La construcción de la
barrera de seguridad entre algunas ciudades de Judea y Samaria y el
corazón de Israel marcó un punto de inflexión en la lucha contra el
terrorismo en los últimos años. A pesar de su innegable eficacia en
salvar vidas israelíes, algunos medios de comunicación siguen viendo
sólo el 3% de su parte de hormigón para deslegitimar su construcción.
El
objetivo de estas líneas es ofrecer al lector una visión más profunda
de las razones que llevaron al establecimiento de la barrera defensiva
desde una perspectiva de seguridad y de derechos de la población.
Para abordar el tema es menester tener en mente algunos axiomas básicos: (1) Israel es unas 400 veces más chico que Brasil, unas 125 veces que Argentina y unas 25 de España. (2)
En la zona de Tul-Karem, unos kilómetros al norte de Tel Aviv, la
distancia entre el Mar Mediterráneo y la línea verde es solamente de 13.8 kms. (3) La franja costera de Israel, que está al lado de Judea y Samaria, es el 20% del territorio nacional, en el que vive el 70% de la población (140 millones de personas en términos de Brasil o 30 en términos de Argentina) y donde se produce el 80% del PBI. Esta zona es el corazón del país tanto del punto de vista poblacional como del punto de vista productivo.
Aproximadamente un
3%
de la extensión de la barrera defensiva está construída en forma de
pared de concreto por 2 razones: evitar que francotiradores ataquen
casas o vehículos (que circulan por autopistas), y disminuir posibles
daños causados por lanzamiento de piedras y bombas incendiaras (en zonas urbanas densamente pobladas).
Muchas veces, aquí en Israel la gente puede llegar a vivir con miedo. ¿Por qué mi esposa y mis hijas se tienen que subir al autobús en Jerusalén con miedo de que les explote una bomba?
Desde que la barrera defensiva existe, el miedo es menor así como la
pérdida de vidas civiles israelíes. Entre 2000-2005, sin la barrera,
murieron en Israel más de 1,000 civiles y otros 6,000 heridos en
atentados suicidas, disparos de francotiradores y otras formas de terrorismo.
Estamos hablando de civiles asesinados mientras tomaban un café,
disfrutaban de las vacaciones en un hotel con su familia, o bailaban y
tomaban cerveza en una discoteca de Tel Aviv.
Claro, para el terrorista es
bastante fácil llegar a esos sitios sin que exista un control. Según los
axiomas planteados arriba, queda claro que desde Judea y Samaria
hasta el corazón de la vida civil israelí, hay sólo unos minutos
viajando en auto o un ratito de caminata. Si el terrorista tiene la
intención y los medios para efectuar el atentado, es una cuestión de
decisión nomás, si ejecutarlo o no. ¿Cómo hacer entonces para
defendernos de un terror, que atemoriza a la población y arruina la
rutina de vida, en un espacio tan pequeño?.
La construcción de la barrera sigue salvando vidas a diario al evitar atentados terroristas que no salen en la prensa.
Pero la barrera no salva vidas por sí sola, sino que es parte de una
doctrina de defensa que incluye a la inteligencia y a las capacidades
operativas de las Fuerzas de Defensa de Israel. Éstas se combinan para
lograr frustrar atentados terroristas antes que éstos sean ejecutados.
A estos elementos hay que agregar la
actividad de las Fuerzas de Seguridad Palestinas, que por interés propio
luchan contra grupos terroristas como el Hamás, evitando que lleven a cabo atentados que a la larga perjudicarían el grado de gobernabilidad de la propia Autoridad Palestina en Judea y Samaria.
Frente a una motivación del 100% por parte de terroristas de llevar a
cabo atentados, sólo un pequeño porcentaje se materializa.
Claro está, la barrera no es hermética.
En los últimos meses se han realizado varios atentados a manos de
terroristas que viven en Judea y Samaria, como los asesinatos a sangre
fría de los soldados Tomer Jazan y Eden Atías, o el artefacto explosivo en un ómnibus en la ciudad de Bat Yam
hace 3 semanas, que por suerte no dejó víctimas. Sin la barrera sería
mucho peor. Esto, sin contar el intento de asesinato de una familia en
el poblado de Psagot y los constantes intentos de infiltración.
Ahora bien, esta barrera defensiva es un
obstáculo para el terror, no es un una barrera para la paz. La
construimos de una manera que se pueda mover fácilmente si es necesario.
Creo importante enfatizar que si no hubiese terrorismo no habría
barrera defensiva, antes de que comience el terror suicida, nadie pensó
en poner una barrera.
Claro está que a la población
palestina de la zona le puede llegar a molestar el sitio exacto por el
que pasa la barrera. A la población israelí le perjudica muchísimo más
la inexistencia de una barrera por lo que eso significa para su
seguridad. Lo importante pues, es que haya un código legal uniforme para
israelíes y palestinos que permita equilibrar el perjuicio que ambas
partes sufren.
Las Fuerzas de Defensa de israel estamos
totalmente comprometidos con este principio que equilibra los derechos
de la población palestina de la zona y el derecho a la seguridad de la
población israelí. Según ambos elementos se determina la ubicación
exacta de cada tramo de la barrera.
Fuente: http://www.idfblog.com/spanish/muro-de-separacion-llamemos-a-las-cosas-por-su-nombre/