(defensa.com) Tras once años de guerra en
Afganistán, las tropas estadounidenses se encuentran ahora con la necesidad de
empaquetar el material desplegado y sacarlo del territorio antes de finales del
2014. El grueso de ese equipamiento se acumula, por el momento, en Kandahar y la
Base Aérea de Bagram. Valorado en 7.000 millones de dólares, 750.000 equipos
militares de los inventarios castrenses en Afganistán serán destruidos o
transferidos a otros países o agencias, pero no regresarán a casa. Así, más de
2.500 Humvees serán transferidos al Ejército Afgano y a otras fuerzas locales.
Sin embargo, hay materiales considerados sensibles como para transferírselos a
los afganos, en otros casos esto, simplemente, no se considera conveniente. Es
así como se podrán transferir cientos de Humvee, pero no así ninguno de los
MRAP, pues no se ha preparado a los soldados locales para operarlos y
mantenerlos.
Pakistán y Uzbekistán esperan recibir cuantiosos
arsenales de aquellos equipos que no puedan regresar desde el teatro de
operaciones afgano. Se trata de vehículos, blindados, detectores de minas,
helicópteros, equipo de navegación, equipos de operaciones nocturnas, etc.
Pakistán, de hecho, lidera la lista de países
receptores de los inventarios que no puedan regresar a casa debido al
costo de moverlos fuera de la región
Por otro lado, importantes cantidades de equipos
están ya siendo destruidos. Así, se desguazarían en Afganistán 12.300 vehículos
MRAP, cantidad que posiblemente llegue a los 25.500, pues solo
9.000 serán repatriados. Cada uno tuvo un coste de adquisición de un millón de
dólares. Mientras tanto, países aliados de EEUU, como
Colombia, buscan hacerse con equipos similares. Otros países
que podrían tal vez interesarse serían Brasil y Chile. Pero uno
de los problemas es que el país receptor debe recogerlos en el propio teatro de
operaciones. El otro es que, por su gran tamaño, solo caben 4 en un
C-17.
Pero no se trata solo de los materiales en el
teatro afgano. EEUU ha declarado en excedente, en su propia casa, equipamiento
por valor de 6.000 millones de dólares, que será destruido, transferido,
regalado y/o vendido. La reducción se lleva a cabo en todos los frentes. Por
ejemplo, ya nuestros corresponsales han cubierto la situación de los C-27J, que
de la fabrica han pasado al retiro. En lo que va de año, la USAF planea
transferir 21 C-27J al Grupo 309 de Mantenimiento y Regeneración Aeroespacial de
la Base Aérea de Davis Monthan en Arizona. Otros 15 aparatos aún operan en
diversas unidades de la Guardia Aérea Nacional y dos en tareas de comunicación
en Waco, Texas. Se esperan cuatro modelos que están siendo terminados por la
Alenia Aermacchi de Italia, que junto con los todos los restantes, pasarán
directamente a la huesera. Todo parte de la reducción de fuerzas, costos y
presupuestos.
Complejos acuerdos y leyes prevén el traspaso
legal de estas maquinas a terceros, a países como podría ser
México. Por otro lado, las maquinas podrían mantenerse como
"propiedad" de la USAF mientras las mantienen y vuelan tripulaciones
aliadas.
Por ejemplo, acordémonos que los EEUU no
encuentra qué hacer para modernizar las fuerzas aéreas Centroamericanas, que han
llegado a un estado deplorable de obsolescencia. Pues hablando del mismo C-27J,
despreciado por la USAF por razones políticas, sería perfecto para cumplir con
los planes del Programa Regional de Modernización Aérea (RAMP) propuesto por la
12ª Fuerza Aérea (USAF) para socorrer a las Fuerzas Aéreas
Centroamericanas.
Entre otras cosas, dicho programa proponía la
transferencia y distribución de 4 máquinas de transporte táctico por país, y en
su momento descartaba el C-27J por su costo de adquisición y
mantenimiento. Pues ahora, con la disponibilidad de los mismos
C-27J, y la garantía de que pueden mantenerse por parte del
fabricante al retenerlos como propiedad "USA", permitiría su operación en el
teatro Centroamericano como parte del RAMP. Bajo esta mira podría beneficiarse
Guatemala (FAG), Honduras (FAH), El Salvador (FAS), Nicaragua (FA-EN), Costa
Rica (SVA), Panamá (SENAN) y hasta Colombia (ARC, FAC y PNP).
Algunos implementos de exceso que se encuentran
en casa se venden ya en el sitio www.GovLiquidation.com y, según el San Diego
Union-Tribune, mucho del material se acumula en el Campamento Pendlenton.
Otro, que aun se construye y llega en cantidades, y que todavía se espera forme
parte del arsenal sin llegar a primera línea, pasan a depósitos
pre-posicionados. Ello genera el problema de tener que vaciarlos de los
materiales que allí se encuentran. Anteriormente, cuando EEUU renovaba
inventarios, para hacer espacio, prácticamente regaló a coste de flete los
contenidos. Fue así como al vaciar los depósitos de equipos pre-posicionados en
Medio Oriente, después de Tormenta del Desierto, en la década
de los 90, EEUU limpió sus depósitos para renovarlos con nuevos materiales. De
allí partirían cientos de vehículos M151 y otro tipo de equipamiento a México, a
coste de flete.
La situación no es exclusiva de EEUU. Al fin y
al cabo, es necesario hacer espacio sacando excedentes castrenses de muchos
países con la reducción de presupuestos. Defensa.com ya ha dado detalles de
los excesos que encontramos en España en espera y a disposición. Hemos
adelantado lo que se puede hacer con los patrulleros Anaga, o los BMR,
adaptándolos para su traspaso a países en Latinoamérica. Recordemos que México
aprovechó las bodegas de la OTAN en los noventa, y con ello mecanizó sus fuerzas
con los AMX-VCI y AMX belgas.
Uruguay efectuó una transacción similar
recientemente con los MOWAG canadienses, muchos de ellos
traídos de los Balcanes en estado de abandono. Su restauración en Chile los
dotó de una flotilla de blindados técnicamente moderna a un costo razonable (sin
entrar en los detalles de pagos irregulares). La flota entera de modelos Bell
212 (CH-135) en uso hoy en Colombia vendrían de las bodegas
canadienses, adquiridos por el gobierno de los EEUU para su renovación completa
antes de su transferencia a ese país Suramericano. (JMAH)