El equipamiento de los soldados estadounidenses que en 1944 desembarcaron en las playas de Normandía nada tiene que ver con el de los militares que actualmente están desplegados en el desértico Irak. Todo ha cambiado: la ropa, las armas, el peso de sus uniformes… y cómo no, el coste medio de equipar a un soldado.
En este sentido, hoy en día se estima que uniformar a un militar en el US Army tiene un coste aproximado de 17.500 dólares, una cifra muy llamativa si la comparamos con los 170 dólares que en la Segunda Guerra Mundial costaba equipar a un soldado. Ahora bien, este incremento del coste en la equipación de los militares profesionales, es directamente proporcional al descenso en el número de soldados heridos o caídos en las anteriores guerras. Por lo tanto, vistos estos resultados, no es de extrañar que en los próximos años el gasto en equipamiento militar siga creciendo.
Durante la Segunda Guerra Mundial equipar a un soldado del ejército estadounidense costaba una media de 170 dólares por combatiente. Aquellos militares que lucharon en la Vieja Europa tenían una vestimenta ciertamente básica: un casco de acero, un cinturón de combate para portar la munición y otros accesorios de combate, unas sencillas botas de piel con polainas (prenda de abrigo que protege la pierna desde la rodilla hasta el tobillo), y cómo no, el mítico rifle semiautomático M1 Garand.
Durante la Segunda Guerra Mundial equipar a un soldado del ejército estadounidense costaba una media de 170 dólares por combatiente. Aquellos militares que lucharon en la Vieja Europa tenían una vestimenta ciertamente básica: un casco de acero, un cinturón de combate para portar la munición y otros accesorios de combate, unas sencillas botas de piel con polainas (prenda de abrigo que protege la pierna desde la rodilla hasta el tobillo), y cómo no, el mítico rifle semiautomático M1 Garand.
Todo este conjunto, con el arma incluida, tenía un peso de 16,2 kg. Casi tres décadas después, en pleno conflicto de Vietnam, la principal diferencia respecto al equipamiento de la Segunda Guerra Mundial estaba en el arma (se pasó del rifle M1 al fusil de asalto M16) y en la mochila para transportar la munición y los accesorios (ahora más grande y ligera). En este caso, mientras que el peso total de todo el conjunto era de 15,9 kg, una cifra muy similar a la anterior, el coste medio por soldado se disparó hasta los 1.112 dólares.
Foto: Soldado desplegado en Irak
Prototipo del soldado del futuro
Desde Vietnam hasta los conflictos actuales, la evolución en el equipamiento del soldado ha sido notable en todos los niveles. En primer lugar, el casco ha pasado de ser de acero, a estar elaborado con material de kevlar, con mayor protección balística. Además, sobre el casco se suelen montar visores termales o nocturnos que facilitan la visión del combatiente en escenarios con poca luminosidad. El chaleco antibalas, por otra parte, se ha convertido en un elemento imprescindible en la actualidad, lo mismo que los guantes de protección y las gafas de tiro.
Foto: Soldado desplegado en Irak
Prototipo del soldado del futuro
Desde Vietnam hasta los conflictos actuales, la evolución en el equipamiento del soldado ha sido notable en todos los niveles. En primer lugar, el casco ha pasado de ser de acero, a estar elaborado con material de kevlar, con mayor protección balística. Además, sobre el casco se suelen montar visores termales o nocturnos que facilitan la visión del combatiente en escenarios con poca luminosidad. El chaleco antibalas, por otra parte, se ha convertido en un elemento imprescindible en la actualidad, lo mismo que los guantes de protección y las gafas de tiro.
El arma también ha sufrido una importante evolución, pasando del M16 a la carabina modular M4, más ligera y funcional que el rifle usado en la jungla vietnamita. Otros elementos, como las protecciones especiales para codos y rodillas, también se han sumado a la uniformidad de dotación oficial para el soldado estadounidense del siglo XXI. Todo este material ha hecho que el peso que tengan que soportar estos combatientes en plena guerra sea de ¡34 kg!, mientras que el coste para equipar a uno de estos soldados hoy en día se acerca a los 17.500 dólares.
Respecto al soldado del futuro, el coste de su equipación se calcula que podría oscilar entre los 28.000 y los 60.000 dólares, convirtiéndose así en un militar equipado con materiales y elementos de última generación.
El famoso programa Land Warrior del ejército estadounidense prevé equipar a sus soldados con armas futuristas como el OICW XM-29 o el FN-2000, un casco con protección facial completa y en cuya pantalla pueden verse imágenes de las operaciones reales, unas botas de combate ultraligeras, y un incremento de la protección balística en todas las prendas del militar profesional.
El peso que tendrían que soportar estos soldados del futuro se acercaría hasta los 40 kg, convirtiéndoles en una especie de antiguos guerreros medievales, que combatían con las pesadas cotas de malla, espadas y cascos de acero, y grandes escudos de protección. Por tanto, llegados a este punto, cabe plantearse la siguiente cuestión: ¿realmente se ha evolucionado tanto como parece en el equipamiento militar?