Por Martín Dinatale - Infobae.com
Los isleños registraron 13 casos hasta ahora pero hay mucha preocupación por la parálisis de la pesca, el turismo y la venta de lana. Problemas de aprovisionamiento por la falta de puentes aéreos
Con 13 casos de coronavirus confirmados hasta ahora y una estricta cuarentena impuesta para los próximos 12 meses, la economía de las islas Malvinas se encuentra en severa crisis desatada por la cancelación de los vuelos, la falta de ingresos por el turismo y una fuerte caída en la producción pesquera y de la lana, dos de las principales fuentes de sustento de los isleños.
Si bien la mayor parte de los infectados de COVID-19 en las islas Malvinas provienen de la base militar británica apostada en Mount Pleasant, la administración isleña decretó un aislamiento muy estricto que alcanzan a los derechos constitucionales impuestos y hay mucho temor en la población por un contagio masivo de infectados en un lugar de no más de 2.500 habitantes.
En las calles de Malvinas prácticamente no circula nadie estos días. Y hay mucho temor por una expansión del COVID-19 ya que la ayuda sanitaria que llega de Londres se da cada dos semanas. Muchas personas que trabajan en Puerto Argentino tuvieron contacto con la base militar de Mount Pleasant donde está el mayor foco de contagios.
La crisis del coronavirus se vio reflejada en las últimas tres semanas en una profunda parálisis en la economía isleña. Y la dura frase de Lisa Watson, editora del diario local el Pengüin News, que dijo “déjennos en paz en nuestro pequeño y frío rincón”, no hizo más que cristalizar la situación de aislamiento pleno que tienen hoy los isleños y que dificulta mucho más los problemas de la economía de las islas. Esto es: el rechazo a cualquier ayuda de la Argentina pero al mismo tiempo la imposibilidad de contar con un nexo con el resto de los países del continente.
Por lo pronto, las islas Malvinas quedaron totalmente aisladas desde los primeros días de abril en su puente aéreo que había a Chile y a Brasil. La compañía LATAM confirmó ayer a Infobae que el servicio aéreo de Mount Pleasant-Punta Arenas-Santiago seguirá cortado sin fecha certera de reanudación. Lo mismo ocurre con el vuelo de San Pablo-Córdoba-Mount Pleasant que seguirá suspendido hasta nuevo aviso.
Con este panorama, los isleños sólo cuentan ahora con un vuelo al Reino Unido para abastecerse y tomar contacto con algún lugar del mundo. El mantenimiento de este puente aéreo es crucial ya que de allí proviene toda la ayuda sanitaria para enfrentar la pandemia y llevar las muestras de hisopados a Londres para evaluar los nuevos contagios.
“El material de testeo y de protección para combatir el coronavirus junto al restablecimiento pleno del puente aéreo bisemanal con el Reino Unido, son los puntos prioritarios para las Falklands (Malvinas)”, explicó la legisladora de las islas, Teslyn Barkman.
A este problema de una reducción drástica de las comunicaciones aéreas se le añade hoy en Malvinas una fuerte caída en la industria pesquera. La Gerente de Consolidated Fisheries, Janet Robertson, comentó hace unos días que la empresa está evaluando continuamente la situación y “manteniendo contacto con nuestros distintos compradores para tener una idea del pulso del mercado en respuesta a la actual pandemia”.
Es que la caída en la venta de pescado a restaurantes y hoteles de Estados Unidos, Europa, Asia y el Reino Unido está totalmente parado. “No tenemos forma de saber cuál será el estado de la economía global, a medida que el mundo emerge de la crisis, por tanto sobre esta base estamos preparados para un escenario de precios bastante deprimidos por un buen tiempo”, añadió Robertson.
Por su parte el director de la compañía Fortuna, Stuart Wallace admitió al Pengüin News que la situación operativa y de comercialización de la pesca en las islas Malvinas es preocupante.
“Al momento todo eso está cerrado. Muchas más personas están preparando sus comidas en casa, y por tanto esa parte del mercado se ha incrementado, pero no creemos que alcance a compensar el segmento de mercado perdido. Pero, repito, un mes es mucho tiempo en estos días y circunstancias, y habrá cambios en ese discurrir”, destacó Wallace.
La mayoría de los negocios en las islas hoy se encuentran cerrados y los hoteles vacíos (infobae)
Según la reciente investigación “Pensar Malvinas desde la universidad” elaborada por Susana Pereyra, Ricardo A Frias y Alberto Martínez del Pezzo a la que tuvo acceso Infobae y que fue realizada bajo el auspicio del gobierno de Tierra del Fuego y la Secretaría de Malvinas de la Cancillería que dirige Daniel Filmus, el 93% de las exportaciones de las islas Malvinas están acaparadas por la industria pesquera. El 77% de la pesca va a parar al mercado de España, el 11% a Sudáfrica, un 8% a Estados Unidos, el 2% al Reino Unido y el otro 2% a Asia. Pero hoy todos estos mercados no compran absolutamente nada.
El otro ingreso económico de las exportaciones de los isleños que es la lana ovina también se encuentra en decadencia en medio de la pandemia del COVID-19.
El gobierno de las Islas Malvinas anunció la semana pasada un programa de ayuda para los productores laneros en vista de las consecuencias generadas por la pandemia. Así, se autorizó al Departamento de Recursos Naturales a desarrollar un programa de compra de lana sin vender de la zafra actual, operación de una única vez, y a valores vigentes el 20 de marzo. Sucede que la comercialización de lanas se cerró en su gran mayoría y los precios se encuentran entre un 40% y 50% por debajo de un año atrás. Según datos del Departamento de Recursos Naturales de las islas en la actualidad el 71% de la lana permanece sin vender, es decir unos 5.800 fardos de lana.
El informe de Argentina sobre las Malvinas reveló al mismo tiempo que en 2016 se había apreciado una la evolución de las ovejas sacrificadas en función a la última década analizada. Pero a partir del año pasado y hasta ahora el negocio de la lana fue decreciendo y la pandemia del COVID-19 no hizo más que acelerar esa caída exponencial.
El Consejo Ejecutivo de las islas decidió dar un subsidio a los productores de lana con el programa de adquisición de la fibra que permanece sin poder vender. De todos modos, la proyección de este subsidio es incierta.
El ex legislador de Malvinas, Mike Summers, expresó que hay ayuda de Gran Bretaña para asistencia sanitaria pero no para la economía (AFP)
La industria pesquera no es la única que recibe ayuda estatal. El gobierno isleño ya anunció un paquete de medidas en apoyo a empresas, empleados del sector privado y hogares a medida que se van ajustando a los efectos económicos de la pandemia. “Hemos recibido ayuda del Reino Unido pero sólo para material sanitario, equipos médicos o control de hisopados por el COVID-19 pero no recibimos ayuda financiera para nuestra economía”, explicó a Infobae el ex legislador isleño y activo en la diplomacia de Malvinas, Mike Summers.
A la vez, este isleño explicó que otra de las industrias que genera mucha incertidumbre en Malvinas es la del turismo. “Es cierto que estabamos al final de la temporada, por lo que ha habido poco efecto sobre los ingresos. Pero hay una gran incertidumbre por lo que pueda ocurrir en el futuro”,dijo.
En rigor, el ingreso por el turismo constituye otro de los pilares en las islas. Según el relevamiento de la economía de las islas el ingreso por el turismo creció sustancialmente en los últimos tres años. Pero con el parate mundial por la pandemia del COVID-19 ya no llegan más cruceros a las Malvinas. Además, muchas empresas de cruceros han quebrado y es muy probable que ese negocio se vea afectado en los próximos años dejando a las islas con otro frente de tormenta.
“Es probable que la temporada turística 2019/20 se recuerde como la que cayó del acantilado en marzo”, dijo recientemente el director ejecutivo de la Junta de Turismo de las Islas Malvinas, Steph Middleton. Esta caída se vio reflejada en la postal de hoteles vacíos, negocios cerrados y empresas de turismo en plena parálisis.
El aprovisionamiento de los isleños en materia de alimentos frescos y otros productos se transformó también en otro problema para la alicaída economía local.
El reciente informe Pensar Malvinas desde la Universidad destaca que “la economía de las islas sufre estaciones de escasez por retrasos en los desembarcos de mercadería (principalmente en alimentos frescos y no perecederos) o por alguna alteración en la cadena de suministros que se soluciona rápidamente, pero a veces con demoras por la distancia entre los proveedores de las mercaderías y el destino final (sobre todo en el sector de construcción y rodados)”.
Sin dudas, la pandemia del COVID-19 está pegando fuerte a una economía como la de Malvinas que ni siquiera acepta recibir ayuda de la Argentina. El secretario de Malvinas de la Cancillería lamentó que los isleños se nieguen a recibir ayuda o venir a tratarse a la Argentina.
“Cuando el gobierno argentino se enteró de las dificultades que tenían los isleños por el puente aéreo a Londres y otros lugares o con el aprovisionamiento de alimentos nos comunicamos con el embajador británico Mark Kent para ofrecer ayuda pero nunca hubo una respuesta oficial. Y nos enteramos que previeron un apoyo desde el Reino Unido aunque de todas maneras la Argentina autorizó vuelos humanitarios al continente”, expresó Filmus a Infobae al evaluar la situación actual en que se encuentran los isleños ante la pandemia.
Filmus añadió otro problema en puerta para las Malvinas. “No cabe dudas de que la salida del Reino Unido de la Unión Europea marcará profundamente que el lugar natural de relacionamiento de las Malvinas es con América latina a partir de que el Reino Unido abra la posibilidad de discutir la soberanía en los términos que marca Naciones Unidas”. Pero para ese debate falta mucho. Mientras tanto la pandemia y sus efectos en la economía son el tema de mayor preocupación hoy en las islas.