La magnitud de este fenómeno y la amplitud de la brecha resultan increíbles y causan asombro.
Se da en distintos tipos de sectores, desde el petrolero hasta el de consumo masivo. Pero, quizás, el exponente más fidedigno es el tecnológico.
En un mundo en el que los nuevos avances ya son de tipo exponencial, se da el caso de, por ejemplo, tres compañías que poseen semejante caudal operativo, de negocios y de flujo de fondos que son -en términos financieros- como pequeños "grandes" territorios.
Una
de ellas se fundó oficialmente el 1 de abril de 1976, tras haber
conseguido el aporte de u$s250.000 de un inversor privado, que le
permitió poner a punto su producto y festejar la venta de sus primeras
200 unidades.
Es el caso de Apple.
La otra
firma es el resultado de una tesis doctoral de dos inquietos estudiantes
de la Universidad de Stanford, Larry Page y Sergey Brin. Fundaron su
empresa hace apenas 15 años.
Es el caso de Google.
Unos años más viejita es otra compañía, cuya idea inicial era desarrollar y vender aplicaciones de software, por 1975.
Es el caso de Microsoft.
¿Cuánto valen entre las tres?
Arrancaron con casi nada en sus bolsillos. Fueron creciendo sin saber lo que el tiempo les depararía.
Ayudadas, claro está, por un sistema que facilita el desarrollo de este tipo de iniciativas y que está pensado para que las ideas innovadoras puedan materializarse en productos y servicios tangibles y redituables.
Apple, Google y Microsoft, ostentan un poder económico y financiero que supera a una gran mayoría de países. Las tres tienen una capitalización bursátil superior al billón de dólares (u$s620.000 millones la primera, u$s180.000 millones la segunda y u$s260.000 millones la tercera).
Solamente el "cash" del que disponen las dos primeras resulta superior al dinero con el que cuenta el fondo de la Unión Europea en su conjunto, para poder resolver su crisis de deuda.
Un dato que muestra, a las claras, la velocidad de crecimiento de estos "países tecnológicos" lo da el hecho que, en apenas cuatro años, su valor de mercado se triplicó.
¿Qué lugar ocuparían en conjunto, según su cotización, en el ranking de economías mundiales? El puesto 15°, estando a la par de Australia, México o Corea del Sur, según datos del FMI.
Seguramente a muchos les surge el interrogante de saber qué surge del comparativo, si se toman los países de la región. Pues bien,
el valor de mercado de las tres equivale a la suma de los PBI de Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay. Y si se toma en cuenta sólo Apple, el valor de mercado de la firma de la manzanita es mayor que el PBI del 90% de la lista de naciones que elabora el Banco Mundial, incluyendo Suiza, Argentina y Arabia Saudita.
Posiblemente esto cambie con el paso del tiempo, pero no precisamente para "equilibrar los tantos" sino para agrandar las distancias.
Es que si se considera el ritmo de expansión de los últimos años se observa que desde fines de 2008 a hoy, las acciones de Apple crecieron un 620%, las de Google un 100% y las de Microsoft casi el 80 por ciento.
Su enorme poderío económico se refleja, además, en su muy holgada situación financiera:
- Tienen una deuda que es prácticamente inexistente.
- Ostentan un elevadísimo grado de liquidez.
"Disponen de tanto dinero que para ellas tomar deuda no tiene ningún sentido.
Además, las tasas que cobran los grandes bancos a este tipo de
corporaciones son prácticamente cero", señala Agustín Cramo, experto en
negocios internacionales.
Apple directamente "no debe nada", está al día. Google apenas adeuda u$s12.000 millones y Microsoft unos u$s8.000
millones, cifras insignificantes para su volumen de negocios diario. En
términos de capitalización de mercado no superan el cinco por ciento. Esto llenaría de envidia a más de un gobernante de la región. Y ni hablar de aquellos mandatarios de varias naciones europeas.
"Apple no registra pasivos, creció tanto y en tan poco tiempo que llegó a acumular efectivo por más de u$s117.000 millones", apunta Agostina Nieves, analista de Puente. "No tiene deuda emitida y, por consiguiente, no es calificada por ninguna agencia de ratings.
Es, precisamente, su excelente manejo del capital de trabajo que no la
obliga a buscar financiamiento", afirma Mauro Gini, economista de FDI
Gerenciamiento Patrimonial.
"En el caso de Microsoft, sus bonos al 2021 rinden apenas 2%,
mientras que los del Tesoro norteamericano -tomados como referencia- se
ubican en el 1,75%. Estas cifras hablan por sí solas", agrega la
experta de Puente. En el caso de Google sus títulos están rindiendo 2,2% anual.
Estas cifras cobran dimensión si se considera, por ejemplo, las tasas que deben pagar desde compañías argentinas de primera línea y algunas provincias, para que sus bonos resulten atractivos a ojos de los inversores. En efecto, el promedio de estos últimos es de seis veces más, es decir, del orden del 12 por ciento. Por lo pronto, Google se está financiando a un 0,27% (2 años) y a un 0,7% (4 años). Así, el costo que paga por el dinero que toma es sustancialmente inferior al de Italia (4%), España (5%) o Portugal (8%) y se asemeja más al de Alemania.
"Para
sus respectivos directores financieros, la cuestión es muy sencilla: en
caso de necesitar fondos frescos, lo hacen a través de la emisión de acciones o mediante la generación de resultados", explica Gabriel Holand, CEO de HR Global. Su holgada situación financiera también se hace notar en cuanto al nivel de dinero "contante y sonante" con el que cuentan. En tal sentido, la empresa de Steve Jobs informó que cerró su segundo trimestre fiscal con una caja superior a los u$s110.000 millones.
Así, se da una suerte de círculo virtuoso. Esta liquidez, entre otras cuestiones, llevó a la compañía a aprobar el primer pago de dividendos desde los años 90, que a su vez, generó una fuerte reacción positiva en la cotización del papel.
Según la propuesta aprobada, esta firma distribuirá hasta $45.000 millones en los próximos tres años. El primer pago ya se efectuó en julio (u$s2,65 por acción)
y continuará abonándolo en forma regular trimestral. Un dato no menor es que, luego de ese plazo, Apple todavía seguirá contando con más de $50.000 millones en sus arcas, esto sin considerar el nuevo flujo de cajas que irá generando. "Hemos usado parte de nuestro efectivo para realizar grandes inversiones", señaló el presidente ejecutivo de la firma, Tim Cook, al tiempo que agregó: "Se verán más de esas cosas a futuro". "A raíz de esa enorme liquidez estas empresas van integrando a otras y crecen no sólo verticalmente, sino también en forma horizontal", sostiene el analista Claudio Zuchovicki.
Un reciente análisis de la consultora Asymco asegura que "el dinero líquido con el que cuenta la empresa fundada por Steve Jobs es tal que puede mantener sus operaciones hasta 2018 aunque sus ingresos se frenaran por completo". Es por ello que muchos analistas creen que, pese a los niveles actuales, su valor está subvaluado en la bolsa.
En lo que respecta al manejo de efectivo la firma de la manzanita no está sola, pues Google opera con una caja del orden de los u$s41.000 millones, y Microsoft dispone de otros u$s62.000 millones.
En buen romance, el dinero "cash" con el que cuenta cada una -y que todo indica que irá en aumento- equivale a los "muchos años de trabajo" que necesitó el Banco Central de la República Argentina para juntar una cifra similar, aunque una gran parte de sus reservas no es líquida y tiene su contrapartida en deudas.
La opinión de los expertos
Según Juan Driedrichs, especialista de Capital Market, "lo primero que notamos es que el sector tecnológico está firme,
no sólo por la condición en la que se encuentran las empresas que lo
integran, sino también porque los datos de la economía norteamericana no
son malos".
"Esos resultados han hecho que los índices bursátiles se encuentren en niveles récord. Por otra parte, observamos que la tendencia de fondo es alcista, aunque no descartamos que se produzca alguna corrección en el corto plazo", agrega Driedrichs. El especialista de Capital Market completa que "uno de los puntos
clave por el cual los inversores se ven interesados por estas empresas
es la política de reparto de dividendos que están llevando a cabo".
Según Zuchovicki, "lo que demuestran estas compañías es que existe un corte con ciertos paradigmas del mercado. Porque nacieron luego de la crisis del Nasdaq en 2001, tal como es el caso de Google, que llegó a la bolsa en 2006". "Esto contradice que el valor de la empresa esté vinculado con su historia, ya que en algunos de estos casos, los inversores se basan en sus proyecciones", concluye Zuchovicki.
Cedears, una buena opción para el inversor local
El impulso que tomaron estas firmas, entre otras del sector, le dio nuevos bríos a los Cedears.
Estos son certificados de participación de empresas extranjeras que están autorizadas a operar en el mercado argentino. "Su volumen de operaciones ha ido creciendo a lo largo del año. Hace no mucho tiempo atrás eran instrumentos que recomendábamos a los inversores más especializados. En la actualidad, son los más jóvenes los que directamente preguntan cómo pueden comprar estas tres acciones desde la Argentina", finaliza Diedrichs.
Todo indica que, si deciden avanzar por este camino, mal no les va a ir. En definitiva están adquiriendo un "pedacito de país", en este caso tecnológico y sin fronteras territoriales.