Por Laura Rocha
| LA NACION
Por los próximos diez años seguirán las empresas que hoy prestan el servicio, pero en zonas distintas
La recolección de residuos en la ciudad continuará en las mismas manos que hoy,
aunque se sumará una zona más de prestación del servicio a las seis
existentes. Es la principal conclusión que surge del anuncio de las
ofertas económicas para prestar el servicio, que implica una erogación
de 30.000 millones de pesos en los próximos 10 años.
Este contrato, el más importante que tiene la Ciudad, plantea algunos cambios para los vecinos: incluye definitivamente el contenedor; los prestadores trabajarán en nuevas zonas; la separación de residuos será obligatoria y generalizada desde fines del año próximo, y las cooperativas de cartoneros trabajarán con su propia licitación (ver aparte).
La zona 1, conformada por Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Montserrat y Constitución es una de las más complejas y estará en manos de AESA, que hoy presta servicios en el corredor norte. La oferta que presentó por el servicio por un lapso de 120 meses ascendió a 5016 millones de pesos.
En tanto, la segunda zona, que abarca Recoleta, Núñez, Belgrano, Colegiales y Palermo, será atendida por la empresa del grupo Roggio, Cliba. Por la recolección de basura en esos barrios la empresa pretende cobrar $ 5292 millones. Hoy esta compañía atiende el microcentro.
Villa General Mitre, Villa Devoto, Villa del Parque , Villa Santa Rita, Coghlan, Saavedra, Villa Urquiza, Villa Pueyrredón, Chacarita, Villa Crespo, Paternal, Villa Ortúzar, Agronomía y Parque Chas serán responsabilidad del grupo Pescarmona, de Impsa, que ofertó el precio más bajo por la zona 3, con $ 5882 millones. Hoy presta servicios en buena parte de esos barrios.
La zona 4 está compuesta por Liniers, Mataderos, Parque Avellaneda, Villa Real, Monte Castro, Versailles, Floresta, Vélez Sarsfield y Villa Luro. Allí estará Emepa (hoy Nittida), que pidió cobrar $ 3413 millones por el servicio.
El Ente de Higiene Urbana atenderá el área 5, que conforman Villa Soldati, Villa Riachuelo y Villa Lugano. Ésta es la zona "testigo" en la que el gobierno tiene a su cargo la recolección de la basura.
En Almagro, Boedo, Caballito, Flores y Parque Chacabuco recolectará los residuos húmedos Ashira. Su propuesta económica fue de $ 4078 millones por diez años.
Finalmente, Balvanera, San Cristóbal, La Boca, Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya serán atendidos por Transportes Olivos, hoy presentes en Caballito. Su oferta fue de 4484 millones de pesos.
La generación de residuos en la ciudad es un problema de grandes dimensiones: son 6000 toneladas de desechos por día, cuyo destino final es el relleno sanitario de José León Suárez. Este vertedero, el último con espacio disponible en el sistema de la Coordinación Ecológica Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse) tiene una vida útil de un año. Por eso la Capital se comprometió a reducir la cantidad de basura que se entierra allí, y es necesario que todo el proceso esté perfectamente aceitado.
En esta nueva licitación, las empresas deben incorporar camiones con carga lateral para los contenedores de residuos húmedos. Todos los barrios de la ciudad tendrán estos recipientes, con capacidades distintas según la zona, que convivirán con otros de color verde en los que deberán ser desechados los residuos reciclables.
Según cifras oficiales, hasta el momento se ha reducido un 36% la cantidad de basura que se envía al relleno sanitario. El mayor volumen de lo que dejó de enviarse es de los materiales para la construcción. Sin embargo, tras el fracaso, hasta el momento, de la incorporación de plantas con nueva tecnología para poder disminuir otras 2500 toneladas, en el gobierno estudian los pasos a seguir.
Según pudo saber LA NACION, y como se escuchó en la audiencia celebrada con ONG ambientalistas el martes pasado, una de las ideas es la de construir una planta de separación y transformación de residuos como la que se inauguró en enero en José León Suárez, pero en la ciudad. Esta tecnología podría reducir unas 1000 toneladas. Sin embargo, para instalarla es necesario reformar el Código de Planeamiento porteño, ya que la ley no las permite. La Legislatura sería, entonces, la responsable de dar una solución posible.
El gobierno porteño se comprometió a bajar el 78% su producción de basura para agosto de 2014. Pero con la tecnología con la que cuenta hoy no lo conseguirá..