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miércoles, 17 de junio de 2015

El gran éxodo: el campo se vacía y huye a ciudades hacinadas

Por Paula Urien  | LA NACION
Más del 90% de la población argentina vive en centros urbanos; en amplias regiones del interior sobran las viviendas, mientras que en las ciudades el déficit habitacional es crónico
El campo se va despoblando: una casa abandonada en un campo cercano a Carlos Casares; dos propiedades sobre la ruta 5, a unos 300 kilómetros de Buenos Aires, y otra en Cadret. 
El campo se va despoblando: una casa abandonada en un campo cercano a Carlos Casares; dos propiedades sobre la ruta 5, a unos 300 kilómetros de Buenos Aires, y otra en Cadret.

Es una de las paradojas de la Argentina. Las grandes ciudades sufren un grave déficit habitacional y en el interior muchos huyen de pueblos y campos, donde sobran las viviendas, y en busca de una vida mejor se instalan...en las grandes ciudades.

Una investigación de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) basada en cifras del Indec señala que en 1991 vivían en zonas rurales algo más de 4 millones de personas, cifra que cayó a 3,5 millones en 2010 a pesar de que aumentó la población (más de 7 millones) durante ese período. Lo increíble es que este fenómeno se dio en pleno boom de la soja.

"Las decisiones de migración no se toman todos los días y generalmente responden a la necesidad de búsqueda de mejores horizontes", dice Ezequiel De Freijo, analista del Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina (SRA).

La falta de infraestructura que lleva al aislamiento, el déficit en servicios y, sobre todo, la escasez de trabajo de buena calidad van despoblando el campo. Según la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), entre 2010 y 2013 se perdieron 300.000 puestos de trabajo en las cadenas agroindustriales de todo el país.

"Ninguno de mis dos hijos se quedó en el campo", cuenta José López, encargado de un establecimiento de 1200 hectáreas en la provincia de Buenos Aires. Nacido y criado en la llanura pampeana, creció entre grandes extensiones sembradas y el quehacer de actividades ligadas con la cría de animales. Es de los pocos que, junto con su mujer, le escapa a la ciudad. Prefiere un horizonte sin cemento.

Según la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), entre 2010 y 2013 se perdieron 300.000 puestos de trabajo en las cadenas agroindustriales de todo el país
Pero, según López, quedan pocos como él. Le cuesta conseguir alguna ayuda porque "los jóvenes ya no quieren trabajar en el campo". Como sus propios hijos, se van de los caminos de tierra, la falta de luz y gas, y de las tareas propias de las economías regionales.
El campo se va despoblando: una casa abandonada en un campo cercano a Carlos Casares; dos propiedades sobre la ruta 5, a unos 300 kilómetros de Buenos Aires, y otra en Cadret. 
De los dos varones, uno es cuentapropista y el otro "enganchó un trabajito en la municipalidad", algo muy común en los pueblos del interior, cuyas administraciones son grandes empleadoras, lo que las deja prácticamente sin recursos para invertir en la mejora de la infraestructura y el desarrollo de las poblaciones más pequeñas.

En el país hay 3,6 millones de personas que trabajan en el sector público, según Juan Luis Bour, economista de FIEL. Desde 2008 el empleo sólo creció en el Estado. Apenas un tercio de la población económicamente activa (PEA) tiene un trabajo en el sector privado formal.

Una de las consecuencias visibles de la falta de empleo privado en el campo es, según Leandro Vesto, director de la ONG Proyecto Pulpería, que en la provincia de Buenos Aires hay 100 pueblos que están en peligro de desaparecer. En todos hay casas abandonadas. La ONG intenta atraer familias a pueblos casi despoblados para que vivan en casas en comodato (sin pagar alquiler, previo arreglo con sus dueños, con una opción a compra más adelante). "Las casas abandonadas traen una atmósfera muy negativa para los pueblos. Por eso los incentivamos para que ejerzan algún oficio: plomería, peluquería... Tienen la casa sin costo y en algunos municipios no pagan impuestos. Para que el pueblo no muera, les pedimos que lo que ganan lo gasten en el lugar."

Vesto dice que además del esfuerzo personal de los pobladores, es necesario que los municipios hagan su aporte para mejorar la calidad de vida de los habitantes. "Hay pueblos que no tienen luz, casas que se tienen que calefaccionar con leña, que es escasa, caminos de tierra en muy mal estado que aíslan a los pobladores, falta de servicios básicos, poco acceso a la salud y a la educación...La vida en los pueblos es muy dura", dice. Por ejemplo, los caminos de tierra dificultan la llegada los maestros a las escuelas.

Una de las consecuencias visibles de la falta de empleo privado en el campo es que en la provincia de Buenos Aires hay 100 pueblos que están en peligro de desaparecer
Según un informe de CREA, la red de caminos tiene 622.527 kilómetros, pero sólo el 10,6% está pavimentado. Además, las rutas nacionales y provinciales sufrieron un fuerte deterioro en los últimos años por falta de mantenimiento. "La red pavimentada creció mucho desde 1920 hasta 1980, pero el ritmo de avance cayó drásticamente en las últimas tres décadas", dice el informe.

Estos caminos de tierra intransitables ahuyentaron fábricas que se mudaron a la ciudad, dejando a la deriva a pueblos enteros. Es el caso de Cadret, en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, que dejó de respirar cuando la fábrica de quesos Santa Rosa se mudó en 2007 porque los 30 kilómetros de tierra hasta llegar al asfalto era una traba muy grande para sacar la mercadería.

También los constantes cortes de luz y la falta de señal en la telefonía celular funcionan como grandes desmotivadores para vivir en el campo. El resultado: en las ciudades, hacinamiento; en pueblos y campos, casas deshabitadas. En la Argentina, más del 90% vive en centros urbanos.

Para que mejore esta situación, es clave distribuir de manera diferente el presupuesto. "Tiene que aumentar el empleo formal privado. De esa forma los municipios se liberarán de la carga de emplear a tanta gente.

LA VIDA URBANA, NO TANTO MEJOR

La vida en el campo puede ser dura, pero la ciudad puede ser cruel. Un cuarto de la población del país, alrededor de 10 millones de personas, vive en los partidos que rodean a la ciudad de Buenos Aires, según estimaciones de Jorge Vasconcelos, economista de Ieral. La Capital Federal está estancada en 3 millones de habitantes. "Es el conurbano bonaerense el que no deja de crecer", dice Vasconcelos. "Esta situación provoca problemas muy serios en materia social y de calidad de vida, y es un caldo de cultivo para la delincuencia y las drogas."

La directora de la maestría en Estudios Urbanos de la Universidad Nacional de General Sarmiento, la antropóloga María Cristina Cravino, sostiene que durante la década que mide el último censo (2001-2010) el promedio nacional de la población creció 10,6%, mientras que en la región metropolitana llegó a 12,5%. "Aumentó más que en el resto del país, y sobre todo en los municipios del segundo cordón", dice.

No siempre fue así. Entre 1991 y 2001, el área metropolitana había aumentado sólo 6,2%, según datos de la investigadora.

El Gran Buenos Aires, con un crecimiento de un millón y medio de habitantes cada diez años, tiene un déficit de por lo menos 300.000 viviendas
El Gran Buenos Aires, con un crecimiento de un millón y medio de habitantes cada diez años, tiene un déficit de por lo menos 300.000 viviendas, de las cuales se necesitan aproximadamente 100.000 nuevas, estima el arquitecto Alfredo Garay, profesor de Planificación Urbana en la UBA y subsecretario de Urbanismo y Vivienda de la provincia de Buenos Aires entre 2005 y 2008.

"En la ciudad de Buenos Aires se calcula que debe haber otras 300.000 personas en situación de vivienda precaria, la mitad aproximadamente viviendo en villas y la otra, en inquilinatos, conventillos y casas tomadas", agrega.

A nivel nacional, el Indec refleja que hay 8,1 millones de personas en viviendas precarias y 2,8 millones en estado de hacinamiento crítico (más de tres personas por cuarto).

El economista Víctor Beker, ex director de Estadísticas Económicas del Indec y director del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano, sostiene que la cifra es mucho mayor. Habla de 11 millones con déficit habitacional, porque normalmente los hogares más precarios suelen albergar a un más personas que el promedio.

En "el otro" país, pueblos con viviendas cerradas, tapiadas; campos con casas abandonadas que aún conservan sus alambrados donde alguna vez hubo una huerta, un gallinero, un horno para pan.

MÁS TRABAJO EN EL INTERIOR

Los datos oficiales indican que hay 350.000 puestos de trabajo directos en el sector agropecuario, más 700.000 en la agroindustria y 320.000 en la informalidad. Suman un millón de trabajadores. Sin embargo, según FADA las cadenas agroalimentarias generan realmente mucho más: 2,7 millones de puestos de trabajo directos e indirectos en 2013.

"La diferencia entre los dos valores se explica por el empleo directo e indirecto que hay en comercialización, transporte y exportación, además del empleo golondrina", afirma la entidad.

La Agenda del Campo, un informe reciente elaborado por la SRA, tiene un diagnóstico por cada uno de los sectores productivos. Detalla el potencial para generar más empleo que tiene el sector agropecuario de acá a 2020: 700.000 puestos de trabajo directos y 400.000 indirectos.

En materia de sectores, están los granos y oleaginosas, las cadenas cárnicas, la producción de bioetanol y biodiésel, las economías regionales y la producción de maquinaria.

Por otro lado, la cría de animales es lo que mantiene a la gente trabajando in situ. Sólo con la cría bovina, si hoy existen 206.000 puestos de trabajo, según Ieral, con políticas de incentivo podría llegar a 40.000 más en 2020.

Los datos oficiales indican que hay 350.000 puestos de trabajo directos en el sector agropecuario, más 700.000 en la agroindustria y 320.000 en la informalidad. Suman un millón de trabajadores
Durante los últimos años se transitó el camino inverso. Con una reducción de 10 millones de cabezas de ganado desde 2009, hubo una destrucción de empleo de alrededor de 22.000 puestos de trabajo para una actividad que suele transmitirse de generación en generación y que todavía no presenta las condiciones como para atraer a nuevos trabajadores.

En el agro sucede lo mismo. "La Argentina debería estar cosechando más de 150 millones de toneladas de granos en vez de las 100 millones actuales. Brasil logró incrementar su producción; la Argentina, no", dice Vasconcelos. "Si hubiéramos replicado las políticas de Brasil para incrementar su producción agroindustrial, tendríamos 50 millones de toneladas más, lo que significa 450.000 empleos genuinos", agrega el economista.

Una investigación de Ieral revela que por cada 10 millones de toneladas adicionales cosechadas se podrían crear 40.000 de puestos de trabajo directos y 90.000 si se incluyen también los indirectos.

"Si consideramos a la familia asociada a cada puesto de trabajo, se llega a la cifra de 225.000 personas que se benefician cada 10 millones más de toneladas cosechadas", dice Vasconcelos. Las economías regionales, hoy en emergencia, deberían resurgir con las políticas adecuadas.

Entre las razones del éxodo de empleadores, según Vasconcelos hay un "aumento desmedido de la presión tributaria a las actividades del agro, que se volcaron a subsidios el transporte y la energía y que beneficiaron, sobre todo, a los habitantes de la Capital y el Gran Buenos Aires".

La migración se produce desde las provincias del Norte hacia el Sur, es decir, hacia Buenos Aires y las provincias con alto nivel de subsidios. "Las políticas económicas hacen que en el norte del país haya menos posibilidades de trabajar porque es muy costoso producir, hay muy pocos empresas nuevas y poco empleo. No se puede poblar el país sin perspectivas de crecimiento. Hay que ordenar la economía y favorecer las condiciones para que la actividad pueda funcionar de manera genuina, sin subsidios", explica Bour.

La migración se produce desde las provincias del Norte hacia el Sur, es decir, hacia Buenos Aires y las provincias con alto nivel de subsidios
Algunas propuestas de FADA son: una política monetaria controlada con un Banco Central independiente, un plan antiinflacionario, tipo de cambio único y competitivo, equilibrio fiscal, promoción del federalismo, recuperar la reputación internacional y tener como objetivo la creación de empleo privado formal. También, eliminar políticas intervencionistas distorsivas. Es decir, "sacarle el pie de encima al campo", una frase repetida por economistas y productores agropecuarios.

"Se necesitan leyes que permitan beneficios especiales para activar regiones complejas a nivel laboral por la escasa oferta de trabajo", propone Ricardo Foglia, director del Departamento de Derecho del Trabajo de la Universidad Austral.

"Hay una concentración de trabajadores en las grandes ciudades, en particular la Capital y el conurbano. Mientras, las economías regionales tienen enormes diferencias de rendimientos entre sí y respecto de los centros industriales. Esta situación hace inconveniente la existencia de una legislación laboral uniforme para todo el país, ya que no se compadece con las asimetrías y diversidades existentes y genera mayores desigualdades al tratar en igual forma a situaciones, clara y decididamente, diferentes."

"La generación de empleo en el interior del país está muy ligada a las condiciones de seguridad jurídica que cada provincia otorgue para la inversión, al mismo tiempo que pesa mucho el manejo económico de esas inversiones", dice De Freijo.

Para impulsar el desarrollo del interior y evitar el éxodo, el analista de la SRA aconseja que los presupuestos públicos nacional y provinciales apunten verdaderamente a acortar la brecha que existe en materia de infraestructura, educación, salud.

Y también que los ajustes de salarios en los convenios colectivos de trabajo a nivel nacional se hagan sobre la base de la productividad de cada actividad. "A partir de la utilización generalizada de los convenios colectivos de trabajo nacionales, se han alejado de los parámetros de productividad que cada sector o actividad económica puede retribuir", dice Feijo.

Estimular las economías regionales es la recomendación de los especialistas a nivel estructural. "Sólo para dar un ejemplo, si se favorece la actividad agrícola va a haber un proceso natural de vuelta al campo", opina Bour.

"Si el campo no ofrece trabajo como para subsanar el crecimiento demográfico de la población, debería haber una industria que genere actividad o servicios. Pero eso hoy está en las ciudades. Éste es el desafío estructural que históricamente tiene el Estado argentino", sostiene Garay..

domingo, 17 de mayo de 2015

Las mega inversiones chinas que están cambiando el mundo

Por Julio Sevares - Diario Clarín
Economista y Profesor Universitario
Ventana al Asia.China ha lanzado una serie de proyectos de inversión gigantescos que abarcan países de Asia Pacífico, Asia Central, el norte de Africa y también Europa
La ruta de la seda
 La ruta de la seda

China ha lanzado una serie de proyectos de inversión gigantescos que abarcan países de Asia Pacífico, Asia Central, el norte de Africa y también Europa. La realización de estos proyectos involucra la movilización de enormes recursos chinos y de otras fuentes y, en la medida que se concreten, cambiarán las relaciones económicas y estratégicas de los países involucrados y del resto del planeta.

El plan de inversiones abre grandes oportunidades para las empresas con capacidad para invertir en el exterior. América Latina está dentro de las zonas de destino de las inversiones pero, dentro de la región, sólo Brasil aparece como socio inversor activo.

La estrategia china obliga, nuevamente, a evaluar la política de relacionamiento con un país que ocupa espacios en forma acelerada en todo el mundo a partir de políticas económicas diseñadas y aplicadas en forma centralizada y, en algunos puntos, apoyadas en un también creciente despliegue militar. A la luz de esta realidad, la caracterización de China como país subdesarrollado típico con el que se puede tener una relación “sur-sur”, como aparece en el discurso oficial y en el de algunos analistas, es cada vez más insostenible y sólo puede servir como instrumento o justificación de malas políticas.

La estrategia inversora china actual se apoya en dos líneas de acción  lanzadas hace años. Una es la reforma financiera de 1995 por la cual se modernizó y potenció el sistema financiero, la cual incluyó la creación de grandes bancos comerciales y estatales destinados a financiar emprendimientos del país en el exterior. La presencia del banco chino ICBC en Argentina es un resultado de esa política.

La segunda es la política de “Going Global” iniciada en 1999, que estableció una serie de estímulos para que las empresas públicas y privadas inviertan en el exterior.

Los proyectos de inversión son financiados principalmente con las enormes reservas externas estatales y privadas generadas por la competitividad de la economía china.

Las iniciativas más destacadas de inversión chinas en el mundo son:

- Asian Infrastruture Investment Bank (AIIB)
Lanzado en octubre de 2014 con un fondo de u$s 100.000 millones. China será el principal aportante y tendrá la mayor parte de los votos.

En un primer momento firmaron el Memorando de Entendimiento, además de China, 20 países de Asia Pacífico, Asia Central y África. Actualmente el número de participantes llega a 45.
Brasil figura como miembro fundador aportando capital y siendo el único de América Latina.

El AIIB tiene el propósito de competir con el Banco Mundial y el FMI dominados por los países occidentales, y el Asian Development Bank (ADB), dominado por Japón, su principal contribuyente, en la provisión de crédito para infraestructura en países periféricos y también en industrializados.

En el ADB, China tiene sólo el 5,5% de los votos frente al 26% de Japón y Estados Unidos.

Estados Unidos se opuso abiertamente a que países occidentales y asiáticos aliados se sumaran a la iniciativa china, pero sin éxito. Gran Bretaña, Alemania, Francia, Australia y Corea del Sur, entre otros, adhirieron al AIIB. Inclusive Taiwan negocia su incorporación como miembro del Banco.

Inclusive un aliado tan cercado de Estados Unidos como Gran Bretaña, anunció su propósito de promover la inversión de capitales chinos en un área estratégicamente tan sensible como la tecnología nuclear de última generación y su intención de convertir a Londres en la primera base de clearing de operaciones en yuanes fuera de Asia.

 - Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICs. (NBD BRICs. Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica)

En su quinta cumbre de julio de 2014, en la ciudad de Fortaleza, el grupo anunció la creación de un banco de desarrollo que tendrá por objetivo el financiamiento de infraestructura. Tiene un capital suscripto inicial de u$s 50.000 millones aportado por partes iguales por sus cinco fundadores. El primera aporte será de u$s 2.000 millones por cada socio a realizarse en el lapso de siete años.

En la medida que el proyecto se consolide, el NBD tendrá una reserva contingente que se integrará de acuerdo a la capacidad de cada miembro: China aportará u$s 41.000 millones, Brasil, Rusia e India u$s 18.000 millones y Sudáfrica u$s 5.000 millones. La presidencia del banco será rotativa cada cinco años y el primer turno le correspondió a Brasil.

Los BRICSs pretenden, con las palancas del financiamiento chino, montar una fuente de financiamiento que compita con los organismos multilaterales muy influenciados por las potencias centrales: sus miembros recuerdan que, representando un cuarto de la economía mundial, tienen poco más del 10% de los votos en el FMI.

En los últimos años, los BRICS pidieron un aumento de sus votos, pero Estados Unidos y otros países desarrollados se negaron a reducir su influencia relativa en el organismo.

Se estima que los primeros y principales destinatarios de los préstamos serán los propios miembros del grupo, salvo China.

En los últimos tiempos la importancia del grupo se debilitó por los problemas macroeconómicos de Brasil y Rusia y la reducción del crecimiento chino, pero no puede descartarse una futura recuperación del crecimiento y la potencialidad de sus economías.

 - Alianza Estratégica China-CELAC.

En Latinoamérica, a estos proyectos se suman al acuerdo China-CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos, 33 países de la region). En este contexto, en enero de este año China anunció la creación de un fondo de u$s 35.000 millones para invertir en América Latina más una línea de financiamiento de u$s 119.000 de bancos chinos.

 - Mega proyectos Asia-Africa-Europa

En su zona de influencia más próxima y en proyección hacia Asia Central, Africa y Europa, China despliega una serie de mega proyectos de inversión que se articulan con la densa red de acuerdos de liberalización comercial que también impulsa.

Los principales son los vinculados a la construcción de una nueva Ruta de la Seda:

1) Silk Road Economic Beld (SREB), proyecto anunciado en octubre de 2013, para la construcción de rutas y ferrocarriles en la zona de antigüa Ruta de la Seda a través de Asia, Oriente Medio y Europa Oriental y Occidental. Una de las conexiones mas significativas de la SREB es la que une las ciudades del interior Chonghing y Ywo con Duisburg de Alemania y Madrid respectivamente.

El transporte ferroviario a larga distancia es más caro y con menos capacidad de carga que el marítimo y sólo es rentable en mercaderías de alto valor, pero también establece una vía de transporte alternativo ante cualquier eventualidad de obstáculos en el marítimo por conflictos regionales.

2) Maritime Silk Road (MSR), presentado también en octubre de 2013 y complementario del SREB, para construir infraestructura en costas que tocan rutas marítimas que interesan a China y que incluyen el Mar del Sur de China, el Océano del Pacífico del Sur y el Océano Indico.

En noviembre de 2014 el gobierno chino anunció la creación de un fondo de u$s 40.000 millones para el financiamiento de los proyectos.

La mayoría de los países involucrados en ambas Rutas forman parte del AIIB.

3) Parte de esta orientación es el corredor-anillo ferroviario que unirá ciudades del oeste de China con otras de Vietnam, Laos, Camboya, Tailandia y Myanmar, todos miembros del grupo de Cooperación Económica de la Gran Subregion del río Mekong (GMS). China también ofrece inversiones para dragado del río Mekong y otras obras de infraestructura en la región en la cual tiene inversiones y a la cual compra materias primas.

En Africa existe un proyecto similar de corredor ferroviario entre Nairobi –Mombasa, primera y segunda ciudades de Kenia, país proveedor de materias primas a China

4) como parte de la estrategia de inversiones orientadas al abastecimiento de combustible, china promovió la construcción del gasoducto “Fuerza de Siberia”, que unirá Rusia con el país asiático. Las obras se iniciaron oficialmente en septiembre de 2014 y tendrá un costo de unos u$s 400.000, una suma cercana al PBI argentino. El gasoducto ha sido calificado, con justicia, la mayor obra del mundo. La iniciativa se encuadra en la Alianza Estratégica Integral entre China y Rusia, el grado más alto de la clasificación de alianzas establecida por la diplomacia china.

5) One Belt One Road (OBOR) iniciativa anunciada por el gobierno chino en 2014, junto con los proyectos de infraestructura para establecer un corredor entre Bangladesh, India, Myanmar y China y otro entre Pakistán y China. La iniciativa incluye las dos nuevas Rutas de la Seda y los intercambio de servicios financieros y tecnológicos así como los lazos culturales que promueven la creciente vinculación económica de China con las zonas de su interés.

- Además de dinero, incursiones armadas.

La expansión china no se limita a la inversión de yuanes o divisas sino también al avance de su armada en zonas marítimas que el país asiático considera de interés estratégico por ser rutas comerciales que lo unen con otros socios o por tener reservas de gas y petróleo.

En este renglón figura la incursión en el Mar del Sur, donde China está construyendo infraestructura en aguas e islas reclamadas por Vietnam y Filipinas (archipiélagos Paracels y Spratly).

 Los principales objetivos de la carrera de inversiones de China son:
- montar una infraestructura que facilite el tránsito de productos que exporta o importa China a través del mundo;
- crear oportunidades de inversión externa para las empresas chinas en rápido desarrollo cuantitativo y cualitativo (tecnológico);
- invertir las reservas de divisas en destinos más rentables que los títulos públicos, que, como los de Estados Unidos, tienen desde hace años rendimientos muy bajos;
- colateralmente, el redireccionamiento de las inversiones desde los títulos hacia el sector real, tiene un impacto estratégico en las relaciones China-Estados Unidos, porque el primer país reducirá su aporte al financiamiento del déficit estadounidense y, por lo tanto, su exposición a los problemas económicos de la potencia americana;
- la expansión de los créditos y las inversiones chinas en el mundo promoverá la utilización del yuan y su conversión en una divisa de aceptación internacional.

Este es un proyecto que China desarrolla a través de sus préstamos e inversiones y de la progresiva liberalización de movimientos de capital a través de zonas piloto de libre cambio como la instalada en Shanghai;
- las obras de infraestructura contribuirán también al desarrollo de zonas atrasadas del interior chino apuntalando el crecimiento económico y reduciendo la migración hacia las zonas costeras más desarrolladas, donde la sobrepoblación combinada con la caída del crecimiento es una fuente de tensiones sociales.

La carrera inversora china y sus cada vez más claras intenciones hegemónicas, ha provocado la inquietud de Estados Unidos y sus aliados.

El síntoma más reciente de esta situación es el viaje de Barack Obama al Asia, donde pñromovió su proyecto de creación de un acuerdo de asociación de países del Pacífico, el Trans Pacific Partnership (TPP), un proyecto de liberalización de comercio y servicios que incluye países asiáticos –excepto China- y otros aliados de Estados Unidos de la zona del Pacífico.

La eventual –y difícil- concreción del proyecto no implicaría, de todos, modos la creación de bloques delimitados al estilo “Guerra Fría”, porque muchos de los incluidos en el mismo forman parte también de los proyectos de libre comercio e inversiones liderados por China.

En esta lista figuran el Regional Comprehensive Economic Partnership (RCEP) un proyecto de libre comercio que incluye a China, los diez miembros de la ASEAN más seis países que tienen tratados libre comercio con ellos entre los que figuran firmes aliados estadounidenses (Australlia, India Japón, Corea del Sur y Nueva Zelandia)

Esta superposición que da cuenta de la complejidad y fluidez de las alianzas estratégicas y del cuadro de desafíos y oportunidades económicas que enfrentan los países.

lunes, 6 de abril de 2015

La inversión multimillonaria de China en América Latina desplaza a EE.UU.

(RT.com) - Países latinoamericanos como Brasil, Perú, Argentina o Venezuela son una de las prioridades de China, que considera injusto el orden económico mundial actual y busca desplazar a EE.UU. en la región. El acercamiento económico y las inversiones cada vez mayores de China en la región latinoamericana resultan muy productivas para ambas partes.
Para muchos países de América Latina, China se ha convertido en el principal socio económico. El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés) confirma que para países como Brasil, Perú, Venezuela o Argentina el gigante asiático es ya el principal vínculo comercial.

Las cifras evidencian este desplazamiento de EE.UU. en Latinoamérica. En 2014 la banca china invertía en la región 22.000 millones de dólares y las inversiones aumentaron en un 71%, cifra que contrasta con el receso que han sufrido los prestamistas estadounidenses, con un 20% menos desde 2011.

Para los países del continente americano la aparición de China como nuevo actor económico ha contribuido a propiciar un crecimiento promedio sostenido del 3,8% anual en la última década. De hecho, no deja de ser significativo que la última cita del CELAC, la comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, tuviera lugar en Pekín.

Para los países del continente americano la aparición de China como nuevo actor económico ha contribuido a un crecimiento promedio sostenido de 3,8% anual en la última década

"Pekín quiere internacionalizar sus empresas y quiere tener más presencia en todo el mundo. Su campaña de internacionalización pasa principalmente por aquellos países y continentes en donde hay más espacio para crecer, algo con lo que cumple América Latina", explica Daniel Madrid i Morales, investigador de la Universidad de Ciudad del Cabo, República de Sudáfrica. "También hay un interés de luchar contra la presencia de otras potencias, y estando en América Latina China consigue cerrar la conexión entre América Latina y EE.UU.", agrega.

Las necesidades y las posibilidades de China y de Latinoamérica forman un matrimonio perfecto. Por un lado, las segundas naciones requieren inyecciones económicas y, por otro, Pekín, sobrado de liquidez, es el mayor consumidor de materias primas del mundo. De hecho, estamos solo al principio de este matrimonio de conveniencia, habiéndose comprometido el presidente chino a aumentar hasta 250.000 millones de dólares las inversiones en la próxima década en la región. Pero, ¿en qué se traducen estas macrocifras sobre el terreno?

Venezuela es el mayor receptor de préstamos chinos con una suma superior a los 50.000 millones de dólares, y es también uno de los principales destinos de inversión, sobre todo para las explotaciones petroleras y la creación de infraestructuras.

Brasil es otro punto de interés para el crudo. La más importante compañía petrolera china SINOPEC se hizo con el 30% de la portuguesa GALP y el 40% de la española Repsol, ambas presentes en la nación brasileña.

También en Argentina las petroleras asiáticas explotan los yacimientos de Vaca Muerta, donde SINOPEC, la empresa petrolera china, acaba de firmar un acuerdo de colaboración con YPF. Además, están presentes en la creación de infraestructuras como redes ferroviarias de alta velocidad o el metro de Buenos Aires, donde el yuán se deja sentir.

China cree que el sistema mundial creado después de la Segunda Guerra mundial dominado por EE.UU. es un sistema que no le beneficia y hará todo lo posible para poder conseguir un sistema alternativo en el cual tenga cada vez más poder
La minería es otro sector estratégico y Perú es el mejor ejemplo de ello. Se calcula que China domina ya un tercio del sector minero peruano, en concreto en la extracción del cobre, siendo las empresas asiáticas las mayores productoras de este mineral en Perú.

Pero, además, en toda la región las compañías chinas desarrollan proyectos de telecomunicaciones, automoción, agricultura, construcción y sectores energéticos, lo que extiende sin fronteras la influencia de Pekín, y no sólo a nivel económico. Esta presencia garantiza una mayor influencia global, además de exportar con los lazos económicos su agenda política.

"China raramente diferencia entre lo político y lo económico y en practicamente todas sus estrategias internacionales hay una doble dimensión", resalta Daniel Madrid i Morales. "China cree que el sistema mundial creado después de la Segunda Guerra mundial dominado por EE.UU. es un sistema que no le beneficia y hará todo lo posible para poder conseguir un sistema alternativo en el cual tenga cada vez más poder", sigue el experto, que pone como ejemplo la creación el año pasado junto a los países BRICS de un banco de inversión "en el que China tiene mucho más peso que en las instituciones como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional (FMI)".

En teoría la relación entre el PIB y el derecho a voto en organismos internacionales debe ser proporcional, algo que de manera superlativa se incumple en el caso de China, que tiene mucho menos margen del que debería corresponderle. Mientras, desde el congreso del EE.UU. se demora la actualización de estas cuotas del FMI que fueron aprobadas en 2010. Como vemos, las nuevas dinámicas que generan las relaciones internacionales no quedan reflejadas en los órganos económicos, marcados por el orden político tradicional.

domingo, 22 de febrero de 2015

Acuerdos con China: una estrategia que siembra dudas y temores

Por Carlos Manzoni  | LA NACION
A cambio de préstamos para obras que no consigue de otras fuentes, la Argentina se compromete a usar sólo tecnología china, otorga adjudicaciones directas y se expone a la llegada de obreros asiáticos

La formalidad no es una virtud del kirchnerismo. A principios de este mes, la presidenta Cristina Kirchner viajó a China para firmar con el gigante asiático una maraña de convenios y un memorándum de entendimiento que tienen su razón de ser en un acuerdo marco sellado el 18 de julio de 2014 y que todavía no cuenta con la total aprobación del Congreso, puesto que tiene media sanción del Senado y recién será tratado en Diputados el miércoles próximo. Pero más allá de este "detalle" legal y de lo difícil que es develar el contenido de lo acordado, lo que sí queda en claro es que, a cambio de financiamiento, la Argentina se ata a la compra exclusiva de tecnología china, abre la puerta a la entrada de mano de obra de ese país y habilita la adjudicación de obras sin necesidad de licitación previa.

Los 15 acuerdos firmados en el último viaje de la mandataria no están solos, sino que se suman a los 18 cerrados el año pasado durante la visita del presidente chino, Xi Jinping, que incluyen proyectos conjuntos en materia cultural, tecnológica y económica, entre otros. Dentro de la esfera económica están aquellos que implican la construcción de Atucha III y las represas Kirchner y Cepernic; la modernización del ferrocarril Belgrano Cargas; la compra de barcos y dragas; los proyectos de riegos en la provincia de Entre Ríos, y la instalación de la Estación de Espacio Lejano. Además, se delineó un swap financiero de monedas por US$ 11.000 millones y un acuerdo de cooperación en materia económica e inversiones.

Pero lo más importante es que en esa visita del año pasado también se firmó el mencionado acuerdo marco, que está a punto de aprobarse en la Cámara baja y que, entre otras cosas, habilita la vía para sellar con los chinos nuevos tratados sin necesidad de aprobación del Congreso. Así las cosas, la Unión Industrial Argentina ya puso el grito en el cielo.

Dante Sica, director de la consultora Abeceb.com, se pregunta si en el acuerdo marco se le dieron a China más ventajas que en otros convenios. "Yo creo que sí -se responde-. Eso está claro en el tema de la adjudicación directa, de la posibilidad de que venga mano de obra china y en el hecho de que quedamos atados a usar sólo tecnología china, cuando puede ser que haya marcas alemanas o francesas de mayor calidad."

Pero, tal como remarca el diputado nacional Mario Negri (UCR), un punto no menor es el hecho de que el acuerdo marco aún no entró en vigencia y muchos de los acuerdos firmados por la comitiva argentina en China este mes se inscriben bajo este convenio (sobre todo los de construcción de las centrales nucleares). "Es decir, fueron suscriptos antes de que el convenio marco entrara en vigencia, de modo tal que la sanción en la Cámara de Diputados [este miércoles] vendrá a «convalidar» los acuerdos recientemente firmados", aclara.

Por otro lado, no queda claro, según analistas consultados, cuántas puertas se han abierto a partir de los 15 nuevos convenios firmados, que, al igual que los 18 del año pasado, comprenden temáticas culturales, tecnológicas y económicas. De allí salen, por ejemplo, la construcción de Atucha IV y la Termoeléctrica Manuel Belgrano; pero también un memorándum de entendimiento para fortalecer la cooperación entre el Ministerio de Planificación, Inversión Pública y Servicios de la República Argentina y el Ministerio de Comercio de la República Popular China. Es este último uno de los casos en los que está difusa la forma en que se hará efectiva la letra del convenio.

Pero ¿cuál es el temor concreto que esgrimen los industriales locales? Según explica el economista Luis Palma Cané, director de la consultora Fimades, hay dos artículos en el acuerdo marco que son preocupantes: el 5° y el 6°. "El primero de ellos le otorga a China la posibilidad de captar obras públicas por adjudicación directa a cambio de financiamiento blando. Esto es un engaño, porque, al darte financiamiento a largo plazo a 3% cuando el mundo no te presta a menos de 20%, hay algo en el medio. Ese algo es que estás atado a su tecnología y no podés manejar el precio", explica el especialista.

En tanto, el artículo 6° es el que más ruido causa en las filas de la UIA. Palma Cané refiere que en él se le da preferencia a la mano de obra china, junto con otros permisos para hacer investigaciones tecnológicas. "Así surge el acuerdo de un laboratorio de investigación lunar que se establece en Neuquén, en 200 hectáreas, donde todo indica que será manejado por China", señala el economista.

Por lo pronto, en una importante empresa metalúrgica comentaron hace unos meses a este cronista que había mucha preocupación por el hecho de que todo el acero que se necesita para las obras de infraestructura provenga de China. "Nos cambia tremendamente la ecuación económica, si en lugar de ser nosotros los proveedores de ese material son los chinos. Eso va a afectar directamente en nuestros planes de inversión y en el empleo", destacó la fuente.

En efecto, los US$ 4500 millones necesarios para la construcción de las represas Kirchner y Cepernic serán financiados por dos entidades chinas, en tanto que las obras estarán a cargo del grupo oriental Gezhouba. De ahí a que se traigan los materiales y la mano de obra desde el gigante asiático, hay sólo un paso.

Otro de los convenios en cuestión es el que firmaron los dos gobiernos sobre la "Cooperación en el proyecto de construcción de un reactor de agua presurizada en la Argentina" y el "Acuerdo entre el Banco de Exportación e Importación de China y el Ministerio de Economía". Este último implicaría que, a cambio de financiación, el país enviará productos agrícolas (principalmente soja) al Lejano Oriente.

Un análisis de la consultora Abeceb.com muestra la cantidad de dinero que recibe el país para la realización de diferentes obras y, al mismo tiempo, destaca quién participará en la construcción. Para Atucha III se recibió una financiación de US$ 2000 millones y los encargados de llevar a cabo el proyecto son Nucleoeléctrica Argentina y Corporación Nacional Nuclear de China. ¿Cómo se eligió a estas dos empresas? Por adjudicación directa.

Otro convenio habla de la adjudicación de buques y dragas. Para ello se recibió una financiación por un total de US$ 423 millones. El proveedor también en este caso fue designado por adjudicación directa: tanto los buques como las dragas provendrán de astilleros chinos.

Para los proyectos de riego en Entre Ríos los chinos financiarán unos US$ 430 millones y al frente de estos trabajos estará otra empresa china: State Construction Engineering Corporation (SCEC). Otro tanto implican los US$ 2099 millones destinados al Belgrano Cargas, ya que allí también la empresa interviniente será de origen chino: Machinery Engineering Corporation (CMEC).


En todos estos casos, se trata de proyectos que ya han sido aprobados; pero del "Acuerdo de cooperación en materia económica y de inversiones", que fue uno de los 15 que se sellaron este mes, surge que China financiará US$ 7000 para la construcción de Atucha IV y proveerá US$ 2500 millones para proyectos prioritarios. "¿Alguien puede creer que los chinos nos van a prestar ese dinero a cambio de ninguna ventaja para ellos?", se pregunta Palma Cané.

La Unión Obreros de la Construcción (Uocra) les mandó una carta en enero a los diputados, advirtiendo sobre efectos negativos que podrían tener para el empleo local los artículos 5° y 6° del acuerdo marco. El texto indica que cada parte firmante ofrecerá a la otra "facilidades para la realización de actividades lucrativas, ya sean laborales o profesionales, como empleados o por cuenta propia, en condiciones de igualdad con los nacionales del Estado receptor". La lectura es que se habilita el ingreso de trabajadores chinos para las obras.

Además, el sindicato y la Cámara Argentina de la Construcción le enviaron una nota conjunta al ministro de Planificación Federal, Julio De Vido. El funcionario recibió la semana pasada a Gerardo Martínez (Uocra), Antonio Caló (UOM), Omar Viviani (taxis) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y les dijo que no iba a haber trabajadores traídos desde China. En cambio, les aseguró que las represas y otras obras iban a generar entre 20.000 y 25.000 puestos en los próximos tres años, para argentinos.

Tras la reunión, Martínez se mostró bastante conforme. Pero los sindicalistas saben que no hay forma de que la votación del Congreso cambie lo que dice el texto, ya que sólo se trata de aprobar o desaprobar todo el pacto.

Un hombre que tiene trato directo con el ministro Florencio Randazzo y que conoce desde adentro cómo fue la operación para la modernización del Belgrano Cargas da una idea de cómo son los tratos con los chinos. "El contrato financiero es muy bueno, pero los contratos comerciales los tuvimos que mejorar, porque no eran tan buenos", cuenta.

¿Cómo fue ese acuerdo? La fuente cuenta que se trató de US$ 2470 millones, 15% de anticipo del Gobierno y el 85% restante financiado por el Banco Central Chino a 15 años con 5 de gracia, a tasas por debajo de 4,5%. En estos casos el dinero se entrega contra certificado de obra. "¿Qué hacen los chinos? Te prestan pero exigen que 80% de los componentes sean de ellos. Logramos bajar ese porcentaje a 50%", confía.

Además, en ese caso la constructora china hacía la obra de renovación de vía a su gusto, podía contratar constructores argentinos como también traer obreros chinos, pero, según dice el hombre, bajo su gestión se pudo incluir el total de mano de obra local. "Esto es así -explica-. El financiamiento es bueno, pero después tenés que negociar a cara de perro el origen del material y la mano de obra. Hay que trabajar mucho en la parte técnica y los detalles, para que no te manden algo que no funciona."

Gustavo Girado, economista especializado en Asia y China, no se asombra por las facilidades que el país le otorga al gigante asiático mediante esta retahíla de acuerdos. Pero aclara que estos convenios no son muy diferentes a los que China firma con algunos otros países de América latina y África. "Cuando viene alguien y nos da las divisas a una tasa menor, ¿qué les vas a decir?", comenta.

Sergio Cesarin, investigador del Conicet y profesor de la Universidad de Tres de Febrero, afirma que se trata de compromisos que se ve obligada a asumir la Argentina a cambio de financiamiento chino para infraestructura. "El tema de la mano de obra es un punto clave en los convenios que siempre firma China. Es lo que ellos llaman servicios de exportación de mano de obra. Dependerá de la Argentina cómo contiene el aluvión", dice.

Otra cosa que llama la atención, continúa Cesarin, es la competencia en igualdad de condiciones con los socios del Mercosur, que implica brindar una puerta preferencial para alguien externo al bloque. "De todos modos -advierte el investigador-, habría que ver cuál es la letra chica de estos acuerdos, porque eso no está publicado en ningún lado."

Queda claro que mucho dependerá del poder de negociación que tenga el país en cada caso. Pero ¿qué fuerza puede esgrimir ante su prestamista un gobierno que tiene cerradas otras puertas de financiación?.

También, recordemos, que ha veces, "la necesidad tiene cara de hereje"...

lunes, 19 de enero de 2015

San Antonio de Areco, un caso exitoso de caminos rurales gestionados por productores

Por Mariano Wullich  | LA NACION
Gracias a un acuerdo entre la municipalidad y la Asociación de Productores,se aplica a los trabajos el 70% de la tasa vial; es una excepción en la provincia

Las máquinas contratadas por la Asociación de Productores van y vienen cambiando la geografía vial. Foto: Gentileza ARPA

No fue fácil, se tardaron años en los que hubo muchos desencuentros para llegar a algunos entendimientos. Se dieron sobre el final, pero llegaron el año pasado y los caminos rurales de San Antonio de Areco comenzaron a ser caminos transitables.

Un entendimiento entre la Municipalidad y la Asociación Regional de Productores de Areco (ARPA) llevó a la firma de un convenio en el que 70 por ciento de la cobranza de la tasa vial es administrado por este último ente, conformado por los que pagan, integrado por los que lo necesitan, manejado por los que saben. Simple, son sus propios subcontratistas, contratando a privados para el mantenimiento, sin personal propio, sin quejas al municipio, que hoy está a cargo del intendente Francisco Durañona (FPV). Carmen de Areco ya lo había hecho anteriormente y ahora son los productores quienes manejan los fondos.

El resultado: mejores caminos, más productores que se interesan por pagar la tasa y muchos lo hacen al día y una mayor transparencia para todos porque la información se vuelca a través de una página web a la que cualquiera puede acceder.

Todo esto contrastando con más del 50 por ciento de la provincia, en donde el mantenimiento de los caminos está a cargo de los municipios, su maquinaria municipal y empleados municipales.

"Si comparamos -explica Horacio Salaverri, presidente de Carbap-, vemos claramente que en la prestación municipal ha caído el nivel técnico, en muchos casos sin profesionales idóneos y lo que es peor, muchos que ocupan los cargos vienen por puestos con carácter político cuando claramente se trata de tareas evidentemente técnicas. A esto se le agrega la falta de capacitación del personal: unos se han ido jubilando y los nuevos no reciben la preparación necesaria.

Pero todo esto también tiene como corolario la aplicación de los fondos que se hacen de la tasa que se cobra, los cuales en muchos distritos de la provincia de Buenos Aires son derivados a la atención de otros gastos municipales y no estrictamente a la prestación de este servicio.

Hay que agregar que existen otros fondos provenientes de la ley 13.010, que prevé que el 25 por ciento de lo cobrado en la descentralización del impuesto inmobiliario rural sea aplicado al mantenimiento de caminos, cuestión que en la mayoría de los casos no ha ocurrido e ingresa a rentas generales, desviándose su uso.

El estado desastroso de los caminos en el resto de la provincia es por todos conocido, por todos sufrido. Huellones que dejan colgadas hasta las camionetas de doble tracción, fangales que resultan pantanos, incluso para los tractores.

Otras veces cuesta salirse del camino y es casi imposible "embocar" la tranquera de entrada o detenerse ante ésta para después no poder volver a arrancar, Los pozos son capaces de volcar una tolva, un trailer o el tanque de gasoil.

Y están los otros pozos, más bien grandes bajos inundados en los que cuesta distinguir la altura del agua, mucho menos la firmeza del suelo.

SIMPLE RESOLUCIÓN

"Es muy simple -agrega Salaverri-, en el caso de Areco el municipio traslada el 70 por ciento de la cobranza a un ente que se encarga de la contratación de privados para el cumplimiento del mantenimiento de los caminos; queda claro que no tienen elementos ni personal, lo que se hace es una tercerización del servicio e incluso si el ente no cuenta con el dinero necesario en los primeros días de cada mes no está obligado a la prestación del servicio."

Según el dirigente, estos sistemas tienen como beneficio que en los mismos están presentes los productores tanto en su conformación como en el manejo de los fondos y además, lo más importante, que son ellos mismos los que conocen el estado de los caminos y su reparación en cada lugar, así como las obras viales que se deben realizar, como alcantarillas, cunetas, terraplenes y otras obras de arte.

El presidente de ARPA, Guillermo Giacomantone, fue quien luchó durante años para llegar a este acuerdo. Afirma que los caminos rurales siempre fueron la preocupación de la entidad, a los que define como "las venas por donde corren los insumos y el resultado de lo producido".

EL ACUERDO

A fines de 2012, el intendente Durañona expresó a los productores su voluntad de encontrar un encuadre jurídico adecuado a la administración municipal y relanzar un acuerdo que mejorara el resultado de la reparación de la red vial.

Con ese mandato y contando con una experiencia anterior que abarcaba la administración de dos intendentes anteriores, quedó abierta la instancia sin que se concretara nada al respecto.

Para los meses de cosecha fina de 2013 se había llegado a una situación extrema. Había caminos cortados y los productores asumían un sobrecosto en fletes de acarreo al acopio o hacia los puertos. Así fue como se reimpulsó el asunto y el intendente acercó a los productores como modelo el convenio entre la Municipalidad de Carmen de Areco y la Asociación Rural de esa localidad (Apaca).

Recuerda Giacomantone que se trabajó mucho y no fue fácil. "Es que se defendían posiciones duramente y las reuniones se extendían por varias horas." Pero se llegó a consensuar una forma de trabajo, plasmada en un convenio y avalada por ordenanza del Departamento Legislativo. El comienzo de la intervención de ARPA fue en julio de 2014 en carácter de auxiliares municipales.

"Como en las tareas agropecuarias, el resultado de los trabajos viales comienza a verse a mediano y largo plazo. Hoy el productor presenta sus reclamos en el municipio y éste es elevado a ARPA, quien gestiona ante las empresas contratadas el cronograma de trabajo. Confiamos en que esta colaboración y gestión institucional se pueda extender en el tiempo. Estoy seguro de que la voluntad de ARPA proseguirá en el tiempo para cumplir con la finalidad estatutaria", agrega Giacomantone.

EL OPTIMISMO EN ARECO

En Areco hoy hay optimismo y el presidente de ARPA lo resume: "Sabemos que el éxito se logrará de la sinergia entre las administraciones municipales y el aporte de los usuarios viales. No sólo es un beneficio para quienes producen, lo es para todos los ciudadanos que transitan libremente por nuestro pago, como turistas o por la necesidad de educarse, por desplazamientos sanitarios o por esparcimiento. Todos deben transitar en caminos en condiciones. Sabemos y se lo hemos planteado al intendente y nos consta que es conocido por nuestros representantes en el Departamento Legislativo que existen fondos de la coparticipación provincial afectados a obras viales y a infraestructura caminera. Bregamos por la ampliación del presupuesto afectado a la comisión de ARPA para concretar obras, como puentes, alcantarillados, señalamiento y obras de ingeniería que tienen que ver con la producción agropecuaria y que, además, satisfagan y potencien la fuerza de la demanda turística de San Antonio", afirma Giacomantone.

UN PUEBLO CON TRADICIÓN

El pago de Areco siempre se distinguió por su pujanza, por el apego a sus cosas, por destacar las tradiciones y por lo gaucho de su gente. Y todo eso muchas veces se convirtió en obra, como cuando Juan José Güiraldes fue la mano fundamental para rescatar el Puente Viejo o cuando todos colaboraron para salvar el Museo del Parque Criollo tras una severa inundación.

Pero Areco sigue con sus fiestas de la tradición y tranqueando en punta, tal como ahora lo hace por esos esperados caminos..

lunes, 24 de noviembre de 2014

6 imponentes proyectos de China que están transformando el mundo

© REUTERS
En los últimos años, empresas chinas han comenzado una serie de grandes proyectos de construcción que ya están transformando el mundo. Les presentamos los seis proyectos más ambiciosos impulsados por el país asiático.

El corredor económico entre China y Pakistán 

Un enorme proyecto, por valor de 32.000 millones de dólares, para conectar el puerto de Gwadar en el sur de Pakistán con el oeste de China que consiste en la construcción de carreteras, ferrocarriles, oleoductos y gasoductos, finalmente ofrecerá a China un puerto muy codiciado en el océano Índico, según publicó el portal 'Business Insider'.

Una vez terminada la construcción, el corredor será el principal punto del comercio entre China, Oriente Medio y África. A principios de este año, también se acordó el plan de construcción de un aeropuerto en Gwadar, así como el tendido de cables de fibra óptica entre la frontera china y la ciudad pakistaní de Rawalpindi.
© Wikimedia

Ferrocarril de alta velocidad en Nigeria

En mayo, la empresa China Railway Construction Corporation firmó un contrato estimado en 13.000 millones de dólares para lanzar la construcción de líneas de ferrocarril de alta velocidad de 1.384 kilómetros de longitud a través de Nigeria.
© www.goldenbreaker.com

Proyecto de autopista de peaje en Argelia

Lanzado por primera vez en marzo del 2007, un ambicioso proyecto por valor de 1.100 millones de dólares para construir una carretera de peaje de seis carriles por toda Argelia se ha visto afectado por la confusión, acusaciones de sobornos y retrasos en los salarios de los trabajadores.

No obstante, China Rail Construction Corporation y la corporación CITIC ganaron contratos para los trabajos en partes de la carretera, mientras que un consorcio japonés también obtuvo un contrato de construcción. Cuando termine la obra, la autopista se extenderá por 1.216 kilómetros desde la frontera marroquí a la frontera tunecina conectando entre sí las ciudades costeras de Argelia.
© Wikimedia

El proyecto Perla del Báltico

En la costa del golfo de Finlandia, al suroeste de la ciudad de San Petersburgo, China está construyendo una nueva ciudad para 35.000 habitantes.

Con 1.700 millones de dólares de inversiones de la empresa Shanghai Industrial Investment Company, estaba previsto que el proyecto tardara entre seis y ocho años en completarse, pero se ha ralentizado a causa de la crisis financiera.  Tras realizarse el proyecto, la ciudad contará con 14.000 apartamentos, cinco escuelas y nueve jardines de infancia, así como con varios centros comerciales, restaurantes y cines. Sin embargo, la construcción de la Perla del Báltico despertó ciertas críticas sobre las malas condiciones de los trabajadores y los problemas de tráfico y de acceso para llegar a la ciudad.
© www.bpearl.net

Parque eólico en el oeste de Texas 

En el 2011, la compañía Shenyang Power Group firmó un acuerdo para construir en el oeste de Texas un parque eólico de 36.000 hectáreas, uno de los más grandes de EE.UU. En la planta, financiada con un préstamo de 1.500 millones de dólares de Export-Import Bank de China, se utilizarán turbinas de fabricación china.
© REUTERS ANDREW WONG

La central hidroeléctrica Zungeru en Nigeria 

En julio pasado, durante una visita a Pekín del presidente nigeriano Goodluck Jonathan, se acordó la construcción de una presa de 700 megavatios en el río Níger, a unos 90 kilómetros de la capital del país africano, Abuja. Se prevé que la construcción, por valor de 1.300 millones de dólares, dure cinco años. China prestará tres cuartas partes de los gastos por 20 años a Nigeria con un interés del 2,5%.    
© connectnigeria.com


Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/133467-proyectos-construccion-china

jueves, 23 de octubre de 2014

El Desarrollo Industrial es un proyecto cultural

Desde comienzos del siglo XX en la Argentina, el desarrollo industrial era imprescindible  como estrategia nacional para consolidar el rol de factor dinámico de la integración socioeconómica y cultural del país. Se intentó establecer un nuevo proceso cuyo eje sustancial debía ser la industrialización intensiva y extensiva de los enormes recursos naturales, incluidos los productos del agro. Dicho imaginario social instituyente de una nueva cultura productiva debió ser asumido en función del desarrollo social.

Pero la realidad evidencia que las reiteradas frustraciones del desarrollo industrial y, como consecuencia, del cambio de cultura productiva han sido causadas por una serie de obstáculos que fueron soslayando sistemáticamente dicho imaginario instituyente.

En los hechos se constata:

-Predominancia de la cultura agrícola en todas las regiones del país, sobre todo en la Pampa Húmeda, como imaginario social instituido y fomentado por intereses sectoriales.

-Masivo rechazo social al desarrollo e industrialización integral de la minería, de los recursos energéticos (hidrocarburos, carbón) y de la biomasa, sustentado por criterios ambientalistas.

-Ausencia de planificación y control estatal –nacional y provincial– de la industrialización intensiva de minerales y biomasa, tanto en lo referente a la contaminación ambiental como al desperdicio y la malversación de productos secundarios ricos en materias primas para productos de alto valor unitario.

-Escasa participación de universidades (públicas y privadas), institutos de investigación e instituciones profesionales con las empresas industriales en el fomento del desarrollo industrial de los recursos regionales, a pesar de haber sido creados con tal objetivo expreso.

-Insuficiente rol de las empresas industriales argentinas, en tanto factor dinámico per se, para avanzar hacia la integración de la producción  y fomentar una cultura productiva moderna.

Si bien durante la última década –y dada la relativa recuperación de la producción industrial– se registran mejoras en algunos planos de esta crítica situación anquilosada, lo cierto es que aún se dista mucho de alcanzar una tendencia de progreso, de expansión e integración del proceso productivo a lo largo y ancho del territorio, en el largo plazo.

En suma, el desarrollo industrial todavía no constituye un Proyecto Cultural. No se ha llegado a un consenso político que sea propicio al desarrollo industrial intensivo y extensivo en el tiempo; mucho menos en función de la integración territorial sustentada en la industrialización de recursos naturales. Tampoco se evidencia una clara vocación empresarial de progreso productivo. Dada la situación político-ideológica actual y la mentalidad agroexportadora, subsiste la posibilidad de que se repita una nueva frustración política del desarrollo industrial.

Una nueva cultura de producción es la clave del progreso en Argentina y ello requiere formar una amplia mentalidad de industrialización a nivel de toda la sociedad. Es necesario que se logre asumir tal imaginario social instituyente para definir el nuevo sentido y los objetivos de la planificación y las políticas, de las inversiones y las tecnologías. En definitiva, el desarrollo industrial es un Proyecto Cultural.

Fuente: http://revistapetroquimica.com/el-desarrollo-industrial-es-un-proyecto-cultural/

Un proyecto de Detroit propone demoler para repoblar

POR ROSE HACKMAN - ESPECIAL PARA THE GUARDIAN Y ARQ - (Clarín.com)
La ciudad estadounidense está derribando 200 casas a la semana, como parte de un controvertido plan que busca atraer a inversores a la ciudad, pero los críticos dicen que va a expulsar a los residentes negros. El objetivo del proyecto es demoler 40 mil viviendas.
La ciudad de Detroit arrancó un proceso de demolición sistemática de sus edificios más decaídos, con la intención de erradicar 40 mil edificios y viviendas deterioradas en los próximos 5 años. Las demoliciones están ocurriendo a un ritmo de 200 por semana, y cada una cuesta 15 mil dólares. El programa cuenta con poco menos de mil millones de dólares para gastar.

Ninguna otra ciudad de Estados Unidos ha intentado alguna vez una operación de tal envergadura. Para Detroit está en juego su recuperación financiera - a pesar de que se estima que solo se crearán 430 puestos de trabajo en los próximos cinco años. Con esta operación de tabula rasa se liberarán tierras para nuevos edificios y las autoridades de la ciudad enviarán, teóricamente, una señal de bienvenida a potenciales inversores y nuevos residentes de una estirpe más rica -e inevitablemente más blanca.

La huída de la clase media blanca a los suburbios, que se aceleró después de los disturbios raciales de 1967, ha sido un factor importante en los cambios demográficos que ocurrieron en la ciudad en las últimas seis décadas, como así como su empobrecida base fiscal. Detroit pasó de poseer una población mayoritariamente blanca y de ser símbolo de la próspera clase media de Estados Unidos, con una población de 1,8 millones a finales de 1950, a tener un 82% de población negra en la actualidad, con un ingreso medio por hogar rayando la línea de pobreza, con una población de 700.000 personas.

Peter Hammer, profesor de derecho en la Universidad Estatal de Wayne, donde también dirige el Centro de Keith J Damon para los Derechos Civiles, es escéptico respecto del éxito de la iniciativa. Él llama a los esfuerzos anti-decaimiento urbano, "una visión miope centrada en destruir edificios". "Desearía que los funcionarios municipales se preocuparan por el racismo con la misma intensidad maníaca como lo hacen por la calidad de las construcciones", afirma.

De hecho, los críticos afirman que el proyecto busca resolver los efectos de la crisis sin detenerse en sus causas estructurales, y que además fue diseñado por burócratas en vez de residentes. Si se hiciera una consulta popular, ¿los ciudadanos votarían por asignar ese dinero a la demolición en vez de enfrentar otras prioridades más urgentes, como ser el servicio de agua? "El racismo es lo que nos metió en este lío; si embargo, no hay nada en este proyecto de demolición que se ocupe de cuestiones de raza, segregación, discriminación o de la huída de la clase blanca, que es la causa principal de los problemas de abandono de edificios en Detroit", dice Hammer.

George Galster, un distinguido profesor en el departamento de estudios urbanos y planificación de la Universidad Estatal de Wayne, estima que la operación de eliminar las estructuras derruidas es como "poner una curita en una herida", y se lamenta de la poca atención que se le da a las causas de base de la crisis, como ser un mercado inmobiliario desregulado en el región más amplia de Michigan, el cual ha sido responsable de construir un excedente de 10.000 casas por año desde la década de 1950, lo cual constribuyó a expulsar a la gente de Detroit hacia los suburbios.

Algunos toman otra vista. Argumentan que romper algunas ventanas ahora se traducirá en un menor número de "ventanas rotas" más adelante. La controvertida experiencia de Detroit con la teoría policial de las "ventanas rotas" está dejando su marca en el nuevo espíritu de la ciudad. "La idea detrás de la teoría es convincente: una ventana rota engendra una ventana rota", afirma Craig Fahle, quien recientemente renunció a su trabajo como locutor de radio y una de las voces mediáticas más respetadas de la ciudad para unirse a la Alcaldía Duggan renovado Banco de Tierras, el cual está supervisando la eliminación de edificios derruidos, así como la subastando de casas recuperadas por la ciudad y reclutando nuevos residentes. "Es lo mismo con el derruimiento: el derrumiento engendra derrumiento. El derrumiento se arrastra", dice Fahle, comparando el derrumiento a una entidad viviente.

La evidencia aún no es sólida, argumentan algunos. Investigaciones recientes realizadas en colaboración con Erica Raleigh en Data Driven Detroit, sugieren que los edificios abandonados tienen un efecto neutro sobre el crimen, dice Galster. Contrariamente a la creencia popular, no hay evidencia que sugiera que las propiedades arruinadas atraigan o exacerben la actividad criminal.

Bernard Harcourt, profesor de derecho en la Universidad de Columbia y director del Centro de Columbia para Contemporáneo Pensamiento Crítico, considera que extender la teoría de las ventanas rotas a la eliminación del decaimiento urbano es "fascinante". Harcourt dice que la teoría de las ventanas rotas es utilizada desde hace mucho tiempo como "una excusa para un renacer inmobiliario y la redistribución de la riqueza", ya que las zonas donde se practicó pasaron desde el extremo inferior de la escala socio-económica a la parte superior, incluso en lugares como Times Square de Nueva York y Skid Row en Los Angeles.

Las transformaciones de estas áreas se promocionan como evidencia del éxito de las ventanas rotas. En realidad, afirma Harcourt, fueron el producto de un proceso de planificación urbana y reurbanización que duró una década y que redistribuyó sustancialmente la riqueza y la población de un barrio a otro. "¿Se están demoliendo los edificios para servir a las personas que viven en los barrios ahora, o se están tirando abajo con el fin de facilitar la repoblación de quien sea que vaya va a comprar esa propiedad ahora vacante?"

martes, 14 de octubre de 2014

Inversiones: el Gobierno favorece a China y Rusia sobre EE.UU. y la UE

Por Martín Dinatale | LA NACION

El Gobierno está dispuesto a avanzar en su plan de relegar a Estados Unidos y la Unión Europea de la agenda, mientras profundiza sus alianzas estratégicas con China y Rusia. A estos últimos les ofrecerá un menú muy apetecible en términos económicos y estratégicos: la construcción de dos centrales nucleares, el desarrollo de 14 proyectos de infraestructura a gran escala, negocios petroleros, el crecimiento del comercio bilateral, la compra de equipamiento militar y la instrumentación de planes para la exploración espacial.

La disputa con los fondos buitre y el nuevo papel geopolítico de la Argentina en conflictos como el de Ucrania alimentan esta nueva estrategia que trazó Cristina Kirchner con Pekín y Moscú para lo que queda de su mandato. No está claro aún si en el menú de proyectos económicos que ofrecerá el Gobierno habrá un reparto acordado o una competencia descarnada entre China y Rusia. Lo que sí queda en evidencia es un desplazamiento del interés de la Casa Rosada, que ya no apuesta a capitales norteamericanos ni europeos.

Una pequeña muestra de ese rumbo la dio hace unos días el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, en la Conferencia General del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), en Viena. De Vido se reunió allí con el secretario de Energía de Estados Unidos, Ernest Moniz, y le comunicó que en la construcción de la cuarta central nuclear del país habrá una importante participación de China y que Washington quedó relegado. Le explicó las razones: el gobierno de Xi Jinping no sólo tiene la tecnología Candú, que se usará allí, sino que aportará financiamiento directo, algo que Estados Unidos y Europa hoy no ofrecen al país.

"El problema de la Argentina con los fondos buitre es una gran traba para que los bancos europeos o norteamericanos acepten financiar nuestros proyectos", explicó un vocero de De Vido a LA NACION.

Así, quedó en claro que con la excepción de las inversiones norteamericanas de Chevron en Vaca Muerta, el camino para la energía nuclear o eléctrica en la Argentina quedará allanado tanto para China como para Rusia. Se trata de una jugada arriesgada si se tiene en cuenta que Estados Unidos es el segundo entre los mayores inversores extranjeros en la Argentina, con más de 400 empresas norteamericanas instaladas en el país. Pero la dialéctica kirchnerista puede ser más relevante en términos pragmáticos.
  
El Ministerio de Planificación ya avanzó en un acuerdo con la empresa China National Nuclear Corporation (CNNC) para la construcción de Atucha III con uranio natural y agua pesada. Pekín pondrá 2000 millones de dólares iniciales y 34.000 millones de pesos posteriores. "Los empresarios y el Estado chino tienen un interés muy grande en ampliar sus inversiones en la Argentina en el campo energético, hidroeléctrico y en muchos más planos", dijo a LA NACION el nuevo embajador chino en el país, Yang Wanming. Luego de la visita de Xi Jinping a Buenos Aires, China avanzó con el financiamiento del Belgrano Cargas, las obras hidroeléctricas Cepernic y Kirchner, los planes nucleares y la construcción de una estación de avistaje espacial en Neuquén.

Como contrapartida, la Argentina envía a China el 60 por ciento de la producción total de su soja y, según datos de la Dirección de Negocios Internacionales, que dirige Marcelo Elizondo, el año pasado las exportaciones de la Argentina a China fueron por 6358 millones de dólares.

El proyecto de energía nuclear de Atucha III que se previó para China no es el único que planea desarrollar el Gobierno. Ya fue precalificado el pliego para la quinta central nuclear, que tendrá agua liviana y uranio enriquecido. Se presentaron empresas de Estados Unidos, Francia, Japón, Rusia, China y Corea. Pero en el Gobierno aseguran que, por el tipo de tecnología por utilizar, los rusos tienen "altas posibilidades" de ganar esa licitación.

MILES DE MILLONES

Para que no queden dudas de las preferencias del Gobierno por los capitales estatales de Rusia y China, De Vido acaba de realizar un road show por esos países para ofrecer compartir los 14 proyectos de infraestructura que se dispone a licitar en lo inmediato la Argentina, por un costo total de 16.966 millones de dólares (ver infografía). Allí está contemplada la construcción de cuatro hidroeléctricas en Neuquén, un dique en Santiago del Estero, un programa hídrico en Santa Cruz y otra central hidroeléctrica en San Juan, entre otros planes.

Hace tres días se realizó la apertura de las ofertas económicas de la licitación pública para la hidroeléctrica Chihuido I, en Neuquén, donde competirán empresas chinas y rusas. En Moscú se hacen ilusiones con ganar esta licitación porque China ya obtuvo el proyecto de las represas Kirchner y Cepernic, en Santa Cruz.

"No consideramos a China como un competidor porque siempre optamos por la cooperación, pero en un proceso transparente como el que esperamos la definición de otorgar proyectos dependerá de la decisión de la Argentina", dijo a LA NACION Víctor Koronelli, el embajador de Rusia en Buenos Aires.

La alianza estratégica de Vladimir Putin con Cristina Kirchner no se limita al campo hidroeléctrico o el canal de TV Russia Today. También los rusos esperan compartir negocios en energía nuclear con la gigante estatal Rozatom, en la petrolera YPF con la ayuda de Gazprom, en la venta de helicópteros de uso militar y en el desarrollo de una estación de captación de datos del sistema de navegación Glonaff, que está en estudio por parte de la Argentina.

Por otra parte, Rusia cerró acuerdos con las autoridades argentinas para aumentar el comercio de alimentos ante las sanciones que aplicaron la Unión Europea y Estados Unidos a Moscú por su avanzada militar en Ucrania. En el Ministerio de Agricultura evalúan que esto implicará para el país un aumento de 30% en las exportaciones de lácteos y carnes a Rusia.

¿Significará este acercamiento de la Argentina a Rusia y a China un relegamiento de las relaciones con la Unión Europea?, preguntó LA NACION a varios embajadores europeos.

La respuesta fue coincidente: "Hay un llamado de atención que nos obliga a no ser autocomplacientes y ser más competitivos si queremos mantener el lazo histórico con la Argentina", dijeron al menos cuatro diplomáticos europeos. Sin embargo, alertaron sobre los riesgos de que la Argentina quede en inferioridad de condiciones al establecer alianzas con socios que se encuentran en un peldaño superior en muchos aspectos.

En esta línea, Roberto Russell, director de la maestría y el doctorado en Estudios Internacionales de la Universidad Di Tella, señaló que "la idea de un avance en la alianza con Rusia y China remite a una cierta pasividad por parte de la Argentina, que es la parte más débil". Así, el experto atribuyó este plan del Gobierno a "una falta de estrategia", donde los vínculos con Pekín y Moscú "se definen con un sesgo antioccidental, lo que puede ser grave".

Desde otro punto de vista, el embajador Miguel Velloso, especialista en temas de China, no cree que el distanciamiento de la Argentina de Estados Unidos y Europa sea permanente. "Se trata de políticas coyunturales, que podrán variar con el tiempo", dijo a LA NACION. No obstante, alertó que a nivel mundial hay una "entente cordial" entre China y Estados Unidos que no habría que perder de vista.

En la Cancillería, los cuadros diplomáticos de carrera miran con recelo los acuerdos del Gobierno con China y Rusia, en desmedro de las relaciones históricas con Europa y Estados Unidos. Así lo resumió un destacado embajador cuando dijo: "Debemos tener una política a largo plazo y no cerrarnos en acuerdos coyunturales efectuados a cualquier costo para contar con dinero rápido, porque a la larga eso puede salirle muy caro al país".

CAMBIO DE ALIADOS

El Gobierno estrecha lazos con Rusia y China. En medio de la disputa con los fondos buitre, el Gobierno relega a EE.UU. y la UE de la agenda de inversiones para profundizar alianzas estratégicas con China y Rusia

El giro incluye la construcción de dos centrales nucleares, el desarrollo de 14 proyectos de infraestructura, negocios petroleros, crecimiento del comercio bilateral, compra de equipo militar y la exploración espacial

En la reciente conferencia del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el ministro Julio De Vido comunicó a funcionarios de EE.UU. que China tendrá prioridad en la construcción de una central nuclear. El Ministerio de Planificación ya avanzó además en un acuerdo con la empresa China National Nuclear Corporation (CNNC) para la construcción de Atucha III con uranio natural y agua pesada

Rusia espera compartir negocios en energía nuclear con la gigante estatal Rozatom, en la petrolera YPF con la ayuda de Gazprom, en la venta de helicópteros de uso militar, entre otros

Distintos expertos advierten sobre los riesgos de una alianza "antioccidental", al acercarse la Argentina a estos dos países. Y afirman que el cambio de política puede traer "perjuicios al país" en el mediano y el largo plazo.

Del editor: ¿Qué significa? La pelea circunstancial con los fondos buitre y la escasez de fondos parecen guiar las apuestas estratégicas del país

jueves, 9 de octubre de 2014

Pelea entre empresas chinas y rusas por los negocios locales

Por Natasha Niebieskikwiat - Diario Clarin.
Energía, petróleo y ferrocarriles. Son proyectos ligados al Estado y van más lentos de lo que el Gobierno esperaba.
Festejo. Axel Kicillof, Julio De Vido y Jorge Capitanich, ayer en la apertura de sobres de Chihuido / ALFREDO MARTINEZ.

La apertura de los sobres con las propuestas económicas para la construcción de la hidroeléctrica Chihuido reinstaló ayer la carrera entre chinos y rusos por su desembarco en la Argentina. Dos empresas del país asiático, China Gezhouba e Hydrochina Corporation, forman parte de dos consorcios que compiten para realizar esta obra en Neuquén, de unos $ 15.000 millones. Otro de los extranjeros, de un total de cuatro grupos oferentes, es la rusa Sustenta Inter Rao. Ambas potencias se pisan los talones y aunque los primeros van adelante, sus aportes son más lentos de los que el Gobierno deseaba.

Hasta ahora, para el arranque del plan de modernización de las vías y trenes del Belgrano Cargas llegaron solo US$ 200 millones de un total de casi US$ 2.000 millones previstos en los acuerdos firmados por los presidentes Cristina Kirchner y Xi Jinping durante la visita del mandatario a Buenos Aires en julio. Una fuente ligada a las negociaciones dijo, en tono irónico que eso alcanza para “comprar tornillos”. Con todo, se espera que lo que empiece a llegar sean vagones y locomotoras.

De los U$S 4.700 millones que se espera para las represas santacruceñas tampoco ha llegado un dólar y el Gobierno espera que empiecen a entrar antes de fines de año. También, por pedido oficial a Beijing, hay esperanza de que antes de fines de 2014 se comience a concretar el intercambio de monedas por US$ 11.000 millones, que los chinos prometieron respetar más allá del default técnico argentino por el juicio de los fondos buitre.

En materia de intercambio comercial, estos seis meses del año van con un déficit de US$ 2.000 millones para la Argentina, lo que muestra que el año cerrará nuevamente en rojo, según la Cámara de Comercio Argentino-China y Asia Pacífico. Por su parte, el ministro Julio De Vido rubricó un acuerdo por US$ 2.000 millones para la construcción de la cuarta central nuclear argentina, Atucha III, que estaría a cargo de los chinos. Y el CEO de YPF, Miguel Galuccio estuvo en China este año –también en Malasia– buscando inversiones para Vaca Muerta. Pero sus conversaciones no fueron informadas. En el Congreso está pendiente hacer ley un acuerdo con Beijing para la construcción de una estación de exploración espacial de China, que resiste la oposición.

En materia nuclear también entraron los rusos con su gigante Rosatom, que aquí tiene como socio a la Corporación América, de Eduardo Eurnekian.

Buscan construir la quinta planta nuclear.
Con los rusos también hay cantidad de intenciones que se relacionan con las alianzas que busca Cristina con Beijing y Moscú. Pero, a decir verdad, desde que el presidente Vladimir Putin y su colega argentina firmaron un largo listado de acuerdos, lo que hay son idas y venidas de delegaciones pero al momento nada materializado. Ayer, YPF y Gazprom informaron sobre sus conversaciones. Una sintonía por completo diferente a los US$ 1.000 millones que la ministra de Industria Débora Giorgi asegura que los rusos depositarán en la Argentina.

Recientemente hubo dos misiones comerciales a Moscú. Una gran parte fue agroindustrial. Ante la fuerte necesidad de evitar la salida de dólares, los argentinos propusieron un intercambio de productos en rublos y pesos. La respuesta de Moscú fue que el caso se analizaría.

No entiendo el titulo: ¿Por qué pelea? ...

miércoles, 1 de octubre de 2014

La sustentabilidad empieza por las necesidades básicas

POR ALBERTO E. MORA* - Diario Clarín


Más allá de los nuevos protocolos y las certificaciones “verdes” que apuntan al márketing, en la Argentina hay que paliar las necesidades insatisfechas de vivienda digna, agua potable, caminos y transportes.

Foto: VILLA 21-24. Sus habitantes están lejos de tener una vida sustentable (Emiliana Miguélez).

Cada vez con mayor frecuencia, profesionales y empresas recibimos información sobre la importancia de la construcción sustentable, la arquitectura ambientalmente eficiente, la calidad medioambiental, el ahorro de energía, la reducción de emisiones y basura, etcétera. Se desarrollan seminarios, cursos, materias optativas o de grado en las facultades de arquitectura y se presentan empresas que otorgan certificaciones nacionales o internacionales sobre el tema.

Obviamente, cualquier avance para mejorar la calidad del ambiente, o de ahorro operativo de los consumos en los edificios, del uso de fuentes renovables y eficiencia energética, son tan bienvenidos como las Certificaciones de Calidad bajo Normas ISO 9000 en los procesos constructivos, que comenzaron a utilizarse especialmente hace dos décadas, con las privatizaciones de los entes de servicios, que solicitaban que las empresas contratistas estuvieran certificadas (lo que constituía más una barrera interna que una aspiración genuina).

En ese entonces, la mayoría de las empresas constructoras y estudios de arquitectura que se lo propusieran, con simplemente redactar el manual de calidad y ser evaluados por una certificadora, comprobaban que eran certificables por la experiencia y calidad recibidas por tradición de sus fundadores.

El objetivo central de la construcción sustentable consiste en reducir para los usuarios el costo anual operativo del edificio (vivienda u oficina) durante su “ciclo de vida” o vida útil. Ello significa reducir al máximo el trinomio: Costo de Construcción (Amortización anual) + Costo de Operación + Costo de Mantenimiento. La combinación de los tres conceptos hace más económico el uso de la construcción. Por ejemplo, lo que no se gasta en mantenimiento se gastará en costosas reparaciones, lo que no se construye con materiales nobles envejece en el corto plazo.

Pero creo fundamental aprovechar este debate sobre la “construcción sustentable” para aportar algunas ideas para ser evaluadas por la sociedad en sus conjunto, aquellos que definen políticas de estado que debemos apoyar como ciudadanos con nuestro voto, y los profesionales que asesoran a los responsables de promulgar normas y/o hacerlas cumplir.

AYSA provee agua potable al Sistema que administra por un volumen que supera los 5.000.000 de m3/día. De éstos no llega a consumirse con medidores domiciliarios el 20 %. Las pérdidas (tanto entre las de las redes de AYSA como las domiciliarias) están cerca de los 2.000.000 de m3/día, a pesar de los esfuerzos que hace la empresa por bajar permanentemente esas pérdidas y generar conciencia en la población (datos de AYSA en el 18º Congreso de Saneamiento y Medio Ambiente - 2.012). La Ciudad de Buenos Aires consume casi 10 veces los estándares diarios de agua mundiales (es decir, desperdiciamos 9 de cada 10 litros de agua que consumimos).

Datos no tan significativos pero igualmente preocupantes se dan con la transmisión y distribución de energía eléctrica y gas, con cloacas y pluviales, con la falta de mantenimiento de caminos y rutas, etcétera.

Entiendo que, para nuestro país, la sustentabilidad es muchísimo más que “green building”. Especialmente cuando tenemos alrededor de 1.000.000 de familias viviendo en asentamientos irregulares (sin servicios, hacinadas, sin agua corriente, sin cloacas, jugando sus chicos sobre aguas servidas, sin salud, desnutridos). A ello le debemos sumar la falta de calles pavimentadas, el tener que embarrarse para poder ir a trabajar y luego sufrir en medios de transporte insuficientes e impuntuales.

Qué no hicimos, cuando una creciente no secular, sino periódica, provoca el desalojo de miles de familias en la ribera de ríos de NEA, del NOA, de la Mesopotamia y de cuencas como las del río Reconquista, La Matanza, el Arroyo El Gato en La Plata, etcétera, con sus consecuentes muertes, simplemente por no tener programas de prevención frente a emergencias climáticas (a excepción del Gran Resistencia, que tiene).

Todas las iniciativas que mejoren la administración de recursos escasos son buenas, especialmente en la construcción, donde además sufrimos, como ningún otro país en la región y en gran parte del mundo, la ausencia total de financiación. Así también, la reducción de generación de basura no reciclable, de consumo de energía, de gases contaminantes, bienvenida sea. Siempre ayuda.

Pero en una simple evaluación “costo - beneficio” en materia de equidad, sustentabilidad y calidad de vida, nos obliga a mirar dónde están las verdaderas necesidades insatisfechas: vivienda, servicios, reducción de pérdidas y excesos de consumo, caminos, y fundamentalmente educación. Educación que redunde en salidas laborales, educación para producir más y mejor en todo el Territorio Nacional sin tener que mudarse al Area Metropolitana o a las ciudades capitales de provincia para conseguir empleo público o asistencialismo. Educación que se traduzca en e herramientas para producir en un medio ambiente acogedor, en donde supieron instalarse generaciones anteriores porque con la combinación de oficios y productores con un poco de tierra se autoabastecían, mandaban a sus hijos a escuelas rurales y se valían del tren como medio de transporte de integración nacional.

Hoy, la mayoría cuenta con teléfonos celulares, con computadoras, con pantallas de televisión de última generación. Pero falta un horizonte de vida, de crecimiento y desarrollo personal, de trabajo estable, de capacitación, de productividad creciente, de capacidad exportadora, en definitiva de “vida sustentable”. Para eso la construcción ayuda, pero es sólo una herramienta más y como bien se lo plantean hoy desarrolladores y profesionales, no consiste en “obtener un sello”, certificar para hacer marketing, sino que el objetivo debe ser cuidar racionalmente los recursos siempre escasos.

Es preferible realojar familias sobre terrenos no inundables, evitar nuevos asentamientos precarios, recuperar los existentes, invertir en reducir el casi 40 % de pérdida del abastecimiento de agua potable en el área servida por AYSA, fortalecer tendidos de redes de todo tipo, pavimentar calles y caminos regionales, mejorar los medios de transporte y generar empleo genuino en lugar de asistencialismo cortoplacista. Esto es sustentabilidad, ni verde ni rosa, celeste y blanca, universal.

Cómo debería crecer Buenos Aires

POR ARTEMIO PEDRO ABBA * (Diario Clarín)

Para aumentar su población, la Ciudad necesita recuperar la urbanidad erosionada por el modelo de torres country + shopping, un patrón que ha adoptado para competir con la periferia con sus mismas armas.

Según Abba, la ciudad debe recuperar su urbanidad, erosionada por el modelo de torres country + shopping.

El curioso fenómeno de casi siete décadas sin crecimiento neto de la población de la ciudad central metropolitana se combina con un sostenido trasvasamiento, a partir de los ’90, de hogares de estratos de ingresos altos y medio-altos que vienen siendo suplantados por otros de bajos ingresos, ampliando el territorio de periferias internas urbanas en la Ciudad de Buenos Aires. Si se observa cómo se distribuye el crecimiento poblacional de la Buenos Aires Metropolitana (BAM) queda claro que en los últimos 40 años es la Segunda Corona la que capta la mayor parte del volumen de ese incremento, mientras se observa la fuerte dinámica de la Tercera Corona, el saldo levemente negativo de la Ciudad Central y el paulatino estancamiento la Primera Corona.

Frente a esa realidad, el Gobierno de la Ciudad lanzó, a principios de este año, una política que no se condice con el comportamiento de más de medio siglo del sistema metropolitano, proponiendo duplicar la población de la ciudad de Buenos Aires para alcanzar los 6 millones de habitantes. Esta política está fundamentada en la errónea hipótesis de que estos nuevos habitantes impedirían el flujo cotidiano de “commuters” a la ciudad evitando el derroche de energía en transporte.

Vista como parte de la BAM, es impensable una ciudad central convertida en un recinto autosuficiente, o capaz de internalizar sus flujos de viajes hogar-trabajo. Estaríamos cercenándole al núcleo de la metrópolis su función clave como “centro comando” de la economía de una región de 15 millones de habitantes. Se estaría desalentando el atributo que hace atractiva a una gran ciudad: la diversidad de su mercado laboral, el acceso a bienes y servicios de alto nivel de especialización y a una diferenciada tipología de hábitat urbanos para residir.

Si la evolución en las últimas décadas ha sido la estabilización de la población del núcleo central metropolitano, tendencia que se extiende a la mayor parte de la Primera Corona de partidos del Conurbano, se torna irrealizable la meta de duplicar la población de la Ciudad de Buenos Aires. Correspondería dar vuelta la proposición y plantear la mejora de la oferta urbana de la Ciudad, que propicie la captación de una porción modesta de los alrededor de 1,3 millones de personas con que crece la Región Metropolitana de Buenos Aires cada década, mediante un proceso de densificación selectiva tal como lo propone el Consejo de Planeamiento Estratégico (COPE).

Con este objetivo, la ciudad debe recuperar la urbanidad escamoteada por el modelo de torres country + shopping, patrón adoptado con el vano intento de competir con la periferia con sus mismas armas, internalizando la sociabilidad de la vida colectiva. Para recuperar ese segmento poblacional, Buenos Aires debe ofertar su tradicional estructura de espacios públicos y trama de vía pública confiable, rodeada de actividades comerciales y de servicios sobre la calle que constituían un ámbito universal y practicable, hoy debilitado. Esto va en línea con propuestas que incluyen al urbanismo como importante componente en las políticas de seguridad incorporando conceptos como vigilancia natural, el espacio cuidado y reforzamiento de lazos entre población y territorio.

No debe sorprender que Buenos Aires haya detenido su crecimiento poblacional en los últimos 70 años, dado que la actividad residencial viene siendo reemplazada por actividades terciarias (servicios, comercio, etcétera), fenómeno típico de los centros de las grandes ciudades. Tal como propone Jane Jacobs, lo que las políticas públicas deben intentar es preservar una mixtura de empleos y población residente que recupere la animación urbana en deterioro que caracteriza a los centros unifuncionales, que mueren durante las horas nocturnas y el fin de semana.

Cabe asumir proactivamente el fenómeno -que ya se sostiene por tres décadas- de reemplazo de la población originaria de niveles altos y medio altos (que deciden residir en urbanizaciones cerradas del suburbio y la periferia) por población de estratos sociales de menores recursos, atraída por la oferta de empleos y proximidad a servicios sociales. Se deben proponer políticas de remediación y anticipatorias de urbanización de villas y mejoramiento de las áreas urbanas degradadas, que procuren integrar población joven que ensanche la estrecha base de la pirámide poblacional porteña. En la Ciudad, según datos de 2013 del Observatorio de la Deuda Social Argentina, la población hasta 17 años representa el 28 % y la de 60 años y más 14,9 %, en el segmento de la población residente en de villas y asentamientos esos tramos de edades representan el 46,4 y 4,4 % respectivamente.

Finalmente, una estrategia para la Ciudad debe incluir la agenda de problemas derivados de una infraestructura y equipamiento que acumulan carencias (transporte público, red de suministro de energía, oferta de equipamiento educativo, por señalar los de colapso reciente) que tiene que ver con la obsolescencia de las instalaciones y la logística, pero también con la inadecuación del soporte a la reestructuración de un mapa de los consumos con una fuerte dinámica de crecimiento (pese al mencionado estancamiento de la población de la ciudad). Una política a futuro debe partir de un diagnóstico actualizado de la nueva estructura territorial de la demanda con planes plurianuales que contemplen la escala metropolitana de la nueva distribución de los consumos.

* Coordinador General del Observatorio Urbano local - Buenos Aires Metropolitana. Una versión más extensa de esta nota fue publicada en OUL-BAM y Café de las ciudades.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

La revolución al revés

Por Carlos Mira  | Para LA NACION
La Argentina está quedando fuera de una revolución mundial de efectos muy superiores a los que en su momento tuvo la Revolución Industrial, por las mismas razones que decenas de países y regiones del mundo quedaron fuera de los beneficios de aquellas nuevas maneras de trabajar y de organizar las instituciones económicas, políticas y sociales en el mundo del siglo XVIII.

En efecto, la revolución tecnológica que opera en el mundo avanzado hoy producirá, por décadas, consecuencias duraderas de las cuales el país está completamente desconectado y cada vez más alejado y encerrado en una concepción aldeana del mundo que lo condenará a vivir en los barrios periféricos de la humanidad del futuro.

Cuando aquellos paradigmas comenzaron a cambiar en la Inglaterra de los 1700, ese país llevaba ya doce años de haber experimentado otra revolución -la "Revolución Gloriosa"- que le había dado bases e instituciones sociales, políticas y económicas que no sólo produjeron la Revolución Industrial, sino que potenciaron sus efectos.

Básicamente, esos cimientos consistían en haber eliminado el absolutismo político, en haber producido un reconocimiento amplio de los derechos civiles de los individuos y en haber organizado un Poder Judicial independiente del poder político.

Dentro de las seguridades de los derechos civiles, el derecho de propiedad fue fundamental para garantizar los efectos benéficos de la Revolución Industrial, la cual, incluso, muy probablemente, no se habría producido sin esas bases institucionales. En otras palabras, el conjunto de invenciones y desarrollos tecnológicos que caracterizaron aquel fenómeno fueron posibles porque la ley garantizaba la inviolabilidad de la propiedad tanto material como intelectual.

Se tiene plena constancia de que varios países de la Europa continental rechazaron la idea de proteger aquellos derechos del mismo modo que lo hacía Inglaterra porque suponían (quizás con razón) que el reconocimiento de esa propiedad daría nacimiento a una nueva burguesía poderosa que pondría en peligro el poder de las clases dominantes, poder del que claramente no querían desprenderse. Países que conscientemente rechazaron el ferrocarril, la imprenta y docenas de avances por temor a que esas modernidades terminaran con su poder.

Como se ve, el reconocimiento amplio y sin cortapisas del derecho de propiedad, antes de ser oligárquico y generador de privilegiados, es un gran igualador social y la verdadera herramienta que pone bajo un cerco de límites precisos el poder de los poderosos.

Se trata, claramente, de la interpretación opuesta que los socialistas y los progres argentinos han querido venderle a la sociedad en defensa de su propio poder y de sus propios privilegios. El nacimiento de un núcleo social fuerte, propietario, independiente y autosuficiente haría que el poder del Estado y del gobierno (encarnado en la casta que se instala en sus sillones) disminuya sustancialmente en tanto esas personas no precisarían ni la dádiva, ni el favor, ni el plan, ni la limosna pública para vivir.

En la base del atraso de los países existe siempre, pues, la defensa de un interés de poder sectario que sabe que si las riendas de la vida dependieran de las decisiones privadas de las personas, su influencia y su peso en la sociedad disminuirían en la misma medida en que crecerían los de éstas. Por eso el esfuerzo de esas castas consistirá siempre en imponer un sistema institucional que concentre el poder en una mano, soliviante el derecho de propiedad hasta transformarlo en relativo o fútil y en transmitir la idea de que las personas sólo pueden aspirar a vivir si cuentan con la indispensable asistencia del grupo en el poder.

Para ello darán vuelta de pies a cabeza las realidades que el mundo tiene demostradas hasta el cansancio y convencerán a una mayoría electoralmente decisiva de que la propiedad es clasista y oligárquica y que su respeto produce desigualdades, dado que los que accedan a la propiedad tendrán una posición social de dominio sobre los que no la tienen.

Se trata, en primer lugar, de un verso. Y, de un verso ofensivo, toda vez que parte del supuesto de que las personas no están capacitadas para "producir" propiedad por sí mismas y que es el Estado el que debe acudir en su auxilio. Ese auxilio cuesta caro porque para suministrarlo la casta dominante se adueña del poder del Estado y para no perderlo impide que el poder social de personas independientes lo desafíe.

Sin derecho de propiedad asegurado no habrá inversión y sin inversión no habrá "destrucción creativa" (el proceso típico del capitalismo por el cual lo viejo cae para dar lugar a lo nuevo), que es lo que genera el avance social y el progreso económico. Destruidas esas bases, los países se empobrecen y, en esa miseria, le resultará mucho más fácil reinar a la casta privilegiada instalada en el Estado.

Se trata de una interpretación copernicanamente diferente a la que el Gobierno y, en general, el progresismo intentan transmitir en la Argentina y en otros países tan confundidos como el nuestro.

Metiendo miedo a la "destrucción creativa" del capitalismo y prometiendo una "revolución" inverosímil (porque sus políticas producen quedo y statu quo, y una revolución es lo contrario a eso) sumen a los países en un atraso formidable que los dirige a la escasez y a la antigüedad.

Ésta es la verdadera picardía y el verdadero crimen de esta década y, fundamentalmente, de estos últimos ocho años: haber puesto a la Argentina fuera de la circulación mundial de riqueza, básicamente por la vía de haber destruido la esencia del derecho de propiedad en el país.

Nadie sabe cuánto tiempo llevará revertir este proceso ni nadie sabe cuáles han sido sus verdaderas consecuencias medidas en desconexión del mundo, desaparición de los radares de las inversiones y ausencia en las decisiones del cambio tecnológico que se opera hoy en la humanidad.

Pero lo que no se puede negar -aunque cueste medirlo- es que el daño ha sido enorme. Materialmente, porque los flujos de riqueza no creados no se reponen, y espiritualmente, porque se logró transmitir con éxito un mensaje diametralmente opuesto al que generó el cambio que produjo la modernidad mundial hace más o menos 400 años. Con el verso de la revolución, la Argentina es hoy uno de los países más reaccionarios del universo, en el que la desigualdad es cada vez más evidente entre una casta privilegiada que accede a goces vedados para un enorme pobrerío que es "igual" sólo en su cada vez más extendida miseria..
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