Mendoza - La empresa minera brasileña Vale confirmó su decisión de retomar el emprendimiento para la extracción de potasio en Malargüe, luego de tres años de parálisis producto de las dificultades que tuvo la compañía para sostener la inversión en medio de la inflación y el atraso cambiario. Se trata, en rigor, de una apuesta de reingeniería para producir 1,3 millón de toneladas de potasio al año, un tercio de lo previsto inicialmente.
Ese redimensionamiento, según explicó el subsecretario de Energía de Mendoza, Emilio Guiñazú, tendrá tres etapas: la de prefactibilidad, la de factibilidad y la de búsqueda de inversores. "Es un proceso que puede demandar hasta 18 meses", adelantó el funcionario del Gobierno de Alfredo Cornejo.
Luego, para dar inicio a la construcción, la empresa deberá conseguir un socio mayoritario que aporte unos u$s 1.500 millones. "El plan es como se dice 'ajustarle el vestido a la novia'", graficó un colaborador del Gobierno mendocino en un intento por aclarar el objetivo del proceso.
La suspensión de los trabajos de construcción en Potasio Río Colorado se concretó a partir de la decisión del Gobierno de Cristina de Kirchner de no concederle al grupo un beneficio impositivo para compensar la suba de costos, que se sumaron a una situación empresaria compleja a nivel mundial.
El naufragio de la promesa de inversión de unos u$s 6.400 millones y la creación de cientos de puestos de trabajo frustró la expectativa del por entonces gobernador Francisco Pérez, cuyos esfuerzos por sostener la permanencia de Vale fueron en vano.
En enero pasado, a las puertas del cambio de gobierno en el plano nacional y provincial, Cornejo y varios de sus funcionarios mantuvieron una serie de reuniones con representantes de la empresa brasileña. "La empresa nos oficializó la decisión de redimensionar el proyecto. Desde el Gobierno, continuaremos con una observación activa. Lo importante es que Vale mostró interés en reactivarlo", agregó Guiñazú.
Explicó, además, que de acuerdo con el código minero, "la compañía tiene un plazo de 5 años para invertir" antes de que el Estado pueda pedir la caducidad de la concesión. En el caso de Vale, el plazo vence en 2017.
En relación con la venta de rieles ferroviarios y máquinas para construcción de vías que generó mucha inquietud acerca del posible "desmantelamiento" de la mina, el subsecretario aclaró: "La nueva escala del proyecto permite una solución logística más sencilla, la utilización de camiones para transportar desde la mina hasta la estación de transferencia en Río Negro, por lo cual se eliminan 350 km de ferrocarril que fue un aspecto que encareció mucho al emprendimiento. A raíz de eso es que la Vale decidió vender esos activos que no van a ser utilizados en el nuevo diseño del proyecto".
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