Por: Silvia Gómez
Está cerrada desde hace 12 años. Es un edificio protegido y no se podrá alterar la fachada.
Los dueños de la tradicional tienda Harrods anunciaron el inicio de las obras de remodelación del imponente edificio de Florida y avenida Córdoba.
Está cerrada desde hace 12 años. Es un edificio protegido y no se podrá alterar la fachada.
Los dueños de la tradicional tienda Harrods anunciaron el inicio de las obras de remodelación del imponente edificio de Florida y avenida Córdoba.
Pocos días atrás cumplió 96 años, pero el inmueble ya lleva doce cerrado y poco a poco se fue deteriorando y oscureciendo. Es que en una zona turística y comercialmente vital su destino final se había transformado en una incógnita. Pero ahora, y si el anuncio de remodelación y reapertura se cumple, los porteños nostálgicos volverán a recorrer los pasillos de uno de los edificios de estilo más impactante de la Ciudad. Y quienes nunca pudieron entrar antes, tendrán la oportunidad para conocer parte de la historia que se escribió a principios del siglo XX en una Buenos Aires pujante.
El anticipo de estas obras fue publicado por Clarín más de un año atrás, en marzo de 2009. En aquel momento voceros de las dos empresas suizas propietarias de la tienda confirmaron que trabajaban en el proyecto de reapertura e iniciaban un trámite vital: la aprobación de las obras por parte del Gobierno porteño. Es que el edificio de Harrods forma parte de un polígono de protección edilicia ubicado en el barrio de Retiro. Junto a otras construcciones -como las Galerías Pacífico, el Centro Naval, el Museo Fernández Blanco y del Inmigrante, la plaza San Martín y Cancillería, entre otros- Harrods tiene prohibido alterar su fachada, que debe conservar el estilo eclecticista que caracterizó la arquitectura de los primeros años del 1900.
Y como ya le habían adelantado los dueños de la compañía a este diario, el interior será modernizado con todas las demandas de seguridad actuales -por ejemplo, salidas de emergencias y sistema contra incendio- pero seguirá manteniendo todo su esplendor de antaño: maderas de roble en sus pisos, los famosos ascensores metálicas, boiserie en sus paredes, vidrios biselados y otros lujos de la época. El estudio a cargo de la obra será Bodas, Miani, Anger. "El edificio tendrá un centro comercial y posiblemente complementos de hotelería y oficinas. También tendrá terrazas y lugares de gastronomía. Pero siempre respetando la base edilicia y su configuración, con la idea de recuperar el esplendor de Harrods", explicó el arquitecto Rodolfo Miani. "Para la Ciudad, los comerciantes y los vecinos era muy perjudicial que el edificio continuara cerrado. Es muy importante que las obras avancen", opinó el ministro de Desarrollo Urbano, el arquitecto Daniel Chaín.
En el mismo sentido, los comerciantes de la zona se entusiasman con el proyecto. Desde la Asociación Amigos de la calle Florida recordaron que la tienda chilena Falabella (en Florida al 300) aumentó el flujo peatonal en alrededor de 20.000 personas durante los días de semana. Y unas 850.000 caminan a lo largo de la peatonal, uno de los destinos de compras más elegidos por los turistas: "Más allá de lo comercial también es importante por la inseguridad: hoy Florida en esa zona es muy oscura, está degradada justamente por el abandono del edificio", dijo Héctor López Moreno, presidente de la asociación. Los propietarios aún no precisaron para cuándo está prevista la reapertura de la tienda que llevará el nombre original, el que lograron retener luego de batallar durante años en tribunales ingleses.
Fuente: Diario Clarín
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