1) El país está dominado por una asociación ilícita de perversos, ladrones, mentirosos y resentidos (materia prima del comunismo).
2) Los habitantes del país aceptan ese dominio porque se han convertido en una tropa de esclavos que ha renunciado a su libertad y a todo derecho verdadero y defendible en Justicia.
3) Los que tienen algo, se conforman con gozar todo lo que les sea posible con un egoísmo deliberado y miope, sabiendo que no tienen el futuro asegurado.
4) Los que tienen poco o casi nada, gozan también a su manera, aprovechan para arrebatar todo lo que pueden a los que tienen algo y se venden al gobierno por el precio de los subsidios que éste paga.
5) Los delincuentes comunes, que son cada vez más numerosos, están satisfechos porque pueden robar todo lo que quieran, no les importa matar para eso y saben que las probabilidades de ser atrapados son cada vez menores. Son temidos por los que tienen algo y son envidiados por los que viven en la miseria, siempre listos a aprender el oficio delictivo.
6) El caos social consiste en la destrucción paulatina de las condiciones elementales del orden civil y es la antesala de la disolución del país. Ese caos social está siendo fomentado por el gobierno por acción e inacción, anulando las fuerzas de seguridad y destruyendo las FFAA. Los agitadores tienen total libertad para cortar calles y rutas, declarar huelgas salvajes que hacen la vida cada vez más difícil a los que viven de su trabajo y van creando desocupación al hacer imposible el funcionamiento organizado de las empresas que, entonces, cierran..
7) La religión católica, fuente de nuestra cultura y sustento de nuestra civilización, está siendo substituida por la herejía modernista, difundida por la mayor parte del clero y desde los más altos sitiales. Esa herejía fomenta la liberación sexual, la rebeldía juvenil, tergiversa todo el vocabulario religioso y destruye toda idea de lo sobrenatural. Carente de reglas y olvidada la verdadera fe, crece el salvajismo individual y social.
8) El amor, exaltado como único valor supremo, es un concepto equívoco. No quiere decir nada y permite todo, si no se define cual es el objeto de ese amor ni cuales son los medios lícitos de lograrlo. El fornicario ama el placer que le causa su circunstancial pareja, el ladrón ama el dinero del prójimo, el político ama el poder a cualquier precio, etc. etc. etc.
9) Poco a poco se ha ido transformando el pueblo, moral y psicológicamente, en todas sus clases. Esto no es algo que sucede espontáneamente sino que es producido por un centro de poder cuyo objetivo es hacer que la anormalidad en que sobrevivimos se torne irreversible. Creo que ya lo han conseguido porque no hay reacción alguna contra este proceso nefasto.
10) Una de las señales de esa irreversibilidad es que ni siquiera tenemos un lenguaje común. Estoy seguro de que si alguien ha tenido la paciencia de leer este texto hasta aquí, si bien sabe lo que las palabras quieren decir según el diccionario, no ha entendido todo su significado o, por lo menos, no ha entendido lo mismo que yo intento decir.
11) Todos saben que todos los miembros del gobierno roban, y roban mucho todo el tiempo, pero no les importa porque creen que a ellos no les roban sino a otros y han olvidado la condena moral del robo.
12) Las denuncias de corrupción de los supuestos "opositores" son pura propaganda de farsantes que lucran con ellas sin intención alguna de actuar para terminarla. Saben que esas denuncias contribuyen a aumentar el cinismo con que el público las recibe.
13) La "gente buena" (todavía hay) sabe que para ser político exitoso hay que ser mentiroso, ladrón, falluto, izquierdista, enemigo del bien común, capaz de cometer o de aceptar la peor injusticia y, eventualmente, ser asesino. No cree posible una "Política de Ideales" ni que existan dirigentes potenciales con inteligencia, honradez y coraje como para derribar todo ese tinglado. Y como intentarlo es peligroso porque implica enfrentarse con la "maffia" de los políticos exitosos y ¡de la prensa!, se abstiene y se ilusiona con dejar todo como está sin que le "toquen" su pequeña vida.
14) La supuesta libertad de comunicarse por Internet ya no existe. Los idiotas que acumulan noticias dudosas e intrascendentes y hasta opinan sin fundamento intelectual alguno, han convertido el Internet en un pantano intransitable dentro del cual se pierden y se hunden las buenas ideas.
15) Quienes reconocen que las cosas son como las definen estas sentencias, pero no les gusta que se lo digan, acusan al autor de pesimista y de que no propone soluciones. A los que hacen esta objeción de infradotados les contesto que estas sentencias no tienen por fin movilizar a los inmuebles sino de marcar a fuego las frentes de esta generación apóstata y cobarde, y que no hay propuesta porque ninguna conseguirá curarlos de su idiotez congénita.
