El Gobierno analiza intervenir la principal naviera argentina. Con el ingreso en Maruba, busca captar una parte del transporte internacional de granos
El Gobierno estudia la posibilidad de intervenir en el mercado del transporte internacional de graneles (granos y otras commodities), con lo que apunta a fortalecer la alicaída marina mercante argentina y reestructurar la línea de bandera nacional en los buques. Para ello, no descarta instrumentar una reserva de cargas del orden del 10% para la exportación de granos, en principio, y participar así en el flete que genera el transporte de las materias primas, calculado según fuentes privadas en más de US$ 5000 millones.
El Gobierno estudia la posibilidad de intervenir en el mercado del transporte internacional de graneles (granos y otras commodities), con lo que apunta a fortalecer la alicaída marina mercante argentina y reestructurar la línea de bandera nacional en los buques. Para ello, no descarta instrumentar una reserva de cargas del orden del 10% para la exportación de granos, en principio, y participar así en el flete que genera el transporte de las materias primas, calculado según fuentes privadas en más de US$ 5000 millones.
Evalúa, además, permitir el ingreso de buques usados, con arancel cero, para poner en marcha el proyecto de hacer ondear el pabellón nacional en el transporte marítimo. Este plan, cuya elaboración y redacción lleva más de dos meses en un marco de negociación hermética, tiene como actores principales a la casi totalidad del movimiento sindical fluvial, marítimo y portuario; a la Secretaría de Transporte, por intermedio de su Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables, y a Maruba, la única compañía de bandera nacional que brinda servicios internacionales ¿y que es la que mayor mano de obra emplea?, que sería el vehículo que propiciaría el proyecto oficial.
Fuentes del mercado confirmaron a LA NACION que Maruba enfrenta deudas millonarias con sus proveedores. Es que 2009 fue el peor año para la industria naviera mundial, con pérdidas superiores a los 20.000 millones de dólares debido al fuerte impacto que la crisis generó en el comercio internacional de mercaderías. Maruba, como la gran mayoría de las empresas marítimas, no pudo escapar a la crisis financiera, que la encontró con contratos caros de bodega en buques de terceras compañías, y con charteo de buques a largo plazo.
Sólo las publicaciones extranjeras -muchas de ellas citan en off the record a fuentes de la empresa- dan cuenta de cuál sería la ingeniería financiera y societaria a la que llegarían el Gobierno, los sindicatos y la dirección de Maruba para crear lo que podría convertirse en una compañía marítima nacional de capitales mixtos. Por ejemplo, la publicación noruega TradeWinds indica que el pasivo de Maruba asciende a US$ 30 millones, en tanto, la británica Lloyd?s List afirma que llega a 50 millones.
Sólo las publicaciones extranjeras -muchas de ellas citan en off the record a fuentes de la empresa- dan cuenta de cuál sería la ingeniería financiera y societaria a la que llegarían el Gobierno, los sindicatos y la dirección de Maruba para crear lo que podría convertirse en una compañía marítima nacional de capitales mixtos. Por ejemplo, la publicación noruega TradeWinds indica que el pasivo de Maruba asciende a US$ 30 millones, en tanto, la británica Lloyd?s List afirma que llega a 50 millones.
Seatrade Asia, por su parte, destaca que Maruba se encuentra "en los tramos finales de un acuerdo con el gobierno de Cristina Kirchner y el poderoso Sindicato Obreros Marítimos Unidos [SOMU], para que el gremio se quede con un 35% de la empresa, mientras que inversores privados obtendrían otro 25 por ciento". La empresa, propiedad de la familia Rodríguez, se quedaría con el 40% restante del paquete accionario y con la dirección de la nueva compañía.
Fuentes especializadas del mercado creen que el ingreso del Gobierno normalizaría el golpeado flujo de caja del armador nacional.
Fuentes especializadas del mercado creen que el ingreso del Gobierno normalizaría el golpeado flujo de caja del armador nacional.
LA NACION intentó confirmar esta posible intervención en Maruba tanto con su vicepresidente, Gustavo Rodríguez, como con el subsecretario de Puertos y Vías Navegables, Ricardo Luján, pero no obtuvo respuesta. Lo mismo sucedió con los principales referentes gremiales.
Los sindicatos presionan con la posibilidad de recuperar participación en el mercado marítimo. En la navegación por la hidrovía Paraná-Paraguay, por ejemplo, sólo el 3% de las embarcaciones son de bandera nacional. El resto está en manos del pabellón paraguayo. En el tráfico internacional, el porcentaje se reduce a prácticamente cero.
Los sindicatos presionan con la posibilidad de recuperar participación en el mercado marítimo. En la navegación por la hidrovía Paraná-Paraguay, por ejemplo, sólo el 3% de las embarcaciones son de bandera nacional. El resto está en manos del pabellón paraguayo. En el tráfico internacional, el porcentaje se reduce a prácticamente cero.
Tras la desaparición de ELMA (Empresa Líneas Marítimas Argentinas, a principios de los 90), la marina mercante quedó diezmada. Y los sindicatos y algunos funcionarios del Gobierno miran cómo la cosecha de granos crece año tras año y sueñan con que los granos argentinos se transporten en barcos argentinos, embarcados por argentinos. Los que golpean los despachos oficiales para tentar con la idea son Enrique Omar Suárez, del SOMU; Cayo Ayala, de la Federación Marítimo, Portuaria y de la Industria Naval; Marcos Castro, del Centro de Capitanes de Ultramar y Oficiales de la Marina Mercante; Juan Carlos Pucci, del Centro de Patrones de Cabotaje Marítimo, y Horacio Domínguez, del Centro de Jefes y Oficiales Maquinistas Navales.
Fuente: Diario La Nación
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