Por Nicolás Litvinoff - La Nación Twitter: @nlitvinoff
Gastar dinero es algo que hacemos todos los días, pero de manera distinta según la persona y el momento. Aprender a gastar de manera inteligente es uno de los atributos más importantes de las finanzas personales, en la misma línea incluso que aprender a ahorrar o a generar nuevos ingresos.
En la columna de hoy analizaremos algunos ejemplos de situaciones en las cuales estamos malgastando el dinero y seguramente muchos podrán reconocerse en esas circunstancias. El objetivo es que puedan replantearse ese tipo de accionar y logren mejorar la calidad del gasto, liberando fondos que podrán ser derivados hacia otros destinos, como el ahorro.
A continuación, 10 maneras de tirar el dinero a la basura que deberías evitar para mejorar tu calidad de vida y la salud de tu economía doméstica.
1) PAGAR IMPUESTOS Y SERVICIOS EN EL SEGUNDO VENCIMIENTO
La organización es una de las claves para mejorar nuestra relación con el dinero. Una década atrás, había que juntar todas las boletas del mes e ir al banco a pagarlas y podía pasar que, para no tener que ir varias veces y perder más tiempo, tuviésemos que pagar algún impuesto o servicio en el segundo vencimiento.
Actualmente, tenemos todas las herramientas tecnológicas para recibir alertas en nuestra bandeja de entrada cada vez que un impuesto o servicio se encuentra próximo a vencer, y además podemos hacer uso de los débitos automáticos o de la home banking de nuestro banco para abonar en fecha, ahorrándonos el pago de intereses sin sentido.
2) IR AL SUPERMERCADO SIN UNA LISTA
No solamente es importante buscar dada la dispersión de precios existentes sino que además es altamente recomendable llevar siempre una lista para no terminar comprando productos innecesarios debido a una tentación del momento. Ir al supermercado con hambre también puede hacer que malgastemos el dinero bajo la influencia de esa sensación de voracidad que estimula fuertemente el consumo.
3) MEMBRESÍAS EN GIMNASIOS
Ir al gimnasio es algo que ciertas personas hacen con mucho placer y entusiasmo mientras que para otras es un sacrificio diario que deben "sacarse de encima". Para estos últimos, el hecho de pagar una membresía anual en el gimnasio (por más que sea ofrecida con importantes descuentos) puede ser un gasto innecesario bajo la falsa ilusión de que el simple hecho de ver todos los meses el débito en la tarjeta de crédito hará que mágicamente uno tenga más ganas de ir que antes.
Conocernos y saber de nuestras limitaciones puede evitar que tiremos el dinero a la basura comprometiéndonos con pagos frecuentes de servicios que luego no utilizaremos.
4) APOSTAR AL AZAR
Según estudios hechos por el profesor Víctor Muñoz de la Facultad de Ciencias Universitarias de Chile, la probabilidad de ganar el loto son 1 en 4,5 millones. Con estos números en la cabeza, resulta coherente argumentar que el gasto en la mayoría de los juegos de azar de esta índole es un derroche total de dinero que podría ser destinado a actividades más lucrativas.
5) TENER UN TELÉFONO DE LÍNEA EN LA CASA
En la Argentina hoy en día existen más de 60 millones de celulares en uso, más de 6 veces la cantidad de teléfonos fijos.Al mismo tiempo, la mayoría de los planes de telefonía móvil ofrecen llamadas gratuitas a otros celulares de la misma compañía e incluso, gracias a distintas app como skype o what´s app, es posible hablar gratis de manera ilimitada con una simple conexión 3G. Esto hace que el gasto de abono y mantenimiento de un número de teléfono fijo se haya vuelto innecesario en una sociedad en donde la comunicación pasa a ser gratuita y de creciente calidad entre los usuarios de telefonía móvil.
6) PROMOCIONES INCONDUCENTES
Muchas veces en el afán de aprovechar promociones de 3x2 (tres productos por el precio de 2, es decir, el tercero gratis), terminamos comprando productos que no necesitamos o bien que pueden llegar a perecer debido a su fecha de vencimiento antes que podamos consumirlas. En estos casos, los comercios hacen alusión al lema "te conviene", es decir, a la parte racional para convencernos de comprar cosas que probablemente no sean de nuestra conveniencia.
Estar atentos a este tipo de "propuestas inconducentes" puede evitar que sigamos tirando el dinero al comprar cosas que no nos hacen falta.
7) NO PRESTARLE ATENCIÓN A LOS DÍAS DE PROMOCIONES DE LAS TARJETAS
Hoy en día, prácticamente todas las tarjetas tienen promociones de descuentos importantes en determinados días en shoppings, supermercados y demás comercios adheridos. No tener en cuenta estas fechas en el calendario termina siendo costoso en términos económicos al pagar "full price" productos que podemos comprar con 10, 20 o hasta 30% de descuento en días particulares de la semana.
8) ABUSO DEL DELIVERY
Cuando hablamos de la opción de cocinar en casa o salir a comer afuera en demasía o abusar de los pedidos en el delivery del barrio, la diferencia puede llegar al 400%. No tener en cuenta estas diferencias puede hacer que terminemos tirando el dinero a la basura si tenemos el hábito de comer afuera de casa muy seguido.
9) LOS "GASTOS HORMIGA"
Son los gastos cotidianos que se desparraman a lo largo del día como ser un café con medialunas al paso, un taxi tomado a las apuradas, bebidas y golosinas en los quioscos, cigarrillos, etcétera. Dado que suelen ser gastos "pequeños", muchas veces se hacen sin ningún tipo de cuestionamiento, pero luego cuando realizamos la sumatoria de lo gastado en estos ítems al final del mes nos encontramos con que los mismos pueden consumir hasta la tercera parte de nuestro presupuesto mensual.
10) USAR CAJEROS AUTOMÁTICOS DE OTRAS REDES
Los cajeros automáticos no suelen cobrar comisiones por las operaciones a no ser que...nos pasemos de la cantidad de operaciones permitidas por mes o hagamos operaciones en cajeros de redes distintas a la nuestra. A veces por no prestar atención a esto o por no caminar unas cuadras más terminamos realizando gastos no inteligentes.
Conclusión:
Cuando gastamos de manera inteligente, todo tiene más sentido: el trabajo que hacemos, el dinero (sea poco o mucho) que ganamos, los esfuerzos o privaciones que debemos hacer en post de nuestra actividad.
Cuando malgastamos, por el contrario, todo esfuerzo pierde significado y hasta podemos llegar a experimentar una sensación de haber sido estafados o engañados, como huida a no reconocer nuestra propia responsabilidad en el asunto.
Orientar nuestro gasto hacia un lugar deseado por nosotros (y no por la sociedad de consumo) surge como un paso necesario para poner en orden nuestras finanzas personales..