. Foto: Ministerio de Justicia y Seguridad GCBA
Gómez Centurión se presentó en el juzgado de María Servini de Cubría, que investiga la efedrina, y declaró, como testigo, que tenía versiones de la existencia de esta sustancia, pero que no había modo de rastrear el lugar y los dueños de la carga. Dijo que "peinó" el sistema informático de la Aduana y no aparecía. Hasta que recibió una información anónima, que señalaba el lugar donde se encontraba.
Sin embargo, en fuentes de Seguridad explicaron que los barriles estaban registrados en el sistema y que la Aduana, además, conocía de la existencia de los barrilles desde hace dos meses y medio, cuando la PSA le informó al jefe de la Aduana, Gustavo Curatolo, quien inició los trámites para disponer de la sustancia.
La jueza Servini está de licencia. Su secretario le tomó declaración a Gómez Centurión y, tras el acuerdo del fiscal federal Juan Pedro Zoni, se realizó el allanamiento, con la firma del juez federal Luis Rodríguez. El juzgado de Servini profundizó la investigación sobre el contrabando de efedrina desde la Argentina a los carteles mexicanos. Ya le tomó declaración a Pérez Corradi, quien explicó su relación con el negocio, y escuchó durante varios días la declaración de Mario Segovia, condenado por tráfico de efedrina.
Varias organizaciones están en la mira del juzgado por dedicarse a estas maniobras, mediante las cuales se trajeron al país 50 toneladas de efedrina hasta 2008, cuando se prohibió su ingreso. El mercado local necesita dos toneladas de efedrina como insumo de la industria farmacéutica, el resto fue a parar a manos del narcotráfico.
La Policía Metropolitana llegó a Ezeiza y, en un principio, hubo mucho nerviosismo. Hasta que, en presencia del secretario del juzgado y de la fiscalía, encontraron los barriles.
Gómez Centurión fue suspendido en su cargo tras una denuncia de Bullrich en base a un anónimo que lo ligó con maniobras de contrabando. El funcionario dijo que es una venganza por sus denuncias contra los contrabandistas. Por eso aportó, días atrás, al juzgado de Servini, datos sobre efedrina en contenedores en el puerto. Los buscaron sin suerte, hasta que ayer apareció en Ezeiza.
Anoche, fuentes de la AFIP colaron sus comentarios en la interna entre organismos. Dijeron que el rol de Gómez Centurión en el operativo está sobredimensionado. Sostuvieron que los barriles salieron a la luz porque ayer se publicó la información sobre esa importación en la página 22 del Boletín Oficial. Allí se decía que la mercadería se enviaría a rezago y que su dueño debía reclamarla, si no iba a ser destruida. "Eso se publicó ayer y lo hizo la Aduana como corresponde, después de seis meses en los que no se hizo nada", dijo la fuente de la AFIP.
Fuentes judiciales dijeron que los tambores de 25 kilos estaban inmovilizados y siempre que alguien preguntaba de quiénes eran se mencionaba que estaban allí por orden judicial o de las autoridades aduaneras.
Hasta ayer, que se abrieron los tambores y se halló el precursor químico, que nunca nadie fue a retirar: o porque estaba preso o porque era demasiado peligroso pues el negocio estaba quemado, en boca de todos.
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viernes, 9 de septiembre de 2016
Hallan efedrina en un depósito señalado por Gómez Centurión
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