lunes, 11 de marzo de 2013

"El referéndum en las islas es muy conveniente para Argentina"

Por Darío Mizrahi - Infobae.com (dmizrahi@infobae.com)
"El referéndum en las islas es muy conveniente para Argentina"
"Ellos mismos están admitiendo que pertenecen al pueblo británico, y que no son uno distinto, por eso no tienen derecho a la autodeterminación", sostiene el ex senador Rodolfo Terragno. Pero advierte: “Provocarlos es hacerle el juego a Gran Bretaña”

Político, historiador y dirigente de la Unión Cívica Radical, Terragno es un experto en la cuestión Malvinas. Escribió dos libros sobre el tema, Historia y futuro de las Malvinas (2006) y Falkland/Malvinas (2002), y tiene proyectos de ley presentados en el Congreso.

El mismo día en que los isleños van a las urnas para ratificar su condición de británicos, Infobae dialogó con él.

¿Qué legitimidad tiene el referéndum que realizarán los kelpers para decidir si quieren seguir siendo británicos o no?
Yo creo que es muy conveniente para Argentina, y no comprendo cómo esto no se advierte. Argentina siempre dijo que los isleños no podían participar de las negociaciones porque se trata de un diálogo bilateral, en el que hay sólo dos partes: Argentina y el Reino Unido. Los isleños son británicos, por lo tanto no son una tercera parte. Y como son británicos y quieren seguir siéndolo, no tienen derecho a la autodeterminación. Creo que es una buena noticia que los isleños digan lo que siempre ha dicho Argentina, pero en vez de utilizarlo se está tratando de atacarlo.

¿Por qué el que quieran seguir siendo británicos los excluye del derecho a la autodeterminación?
Si dijeran que quieren independizarse tanto de Argentina como de Gran Bretaña, entonces sí surgiría la idea de pueblo, y los pueblos tienen autodeterminación. Pero ellos mismos están admitiendo que son parte del pueblo británico, que no son uno distinto. Es lo que ha dicho Naciones Unidas.

¿Entonces considera correcta la decisión tomada por el canciller Héctor Timerman de rechazar reunirse con su par británico si también asistían los kelpers?

No es una posición de Timerman, ha sido la posición de todos los cancilleres. Argentina fue siempre coherente en eso. La única falla fue la de Guido Di Tella, que si bien no dijo que fueran una tercera parte, sostenía que había que seducirlos, lo que podía darlo a entender. Él creía que era un conflicto bilateral, pero que a Inglaterra le costaría mucho tomar una decisión en contra de los isleños si ellos tenían una posición favorable hacia Argentina.

Aún admitiendo que no son una tercera parte, no se puede negar que los isleños viven ahí. ¿Qué lugar deberían tener en la consideración del problema?
No es una cuestión nuestra. Son británicos que viven en suelo argentino. Por supuesto que podrían quedarse ahí. Mi propuesta es la solución Hong Kong, donde se reconoció la soberanía china, pero se estableció un plazo bastante largo para la transferencia y se le dio una condición especial teniendo en cuenta las características de la población. Así se reconoce la situación de hecho y, al mismo tiempo, que están sobre suelo argentino y que a plazo fijo van a estar bajo soberanía argentina.

¿Cómo evalúa las gestiones que viene realizando el actual Gobierno en los últimos años, en los que se ha exacerbado cierta beligerancia discursiva?
La beligerancia verbal argentina les da una excusa. Cuando se los ataca, se les dice que son piratas y colonialistas, el argumento de ellos frente a la ONU calza perfecto: “¿Cómo quiere que me siente a dialogar con esta gente que me está atacando, insultando, etc?”. Al contrario, creo que ellos provocan para que Argentina reaccione así. Provocarlos es lo peor que podemos hacer. Que el canciller caiga de pronto a Inglaterra sin cita, sin acuerdo, es una provocación. Para consumo interno es una posición dura, pero es lo más inefectivo que hay. Es hacerle el juego a Gran Bretaña.

¿Cuáles son los principales fundamentos históricos que tiene Argentina para reclamar la soberanía sobre las Malvinas?
Las islas pertenecían a España y con la independencia pasaron a ser a ser argentinas, como todo el territorio. El país estaba en ejercicio de la soberanía sobre las islas. Había un Gobierno, una pequeña población, se celebraban el 25 de mayo y el 9 de julio, y se hacían infinidad de actividades. Es más, en esa época la Patagonia no se había incorporado definitivamente. Entonces, las Malvinas eran el centro más importante hacia el sur.
En 1833 llegó una invasión contra los argentinos que estaban allí. Es un origen ilegítimo. Arrebataron un territorio que está frente a Argentina y a miles de kilómetro de territorio británico y no permiten que la población natural se instale allí. El argumento es bastante claro.

¿Cómo era la situación de las Malvinas antes de la guerra, cuando los isleños ni siquiera eran reconocidos como británicos?
La palabra kelper quiere decir juntador de algas. Gran Bretaña les negaba la nacionalidad. Después de la guerra se aprobó la ley que les concedió la nacionalidad. Pero ellos mismos decían, “nos tratan como juntadores de algas”. Reino Unido estaba muy poco interesado en mantener las islas. Hasta había negociaciones y cierta disposición de ellos a llegar a un acuerdo con Argentina, pero la guerra terminó con todo eso.

Usted sostuvo en reiteradas oportunidades que sería ilusorio pretender que las islas vuelvan a ser argentinas en el corto plazo, ¿qué se puede hacer para que las cosas cambien en el largo plazo?   
En 2007 presenté un proyecto en el Senado para que la ley que dice que los kelpers son británicos se lleve como prueba ante la ONU. Fue aprobado por unanimidad, incluyendo el voto de Cristina Fernández de Kirchner, que en ese momento era senadora. Por qué no se lo terminó presentando, no lo sé. Ahora habría que llevar el referéndum como otra prueba. La ley y el referéndum nos dan la razón en cuanto a que son británicos. Eso, más una actitud inteligente, racional y no emocional ni demagógica, tendría que forzarlos a sentarse a la mesa. Claro, uno no puede plantear “denme las islas mañana”. Pero una fórmula como la de Hong Kong tiene posibilidades de ir adelante: no amenaza a la generación presente, da una solución de largo plazo y le resuelve un problema a Gran Bretaña.

1 comentario:

  1. Mas claro echale agua. Hay que pensar a largo plazo, hacer como Hon Kon y empezar a hablar bien de los isleños y haceptarlos ahi y mas adelante se podria llegar a un acuerdo.

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