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martes, 20 de agosto de 2013

Leche larga vida para China

http://www.sudesteagropecuario.com.ar/wp-content/uploads/2013/03/Sancor-Leche-Maternizada-para-China.jpg(La Nación.com) - SanCor suscribió un nuevo acuerdo con China para enviar leche larga vida (UAT), que se suma al que ya tenía la empresa para exportar leches infantiles. "Es un acuerdo también plurianual que incluye el envío de leche larga vida en envases de 250 centímetros cúbicos y de un litro, con tapa a rosca", precisó el presidente de la empresa, Oscar Carreras. 

La leche que la empresa va a embarcar a China será elaborada en la planta que la cooperativa tiene en la ciudad bonaerense de Chivilcoy y que a mediados del mes próximo sumará una nueva línea de producción.

jueves, 18 de julio de 2013

El mundo y la Argentina...

Por Héctor A. Huergo - Diario Clarín

Dos noticias conmovieron al mundo de los agronegocios. La primera fue la venta de la productora de cerdos Smithfield Foods a una distribuidora de alimentos china. La segunda se concretó en Brasil: JBS adquirió la operación avícola de Marfrig.
Dos noticias de extraordinaria envergadura conmovieron al mundo de los agronegocios. La primera, la venta de Smithfield Foods, la mayor empresa dedicada a la producción de cerdos en los Estados Unidos, a Suanghui International Holdings Ltd, la mayor distribuidora de alimentos de la provincia china de Henan. La segunda se concretó en Brasil: allí, JBS adquirió la operación avícola de su competidora, Marfrig.

Las dos operaciones tienen un común denominador: involucran a las proteínas animales, en sus dos rubros más dinámicos, aves y cerdos. En el caso de Smithfield Food, los chinos pagaron 38 dólares por acción, 7.000 millones de dólares. Es la mayor compra de una compañía estadounidense por parte de una china, sin discriminar rubros. Histórico.

Por su parte, JBS pagó por Seara la friolera de 2.750 millones de dólares. Lo interesante es que estos fondos son aportados por el equivalente a nuestra Anses, en lo que implica un claro apoyo del Estado brasileño a la producción y exportación de alimentos.

La cuestión es que entre ambas operaciones, esta semana se transaron compañías de pollos y cerdos por 10.000 millones.

Durante la crisis financiera internacional del 2008, Goldman Sachs, uno de los grandes bancos de inversión de los EE.UU., anunció que iba a invertir de 200 a 300 millones de dólares en la compra de una docena de granjas de cerdos de China. Apenas cinco años después, son los chinos los que adquieren compañías de cerdos de los Estados Unidos.

La mayor empresa gastronómica a nivel mundial es la china Yum, cuyo negocio se basa en dos franquicias emblemáticas del “fast food”: Kentucky Fried Chicken y Pizza Hut. Abre un local cada 19 horas en alguna ciudad de la República Popular China, cuya población atraviesa una incontenible transición dietética.

La avidez por el pollo y el cerdo han convertido al gigante asiático en una aspiradora de insumos para la elaboración de alimentos balanceados. Hace apenas quince años China era exportadora de soja, la leguminosa de origen asiático. Hoy, siguen produciendo 15 millones de toneladas, pero importan cuatro veces esa cifra. Ahora empiezan a importar también maíz. Ya navegan con rumbo a los puertos chinos los primeros cargos del cereal forrajero, cuyo ingreso fue destrabado hace pocos días después de una larga negociación.

Estados Unidos y Brasil pusieron hace tiempo la mira en este mercado gigantesco. El pollo y el cerdo no son más que maíz y soja con valor agregado.

La Argentina, que tiene el mismo potencial, viene mucho más atrás. Hasta ahora, se especializó en proveer los insumos para que más de cien países desarrollen su propia producción de proteínas animales. Una especialización muy plausible, porque se edificó sobre la base de la competitividad tecnológica desde el campo hasta las fábricas en los puertos, potenciados por el dragado y balizamiento de la hidrovía del Paraná.Sin embargo, esta competitividad tecnológica se diluye cuando prevalecen las chicanas o las restricciones que impone el modelo.

Ahora las complicaciones fiscales están generando un atraso creciente en la devolución del IVA, lo que encarece la prefinanciación de exportaciones y erosiona el capital de trabajo de las procesadoras. Estas compañías tienen que pagar el 10,5% de IVA cuando compran la materia prima (soja), y cuando embarcan perciben la devolución. Pero con argucias insostenibles el gobierno escatima los reintegros, acumulando ya una deuda de 600 millones de pesos.

El contraste queda subrayado por gruesos trazos de evidencias. El mundo quiere proteínas animales. La Argentina se especializó en proveer los insumos estratégicos para producirlas. Sin plan alguno, sin medidas de apoyo concretas. Muchas veces, con el lastre de un Estado que, lejos de facilitar el camino, sólo ve al sector como una fuente inagotable de recursos fiscales. Se agota.

martes, 5 de febrero de 2013

El "plan freezer" y la razón de fondo que lleva al Gobierno a querer congelar precios en supermercados por apenas dos meses

Por Fernando Gutierrez - Guadalupe Piñeiro Michel - iProfesional.com


El anuncio llegó a los pocos días de que la propia Cristina Kirchner afirmara que "obligar, acordar, son cosas que no sirven". Quizá, a esta altura, toda la administración K lo sepa. Pero le sirve para tratar de encausar otra cuestión central, que es la que por estas horas desvela al Ejecutivo
 

Algo opacada por el protagonismo que tuvo el dólar blue, la inflación perdió algo de presencia en los medios durante el verano. Pero si se hiciera un acto de justicia, debería recuperar su bien ganado espacio, porque las estimaciones privadas apuntan a que en enero los aumentos de precios estuvieron más cerca del 3% que del 2%. Y ya son mayoría los economistas que se animan a pronosticar que el "piso" de inflación para este año será de 30%.

No obstante, más allá de estas cifras y de la censura del Fondo Monetario Internacional al país por sus cuestionadas estadísticas, los que más tienen en claro la importancia del tema son los consumidores argentinos que, semana tras semana, ven cómo los billetes con la cara de Roca cada vez llenan menos espacio del changuito.

La sorpresa fue comprobar que también el Gobierno, ese mismo que en público minimiza o directamente ignora la existencia de la inflación, está preocupado por la velocidad que están tomando los aumentos.

La prueba más evidente fue el acuerdo que firmó Guillermo Moreno con los ejecutivos de las principales cadenas de supermercados por el cual éstos se comprometieron a mantener congelados los precios durante dos meses.

El convenio fue rubricado por directivos de Coto, Carrefour, Jumbo, Disco, Libertad, Vea y Aurora, entre otros, que pertenecen a la Asociación de Supermercados Unidos (ASU). El organismo concentra el 70% de la facturación total del sector.

La entidad está conformada, además, por La Genovesa Supermercados, Supermercados Toledo, Supermercados Mas, Supermercado Zeta, Josimar S.A., La Anónima, SúperEki, Walmart Argentina, Supermercados La Economía, Híper Chascomús, Gayma, Millán (Átomo) y la cadena Libertad.

Y, por cierto, el anuncio trajo consigo varios interrogantes. Primero, si es posible cumplir con esta promesa cuando se tiene una inercia inflacionaria como la actual.
¿Serán los supermercados quienes funcionen como variable de ajuste o serán los proveedores? ¿Y qué ocurrirá con aquellos comercios que no adhirieron a este acuerdo?

Pero hay más dudas, a la luz de lo que muestran las experiencias históricas con este tipo de pactos: ¿el congelamiento de precios implicará que pueda haber escasez de algunos productos? ¿Y existe el riesgo de que el "día 61", es decir cuando haya vencido el convenio, haya un "ajuste retroactivo" que implique un gran salto inflacionario?

Como era previsible, las primeras reacciones de los analistas fueron poco entusiastas en relación con el compromiso asumido. "Si alguien cree que la Argentina tiene inflación porque 20 supermercados suben los precios, está equivocado", opina Carlos Melconian, titular de M&S Consultores.

En la misma línea, Jorge Todesca, de la consultora Finsoport, observa que el Gobierno está nervioso ante la posibilidad de que ocurra una "espiralización" de precios. Y advierte que este tipo de medidas no tienen posibilidad de éxito si no se las acompaña con una baja en el ritmo de emisión de billetes y con una moderación del gasto público.

"No es lo que estamos viendo. El acuerdo con supermercados aparece como una medida solitaria. Y eso puede funcionar en el corto plazo, por la capacidad del Gobierno para imponerle disciplina a los comerciantes, pero luego volverá todo a la normalidad y los precios volverán a subir", agrega Todesca.

También se muestra escéptico Lorenzo Sigaut (h), economista jefe de Ecolatina, quien cree que las cadenas deberán sacrificar algo de su margen de ganancia para garantizar el "congelamiento", y señala que es probable que el pacto fracase si no hay un plan que contenga el gasto en el que incurre permanentemente la administración K. "Esto es un dique de contención que, si no se frenan las causas, se verá superado más temprano que tarde", advierte el experto.

Escepticismo generalizado

Lo más curioso de todo es que la propia Cristina Kirchner, en un discurso pronunciado hace apenas una semana, había manifestado su escepticismo sobre los intentos de contener los aumentos mediante la firma de este tipo de acuerdos. "Está demostrado por el paso de la historia que obligar, acordar, esas cosas no sirven. Es el propio usuario y consumidor el que tiene que hacer valer sus derechos", había dicho la Presidenta.

Será tal vez por eso que, al hacerse el anuncio sobre el acuerdo, se incluyeron teléfonos de organismos de defensa del consumidor para que los ciudadanos pudieran ejercer personalmente la fiscalización y, eventualmente, hacer denuncias en casos de incumplimientos.

También llama la atención que los propios supermercadistas siembren un manto de duda respecto de si el acuerdo es cumplible.

Como Juan Vazco Martínez, directivo de la ASU, quien condicionó el éxito de la medida a que los fabricantes de productos no presionen para un incremento en los precios a la hora de llevar su mercadería a las cadenas. "Esto sólo se puede mantener si todos actúan en forma coherente", dijo en diálogo con iProfesional.com. Y agregó: "Trabajamos con la hipótesis de que los proveedores también congelen su precio".

En el mismo sentido se expresa su colega Fernando Aguirre, titular de la Cámara Argentina de Supermercados (CAS), la agremiación que nuclea a cadenas más pequeñas, y que todavía no ha sido convocada para el "congelamiento". "Si los precios de fábrica llegan con incrementos, se les va a complicar para mantener los precios en góndolas", afirma Aguirre.

Sobre fin de año, cuando habían comenzado las versiones en torno a un acuerdo de este tipo, este empresario se mostraba poco optimista en el sentido de que la estabilidad de precios se pudiera mantener por un período prolongado, y que siempre genera el riesgo de que se den faltantes de productos en las góndolas.

"Al principio no se observan racionamientos pero, poco a poco, se puede ir recortando la oferta en los artículos regulados. La experiencia del país demuestra que son medidas que no dan resultado", asegura Aguirre.

Y a la hora de marcar los motivos por los cuales estos convenios son difíciles de sostener, indica que "la mercadería no es el único costo; hay que ver qué pasa con los sueldos y los servicios públicos".

El tema de fondo: los acuerdos por salarios

Y allí, en la cuestión salarial, es donde parece residir uno de los temas centrales que explican esta estrategia gubernamental.

Porque si, tal como advierten los economistas, hay riesgo de que una vez finalizado el acuerdo haya un "ajuste compensatorio" que vuelva a acelerar la inflación, entonces habría que preguntarse cuál es el beneficio que obtiene el Ejecutivo. Y las paritarias, que principalmente serán negociadas en los próximos dos meses, en coincidencia con el "freezamiento" de las góndolas, aparecen entonces como una explicación más lógica.

"A lo que se apunta, seguramente, es a influir sobre las expectativas. En marzo justo empieza a jugar fuerte el tema de los acuerdos por salarios, y el Gobierno está pensando en llegar lo mejor parado posible a la hora de la negociación", indica Sigaut, de Ecolatina. "Apuntar a tener durante dos meses cero aumento en los supermercados genera cierta sensación de estabilidad y es un buen argumento negociador", agrega el analista.

Lo cierto es que este anuncio llega una semana después de la actualización en el "piso" del Impuesto a las Ganancias, y luego de declaraciones de dirigentes sindicales en el sentido de que pedirán aumentos salariales de entre 25% y 30%.

El Gobierno, que ya no puede utilizar al dólar ni a las tarifas públicas como "ancla" de la inflación, está enfocado en que los salarios se mantengan dentro de cánones moderados -léase no muy lejos de 20% de ajuste anual-, de manera de que éstos ayuden a controlar los precios.

Y este acuerdo con los supermercados aparece como una carta importante para contestar a los argumentos sindicales. "El acuerdo de precios con los supermercados es una parodia para presionarnos a nosotros con las paritarias", analiza Luis Barrionuevo, líder de la CGT Azul y Blanca, adelantando su poco entusiasmo con la iniciativa oficial.

La ineficiencia de la "guillotina"

A la hora de apostar por el éxito de este plan de congelamiento de precios, no puede dejarse de lado el hecho de que los antecedentes históricos juegan ampliamente en contra. Los más inmediatos, intentados en 2005 por la administración kirchnerista cuando la inflación empezó a ser un problema, son bien claros.

"Fue, precisamente, el fracaso de esta política, lo que llevó a que se terminaran tergiversando las cifras del Indec en 2007", recuerda Víctor Beker, docente universitario que hace tres años formó parte de la comisión que intentó, sin éxito, reformar el índice de precios al consumidor.

Antes, los controles de precios habían sido puestos en práctica muchas veces, siempre con más fracasos que resultados. "Uno que funcionó un tiempo fue durante el Plan Austral, aunque vino acompañado por otras regulaciones más estrictas, por ejemplo, en lo monetario. En la actualidad, por el contrario, se emite a una tasa del 40 por ciento", señala Todesca, de Finsoport.

Otros recuerdan antecedentes más inquietantes, como el congelamiento que se intentó a comienzos de los años '70, y que finalmente derivó en la corrección del "Rodrigazo".

Lo que queda en claro es que el éxito de estos planes no necesariamente está atado a la capacidad que tienen las autoridades para "meter miedo" a los comerciantes. De hecho, estos controles han fallado tanto en democracia como en dictaduras, como quedó probado por el frustrado control que buscó José Martínez de Hoz en 1976.

Hay que admitir que, lejos de tratarse de un problema argentino, el gusto por controlar precios -y la frustración por los magros resultados- es algo que ha estado presente en todos los países y en todas las épocas.

Y las lecciones de la historia son concluyentes: incluso aquellos regímenes, como el del Terror en la revolución francesa, terminaron sufriendo estallidos inflacionarios. Y lo notable es que contaban con el persuasivo argumento de enviar a la guillotina a quienes no respetaran los precios máximos fijados por el gobierno.

Todo un desafío para la reconocida "eficiencia" de Guillermo Moreno.

lunes, 13 de agosto de 2012

Estadísticas polémicas: Según el INDEC, una persona puede comer con $ 6 por día


Por Ismael Bermúdez (ibermudez@clarin.com) - Diario Clarín
El organismo estatal dice que la canasta básica para una familia tipo cuesta $ 688,37 mensuales o 23 pesos diarios. Así, por integrante son casi $ 6 al día para desayunar, almorzar, merendar y cenar.

Seguramente en la mayoría de las casas administran mal el dinero y no saben hacer bien las compras. Porque, según el INDEC, una familia tipo (un matrimonio con 2 hijos menores) puede alimentarse con las 4 comidas diarias y satisfacer los requerimientos proteicos y calóricos con apenas $ 688,37 mensuales o $ 23 por día. Por persona, son casi $ 6 diarios para desayunar almorzar, merendar y cenar y concluir el día con un cafecito.

Esos alimentos incluyen pan, galletitas, carne, pollo, leche, café, te, quesos, huevos, dulces, hortalizas, frutas, verduras y bebidas en las cantidades suficientes para satisfacer, según explica el INDEC, los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos imprescindibles según el sexo y la edad de las personas y de los integrantes de la familia. Conforman la canasta básica alimentaria (CBA) compuesta de los alimentos que respetan los hábitos de consumo de la población.

Las personas y las familias que tienen ingresos para adquirir esa canasta según los valores de la estadística oficial superan la “línea de indigencia” . Así, por ejemplo, según datos del mes pasado, una familia compuesta de un matrimonio con 2 hijos menores no es indigente si contó con ingresos de $ 688,37 o más. Y es indigente si tuvo ingresos menores a esa cifra. A partir de esa misma canasta alimentaria se obtiene la canasta básica total (CBT) que se utiliza para medir la pobreza.

El Instituto Provincial de Estadística (IPEC) de Santa Fe mide la evolución de los precios al consumidor al margen del INDEC pero no valoriza las canastas. En cambio, todos los meses publica los precios promedio de los principales alimentos que sirvieron de base para su medición de inflación, algo que en el pasado también hacía el INDEC hasta que en 2008 dejó de hacerlo.

Así si alguien se toma el trabajo de valorizar la canasta alimentaria del INDEC por los precios promedio relevados por el IPEC para la ciudad de Rosario, a junio, arroja que la CBA es casi un 85% más cara: da $ 1.260 mensuales .  Para el IPEC santafesino, por ejemplo, en promedio, el kilo de pan flauta de 6 piezas estaba en junio en $ 6,11 y el kilo del pollo entero en $ 10,83, valores semejantes a los que pagan los consumidores porteños o del Gran Buenos Aires. En el caso del INDEC, se desconoce el listado de precios porque, por considerarlo superfluo o innecesario, la intervención política de Guillermo Moreno dejó de difundirlo desde comienzos de 2008.

Un resultado muy similar se obtiene si el valor de la canasta del INDEC de diciembre de 2006 (un mes antes de la intervención al área de Precios) se actualiza por la variación de los precios de los alimentos de las Provincias que miden la inflación en forma independiente del Instituto Nacional.

Mucho más caro resulta comprar esos mismos alimentos en el sur argentino . Para la Dirección de Estadística de Chubut (que mide los precios en forma autónoma en Trelew-Rawson), a junio pasado, la canasta básica de una familia tipo era de $ 1.933,90 o $ 64,46 diarios . Una vez que se conozca el dato de julio seguramente superará los $ 2.000 mensuales. En diciembre de 2006, esa misma canasta estaba en $ 551,40. Entonces, esos alimentos básicos en Chubut eran un 33% más caros que los registrados por el INDEC–razonable por los mayores precios en el sur. Ahora, esa brecha saltó al 183% .

Para la Dirección de Estadísticas y Censos de Tierra del Fuego, en junio en Ushuaia esa canasta sumaba $ 2.110,87 y en Río Grande $ 2.226,22.

Lo que pasó es que, por la subvaluación o manipulación estadística de los precios , durante esos 5 años y medio, para el INDEC el valor de la canasta básica aumentó un 65%. En el mismo lapso, para las mediciones alternativas la suba fue más del 200 por ciento .

Las demás Direcciones o Institutos Provinciales no llevan este tipo de mediciones y algunas de las que si lo hacían – como los gobiernos oficialistas de Entre Ríos y Chaco y que arrojaban cifras más elevadas que las del INDEC- por decisión propia o “presiones políticas” dejaron de hacerlo .

Con valores tan divergentes sobre la evolución de los precios, se desprenden conclusiones más que dispares respecto de los niveles de inflación y de indigencia y la pobreza que se miden a partir del valor que se asigne a la Canasta Básica Alimentaria. Y eso explica por qué con los números del INDEC casi no hay indigentes y hay pocos pobres . La última estadística oficial de la segunda mitad de 2011 asegura que solo el 1,7% de la población es indigente y los pobres apenas el 6,5%. Las mediciones alternativas triplican esas cifras . Mientras continúe la manipulación estadística, la información oficial será cada vez más absurda.

Lamentable, pobre país...

domingo, 8 de julio de 2012

Un grupo chino negocia una alianza con Molinos Cañuelas

Por Martín Bidegaray - Diario Clarín (mbidegaray@clarin.com)
El proyecto apunta a la producción de soja y podría sumar lácteos en el futuro.
Molinos Cañuelas, la fabricante de alimentos que es dueña de marcas como los bizcochos 9 de Oro o las harinas Pureza está cerca de llegar a un acuerdo con una empresa china para un desarrollo conjunto de soja, que luego podría extenderse a lácteos. Chongqing Grain Group es la firma de la municipalidad del mismo nombre que explora una asociación con la empresa de la familia Navilli.

Las conversaciones serían para un emprendimiento en partes iguales y que comprendería la producción de soja en 10.000 hectáreas ubicadas en la provincia de Córdoba, con el objetivo de producir 30.000 toneladas anuales de aceite de soja, cuyo objetivo sería que se exporte a China, el mayor comprador de ese producto argentino. La cotización de la tonelada de soja está en un momento pico, cerca de los US$ 600, su mejor valor en cuatro años.

Una segunda etapa del proyecto compartido entre Molinos Cañuelas y los chinos incluiría la producción de lácteos. Los chinos ya hicieron una parte de su tarea. “La empresa registró una filial en la Argentina con un capital de 10 millones de dólares”, informa Chongqing Grain Group en su sitio web. “La primera fase de la inversión podría alcanzar los US$ 99,89 millones”, detallaron.

Aunque hay otras 18 ciudades chinas que son más grandes, Chongqing capturó la atención internacional durante los últimos tres meses como ninguna otra capital provincial de ese país. Es que la muerte de un empresario inglés reveló un complejo entramado de corrupción en el que estaban envueltas las máximas autoridades del gobernante Partido Comunista de esa ciudad, lo que derivó en una purga.

Molinos Cañuelas es de Aldo Navilli, un empresario de bajísimo perfil. Factura más de $ 2.000 millones y tiene seis plantas. Más de la mitad de su negocio está en exportaciones. En el mercado interno, su producto más conocido son las galletitas 9 de Oro. Además, cuenta con harinas –Pureza y Cañuelas– y aceites –Cañuelas, Comodín, Múltiple e Il Giorno–. Ambas categorías enfrentaron varios momentos de escasez y restricciones entre 2008 y 2011. La empresa también posee pastas, rebozadores y premezclas.

La familia Navilli tiene varias instalaciones agropecuarias en distintas provincias. Y le gusta la moda: en 2004, se quedó con la marca de indumentaria Vitamina en un remate judicial. Tras sumar varios locales en locales y expandirla a otros países, Navilli dio el siguiente paso con la compra de Uma.

martes, 12 de junio de 2012

El primer ministro chino y una visita clave para el país


Por Jorge Castro - Diario Clarín
El primer ministro chino Wen Jiabao viene a la Argentina del 23 al 26 de junio. Es la primera visita al país de la segunda figura del sistema político chino, después del presidente, y secretario general del Partido Comunista, Hu Jintao. También es el primer viaje de Wen Jiabao a América del Sur, en ocasión de la conferencia ecológica mundial que tendrá lugar en Río de Janeiro (Río+20).

El contenido político de la gira del número 2 de la República Popular puede formularse en los siguientes términos: en los últimos cuatro años, ha surgido una nueva estructura del poder mundial , en la que los países emergentes cumplen un papel fundamental.

En la visión china, los cuatro países emergentes decisivos son, además de la República Popular, India, Brasil y Rusia; y ahora, el gobierno de Beijing, por iniciativa de Wen Jiabao, acaba de convocar a Sudáfrica a integrarse a este núcleo central. El objetivo de China es transformar a este grupo (BRIC ampliado) en un esfuerzo concertado de política exterior, basado en una común visión estratégica de alcance global , sobre todo en lo que se refiere a la relación con EE.UU., el otro polo del poder mundial.

En esta concepción, Brasil no es sólo el mayor país emergente de América del Sur, sino un actor global, identificado como el principal aliado estratégico de la República Popular en el plano mundial, fuera de Asia.
Para China, hay un segundo grupo de países emergentes relevantes en relación a la nueva estructura del poder mundial, que son los 13 que integran el Grupo de los 20 (G-20). Allí está la Argentina, considerada uno de los tres principales países emergentes de América Latina (México, Brasil, la Argentina).

En la percepción china, la Argentina tiene una especificidad estratégica fundamental, que le otorga un papel propio y relevante en el nuevo contexto global. China considera que la Argentina tiene un potencial agroalimentario capaz de alimentar a 500 (quizás 600) millones de personas; y la seguridad alimentaria (asegurar la alimentación de sus 1.300 millones de habitantes) es el primero de sus intereses vitales, por encima de la salvaguardia de su régimen político.

La República Popular tiene la menor proporción entre tierra fértil y población del mundo (7%/22%); y enfrenta un problema de sequía crónica (carencia de agua), agudizada por la industrialización/urbanización, que torna insustentable la producción agrícola en el mediano plazo, tendencia que se acentúa en los próximos diez años, y adquiere la forma de una crisis o emergencia nacional. La influencia de China en América del Sur se ha dado en los últimos diez años a través de dos vertientes: en forma indirecta, mediante el aumento del precio de los commodities en el mercado mundial, y directamente, como resultado del crecimiento excepcional del comercio internacional entre Sudamérica y la región asiática.

Ahora comienza una tercera etapa, cuyo eje es el aumento de las inversiones chinas en América del Sur, como parte de un salto hacia el exterior de las empresas privadas y públicas de la República Popular, que llegaría a US$ 500.000 millones por año en 2020. La clave de la inversión china en la Argentina es el programa de modernización del ferrocarril Belgrano Cargas de US$ 2.500 millones, cuyo financiamiento corresponde en un 85% a la República Popular, y 15% a la Argentina.

El programa está paralizado debido a las dificultades de la Argentina para hacer su aporte en la financiación, como consecuencia de la crisis económica, financiera y monetaria que la afecta al país desde octubre del año pasado. China advierte que la crítica situación de la Argentina no modifica su condición de gran productora agrícola, esencial para la seguridad alimentaria de la República Popular.

Además, el ferrocarril Belgrano Cargas es una inversión en infraestructura directamente vinculada a la producción agroalimentaria y al comercio con China, a través de los puertos chilenos sobre el Pacífico; y tiene, por lo tanto, un carácter hondamente estratégico, que vincula los dos polos de la seguridad alimentaria china y la potencialidad argentina como productora mundial de alimentos.

Es probable, por eso, que el premier Wen Jiabao le proponga a la mandataria argentina, Cristina Kirchner, una fórmula para cubrir el bache de 15% en el financiamiento del Belgrano Cargas, sobre la premisa de que las decisiones estratégicas tienen un carácter esencialmente político, y sólo accesoriamente financiero o bancario. La visita de Wen Jiabao puede ser un punto de inflexión en la relación entre los dos países.

domingo, 20 de mayo de 2012

El camino de la soberanía alimentaria


Por Carmelo Ruiz Marrero
“La soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos a alimentos nutritivos y culturalmente adecuados, accesibles, producidos de forma sostenible y ecológica, y su derecho a decidir su propio sistema alimentario y productivo. Esto pone a aquellos que producen, distribuyen y consumen alimentos en el corazón de los sistemas y políticas alimentarias por encima de las exigencias de los mercados y de las empresas. Defiende los intereses de, e incluye a, las futuras generaciones. Nos ofrece una estrategia para resistir y desmantelar el comercio libre y corporativo y el régimen alimentario actual, y para encauzar los sistemas alimentarios, agrícolas, pastoriles y de pesca para que pasen a estar gestionados por los productores y productoras locales”. (Tomado de la Declaración de Nyéléni, 2007).

El concepto de soberanía alimentaria surgió en la década de los 90 del seno de la Vía Campesina, un movimiento internacional de campesinos y campesinas, pequeños y medianos productores, mujeres rurales, indígenas, gente sin tierra, jóvenes rurales y trabajadores agrícolas. Fundado en 1993, lo componen organizaciones de 56 países de Asia, África, Europa y el hemisferio americano.

Era una década en que las izquierdas estaban en repliegue; el capitalismo celebraba con aires de triunfalismo los albores de la posguerra fría; el neoliberalismo campeaba por su respeto, imponiéndose como discurso único; y parecía que todos los gobiernos del mundo estaban empeñados en hacer trizas el pacto social y reorganizar sus economías mediante privatizaciones a mansalva, tratados de libre comercio como el Nafta y la creación de la Organización Mundial del Comercio.

Las agriculturas nacionales y economías rurales estaban siendo devastadas no sólo por políticas de libre comercio que favorecían el agronegocio transnacional, y por nefastos planes de ajuste estructural impuestos por las llamadas instituciones de Bretton Woods (Banco Mundial, FMI, etc.), sino que también se asomaba la amenaza de megaempresas agroquímicas ahora transformadas en gigantes corporativos de las llamadas “ciencias de la vida”, bonito nombre para el negocio de la biotecnología agrícola.

La introducción de cultivos transgénicos –también llamados genéticamente alterados o genéticamente modificados o por su acrónimo en español y francés, OGM– sin ninguna evaluación de impacto ambiental o debate público traía consigo preocupaciones sobre sus posibles impactos sobre la salud humana y sobre la privatización de la vida mediante patentes sobre semillas. Con la espectacular concentración del negocio de la semilla en las manos de un pequeño puñado de transnacionales de biotecnología, surgía el espectro del control corporativo sobre la semilla –y por lo tanto sobre toda la agricultura y alimentación humana– y la criminalización de la práctica agrícola milenaria de intercambiar y compartir semilla entre agricultores.


En esos años la pequeña agricultura familiar había sido sentenciada al silencio y al olvido por los gobiernos y los foros internacionales. Hasta amplios sectores intelectuales, progresistas y ambientalistas parecían haber decretado, mediante su silencio, que esa agricultura era algo del pasado, indigna de ser mencionada en sus muy serios debates y meditaciones sobre los grandes problemas que enfrentaba el mundo. Pero los hombres y mujeres que forjaron el concepto de soberanía alimentaria no aceptaron la sentencia y se dispusieron a demostrar, mediante su práctica agrícola consecuente y activismo político a nivel local e internacional, que la pequeña producción agrícola familiar, arraigada en fuentes de sabiduría antigua, respetuosa del ambiente y orientada a las necesidades y mercados locales, no solamente es viable, sino indispensable para afrontar la crisis ambiental global y construir un frente efectivo en contra del neoliberalismo, la desregulación de los mercados y el control de las transnacionales.

La propuesta de soberanía alimentaria no surge de una pequeña cofradía de intelectuales que conversaron en una torre de marfil ni se formuló “a lo loco” en el calor de un momento de apasionamiento. Fue resultado de uno de los procesos de pensamiento colectivo más democráticos, inclusivos y sosegados en historia reciente. Ejemplo de esto fue la actividad que llevó a cabo la Vía Campesina en una aldea africana en 2007.

En febrero de ese año, más de 500 representantes de más de 80 países de organizaciones de campesinos y agricultores familiares, pescadores artesanales, pueblos indígenas, gente sin tierras, trabajadores rurales, emigrantes, pastores, comunidades forestales, mujeres, juventud, consumidores y movimientos ambientalistas y urbanos se reunieron en la aldea de Sélingué, Mali, para participar en el Foro Mundial por la Soberanía Alimentaria. Tras varios días de foros, diálogos y deliberaciones, redactaron la Declaración de Nyéléni.

Dice la declaración:
“La soberanía alimentaria da prioridad a las economías locales y a los mercados locales y nacionales, y otorga el poder a los campesinos y a la agricultura familiar, la pesca artesanal y el pastoreo tradicional, y coloca la producción alimentaria, la distribución y el consumo sobre la base de la sostenibilidad medioambiental, social y económica. La soberanía alimentaria promueve el comercio transparente, que garantiza ingresos dignos para todos los pueblos y los derechos de los consumidores para controlar su propia alimentación y nutrición. Garantiza que los derechos de acceso y a la gestión de nuestra tierra, de nuestros territorios, nuestras aguas, nuestras semillas, nuestro ganado y la biodiversidad, estén en manos de aquellos que producimos los alimentos. La soberanía alimentaria supone nuevas relaciones sociales libres de opresión y desigualdades entre los hombres y mujeres, pueblos, grupos raciales, clases sociales y generaciones.”

Es gracias al activismo y presión de las organizaciones afiliadas a Vía Campesina que la soberanía alimentaria se debate en los niveles más altos de los gobiernos de Ecuador, Bolivia, Venezuela y Nepal –y también desempeñaron un papel decisivo en la exitosa lucha en contra del establecimiento del Área de Libre Comercio de las Américas. Ha estado, además, a la vanguardia mundial de la oposición a la introducción de transgénicos, en especial las semillas suicidas, conocidas como Terminator, y ayudó a desbancar y deslegitimar el programa de reforma agraria de libre mercado que proponía el Banco Mundial. Y ante desafíos globales como la crisis alimentaria y el cambio climático, la Vía Campesina ha proporcionado análisis acertados y propuestas innovadoras.

La soberanía alimentaria no es sueño ni propuesta utópica. Es real y se está poniendo en práctica ya.

Fuente: http://www.alainet.org/active/54896

martes, 17 de abril de 2012

Producirán trufas en el centro oeste bonaerense

En cinco años, la primera cosecha
Durante este mes y el próximo se plantarán en Espartillar, en el partido de Adolfo Alsina (centro oeste bonaerense), más de 10.000 árboles para que en unos cinco años se puedan obtener de sus raíces las primeras trufas. La explotación se desarrollará en unas 50 hectáreas pertenecientes a la firma Trufas del Nuevo Mundo, y es considerada, según la empresa, como el primer emprendimiento de trufas negras de Perigord en América del Sur en gran escala.

Se trata de un hongo comestible premiun, de prestigio y reconocimiento en la gastronomía internacional y en el mercado el kilogramo se paga entre 1500 y 2500 dólares, con picos de hasta 3000 dólares.

En la actualidad la empresa ofrece cuotas partes de un fideicomiso (ya vendió el 20 por ciento) para que pequeños y medianos inversores, incluso chefs o gastronómicos, ingresen en el negocio trufero argentino pudiendo comercializar su parte en el mercado nacional o internacional o usar los hongos para emprendimientos gastronómicos.

Según informó le empresa, Trufas del Nuevo Mundo "es el primer emprendimiento que cosechará trufas negras de Perigord en el país". Durante este mes y el próximo se implantarán más de 10.000 robles y avellanos en Espartillar, provincia de Buenos Aires.

Estos árboles serán generadores de las primeras trufas de un desarrollo a gran escala en el mercado sudamericano. Los hongos crecen en las raíces estableciendo una simbiosis llamada micorriza y se recolectan con la ayuda de perros adiestrados. En Europa la trufa se recolecta desde tiempos inmemoriales en bosques de robles. Ahora hay nuevos mercados, como en Oceanía, si bien la producción es mínima.

Se estima que el rendimiento del cultivo puede ser de cuatro a seis kilos por hectárea después del quinto año de producción hasta llegar a los 60 kilos por hectárea al décimo año, pudiéndose lograr una producción rentable en un mismo sitio por más de 40 o 50 años.

El fideicomiso para la producción de trufas, está aún en etapa de inversión. Cualquier persona puede formar parte e incorporarse al mercado trufero argentino con una inversión que arranca desde los 14.500 dólares, según informaron en la empresa. Para más información, www.trufasdelnuevomundo.com.ar o por el teléfono 5219-4559.

viernes, 13 de abril de 2012

Los chinos ahora quieren hacer pie en campos bonaerenses

Por Matías Longoni - Diario Clarín (mlongoni@clarin.com)
Es un proyecto similar al polémico acuerdo firmado con Río Negro en 2011.
Luego de impulsar un proyecto, por ahora paralizado, para regar 300.000 hectáreas en Río Negro y asegurarse por treinta años los alimentos que allí se produzcan, China quiere desembarcar en la provincia de Buenos Aires . Gustavo Arrieta, ministro de Asuntos Agrarios de Daniel Scioli, acaba de cerrar un acuerdo para irrigar, en principio, 10.000 hectáreas en los partidos sureños de Villarino y Patagones.

Arrieta, quien en los últimos días recorrió esa zona largamente afectada por la sequía y la desertificación, se reunió con representantes oficiales de la provincia china de Fujián y acordó llevar adelante esta experiencia piloto. Los detalles del acuerdo serán definidos en los próximos diez días. Pero voceros oficiales adelantaron a Clarín que la idea es muy semejante a la que se planteó en Río Negro: los chinos pondrán el dinero necesario para llevar riego a algunos campos –que continuarían en manos de sus propietarios (eludiendo la flamante Ley contra la extranjerización de la tierra)–, y recuperarán la inversión teniendo prioridad para la adquisición de los cereales allí producidos durante un extenso periodo de tiempo.

“El Estado provincial básicamente actúa como articulador”, señalaron cerca de Arrieta, quien mantuvo negociaciones con el secretario general de la Cámara de Autoservicios y Supermercados Chinos (Casrech), Oscar Zheng Ji Cong, quien actúa como nexo con el estado chino. “Fujián está convencida de que Argentina es una gran posibilidad para la producción global de alimentos”, señaló Zheng. Esa provincia costera, situada frente a la isla de Taiwán, ocupa 120.000 kilómetros cuadrados y tiene 30 millones de habitantes.

En los próximos días, según se definió, habrá reuniones con los intendentes de Patagones y de Villarino, quienes seleccionarán los campos que participarán de esta experiencia piloto. En el primer caso, el agua para riego se tomará del caudaloso Río Negro. En el segundo, del Río Colorado.

“Verdaderamente es un desafío que vale la pena enfrentar, focalizando en primer lugar en el sudoeste de la Provincia”, expresó Arrieta, poco preocupado por el debate sobre el acaparamiento de tierras agrícolas por parte de las potencias asiáticas que se está produciendo en todo el mundo.

sábado, 17 de marzo de 2012

Brasileño convirtió yerba mate en cerveza

Por Guillermo Garat - Infobae.com
Elaborada a base de malta, lúpulo y levadura, tiene un sabor más amargo y más cuerpo que la tradicional. La presentó en Alemania

La yerba mate sudamericana se ha convertido, de la mano del brasileño Fabricio Martins do Canto, en cerveza en Berlín, donde también se puede degustar desde cola mate a té helado de mate, pasando por un refresco sobre la base exclusiva de esa yerba. Miembro del nuevo Partido Pirata alemán, Martins do Canto señaló a EFE que fue precisamente en un debate político interno de su formación, entre mates y cervezas, cuando se le ocurrió mezclar ambas bebidas.

Así nació Mier, una cerveza cocinada con mate que, por estos días, ocupa crecientes espacios en los medios de comunicación germanos, desde que este invierno comenzara su producción en una fábrica especializada de la capital alemana. La bebida no puede calificarse comercialmente como cerveza debido a la estricta Ley de la Pureza de la Cerveza de Alemania, pero es fabricada también con una base de malta, lúpulo, agua y levadura, huele y se ve como una cerveza, su sabor es un poco más amargo y su cuerpo, más fuerte.

En la preparación se incorpora el resultado de la infusión de hojas de yerba mate (Ilex Paraguariensis) cultivadas por familias con descendencia alemana en el sur de Brasil.

Mier se comercializa en el bar Meta Mate, un pequeño lugar donde además se puede conseguir yerba industrial argentina, selecciones de yerba mate de las plantaciones brasileñas elaboradas por Martins do Canto y también mates o calabazas de cerámica, ya que las autoridades alemanas no dejan usar el típico cuenco vegetal del sur por los hongos que genera.

Martins do Canto viaja periódicamente a Brasil a supervisar el proceso artesanal de cosecha, secado y molienda de las hojas. En conversación con EFE, se mostró orgulloso del proceso: "Recogemos las hojas de árboles de cincuenta y hasta ochenta años, las hojas de los monocultivos son pequeñas, las nuestras son mucho más grandes y eso le da un gusto especial a la bebida".

La transparencia es uno de los valores de Mier y Meta Mate, ya que "todas las finanzas están en Internet, las pueden ver todos". "El conocimiento tiene que compartirse, es la idea de los bienes comunes creativos, como el software, pero también para productos de consumo", explica el político pirata, que además está desarrollando refrescos a base de yerba mate. "En Berlín hay una moda, un interés en tomar mate, y es una cuestión política también tomar mate. Es una bebida que cuando uno bebe, el otro habla y se lo escucha", asegura a EFE Martins do Canto.

El interés alemán por la yerba mate no es nuevo. En 1924 Georg Latteier no conseguía los beneficios que esperaba de su pequeña fábrica de cerveza y comenzó a elaborar una bebida basada en la infusión sin alcohol que vendía a pequeña escala en Baviera.

El tiempo pasó y aquella compañía fue cambiando de manos hasta que en 1994 mudó su nombre por Club Mate, una bebida con el sabor amargo del mate unido al azúcar, de color nácar acaramelado, comercializada en botellas de medio litro en casi todos los quioscos de varias ciudades alemanas. Esta empresa también ha desarrollado té frío y una bebida cola de yerba mate que han tenido un gran éxito de comercialización en la capital alemana.

Estos refrescos, como el mate, son estimulantes y se suman a la oferta de brebajes que habitualmente se mezclan con alcohol.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Alimentos: los consumidores pagan 700% más que el valor percibido por productores

Por iProfesional.com
Confederaciones Rurales Argentinas presentó un informe donde analizó la estructura de precios de productos como la manzana, la pera, el durazno, el trigo y la carne porcina
Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) criticó la política de control de precios propuesta por el gobierno de Cristina Fernández y objetó la efectividad del nuevo esquema oficial para la comercialización de trigo.

"Mucho de lo que dice el Gobierno sobre el sector rural no es real. En el 2003 y 2004 existió una intervención en el mercado de la carne, y luego se extendió a la agricultura, la leche y las economías regionales, lo que llevó a un desfasaje entre lo que percibe el productor y lo que paga el consumidor", indicó el presidente de CRA, Rubén Ferrero.

Según Ferrero, los productores "no son formadores" de precios en el segmento minorista y "tampoco culpables de la inflación" que afecta a la economía argentina, que "la presidenta no alude en sus discursos".

El dirigente ruralista formuló estos conceptos en el marco de la presentación de un informe donde se analizó parte de la estructura de precios de productos como la manzana, la pera, el durazno, el trigo y la carne porcina, donde el consumidor paga al menos un 700 por ciento más del valor percibido por el productor.

En el caso del trigo, el prosecretario de CRA, Matías de Velazco, aseguró que los productores son altamente dependientes de los molinos harineros, que "pagan como quieren y cuando quieren" y consideró que la resuelta privada a la política oficial "se verá en la superficie de siembra" de la próxima campaña.

Tras mencionar "la rotura existente en la cadena de pago y el encarecimiento de los fletes e insumos", Velazco sostuvo que el "malestar del productor" podría repercutir sobre la futura superficie de siembra y abrir la posibilidad de optar por cultivos como la cebada cervecera o la colza, que son "riesgosos".

Por ello, el prosecretario de la entidad rural explicó que la liberación de 3,6 millones de toneladas de trigo y el nuevo esquema comercial para el cereal "no" logra cambiar la ecuación para el sector, que recibe en mano entre "500 y 600 pesos por tonelada cosechada".

Según el relevamiento realizado por técnicos de CRA, el productor recibe un valor de $1,5 por cada kilo de manzana que sale de su establecimiento y que el consumidor paga en las góndolas un precio de $15, es decir 900% más.

De igual forma ocurre con otros productos tales como la pera y el durazno, que exhiben valores similares, y también en el trigo para pan, donde el productor recibe un precio de $0,67 por cada kilo del cereal que al transformarse en pan se abona en las panaderías a razón de $10, cifra que reviste un aumento del 1.400 por ciento.

Mario Leiva, productor frutícola del Valle de Uco en Mendoza, indicó que "hay productos, como la manzana y la pera, que reciben el mismo precio desde hace cinco años, es decir $1,5 por kilo puesto en fábrica, y además se debe pagar la suba del flete y otros insumos, es decir que se trabaja a pérdida".

viernes, 9 de marzo de 2012

El “ocaso” del bife argentino: la carne y cómo ese “viejo” orgullo nacional pasó del esplendor a su peor momento

Por Mariano Jaimovich-Fernando Gutiérrez - iProfesional.com
Históricamente, hablar de Argentina era referirse al “país de la carne”. Políticas desacertadas hicieron que hoy el consumo se ubique en su mínimo histórico, aun por debajo del de la crisis de 2001. El lado “B” del modelo K que se vanagloria del boom de ventas de autos y LCD
Desde el Gobierno, en cada discurso, echan mano a todo tipo de estadísticas para mostrar lo bien que le ha ido al país a lo largo de la gestión K, tanto en lo que hace a crecimiento, baja del desempleo y nivel de inversiones.

Aquellos que comulgan con el oficialismo validan, una a una, todas estas afirmaciones. Quienes se paran en la vereda de enfrente encuentran argumentos suficientes para minimizarlas, señalando que, en realidad, el repunte ha sido producto de un simple rebote tras el desplome de 2001.

Más allá de las banderas políticas, de lo bueno y de lo malo, de los aciertos y desaciertos, hay un dato de la realidad que escapa a todo tipo de posturas ideológicas.

Y es el asombroso ocaso que evidencia el consumo de carne por parte de los argentinos. De lo difícil que resulta para la clase media mantener el "asadito del domingo" en esas grandes reuniones familiares.

Hasta resulta difícil separar la palabra "Argentina" de la palabra "carne", habida cuenta del histórico vínculo que siempre existió entre ambas y de cómo el país fuera reconocido a nivel mundial por la calidad de este producto. Su consumo no entendía de clase sociales. Hasta formaba parte de la "postal cotidiana" pasar por una obra en construcción y ver cómo sus trabajadores -parrilla improvisada- disfrutaban del convite. Hoy, eso ya no sucede con tanta frecuencia.

Estadísticas que parecen de otro país

Las frías estadísticas reflejan el "ocaso" de la carne en "el país de la carne".
En la actualidad, el consumo se ubica en sus mínimos históricos, a contramano de un país que se vanagloria de haber crecido a tasas chinas. Durante los mismos años todos los actores que conforman esta actividad se han ido deteriorando.

Unos 120 frigoríficos que cerraron sus puertas, en apenas dos años, dan cuenta de ello. También muchos otros que fueron pasando a manos extranjeras.

En las ventas al mundo esta dura realidad también se ve reflejada. El "bife argentino" fue perdiendo espacio en las góndolas. A punto tal que hoy Paraguay y Uruguay exportan más que la Argentina (este último con la mitad de cabezas de ganado en sus tierras).

Paradojas del modelo "K", que muestra un nivel de consumo que ha caído, incluso, por debajo del de la crisis de 2001, a la vez que se han batido récords de venta de autos, LCD, celulares y hasta de paquetes turísticos para veranear en el Caribe.

Los defensores del sector -que hasta hablan con un dejo de nostalgia- no hacen más que repetir que cuando la ganadería estuvo en un buen momento, al país le fue bien. Y que siempre la carne argentina ha sido orgullo nacional y producto de admiración en el resto del mundo.

Esta correlación parece haber quedado muy atrás en el tiempo. Los actuales 55 kilos que, en promedio, consume cada argentino quedaron "muy flacos" si se los compara con los 75 kilos de principios de la década pasada. Y más lejos de los 90 kilos de finales de los ´80.

Incluso, el fenómeno actual es más llamativo si se tiene en cuenta que en el 2002, en el peor momento económico del país en las últimas décadas -con una desocupación alarmante del 22%- se consumía más, unos 60 kilos por habitante.

Cómo explicarlo

Los analistas consultados afirman que la caída en la ingesta no puede atribuirse a una situación de altos precios internacionales, ni a una crisis ocasionada por cuestiones climáticas. Tampoco, a un cambio alimenticio de los argentinos vinculado con la salud y el cuidado del colesterol.

Todos estos factores juegan un rol secundario y hasta marginal. No así el impacto que ha ido generando la fuerte suba en los precios de varios cortes, frente al alza de otros alimentos. Y ahí es donde los expertos plantean que la carne es el símbolo perfecto para explicar las contradicciones del "modelo K".

Las políticas intervencionistas del Gobierno, en su afán por topear precios y forzar decisiones empresarias, terminaron ocasionando consecuencias opuestas a las buscadas originalmente.

El siguiente cuadro da cuenta del alza registrada en sus valores:
Parecen lejanos los tiempos de las listas de precios "oficiales" -que ocupaban páginas enteras en los principales medios de comunicación- con el detalle de cuánto tenía que costar cada corte. Pero sus consecuencias se evidencian ahora.

"Hubo largas políticas de intervención del Gobierno con las trabas a las exportaciones, intrusión en el mercado de Liniers y en toda la cadena comercial cárnica. Eso es lo que ha generado la alarmante caída del stock", señala Ernesto Ambrosetti, economista jefe de la Sociedad Rural.

Justamente, según Ambrosetti, medidas desacertadas derivaron en que "desde 2006 a la fecha se perdieran más de 10 millones de cabezas de stock de ganado, para caer de 60 a 48 millones, producto de la desinversión que causó la intervención". En esto concuerda Juan Manuel Garzón, especialista en el sector ganadero del IERAL, de la Fundación Mediterránea: "Semejante reducción generó un fuerte encarecimiento".

Años atrás, los topes en los precios al público, cierre de exportaciones -para que los frigoríficos se vieran forzados a liquidar su ganado en el mercado interno- habían servido para "acomodar las cosas" en el corto plazo. Evidentemente, esto no se dio en el largo.

Es que el mercado suele "hacer bien los deberes" ante una mayor intervención oficial. Pero luego, con el paso del tiempo, termina ajustándose a otra realidad. Tal es así que en apenas cuatro o cinco meses (entre fines de 2009 y principios de 2010) se dio un abrupto aumento del 100% en los precios. Obviamente, hizo que la demanda se desplome. Y así fueron apareciendo sustitutos, como la carne aviar.

El eje de la crisis de la carne

Un factor que empeora la situación es el hecho de que la carne, a diferencia de lo que ocurre en otros sectores, tiene tiempos muy largos para la recuperación de la inversión.

¿Por qué? Porque existen cuestiones biológicas que impiden que se acelere la producción bovina porque, cada animal, desde que es concebido, necesita 4 años, como mínimo, para luego ser comercializado. A ello se le debe sumar la gran inversión en tiempo y dinero para infraestructura, alimentos para el ganado, campos y pasturas.

Ante las dificultades con que se fueron encontrando, "los productores han ido optando por asignar su capital a la agricultura antes que a la ganadería", sostiene Henry Lubel, economista de Claves Información Competitiva. Y agrega: "Encuentran más rentable sembrar soja que las pasturas para la crianza y engorde de los animales".

Pronóstico crudo

La propuesta de los opositores al kirchnerismo era dejar que se exporte libremente -como aliciente para que los ganaderos produzcan más- y, con lo que obtengan por los altos precios internacionales, rebajen los cortes más populares en la plaza interna.

Pero el Gobierno tuvo otra lectura de la realidad. Consideró que esa iniciativa iba a causar que los valores del ganado local se siguieran disparando, ante el temor de que las cotizaciones del exterior "contagien" a las del mercado doméstico.

Sin embargo, Ambrosetti asegura: "Cuanto más novillo se produzca para la exportación se genera más carne para consumo local. Porque de una pieza entera sólo se exporta un 15% de los cortes, el resto queda en el país. Por eso las exportaciones funcionan como un incentivo para la inversión y mejora la oferta doméstica".

Actualmente, según testimonios de referentes del sector, las ventas de carne argentina al mundo están en sus "máximos niveles de intervención". Obtener los Registros de Operaciones de Exportación (ROE) "queda a gusto y piaccere de la Secretaria de Comercio", dice una fuente. "Si el Gobierno no mejora las condiciones y mantiene su política intervencionista, los productores se dedicarán a sembrar más soja aún y el stock ganadero seguirá debajo de las 50 millones de cabezas", afirma el analista Javier Gonzalez Fraga.

Por lo pronto, la crisis en el rubro ya causó el cierre de unas 120 plantas frigoríficas y el despido de más de 12.000 empleados en los dos últimos años, según datos de la Cámara de la Industria y el Comercio de la Carne de la República Argentina (CICCRA). "De mantenerse las actuales políticas vamos a la desaparición del negocio ganadero", es el contundente pronóstico de Fraga.

No es, por cierto, la primera vez en la historia argentina en que un gobierno intenta torcer el funcionamiento de la industria cárnica. La experiencia muestra que los controles estatales han terminado mayoritariamente en fracasos, con resultados siempre opuestos a los buscados. Lo cierto es que, a juzgar por lo que opinan los expertos, el sorprendentemente bajo consumo, lejos de ser una situación pasajera, parece haber llegado para quedarse.

Así, el país que siempre se imaginó a sí mismo como el "paraíso" de la carne vacuna, debe festejar su boom de consumo de autos y LCD comiendo pollo u otros sustitutos.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Tecnología brasileña permite producir harina de chontaduro

Una tecnología desarrollada por investigadores brasileños permite producir a escala comercial la harina de chontaduro, un palmito muy común en la Amazonía y en algunas regiones tropicales, y de gran riqueza nutritiva.
La harina del chontaduro (Bactris gasipaes Kunth), también conocido como pupuña o pijuayo, es una alternativa a la harina de trigo y puede ser utilizada como ingrediente para los mismos productos, pero con la diferencia de ser más rica en vitaminas y nutrientes.

La tecnología para la producción de esta harina fue transferida a la empresa Néctar Frutos de la Amazonía por el Instituto Nacional de Pesquisas de la Amazonía (INPA), informó hoy esta estatal dedicada a la investigación sobre la biodiversidad en la mayor selva tropical del mundo. El respectivo contrato de transferencia de tecnología, que le permite a la empresa privada tener una licencia sobre la patente del INPA, fue suscrito esta semana en Manaos, la mayor ciudad de la Amazonía, informó el 'Instituto.

El acuerdo permite que la patente del INPA sea convertida en un producto comercial a ser fabricado en la Amazonía y comercializado en todo Brasil. La tecnología desarrollada por Jerusa Andrade, investigadora del INPA, produce harina de chontaduro a partir de un proceso de deshidratación del fruto sin cáscara de la palma.

Según el propietario de Néctar Frutos de la Amazonía, Marcio Navegantes, el objetivo de la empresa es lanzar en un año la harina del chontaduro en el mercado regional y desarrollar otros productos derivados de la planta, como dulces y jaleas. "La harina es algo primario. Después queremos desarrollar los derivados, como la colada, la harina para tortas y los panes integrales", aseguró el empresario.

Según un estudio de investigadores brasileños, las mujeres que amamantan y se alimentan con dietas ricas en harina de chontaduro producen leche de mejor calidad para sus bebés. Las mujeres que consumen harina de chontaduro durante el período en que dan de mamar producen una leche en un 20 por ciento más rica en vitamina A que las que no consumen el alimento, según el estudio de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), una estatal vinculada al Ministerio de Salud.
"Es posible obtener excelentes resultados nutricionales con la harina de chontaduro sin intervenir drásticamente en los hábitos culturales y de alimentación y nutrición de nuestra población", aseguró Tania Maria de Carvalho Batista, responsable por la investigación de la Fiocruz. "El producto puede ser consumido con frutas o mezclado en panes y tortas, así como en platos típicos o como acompañamiento de pescado", agregó.

El contrato de transferencia de tecnología permitirá que los productos desarrollados por el INPA lleguen por primera vez al mercado y sean producidos a escala comercial tras 57 años de existencia del organismo. Hace cinco años el INPA ya le había concedido una licencia a otra empresa para desarrollar una sopa de piraña desarrollada por el Instituto, pero la muerte del propietario de la firma beneficiada interrumpió el proceso.

El Instituto prevé que hasta marzo del próximo años otros doce productos desarrollados y patentados por sus investigadores pueden ser licenciados. (Xinhua)

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Electrodomésticos más inútiles de la cocina moderna

Por Rosalba Pico Estrada

Algunos elementos de cocina prometen mucho, pero cumplen poco. Aquí, 10 que nunca habría que comprar.
Tal vez en Fravega o en Garbarino, tal vez recibiendo por mail alguna oferta de Groupon, tal vez haciendo zapping y enganchando uno de esos interminables comerciales hablados en español neutro. Seguro que cada tanto te entran ganas de comprar uno de esos productos que prometen salvarte la vida en la cocina. ¡Alto ahí! De diseño atractivo y con el respaldo de grandes marcas, la mayoría de los artefactos gastronómicos terminan resultando un fiasco, por precio y por calidad. Estos son algunos de los que más prometen y menos cumplen.

BROCHETTERA
No, no leíste mal, la brochettera es un artefacto que sirve para hacer brochettes y sí, existe. Las originales las hacía Philips y consistían en un mini-cajón eléctrico, con agujeros para los palitos, que quedaban clavados como si fueran sahumerios. Claro que nadie hace brochettes tan seguido, y si le llegás a acercarle uno de estos aparatos a tu tío durante el asado dominical, te saca a las patadas por hereje. ¿Quién compra este invento? Gente que no sabe cocinar y acumula electrodomésticos esperando un milagro. Hacé tus pinchos al horno y ahorrate los $400 que cuesta online… ¡usada!

JUGUERA CENTRIFUGA
Son las tres de la mañana, tenés insomnio y en medio del zapping te encontrás un tipo que durante 20 minutos habla en español neutro sobre las bondades del jugo natural. Fascinante: tiran un ananá entero y salen chorros de dulce néctar. Enseguida pensás en lo buena que sería una juguera para tu dieta y lo bien que desayunarías todos los días. Pero la realidad es otra: ninguna fruta pasa entera y tenés que cubetearla como para ensalada, los vasos que tenés no entran abajo del pico, necesitás cuatro zanahorias para sacar un chorrito de jugo. Además, hace un ruido infernal. Lavarla es un capítulo aparte: si no lo hacés enseguida se endurecen los restos y por mucho que friegues queda pulpa de remolacha por todos lados. La primera juguera eléctrica salió al mercado en 1930 y la inventó un tal Norman Walker, crudívoro fanático. Ahora, la más famosa es la Philip Juicer pero Moulinex, Ken Brown, Oster y Winko también tienen sus versiones. Cuesta entre 300 y 800 pesos según la potencia, y suelen comprarla quienes viven a dieta.

PASTALINDA
Como la heredaste de tu abuela te da culpa tirarla y la guardás en una caja en el fondo de un armario. Una vez por año se te ocurre preparar tallarines para la familia y te pasás la tarde amasando. Cuando la masa está lista para ser pasada por la máquina, ya hiciste el 80% del trabajo. Es entonces cuando recordás por qué pasó un año guardada: la mesada está llena de harina y en la pileta hay un engrudo imposible de lavar. Lo peor es que los tallarines de cualquier fábrica barrial son igual de ricos. Si seguís con ganas de tener una, podés comprarla a 800 pesitos. Eso sí: dura para siempre. Hace 62 años salió a la venta la primera y hay familias en las que todavía está en uso. Si preferís probar con una versión más barata, por $230 la conseguís, pero seguro que te quedás con la manija en la mano.

SANDWICHERA ELECTRICA
Todos soñamos con comer tostados de jamón y queso como los de un bar, pero en casa. Con esa ilusión canjeamos los puntos del supermercado o de una tarjeta por una sandwichera, pero la burbuja se pincha rápido. Para empezar, ningún pan lactal entra en el cuadrado. Una vez que cortaste los bordes y la prendés, te das cuenta que pronto el queso chorrea y al tomar contacto con el grill se quema. Finalmente, la terminás guardando llena de restos carbonizados porque claro, como tiene un cable, lavarla es un trabajito: hay que humedecer un repasador y frotarlo contra el aparato. Si todo esto te parece más fácil que bajar a un bar y pedirte un tostado mixto, tenela en cuenta: cuesta entre 100 y 400 pesos según la marca y el tamaño.

FREIDORA
Nadie en su sano juicio fríe tanto como para justificar este artefacto, que sería el favorito de Homero Simpson. La única ventaja que la freidora tiene sobre una olla profunda es que se puede seleccionar la temperatura del aceite, cosa muy fácil de lograr con un termómetro de cocina de veinte pesos. Es enorme y ocupa en la mesada el mismo lugar que un microondas u horno eléctrico. La primera freidora eléctrica se llamaba “set-n-forget” (algo así como “programala y olvidate”) y la inventó John Joyce, un australiano que diseñaba autos de carrera. Pesaba ¡catorce! kilos. Si sos adicto a las frituras, no te preocupes. Hoy pesa bastante menos y conseguís una marca Winko por 200 pesos.

MAQUINA PARA PICAR HIELO
No, no hablamos del arma mortal que usaba Sharon Stone en Bajos Instintos, sino de una máquina con manivela que lo único que hace (supuestamente) es picar hielo. La compran solteros que sueñan con noches de daiquiris y veranos con frapuccinos en su balcón. Pero sus fantasías se terminan en menos de lo que se tarda en pedir un trago: la máquina no pica ni siquiera los cubitos más chiquitos. Para que funcione, es necesario romperlos antes. Entonces… ¿para qué te compraste la máquina? Si todavía tenés ganas de jugar al barman, se consigue en bazares y cuesta entre $150 y $300 según el modelo. Pero hacenos caso: guardátelos y comprate una licuadora de buena calidad con cuchillas afiladas. La Becker, por ejemplo, está a $215 y excede expectativas.

TRITURADORA DE VEGETALES
Y sí, es tentador: en la publicidad meten media papa en el aparatito con resorte y en la parte de abajo aparecen cubos como para hacer seis tortillas. Pero ya nos lo decían desde chicos: “no creas en todo lo que ves en al tele”. Los trozos quedan demasiado grandes, o demasiado hechos puré, la bandejita contenedora es muy chica y el mecanismo con resorte falla después de dos usos. A menos que seas adicto a las telecompras, guardate los $40 que cuesta el más famoso, Slap Chop, y ahorralos para algo que sirva.

SET DE CUCHILLOS
Si te gusta cocinar y soñás con una cocina como las de la tele, seguramente quisiste o querés un set de cuchillos. No importa cuán profesional luzca esa barra imantada o ese taco de madera, no caigas en la tentación. Son diez, pero vas a usar, como muchísimo, tres: uno dentado para pan, uno para picar, y otro para carne y pescado. El set se consigue a partir de $130 (aunque con esos cuchillos no cortás ni plastilina), y el precio hacia arriba es infinito. Comprate una cuchilla de chef Arbolito que cuesta $240 y vale cada centavo.

MULTIPROCESADORA
La pesadilla hecha electrodoméstico. Este artefacto promete hacer prácticamente todo: licuar, cortar en cubos, cortar en rodajas, amasar, emulsionar y hasta varias funciones que parecen inventadas por el fabricante. La inventó el francés Pierre Verdun, que trabajaba en un catering, cuando vio el tiempo que perdían los cocineros picando cebolla. La idea básica era muy efectiva: un bowl con cuchillas en la base. El problema son las versiones sofisticadas, que tienen once o doce partes y encastrarlas es misión imposible: siempre hay algo que falta, que no encaja, que no sabés donde va. Para cuando la hacés arrancar, ya habrías hecho el crumble a mano. A los tres meses de tenerla, usás el mismo accesorio para todo –porque los demás se perdieron. La primera versión comercial llegó a Francia (hasta hace pocos años cuna de todas las novedades gastronómicas) en 1972. Hoy, la más famosa es la de Philips y cuesta la friolera de 730 pesos.

EXPRIMIDOR MANUAL
Un exprimidor manual de acero inoxidable y cromado le da a tu cocina un aire de sofisticación difícil de lograr con uno eléctrico, lo sabemos. Pero creenos: te vas a arrepentir. Si la naranja está muy jugosa y te pasás un pelín con la presión, la cáscara se rompe y ensuciás toda la mesada. La manija queda –parece a propósito— en el ángulo más difícil para hacer fuerza, y cuando no gira en falso es porque no gira en absoluto. Cuatrocientos pesos es un precio muy caro para un adorno abstracto de color metálico. ¿La buena noticia? Por 80 te comprás uno eléctrico y en dos minutos tenés un vaso de jugo recién exprimido.


TRES QUE CUMPLEN
Máquina de pan: con un mínimo de trabajo –tirar los ingredientes en el molde y apretar el botón de encendido—podés hacer panes de todo tipo, budines y hasta mermelada. Cuidado: dicen que es adictiva y que se debería llamar “máquina de engordar”. $1200 la Moulinex (que hace baguettes) y $500 la Atma clásica.
Mixer: sirve para licuados, sopas y salsas y si te comprás una con accesorio batidor y picador, podés hacer desde merengue hasta helados caseros. Entra en un cajón y si no tenés lugar se puede colgar de la pared. $240 Atma con accesorios y $115 Black & Decker básico.
Horno eléctrico: calienta, gratina y cuece como un horno a gas normal, pero es más chiquito. Hasta los más baratos vienen con termómetro exacto y ocupan el mismo espacio que un microondas. Perfecto para calentar tartas o pizza y para hacer tostadas. $1999 Ken Brown de 60 litros con spiedo y $400 Ultracomb de 15 litros.

Fuente: http://www.planetajoy.com/?Electrodomesticos_mas_inutiles_de_la_cocina_moderna&page=ampliada&id=3693

El ranking de la pizza de muzzarela: las 15 mejores

Al molde, a la piedra, con mucho aceite o con el aceite justo… la mejor pizza se define según el comensal y la ocasión. Acá una lista de muzzas recomendables
La influencia italiana hizo de Buenos Aires un lugar de buena pizza, algo que no pasa en tantos lugares del mundo. A lo largo y a lo ancho de la ciudad hay una grande de muzza para cada bolsillo, gusto y circunstancia.

Muzza de dorapa: LA MEZZETTA
Si tenés ganas de sentarte, reflexionar sobre la vida o pasar una cena romántica, La Mezzetta no es recomendable. Pero si querés comer de parado una de las mejores pizzas de Buenos Aires, ni lo dudes. Tacheros, empleados de la zona y habitués suelen llenar un pequeño espacio en el que no hay mesas. Si bien su fugazzetta es insuperable, la de muzzarella no se queda atrás. Y los precios, por su calidad y tamaño, no están nada mal: la porción vale $ 4,25, la grande para llevar $37 o en su versión precocida 35 pesos.
(Álvarez Thomas 1311, Villa Ortúzar/ 4554-7885)

Muzza para estómagos fuertes: PALACIO DE LA PIZZA
Lugar no apto para blanditos, en todo sentido. La pizza es muy buena, pero aceitosa, los mozos no son tipos amables, el precio es elevado ($60, la grande de muzzarella) y el lugar está bastante alejado del término rutilante. Propicio para ir tras la euforia de un recital en el Luna Park o después de un partido de fútbol de resultado favorable. No se recomienda pasar por el Palacio si estás a dieta o si sufrís del hígado.
(Av. Corrientes 751 / 4322 9762)
Muzza para turistas extranjeros: EL CUARTITO (Mi preferida en la epoca de estudiante, ojo es media masa, no a la piedra...)
“La pizza necesita tiempo. Su paladar agradecerá la espera”, reza un cartel colocado detrás del mostrador. Y por la calidad de sus elaboraciones, la demora bien vale la pena. Entrar a El Cuartito implica conocer una buena porción de la cultura argentina: el salón está atiborrado de imágenes de películas nacionales, íconos como Gardel, Maradona o Sandro, más fotos de boxeadores y futbolistas famosos. Lugar preciso para llevar turistas, eso sí, tratá de que te inviten porque la grande de muzzarella vale 58 pesitos.
(Talcahuano 957, Recoleta / 4816-1758)
Muzza de barrio: EL CEDRÓN
Si bien su ambiente ruidoso, casi siempre lleno, le da la impronta de pizzería céntrica, es el espíritu barrial lo que caracteriza a El Cedrón. Entre sus paredes plagadas de azulejos, es común ver a los comensales saludarse con el encargado, los mozos y hasta entre ellos mismos. Mataderos no sería el mismo sin El Cedrón y viceversa. Así lo certifica el busto del boxeador Justo Juárez –“el Torito de Mataderos”– quien les da la bienvenida a los que llegan ávidos de clavarse una grande de muzza ($45).
(Av. Alberdi 6101, Mataderos / 4687-0387)

Muzza futbolera: LA GUITARRITA
La Guitarrita fue fundada en 1963 por los ex futbolistas Mario Boyé y René Pontoni. Eso explica por qué el local está plagado de banderines, portadas de la revista El Gráfico, fotos de jugadores y trofeos. La pizza es a la piedra, cocida en horno de leña. Tiene más de 40 variedades, pero nos quedamos con la clásica de muzzarella ($45) porque es la que mejor combina con el deporte más popular de Argentina.
(Cuba 3300, Núñez / 4704-0756)

Muzza para recordar los años menemistas: ROMARIO
Lugar nacido en 1989, en simultáneo con el comienzo de la era de los espejitos de colores. Ya no está Pizza Hut, Domino´s, ni Romanaccio, pero para los que añoran esos años aún está Romario. Como recuerdo de la época, en algunos de sus más de diez locales, aún quedan las emblemáticas palmeras que emulan las de Miami. La grande de muzzarella vale $45 y qué mejor para acompañarla que un champagne bien frappé (Norton Extra Brut, $67). - (Arenales 2007, esquina Ayacucho, Barrio Norte y sucursales/ 4511-4444)

Muzza cuadrada: REIKI
Este local ubicado en Recoleta, es ideal para quienes gustan de las experiencias originales: en Reiki la pizza es cuadrada. El lugar es diminuto y el clima ameno. Además, vale la pena darse una vuelta por la buena atención y por su precio: la grande vale 32 pesos.
(Junín 631, Recoleta / T. 4374-9984)

Muzza blusera: LA UNIVERSAL
“En La Universal, fin de la noche. Moscato, pizza y fainá”, cantaba Memphis ya hace 30 años, aunque todavía vale la pena darse una vuelta por esta diminuta pizzería ubicada en Floresta. La masa es al molde, su tamaño contundente, al igual que la cantidad de muzzarella utilizada. El precio es bueno: la grande vale 34 pesos y por 10 más, la podés acompañar como indicaba Otero en el estribillo de su hit (el vaso de moscato está $6.50 y la fainá $3).
(Av. Rivadavia 8816, Floresta / 4672-7727)

Muzza teatral: GUERRÍN
Guerrín es sinónimo de la calle Corrientes y de la noche porteña. Ubicada a metros de zona donde se ubican la mayoría de los teatros más taquilleros de la zona, se transforma en lugar ineludible para ir a comer después de la función. La pizza ($50) es de las mejores: al molde, con una masa bien alta, espumosa y mucha muzzarella. En su local, cuyos recovecos lo hacen parecer interminable, suelen pasearse algunas personalidades públicas del espectáculo, el periodismo y la política.
(Av. Corrientes 1368, Centro / 4371-8141)

Muzza para época de vacas flacas: LA FABRICA DE PIZZAS
Conocida primero como Woody’s, también se llamó Pizza Rica y Pizza Linda, pero desde hace dos años es La Fábrica de Pizzas. No tiene mesas ni sillas, tampoco cerveza, empanadas, ni delivery. Aunque el precio es inmmejorable: la grande de muzzarella la llevas sólo por 7 pesos. La masa es finita, la salsa de componentes no muy claros, pero así y todo es rica. Más todavía cuando llega fin de mes y las cuentas no cierran.
(Av. Rivadavia 4035, Caballito y sucursales)

Muzza de domingo a la noche: LA CONTINENTAL
Pizza de muzzarella clásica ($44 la grande), cuyo sabor no te va a volver loco, pero tampoco te va a defraudar. Lo que destaca a La Continental es su regularidad y su practicidad: tiene sucursales por toda la ciudad, sale rápido, hay tanto al molde como a la piedra y tiene delivery. Un lugar totalmente resolutivo, inmejorable para esos días en los que no querés asomarte a la cocina ni de casualidad.
(Av. Callao 202, Congreso y sucursales / 4374-1444)

Muzza para llorar: EL IMPERIO
A metros de la estación de Chacarita, tiene todas las características de una típica pizzería ubicada en un punto neurálgico de la ciudad: bullicio, público variado y diversas barras colocadas de forma casi anárquicas por el espacioso local. Consecuentemente, su ritmo, por momentos se torna frenético. No dudes en ir ahogar allí tus penas con una buena de muzza ($ 4,75 la porción) y una birra. Entre la muchedumbre, nadie se va a dar cuenta si se te cae un lagrimón.
(Av. Corrientes 6899, esquina Lacroze, Chacarita / 4553-1464)

Muzza para riverplatenses compungidos: BURGIO
Pizzería tradicional de Belgrano y punto de encuentro de los hinchas Millonarios cuando su equipo juega en el Monumental. Los azulejos multicolores que adornan el local son tan difíciles de olvidar como el sabor de su pizza ($40, la grande) elaborada con leña y sauce. Un buen lugar para todos aquellos que gozan de la pizza al molde, clásica y sabrosa, y sobre todo para que los hinchas de River olviden su trágico destino.
(Av. Cabildo 2467, Belgrano/ 4784-4549)

Muzza para gente re-cool: GRAPPA
Su fachada es como la de un bodegón de antaño, con ventanales, piso damero, mesas y sillas clásicas, pero está ambientado con la impronta de Palermo Hollywood. A los comensales no les importa tanto si sus elaboraciones son las mejores, si no que ir allí tiene “onda”. Las pizzas se cocinan a la parrilla con carbón y leña. El precio es acorde a la zona: la grande de muzzarella vale 52 pesos.
(El Salvador 5802, Palermo Hollywood / 4899-2577)

Muzza para nostálgicos sin exigencias: BANCHERO (De lujo, lugar de reunión con amigos foristas)
Entrás a Banchero y enseguida percibís en el aire la historia de Buenos Aires. Entre sus recovecos, sobra tango, bohemia y esos personajes porteños de antaño. Funciona desde 1932, dato que se puede corroborar en algunas sucursales que exhiben las fotos que muestran sus inicios. Un lugar para aquellos que sostienen que todo tiempo pasado fue mejor. Sobre todo porque los precios de entonces eran otros: hoy sale $52 la grande de muzzarella.
(Suárez 396, La Boca y sucursales / 4301-1406)

Fuente: Planeta Joy

domingo, 6 de noviembre de 2011

El nuevo gusto que tiene La Salada

Por Carlos Manzoni - LA NACION Desde el próximo domingo, la principal feria informal comercializará todo tipo de carnes, frutas y verduras
En la actualidad, ya se venden choripanes en La Salada. Foto: Rodrigo Néspolo

La feria informal La Salada dejará de ser sólo sinónimo de indumentaria para convertirse en una suerte de Mercado Central, donde se podrán comprar alimentos frescos a bajo precio y sin la intervención de intermediarios que encarecen su valor. "Del campo, al consumidor", es el eslogan escogido por sus promotores, que prometen abastecer de todo tipo de carnes, verduras y frutas.
El esquema será el mismo que se emplea en la comercialización de ropa y comenzará a funcionar el próximo domingo en lo que hasta ahora era el estacionamiento de Punta Mogotes, la feria más grande de todo este complejo ubicado en el partido de Lomas de Zamora. En principio, la venta de alimentos se hará sólo ese día, pero si marcha bien, se agregará el sábado.

"Se van a vender todos los productos frescos que están en la canasta familiar", adelanta Jorge Castillo, administrador de Punta Mogotes. "Veremos si ampliamos al pan y productos envasados", agrega el comerciante, que también es productor de carne vacuna y será proveedor en su propia feria.

La idea, según cuenta, se apoya en una cooperativa de productores, en la que cada uno aportará lo suyo y luego recibirá una parte de las ganancias. "Uno aporta diez vacas; otro, cinco, y otro, 20. Después, eso va al frigorífico y, de ahí, a una cámara de una asociación de carne bovina", explica Castillo. "Se vende en la feria, se pagan los gastos y lo que queda se reparte en forma proporcional entre los que aportaron la materia prima", detalla.

Carlos Arrieta, un criador de pollos parrilleros que produce 3500 animales por mes en su granja de Carlos Paz, provincia de Buenos Aires, es uno de los que se sumará al emprendimiento. "Así como en La Salada de ropa el sistema es del fabricante al público, nosotros vamos a hacer del productor al consumidor", comenta el pollero.

El principal objetivo de esta iniciativa es sacar del negocio a la figura del intermediario, que es, según argumentan sus promotores, el que les paga menos a ellos y le encarece el precio al comprador final. ¿Cómo son esos números? Arrieta hace el cálculo enseguida: el mayorista le compra a él a $ 6 el kilo de pollo, luego lo vende al por mayor al carnicero a $ 12, mientras que la carnicería lo ofrece a entre $ 13 y 15. "Por eso queremos eliminar al intermediario, para vender el kilo de pollo a $ 9. Así ganamos nosotros y también le damos una ventaja al consumidor", dice Arrieta. Lo mismo sucederá con el resto de los productos.

La crítica a La Salada alimentaria será la misma que se hace a la de indumentaria: la mercadería evade impuestos y por eso puede ser más barata. Leandro Fernández, un productor de carne porcina que también venderá en esta feria, se defiende con el argumento de que él cumple su deber impositivo cuando compra el cerdo para luego engordar. La respuesta no es convincente, pero sí lo es el hecho de que hace años que La Salada funciona igual.

En cuanto al transporte hasta la feria, Fernández dice que en la mayoría de los casos se alquila. "Hay una cooperativa que hace la faena y los camiones que contratamos la pasan a buscar por ahí", relata. Una vez en la feria, se distribuirá entre los puestos, que en muchos casos serán atendidos por socios de los productores, y en otros, por quien pague ese espacio. Arrieta cuenta que todavía no conocen el costo de los puestos habilitados para la venta, pero afirma que le adelantaron que no serán muy altos.

"Vamos a ofrecer productos frescos de la misma forma que lo hacen los comercios. Todo más barato y dentro de la normativa de salud pública, como marcan las leyes nacionales, provinciales y municipales", destaca Castillo. En la mayor feria informal del mundo, todo está listo para que desde el próximo domingo quien se dé una vuelta por ella pueda llenar algo más que su placard.

OTRO PRECIO
15 Son los pesos a los que se vende el kilo de pollo en las carnicerías, mientras que en la feria La Salada se comercializará a 9 pesos.

lunes, 31 de octubre de 2011

Con el eje en el desarrollo rural

Por Roberto Seifert - LA NACION
América latina busca cooperación argentina, dijo Alejandro Flores Nava, representante del organismo (FAO) en Buenos Aires
Alejandro Flores Nava. Foto: Ignacio Colo

La oferta tecnológica en agroalimentos de la Argentina hacia América latina es uno de los ejes temáticos de la próxima Conferencia Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) que se realizará el año que viene por primera vez en el país.

"La Argentina es una potencia agroalimentaria. Es uno de los países que tiene muchas capacidades para ofrecer a países de la región tecnología agropecuaria", dijo Alejandro Flores Nava, quien desde mayo se instaló en la Argentina como representante de la FAO, organismo que contribuye con estrategias orientadas al combate del hambre, la pobreza y el desarrollo rural.

Flores Nava es mexicano, tiene 50 años y es ingeniero pesquero en Acuicultura del Instituto Tecnológico del Mar de Veracruz y tiene una maestría en la Universidad de Stirling, Reino Unido.
Para Flores Nava, el hecho de que el país haya sido designado sede de esta reunión bienal (la anterior se realizó en Panamá en 2010) "es un mensaje claro de la importancia que tiene la Argentina en el concierto de los países productores de alimentos". La Conferencia se realizará del 26 al 30 de marzo próximo en el Palacio San Martín.

Agregó el diplomático que en la región hay asimetrías muy fuertes: "Hay países que producen poco, su desarrollo tecnológico en el sector agropecuario es ineficiente por los escasos recursos que tiene, por ese motivo la Argentina es un país que tiene un rol protagónico en ese sentido". Flores Nava dijo que en estas Conferencias se fijan prioridades y líneas de trabajo. Al respecto dijo que figuran en la agenda proyectos que ya se habían delineado en la reunión de Panamá.

"Cada país participante determina líneas de trabajo y para este encuentro se prevé el tratamiento del desarrollo rural y alivio a la pobreza, seguridad y educación alimentaria, protección del ambiente, gestión sostenible de los recursos naturales, cambio climático, sanidad animal y vegetal, calidad e inocuidad de los alimentos, bioenergía y otras fuentes energéticas y desarrollo y fortalecimiento institucional", sostuvo el diplomático.

Pero además, Flores Nava habló de los distintos proyectos que la FAO tiene con el gobierno argentino, entre los que mencionó:
- Buenas Prácticas Agrícolas en hortalizas de hoja y tomate en Mar del Plata, Rosario y Mendoza que apuntan fundamentalmente agricultores familiares.
- Buenas Prácticas Ganaderas en la producción de porcinos, en Marcos Juárez, Córdoba.
- Lechería, en el nordeste argentino (NEA).
- Producción de pimiento para elaborar pimentón, en el noroeste argentino (NOA).
- Producción de biomasa para bioenergía y biocombustible a partir de subproductos de los recursos forestales (corteza de árboles).
- Producción de alimentos balanceados de bajo costo para acuicultura con desperdicios de pescado.
- Combate del castor en la Patagonia, una especie exótica llegada de Canadá que tiene un impacto ambiental muy severo sobre los bosques nativos.
- Ordenamiento territorial.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Cuidando el bolsillo porteño

Estimado Jorge Elías:

Soy Diego Santilli, Ministro de Ambiente y Espacio Público. Antes te escribí para contarte de las Ferias Barriales. Gracias a vos y los vecinos son todo un éxito y por eso estamos instalando más.

Todos sabemos lo difícil que está llenar la heladera y que todas las semanas nos encontramos con aumentos en el supermercado. Por eso, decidimos darte una mano con las Ferias Barriales, donde consensuamos los precios para que a vos y tu familia no les falte nada. Estas ferias rotan de martes a domingo por todos los barrios de la ciudad y ahora tenés más opciones.

Estamos en contacto.

lunes, 29 de agosto de 2011

Láctea rosarina levanta una planta en Uruguay para exportar a China

Por JULIETA CAMANDONE - Cronista Comercial
El establecimiento, que operará desde 2013, exportará suero desmineralizado para alimentos infantiles. El mercado chino crece 20% anual y está sólo abastecido por Europa
La láctea rosarina La Sibila acaba de embarcarse en una obra millonaria para procesar un subproducto de la fabricación de los quesos para exportar a China. La firma, propiedad de la familia Boglione, se asoció con las uruguayas Claldy e Indulacsa para levantar una planta de producción de suero desmineralizado en el vecino país, concretamente en el predio que perteneció a la firma Ence, que nunca pudo instalar su pastera por los reclamos argentinos contra la contaminación ambiental que se suponía que iba a generar.

El gobierno uruguayo les vendió a las firmas una parcela de 25 hectáreas de ese predio, y con una inversión total de u$s 60 millones, planean levantar la fábrica en 20 meses y tenerla operativa en septiembre de 2013.

El suero desmineralizado es un componente deshidratado que funciona como base para la elaboración de productos alimenticios infantiles, y su principal mercado es China, cuyo consumo crece un 20% anual, explicó a El Cronista el gerente General de La Sibila, Jorge Estévez.

La cotización internacional del suero, subproducto de la elaboración de los quesos, ronda hoy los u$s 2.700 por tonelada. Según Estévez, hoy Europa es el único abastecedor de este producto a China. En la Argentina, las principales lácteas elaboran suero deshidratado en el país, aunque no desmineralizado, como La Sibila, que para producirlo cuenta con tecnología francesa.

La Sibila, especializada en la producción de leche en polvo entera y descremada, inauguró hace dos meses la producción local de suero desmineralizado tras una inversión realizada en su planta de Nogoyá, Entre Ríos. Además, tiene una planta productiva en Villanueva, Córdoba. El nuevo establecimiento, que se instalará en el departamento uruguayo de Río Negro, tendrá una capacidad de producción anual de 35.000 toneladas de suero desmineralizado, el único producto que va a elaborar. Aún no están cerrados los términos del financiamiento de la planta, según explica Estévez, pero será a través de una combinación de aporte de capital de cada una de las tres empresas y financiamiento externo.

La Sibila aportará el conocimiento de los procesos para elaborar el suero cuyo insumo provendrá del procesamiento de los quesos que elaboran las otras dos firmas. La empresa argentina tendrá también el management y el control de la nueva planta, ya que será el accionista mayoritario, con el 51% del total. Para lograr los plazos estipulados, la construcción del establecimiento debería comenzar en sesenta días.

Según El Diario de Uruguay, Compañía Láctea Agropecuaria Lecheros de Young (Claldy) tiene una trayectoria de más de 20 años en el mercado lácteo en la fabricación de leche, yogur, queso, manteca y crema, e Indulacsa es la primera exportadora nacional de quesos.

Para el mercado de exportación, La Sibila envasa leche descremada y entera en polvo, leche instantánea en polvo enriquecida con vitaminas A,D y C y leche en polvo fortificada con leche y Zinc. Además, envasa suero parcialmente desmineralizado, suero de queso dulce, suero con grasa vegetal, productos a base de leche como preparaciones para la alimentación infantil en polvo y mezclas a base de leche descremada, concentrado de proteínas y aceite en polvo instantáneo con vitaminas A y D. Lo hace con sus marcas propias Purísima, Formidable y Milkland. En el mercado local, produce las marcas de leche en polvo Coto, Jumbo, Leader Price y La Anónima, entre otras
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