Por Nora Bär, Fabiola Czubaj - LA NACION
Barañao, que sigue en la cartera de Ciencia, deberá continuar con su política de desarrollo de obras y de formación de profesionales; en Salud, Lemus tendrá que volver confiables las estadísticas del sector; la opinión de los especialistas.
Ciencia: lo primero: mantener el ritmo y la calidad de la investigación, y acercarla a la sociedad
Por ser el único ministro que sigue en su cargo, Lino Barañao corre con ventaja a la hora de ponerse a trabajar en la nueva gestión. De larga actuación como investigador del Conicet y docente de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, y con experiencia en la función pública como presidente de la Agencia de Promoción Científica y Tecnológica, que distribuye los fondos para la ciencia local, este doctor en Química que fue uno de los creadores de los primeros bovinos clonados del país (un proyecto que unió a la universidad pública y la empresa privada) organizó el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva desde cero y atrajo a la función pública a personal altamente calificado. Durante los últimos ocho años, planificó y siguió de cerca cada una de las iniciativas planteadas desde su cartera, lo que le otorga un conocimiento particular de los equipos de trabajo, los programas en marcha, las líneas de crédito con que se financia la actividad científica, los acuerdos internacionales y las ideas estratégicas que orientan el trabajo diario. De alguna forma, el ministerio es su obra, su criatura.
Barañao puede ufanarse de haber construido casi 200.000 m2 de obras (entre las que se cuenta el Polo Científico y Tecnológico de las ex Bodegas Giol); de haber aumentado un 55% el cuerpo de investigadores y un 50% el de becarios del Conicet; de haber repatriado a más de 1225 científicos; de haber firmado 160 acuerdos intergubernamentales e interinstitucionales con 70 países; de haber creado siete centros binacionales; de haber lanzado programas de reequipamiento; de contribuir a la federalización del Conicet, y del aumento de publicaciones en revistas de alto impacto durante su gestión.
Pero, por supuesto, resta mucho por hacer. El primero y el más crucial de los desafíos es mantener el ritmo, continuando con el plan de obras y la formación de recursos humanos, la compra de equipamiento científico, e integrando el sistema científico tecnológico con otras áreas de la vida nacional, particularmente con las pymes que no pueden financiar planes de investigación y desarrollo para ser competitivas. La meta de Barañao, según sus propias declaraciones, es promover una ciencia "orientada al uso". Si podrá o no hacerlo en el nuevo contexto político es, por ahora, una pregunta abierta.
1.Rearmar la cúpula de la cartera
La decisión de Barañao de continuar al frente del ministerio con un gobierno de signo contrario fue recibida con reacciones variadas, tanto entre los científicos como dentro de la propia cartera. Aunque no existen precisiones, pudo saberse que la mayoría de los secretarios y dos de los cuatro subsecretarios del anterior ministerio no lo acompañarían en su nueva gestión. Tampoco seguirá al frente del Conicet el doctor Roberto Salvarezza, un nombramiento de 2012 que llevó su firma. En su renuncia, Salvarezza afirma que no cree "que sea posible llevar políticas de Estado desde la esfera de un ministerio solamente". Este escenario lo obligará a rearmarse e identificar cuadros técnicos con capacidad de gestión para llenar los puestos vacantes.
2. Aumentar la inversión en el área
En los primeros ocho años del ministerio, si bien hubo un considerable aumento en inversión en el área, el país quedó lejos del mínimo recomendado por la Unesco, el 1% del PBI. El presidente Mauricio Macri prometió duplicar y hasta triplicar esa cifra. Aunque Barañao se muestra renuente a reclamar mayores fondos sin precisar antes en qué se invertirán y más bien a favor de desarrollar grandes proyectos aprobados por el Congreso, el sistema científico debe hacer frente a la compra de insumos importados y continuar con su reequipamiento para la investigación y el programa de obras de infraestructura. Para enfrentar iniciativas cada vez más ambiciosas y actualizar el monto de los subsidios, se necesitan recursos.
3. Insumos y trámites, por la vía rápida
Diseñar mecanismos para la importación de equipos e insumos es una de las más urgentes tareas pendientes. La complicada burocracia estatal es motivo de quejas insistentes entre los investigadores. "Es nefasto", "Una pérdida de tiempo", "Imposibilita hasta los trabajos más banales", "Desalienta cualquier iniciativa", "Te puede llevar un año comprar un juego de lentes para el microscopio" son algunos de los lamentos que se escuchan cuando se les pregunta por este tema. Los científicos subrayan que el sistema es tan complicado que muchas veces dejan trabajos de lado para no tener que llenar planillas y reconocen que no se sienten cómodos haciendo trámites cuando deberían estar investigando.
4. Puentes entre la ciencia y la empresa
En este nuevo período al frente del ministerio, Barañao manifestó que pretende que el éxito de su gestión sea evaluado no sólo por el número de trabajos publicados en revistas científicas, sino también por la cantidad de puestos de trabajo generados. Esto exigirá el esfuerzo de acercar el sistema científico al aparato productivo e incluso a la gestión pública, pero sin descuidar el estímulo a la investigación básica de calidad. La formación de doctores, todavía baja en la Argentina, es crucial para mejorar el nivel académico de las universidades, promover la innovación y la competitividad en las compañías privadas y hasta para diseñar políticas y soluciones creativas surgidas de un análisis riguroso de los problemas locales.
5. Sueldos, un problema pendiente
A pesar de que a comienzos de año hubo promesas del ex ministro de Economía de que se revisarían los sueldos de investigadores, técnicos y becarios, siguen desactualizados. Hace algunas semanas, la por entonces presidenta Cristina Kirchner anunció durante el acto de inauguración del nuevo Centro Cultural de la Ciencia que se otorgaba la jubilación del 85% al personal de apoyo del Conicet. Y el 24 pasado se publicó en el Boletín Oficial el decreto 2503/2015, que asigna distintos rangos de jerarquización en concepto de "Suplemento Especial Remunerativo No Bonificable" para los miembros de la carrera del investigador y del personal de apoyo. En declaraciones a Télam, Barañao afirmó que los aumentos se fijarán por paritarias.
6.Los ejes de la nueva gestión
Según fuentes del nuevo ministerio, los ejes de la gestión serán:
a) Continuidad del proceso de fortalecimiento del sistema y de su interacción con otras áreas (producción, trabajo, salud) para que la inversión en ciencia y tecnología se convierta en bienes y servicios que mejoren la calidad de vida de la población.
b) Federalización: apoyo a proyectos regionales y creación de centros interinstitucionales en las provincias.
c) Acoplamiento entre la generación de conocimiento y la generación de riqueza a través de financiamiento de consorcios público privados en proyectos estratégicos, incremento de empresas tecnológicas, desarrollo de cadenas productivas intensivas en conocimiento.
Salud: un nuevo plan federal, la cobertura universal y la atención primaria, prioridades de la gestión
Cuando el nuevo ministro de Salud ingresó a su despacho del histórico edificio de Obras y Servicios Públicos, sobre la avenida 9 de Julio, supo que tenía por delante no pocos desafíos. Con unos 22.000 millones de pesos presupuestados este año, el Ministerio de Salud de la Nación recibió a Jorge Lemus y su equipo con la necesidad de modernizar y transparentar su funcionamiento.
La salud, un asunto clave para la población que estuvo ausente en la campaña presidencial, está en terapia intensiva. Sólo las enormes desigualdades en el acceso a los servicios y la calidad de las prestaciones por el lugar de residencia o el tipo de cobertura siguen siendo una deuda pendiente.
En un traspaso de gestión "ordenado", como coincidieron ambas partes, el ministro saliente, Daniel Gollán, y Lemus se reunieron para el saludo de rigor. Del resto se están ocupando los equipos técnicos. Aún había dudas con algunos nombres de la nueva gestión. Pero la mesa chica de las decisiones volverá a reunir a gran parte de los colaboradores del ex ministro de Salud porteño.
Según informaron a la nacion desde el equipo ministerial, se trabaja contra reloj en los lineamientos de un plan federal de salud, que incluya "el diálogo, el consenso y las alianzas estratégicas para las políticas de Estado".
La gestión en los próximos cuatro años estaría orientada a reforzar y ampliar el nivel de atención primaria y a reorganizar la cobertura universal, junto con "un enfoque intersectorial" de los determinantes de la salud (circunstancias en las que la población nace, vive y envejece), según anticiparon, sin más precisiones. Son esos determinantes sociales los que, para la Organización Mundial de la Salud (OMS), explican la mayor parte de las inequidades sanitarias en un país.
Los ejes que trascendieron incluyen también la calidad y los recursos del sistema en general, es decir, de todos los subsectores (público, privado y seguridad social).
Pero ¿qué desafíos esperan a la nueva gestión? la nacion identificó las deudas pendientes y consultó a especialistas reconocidos por su trabajo en distintas áreas con impronta social. Éstas son, al menos, seis de los temas que reclaman atención.
1. Cifras confiables y registro unificado
Las estadísticas son clave no sólo para conocer el estado de situación de la salud de la población, sino también para diseñar políticas, difundir información, asignar recursos y reforzar deficiencias. Falsear o manipular esas cifras no hace más que ocultar los problemas en el corto plazo. El federalismo no debe seguir siendo excusa para el retraso en la notificación de enfermedades y la actualización de la información epidemiológica. Fortalecer su registro online con criterios unificados en todas las provincias, agilizar los canales de transmisión y contar con una sala de situación nacional con la mejor tecnología disponible mejorará la respuesta sanitaria y facilitará la comunicación con la población.
2. Cobertura universal, más allá del relato
Encuestas del Ministerio de Salud revelan que las personas pobres y aquellas sin cobertura hacen menos controles y consultas preventivas. Según Adolfo Rubinstein, director general del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria, para que la cobertura universal abandone la teoría es necesario crear un Programa de Seguro Público Sanitario Federal, que integre a otros como el Nacer-Sumar y Redes, "para avanzar hacia un seguro público sanitario federal", y un Programa Nacional de Salud Familiar para fortalecer la atención primaria "como base del sistema". Transparentar la política de cobertura de fármacos y tratamientos a través del Programa Médico Obligatorio exige crear una Agencia de Evaluación de Tecnologías.
3. Cuidar a los más débiles: los chicos
Con la desnutrición, la mortalidad infantil es una prioridad. "Es necesario definir qué chicos se mueren, ya que no se trata de desgracias igualitarias: los más vulnerables están desproporcionadamente representados entre los que mueren. Luego, tenemos que entender mejor las enfermedades y las fallas de los procesos de salud pública que cuestan vidas", opina Fernando Polack, director de la Fundación Infant y profesor del Departamento de Pediatría de la Universidad de Vanderbilt. Un tercio de las muertes infantiles ocurre en las primeras 24 horas. "En muchas áreas del país, la mitad de los lactantes mueren en sus casas y no en centros sanitarios." Por esto, políticas como la de vacunación deberían "cuidarse y expandirse".
4. Recuperar la equidad y la eficiencia
Sostenibilidad, racionalidad y legitimidad son hoy tres grandes déficits del sistema de salud argentino para Federico Tobar, consultor internacional en salud y asesor de las Naciones Unidas. Residen y derivan de los costos de salud cada vez más altos, la desorganización y la falta de coordinación entre los subsectores, y el desentendimiento progresivo del Estado nacional con la salud de la población. El Grupo PAIS (Pacto por la Inclusión en Salud) propone un Seguro Nacional de Enfermedades Catastróficas, un fondo de equidad "para un financiamiento justo de la salud en las provincias" y seguros provinciales "con un piso de cobertura similar al de las obras sociales y prepagas". Coincide en crear la Agencia de Evaluación de Tecnologías.
5. Prevenir siempre es mejor que curar
La carga de los efectos del tabaquismo y las enfermedades cardiovasculares para los sistemas de salud demuestra la importancia de las políticas de prevención, sobre todo cuando las enfermedades no transmisibles están entre las principales causas de discapacidad y muerte. La información y el acceso a la cobertura son fundamentales para evitar o modificar conductas de riesgo o hábitos nocivos, sobre todo si existen intervenciones basadas en la evidencia de probada efectividad. Campañas públicas esporádicas y un modelo de atención en el que el tiempo de consulta alcanza sólo para hablar de síntomas y recetar, dejan de lado oportunidades valiosas para prevenir y reducir los factores de riesgo.
6.Investigar (más) en salud pública
Una enorme deuda pendiente en salud pública es la investigación. Rubinstein, que también dirige la Maestría en Efectividad Clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, considera indispensable desarrollar desde la cartera sanitaria un programa integral de fortalecimiento de la investigación para mejorar la salud pública. "Apenas el 6% de los fondos de toda la investigación biomédica que hoy se hace en nuestro país está dedicado a la investigación clínica y en salud pública", precisa. Sus resultados también favorecen la toma de decisión basada en evidencia, la asignación de recursos y el diseño de políticas sanitarias que beneficien a la población.
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