(defensa.com) - Según el discurso del
inspector general del Ejército de Tierra, teniente general Ricardo
Álvarez-Espejo durante la pasada Pascua Militar, el Ejército de Tierra
pretende conseguir, con la reestructuración de sus medios, ocho brigadas
orgánicas polivalentes. Con la estructura actual se dispone de diez
brigadas, sin embargo el plan contempla que las nuevas unidades combinen
diferentes elementos de tal manera que se disponga siempre de unidades
listas equivalente para afrontar cualquier escenario que se presente.
Esto supone que las nuevas brigadas
dispondrán de unos efectivos en torno a los 5.000 soldados y de medios
pesados y ligeros, cada uno con un cuartel general. Estas unidades
deberán tener en mente las misiones internacionales actuales y sobre
todo las futuras que podrán tener lugar en el continente africano, donde
prolifera el terrorismo organizado, principalmente en la zona del
Sahel.
El plan no es nuevo sino que está recogido en la Directiva 08/12, famosa por haberse filtrado a la prensa en 2012, lo que supuso un problema para el ministro de Defensa Pedro Morenés. Por entonces el Ejército de Tierra contemplaba la configuración de estas brigadas polivalentes con un batallón de vehículos de tiro tenso sobre ruedas o cadenas, dos batallones sobre el aún no nato blindado 8x8, un batallón dual con capacidad para operar en los 8x8, así como medios y adiestramiento necesario para su transporte aéreo y un grupo de reconocimiento con capacidad ISR.
Dados los recortes presupuestarios, la reducción de tropa y que algunos vehículos no están aún disponible (caso del 8x8 o la plataforma de reconocimiento), se contemplaba ya una opción intermedia de transición en la que habría dos tipos de brigadas polivalente. Una con un batallón dual aerotransportable, dos o tres batallones más de 8x8 y una unidad de reconocimiento sin batallón de carros mientras que la otra sería igual pero incluyendo un batallón de carros en lugar del batallón dual.
Para paliar la falta de medios, se ha optado por definir dos modelos transitorios denominados BOP medio-ruedas y BOP medio-cadenas en las que se emplearán básicamente los medios disponibles en este momento como son los BMR (en lugar del 8x8), VAMTAC, Lince o RG-31 en la primera y Pizarro, TOA (M113) y Leopardos.
Sin embargo este plan también plantea dudas, para empezar que una estructura así es más cara que la actual puesto que requiere más medios (a no ser que se estandarice a la baja), más aún tras el enésimo recorte presupuestario. No se entiende muy bien que se ahonde en el modelo de proyección y rotaciones cuando parece ser que se van a reducir las misiones internacionales de las Fuerzas Armadas españolas. Por no hablar que constituye el enésimo plan de reordenación de las fuerzas terrestres con lo que supone para la distribución y movilidad geográfica de las tropas y sus familias y el riesgo de que unidades con gran solera en el Ejército pierdan las características que las definen.
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