Por Pablo Tomino - LA NACION
La lupa que los fiscales ubican sobre las organizaciones ilegales que controlan la venta callejera parece encontrar un denominador común: la connivencia policial.
Distintas líneas de investigación que sigue la Justicia sobre la proliferación de depósitos clandestinos conducen a funcionarios policiales, porque desatienden los controles o porque directamente están implicados con las redes de manteros.
Así pudo conocer LA NACION sobre los últimos allanamientos realizados en depósitos de Caballito, donde también están bajo sospecha, por varios delitos, policías federales. Lo curioso: las calles Acoyte y Rivadavia hoy están controladas por policías para evitar que los manteros regresen. Cumplen la función que deben cumplir. El traspaso de la Federal de la Nación a la Ciudad permitió a los funcionarios porteños ir a fondo con esta política: liberar el espacio público de la venta ambulante.
Este cambio de política de Estado puso a la policía no sólo en la obligación de controlar la usurpación de la calles, sino también de impedirla. Hace poco menos de dos meses, nadie respondía por la venta ilegal. La responsabilidad deambulaba entre los funcionarios, la policía y los fiscales. Hoy, están obligados a responder los funcionarios, la policía y los fiscales.
Los operativos de verano habrán marcado una diferencia siempre y cuando se mantengan en el tiempo. En 2014, en Once se abandonaron y las calles hoy están pobladas de manteros. La promesa, por ejemplo, en Caballito es que las calles seguirán custodiadas. Irá mermando el número de agentes, pero habrá incluso vigilancia de civil. Planean repetir el modelo de Florida, donde los manteros nunca regresaron.
El pequeño gran problema es la solución de fondo: adónde irán a parar los desplazados. Probablemente, a otro lugar de la ciudad. Y mientras no haya sitios debidamente asignados para la venta ambulante recalarán en esquinas comerciales de distintos barrios todavía permeables a ilegalidad.
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viernes, 26 de febrero de 2016
Cuando todas las pistas conducen a la connivencia policial
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