miércoles, 10 de febrero de 2016

Para cubrir la demanda eléctrica, el país deberá invertir u$s 93.000 millones

Medidor
Durante las próximas dos décadas, el consumo de electricidad podría crecer un 86% a nivel nacional. De cumplirse esa proyección, la Argentina deberá destinar unos u$s 80.000 millones a la ampliación de su potencia instalada y otros u$s 13.000 millones al mejoramiento del transporte eléctrico.



En los últimos tiempos, se dieron a conocer varios informes orientados a estimar el nivel de obras e inversiones que debería materializar el país en pos de hacer frente al crecimiento de la demanda eléctrica previsto para los próximos 20 años. De todos esos estudios, el elaborado por la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Asociación de Grandes Usuarios de Energía Eléctrica de la República Argentina (AGUEERA) figura entre los que plantean un escenario por demás desafiante.

De acuerdo con dichas entidades, para 2035 el consumo de electricidad en todo el país se expandirá un 86%, lo que –a fin de garantizar un suministro estable y sin interrupciones– tornará necesario incrementar en un 94% la vigente potencia instalada. En esa dirección, se precisarán inversiones por un total de u$s 93.000 millones, una cifra inéditamente alta para un período tan acotado.

De ese monto, la UIA y la AGUEERA calculan que alrededor de u$s 80.000 millones deberán usarse para ampliar la capacidad de generación, mientras que los otros u$s 13.000 millones tendrán que destinarse a satisfacer los mayores requerimientos del transporte eléctrico.

A decir de Alberto Calsiano, jefe del Departamento de Infraestructura de la UIA, sortear semejante reto será clave para sostener la competitividad de las 115.000 empresas fabriles que hay en la Argentina. “Estas organizaciones precisan seguridad en el abastecimiento, además de aumentar sus niveles de eficiencia y de reservas, y contar con inversiones constantes”, aseguró el directivo.

Para Julia Carruthers, gerente de AGUEERA, las previsiones contemplan que dentro de 20 años la matriz energética seguramente será más diversificada que hoy. “También esperamos un mejor margen de reserva con menor inversiones y un parque más eficiente y seguro, producto del retiro de equipos que hayan llegado al final de su vida útil”, completó.

Otras proyecciones

Según datos de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), para el período 2015-2017 la Argentina sumará infraestructura de generación eléctrica por casi 3.600 megawatts (Mw). A excepción de la central nuclear Atucha II (rebautizada “Néstor Kirchner”), de reciente lanzamiento, y de la usina de carbón Río Turbio, en Santa Cruz, el resto de las obras en marcha son netamente térmicas.

En el citado lapso, el país incorporará un promedio de 1.200 Mw anuales, lo que no resultaría una cifra menor si no fuera porque en los últimos tiempos la potencia de generación prácticamente no creció y por estos días las reservas del sistema se encuentran al límite.

A criterio de Gerardo Rabinovich, vicepresidente 2⁰ del Instituto Argentino de la Energía (IAE) “General Mosconi”, este panorama torna crítico el abastecimiento en el futuro inmediato. “Sobre todo si se produjera una reactivación de la economía argentina y la demanda retomara su usual nivel de expansión, por lo general mayor al 4% anual”, advirtió.

En ese sentido, el ex secretario de Energía Daniel Montamat resaltó la necesidad de promover una mayor eficiencia energética y elevar el añadido de potencia a unos 1.500 Mw anuales para revertir la desinversión pasada. “Las obras térmicas de generación son las que se ejecutan más rápido, pero requieren un fuerte impulso al desarrollo del gas natural”, explicó.

De acuerdo con el economista y consultor energético Francisco Mezzadri, el Estado nacional no dispondrá de los recursos suficientes para financiar la optimización de la infraestructura eléctrica local. “Pero sí estará bajo su responsabilidad la creación de un marco macroeconómico estable y previsible, además del establecimiento de condiciones específicas y de confianza para atraer capitales internacionales en un contexto de competencia y transparencia”, manifestó.

Bloques de poder

Creada el 7 de febrero de 1887, la UIA es una organización que agrupa a las empresas, empresarios y cámaras patronales sectoriales vinculadas con las actividades industriales de la Argentina. Forma parte del denominado “Grupo de los Ocho”, que reúne a las ocho entidades patronales de mayor poder a escala nacional, junto con la Sociedad Rural Argentina, la Cámara Argentina de Comercio, la Cámara de la Construcción, la Bolsa de Comercio, la Asociación de Bancos Privados de Capital Argentino y la Asociación de Bancos de la Argentina.

Fundada el 28 de julio de 1992, la AGUEERA se dedica a asesorar y defender los intereses de sus asociados, grandes usuarios de energía eléctrica. Es propietaria de la totalidad de las acciones clase “E” (es decir, de un 20% del total del capital accionario) de la Cammesa. Dicha entidad es la empresa de gestión privada con participación del Estado nacional que administra el mercado eléctrico y realiza el despacho técnico.

Vale destacar que, a partir de la modificación de su estatuto en 2005, Cammesa puede actuar como mandatario del Estado a partir de situaciones transitorias que pudieren generar riesgos de desabastecimiento y/o afectar la seguridad y calidad habituales del sistema eléctrico.

Algunos de los principales socios de AGUEERA son 3M Argentina, Acindar, Air Liquide, Aluar, AySA, Bunge Argentina, Chevron, Loma Negra, Mercedes Benz Argentina, Minera Alumbrera, Pan American Energy, Papel Prensa, Petrobras Argen-tina, Petroken, Praxair Argentina, Profertil, Scania Argentina, Shell, Siderca, Sinopec Argen-tina, Unilever e YPF, entre otras compañías. 

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