Denuncian que pagan 30 % más de su valor para fundirlas y comercializar el metal
Una nueva forma de contrabando empieza a sentirse en Misiones: el de monedas. Aunque parezca insólito, vecinos de los departamentos limítrofes con Brasil denuncian un incesante tráfico de ese metal que es llevado por brasileños. Y conocen el hecho porque los extranjeros interesados en las monedas pagan por ellas por encima de su valor nominal.
Una nueva forma de contrabando empieza a sentirse en Misiones: el de monedas. Aunque parezca insólito, vecinos de los departamentos limítrofes con Brasil denuncian un incesante tráfico de ese metal que es llevado por brasileños. Y conocen el hecho porque los extranjeros interesados en las monedas pagan por ellas por encima de su valor nominal.
¿Qué hacen con las monedas contrabandeadas? Sólo hay especulaciones por ahora. Falta cambio
Las poblaciones sufren por la falta de monedas. Cada día cuesta más conseguirlas, por lo que los comerciantes se ven en apuros al momento de dar cambio en una venta. Generalmente, las reemplazan por caramelos o aspirinas, pero no todos los clientes lo aceptan.
Las poblaciones sufren por la falta de monedas. Cada día cuesta más conseguirlas, por lo que los comerciantes se ven en apuros al momento de dar cambio en una venta. Generalmente, las reemplazan por caramelos o aspirinas, pero no todos los clientes lo aceptan.
En Panambí, localidad distante 120 kilómetros al Este de Posadas, a la vera del río Uruguay frente a Veracruz, en el estado de Río Grande del Sur, Julio Silva, a cargo de la cantina de un pintoresco camping llamado Puerto Sánchez, sobre el mismo río torrentoso y de aguas muy claras, contó que los brasileños "rastrillan" los alrededores llegando a ciudades importantes de la zona centro como Oberá y Leandro Alem en busca de los tan preciados centavos argentinos.
"Por 100 pesos en monedas te dan 130, es buen negocio. Los grandes y los chicos andan juntando para hacer alguna diferencia en época de tanta crisis", comentó Silva. Contó también que hay talleres de fundición del otro lado del río, donde se extrae el níquel y demás metales que contiene la moneda nacional.
"Alguna ventaja sacan, con seguridad", reflexionó.
Por su parte, Alfredo Dos Reis, propietario de dos lanchas que hacen el servicio de pasajeros al unir ambas orillas, se queja por la pérdida de clientes debido a que "mucha gente cruza en botes no matriculados a cualquier hora, aprovechando la falta de controles". LA NACION se comunicó con el prefecto principal Dardo Gonzalo, jefe de operaciones de la Prefectura Naval de la Zona Alto Uruguay, cuyas oficinas están situadas en Paso de los Libres, Corrientes, quien afirmó que aún no contaba con información sobre el supuesto contrabando de monedas.
Fuente: Por César Sanchez Bonifato - Diario La Nación