Por Darío Palavecino - LA NACION
La Justicia requisó 241 vehículos comprados por traficantes de droga
La playa de estacionamiento del balneario 12, de Punta Mogotes, era ayer una verdadera concesionaria de vehículos al aire libre. Foto: LA NACION / Mauro V. Rizzi
MAR DEL PLATA.- Había autos flamantes y brillosos. Otros cubiertos por una gruesa capa de polvo por haber dormido en galpones durante meses. Todos estaban sin patentar. Había también vehículos lujosos con algunos kilómetros recorridos, como una imponente cupé descapotable alemana; camiones, motos, cuatriciclos y una lancha. Una gran concesionaria a cielo abierto parecía ser la flota de 241 vehículos que la Policía Federal secuestró ayer en esta ciudad. Son el producto de una de las mayores maniobras de lavado de dinero narco y la operación más significativa para ocultar fondos de origen ilegal en el mercado automotor.
Los 30 allanamientos ordenados por el juez federal de Mar del Plata Santiago Inchausti permitieron la captura de ocho personas consideradas piezas fundamentales de esta organización delictiva; se secuestró además una docena de armas.
Fuentes de la investigación confiaron a LA NACION que hay tres sujetos que permanecen prófugos, entre ellas "Coco" Esteban, que es considerado el verdadero cerebro detrás de estas operaciones que sólo en los bienes secuestrados ayer -según estimaciones iniciales- representan entre cuatro y cinco millones de dólares.
La pesquisa lleva más de dos años y medio de trámite y tuvo su origen en un procedimiento realizado en la ruta 2, donde una comisión policial interceptó a Juan Manuel Mariscal al volante de una combi en la que transportaba 150 kilogramos de cocaína. Desde entonces se ataron cabos hasta determinar que el dinero de la venta de esos estupefacientes se volcaba a compras de autos, camionetas y camiones que en su mayoría comercializaban miembros de la comunidad gitana. Esteban es una de las figuras con mayor renombre en esa comunidad y, en particular, en la compra-venta de vehículos.
La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, pasó ayer por Mar del Plata para recorrer la playa de estacionamiento del balneario 12 de Punta Mogotes, donde fueron mostradas las 209 unidades secuestradas, además de algunas armas, 540.000 pesos en efectivo, algunos alhajas y relojes de oro y unos 60 gramos de cocaína. "Este operativo es un golpe muy fuerte al bolsillo del narcotráfico, pudimos sacarles la plata de la gente", afirmó sobre estos bienes que ahora el Estado deberá rematar o, si prospera una idea que analizan especialistas, pueden servir -en particular las camionetas- para nutrir las flotas operativas de las fuerzas de seguridad federales.
Con la participación de más de 300 efectivos de las superintendencias de Drogas Peligrosas, Interior y Orden Público, la Policía Federal Argentina completó durante la víspera los allanamientos requeridos por el fiscal Nicolás Czizik y el juez federal Inchausti. La mayoría fueron aquí, pero también hubo otros operativos que se realizaron en forma simultánea en Chascomús, Caleta Olivia, Neuquén y Corrientes, puntos con los que la organización triangulaba para la adquisición de unidades, patentamiento y comercialización.
La causa bautizada como "lavado total" señalaba domicilios que se reparten sobre las avenidas Jara y su continuación hacia el Sur, Polonia, uno de los corredores donde se radica la mayoría de la muy nutrida comunidad zíngara que tiene la ciudad de Mar del Plata. Salvo excepciones, esas familias viven de la compra y venta de vehículos, en casi todos los casos desde la informalidad, sin local y con sus vehículos repartidos sobre veredas y en la calle.
"Cuidámelo como si fuera tuyo"
"Cuidámelo como si fuera tuyo", reclamaba una de las mujeres gitanas a los oficiales que se llevaban un BMW flamante, casi tan llamativo como el Mercedes-Benz Kompressor secuestrado junto a más de unos 150 autos, medio centenar de camionetas -Toyota, Ranger y Amarok- nuevas o con poco rodaje, 27 camiones, 6 motos, 3 cuatriciclos , una pequeña lancha con su trailer y hasta una casilla rodante que, como ocurrió con otros vehículos de mayor tamaño, no pudieron movilizarlos. "El origen de estos bienes es lavado puro con origen en el narcotráfico", confirmó el fiscal General federal de Mar del Plata, Daniel Adler.
Vinculó estos millonarios fondos ilegales en principio a aquella causa originada en la captura de Mariscal -detenido y con condena a siete años y medio de prisión- y, más cerca en el tiempo, al caso conocido como "Marea Verde", operativo que permitió el año pasado el secuestro en Misiones de un camión con más de 4000 kilos de marihuana con destino a esta ciudad.
La ingeniería del lavado requería inyectar dinero del narcotráfico en adquisición de vehículos. Para cumplir el objetivo se recurría a personas que oficiaban como titulares de esas unidades a los que anotaban como propietarios en registros de automotores del interior. Se señaló en particular uno de la provincia de Corrientes. "No cumplían con la obligación de comunicar las operaciones sospechosas a la Unidad de Información Financiera (UIF )", confió una fuente de la investigación. Dos de los ocho detenidos estarían vinculados con estos trámites.
Un caso muy importante
El jefe de la Policía Federal Argentina, comisario general Néstor Roncaglia, confirmó que se pudieron concretar todos los allanamientos, efectivizar la mayoría de las detenciones requeridas y que todavía en horas de la tarde, mientras se presentaban resultados del operativo, se estaban completando trámites de secuestro de más vehículos.
El volumen de capital recuperado a partir de esta pesquisa es millonario en dólares y uno de los más importantes en casos de lavado de dinero en el país. Aún no hay una cifra sobre el estimado que movió esta organización en estos últimos años, pero se cree que solo sería superado por apenas un par de casos, entre ellos los conocidos como "Carbón Blanco" y "Luis XV".
Investigadores judiciales explicaron a LA NACION que en los últimos tiempos hay un particular esfuerzo en estas causas para que el Estado pueda recuperar bienes, sean vehículos, propiedades o empresas en los que los delincuentes -en este caso narcotraficantes- buscaron lavar el producto de sus delitos.
Bullrich aportó en este aspecto la expectativa del Gobierno en resultados posibles de la ley de extinción de dominio, que ya tiene media sanción en el Congreso y permitiría recuperar el dinero del crimen para que el Estado los vuelque en favor del conjunto de la comunidad y sostuvo: "Esperemos que estos autos y camionetas recuperados sirvan para tener más justicia y seguridad en el país".
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