Por Nora Sánchez - Diario Clarín
Es porque no se cumplieron las promesas de urbanizar el predio y tirar abajo el muro. Estuvo ocupada, pero ahora está vacía y hay un proyecto para mudar allí el Archivo General de la Nación.
Es porque no se cumplieron las promesas de urbanizar el predio y tirar abajo el muro. Estuvo ocupada, pero ahora está vacía y hay un proyecto para mudar allí el Archivo General de la Nación.
Todavía está en pie el muro perimetral de mármol de la cárcel de
Caseros. En lo alto se ven las casetas de guardia y el alambre de púas.
En las ventanas, tapiadas con ladrillos, varios horneros hicieron sus
nidos de barro. Sobre la calle Pasco hay boquetes por donde podría
deslizarse una persona y que dejan ver el yuyal de un baldío. Hace dos
años el predio estuvo ocupado , aunque ahora según los vecinos ya no vive nadie dentro. En cambio, algunos linyeras se refugian bajo las salientes del muro.
Pasaron once años desde el cierre de la cárcel y casi cinco desde que el Ejército tiró abajo su torre, y el predio sigue abandonado . El Gobierno porteño nunca demolió el muro exterior, como había acordado con la Nación, ni urbanizó el lugar. En 2011 el Organismo Nacional de Administración de Bienes del Estado dejó sin efecto el acuerdo con la Ciudad y le cedió el terreno al Archivo General de la Nación (AGN) para que levante su sede. Y en junio, el estudio platense de arquitectos Deschamps-Estremera y Javiera Gavernet ganaron un concurso de anteproyectos convocado por la Nación para diseñarla. En una primera etapa harían 8.000 m2 de instalaciones.
El archivo conserva valiosos documentos, como el acta de constitución de la Primera Junta de 1810. Hoy se reparte entre un edificio en Alem al 200 donde antes funcionó el Banco Hipotecario, y otro en Paseo Colón al 1000.
Hace años que necesita una sede . En los 90, casi lo mudan a Viamonte y Bouchard. También se pensó en acondicionar el edificio de la cárcel de Caseros para el archivo. Nada se concretó.
El nuevo plan es hacerle una sede a medida de 35.000
m2 totales, entre las calles 15 de Noviembre, Pichincha, Pasco y
Rondeau. El Gobierno Nacional planea construirla en cuatro etapas, a lo
largo de 30 años. Fuentes del Ministerio del Interior de la Nación
confirmaron que están armando el proceso de licitación para la primera,
que consiste en hacer un edificio de 8.000 m2 para los archivos
documentales, siguiendo el diseño del anteproyecto ganador. La obra se
financiará con un crédito preaprobado de la Confederación Andina de
Fomento por $ 13,6 millones.
El proyecto elegido pertenece a Juliana Deschamps, Fabio Estremera y Javiera Gavernet. Estos arquitectos planearon sectores públicos, abiertos a los investigadores que consultan el archivo, y otros no públicos, que son los lugares de almacenamiento de documentación. “Planteamos abrir Rondeau entre Pichincha y Pasco como calle con acceso vehicular restringido, y unirla a una plaza en la que estará el acceso al público del AGN. Del otro lado de esa calle va a quedar el edificio histórico de la cárcel, de 1870, que se recuperará como centro cultural”, cuenta Estremera.
La entrada pública dará acceso a las salas de consulta digital y de papel, que estarán en un pabellón de una planta que tendrá 4 metros de altura y será paralelo a Rondeau. Perpendicularmente a esta construcción y conectado con ella, habrá un edificio de siete pisos y 24 metros de altura, con acceso desde 15 de Noviembre. En planta baja tendrá los talleres de limpieza, catalogación y digitalización de documentos, y en los siete pisos, los depósitos de documentos.
“El edificio alto va a tener apariencia de ladrillo y, a diferencia de sus pisos superiores, una planta baja transparente, con una galería. Y el cuerpo más bajo tendrá un frente de vidrio hacia Rondeau”, dice Estremera. Y explica que el proyecto preve que la vereda de Pichincha tenga 20 metros de ancho, un espejo de agua, doble hilera de árboles y bancos. Dentro del predio quedará un espacio verde reservado para los otros tres cuerpos del edificio, que se harán a futuro.
Algunos vecinos son escépticos. “De la misma forma que hace años que el Gobierno promete el soterramiento del Sarmiento, pueden tardar siglos en hacer el Archivo –compara Juan, un comerciante del barrio–.
Hace rato que dicen que van a hacer algo con este predio y sigue abandonado , así que no veo por qué van a concretar esto”. Otros están esperanzados. “En su momento, habíamos propuesto que hicieran una universidad o un archivo en este lugar –recuerda Manuel Vila, presidente del Foro de la Memoria de Parque Patricios–. Este proyecto está en línea con eso y nos parece positivo. Lástima que hayan demolido 70.000 m2 de un edificio que podría haberse reformado para albergarlo. Pero lo importante es que se haga algo y que el predio no siga vacante”.
Pasaron once años desde el cierre de la cárcel y casi cinco desde que el Ejército tiró abajo su torre, y el predio sigue abandonado . El Gobierno porteño nunca demolió el muro exterior, como había acordado con la Nación, ni urbanizó el lugar. En 2011 el Organismo Nacional de Administración de Bienes del Estado dejó sin efecto el acuerdo con la Ciudad y le cedió el terreno al Archivo General de la Nación (AGN) para que levante su sede. Y en junio, el estudio platense de arquitectos Deschamps-Estremera y Javiera Gavernet ganaron un concurso de anteproyectos convocado por la Nación para diseñarla. En una primera etapa harían 8.000 m2 de instalaciones.
El archivo conserva valiosos documentos, como el acta de constitución de la Primera Junta de 1810. Hoy se reparte entre un edificio en Alem al 200 donde antes funcionó el Banco Hipotecario, y otro en Paseo Colón al 1000.
Hace años que necesita una sede . En los 90, casi lo mudan a Viamonte y Bouchard. También se pensó en acondicionar el edificio de la cárcel de Caseros para el archivo. Nada se concretó.
El proyecto elegido pertenece a Juliana Deschamps, Fabio Estremera y Javiera Gavernet. Estos arquitectos planearon sectores públicos, abiertos a los investigadores que consultan el archivo, y otros no públicos, que son los lugares de almacenamiento de documentación. “Planteamos abrir Rondeau entre Pichincha y Pasco como calle con acceso vehicular restringido, y unirla a una plaza en la que estará el acceso al público del AGN. Del otro lado de esa calle va a quedar el edificio histórico de la cárcel, de 1870, que se recuperará como centro cultural”, cuenta Estremera.
La entrada pública dará acceso a las salas de consulta digital y de papel, que estarán en un pabellón de una planta que tendrá 4 metros de altura y será paralelo a Rondeau. Perpendicularmente a esta construcción y conectado con ella, habrá un edificio de siete pisos y 24 metros de altura, con acceso desde 15 de Noviembre. En planta baja tendrá los talleres de limpieza, catalogación y digitalización de documentos, y en los siete pisos, los depósitos de documentos.
“El edificio alto va a tener apariencia de ladrillo y, a diferencia de sus pisos superiores, una planta baja transparente, con una galería. Y el cuerpo más bajo tendrá un frente de vidrio hacia Rondeau”, dice Estremera. Y explica que el proyecto preve que la vereda de Pichincha tenga 20 metros de ancho, un espejo de agua, doble hilera de árboles y bancos. Dentro del predio quedará un espacio verde reservado para los otros tres cuerpos del edificio, que se harán a futuro.
Algunos vecinos son escépticos. “De la misma forma que hace años que el Gobierno promete el soterramiento del Sarmiento, pueden tardar siglos en hacer el Archivo –compara Juan, un comerciante del barrio–.
Hace rato que dicen que van a hacer algo con este predio y sigue abandonado , así que no veo por qué van a concretar esto”. Otros están esperanzados. “En su momento, habíamos propuesto que hicieran una universidad o un archivo en este lugar –recuerda Manuel Vila, presidente del Foro de la Memoria de Parque Patricios–. Este proyecto está en línea con eso y nos parece positivo. Lástima que hayan demolido 70.000 m2 de un edificio que podría haberse reformado para albergarlo. Pero lo importante es que se haga algo y que el predio no siga vacante”.
