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viernes, 24 de noviembre de 2017

Submarino ARA San Juan: una desgracia inesperada

Por Joaquín Morales Solá - LA NACION
Una tragedia imprevista y súbita cayó ayer sobre los argentinos. La única hipótesis que en estas horas quedó en pie entre civiles y uniformados con poder es que 44 argentinos perdieron la vida. El submarino San Juan sufrió una explosión (presumiblemente en una de sus baterías) y un accidente de esa naturaleza en las profundidades del mar no tiene remedio. La pregunta sin respuesta que ayer se formulaban en el Gobierno era cómo y cuándo se daría por concluida la misión de encontrarlos. ¿Podrían rescatar los cuerpos? Y si no, ¿cuál es el protocolo que deberá seguirse? Nadie podía contestar esa pregunta. No hay antecedentes para tratar en ausencia a oficiales y suboficiales que serán considerados héroes, porque estaban haciendo maniobras para defender al país.
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Cierto clima de luto se vivía ayer en los despachos de la administración de Mauricio Macri. El propio Presidente les adelantó a los mandos de la Armada que si había ocurrido, como se temía, una liberación de hidrógeno de las baterías del submarino la situación sería muy grave. Se lo dijo en el edificio de la Armada en la reunión a la que asistió Macri y que, según varios testimonios, no tuvo momentos tensos, como se aseguró. Macri sacó sus conocimientos de ingeniero, que sorprendieron a los almirantes, poco conocedores de esas cuestiones técnicas. Un día después, los militares norteamericanos confirmaron la explosión, que fue ratificada por una agencia encargada de controlar detonaciones oceánicas (para impedir pruebas nucleares clandestinas) con sede en Viena. En rigor, la idea de recurrir a esa agencia para tener una doble prueba fue del canciller Jorge Faurie, conocedor, seguramente, de que a los norteamericanos no les gusta que se hagan públicos sus informes reservados.

Sea como fuere, en el Atlántico Sur se desplegó la operación multinacionales más importante en tiempos de paz para encontrar ese submarino, que era, a su vez, el arma más moderna de la Armada argentina. Once países participan de un operativo que vio desplegar el asombroso arsenal de los Estados Unidos, que confirmó su liderazgo mundial en tecnología militar. En la búsqueda se unieron países amigos y otros que no lo son tanto. Hoy llegará, por ejemplo, un avión ruso también de avanzada tecnología. Es histórica la renuencia de rusos y norteamericanos para compartir sus progresos tecnológicos militares. Sin duda, la nueva política exterior de Macri puso en marcha gestos de solidaridad internacional que hubieran sido improbables en tiempos de Cristina Kirchner. Aunque también debe consignarse que es conocida la ancestral solidaridad entre marinos, sobre todo cuando el mar atrapa a uno de ellos de mala manera.

Nada, sin embargo, puede eclipsar el hecho de que el submarino argentino estaba condenado desde el primer momento. La vida como presidente de Macri se parece a una carrera de obstáculos, que conoce, a veces, cortos períodos de planicie. El viernes pasado, el Presidente debía optar entre dos alegrías: el acuerdo firmado con los gobernadores y los sindicalistas o la destitución del juez Eduardo Freiler. El submarino ya había perdido contacto con su base, pero los jefes de la Armada le aseguraron, como le aseguraban a todo el mundo, que se trataba de un problema de comunicación que se resolvería en pocas horas. El domingo, Macri percibió que el problema era más grande y fue a visitar a los familiares de los marinos encerrados en el submarino. El lunes fue directamente a la Armada. Desde entonces, y hasta ayer, vivió en tensión esperando lo que suponía serían malas noticias. Las viejas buenas noticias habían desaparecido de pronto.

Nunca es bueno para un gobierno verse en la obligación de dar malas novedades. Mucho más cuando se trata de la vida de argentinos que estaban desempeñando tareas difíciles (la vida en un submarino es una de las más complicadas que hay entre los militares) en cumplimiento de su deber. La Armada deberá confirmar ahora que el submarino salió del puerto de Ushuaia, que fue el último que tocó, en excelentes condiciones técnicas. Forma parte de una auditoría imprescindible para conocer si la tragedia fue un hecho desgraciado y fortuito o si hubo responsabilidades de los mandos militares.

No obstante, es poco probable que el Gobierno deba pagar un precio político por la tragedia. ¿Qué responsabilidad puede tener la administración política del país en el accidente de un submarino que está bajo la disciplina militar? Un submarino hace por lo general maniobras militares (el San Juan acababa de hacerla en la islas de los Estados) y esas son decisiones militares de las que el poder político no participa. Ni siquiera está en duda dentro de la administración la situación del ministro de Defensa, Oscar Aguad, que tampoco puede ser responsable por el estado de un submarino, nave de la que un civil sabe poco y nada. Esa es la responsabilidad de los jefes militares. Para eso están. Aguad es el amigo radical más viejo que tiene el Presidente. El ministro, sometido ahora a una dura campaña mediática por decisiones que tomó en su anterior cargo (ministro de Comunicaciones), proponía una alianza con Macri cuando ningún otro radical se animaba a hacerlo.

Con la misma vara debe medirse la gestión de Cristina Kirchner, aunque ella es rehén de sus propias palabras. Treinta años más de vida le auguró al submarino hace apenas tres años, cuando como presidenta lo lanzó al mar después de un reacondicionamiento general. Eso no es nada más que otro capítulo de su gestión cargada de autoelogios y del culto a sí misma. En lo que importa, según fuentes oficiales, el submarino fue reparado con la asistencia de técnicos alemanes (fue comprado en Alemania en 1985) y los repuestos que le pusieron fueron todos importados de Alemania. Con esa asistencia y con esos repuestos, los astilleros argentinos están en condiciones de hacer bien su trabajo. Esto es lo que pasó con el submarino San Juan, lo que no exculpa a la anterior administración del abandono, el desfinanciamiento y la falta de política para las Fuerzas Armadas. El hecho de que ese submarino haya sido comprado en 1985 y que, al mismo tiempo, haya sido hasta ahora el arma más poderosa de la Armada argentina explica el abandono, la escasez de recursos y la carencia de un plan para las fuerzas militares.

La desaparición del submarino provocó una notable conmoción social. El ingrato resultado de su búsqueda tendió ayer un manto de tristeza sobre vastos sectores sociales. Una sociedad en ese estado tampoco es buena para ningún gobierno, aunque nadie haya objetado directamente a la administración de Macri. El Presidente intuyó que debería lidiar con otro problema imprevisto, como ya es habitual en su gestión. Funcionarios que lo frecuentan aseguran que el problema del submarino lo tuvo especialmente angustiado en los últimos días, sobre todo después de que habló con los familiares de la tripulación.

El kirchnerismo se calló sobre un conflicto público por primera vez desde que Macri es presidente. Teme que alguien recuerde que la última presidenta que reparó el submarino fue su jefa política. El Gobierno también guardó silencio. ¿Qué puede decir cuando no hay una sola prueba visible o tangible que confirme lo único que estaría en condiciones de decir? Eso que puede decir es sólo el anuncio formal de la conclusión de todas las cosas. Tal vez una foto del submarino definitivamente tendido en el lecho del océano podría certificar el final del monumental operativo de rescate. Y de cualquier esperanza.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Malvinas: el pretendido autogobierno

Resultado de imagen para Malvinas: el pretendido autogobiernoPor Facundo Rodríguez - Infobae.com
El 9 de noviembre pasado el ilegítimo gobierno británico en las islas Malvinas celebró elecciones generales para elegir a ocho de los diez miembros de la llamada Asamblea Legislativa. 

Los miembros de dicho órgano prestan funciones por un período de cuatro años y sólo ocho pueden ser electos por el voto popular. Los otros dos miembros son seleccionados por el gobernador, el director general y el secretario de finanzas, que pueden tomar parte de los procedimientos sin derecho a voto. Asimismo, también forman parte el comandante de las fuerzas británicas y el procurador general, ambos llegados del Reino Unido.

El aparato propagandístico isleño hace un denodado esfuerzo para intentar demostrar que el voto de la población tiene un gran peso en las decisiones y que el gobernador, elegido desde Londres, sin participación de la población de las islas, no tiene prácticamente injerencia. La realidad dista mucho de esta utopía democrática.

La llamada Constitución de las Islas Falkland, aprobada en noviembre de 2008 por S. M. Británica, es la piedra angular del régimen colonial que el Reino Unido mantiene en las Malvinas. El artículo 11 reserva a la reina un poder total para sancionar legislación para "la paz, el orden y el buen gobierno" de las islas, así como para enmendar legislación actualmente en vigencia.

Es requisito para votar y ser elegido miembro de la Asamblea ser mayor de 18 años y gozar del "Falkland Islands Status". Este estatus, del cual goza sólo un tercio de la población actual de las islas de conformidad con el último censo, es otorgado por el gobernador y requiere de la nacionalidad británica. Es el instrumento utilizado por el Gobierno británico para controlar quiénes pueden votar y ser electos en las islas. En la composición de la asamblea durante los últimos 20 años cerca del 40% de los escaños ha quedado en poder de personas nacidas en el Reino Unido.

El Poder Judicial es presidido por el jefe de Justicia, quien es el titular de la Corte Suprema, reside en el Reino Unido y visita las islas al menos una vez al año. También cuentan con una Corte de Apelaciones y con un magistrado superior. Tanto el jefe de Justicia como el presidente de la Corte de Apelaciones, los jueces de apelaciones y el magistrado superior son, todos, nombrados y removidos por el gobernador de las islas y provienen del Reino Unido.

El gobernador de las islas, puesto a dedo desde la metrópoli, se reserva una enorme cantidad de poder en materias ejecutivas, legislativas y judiciales, como la posibilidad de disolver la Asamblea Legislativa, la aprobación de leyes a su sola discreción (y la denegación de tal carácter a los proyectos aprobados por la asamblea), la realización de concesiones de tierra y la disposición de ellas en nombre de la reina. Además, es el encargado de seleccionar a los funcionarios civiles más importantes, como el jefe ejecutivo, el jefe de policía, el fiscal general y el oficial comandante de las fuerzas de defensa de las islas. Puede actuar a su criterio, incluso en contra de la opinión del Consejo Ejecutivo de las islas, órgano consultivo parte del Poder Ejecutivo, compuesto en parte por miembros de la Asamblea Legislativa.

Asimismo, cuenta con amplios poderes de excepción reconocidos en un instrumento jurídico que posee casi ochenta años, el Emergency Powers Order in Council 1939, creado para ser aplicado en las colonias, los protectorados y los mandatos que el Reino Unido poseía en la década de 1930. Esta ordenanza le otorga el poder de detener, deportar y excluir personas, tomar propiedades y tierras en nombre de la reina y de reformar, suspender o aplicar cualquier ley con o sin modificaciones. Las únicas limitaciones en su función legislativa provienen únicamente de la reina y no de los habitantes de las islas.

Claro ejemplo del verdadero poder británico sobre los ahora llamados "territorios británicos de ultramar", un eufemismo para referirse a las colonias, es el caso de las Islas Turcas y Caicos, en el Caribe. En agosto de 2009, el gobierno de Londres decidió disolver el gobierno elegido democráticamente por la población de esas islas "por la alta probabilidad de corrupción sistémica". Desoyó las enérgicas protestas de la Comunidad del Caribe (Caricom) y pospuso de forma indefinida la elección democrática de un nuevo gobierno. El gobernador designado por Londres cumplía las funciones ejecutivas y legislativas.

La realidad es que el gobierno británico continúa ejerciendo un control férreo sobre sus territorios coloniales y que el derecho de libre determinación de los pueblos es simplemente manipulado para invocarlo cuando le conviene, para evitar poner término a los conflictos territoriales que mantiene por la ocupación de territorios pertenecientes a otros Estados.

En resumen, el supuesto autogobierno de las islas no es otra cosa que el viejo sistema colonial británico con un nuevo ropaje. El poder británico en las islas se halla tan presente y es tan influyente que incluso la propia Constitución consagra abiertamente la supremacía británica en el orden político, administrativo e institucional sobre las islas y sus habitantes.

El autor es abogado en Derecho Internacional (UBA), docente (UBA) y coautor del libro "Las Malvinas entre el Derecho y la Historia" (Eudeba).

martes, 21 de noviembre de 2017

Tripulantes del submarino ARA San Juan: mártires de un sistema perverso

(Reuters)Por Irma Argüello - Infobae.com
No quiero esperar el resultado de la búsqueda del ARA San Juan entre olas y profundidades del Mar Argentino para hacer esta reflexión. Es que el desenlace, cualquiera sea, seguramente empañará por la euforia o la pena lo que debemos verdaderamente reconocer y es la tragedia que viven las Fuerzas Armadas en la Argentina.

Los tripulantes del ARA San Juan ya eran mártires antes de ese 15 de noviembre en que se establece el último contacto. Es un martirio que viene desde lejos y que va desde el desprecio y aprensión de la sociedad hacia los "milicos" hasta la crónica falta de presupuesto y capacitación para operar con la dignidad que todo gran país le debe a sus Fuerzas Armadas.

Lo que tenemos hoy es el resultado de años y años de una campaña sistemática de destrucción de la moral y del equipamiento, de pretender atribuirle a cada uno de sus cuadros el total de las culpas de los graves errores cometidos por unos pocos "iluminados" en aquellos gobiernos militares que terminaron hace ya 35 años. Sería equivalente a que Alemania post-guerra hubiera seguido alimentando el rencor hasta los 80s. No fue así, dieron una vuelta de página, que aquí nunca ocurrió y los resultados están a la vista en términos de posición en el mundo.

Esta erosión intencional, esta destrucción sin prisa y sin pausa, está hoy patéticamente ilustrada por la absoluta incapacidad de nuestras fuerzas de rastrear a nuestros compatriotas marinos por medios propios, necesitando de la ayuda generosa de países a los que frecuentemente denostamos. Ante la indiferencia y la crítica "explicable" aunque injustificable por parte de nuestra sociedad, hoy actúan en la búsqueda los "piratas" del Reino Unido y los "imperialistas" de Estados Unidos, junto con efectivos bien entrenados y equipados de Chile y Brasil.

Nuestros compatriotas militares

Nadie hoy abraza hoy la carrera militar para volverse rico o para tener reconocimiento social, todo lo contrario, el que lo hace enfrenta indignidades y privaciones, entonces, ¿por qué lo hacen? La respuesta es sencilla, porque en su corazón anida una vocación, viven sentimientos nobles y resuenan los ejemplos de aquellos que en el pasado hicieron de nuestra Argentina un gran país. Lo hacen también por el sueño de que lo vuelva a ser, aportando ellos su pequeño granito de arena.

Del otro lado encuentran todo tipo de dificultades: equipamiento obsoleto o defectuoso como en este caso, indolencia y falta de idoneidad, por decir lo menos de los que han sido puestos allí para mandar, no por ser los más aptos sino los más funcionales a este sistema perverso.

Me refiero no solamente a civiles sino también, lamentablemente, a militares. Así y todo estos valientes han seguido adelante poniendo todo de sí. Una vez conocí a un capitán de un buque de la Armada que contó en confidencia que cada vez que llegaba a puerto tenía que ir el mismo a la ferretería para comprar de su bolsillo las cosas imprescindibles que hacían falta.

Ese pequeño ejemplo de los que hay miles, encierra atrás desinversión y una situación presupuestaria crítica en la que los salarios se llevan más del 70% del presupuesto militar, que es menos del 1% del PBI ( mientras que en Brasil es 1,4% y en Chile 1,9%). Esto se ha traducido en aviones y buques que no vuelan ni navegan por falta de mantenimiento, personal sin las horas de entrenamiento imprescindible pero sobre todo, en la falta de un plan estratégico de largo plazo y de una gestión adecuada de los recursos, en la cual se privilegien los intereses nacionales y los cuadros operativos, frente a las burocracias indolentes y los ideólogos de las relaciones "cívico-militares". La Ley de reestructuración militar de 1998, promovida por el ex ministro de defensa Horacio Jaunarena, intentó revertir el deterioro, pero aún aprobada, nunca se cumplió.

Así llegamos a este momento que debe ser considerado un punto de inflexión para nuestras Fuerzas Armadas, ya que de no cambiar la situación, no sólo los incidentes – que no son accidentales -continuarán, sino que se llegará a una destrucción irreversible, por más que ahora se inyecte presupuesto.

Lo primero que debemos preguntarnos es si Argentina necesita Fuerzas Armadas y la respuesta inmediata es sí. A los que hablan de Costa Rica como un ejemplo idealizado de estado sin esta necesidad, cabe responder que de ninguna forma podemos compararnos con el país centroamericano. La realidad y no la utopía nos grita que hay mucho por proteger en nuestra Argentina, dadas las condiciones de inseguridad global y la situación geopolítica de América del Sur.

La segunda pregunta es si conviene a los intereses nacionales tenerlas así como las tenemos hoy y la respuesta es no. En un momento crucial de la historia argentina y como parte de ese plan sistemático, se intentó dividir lo indivisible en los estados modernos como son la Defensa y la Seguridad de la nación. A través de leyes que encorsetaron su acción, se las redujo al único destino de defender el país de amenazas de otros estados, una situación muy improbable hoy en día.

Ante la falta de este tipo de hipótesis de conflicto, las instituciones militares perdieron su razón de ser y con ello su moral. Sin embargo no es que la Argentina, como todo país, esté exenta de amenazas. Por el contrario, pero son de índole diferente. Mientras debatimos el rol de nuestras Fuerzas Armadas, nuestras fronteras, sin la radarización imprescindible, sin los controles terrestres y sin una ley de derribo adecuada, son porosas al narcotráfico, al tráfico de personas, y a cualquier tipo de comercio ilícito. Tal situación, sumada a la corrupción en pequeña y gran escala instalada en nuestra sociedad, también nos hace particularmente vulnerables a las operaciones del terrorismo transnacional, cosa que ya se ha comprobado. Mientras tanto nuestros mares son depredados casi sin control por pesqueros ilegales atraídos por las riquezas de nuestra biodiversidad, casi excepcional en el mundo. Hoy necesitamos planear la seguridad a los Jefes de Estado que asistirán a la reunión del G20 del año próximo y para ello tendremos que recurrir a la protección aérea de otros estados.

El drama que estamos viviendo con el ARA San Juan y su tripulación descubre crudamente esta realidad, una realidad que debemos afrontar aquí y ahora, desde un cambio conceptual y de la legislación hasta el ordenamiento y reasignación de prioridades en nuestras Fuerzas, con una visión moderna, la de aquellos países a los que les va bien. No hay mucho por inventar, se sabe en el mundo cómo se hace, basta que nos lo propongamos en positivo, neutralizando por fin este sistema perverso que se ha instalado entre nosotros desde hace largo tiempo. Sólo así toda esta angustia tendrá algún sentido.

La autora es presidente de la Fundación NPSGlobal 

lunes, 20 de noviembre de 2017

Submarino: Armada, sin poder de auxilio. Grave

Por Edgardo Aguilera - Ambito.com
POR DÉCADAS DE RECORTES PRESUPUESTARIOS E IMPREVISIÓN DE LA POLÍTICA

El país debió recurrir a ayuda internacional para las operaciones de rescate porque carece de sistemas adecuados para un salvataje. Al cierre de esta edición aún no había novedades del ARA San Juan.
Ayuda. En el aeropuerto de Miami se realizó el cargamento hacia  Comodoro Rivadavia, donde llegó el sábado. EE.UU. envió tres Globemaster C 17 y un submarino de rescate.
Ayuda. En el aeropuerto de Miami se realizó el cargamento hacia Comodoro Rivadavia, donde llegó el sábado. EE.UU. envió tres Globemaster C 17 y un submarino de rescate.

La desaparición del submarino ARA San Juan, del que se perdió contacto sobre su estado y ubicación el miércoles pasado, pone de relieve una vez más que sin presupuesto es imposible sostener y operar los medios de las FF.AA. (buques, aviones, submarinos, tanques, etc). Casi todos los países con submarinos en su lista oficial de buques poseen algún medio de intervención ante el siniestro de una nave. 

El país carece de buques y sistemas adecuados para llevar adelante con éxito el salvamento y rescate de los tripulantes de los submarinos nacionales. El último navío que cumplió esa tarea, asignado al comando de la Fuerza de Submarinos en Mar del Plata, fue el aviso ARA Irigoyen. La Armada lo desafectó en noviembre de 2009 luego de 48 años de servicios ininterrumpidos. Ese remolcador de altura fue botado en 1944 en los Estados Unidos para uso de la marina estadounidense y llegó al país en la década del 60. Tenía a bordo una cámara hiperbárica indispensable para efectuar estas operaciones de buceo de intervención a gran profundidad, el guinche y canasto para el descenso de los buzos y una campana de salvamento para el rescate de tripulantes de submarinos. 

Sucesivos recortes de presupuesto por décadas, como el que ya anticipó el ministro de Defensa, Oscar Aguad, dejaron a la Armada sin la capacidad de auxiliar a las dotaciones de los submarinos que pudieran declarar una emergencia en inmersión como la del San Juan. El peor escenario para un submarinista es la imposibilidad de salir a superficie por medios propios, de allí que se utilizan sistemas de rescate externos que asisten a los tripulantes en una maniobra compleja hasta conseguir la evacuación del submarino siniestrado. 

Hay medios de salvamento y rescate de última generación como los utilizados por la OTAN, un vehículo sumergible transportable en avión, operado de manera remota, da apoyo a los supervivientes, más un mini submarino con tres tripulantes que puede sumergirse hasta 600 metros y evacuar a 15 personas en cada viaje. 

Otros sistemas menos complejos constan de un vehículo sumergible también manejado de manera remota que se utiliza para llevar mangueras que, una vez conectadas al casco del submarino accidentado, inyectan aire fresco y mantienen respirable la atmósfera del interior disminuyendo el nivel de CO2 (anhídrido carbónico). 

Tampoco alcanza con disponer del equipamiento si no se asignan los fondos para ejercitaciones simuladas en el mar y se gestionan en tiempo y forma las autorizaciones políticas para el entrenamiento. Por caso, recientes dilaciones de Defensa con recurrentes análisis de los costos dejaron caer una maniobra que la Armada iba a realizar con los Estados Unidos en la base Almirante Zar, en Trelew. Aguad envió tarde el proyecto al Congreso. Lograr adiestramiento óptimo requiere invertir dinero. Cuando ocurre el accidente ya es tarde para aprender o adiestrarse, el tiempo apremia y se corre el riesgo de que la dotación atrapada en el fondo del océano pueda quedarse sin oxígeno. 

Al no contar con esta capacidad, una opción es recurrir a la cooperación internacional, pedida a tiempo. Brasil, Chile, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Perú y Uruguay respondieron al llamado del Gobierno nacional. La marina estadounidense desplegó su equipo de rescate de profundidad que llegó en un avión Globemaster, además colabora con un avión P-3B Orion matrícula N426NA, perteneciente a la NASA (National Aeronautics and Space Administration) en la zona de búsqueda. El Reino Unido ordenó el despliegue del rompehielos HMS Protector que se dirigió desde la Antártida a máxima velocidad hacia el área donde se registró el último contacto con el San Juan. La marina brasileña envió el buque Felinto Perry construido para misiones específicas de socorro submarino. Tiene cámara hiperbárica, una campana de rescate y un vehículo de operación remota que llega a los 500 metros de profundidad. Brasil desarrolló la capacidad de rescate de profundidad -que la Argentina perdió- al mismo tiempo que incorporaba los submarinos clase 209 de origen alemán, semejantes al ARA San Luis de la marina criolla que participó en el conflicto del Atlántico sur.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

Reformas, también en las FF.AA.

Resultado de imagen para Reformas, también en las FF.AA.Por  Martín Balza - Clarín.com
Recientemente ha trascendido que el Ministerio de Defensa dispondrá importantes reformas en un área por demás sensible y casi ignorada en el presente siglo. A priori, y sin conocimiento de ellas, las considero impostergables. Las Fuerzas Armadas existen en razón del derecho y la obligación ineludible del Estado de garantizar la defensa de la sociedad organizada.

Nuestro país debe fortalecer su capacidad de negociación, lo que impone contar con fuerzas militares de tal magnitud, eficiencia, profesionalidad y motivación, que den respuesta real a la natural demanda de sus habitantes, y cuya capacidad de disuasión le permita alcanzar los objetivos nacionales y políticos ansiados por el pueblo.

Los Estados, por más amantes de la paz que se declaren, no deben soslayar desafíos ni amenazas. Eso constituiría una omisión infantil e injustificable. No implica en absoluto incursionar en una carrera armamentista, sino avanzar hacia un impostergable reequipamiento, congelado a principios del actual milenio. Solo se pretende rescatar el concepto del “…derecho inmanente de legítima defensa”, proclamado en el Art. 51 de la Carta de las Naciones Unidas.

En tal sentido, me permito recordar lo que el Ejército realizó en la década de los `90: una restructuración autoimpuesta que significó un cambio de pautas culturales, libre de todo condicionamiento político e ideológico. Apreciamos entonces que el mundo de Posguerra Fría ya no sería bipolar, estructurado y previsible, sino unipolar en lo militar, incierto, colmado de conflictos y desafíos, unos visibles y otros latentes que impondrían actuar con sentido predictivo sobre la misión, el dimensionamiento, la estructura, el despliegue y la capacidad operativa y logística de la Fuerza.

Avanzamos en el respeto a las instituciones republicanas y los derechos humanos; en un sistema educativo basado en la búsqueda de la máxima excelencia; en el logro de un mando por objetivos compartidos; en el servicio militar voluntario; en la activa participación en misiones de mantenimiento de la paz en el marco de las Naciones Unidas; en la integración con los ejércitos de los países vecinos; en una impostergable actualización doctrinaria e incrementamos la participación de la mujer.

No se descuidó la significativa incorporación de armamento, material y tecnología avanzada. Lo expresado está consignado en la Memoria del Ejército Argentino 1992-1999, Primera y Segunda Parte (Un Ejército hacia el siglo XXI).

El siglo finalizó con una década ganada para el Ejército. Esta modernización fue concebida por un excelente equipo de generales y ejecutada por entusiastas oficiales y suboficiales; estos últimos constituyen la columna vertebral de toda fuerza armada. Se eliminó toda parálisis por análisis.

En los trabajos se respetó la sentencia de Manuel Davenport y James Stockdale: “La profesión militar carece de máxima dignidad y jerarquía cuando las decisiones militares se basan en consideraciones puramente políticas”.

Una de las deudas pendientes--por incomprensión de gran parte de la dirigencia política--fue no capitalizar debidamente las experiencias del Conflicto del Atlántico Sur, donde el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea libraron--operativa y logísticamente-cada una su propia guerra; excepto en contadas ocasiones en el marco táctico en las Islas.

El Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas e incompetentes mandos superiores en el continente olvidaron que el accionar conjunto -para el que no estábamos preparados- es parte y todo del éxito en el combate.

El desafío a enfrentar por las autoridades actuales, incluido el Poder Legislativo, no es menor, pues coexisten viejas y nuevas amenazas. En el área de Seguridad: el desborde del terrorismo internacional, el narcotráfico, el resurgimiento de fobias étnicas , las mafias, las agresiones al medio ambiente, las descontroladas migraciones masivas, las apetencias territoriales y la posibilidad del acceso a las armas químicas y bacteriológicas .

En el área de Defensa: la explotación de los recursos de mar y los vacíos geopolíticos. En nuestro caso, la Patagonia con el 30% de la superficie del país y solo el 5% de los habitantes, y un litoral marítimo de más de 5 mil Km de costas. Ambas, joyas de materias primas desprotegidas y vulnerables.

El Estado debe ejercer el uso legítimo de la fuerza acorde con el orden jurídico vigente: la ley 23554 de Defensa Nacional y la ley 24059 de Seguridad Interior. La situación actual en nuestro país no impone vulnerar el principio de empleo escalonado de la violencia legítima. Afectar el instrumento militar en el marco interno sería prematuro, innecesario, desmoralizador e inconducente.

En buena hora las decisiones del Gobierno actual sean consecuencia de una acertada apreciación de situación de Estrategia Nacional que adopte disposiciones contra-aleatorias y priorice los principios de Unidad de Comando y Economía de Fuerzas.

En una primera fase, aprecio imprescindible potenciar las atribuciones del Estado Mayor Conjunto, el redespliegue, el dimensionamiento y un realista reequipamiento del Instrumento Militar. La prevención es paradigma de acción y, para una visión pragmática, es preferible ser criticado por prevenir mediante una disuasión creíble que ser elogiado por privilegiar la vulnerabilidad y la indefensión.

Martín Balza es ex jefe del Ejército y ex embajador en Colombia y en Costa Rica. Veterano de Guerra de Malvinas.

jueves, 2 de noviembre de 2017

Macri, secretamente incómodo con su delfín

Por Laura Di Marco - LA NACION - @_LauraDiMarco

Horacio, vos ganaste la Ciudad gracias a mí. ¡No te la creas!", chicanea, en tono de broma, Mauricio Macri cada vez que Horacio Rodríguez Larreta se jacta del alto porcentaje de aprobación que los porteños le otorgan a su gestión y que, a la vez, redunda en su imagen personal: desde hace varios meses, esas adhesiones rondan el 60%, un crédito que promete tomar un nuevo envión después del rotundo triunfo nacional de la marca Cambiemos. 

Con sutileza, el jefe porteño utiliza ese insumo político para la construcción nacional de su figura. El triunfo del 22 de octubre no sólo generó el tuit sin bozal de Elisa Carrió en el que promueve la reelección presidencial. También disparó, en la mente de algunos, el inconfesable sueño de la sucesión, en un lejano -aunque ya no inverosímil- 2023.

Con bajo perfil, Larreta lidera una liga de intendentes de Cambiemos: la Red de Innovación Local (RIL), impulsada por él. Al menos una vez por mes se reúne con jefes territoriales de todo el país para intercambiar experiencias, unas tertulias de las que son habitués Julio Garro, José Corral, Ramón Mestre y el mendocino Rody Suárez. En otro andarivel, teje una relación personal con el papa Francisco y cultiva un vínculo calculado con uno de sus más dilectos discípulos, Juan Grabois, el abogado católico que lidera a los cartoneros de la ciudad. El "círculo rojo", que el último lunes no aplaudió el discurso presidencial en el Centro Cultural Kirchner, lo mima. "Horacio es el más vivo de todos", deslizan los empresarios, sindicalistas y dueños de los medios. "Horacio fuma abajo del agua", halagan. Larreta tiene la obsesión de ser presidente desde que tenía menos de 30 años, cuando, en 1994, Carlos Menem lo colocó al frente de la agencia de los jubilados. Por esa época, conoció y empleó a María Eugenia Vidal, que apenas tenía 23 años y todavía estudiaba Ciencias Políticas.

Macri observa con secreta incomodidad la obsesión presidencial de su delfín, a quién él transfirió su popularidad en 2015, del mismo modo que María Eugenia Vidal lo hizo en estas elecciones con Esteban Bullrich. Tampoco podría decirse que esté en crisis con él -el último fin de semana estuvo, junto con Juliana Awada, en el festejo de su cumpleaños número 52 e incluso podría llevarlo a Davos el próximo enero-, pero está molesto. Una molestia que difícilmente blanqueará, tal como indica el manual de buenas costumbres de Pro.

La familia macrista está lejos de ser perfecta; sin embargo, a diferencia de las feroces internas peronistas, tramita sus enojos hacia adentro. La regla no escrita es que las pasiones incorrectas sólo se ventilan en reuniones muy privadas. En esa intimidad, Macri hubiera preferido un jefe porteño más desapegado del poder futuro. Un desapego -al menos en lo discursivo- como el que percibe en la gobernadora Vidal.

A mediados de 2017, Macri le pidió públicamente a Larreta que resolviera los traumáticos cortes de calles de los piquetes. "Nos pidió el traspaso de la Policía Federal y se lo dimos. Nos pidió que esa transferencia fuera con los recursos y lo hicimos. ¡La responsabilidad es de él!", se quejó Macri, en su quinta de Los Abrojos, mientras comía un asado con amigos íntimos. Entre ellos, estaban el jefe de inteligencia Gustavo Arribas y el empresario Nicolás Caputo, además de algunos otros ex Newman. Según dejó entrever Macri en esa sobremesa, Larreta no movía un solo policía por miedo a perder puntos en su imagen, preocupado, como está, por su futura carrera presidencial. Uno de los Newman Boys, con cargo en el Estado, intervino sin anestesia: "Hay que recordar que el que hizo ganar al Pelado fuiste vos, así que el único responsable de esta situación también sos vos".

En la mesa hiperchica del Gobierno, donde se definen los trazos gruesos de la gestión y la estrategia política, Macri sienta cada 15 días a sus tres potenciales herederos: Vidal, Peña y Larreta. Un microclima en el que también se cocinan celos sutiles y tensiones subterráneas. Larreta es el único del trío que no comparte la intimidad de Los Abrojos. "Esas intrigas surgen de quienes no logran sentarse a esa mesa", explican cerca de Larreta.

En charlas informales con periodistas y políticos propios o de la oposición, Macri define a Marcos Peña como "nuestro gurú". Una ponderación que, según quién la lea, adquiere distintas interpretaciones. Para el ala "peñista", es un espaldarazo en la carrera sucesoria; para quienes recelan de él, en cambio, es un gesto para aliviar la inseguridad personal de su joven mano derecha, encargado de lidiar con dirigentes y gobernadores que, a menudo, lo superan en peso político y trayectoria. Marcos es competidor directo de los sueños políticos de Larreta.

No sólo los patriarcas peronistas o Cristina Kirchner son verticalistas. Macri también, aunque lo recubre con modales suaves y un estilo más profesional. En Cambiemos, es el jefe indiscutido y tiene la última palabra sobre cada tema. También ostenta el poder de la lapicera en el armado de las listas territoriales -dominio que quedó clarísimo en la última elección- y es quien impulsa delfines, dedazos e internas, según le convenga. El último lunes, en el CCK, un presidente con la autoestima política robustecida les bajó línea a los factores reales de poder, en un monólogo fundacional. Eso sí: todo con muy buena onda. El macrismo hace un culto de las formas.

Pero ¿qué sucedió en la Argentina para que aquel ignoto jefe de Gabinete de Mauricio Macri que, en 2015, estuvo a punto de perder la elección frente a Martín Lousteau se convirtiera en un líder con aspiraciones presidenciales? En los meses previos a la última interna macrista en la ciudad, Larreta era arrasado por el carisma de Gabriela Michetti. ¿Nos curamos de la adicción a los líderes angelados, tan propios del hechizo populista? El jefe porteño logró construir un liderazgo apalancado sólo en la gestión: toda una rareza que ni siquiera se aplica a Macri, un ingeniero, sí, pero imbuido por el glamour del establishment y el toque popular que le dio Boca.

En su smartphone, Larreta exhibe dos encuestas que miden mensualmente su imagen personal y, un par de veces al año, la gestión porteña. El primer sondeo lo lleva adelante la consultora de Julio Aurelio; el segundo, Poliarquía. Alejandro Catterberg, director de esa consultora, disecciona el material del que está hecho el liderazgo larretista, amasado en un nuevo clima de época. Los porteños ponderan la moderación, la gestión y la cercanía. Está estratégicamente dedicado a ablandar su perfil. Con su política social hacia las villas y la no represión busca desarmar los prejuicios que lo ubican como parte de una elite que sólo gobierna para los ricos. El plan le salió bien: bajó los niveles de rechazo. Catterberg traza un paralelismo entre los liderazgos de gestión, el carisma y el amor romántico: "El carisma en política es como el enamoramiento en la pareja. Dura un tiempo. Si es sólo eso, no se sostiene. Ni María Eugenia (Vidal) logra sostener su gestión sólo con carisma".

Expatriado del glamour del poder nacional, Larreta suele almorzar en alguno de los bodegones o restaurantes que abrieron en Parque Patricios desde que la jefatura porteña mudó sus oficinas al Sur. Este mes, volverá a visitar al Papa, a quien periódicamente le agradece el "milagro" de su hija Serena, nacida hace un año y medio, cuando su esposa, Bárbara Diez, dio naturalmente a luz a los 46 años, pese a los problemas de salud que le impedían concebir. En 2014, el matrimonio había viajado al Vaticano a rezar junto al Papa y, pocos meses después, se produjo el embarazo. Larreta camina por avenida Caseros con fe en los milagros.

martes, 31 de octubre de 2017

Gendarmería: las cosas por su nombre

Resultado de imagen para Gendarmería: las cosas por su nombreEditorial del diario La Nación
Corresponde que quienes produjeron tanto daño y dolor, de modo tan artero o equivocado, ahora expresen públicamente: "Perdón, Gendarmería".

Quedará en los anales de la ignominia y la hipocresía el uso de una muerte accidental para crear y endilgarle al gobierno de Mauricio Macri una desaparición forzada. La construcción del caso involucró necesariamente una cadena de mentiras y falsos testimonios. Se sacó provecho, además, de la sensibilidad de una parte de la sociedad cuando algo se refiere a los llamados "pueblos originarios".

Un reclamo de una fracción mapuche contestataria y claramente infiltrada por corrientes subversivas, identificada como Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), cortó la ruta 40 en un tramo cercano al territorio que reivindican como propio. La Justicia ordenó proceder a la disolución del piquete y la liberación de la ruta, tarea que le cupo a la Gendarmería Nacional, para concretarla con el menor daño posible a los involucrados. Sin disparos de armas de fuego, sus efectivos recibieron numerosos impactos de piedras y elementos contundentes por parte del grupo activista, respondiendo con idénticos elementos. En cualquier lugar del mundo la acción de las fuerzas del orden frente al corte violento y prepotente de una ruta hubiera parecido de una levedad inapropiada.

Los violentos huyeron y se lanzaron a cruzar el río en busca de un lugar más protegido. Entre ellos estaba Santiago Maldonado, un artesano que por ideología, espíritu de bohemia o aventura los acompañaba. Sin las habilidades físicas de los mapuches, dado que no sabía nadar, y con una gruesa carga de ropa, según surge del resultado de la autopsia, no habría podido llegar por sus propios medios a la orilla opuesta. Su acompañante no pudo ayudarlo y Maldonado murió ahogado o por hipotermia. Todo su grupo lo sabía, pero guardó el secreto y elaboró la versión y el testimonio de su apresamiento por parte de la Gendarmería, cumpliendo con quienes armaron el libreto de la desaparición forzada. 

Está claro hasta aquí que la utilización política de la situación por parte de una facción ha pretendido alterar hechos que, si bien aún aguardan confirmación, todo parece indicar que habrían tenido un derrotero muy distinto al del "relato" que una vez más una ideología violenta y combativa buscó imponer desde distintos frentes al grito de "Macri, basura, vos sos la dictadura". 

Horacio Verbitsky lo hizo desde Página 12 y las tropas kirchneristas y las izquierdas combativas impulsaron la falaz versión. Desconociendo el dolor de una familia y de toda una sociedad, con la hipótesis de una desaparición forzada que responsabilizaba a la Gendarmería y al propio Poder Ejecutivo Nacional, se convocó a la protesta y a las marchas, con remeras estampadas con la cara del joven artesano y pancartas con mensajes desestabilizadores que cobraban fuerza en el marco preelectoral. 

La televisión incluso dio cuenta de situaciones en los colegios en los que las maestras tomaban lista a sus alumnos incluyendo el nombre de Santiago Maldonado y lo mismo sucedía en turnos de hospitales, oficinas públicas, y hasta en salas de cine. La propia Cristina Kirchner llegó a pavonearse portando la imagen de Maldonado en una misa y en actos públicos, olvidando seguramente que atrás quedaron los días en los que la desaparición de Julio López fue también motivo de interpelación para su gobierno. Un grupo de activistas clamaba por la aparición con vida del muchacho, aunque por sus dichos y procederes quedaba suficientemente en evidencia que buscaban confirmar lo contrario para poder sostener así el cargo de "desaparición forzada" que tanto rédito político les hubiera dado.

La Gendarmería pasó a ser sindicada como una siniestra fuerza a las órdenes de un gobierno de inhumanos y perversos personajes. Muchos comentaristas se inclinaron por la versión de la captura ilegal, algunos por ideología, otros por la propensión a las teorías conspirativas. Aun después de la aparición e identificación del cuerpo insistían en que había sido colocado en el lecho del río por la Gendarmería. Todavía hoy, cuando la autopsia y la confesión de un testigo comienzan a arrojar mayor claridad sobre el suceso, muchos persisten en la mentira. Debe lamentarse la actitud del hermano, Sergio Maldonado, quien, más allá de la comprensión que merece por su dolor, reaccionó con destempladas críticas y acusaciones fuera de lugar, que en nada contribuyeron a apaciguar los exaltados ánimos y que poco sumaron a la hora de acercarse a la dolorosa verdad sobre lo acontecido.

Desde los primeros momentos, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fue fuertemente atacada cuando apoyó incondicionalmente a la Gendarmería a sus órdenes, aun cuando muchos sostienen que habría sido una buena medida desafectar a los gendarmes involucrados hasta tanto se clarificaran los hechos. En algunos colegios, los hijos de gendarmes fueron sometidos a burdos escarnios, hasta el punto de haberse teatralizado escenas de falsos fusilamientos a cargo de oficiales de la fuerza, en el afán de abochornar y denigrar la acción de quienes tienen bajo su responsabilidad la defensa de la ley y el orden en nuestro territorio. Recordemos que en estos dos meses los feroces y provocadores ataques con bombas molotov a destacamentos en el Sur sólo dispararon mesuradas reacciones defensivas propias de una fuerza profesional que respeta las órdenes recibidas sin desbandes ni excesos.

Ante la duda general sobre lo que podría haber conducido a la desaparición de Maldonado, la Gendarmería fue vil y apresuradamente demonizada, algo frecuente cuando amplios sectores de la ciudadanía asocian "la represión" con los violentos años del proceso militar, sin comprender que cualquier extralimitación contraria a las leyes y el orden es dable de ser legalmente controlada, con el aval de la Constitución, para garantizar o recuperar la normalidad y la vigencia de las instituciones.

Nos preguntamos si quienes produjeron tanto daño y dolor, de modo tan artero o equivocado, no deberían expresar públicamente: "Perdón, Gendarmería".

Las palabras deben recuperar su sentido más cabal y dejar de ser instrumento de facciones que buscan tergiversarlas en un peligroso afán por vaciarlas de su auténtico contenido, poniéndolas al servicio de vetustas ideologías. El caso Maldonado nos ofrece una clara oportunidad para que, como sociedad, reflexionemos y repasemos cuál es el rumbo que elegimos. Sólo si cada uno puede reconocer los propios errores, de ayer y de hoy, seremos capaces de construir juntos el futuro que nos convoca. Es tiempo de comenzar a llamar a las cosas por su nombre.

martes, 17 de octubre de 2017

Si el J-20 Stealth Fighter es tan increíble ¿Por qué China compra el Su-35 de Rusia?

Por Dave Majumdar - The National Interest (Traducción Desarrollo y Defensa)
Mientras China muestra públicamente a su nuevo caza furtivo J-20 de Chengdu en el evento aéreo de Zhuhai por primera vez , Beijing continúa con sus esfuerzos para adquirir los avanzados cazas rusos.
De hecho, mientras un par de J-20 captó la atención de los medios de comunicación del mundo, el gobierno ruso anunció en silencio que había comenzado a trabajar en la construcción de 24 cazas Sukhoi Su-35 Flanker-E para la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación de China (PLAAF). China firmó un contrato para la entrega de dos docenas de Su-35 en noviembre de 2015 por un valor de al menos $ 2 mil millones.

"La entrega de estas aeronaves a China se llevará a cabo bajo los términos definidos por el contrato pertinente", dijo Vladimir Drozhzhov, subdirector del Servicio Federal de Rusia para Cooperación Técnica-Militar, a la agencia de noticias TASS, con sede en Moscú. "Ahora estamos llevando a cabo la ejecución de la primera fase de nuestras obligaciones contractuales".

Como tal, se espera que Rusia entregue cuatro Su-35 a la PLAAF antes de fin de año. Se espera que los Su-35 restantes se entreguen en los próximos tres años. Pero dadas las experiencias previas del Kremlin con la venta de tecnología avanzada de China , Moscú ha insistido en acuerdos para asegurar la propiedad intelectual rusa a bordo del Su-35. En años anteriores, las versiones antiguas del Flanker habian sufrido la ingeniería inversa en las series de aviones Shenyang J-11, J-15 y J-16.

"Establecimos un grupo de trabajo ruso-chino para fines de implementación práctica de este acuerdo, que se reunió regularmente en septiembre de este año", dijo Drozhzhov. A pesar del acuerdo que Beijing haya firmado con Moscú, los chinos casi con toda seguridad se interesan en el Su-35 para cosechar su tecnología. Si bien la configuración actual del J-20 se asemeja externamente a un auténtico caza de 5ta generación en varios aspectos, China sigue lamentablemente carente de tecnología de aviónica de sistemas de misión y en la motorización. Los turbofans de postcombustión Saturn AL-41F1S del Su-35, el radar en fase de Tikhomirov NIIP Irbis-E y el conjunto de guerra electrónica probablemente sean de gran interés para Beijing.

De hecho, China no ha perfeccionado su WS-10 nativo para sus clones Flanker, y mucho menos se acerca a terminar el desarrollo de la próxima generación WS-15 que necesitaría para el J-20. Se cree que el WS-15 se encuentra en una fase de prueba en tierra con pruebas de vuelo programadas para comenzar en un Ilyushin Il-76 en algún momento, en el futuro.

De hecho, China no ha demostrado que pueda construir ningún motor a reacción confiable, y eso incluye diseños que básicamente le robaron a Rusia. De hecho, el J-20 actualmente parece estar impulsado por los motores gemelos Saturn AL-31F construidos en Rusia que se encuentran en el Sukhoi Su-27 y sus muchos clones chinos. La adición de los motores de la serie AL-41F1S de fabricación rusa podría proporcionar una solución a los problemas de motor de Beijing.

Existen indicios de que el J-20 lleva un radar de matriz escaneado electrónicamente activo (AESA). Al parecer, el J-20 estaría equipado con un tipo 1475 (también conocido como el radar KLJ-5), que supuestamente se está probando en un establecimiento de prueba de vuelo de China propiedad de Tupolev Tu-204. Sin embargo, no hay manera de confirmar esa información porque la PLAAF no es tan buena acerca de compartir información sobre sus proyectos de desarrollo. Sin embargo, en general se cree que la tecnología de radar rusa está por delante de China y ciertamente es posible que Beijing pueda obtener valiosos conocimientos técnicos del Irbis-E.

La ventaja que tienen los chinos sobre los rusos está en el ámbito de los sistemas de focalización electro-ópticos / infrarrojos, donde Moscú se ha quedado rezagado a raíz del colapso económico post-soviético de la década de 1990. De hecho, el J-20 parece tener un sistema de orientación electro-óptica (EOTS) montado debajo de la nariz, que podría ser el Beijing A-Star Science and Technology  EOTS-89 . Pero no hay datos públicos (y confiables) disponibles sobre el desempeño de ese sensor. Es muy probable que no coincida con el rendimiento de los sistemas estadounidenses o israelíes.

Ciertamente, el J-20 representa un salto adelante para la industria aeroespacial china de defensa. Un día, China podrá desarrollar y construir sus propios motores a reacción, así como crear sistemas de misión mundial de aviónica, especialmente teniendo en cuenta la inversión que Pekín continúa convirtiendo en el sector aeroespacial de defensa. Sin embargo, ese día no es hoy. Si el J-20 fuera realmente tan capaz como algunos lo harían creer, Beijing no se molestaría en comprar una flota simbólica de Su-35, simplemente no tendría sentido hacerlo.

Dave Majumdar es el editor de Defensa para The National Interest. (Twitter: @DaveMajumdar) .

Visión: El ejército estadounidense necesita estar listo para ganar tres tipos diferentes de guerras

Por Dave Majumdar - National Interest (traducción por Desarrollo y Defensa).
Mientras las potencias rivales se alzan para desafiar a Estados Unidos, el Pentágono se enfrenta con el problema de cómo hacer frente a un espectro de desafíos que van desde la disuasión nuclear, hasta las guerras convencionales de alto nivel y las luchas de contrainsurgencia de bajo nivel. El ejército de los Estados Unidos tiene que ser capaz de hacer las tres cosas al mismo tiempo, pero la pregunta para el Pentágono es cómo.
"Esta es nuestra declaración de problemas", dijo el secretario de defensa Jim Mattis a una audiencia en la Asociación de la Exposición del Ejército de Estados Unidos el 9 de octubre . "Cómo mantener un disuasivo nuclear seguro y mantener una fuerza convencional decisiva que también puede luchar contra la guerra irregular".

El Departamento de Defensa está tomando un enfoque triple del problema. "Primero, todo lo que debemos hacer debe contribuir al aumento de letalidad de nuestros militares", dijo Mattis. "Nunca debemos perder de vista el hecho de que no tenemos ningún derecho dado por Dios a la victoria en el campo de batalla. A pesar de que nuestra ventaja competitiva sobre nuestros enemigos y adversarios esta disminuye debido a la confusión presupuestaria en este pais y los límites presupuestarios, entre la mayoría en este país que cree que nuestra nación puede permitirse la supervivencia. Y quiero que el Congreso vuelva a ocupar el lugar del conductor en las decisiones presupuestarias, y no en los recortes automáticos del espectador ".

La segunda línea de esfuerzo del Pentágono, que parece contradecir directamente el mantra del Presidente Donald Trump de América Primero, es continuar construyendo alianzas y asociaciones en todo el mundo. Mattis parece estar muy en línea con el tradicional pensamiento liberal internacionalista que ha dominado a Washington desde el final de la Segunda Guerra Mundial, y que se ha mantenido a toda marcha desde el final de la Guerra Fría.

"Seguimos el ejemplo de la Gran Generación que regresó a casa de la tragedia de la Segunda Guerra Mundial y que miró a su alrededor y dijeron:" Qué mundo tan malo ". Pero somos parte de eso si no lo hacemos, nos guste o no. Y vamos a hacer algo al respecto '", dijo Mattis. "Y con ese espíritu, construyeron alianzas y asociaciones. Con el mismo espíritu de hoy, estamos fortaleciendo alianzas y forjando nuevas alianzas, ya sea la OTAN, la coalición contra ISIS, las 39 naciones unidas en Afganistán, o extendiendo los vínculos de amigos y socios en la región del Indo-Pacífico ".

La tercera línea de esfuerzo del Pentágono es gastar su dinero de manera más eficiente para que el contribuyente estadounidense obtenga el mejor beneficio por el dinero invertido. "Reelaboramos nuestras prácticas comerciales para obtener el máximo beneficio de cada dólar gastado en defensa", dijo Mattis. "Estamos tomando medidas agresivas para reformar la forma en que hacemos negocios y para ganar y mantener la confianza del Congreso y el pueblo estadounidense, de que somos administradores responsables del dinero que se nos asigna y que se traduce directamente, cada dólar , en la defensa de nuestro país y en lo que representamos ".

En última instancia, Mattis parece creer que la mejor manera de prevenir conflictos es prepararse para la guerra. "Prepararse para la guerra es la mejor manera de prevenir la guerra", dijo Mattis. "Pero debería surgir un conflicto, obtener dinero luego no será suficiente porque no tendremos tiempo en ese momento".

Dave Majumdar es el editor de defensa del National Interest (Twitter: @davemajumdar) .

domingo, 15 de octubre de 2017

La Fuerza Aérea de Corea del Norte es total basura, pero aún puede matar

(National Interest) - Traducción Desarrollo y Defensa 
La Fuerza Aérea del Ejército del Pueblo de Corea del Norte (KPAAF), nombrada como el Comando del Aire y de la Fuerza Aérea en los documentos de Corea del Sur, no está entre las filas superiores de las fuerzas aéreas del mundo.
Sin embargo, las fuerzas norcoreanas se dedican fanáticamente a Kim Jong-Un y al régimen de Kim, que se asemeja más a una monarquía confuciana con estilismos estalinistas que al comunismo de estilo soviético. La supervivencia del régimen es su supervivencia y, por lo tanto, el llamado Ejército Popular de Corea es un grupo dedicado a su líder supremo y es probable que plantee una defensa fanática en caso de una nueva guerra.

Incluso la basura anticuada que posee el KPAAF puede ser utilizada con buen efecto por un enemigo fanáticamente determinado. Entre los aviones más anticuados y obsoletos de la fuerza aérea norcoreana se encuentra el Shenyang J-5, una copia china del Mikoyan Gurevich MiG-17 Fresco, de la década de 1950. Se cree que Corea del Norte posee aproximadamente 106 de estos anticuados cazas. Otra aeronave antigua en el inventario de Corea del Norte es el Shenyang J-6, un derivado chino del Mikoyan Gurevich MiG-19 Farmer. Los norcoreanos tienen aproximadamente 97 de estos cazas supersónicos obsoletos.
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Tanto el J-5 como el J-6 son irremediablemente obsoletos y, en todo caso, durante las operaciones regulares de combate serían simplemente esponjas para los misiles de los combatientes estadounidenses y surcoreanos y de las baterías de misiles de superficie-aire. De hecho, tal vez no sea una mala misión para estos misiles de aeronave de superficie-aire y las armas como la AIM-120 AMRAAM que son costosas y cuyos inventarios son relativamente limitados. Dispararlos absorbería cantidades vitales de misiles interceptores.

Si, por ejemplo, si la guerra fuera a estallar y un J-5 norcoreano cruzara el espacio aéreo surcoreano en un intento de atacar a un objetivo terrestre, la fuerza aliada lo derribaría. Pero incluso un solo misil Patriot PAC-3 cuesta más de $ 3 millones . Además, los misiles interceptores generalmente se disparan en pares durante un lanzamiento operativo. Así, mientras que Corea del Norte pierde un J-5 antiguo, Estados Unidos habría invertido $ 6 millones y gastado una parte de su inventario de misiles que podría haberse utilizado mejor para defenderse contra una amenaza más importante como un misil balístico. Incluso un disparo de misiles aire-aire usando un AMRAAM costaría más de un millón de dólares, especialmente si se trataba del modelo tardío AIM-120D.

Sin embargo, en el caso de una guerra, Estados Unidos y Corea del Sur no podían simplemente evitar participar en atacar objetivos aéreos, especialmente si se trata de una instalación civil o algún tipo de activo militar vital. Además, hay que pensar que contra un enemigo como Corea del Norte, no hay forma de que el defensor sepa que un avión atacante de ese tipo no porta algún tipo de arma química o biológica, en cuyo caso, incluso disparar al avión sería problemático.

También existe la posibilidad de que las fuerzas norcoreanas sean tan fanáticas como los antiguos japoneses imperiales durante la Segunda Guerra Mundial. Como se señaló anteriormente, Corea del Norte se parece menos a un estado comunista de Europa Oriental que a una monarquía asiática de muchas maneras. Como demostraron los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial, no hay un mejor sistema de guía de armas que un piloto kamikaze. De hecho, mientras que J-5 y J-6 son básicamente inútiles como combatientes, serían grandes misiles de crucero cargados con bombas en un viaje de ida. Si incluso unos pocos llegaron a sus objetivos, valdría la pena su empleo para un régimen que sabe que está a punto de ser destruido.

viernes, 13 de octubre de 2017

Fortalecido, Macri avanza sobre los verdaderos intocables

Laura Di MarcoPor Laura Di Marco - LA NACION - @_LauraDiMarco
El Gobierno pondrá la lupa sobre el dinero de los gremios y buscará que los jefes presenten declaraciones juradas.

La jefa de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, avanza en una movida que huele a declaración de guerra: después del triunfo de Cambiemos en las PASO, viene presionando a los administradores de las obras sociales sindicales para que presenten sus declaraciones juradas (DD.JJ.). Los eternos y millonarios jefes sindicales, desprestigiados ante la sociedad, manejan gigantescas cajas negras sin control. Pero ahora un presidente envalentonado, que degusta por anticipado una victoria electoral, le dio luz verde para actuar. 
Recargado, va por un objetivo que casi se lo llevó puesto a Raúl Alfonsín cuando intentó transparentar el funcionamiento de los gremios y terminó al borde del abismo. ¿Podrá Macri hacer lo que el presidente radical dejó inconcluso?
Foto: LA NACION 

Meterse con los popes sindicales, que jamás presentaron una declaración jurada, es lidiar con un poder intocado de la democracia. Nadie sabe cuánto ganan, ni quién les paga, ni si su nivel de vida coincide mínimamente con sus ingresos. El blindaje sindical ha sido de tal magnitud que resultó aún más eficaz que el de la bonaerense, un ejército oscuro que, sin embargo, sufrió reformas de la mano de algunos funcionarios que se le animaron, como León Arslanian o Marcelo Saín. Nada semejante sucedió con estos ejemplares, herederos enriquecidos de Perón.

Hugo Moyano acaba de convertirse en confesor involuntario de esa impunidad naturalizada. En un video casero, posteado en la página oficial del Club Atlético Independiente, admite que usó fondos del sindicato de camioneros para resolver la crisis económica y financiera de la entidad deportiva que preside. El sincericidio autoincriminatorio, expuesto en una asamblea del club de Avellaneda, podría convertirse en una evidencia de administración fraudulenta: los aportes de los trabajadores conducidos por la familia Moyano son para los camioneros y no existe ningún argumento jurídico que les permita desviarlos hacia otros fines. ¿Cuánto ganan los Moyano? ¿Quién les paga? ¿Quién los controla?

La ausencia de controles no sólo les permite financiar clubes de fútbol, sino que, en los hechos, pueden hacer prácticamente cualquier cosa con la plata de sus afiliados, desde financiar campañas políticas hasta crear empresas, convirtiéndose en proveedores de sí mismos, a través de sus propios sindicatos. Exentos de la vigilancia de la Unidad de Información Financiera (UIF), los gremios tampoco se someten a inspecciones por lavado de dinero: ni los propios trabajadores ejercitan su derecho a exigirles a sus jefes la rendición de cuentas, a pesar de estar sometidos a la afiliación compulsiva. El sistema configuró un mundo laboral, bajo una lógica perversa, con jerarcas fuertes y trabajadores débiles.

Omar "Caballo" Suárez y Juan Pablo "Pata" Medina encarnan a la perfección ese entramado mafioso enquistado en muchos sindicatos, acostumbrados a negociar con el revólver en la nuca. Algo está cambiando porque ahora ambos están presos. A esa lista negra acaba de incorporarse Víctor Santa María, el jefe de los porteros (que nunca trabajó como tal) y dueño de Página 12. Santa María quedó en la mira cuando la UIF detectó operaciones sospechosas por 4.000.000 de pesos en Suiza, cuyas pruebas fueron presentadas en la Justicia. Las dudosas maniobras financieras del sindicalista-empresario están vinculadas al Suterh, gremio que lidera desde 2005 y en donde acaba de obtener una nueva reelección.

"Hay que separar a los sindicatos del Estado para que el Estado pueda ejercer su función con autoridad", resume la jefa de la OA. Cuando Macri asumió, desde una posición de debilidad, les entregó dos puestos claves del Ministerio de Trabajo a los sindicatos, continuando con esta fusión disfuncional. Además, les devolvió 30.000 millones de pesos para las obras sociales sindicales. Pero después de las PASO, cuando se sintió fortalecido, los echó. La gota que rebasó el vaso fue la movilización de la CGT a la Plaza de Mayo, donde los popes sindicales cargaron duro contra el Gobierno. Entonces, Macri endureció su piel: una transmutación que, después del 22 de octubre, promete continuar. Las relaciones carnales entre el Estado y los sindicatos impactaron de lleno en el mantenimiento del statu quo. Un dato de color, pero revelador: gran parte de los inspectores del Ministerio de Trabajo, supuestamente encargados de controlar las elecciones en esos gremios donde sus patriarcas se eternizan, suelen pasar sus vacaciones gratuitamente en los hoteles regenteados por los mismos caciques a los que deben controlar.

Pero ¿por qué quienes manejan los fondos millonarios de los trabajadores pueden zafar tan fácilmente de los controles? Los administradores de las obras sociales manejan fondos de los trabajadores, pero no cumplen una función estatal. La ley de ética pública regula la actividad de las personas que están al servicio del Estado: es en esa ambigüedad donde se amparan para gambetear los controles.

Desde la OA están trabajando en la reforma de la ley de ética para incorporar un artículo que modifique la ley de asociaciones sindicales con el fin de obligar a sus directivos a presentar declaraciones juradas.

En 2001, durante el gobierno de la Alianza, Patricia Bullrich, entonces ministra de Trabajo, también lo intentó. Amenazó a los caciques sindicales con una resolución que les exigía la rendición de cuentas sobre su patrimonio. Fue en esas confrontaciones cuando se ganó el mote despectivo de "la Piba". Acorralados, los jerarcas contraatacaron con todos los recursos del Estado, incluida la Justicia, que, después de la caída de la Alianza, falló en favor del secretismo al entender que el Estado se había "excedido" en sus facultades de control. El trabajo sucio lo terminó su sucesora, Graciela Camaño, quién emitió otra resolución que dejó sin efecto la de "la Piba". Como ministra de Eduardo Duhalde, Camaño optó por proteger a su esposo, el sindicalista Luis Barrionuevo. Un beneficio que, en 2003, le valió una denuncia de la OA por conflicto de intereses.

Es por eso que Laura Alonso habla de un sistema que protege los intereses de los caciques, en detrimento de los trabajadores. En esa impunidad integral ubica los tejemanejes de la familia Recalde. Héctor, el jefe del clan y ex abogado de Hugo Moyano, no sólo es diputado, sino que lidera un conocido estudio de abogados laboralistas; del otro lado del mostrador, su esposa, Graciela Craig, es camarista en el fuero laboral, nombrada en 2011 por el kirchnerismo. Un circuito ideal para el tráfico de influencias.

El sistema es el que está atravesado por el secretismo, aunque haya sectores más impenetrables que otros. En los papeles, el único poder relativamente controlado es el Ejecutivo y sus funcionarios. Los jueces presentan sus declaraciones juradas, pero nadie comprueba su consistencia, cuando es vox populi que varios magistrados no pueden justificar su elevado nivel de vida. A menudo, a los despachos de Comodoro Py llegan costosos regalos cuya procedencia nadie averigua; tampoco se ponen bajo la lupa las invitaciones a lujosos viajes de algunos jueces. Hace un año, Laura Alonso le mandó una carta de alto voltaje político a Ricardo Lorenzetti, en la que les pedía a los jueces del máximo tribunal el envío de las DD.JJ. a la OA para colgarlas en Internet. La divulgación en la Web es clave para poder difundirlas al público masivo. Todavía está esperando la respuesta.

En el mismo limbo navegan las rendiciones de cuentas de fiscales, senadores y diputados: presentan DD.JJ., pero ninguna autoridad fiscaliza si les cierran o no los números.

Hay una falsa creencia de que la transparencia retrasa la gestión. La idea, por extensión, parece una derivación de aquella que explica la ineficacia -o lentitud- de los radicales porque, a diferencia de los peronistas, se apegan al cumplimiento de las reglas. Sin embargo, hay números que desmienten ese prejuicio: la aplicación de políticas de integridad en el ministerio que conduce Guillermo Dietrich significó un ahorro de 30 mil millones de pesos en el último año.

Además de fortalecer el ego presidencial, las elecciones del 22 del actual también podrían ser una prueba para testear si la ola del cambio también incluye la puesta en valor de la transparencia.

lunes, 9 de octubre de 2017

Fábrica de aviones llega a 90ª aniversario sin producir

Por Edgardo Aguilera - Ambito.com
TRISTE RÉCORD DE NO PODER PRESENTAR EL NUEVO PAMPA III
Mañana se cumple el 90° aniversario de la creación de la fábrica estatal de aviones en Córdoba. Se llega con el triste record de no poder presentar el producto estrella: el nuevo Pampa III. La Casa Rosada había asumido el compromiso de apoyar el programa de fabricación de 3 aparatos, los primeros en serie pero una seguidilla de demoras en el giro de recursos tiene el proceso del IA-63 Pampa III en virtual parálisis. 

El hangar 90 que alberga la línea de producción del jet entrenador luce bien pintado, silencioso, casi sin presencia de operarios. Semanas atrás autoridades de la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) junto a Mario Frigerio, subsecretario de Investigación, Desarrollo y Producción para la Defensa en la cartera que conduce Oscar Aguad presentaron a la jefatura de Gabinete un plan para 2018. 

Se proponen fabricar 9 Pampa III destinados a la Fuerza Aérea. Muy lejos de aquel pretencioso contrato por 40 aviones que tenía el kirchnerismo. El optimismo militante de la dupla Ercole Filippa, presidente de la planta y de su vice, Fernando Sibilla, colisiona con el Excel y el tablero de control de gestión por resultados de Gustavo Lopetegui, secretario de Coordinación de Políticas Públicas. "Si venden aviones pongo los billetes pero entréguenlos" palabras más o menos es la sentencia que repite Lopetegui.

El problema de fondo persiste. El Gobierno nunca definió una política de desarrollo aeroespacial para la defensa dentro del contexto del proceso de industrialización del país en el que se encuadre el rol de FAdeA. Sin inversión no hay desarrollo. La Casa Rosada mira la planta cordobesa como un gasto que debe ordenarse (reducirse) misión que se encomendó al ministro Aguad como antes se le había exigido al predecesor, Julio Martínez. El nicho tecnológico de un entrenador avanzado de bajo costo operativo está muy requerido en mercados regionales, africanos y del sudeste asiático. Bolivia ya expresó su interés y en la fábrica esperan que Mauricio Macri haga su parte durante la visita que hará al país Evo Morales en la segunda quincena de octubre. 

El programa Pampa puede responder aunque lo aqueja otro tema no menor. Persisten 10 obsolescencias aún no superadas en componentes y conjuntos de sistemas críticos (tren de aterrizaje, cabina y otros). Para la Dirección General de Aeronavegabilidad Militar Conjunta dirigida por el brigadier Sergio Larsen, organismo dentro de la estructura del Estado Mayor Conjunto, encargado de habilitaciones y certificaciones, el número asciende a 22. Una obsolescencia técnica es la caducidad de partes, conjuntos o sistemas que son discontinuados por el desarrollo de otros con mejores prestaciones y funcionalidad. Resolver esas obsolescencias demanda tiempo, un activo que el tablero de control de Lopetegui no está dispuesto a conceder. 

Huérfano de un producto o desarrollo en el sector, el ministro de Producción Francisco Cabrera estudia dar de baja el stand de Defensa en la Feria del Aire y del Espacio (FIDAE) que se realizará en Chile en 2018. La decisión también impactará en el universo de pymes de alta especialización que trabaja al servicio de FAdeA y del INVAP (Investigaciones Aplicadas S.E.), la otra empresa pública de Río Negro cuyo contrato de fabricación de radares tridimensionales canceló el Gobierno macrista. 

Los industriales agrupados en la Cámara Argentina Aeroespacial y de Producción para la Defensa (CArAE) aún esperan respuesta del ministro de Defensa a un pedido de reunión de urgencia para conocer el rumbo de la actividad. 

A principios de agosto la Decisión Administrativa 604/2017 firmada por Marcos Peña aprobó un contrato entre la Fuerza Aérea Argentina y la Fabrica Argentina de Aviones de 1.587 millones de pesos para que se preste servicios de mantenimiento a aeronaves de la fuerza hasta diciembre de 2018. A casi dos meses de su aprobación, la jefatura de Gabinete autorizó un giro de 160 millones de pesos y otro de 130 está en camino. El primero se esfumó en un clic. Fue repartido entre acreedores de larga data: proveedores nacionales e internacionales de la línea de producción del Pampa, de Hércules, servicios gremiales, pagos previsionales, etc. Al segundo lo aguarda un destino similar. El cliente, la Fuerza Aérea, a través del brigadier Guillermo Santilli, director general de Material, presiona por las demoras en la ejecución y entrega de aeronaves en mantenimiento. Impuso un auditor en la fábrica que monitorea a diario las tareas contratadas. El mantenimiento se perfila como el plan B si no la única función que se vislumbra para FAdeA. El secretario general de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), Luis Ortega, ha señalado a medios cordobeses que "varios programas de trabajo no se concretaron; se están produciendo chalecos antibalas y vallas, pero no otras tareas relacionadas a la aeronáutica".

Aguad dio otra señal en Córdoba durante el acto de recepción de los cuatro aviones de entrenamiento Texan II, "la fábrica puede ser un gran taller de mantenimiento y reparación de aviones". La iniciativa de mejorar las prestaciones de la pista que posee la fábrica parece orientada al mismo objetivo. Es corta de no más de 1.500 metros y se proyecta dotarla de iluminación e instrumentos para aterrizajes nocturnos. Otras voces de la oficina de Lopetegui dicen que podrían ampliarla para utilización de las low cost y sumar atención logística en hangares ociosos.

miércoles, 4 de octubre de 2017

Falso garantismo y legítima defensa

Resultado de imagen para legítima defensaEditorial del diario La Nación
Lamentablemente, desde hace décadas, el exceso de garantías en favor de quienes delinquen ha desvirtuado el concepto de justicia.

La persistente y creciente ola de violencia que se abate sobre nuestro país, no sólo en ámbitos urbanos sino también en los rurales, ha promovido algunos casos de defensa propia que llegan a nosotros por testimonios directos y a través de los medios de comunicación.

Es función esencial del Estado mantener la legalidad y preservar la seguridad de los ciudadanos. Para ello es que se reserva el monopolio de la fuerza, ejercida cuando es necesario por las fuerzas de seguridad con el fin de evitar la consumación de delitos y por la justicia en lo criminal cuando impone una determinada sanción a quienes hayan delinquido.

Al mismo tiempo, nuestra ley penal establece que no son punibles quienes obren en defensa propia, siempre que se trate de una reacción inmediata ante una agresión ilegítima, que el medio empleado sea racional y que no haya existido provocación suficiente por parte del agredido.

Las llamadas doctrinas garantistas y abolicionistas que se han enseñoreado en muchos sectores de la Justicia, lideradas por el ex ministro de la Corte Suprema Eugenio Raúl Zaffaroni, tienden en general a no exculpar ningún intento de defensa, especialmente cuando se produce el fallecimiento del agresor, calificando como "exceso en la legítima defensa" diversas reacciones de ciudadanos sometidos abruptamente a la violencia delincuencial.

Constituyen prácticas influenciadas por doctrinas que consideran el delito como un "conflicto" social, provocado por factores cuyo análisis arroja como responsable a la sociedad, mientras que el infractor inexorablemente resulta ser una víctima de las contradicciones y pugnas generadas en un entorno caracterizado por la desigualdad y la injusticia. Así enfocado, quien defiende su vida, la de su entorno o su propiedad está siempre reaccionando egoístamente en forma abusiva sobre alguien que tiene menos y que es por lo tanto considerado víctima.

Recientemente, un dictamen de la fiscal de San Martín Diana Mayko no encontró justificación para la defensa de una víctima de robo de auto que terminó con la muerte del atacante, con el argumento de que el agredido prefirió arremeter contra la vida del agresor a cobrar el seguro del auto. En otro caso, dos ladrones que exhibieron armas de fuego fueron baleados por un comerciante con licencia de legítimo usuario, dentro de su local de Lomas de Zamora, cuando temió por la vida de sus familiares allí presentes. El comerciante agredido, aun con una bala en el pecho, terminó siendo aprehendido, aunque liberado luego por considerarse en principio que actuó en "legítima defensa".

Si bien es un tema extremadamente delicado el uso de la violencia por parte de los ciudadanos, más grave y delicada resulta la desprotección a la que el Estado somete a los individuos, dejándolos a merced de contingencias tales como los robos en la vía pública o la irrupción dentro de los domicilios de personas armadas, que encierran un peligro claro y actual para la vida de familias enteras.

La primera injusticia es la que el Estado comete al someter a la víctima a la situación de tener que defenderse por mano propia por la falta de su presencia oportuna y eficaz tanto en la represión como, fundamentalmente, en la prevención del delito.

En el caso de la legítima defensa, nuestra ley obliga al agredido a tener que probar factores tan difíciles de apreciar como la proporcionalidad de la fuerza o la racionalidad del medio empleado, cuando éstos son usados en un entorno de extrema violencia, en pocos segundos y en situaciones para las cuales nadie nos ha preparado. Cualquier examen postdelictual nos muestra la profunda herida psicológica que la violencia produce en aquellos que fueron agredidos, más aún en quienes tuvieron que usar la violencia para defenderse.

Es el Estado, principalmente mediante una tarea de prevención, el que debe preservar al ciudadano de pasar por eventualidades tan dramáticas como peligrosas.

La vida, la integridad física y la propiedad de los ciudadanos y sus familias deben ser resguardadas eficazmente por la autoridad pública, y las leyes que consagran el derecho a la legítima defensa debieran ser tan amplias como las que aseguran la defensa en juicio de los criminales. Lamentablemente hoy, y desde hace décadas, esa balanza se encuentra claramente inclinada a favor de quienes delinquen.

miércoles, 27 de septiembre de 2017

La suma de vagones no siempre da un resultado mayor

Resultado de imagen para suma de vagones no siempre da un resultado mayorPor Diego Cabot - LA NACION - @diegocabot - dcabot@lanacion.com.
Hay dos pilares sobre los que se basa la política ferroviaria del gobierno del presidente Mauricio Macri. El primero tiene que ver con el transporte de cargas; el segundo, con la mejora de los trenes de pasajeros que a diario circulan entre la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense. No hay mucho más; apenas la excepción de los ramales que llegan a Mar del Plata y a Rosario.

El primer pilar, el que se ya se ejecuta en el ferrocarril de cargas, es algo más silencioso y tendrá efectos directos en el costo de la cadena logística y productiva del país, además de la creación de empleos en la construcción. El segundo, el de los trenes de pasajeros, es un reflejo que se proyecta a diario, al menos dos veces por día, en millones de argentinos, usuarios o no, que ven las mejoras en las ciudades. Dicho esto, es más fácil entender por qué el Gobierno aprovecha cada paso en el proceso licitatorio para hacer un anuncio.

La inversión que se presentó ayer quiere ser la más grande en la historia moderna de los trenes, tanto que aspira a duplicar el parque rodante actual. Sin embargo, en el mundo ferroviario la suma de vagones y locomotoras no necesariamente entrega un resultado mayor.

Según datos del Cippec, entre 2003 y 2013 el sistema de transporte sumó cerca de un millón de pasajeros por día. Desde entonces, nada cambió. Sin embargo, la cantidad de autos aumentó y pasó de representar menos de la mitad de los viajes diarios en el área metropolitana a cerca del 60%. En ese período, los ferrocarriles metropolitanos experimentaron una debacle: cuatro de cada 10 pasajeros que usaban el tren se bajaron y cambiaron de modalidad para viajar. Recién el año pasado la curva se revirtió y las estadísticas muestran un aumento de pasajeros, o al menos de usuarios que pagan boleto.

El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, sabe que para sumar pasajeros al tren no sólo es necesario confort, sino también bajar el tiempo del viaje. Pero claro, eso sucede cuando se invierte plata en las obras invisibles del sistema: vías, señalización y cruce de calles. El desafío está planteado: mientras llega el primer vagón, tener lista una red que lo reciba y logre que la suma de material rodante, esta vez, tenga un resultado positivo.

martes, 26 de septiembre de 2017

La Marina de Guerra de los EEUU puede incorporar fragatas viejas

Por  David Axe - WIB  (Traducción Desarrollo y Defensa)
La Marina de Estados Unidos está considerando seriamente la posibilidad de reactivar hasta siete fragatas de misiles guiados de clase Oliver Hazard Perry recientemente desmanteladas para aumentar rápidamente el tamaño de la flota de superficie de la Marina de los Estados Unidos.
La marina de guerra de los EEUU pudo realmente traer detrás fragatas viejas
Pero la Armada no modernizaría significativamente las fragatas recalentadas, ni agregaría armamento pesado, dijo el Secretario de Marina Richard V. Spencer .

En lugar de enviarlos en peligro en el Medio Oriente o en las abarrotadas y peligrosas aguas del Pacífico Occidental, la Marina asignaría las 4100 toneladas de las Perry al Caribe en "un modo limitado para la interdicción de drogas", dijo Spencer.

En un papel de interdicción de drogas, las fragatas podrían liberar a los destructores de misiles guiados y a los buques de combate del Litoral para más misiones de alto nivel. Pero el Congreso se ha mostrado escéptico respecto de la posibilidad de añadir buques de guerra ligeramente armados a la flota.

La Marina adquirió 51 Perry entre 1977 y 1989. Durante la Guerra Fría, las fragatas funcionaron como escoltas de convoy, con misiles anti-aire SM-1, misiles anti-buque Harpoon y dos helicópteros anti-submarinos fueron bien equipados.

Fueron resistentes a pesar de sus superestructuras de aluminio. En 1987, el USS Stark sobrevivió dos golpes de misiles Exocet iraquíes. El USS Samuel B. Roberts golpeó una mina iraní en 1988 pero también sobrevivió. Durante un ejercicio de fuego real en 2016, la fragata desarmada Thach absorbió golpes de cuatro Harpoon, varios misiles Hellfire y Maverick, un torpedo y dos bombas. Tomó unas 12 horas para que Thach se hundiera.

Pero, la Marina dejó que la flota de fragata languideciera a favor de los destructores clase Arleigh Burke. En 2000, se comenzó a retirar los lanzadores de misiles de las Perrys , dejando a los buques con sólo sus armas para la autodefensa.

En sus últimos años, las fragatas se desplegaron en su mayoría a América Latina para patrullas de contrabando, aunque al menos dos buques transportaron drones Scout y navegaron a lo largo de la costa africana para apoyar a las Fuerzas de Operaciones Especiales. El último buque activo en la clase, USS Simpson fue desarmado en septiembre de 2015.

Funcionarios de la Marina reflotaron la idea de recomisionar algunos de los Perry aprovechando la nueva presidencia de Donald Trump. Trump había aceptado el crecimiento de la flota durante el gobierno de Obama de aproximadamente 280 navíos de guerra de primera línea a 355.
En la parte superior - USS Simpson en 2006. Arriba - la flota inactiva en Hawai. Fotos en Wikipedia

Los planes comenzaron a tomar forma para la adquisición creciente de destructores de la clase de Burke, de submarinos de ataque y de buques de propósito múltiple. Una propuesta para reactiva el portaaviones Kitty Hawk , que se desmanteló en 2009, se presento. Hablar de traer de vuelta algunos Perry s parecía menos extravagante. El Departamento de Defensa ya ha transferido varios Perry a aliados extranjeros, pero al menos siete permanecen en la flota inactiva.

Spencer dijo que no sería costoso reactivar las fragatas. Afirmó que Taiwán colocó dos viejos Perry s de nuevo en servicio en marzo de 2017 por un costo de sólo $ 35.000 por barco. Pero ese precio no incluía la modernización. "No hay sistemas de combate, pero están listos para el mar, listos para la navegación y listos para activar el radar", dijo Spencer. "Esa es una plataforma probada bastante barata allí."

Mientras que los operadores extranjeros de los buques de clase Perry han añadido armas modernas a sus buques - sobre todo Australia - la Marina de los EE.UU. no está considerando el armamento pesado para las fragatas que se reanuda. -¿Pueden armarlas con Tomahawks? -preguntó Spencer retóricamente. "No."

La desventaja de traer de vuelta Perry viejos es su utilidad limitada. Aunque eran perfectamente adecuadas para interceptar contrabandistas de drogas, las fragatas no serían capaces de defenderse en una gran guerra de cañoneros, por no hablar de un papel ofensivo contra un enemigo bien armado.

También, el mismo problema ha plagado al Buque de Combate Litoral, esta clase de buques que ha comenzado a reemplazar el Perry en la estructura de la Fuerza Naval. Inicialmente entrando en servicio sin un sistema de misiles antiaéreos o antibuques, los LCS eran inadecuados para las patrullas de primera línea en zonas de guerra potenciales.

A principios de 2016, el senador estadounidense John McCain, presidente del Comité de Servicios Armados del Senado, dijo que el LCS era incapaz de hundir una fuerza enemiga "a menos que la flota enemiga consista en un pequeño número de barcos ligeramente armados de un alcance extremadamente corto".

Bajo la presión del Congreso, la Marina anunció en 2015 que reduciría la clase LCS de 52 buques a sólo 40 y adquiriría una nueva fragata de misiles guiados con armamento significativo de misiles . Los constructores navales estadounidenses y extranjeros están compitiendo para construir hasta 20 de las nuevas fragatas a partir de 2020.

Mientras tanto, los Perry podrían ayudar a mantener la flota -modestamente, y en un pequeño papel. Pero a menos que la Armada invirtiera fuertemente en mejoras, volver a poner en servicio las viejas fragatas es sólo una solución parcial a corto plazo para el problema a más largo plazo de construir una Marina estadounidense más grande. Una que puede luchar en todas partes.
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