Por Valeria Musse
| LA NACION
Comenzaron
los trabajos para techar el estadio del Parque Roca y ampliar así su
potencial; también progresa la construcción de una nueva terminal de
ómnibus en Villa Soldati
La
infraestructura del sur porteño progresa con dos proyectos de
envergadura. Por un lado, avanzan las obras para que, en los próximos
meses, comience a montarse el techo retráctil del estadio del Parque
Roca, una de las sedes de los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018 que,
además, se espera que se convierta en un microestadio para todo tipo de
espectáculos públicos.
Cerca de allí, también en el barrio de
Villa Soldati, las maquinarias trabajan en la base de lo que será la
terminal de ómnibus de media y larga distancia Dellepiane, que aliviará
el volumen de servicios de la de Retiro.
El estadio Mary Terán de
Weiss, construido dentro del Parque Roca, está cambiando su fisonomía.
Así, desde hace unos meses, toma forma el sueño del gobierno de Mauricio
Macri de contar con un microestadio cubierto para 14.000 espectadores.
La instalación con techo corredizo, se prevé, permitirá albergar eventos
deportivos y culturales. La inversión necesaria es de 103 millones de
pesos, trece más que para la terminal Dellepiane.
"La mayor parte
de lo que se hizo hasta ahora fue bajo tierra. Se están construyendo los
pilotes para montar luego la superestructura. El objetivo es que
soporten el peso de la estructura que se va a agregar y sirvan de ancla
para que el viento no embolse luego el techo", explicó a LA NACION el
ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chain.
Por estos días, el
trabajo en el lugar está centrado en el entorno del estadio. Se están
edificando las columnas perimetrales de hormigón y los pilotes, de 23
metros de profundidad, donde quedarán apoyadas, entre otros elementos,
las vigas que sostendrán las placas del cerramiento. Mientras se
realizan estas obras en el parque, en los talleres se construye lo que
será el moderno techo corredizo.
En un mes aproximadamente, estimó
Chain, se montarán en forma paralela los dos arcos metálicos que
cruzarán longitudinalmente el estadio y que soportarán la cubierta por
medio de 12 sistemas de tensores. La superestructura, como la
denominaron los técnicos, actuará además como carril de los sectores
móviles con los que contará el techo. "Es una tarea de ingeniería muy
importante", enfatizó el funcionario macrista.
Chain estimó que si
continúan con este avance en los trabajos -que se demoraron por algunos
problemas con las empresas proveedoras de los materiales-, la obra
finalizará a fines de marzo de 2015. Para ese entonces, la totalidad de
la superficie del estadio, de 13.000 m2, estará cubierta y, en su zona
central, el techo podrá cerrarse de acuerdo con lo que requiera el
evento en desarrollo o según cuestiones meteorológicas.
También
avanzan las tareas que darán forma a la nueva terminal de ómnibus que se
emplazará entre las avenidas Dellepiane y Perito Moreno y la calle
Lacarra.
Una vez que los colectivos de media y larga distancia
puedan utilizar las 48 dársenas que habrá disponibles, el tránsito en la
terminal de Retiro, en el otro extremo de la Capital, se reducirá un
40%. Así lo estimaron desde el Ministerio de Desarrollo Económico
porteño.
El predio de cuatro hectáreas fue desmalezado y una parte
debió ser rellenado con tosca. Desde junio, los obreros comenzaron con
la construcción de la terminal propiamente dicha, que está a cargo de la
empresa Terminales Terrestres Argentina SA, que resultó adjudicataria
de la licitación. El costo estimado es de 90 millones de pesos.
La empresa firmó con el gobierno un contrato de
leasing por
el que pagará, desde que se habilite la nueva estación, un canon de
unos 400.000 pesos mensuales durante 18 años. Cumplido ese plazo tendrá
la opción de compra o la terminal quedará en manos de la Ciudad.
Para
dar forma a la base del edificio de la terminal se realiza el montaje
de los pilotes y los cabezales (las estructuras que unirán las barras de
concreto) sobre los que luego se emplazará el nuevo edificio,
describieron a LA NACION desde Desarrollo Económico.
El proyecto
tiene el visto bueno de todo el arco político porteño, que considera que
mejorará el aspecto de esa zona de la ciudad, ya que incluirá la
instalación de locales comerciales y mayor movimiento de colectivos
urbanos y aliviará los embotellamientos viales que suelen producirse en
Retiro. Además, los vecinos de los barrios sureños no tendrán que cruzar
de un extremo a otro de la Capital para tomar un ómnibus.
No
obstante, la oposición denunció penalmente la existencia de presuntas
irregularidades en la licitación y acusó al gobierno porteño de
"privatizar" esas tierras públicas. Desde Desarrollo Económico se
defendieron: "Se dio en leasing, con opción de compra, a un particular
un inmueble del dominio de la Ciudad con el cargo de la ejecución, a su
exclusiva costa, de una obra civil que sólo puede ser destinada a la
explotación de una terminal de ómnibus interjurisdiccional".
En números
Las obras en Villa Soldati aportarán soluciones deportivas, culturales y viales
- 14.000 espectadores: Son los que puede albergar el estadio de Parque Roca, en el que hoy se realizan obras para colocar un techo retráctil.
- 48 dársenas: Son las que tendrá la terminal de ómnibus de media y larga distancia Dellepiane, que funcionará en Villa Soldati.
- 40% menos micros: Tal
será la reducción que registrará el movimiento vehicular en la terminal
de micros de Retiro, cuando se habilite la que se construye en el Sur..
Del editor: qué significa. Las
dos obras darán más visibilidad al Sur. La de la terminal es esencial a
corto plazo; la otra, de alto impacto, cuesta más que la anterior.