Nueva ofensiva diplomática en Naciones Unidas por Malvinas

Por Natasha Niebieskikwiat - Diario Clarín

La batalla por el impacto del referéndum efectuado en marzo en las Malvinas cobró bríos en estos días al acercarse la reunión del Comité de Descolonización de las ONU, en junio en Nueva York.

Para mostrarle a la presidente Cristina Kirchner la actividad de su diplomacia, el canciller Héctor Timerman desempolvó una vieja: la apertura de embajadas en países descuidados y que tengan relación con el tema o presencia en la ONU, como ser Barbados y Santa Lucía. Se estudia también abrir una sede en Surinam. El plan incluye el nombramiento de jefes para embajadas vacantes, contaron fuentes diplomáticas a Clarín.

Tal el caso de Nicaragua –que integra el Comité de Descolonización de la ONU– y Canadá, país al que dejaron sin embajador por dos años en protesta por su rechazo a respaldar el reclamo argentino de soberanía sobre las islas. Hubo cierta reconciliación y Cristina anunció que los canadienses ayudarán en un plan científico de pesca

Para la jefatura de la sede en Canadá, Timerman piensa en la respetada embajador Norma Nacimbene, a quien envió a Centroamérica a explicar la posición argentina en torno al referéndum por el que los isleños se manifestaron a favor de seguir siendo territorio de ultramar británico. Para la de Barbados quiere al ministro Diego Limeres, respetado diplomático que trabajó para la misión de la ONU, cuando la conducía César Mayoral. Y para Surinam suena José Bignolo.

Del otro lado, habiendo descuidado la región durante años los británicos se encontraron con que países antes indiferentes a la Argentina, ahora la apoyan. En noviembre pasado, el Foreign Office lanzó la llamada Agenda Canning por la que pretende recuperar espacios en Latinoamérica, y abrió embajadas que antes respondían en Argentina, como la de Paraguay.

Pero además, en las oficinas del Canciller saben que la Presidente quiere derogar el decreto que fija en 25 el tope de embajadores políticos que puede nombrar el Ejecutivo.