Thales presentó una solución de arquitectura electrónica abierta, que consiste en un sistema integrado y modular, que combina funciones de navegación, comunicaciones, mando y control, contramedidas y vigilancia. Se obtiene a partir de elementos ya desarrollados por diferentes subsidiarias de la firma francesa con componentes electrónicos procedentes de otros proveedores. A través de una red Ethernet, permite la unificación de la transmisión de voz, datos e imágenes y la gestión de energía.
Una instalación típica para 4 miembros (conductor, comandante, observador y apuntador) comprende 2 terminales endurecidos LOGIC Instrument TETRAlight XXS 12.1 con una aplicación de mando y controlo Comm@nder, 2 Brimar de alta resolución para la visualización de las imágenes obtenidas mediante 3 cámaras de observación, del sistema de aumento de visión para el conductor y del de reconocimiento portátil remotamente controlado Margot 3000, que soporta una cámara de vigilancia diurna y nocturna de largo alcance Sophie LR.
Tiene también un dispositivo de digitalización termal, un sistema de gestión de energía, un dispositivo de monitorización de la condición y uso del vehículo del tipo HUMS (Health and Usage Monitoring System) y comunicaciones internas SOTAS M3. Fue pensada para su integración en el blindado Thales Australia Hawkei seleccionado por el Ejército de la nación de Oceanía y algunos de sus elementos para los Foxhound del Royal Army británico y del AV-8 del Ejército malayo. El sistema remotamente controlado Margot 3000 puede sustituirse por el 5000, que incluye una cabeza optrónica Manon con un sensor de observación térmica Catherine XP.
El Margot 5000 se integra en trípode o mástil telescópico en los 4x4 VBL (Véhicule Blindé Léger) del Ejército francés, 6x6 GDELS-Steyr Pandur del belga y los altamente protegidos de reconocimiento 4x4 Krauss-Maffei Wegmann Dingo 2 PRV (Protected Reconnaissance Vehicle) de Luxemburgo. Este último incluye el sistema remotamente controlado Margot 3000 con una cámara de medio alcance Sophie MF. También fue integrada en vehículos blindados Nexter Systems Aravis, Panhard General Defense PVP (Petit Véhicule Protégé) y Renault Trucks Defense Sherpa Light Scout (Victor M.S. Barreira, corresponsal de Grupo Edefa en Lisboa).
FOTO ADJUNTA:
1: Thales desarrolló una solución electrónica para vehículos blindados (foto Thales).
2: Cuando se monta en un trípode o en otro tipo de soporte, el “Sophie MF” puede operarse remotamente (foto Victor M.S. Barreira).
3: Sistema de reconocimiento “Margot 5000” instalado en un “Dingo 2 PRV” (foto Victor M.S. Barreira).
Fuente: Defensa.com
Blog independiente que impulsa el desarrollo científico -tecnológico, socio-económico y la capacidad de defensa nacional. Sin inversión no hay tecnología y sin tecnología no hay desarrollo, y sin desarrollo, no hay defensa. El derecho a vivir libremente conlleva la responsabilidad de defender esa libertad frente a cualquier ataque. "Solo quienes pueden ver se dan cuenta que falta algo"... Desde el 2006 junto a ustedes.
martes, 13 de marzo de 2012
Aclaraciones de la FAU respecto a las actualizaciónes de los Pucará
Ante publicaciones e intercambio variado de opiniones en el ambiente aeronáutico acerca de una supuesta modernización aviónica de los IA-58 Pucará, pertenecientes al Escuadrón Aéreo 1 (Ataque) basado en Santa Bernardina- Durazno- portavoces de la Fuerza Aérea Uruguaya aclararon que dichos cambios, prácticamente idénticos a otros propuestos en Argentina para los ejemplares propios, se realizaron, además de con efectivos de Electrónica de la propia unidad, y el aval del su Comando Aéreo Logístico a través de sus Servicios de Mantenimiento y Abastecimiento, con pleno conocimiento argentino y debido a la creciente dificultad de encontrar repuestos análogos, de acuerdo al proyecto original y no como un proyecto de alto perfil.
Así, por el momento, en una célula, el FAU 227, se está colocando una pantalla multifunción LED Sandel SN 3500 (que ya la firma estadounidense Pacific Coast Avionics ha instalado en algunos L-39 y antes en otros Alpha Jet), que proporciona las indicaciones VOR e ILS- Glide Slope y Localizador- y rumbo. Además se ha agregado -ya que se ha utilizado exactamente el mismo espacio anteriormente disponible en la vieja cabina, un sistema de radiobalizas VHF y un Stormoscopio L-3 WX 500, con hasta 200 millas de alcance.
Con esto se logra un mejor desempeño de la aeronave, mayor seguridad para la tripulación,y se extiende el ciclo de vida de la misma con una inversión muy modesta, si estos trabajos, como es de esperar, se ven coronados por el éxito. (Javier Bonilla - Defensa.com)
Así, por el momento, en una célula, el FAU 227, se está colocando una pantalla multifunción LED Sandel SN 3500 (que ya la firma estadounidense Pacific Coast Avionics ha instalado en algunos L-39 y antes en otros Alpha Jet), que proporciona las indicaciones VOR e ILS- Glide Slope y Localizador- y rumbo. Además se ha agregado -ya que se ha utilizado exactamente el mismo espacio anteriormente disponible en la vieja cabina, un sistema de radiobalizas VHF y un Stormoscopio L-3 WX 500, con hasta 200 millas de alcance.
Con esto se logra un mejor desempeño de la aeronave, mayor seguridad para la tripulación,y se extiende el ciclo de vida de la misma con una inversión muy modesta, si estos trabajos, como es de esperar, se ven coronados por el éxito. (Javier Bonilla - Defensa.com)
lunes, 12 de marzo de 2012
Tres rascacielos transformarán Catalinas
Por Angeles Castro LA NACION - Twitter: @AngiCas
Tal vez la visión más impactante la vayan a tener los turistas que lleguen en crucero y quienes suelan navegar por el Río de la Plata, más que los porteños que habitualmente transitan por la ciudad. De cualquier manera, el cambio no pasará inadvertido: tres modernos rascacielos, que costarán en total 320 millones de dólares, comenzarán a crecer este año en la zona de Catalinas, y para 2015 se habrán sumado a los edificios ya existentes en el sector, que quedará así perfilado como una continuidad de las megatorres de Puerto Madero.
Consultatio construirá su segunda torre en Catalinas, sobre Córdoba y Alem: tendrá 33 pisos para oficinas y costará US$ 150 millones. Foto: Renders provistos por los desarrolladores
Instaladas sobre el frente de Catalinas que da hacia la avenida Eduardo Madero, actualmente rezagado en comparación con los que miran a la avenida Córdoba y la plaza San Martín, las futuras edificaciones renovarán el paisaje en tres lotes donde hasta el año pasado funcionaban una estación de servicio, un estacionamiento y unas canchitas de fútbol 5.
Lejos de esa oferta relacionada con servicios, los vidriados rascacielos -que tendrán, según los permisos de obra otorgados por el gobierno porteño, entre 125 y 135 metros de alto- serán destinados a oficinas, como los ya habilitados, entre los que se destaca la torre de Consultatio, en el extremo sur de Catalinas, y el hotel Sheraton, en el extremo norte.
La misma Consultatio, compañía del empresario Eduardo Costantini especializada en emprendimientos inmobiliarios de gran escala en el segmento de alto poder adquisitivo, construirá en la parcela de Córdoba con acceso por Madero pero también por Leandro N. Alem un edificio de oficinas de 33 pisos, con una superficie total de 75.924 m2, que incluyen tres niveles de subsuelos para 500 autos.
Voceros de la desarrolladora confirmaron que los pisos se alquilarán a empresas de primera línea y que, en la planta baja, aportará una plaza pública de 3600 m2. La inversión será de 150 millones de dólares, en una torre que empieza y culmina cuadrada, pero cuyos vértices generan una rotación fácilmente perceptible. La obra comenzará el mes próximo y tendrá una duración de 30 meses.
Para IRSA, una estructura triangular de 29 pisos. Foto: Renders provistos por los desarrolladores
Se trata del rascacielos más importante que tendrá Catalinas, aunque no superará a la torre Renoir II, de Puerto Madero, que, con 175 metros de altura, seguirá siendo el edificio más alto de la Capital, según confirmaron voceros del Ministerio de Desarrollo Urbano local.
Otros 70 millones de dólares destinará la empresa IRSA -que ya tiene un edificio cerca de allí, en Bouchard y Viamonte- en la construcción durante 24 meses de un rascacielos de 29 plantas y cuatro niveles de subsuelos. Tendrá, señalaron voceros de la compañía, una superficie cubierta total de 55.544 m2 distribuida en una estructura triangular, sobre Madero, a mitad de camino entre Córdoba y San Martín.
El tercer edificio que le cambiará el perfil a Catalinas será la futura nueva sede central del Banco Macro, para la cual el prestigioso César Pelli eligió una forma oval. Es la desarrolladora Vizora la encargada de concretar el proyecto de un rascacielos de 28 pisos de altura y 35.000 m2 de superficie, con fecha de inauguración prevista para diciembre de 2015. La inversión ascenderá a 100 millones de dólares.
Además de las oficinas comerciales del Banco Macro, incluirá un comedor con terraza para que los empleados disfruten al aire libre, un gimnasio para el personal y un auditorio para eventos, con capacidad de hasta 200 personas.
Banco Macro, un cilindro diseñado por César Pelli. Foto: Renders provistos por los desarrolladores
Las tres torres planificadas respetarán las normas de eficiencia energética y diseño sostenible. La inminente expansión de Catalinas será posible porque la Legislatura aprobó un proyecto del jefe de gobierno, Mauricio Macri, para desprenderse de tres lotes propiedad del Estado porteño y amplió la capacidad constructiva en los predios, de modo de atraer a los inversores privados.
Durante el debate, la Sociedad Central de Arquitectos (SCA) se opuso al cambio de las normas urbanísticas. "No es conveniente aumentar la ya altísima congestión y densidad de Catalinas norte. Además, el conjunto de edificios originales había sido construido con una geometría específica, un armado a 45 grados en relación con el resto de la ciudad, que dos de las futuras torres no respetarán", recordó a LA NACION el presidente de la SCA, Enrique García Espil.
De todas maneras, García Espil admitió que "aunque no responden al criterio original, los tres proyectos son de buena arquitectura".
Se reinvirtió la mitad de lo recaudado
Por ley, la recaudación por la venta de los lotes del Estado porteño en Catalinas -un total de $ 386 millones- debía invertirse en infraestructura escolar. El subsecretario de Gestión Económica del Ministerio de Educación porteño, Carlos Regazzoni, informó que $ 160 millones fueron destinados a realizar 20 obras de escuelas nuevas y ampliación de las existentes, que beneficiarán a casi 10.000 alumnos; se concluyeron tres de esas obras. Con otros $ 45 millones se compraron 10 inmuebles escolares que antes el Poder Ejecutivo alquilaba, lo que significaba un gasto anual cercano a $ 1.000.000. Quedan disponibles $ 181 millones...
Tal vez la visión más impactante la vayan a tener los turistas que lleguen en crucero y quienes suelan navegar por el Río de la Plata, más que los porteños que habitualmente transitan por la ciudad. De cualquier manera, el cambio no pasará inadvertido: tres modernos rascacielos, que costarán en total 320 millones de dólares, comenzarán a crecer este año en la zona de Catalinas, y para 2015 se habrán sumado a los edificios ya existentes en el sector, que quedará así perfilado como una continuidad de las megatorres de Puerto Madero.
Consultatio construirá su segunda torre en Catalinas, sobre Córdoba y Alem: tendrá 33 pisos para oficinas y costará US$ 150 millones. Foto: Renders provistos por los desarrolladores
Instaladas sobre el frente de Catalinas que da hacia la avenida Eduardo Madero, actualmente rezagado en comparación con los que miran a la avenida Córdoba y la plaza San Martín, las futuras edificaciones renovarán el paisaje en tres lotes donde hasta el año pasado funcionaban una estación de servicio, un estacionamiento y unas canchitas de fútbol 5.
Lejos de esa oferta relacionada con servicios, los vidriados rascacielos -que tendrán, según los permisos de obra otorgados por el gobierno porteño, entre 125 y 135 metros de alto- serán destinados a oficinas, como los ya habilitados, entre los que se destaca la torre de Consultatio, en el extremo sur de Catalinas, y el hotel Sheraton, en el extremo norte.
La misma Consultatio, compañía del empresario Eduardo Costantini especializada en emprendimientos inmobiliarios de gran escala en el segmento de alto poder adquisitivo, construirá en la parcela de Córdoba con acceso por Madero pero también por Leandro N. Alem un edificio de oficinas de 33 pisos, con una superficie total de 75.924 m2, que incluyen tres niveles de subsuelos para 500 autos.
Voceros de la desarrolladora confirmaron que los pisos se alquilarán a empresas de primera línea y que, en la planta baja, aportará una plaza pública de 3600 m2. La inversión será de 150 millones de dólares, en una torre que empieza y culmina cuadrada, pero cuyos vértices generan una rotación fácilmente perceptible. La obra comenzará el mes próximo y tendrá una duración de 30 meses.
Para IRSA, una estructura triangular de 29 pisos. Foto: Renders provistos por los desarrolladores
Se trata del rascacielos más importante que tendrá Catalinas, aunque no superará a la torre Renoir II, de Puerto Madero, que, con 175 metros de altura, seguirá siendo el edificio más alto de la Capital, según confirmaron voceros del Ministerio de Desarrollo Urbano local.
Otros 70 millones de dólares destinará la empresa IRSA -que ya tiene un edificio cerca de allí, en Bouchard y Viamonte- en la construcción durante 24 meses de un rascacielos de 29 plantas y cuatro niveles de subsuelos. Tendrá, señalaron voceros de la compañía, una superficie cubierta total de 55.544 m2 distribuida en una estructura triangular, sobre Madero, a mitad de camino entre Córdoba y San Martín.
El tercer edificio que le cambiará el perfil a Catalinas será la futura nueva sede central del Banco Macro, para la cual el prestigioso César Pelli eligió una forma oval. Es la desarrolladora Vizora la encargada de concretar el proyecto de un rascacielos de 28 pisos de altura y 35.000 m2 de superficie, con fecha de inauguración prevista para diciembre de 2015. La inversión ascenderá a 100 millones de dólares.
Además de las oficinas comerciales del Banco Macro, incluirá un comedor con terraza para que los empleados disfruten al aire libre, un gimnasio para el personal y un auditorio para eventos, con capacidad de hasta 200 personas.
Banco Macro, un cilindro diseñado por César Pelli. Foto: Renders provistos por los desarrolladores
Las tres torres planificadas respetarán las normas de eficiencia energética y diseño sostenible. La inminente expansión de Catalinas será posible porque la Legislatura aprobó un proyecto del jefe de gobierno, Mauricio Macri, para desprenderse de tres lotes propiedad del Estado porteño y amplió la capacidad constructiva en los predios, de modo de atraer a los inversores privados.
Durante el debate, la Sociedad Central de Arquitectos (SCA) se opuso al cambio de las normas urbanísticas. "No es conveniente aumentar la ya altísima congestión y densidad de Catalinas norte. Además, el conjunto de edificios originales había sido construido con una geometría específica, un armado a 45 grados en relación con el resto de la ciudad, que dos de las futuras torres no respetarán", recordó a LA NACION el presidente de la SCA, Enrique García Espil.
De todas maneras, García Espil admitió que "aunque no responden al criterio original, los tres proyectos son de buena arquitectura".
Se reinvirtió la mitad de lo recaudado
Por ley, la recaudación por la venta de los lotes del Estado porteño en Catalinas -un total de $ 386 millones- debía invertirse en infraestructura escolar. El subsecretario de Gestión Económica del Ministerio de Educación porteño, Carlos Regazzoni, informó que $ 160 millones fueron destinados a realizar 20 obras de escuelas nuevas y ampliación de las existentes, que beneficiarán a casi 10.000 alumnos; se concluyeron tres de esas obras. Con otros $ 45 millones se compraron 10 inmuebles escolares que antes el Poder Ejecutivo alquilaba, lo que significaba un gasto anual cercano a $ 1.000.000. Quedan disponibles $ 181 millones...
Nuevo subfusil AUG de 9 mm
Colaboración de nuestro amigo Jorge Lucio:
Steyr ha completado recientemente su gama de fusiles de asalto AUG con la aparición del modelo A3 9mm XS.
La familia A3 se caracteriza por el rediseño del modelo original, sustituyendo la parte superior del armazón en la que se situaba la óptica fija por un raíl Picattiny para complementos. La empuñadura delantera plegable desaparece y es sustituida por otro raíl para accesorios. Por último, la bocacha se rediseña y se hace más cilíndrica, eliminando el estrechamiento de la original.
El modelo A3 9mm XS se caracteriza además por disparar el calibre 9×19 mm, por lo que se sitúa a caballo entre el subfusil y el fusil de asalto compacto. El cañón tiene 325 mm y acaba también en una bocacha con orificios, ventilaciones de las que carecía su predecesor, el AUG 9 mm. La bocacha permite asimismo el empleo de un supresor de sonido.
El disparador sigue empleando el mismo sistema de funcionamiento que emplean todos los AUG. Apretando ligeramente se obtiene fuego semiautomático y pulsando el disparador a partir de un tope se abre fuego automático. Existe además la posibilidad opcional de incluir un modo de ráfaga de tres disparos. El armazón se fabrica en polímero negro y los cargadores, rectos y de 25 cartuchos, se realizan en acero, a diferencia de los que municionan el 5,56 OTAN, de polímero semitransparente.
Especificaciones:
Longitud Total: 610 mm.
Altura: 210 mm.
Peso descargado: 2,97 Kg.
Peso del cargador vacío: 200 gr.
Cadencia de fuego: de 650 a 720 d.p.m.
Fuente: http://www.revistaarmas.com/2859/nuevo-steyr-aug-en-9x19.html
Steyr ha completado recientemente su gama de fusiles de asalto AUG con la aparición del modelo A3 9mm XS.
La familia A3 se caracteriza por el rediseño del modelo original, sustituyendo la parte superior del armazón en la que se situaba la óptica fija por un raíl Picattiny para complementos. La empuñadura delantera plegable desaparece y es sustituida por otro raíl para accesorios. Por último, la bocacha se rediseña y se hace más cilíndrica, eliminando el estrechamiento de la original.
El modelo A3 9mm XS se caracteriza además por disparar el calibre 9×19 mm, por lo que se sitúa a caballo entre el subfusil y el fusil de asalto compacto. El cañón tiene 325 mm y acaba también en una bocacha con orificios, ventilaciones de las que carecía su predecesor, el AUG 9 mm. La bocacha permite asimismo el empleo de un supresor de sonido.
El disparador sigue empleando el mismo sistema de funcionamiento que emplean todos los AUG. Apretando ligeramente se obtiene fuego semiautomático y pulsando el disparador a partir de un tope se abre fuego automático. Existe además la posibilidad opcional de incluir un modo de ráfaga de tres disparos. El armazón se fabrica en polímero negro y los cargadores, rectos y de 25 cartuchos, se realizan en acero, a diferencia de los que municionan el 5,56 OTAN, de polímero semitransparente.
Especificaciones:
Longitud Total: 610 mm.
Altura: 210 mm.
Peso descargado: 2,97 Kg.
Peso del cargador vacío: 200 gr.
Cadencia de fuego: de 650 a 720 d.p.m.
Fuente: http://www.revistaarmas.com/2859/nuevo-steyr-aug-en-9x19.html
El UAV ‘Tehuelche 320’ del Ejército Argentino realiza su primer vuelo
(Infodefensa.com) M. Borches, Buenos Aires - En dependencias de la Agrupación de Artillería Antiaérea del Ejército Nº 601, con asiento en la ciudad bonaerense de Mar del Plata, se llevó a cabo el primer vuelo del Avión No Tripulado (UAV, según sus siglas en inglés) remolcador de blancos, denominado Tehuelche 320.
Dicho prototipo, que en los próximos meses entrará en servicio en el Grupo de Artillería Antiaérea 161, será utilizado para el adiestramiento del personal en el tiro de artillería antiaérea.
Según el Ejército Argentino (EA), el prototipo ‘Tehuelche 320’ fue diseñado y construido íntegramente en el Grupo de Mantenimiento de Sistemas Antiaéreos 601 Mayor Marcelo Sergio Novoa y a partir de su recepción, pasará a integrar la Sección Blancos de la unidad para contribuir al adiestramiento de los artilleros antiaéreos.
Dicho prototipo, que en los próximos meses entrará en servicio en el Grupo de Artillería Antiaérea 161, será utilizado para el adiestramiento del personal en el tiro de artillería antiaérea.
Según el Ejército Argentino (EA), el prototipo ‘Tehuelche 320’ fue diseñado y construido íntegramente en el Grupo de Mantenimiento de Sistemas Antiaéreos 601 Mayor Marcelo Sergio Novoa y a partir de su recepción, pasará a integrar la Sección Blancos de la unidad para contribuir al adiestramiento de los artilleros antiaéreos.
Y la crisis: Defensa hace un acuerdo marco para la adquisición de 772 nuevos camiones (España)
(Infodefensa.com) Madrid – El ministerio de Defensa, que dirige Pedro Morenés, ha sido autorizado a llevar a cabo un acuerdo para la adquisición de nuevos camiones ligeros todoterreno militares de 1.500 kg de carga útil por un importe máximo de unos 149 millones de euros durante los próximos seis años.
El acuerdo es el primero de grande envergadura decidido por Morenés desde que llegó a la cartera de Defensa y se produce a pesar de reconocer el propio ministro las dificultades presupuestarias que existirán en 2012 derivadas de la crisis económica.
La mayor parte de la preparación y documentación del contrato se llevó a cabo durante el gobierno anterior pero el entonces secretario de Estado Constantino Méndez decidió en otoño pasado posponer la aprobación formal para que fuera tomada por los nuevos responsables del ministerio.
Según fuentes de la industria, se prevé que presenten ofertas al menos tres empresas o consorcio: Iveco, Renault-Iturri y MAN. Dado que la ejecución se realizara a través de los contratos derivados, el acuerdo marco no precisa financiación. En su momento, los contratos serán financiados con los créditos presupuestarios que correspondan. Se prevé la adquisición de 772 unidades, con un valor máximo estimado de 149.005.000 euros (IVA excluido).
La contratación la llevará a cabo de forma centralizada la Junta de Contratación del Ministerio de Defensa, mediante un acuerdo marco con un plazo de vigencia previsto de cuatro años, prorrogable por dos años adicionales y cuyo objeto es la selección de la empresa o empresas, así como el establecimiento de las condiciones generales que regirán los contratos derivados para el suministro de este tipo de camiones militares.
Renovación y actualización
Según la reseña del Consejo, este tipo de camión está diseñado para su empleo en terrenos difíciles (montañosos, urbanos, selva, costeros, arenosos, etcétera), facilita la función de mando y control, el transporte de personal y material, y sirve de plataforma para los sistemas de armas. Este tipo de camión es el empleado por las unidades ligeras de la Fuerza.
Las unidades ligeras de la Fuerza son especialmente aptas para desarrollar operaciones militares en conflictos de media y baja intensidad y en misiones de paz, por lo que son altas las posibilidades de que estos vehículos se vean expuestos al fuego enemigo de armas ligeras, morteros, artillería, minas y artefactos explosivos improvisados. Por tanto, este tipo de camiones deberán disponen de las condiciones de seguridad y protección adecuadas.
La necesidad de renovar, actualizar y completar las plantillas de vehículos de transporte tanto, de las unidades de los Ejércitos y Unidad Militar de Emergencias, como de las unidades desplegadas en zona de operaciones, ha llevado a incluir en el Plan Anual de Contratación Centralizada del Ministerio de Defensa para el año 2012 la adquisición centralizada de los referidos camiones que por sus cualidades esenciales de capacidad y movilidad superen las de los actuales transportes.
El acuerdo es el primero de grande envergadura decidido por Morenés desde que llegó a la cartera de Defensa y se produce a pesar de reconocer el propio ministro las dificultades presupuestarias que existirán en 2012 derivadas de la crisis económica.
La mayor parte de la preparación y documentación del contrato se llevó a cabo durante el gobierno anterior pero el entonces secretario de Estado Constantino Méndez decidió en otoño pasado posponer la aprobación formal para que fuera tomada por los nuevos responsables del ministerio.
Según fuentes de la industria, se prevé que presenten ofertas al menos tres empresas o consorcio: Iveco, Renault-Iturri y MAN. Dado que la ejecución se realizara a través de los contratos derivados, el acuerdo marco no precisa financiación. En su momento, los contratos serán financiados con los créditos presupuestarios que correspondan. Se prevé la adquisición de 772 unidades, con un valor máximo estimado de 149.005.000 euros (IVA excluido).
La contratación la llevará a cabo de forma centralizada la Junta de Contratación del Ministerio de Defensa, mediante un acuerdo marco con un plazo de vigencia previsto de cuatro años, prorrogable por dos años adicionales y cuyo objeto es la selección de la empresa o empresas, así como el establecimiento de las condiciones generales que regirán los contratos derivados para el suministro de este tipo de camiones militares.
Renovación y actualización
Según la reseña del Consejo, este tipo de camión está diseñado para su empleo en terrenos difíciles (montañosos, urbanos, selva, costeros, arenosos, etcétera), facilita la función de mando y control, el transporte de personal y material, y sirve de plataforma para los sistemas de armas. Este tipo de camión es el empleado por las unidades ligeras de la Fuerza.
Las unidades ligeras de la Fuerza son especialmente aptas para desarrollar operaciones militares en conflictos de media y baja intensidad y en misiones de paz, por lo que son altas las posibilidades de que estos vehículos se vean expuestos al fuego enemigo de armas ligeras, morteros, artillería, minas y artefactos explosivos improvisados. Por tanto, este tipo de camiones deberán disponen de las condiciones de seguridad y protección adecuadas.
La necesidad de renovar, actualizar y completar las plantillas de vehículos de transporte tanto, de las unidades de los Ejércitos y Unidad Militar de Emergencias, como de las unidades desplegadas en zona de operaciones, ha llevado a incluir en el Plan Anual de Contratación Centralizada del Ministerio de Defensa para el año 2012 la adquisición centralizada de los referidos camiones que por sus cualidades esenciales de capacidad y movilidad superen las de los actuales transportes.
El fracaso del modelo productivo (Mendoza)
Por Rodolfo Cavagnaro - Especial para Los Andes
Mendoza tiene una producción primaria con poco valor agregado, salvo un sector de la vitivinicultura que registra un alto nivel de competitividad basado en la calidad de los productos.
La decisión de la Corte Suprema, que habilita el decreto que amplió la promoción industrial, ha sido la confirmación del fracaso del modelo productivo argentino que, salvo excepciones, carece de competitividad en todos los conceptos y requiere de un Estado paternalista que la esté protegiendo en forma permanente.
Quienes insisten en el modelo, suelen desvincular la política económica y productiva, de la política fiscal, monetaria y cambiaria, y no se dan cuenta de que estos son los condicionantes principales que hacen que el resto pueda cumplirse. Además, acostumbra a las empresas a no competir y estar protegidas.
La promoción industrial no es nueva, viene de varias gestiones y empezó en La Rioja, durante el gobierno militar de 1966. Después, durante el gobierno peronista de 1973 se amplió a San Luis, San Juan y Catamarca. Más tarde, las mismas provincias fueron beneficiadas con diferimientos impositivos agrícolas, algo de lo cual también tocó a varios departamentos mendocinos.
Algo queda claro: si después de 30 años las empresas necesitan seguir promocionadas es porque el sistema fracasó con todo éxito. Si en ese lapso las empresas no pudieron ganar competitividad para medirse en los mercados mundiales, no tiene sentido repetir el fracaso y hay que pensar en una nueva modalidad, más clara y menos discrecional y que armonice la política industrial, agrícola y productiva en general, con las políticas cambiarias, monetarias y fiscal.
Un país distorsionado
Si bien la promoción industrial y los diferimientos han sido formas específicas, al igual que las promociones para Tierra del Fuego, existen en nuestro país políticas específicas destinadas a la protección de diversos sectores que no son tan explícitas o, al menos, no son percibidas como tales por la población.
Entre ellas pueden mencionarse las que promocionan los puertos patagónicos, la protección a la producción de azúcar y los estímulos a la producción de tabaco. Quizás uno de los más importantes ha sido, y sigue siendo, el régimen que protege a la industria automotriz. Esto es importante porque la mayoría de estas industrias, además, se encuentran instaladas en las principales provincias, como Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba.
En este caso, la protección se da mediante la aplicación de políticas restrictivas a la importación, ya sea aplicando cupos o elevados aranceles de importación. Una mención especial merece el régimen automotriz del Mercosur. Es que en virtud de este acuerdo, las empresas especializan sus plantas para consolidar todo en un solo mercado, pero protegidas de la competencia externa, con un elevado arancel de importación.
Siempre se ha dicho que esta protección tiende a proteger la industria nacional y el empleo, pero en esto hay verdades a medias. Las terminales son filiales de multinacionales. Si la economía estuviera abierta, Ford de Argentina competiría con Ford de diversos países, es decir, no habría competencia. Pero en virtud de esta protección se mantienen plantas y empleo, que es el único componente nacional. Los autopartistas fueron desapareciendo porque muchos de ellos no pudieron competir por no estar actualizados tecnológicamente y, en muchos casos, por los avatares de la historia económica argentina de los últimos treinta años.
Si uno compara los precios de los autos en Argentina y en Chile, verá que hay una diferencia, promedio, de 2.000 dólares por auto. Si usted multiplica esos 2.000 dólares por 800.000 autos vendidos, llegará a la bonita suma de 1.600 millones de dólares, unos 6.400 millones de pesos anuales que los argentinos pagamos en exceso comparado con los que se pagaría si la industria no estuviera protegida.
Y aquí viene el tema importante, porque el argumento del empleo es débil. Esos 6.400 millones de pesos anuales son una transferencia que otros sectores de la economía hacen al sector automotriz. Si los argentinos pagaran 2.000 dólares menos por auto, esa plata podrían dedicarla a invertir o comprar en otros sectores de la economía o al ahorro. En todo caso, ese volumen de plata serviría para dinamizar a múltiples sectores que no son de capital intensivo, como las automotrices.
Lo que los políticos tienen que entender es que un auto tiene 6.500 piezas que se fabrican en 50 países distintos y se arman en aquellos lugares donde les dan facilidades fiscales, protección de mercado o subsidios al empleo. Las automotrices son multinacionales de negocios que explotan al máximo las debilidades políticas de cada país; no son empresas de beneficencia.
Es más, ni siquiera aportan desarrollos autónomos o patentes que puedan generar royalties. Ellos remesan royalties a sus casas matrices, que se incluyen en el costo de cada vehículo y nosotros los protegemos ¿De quién?
El Estado también ha sido socio, porque una parte importante de esa plata pagada de más se va en impuestos. De esa manera, también el Estado nacional genera otras distorsiones. En el caso del petróleo, mantiene congelado un precio del crudo, sacando a las provincias parte de su riqueza y pone fuertes retenciones a las exportaciones, que no comparte. Lo mismo hace con la minería. Las provincias cobran el 3% de regalías, pero el gobierno nacional retiene el 30% de las exportaciones.
Una economía que no puede funcionar sin distorsiones, representa un modelo fracasado.
Mendoza tiene lo suyo
Mendoza, en su matriz productiva, durante muchos años dispuso de diversas medidas que, en la mayoría de los casos, se hacían con fondos provinciales. Mientras existían los bancos provinciales estaban los “préstamos blandos”, que eran los que no se devolvían. Mientras Argentina tuvo una política laxa de supervisión bancaria, los desequilibrios se cubrían con redescuentos del Banco Central y, cuando las entidades no podían cancelar la deuda, lo hacía la Provincia afectando fondos de coparticipación.
Mendoza tiene una producción primaria con poco valor agregado, salvo un sector de la vitivinicultura que registra un alto nivel de competitividad basado en la calidad de los productos y en las bondades del terruño, que sobreviven a cualquier política, buena o mala. Incluso, los beneficios que ha conseguido, como la devolución de las retenciones a las exportaciones o la suspensión del impuesto interno a los espumantes, van atadas a inversiones o mejoras que deben ser demostradas, lo que, al menos, genera beneficios a la sociedad.
Pero Mendoza está atada porque gracias a la promoción y los diferimientos, otras provincias avanzaron en producciones similares pero aumentando la oferta sin calidad. Muchos olivos plantados en algunas provincias no contienen los mínimos de ácido oleico exigido por las normas internacionales, y esto es algo que no han podido solucionar. Otras plantaciones, directamente fueron abandonadas.
Mendoza debe salir de la trampa de producir commodities en el desierto y en minifundios, porque ésa es la fórmula de la pobreza. Hay que pensar un perfil productivo distinto, mejorando lo actual, pero entrando en otras modalidades industriales de alta tecnología.
Mendoza tiene una producción primaria con poco valor agregado, salvo un sector de la vitivinicultura que registra un alto nivel de competitividad basado en la calidad de los productos.
La decisión de la Corte Suprema, que habilita el decreto que amplió la promoción industrial, ha sido la confirmación del fracaso del modelo productivo argentino que, salvo excepciones, carece de competitividad en todos los conceptos y requiere de un Estado paternalista que la esté protegiendo en forma permanente.
Quienes insisten en el modelo, suelen desvincular la política económica y productiva, de la política fiscal, monetaria y cambiaria, y no se dan cuenta de que estos son los condicionantes principales que hacen que el resto pueda cumplirse. Además, acostumbra a las empresas a no competir y estar protegidas.
La promoción industrial no es nueva, viene de varias gestiones y empezó en La Rioja, durante el gobierno militar de 1966. Después, durante el gobierno peronista de 1973 se amplió a San Luis, San Juan y Catamarca. Más tarde, las mismas provincias fueron beneficiadas con diferimientos impositivos agrícolas, algo de lo cual también tocó a varios departamentos mendocinos.
Algo queda claro: si después de 30 años las empresas necesitan seguir promocionadas es porque el sistema fracasó con todo éxito. Si en ese lapso las empresas no pudieron ganar competitividad para medirse en los mercados mundiales, no tiene sentido repetir el fracaso y hay que pensar en una nueva modalidad, más clara y menos discrecional y que armonice la política industrial, agrícola y productiva en general, con las políticas cambiarias, monetarias y fiscal.
Un país distorsionado
Si bien la promoción industrial y los diferimientos han sido formas específicas, al igual que las promociones para Tierra del Fuego, existen en nuestro país políticas específicas destinadas a la protección de diversos sectores que no son tan explícitas o, al menos, no son percibidas como tales por la población.
Entre ellas pueden mencionarse las que promocionan los puertos patagónicos, la protección a la producción de azúcar y los estímulos a la producción de tabaco. Quizás uno de los más importantes ha sido, y sigue siendo, el régimen que protege a la industria automotriz. Esto es importante porque la mayoría de estas industrias, además, se encuentran instaladas en las principales provincias, como Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba.
En este caso, la protección se da mediante la aplicación de políticas restrictivas a la importación, ya sea aplicando cupos o elevados aranceles de importación. Una mención especial merece el régimen automotriz del Mercosur. Es que en virtud de este acuerdo, las empresas especializan sus plantas para consolidar todo en un solo mercado, pero protegidas de la competencia externa, con un elevado arancel de importación.
Siempre se ha dicho que esta protección tiende a proteger la industria nacional y el empleo, pero en esto hay verdades a medias. Las terminales son filiales de multinacionales. Si la economía estuviera abierta, Ford de Argentina competiría con Ford de diversos países, es decir, no habría competencia. Pero en virtud de esta protección se mantienen plantas y empleo, que es el único componente nacional. Los autopartistas fueron desapareciendo porque muchos de ellos no pudieron competir por no estar actualizados tecnológicamente y, en muchos casos, por los avatares de la historia económica argentina de los últimos treinta años.
Si uno compara los precios de los autos en Argentina y en Chile, verá que hay una diferencia, promedio, de 2.000 dólares por auto. Si usted multiplica esos 2.000 dólares por 800.000 autos vendidos, llegará a la bonita suma de 1.600 millones de dólares, unos 6.400 millones de pesos anuales que los argentinos pagamos en exceso comparado con los que se pagaría si la industria no estuviera protegida.
Y aquí viene el tema importante, porque el argumento del empleo es débil. Esos 6.400 millones de pesos anuales son una transferencia que otros sectores de la economía hacen al sector automotriz. Si los argentinos pagaran 2.000 dólares menos por auto, esa plata podrían dedicarla a invertir o comprar en otros sectores de la economía o al ahorro. En todo caso, ese volumen de plata serviría para dinamizar a múltiples sectores que no son de capital intensivo, como las automotrices.
Lo que los políticos tienen que entender es que un auto tiene 6.500 piezas que se fabrican en 50 países distintos y se arman en aquellos lugares donde les dan facilidades fiscales, protección de mercado o subsidios al empleo. Las automotrices son multinacionales de negocios que explotan al máximo las debilidades políticas de cada país; no son empresas de beneficencia.
Es más, ni siquiera aportan desarrollos autónomos o patentes que puedan generar royalties. Ellos remesan royalties a sus casas matrices, que se incluyen en el costo de cada vehículo y nosotros los protegemos ¿De quién?
El Estado también ha sido socio, porque una parte importante de esa plata pagada de más se va en impuestos. De esa manera, también el Estado nacional genera otras distorsiones. En el caso del petróleo, mantiene congelado un precio del crudo, sacando a las provincias parte de su riqueza y pone fuertes retenciones a las exportaciones, que no comparte. Lo mismo hace con la minería. Las provincias cobran el 3% de regalías, pero el gobierno nacional retiene el 30% de las exportaciones.
Una economía que no puede funcionar sin distorsiones, representa un modelo fracasado.
Mendoza tiene lo suyo
Mendoza, en su matriz productiva, durante muchos años dispuso de diversas medidas que, en la mayoría de los casos, se hacían con fondos provinciales. Mientras existían los bancos provinciales estaban los “préstamos blandos”, que eran los que no se devolvían. Mientras Argentina tuvo una política laxa de supervisión bancaria, los desequilibrios se cubrían con redescuentos del Banco Central y, cuando las entidades no podían cancelar la deuda, lo hacía la Provincia afectando fondos de coparticipación.
Mendoza tiene una producción primaria con poco valor agregado, salvo un sector de la vitivinicultura que registra un alto nivel de competitividad basado en la calidad de los productos y en las bondades del terruño, que sobreviven a cualquier política, buena o mala. Incluso, los beneficios que ha conseguido, como la devolución de las retenciones a las exportaciones o la suspensión del impuesto interno a los espumantes, van atadas a inversiones o mejoras que deben ser demostradas, lo que, al menos, genera beneficios a la sociedad.
Pero Mendoza está atada porque gracias a la promoción y los diferimientos, otras provincias avanzaron en producciones similares pero aumentando la oferta sin calidad. Muchos olivos plantados en algunas provincias no contienen los mínimos de ácido oleico exigido por las normas internacionales, y esto es algo que no han podido solucionar. Otras plantaciones, directamente fueron abandonadas.
Mendoza debe salir de la trampa de producir commodities en el desierto y en minifundios, porque ésa es la fórmula de la pobreza. Hay que pensar un perfil productivo distinto, mejorando lo actual, pero entrando en otras modalidades industriales de alta tecnología.
La Unasur creará una red propia de fibra óptica
Los países sudamericanos trabajarán en un sistema que permitirá reducir los costos internacionales y facilitar el acceso a la web. El ahorro será de entre un 30 y un 40 por ciento
La Unión de Naciones Suramericanas impulsará la creación de una red de fibra óptica, según confirmó el ministro colombiano de Comunicaciones, Diego Molano, en el marco de un encuentro de funcionarios del organismo internacional.
Molano, líder de la iniciativa junto con su par brasileño, Paulo Bernardo, explicó que el objetivo es reducir los costos internacionales de Internet. Con la implementación de este sistema, los valores se reducirán un tercio, mientras que mejorará la calidad de la navegación. "Con la Red de Fibra Óptica Suramericana, buscamos mejorar el acceso de Internet de banda ancha en la región, y reducir la cadena de costos para que el usuario final se vea beneficiado", indicó.
Por su parte, el ministro de Obras Públicas de Paraguay, Cecilio Pérez, señaló que el Consejo Sudamericano de Infraestructura y Planeamiento (Cosiplan) de Unasur buscará que esa idea se haga realidad en tres años. "Queremos que el ciudadano común tenga derecho a acceder a Internet como cualquier otro de un país de primer mundo", afirmó.
El proyecto de integración tecnológica prevé un cronograma de tarea para los distintos grupos especializados y los tiempos de consecución de los objetivos van de un mes a 36 meses para que la interconexión esté plenamente completada.
Las doce naciones que integran el bloque -la Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela- se verán beneficiadas con esta medida.
Fuente: EFE - Infobae.com
La Unión de Naciones Suramericanas impulsará la creación de una red de fibra óptica, según confirmó el ministro colombiano de Comunicaciones, Diego Molano, en el marco de un encuentro de funcionarios del organismo internacional.
Molano, líder de la iniciativa junto con su par brasileño, Paulo Bernardo, explicó que el objetivo es reducir los costos internacionales de Internet. Con la implementación de este sistema, los valores se reducirán un tercio, mientras que mejorará la calidad de la navegación. "Con la Red de Fibra Óptica Suramericana, buscamos mejorar el acceso de Internet de banda ancha en la región, y reducir la cadena de costos para que el usuario final se vea beneficiado", indicó.
Por su parte, el ministro de Obras Públicas de Paraguay, Cecilio Pérez, señaló que el Consejo Sudamericano de Infraestructura y Planeamiento (Cosiplan) de Unasur buscará que esa idea se haga realidad en tres años. "Queremos que el ciudadano común tenga derecho a acceder a Internet como cualquier otro de un país de primer mundo", afirmó.
El proyecto de integración tecnológica prevé un cronograma de tarea para los distintos grupos especializados y los tiempos de consecución de los objetivos van de un mes a 36 meses para que la interconexión esté plenamente completada.
Las doce naciones que integran el bloque -la Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela- se verán beneficiadas con esta medida.
Fuente: EFE - Infobae.com
Curioso: Pirelli gestionará la exportación de miel argentina por 110 millones de dólares
La empresa productora de neumáticos, que importa por u$s100 millones, se comprometió a colocar en el exterior productos del sector apicultor, anunció el ministro de Agricultura, Norberto Yauhar. Además, se liberarán 3,6 millones de toneladas de trigo para exportar
El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Norberto Yauhar, brindó una conferencia de prensa en la sede de la Secretaría de Comercio Interior, en la que anunció un nuevo acuerdo para equilibrar la balanza comercial. “Hay una muy buena noticia para los que están dedicados a la apicultura”, dijo Yahuar, quien anunció el “acuerdo por el cual la empresa Pirelli, que importa productos por u$s100 millones, va a exportar u$s100 millones adicionales en miel y con esto vamos a solucionar un gran problema que teníamos en las economías regionales”.
La apicultura es una actividad dedicada a la crianza de las abejas para la producción de miel. La empresa Pirelli, destacó el funcionario, importa habitualmente por u$s100 millones, aunque para equilibrar el sector de la apicultura se logró que exporte miel, que comprará a productores, por u$s110 millones, un 10% más que sus compras al exterior habituales. El año pasado Argentina exportó miel por u$s230 millones unas 72 mil toneladas de una producción nacional de 78 mil toneladas.
Fuente: Infobae.com (Extractado)
El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Norberto Yauhar, brindó una conferencia de prensa en la sede de la Secretaría de Comercio Interior, en la que anunció un nuevo acuerdo para equilibrar la balanza comercial. “Hay una muy buena noticia para los que están dedicados a la apicultura”, dijo Yahuar, quien anunció el “acuerdo por el cual la empresa Pirelli, que importa productos por u$s100 millones, va a exportar u$s100 millones adicionales en miel y con esto vamos a solucionar un gran problema que teníamos en las economías regionales”.
La apicultura es una actividad dedicada a la crianza de las abejas para la producción de miel. La empresa Pirelli, destacó el funcionario, importa habitualmente por u$s100 millones, aunque para equilibrar el sector de la apicultura se logró que exporte miel, que comprará a productores, por u$s110 millones, un 10% más que sus compras al exterior habituales. El año pasado Argentina exportó miel por u$s230 millones unas 72 mil toneladas de una producción nacional de 78 mil toneladas.
Fuente: Infobae.com (Extractado)
Israel desarrolla una ametralladora capaz de disparar tiro por tiro con precisión
La compañía Israel Weapon Industries (IWI) desarrolló una ametralladora ligera de calibre 7,62 mm capaz de disparar tiro por tiro con precisión, informó hoy la web DefPro.com.
La ametralladora NEGEV NG7 es para hoy la única del calibre 7,62 mm que puede disparar tiro por tiro. En régimen automático, su cadencia de fuego supera los 700 disparos por minuto. Puede ser instalada tanto en helicópteros como en barcos o vehículos terrestres. Tiene un regulador de gas para aumentar la potencia en condiciones adversas del entorno, una mira de tritio para el tiro nocturno y cuatro seguros.
El director ejecutivo de IWI, Uri Amit, afirmó citado por DefPro.com que se trata de una de las ametralladoras más perfectas de su clase debido, entre otros aspectos, a su elevada ergonomía y alta fiabilidad.
Las ametralladoras NEGEV integran actualmente los arsenales de los ejércitos de Israel, Colombia, Costa Rica, Estonia, India, Tailandia y Georgia.
Fuente: RIA Novosti (Modificada)
La ametralladora NEGEV NG7 es para hoy la única del calibre 7,62 mm que puede disparar tiro por tiro. En régimen automático, su cadencia de fuego supera los 700 disparos por minuto. Puede ser instalada tanto en helicópteros como en barcos o vehículos terrestres. Tiene un regulador de gas para aumentar la potencia en condiciones adversas del entorno, una mira de tritio para el tiro nocturno y cuatro seguros.
El director ejecutivo de IWI, Uri Amit, afirmó citado por DefPro.com que se trata de una de las ametralladoras más perfectas de su clase debido, entre otros aspectos, a su elevada ergonomía y alta fiabilidad.
Las ametralladoras NEGEV integran actualmente los arsenales de los ejércitos de Israel, Colombia, Costa Rica, Estonia, India, Tailandia y Georgia.
Fuente: RIA Novosti (Modificada)
“El rearme de los BRICS es un reflejo de su nuevo poder económico”
Por (c) Le Monde
Traducción De Beatriz Cádiz
Los anuncios de Moscú, Pekín y otros países emergentes sobre cuantiosos planes de gasto militar suscitan interrogantes. Sin embargo, “la aceleración del gasto militar de los países del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) no habla tanto del riesgo de una nueva carrera armamentista como del creciente peso económico de esos países y del fortalecimiento de su presencia en el escenario internacional”, según el columnista.
Los grandes países emergentes se embarcan en fuertes políticas armamentistas. El anuncio de Vladimir Putin de un plan de inversión de 590.000 millones de euros en diez años o el aumento de los gastos militares de China que podrían superar los 230.000 millones de euros en 2015, suscitan numerosos interrogantes.
Es innegable que las potencias emergentes que son los BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) están teniendo una creciente gravitación en el gasto militar mundial. El crecimiento vertiginoso de sus gastos habilita el temor de una nueva carrera armamentista.
El presupuesto de China experimenta un crecimiento anual de dos dígitos desde hace una década. Brasil, India y Rusia más que duplicaron sus gastos –descontada la inflación– entre 1997 y 2010 según el SIPRI (sigla en inglés del Instituto Internacional de Estudios para la Paz, de Estocolmo). Incluso Sudáfrica aumentó sus fuerzas de defensa casi el 50%.
Sin embargo, es necesario relativizar estos datos. Los gastos de los BRICS siguen siendo modestos en relación con su importancia económica, demográfica o geopolítica.
Brasil tiene un presupuesto de 25.000 millones de euros, inferior al de Alemania, pese a que ésta tiene dos veces menos de población.
Con 44.000 millones de euros, el presupuesto de Rusia está en el mismo nivel que el del Reino Unido. El de la India es de igual orden que el Francia. Sólo China se distingue por haber cuadruplicado sus gastos desde 1997.
Sin embargo, esto debe ser puesto en el contexto de su peso demográfico y económico. Como porcentaje del PBI, el gasto sigue siendo débil. Esto es así verdaderamente en el caso de China: su presupuesto militar era el 2,2% del PBI en 2009, un aumento modesto con respecto a 1997 (1,7%) y sobre todo con respecto al presupuesto del Pentágono (que absorbía 4,8% del PBI de EE.UU. en 2009).
Y la participación del gasto militar en el PBI de Brasil y de la India no cambió prácticamente entre 2009 y 1997: 1,6% y 2,8% respectivamente. Sudáfrica hasta vio una reducción en su defensa (de 1,6% en 1997 a 1,3% en 2009). Sólo Rusia llegó al 4,3% en 2009, pero esto se debe comparar con sus gastos de defensa de 4,1% en 1997.
Los temores sobre una nueva carrera armamentista mundial aparecen, por lo tanto, exagerados. Estamos lejos de la carrera armamentista de la Guerra Fría. Sin embargo, es cierto que estos países se afirman militar y diplomáticamente , lo que explica sus crecientes esfuerzos en gastos de defensa. Para comprender la dinámica del cuadro, más allá de las situaciones particulares (la carrera armamentista de la India-Pakistán, el deseo de China de igualar a los Estados Unidos), es posible distinguir cuatro características comunes en los gastos de defensa de los BRICS.
Estos países están renovando equipamiento envejecido . La adquisición de armamento no es lineal sino cíclica, con fases ligadas al ciclo de vida de sus equipos. Estos ciclos tienen una duración de 20-25 años. Los países de la OTAN hoy reemplazan el equipamiento comprado en los años 1980; es lo mismo en el caso de los BRICS.
Hay un “efecto riqueza” para los BRICS.
La verdadera diferencia con los países de la OTAN en esta fase alta del ciclo de inversión es que estos países tienen hoy medios mucho más importantes. Esto les permite, al mismo tiempo, comprar más y comprar el armamento más efectivo. Esto explica por qué los BRICS son grandes importadores de armamento (excepto Rusia, que es esencialmente exportador).
Más que el reflejo de una amenaza creciente (que caracteriza las carreras armamentistas), sus gastos reflejan una voluntad de afirmación de su creciente poderío . Ciertos equipamientos constituyen compras de prestigio, como la adquisición de un portaaviones por parte de India o de un submarino nuclear que realizó Brasil.
Estos gastos constituyen, en suma, un medio de adquirir una real autonomía estratégica, lo cual requiere una industria nacional de defensa. Convertidos en los más ricos, los BRICS no quieren ser más dependientes de proveedores extranjeros como en el pasado. La inversión en defensa les permite constituir una base industrial que les dará, en su momento, los medios de actuar libremente a nivel internacional. Esto explica sus crecientes demandas en términos de transferencia de tecnología y de producción local cuando negocian con proveedores del exterior.
Los gastos militares de los BRICS muestran un desplazamiento geoestratégico hacia las potencias emergentes . ¿Serán capaces de ser actores de la estabilidad mundial y no fuente de inestabilidad? Hay un riesgo no despreciable, a mediano plazo, de que estos esfuerzos militares terminen en una carrera armamentista si se produjeran rivalidades entre los BRICS.
Fuente: Diario Clarín
Traducción De Beatriz Cádiz
Los anuncios de Moscú, Pekín y otros países emergentes sobre cuantiosos planes de gasto militar suscitan interrogantes. Sin embargo, “la aceleración del gasto militar de los países del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) no habla tanto del riesgo de una nueva carrera armamentista como del creciente peso económico de esos países y del fortalecimiento de su presencia en el escenario internacional”, según el columnista.
Los grandes países emergentes se embarcan en fuertes políticas armamentistas. El anuncio de Vladimir Putin de un plan de inversión de 590.000 millones de euros en diez años o el aumento de los gastos militares de China que podrían superar los 230.000 millones de euros en 2015, suscitan numerosos interrogantes.
Es innegable que las potencias emergentes que son los BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) están teniendo una creciente gravitación en el gasto militar mundial. El crecimiento vertiginoso de sus gastos habilita el temor de una nueva carrera armamentista.
El presupuesto de China experimenta un crecimiento anual de dos dígitos desde hace una década. Brasil, India y Rusia más que duplicaron sus gastos –descontada la inflación– entre 1997 y 2010 según el SIPRI (sigla en inglés del Instituto Internacional de Estudios para la Paz, de Estocolmo). Incluso Sudáfrica aumentó sus fuerzas de defensa casi el 50%.
Sin embargo, es necesario relativizar estos datos. Los gastos de los BRICS siguen siendo modestos en relación con su importancia económica, demográfica o geopolítica.
Brasil tiene un presupuesto de 25.000 millones de euros, inferior al de Alemania, pese a que ésta tiene dos veces menos de población.
Con 44.000 millones de euros, el presupuesto de Rusia está en el mismo nivel que el del Reino Unido. El de la India es de igual orden que el Francia. Sólo China se distingue por haber cuadruplicado sus gastos desde 1997.
Sin embargo, esto debe ser puesto en el contexto de su peso demográfico y económico. Como porcentaje del PBI, el gasto sigue siendo débil. Esto es así verdaderamente en el caso de China: su presupuesto militar era el 2,2% del PBI en 2009, un aumento modesto con respecto a 1997 (1,7%) y sobre todo con respecto al presupuesto del Pentágono (que absorbía 4,8% del PBI de EE.UU. en 2009).
Y la participación del gasto militar en el PBI de Brasil y de la India no cambió prácticamente entre 2009 y 1997: 1,6% y 2,8% respectivamente. Sudáfrica hasta vio una reducción en su defensa (de 1,6% en 1997 a 1,3% en 2009). Sólo Rusia llegó al 4,3% en 2009, pero esto se debe comparar con sus gastos de defensa de 4,1% en 1997.
Los temores sobre una nueva carrera armamentista mundial aparecen, por lo tanto, exagerados. Estamos lejos de la carrera armamentista de la Guerra Fría. Sin embargo, es cierto que estos países se afirman militar y diplomáticamente , lo que explica sus crecientes esfuerzos en gastos de defensa. Para comprender la dinámica del cuadro, más allá de las situaciones particulares (la carrera armamentista de la India-Pakistán, el deseo de China de igualar a los Estados Unidos), es posible distinguir cuatro características comunes en los gastos de defensa de los BRICS.
Estos países están renovando equipamiento envejecido . La adquisición de armamento no es lineal sino cíclica, con fases ligadas al ciclo de vida de sus equipos. Estos ciclos tienen una duración de 20-25 años. Los países de la OTAN hoy reemplazan el equipamiento comprado en los años 1980; es lo mismo en el caso de los BRICS.
Hay un “efecto riqueza” para los BRICS.
La verdadera diferencia con los países de la OTAN en esta fase alta del ciclo de inversión es que estos países tienen hoy medios mucho más importantes. Esto les permite, al mismo tiempo, comprar más y comprar el armamento más efectivo. Esto explica por qué los BRICS son grandes importadores de armamento (excepto Rusia, que es esencialmente exportador).
Más que el reflejo de una amenaza creciente (que caracteriza las carreras armamentistas), sus gastos reflejan una voluntad de afirmación de su creciente poderío . Ciertos equipamientos constituyen compras de prestigio, como la adquisición de un portaaviones por parte de India o de un submarino nuclear que realizó Brasil.
Estos gastos constituyen, en suma, un medio de adquirir una real autonomía estratégica, lo cual requiere una industria nacional de defensa. Convertidos en los más ricos, los BRICS no quieren ser más dependientes de proveedores extranjeros como en el pasado. La inversión en defensa les permite constituir una base industrial que les dará, en su momento, los medios de actuar libremente a nivel internacional. Esto explica sus crecientes demandas en términos de transferencia de tecnología y de producción local cuando negocian con proveedores del exterior.
Los gastos militares de los BRICS muestran un desplazamiento geoestratégico hacia las potencias emergentes . ¿Serán capaces de ser actores de la estabilidad mundial y no fuente de inestabilidad? Hay un riesgo no despreciable, a mediano plazo, de que estos esfuerzos militares terminen en una carrera armamentista si se produjeran rivalidades entre los BRICS.
Fuente: Diario Clarín
A 30 años de la guerra, un grupo de 60 veteranos viajó a las Islas Malvinas
Por Julián Guarino Puerto Argentino - Cronista.com
Su presencia causó conmoción. Los isleños pusieron banderas kelpers e inglesas en sus autos y la policía pidió a los visitantes evitar gestos de "provocación"
Un grupo de 60 veteranos de Malvinas subieron al vuelo de LAN en Río Gallegos. Regresaron al lugar de batalla 30 años después.
Cuarenta minutos puede resultar poco tiempo para llegar a las Islas Malvinas. Eso es lo que se tarda en atravesar la franja de Mar Argentino que separa Río Gallegos de Mount Pleasant, una base militar que funciona como el aeropuerto de las Islas Malvinas, ubicada a 700 kilómetros de la costa de Santa Cruz, que fue levantada en 1985 en la región llana de la isla Soledad. Son los mismos 40 minutos que, en clave pretérita, allá por 1982, podían significar para un soldado argentino la diferencia entre vivir o morir.
El viaje desde Buenos Aires es más extenso incluso que la distancia que separa Buenos Aires de las islas. Hay que salir de Aeroparque o Ezeiza para Santiago de Chile "el único vuelo que llega a las islas es el de la línea aérea Lan", pasar la noche en esa ciudad (o en el aeropuerto) para poder tomar el vuelo a la localidad chilena de Punta Arenas que sale a las seis de la mañana y llega a destino 6 horas después, justo a tiempo para hacer el transbordo que lleva directamente a las islas, uno por semana. A ese avión se le suma, una vez al mes, un vuelo que hace una parada "extra" en Río Gallegos, antes de llegar a Mount Pleasant y que regresa por los pasajeros a los 7 días.
El sábado por la tarde, cuando apenas faltaban 40 minutos para llegar a Malvinas había entre los pasajeros algunos isleños y familiares, chilenos que volvían a ocupar sus puestos de trabajo y a los que desde hace un tiempo se le suman peruanos e indonesios que trabajan en la industria pesquera de las islas y algunos geólogos de la British Geological Survey.
Pero en Río Gallegos, unos 60 veteranos de guerra argentinos subieron al avión de Lan. Fue un momento de profunda emotividad, una aguda apelación a la aplastante sucesión de gestiones migratorias, inspecciones de aduana, recomendaciones de seguridad y videos turísticos con música sedativa que muchos habíamos tenido que soportar desde hacía 18 horas. Algunos de los ex combatientes llevaban sus boinas, e incluso lucían orgullosos en sus abrigos la inconfundible silueta de las islas bordadas en el pecho. Otros, en cambio, habían elegido una vestimenta más discreta para llegar a las islas, pero los rosarios de plástico blanco que llevaban colgados del cuello (los mismos que cuelgan de a decenas en las cruces de los soldados argentinos en el cementerio de Darwin) denotaba que la procesión de recuerdos iba por dentro. En las miradas de algunos se adivinaba miedo, en otros orgullo; en muchos, bronca.
Como lo definió Edwin Ríos, uno de los trabajadores peruanos que viajaba en el avión para unirse a la tripulación de un buque calamarero en el Atlántico Sur: "Malvinas es una isla triste".
Llegada a Malvinas
A solo unas semanas de conmemorarse tres décadas del desembarco en Malvinas y cuando los enfrentamientos dialécticos entre el gobierno argentino y británico han exaltado los ánimos en esta humilde población de 2.800 personas (sumados a unos 1.500 militares) que tiene la isla, los gestos de mal humor hacia los argentinos comenzaron a evidenciarse en la llegada al aeropuerto. Algunos veteranos debieron enfrentar un exhaustivo registro de los bolsos y de las pertenencias y en la llegada a Puerto Argentino, algunos isleños no se privaron de colocar en sus automóviles la bandera de la isla junto a la de Gran Bretaña.
Para muchos veteranos argentinos la experiencia de llegar a Puerto Argentino fue la primera imagen del regreso, la oportunidad para desentumecer la adormecida pero incómoda experiencia de la distancia en tiempo y espacio y que, inexorable, remite a la muerte."No sabía si venir, está todo muy sensible, tenía temor de sufrir maltrato como argentino pero no creo que la aversión a los argentinos en la isla pase a mayores", dijo Orlando Ruffino un cordobés, ex combatiente del regimiento 25 de Infantería, que peleó en Darwin, una de las batallas mas difíciles y de donde salió con dos heridas de balas cerca de la cintura.
Luego de cruzar el océano, y una vez descendido el avión, la mirada de los veteranos se detuvo en el cartel que sentenciaba "Welcome to the Falklands". Cada uno de ellos, como el resto de los pasajeros, debió atravesar migraciones donde los oficiales se encargaban de sellar los pasaportes. En todos los casos las sensaciones fueron profundas más no confusas.
Con sus 120 kilos de peso y sus 2 metros de altura, Raúl Barrilin, otro cordobés nacido en 1962 bajo las órdenes del ejército, paso los días de la guerra manejando un camión Mercedes Benz por las inmediaciones del aeropuerto que funcionaba en las adyacencias de Puerto Argentino. Su misión era repartir la comida entre los soldados que defendían esa zona. En pleno desenlace, Barrilli señala que debió soportar que descargaran 100.000 kilos de bombas cerca suyo matando a compañeros y provocando heridas de todo tipo. Pese a ello sostiene que nunca dejo de hacer su tarea y que milagrosamente salió con vida. Ayer, mientras recorría los 100 metros que separaban la puerta del avión del mostrador de migraciones en el precario aeropuerto de Mount Pleasant, Barrilli se sincero: "No pensé que me iba a afectar tanto volver, es muy fuerte lo que yo viví acá. Algunos perdieron la vida, otros tuvieron que combatir y salieron vivos. Yo estoy tranquilo con Dios y conmigo", dijo mientras se le llenaban los ojos de lagrimas.
El sello que colocan en el pasaporte es distinto al resto, a cualquiera que puede llegar de Madrid, Chile o Sudáfrica: "Visitor's Permit, 10 mar 2012, inmigration Falkland Islands". De puño y letra, el agente de migraciones escribe en tinta negra: "One week": es el tiempo de la estadía. Casi no revisan las valijas y las sonrisas se las guardan para los lugareños.
Ayer, la noticia de que los 60 veteranos argentinos visitaban la isla provoco una pequeña revolución en la ciudad. Algunos medios locales dieron la información de la llegada de los veteranos y acto seguido un grupo de isleños pensó que era buena idea utilizar sus lujosas Land Rover para evidenciar su resistencia a la presencia de los argentinos utilizando sus banderas de las Falkland Islands y las de Gran Bretaña en el techo de sus camionetas.
Pero el hecho que sorprendió a los recién llegados es que una vez realizado el check in en los dos hoteles mas céntricos que tiene la isla y donde se aloja el grueso de los veteranos, y antes de que pudieran entrar las valijas en las habitaciones, la policía se hizo presente para "dar una charla", que resulto ser una serie de advertencias donde se recomendaba no realizar ningún acto que pudiera provocar una reacción por parte de los isleños.
Cuando un grupo de veteranos alojados en el Waterstone Hotel pidió el derecho para desplegar la bandera argentina en el cementerio argentino de Darwin, el policía respondió: "Deben asegurarse que cualquier cosa que hagan no genere la reacción de la gente de la isla. Pero mientras sea un acto privado todo está permitido".
Según pudo reconstruir El Cronista, un viernes por la noche, hace dos semanas, un grupo de veteranos que salía de un pub, desplegó la bandera argentina y comenzó a entonar las estrofas del himno nacional. Esto provoco una pelea a los puños con lugareños. Al ser advertida por los vecinos, intervino finalmente la policía que evito que la pelea llegara a mayores. Desde entonces se mantiene un fuerte control en las calles de Puerto Argentino.
Su presencia causó conmoción. Los isleños pusieron banderas kelpers e inglesas en sus autos y la policía pidió a los visitantes evitar gestos de "provocación"
Un grupo de 60 veteranos de Malvinas subieron al vuelo de LAN en Río Gallegos. Regresaron al lugar de batalla 30 años después.
Cuarenta minutos puede resultar poco tiempo para llegar a las Islas Malvinas. Eso es lo que se tarda en atravesar la franja de Mar Argentino que separa Río Gallegos de Mount Pleasant, una base militar que funciona como el aeropuerto de las Islas Malvinas, ubicada a 700 kilómetros de la costa de Santa Cruz, que fue levantada en 1985 en la región llana de la isla Soledad. Son los mismos 40 minutos que, en clave pretérita, allá por 1982, podían significar para un soldado argentino la diferencia entre vivir o morir.
El viaje desde Buenos Aires es más extenso incluso que la distancia que separa Buenos Aires de las islas. Hay que salir de Aeroparque o Ezeiza para Santiago de Chile "el único vuelo que llega a las islas es el de la línea aérea Lan", pasar la noche en esa ciudad (o en el aeropuerto) para poder tomar el vuelo a la localidad chilena de Punta Arenas que sale a las seis de la mañana y llega a destino 6 horas después, justo a tiempo para hacer el transbordo que lleva directamente a las islas, uno por semana. A ese avión se le suma, una vez al mes, un vuelo que hace una parada "extra" en Río Gallegos, antes de llegar a Mount Pleasant y que regresa por los pasajeros a los 7 días.
El sábado por la tarde, cuando apenas faltaban 40 minutos para llegar a Malvinas había entre los pasajeros algunos isleños y familiares, chilenos que volvían a ocupar sus puestos de trabajo y a los que desde hace un tiempo se le suman peruanos e indonesios que trabajan en la industria pesquera de las islas y algunos geólogos de la British Geological Survey.
Pero en Río Gallegos, unos 60 veteranos de guerra argentinos subieron al avión de Lan. Fue un momento de profunda emotividad, una aguda apelación a la aplastante sucesión de gestiones migratorias, inspecciones de aduana, recomendaciones de seguridad y videos turísticos con música sedativa que muchos habíamos tenido que soportar desde hacía 18 horas. Algunos de los ex combatientes llevaban sus boinas, e incluso lucían orgullosos en sus abrigos la inconfundible silueta de las islas bordadas en el pecho. Otros, en cambio, habían elegido una vestimenta más discreta para llegar a las islas, pero los rosarios de plástico blanco que llevaban colgados del cuello (los mismos que cuelgan de a decenas en las cruces de los soldados argentinos en el cementerio de Darwin) denotaba que la procesión de recuerdos iba por dentro. En las miradas de algunos se adivinaba miedo, en otros orgullo; en muchos, bronca.
Como lo definió Edwin Ríos, uno de los trabajadores peruanos que viajaba en el avión para unirse a la tripulación de un buque calamarero en el Atlántico Sur: "Malvinas es una isla triste".
Llegada a Malvinas
A solo unas semanas de conmemorarse tres décadas del desembarco en Malvinas y cuando los enfrentamientos dialécticos entre el gobierno argentino y británico han exaltado los ánimos en esta humilde población de 2.800 personas (sumados a unos 1.500 militares) que tiene la isla, los gestos de mal humor hacia los argentinos comenzaron a evidenciarse en la llegada al aeropuerto. Algunos veteranos debieron enfrentar un exhaustivo registro de los bolsos y de las pertenencias y en la llegada a Puerto Argentino, algunos isleños no se privaron de colocar en sus automóviles la bandera de la isla junto a la de Gran Bretaña.
Para muchos veteranos argentinos la experiencia de llegar a Puerto Argentino fue la primera imagen del regreso, la oportunidad para desentumecer la adormecida pero incómoda experiencia de la distancia en tiempo y espacio y que, inexorable, remite a la muerte."No sabía si venir, está todo muy sensible, tenía temor de sufrir maltrato como argentino pero no creo que la aversión a los argentinos en la isla pase a mayores", dijo Orlando Ruffino un cordobés, ex combatiente del regimiento 25 de Infantería, que peleó en Darwin, una de las batallas mas difíciles y de donde salió con dos heridas de balas cerca de la cintura.
Luego de cruzar el océano, y una vez descendido el avión, la mirada de los veteranos se detuvo en el cartel que sentenciaba "Welcome to the Falklands". Cada uno de ellos, como el resto de los pasajeros, debió atravesar migraciones donde los oficiales se encargaban de sellar los pasaportes. En todos los casos las sensaciones fueron profundas más no confusas.
Con sus 120 kilos de peso y sus 2 metros de altura, Raúl Barrilin, otro cordobés nacido en 1962 bajo las órdenes del ejército, paso los días de la guerra manejando un camión Mercedes Benz por las inmediaciones del aeropuerto que funcionaba en las adyacencias de Puerto Argentino. Su misión era repartir la comida entre los soldados que defendían esa zona. En pleno desenlace, Barrilli señala que debió soportar que descargaran 100.000 kilos de bombas cerca suyo matando a compañeros y provocando heridas de todo tipo. Pese a ello sostiene que nunca dejo de hacer su tarea y que milagrosamente salió con vida. Ayer, mientras recorría los 100 metros que separaban la puerta del avión del mostrador de migraciones en el precario aeropuerto de Mount Pleasant, Barrilli se sincero: "No pensé que me iba a afectar tanto volver, es muy fuerte lo que yo viví acá. Algunos perdieron la vida, otros tuvieron que combatir y salieron vivos. Yo estoy tranquilo con Dios y conmigo", dijo mientras se le llenaban los ojos de lagrimas.
El sello que colocan en el pasaporte es distinto al resto, a cualquiera que puede llegar de Madrid, Chile o Sudáfrica: "Visitor's Permit, 10 mar 2012, inmigration Falkland Islands". De puño y letra, el agente de migraciones escribe en tinta negra: "One week": es el tiempo de la estadía. Casi no revisan las valijas y las sonrisas se las guardan para los lugareños.
Ayer, la noticia de que los 60 veteranos argentinos visitaban la isla provoco una pequeña revolución en la ciudad. Algunos medios locales dieron la información de la llegada de los veteranos y acto seguido un grupo de isleños pensó que era buena idea utilizar sus lujosas Land Rover para evidenciar su resistencia a la presencia de los argentinos utilizando sus banderas de las Falkland Islands y las de Gran Bretaña en el techo de sus camionetas.
Pero el hecho que sorprendió a los recién llegados es que una vez realizado el check in en los dos hoteles mas céntricos que tiene la isla y donde se aloja el grueso de los veteranos, y antes de que pudieran entrar las valijas en las habitaciones, la policía se hizo presente para "dar una charla", que resulto ser una serie de advertencias donde se recomendaba no realizar ningún acto que pudiera provocar una reacción por parte de los isleños.
Cuando un grupo de veteranos alojados en el Waterstone Hotel pidió el derecho para desplegar la bandera argentina en el cementerio argentino de Darwin, el policía respondió: "Deben asegurarse que cualquier cosa que hagan no genere la reacción de la gente de la isla. Pero mientras sea un acto privado todo está permitido".
Según pudo reconstruir El Cronista, un viernes por la noche, hace dos semanas, un grupo de veteranos que salía de un pub, desplegó la bandera argentina y comenzó a entonar las estrofas del himno nacional. Esto provoco una pelea a los puños con lugareños. Al ser advertida por los vecinos, intervino finalmente la policía que evito que la pelea llegara a mayores. Desde entonces se mantiene un fuerte control en las calles de Puerto Argentino.
Auge, caída y resurgimiento como potencia global
Por James Petras - Rebelión
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Los estudios sobre la potencia mundial aparecen contaminados de la visión de los historiadores eurocéntricos, que distorsionaron e ignoraron el papel dominante que China jugó en la economía mundial entre 1100 y 1800. La brillante investigación histórica sobre la economía mundial a lo largo de ese período realizada por John Hobson [1] proporciona una abundancia de datos empíricos que defienden la superioridad económica y tecnológica de China sobre la civilización occidental durante buena parte del milenio referido antes de su conquista y decadencia en el siglo XIX.
La reaparición de China como potencia económica mundial plantea importantes preguntas sobre qué podemos aprender de su anterior auge y caída y sobre las amenazas externas e internas a las que puede enfrentarse esta superpotencia económica emergente en el futuro inmediato.
En primer lugar, vamos a trazar los contornos principales del auge histórico de China hasta su superioridad económica global sobre Occidente antes del siglo XIX siguiendo estrechamente el relato de John Hobson en The Eastern Origins of Western Civilization. Debido a que la mayoría de los historiadores económicos occidentales (liberales, conservadores y marxistas) han presentado a la China histórica como una sociedad estancada, atrasada y provinciana, un “despotismo a la oriental”, es preciso hacer ciertas detalladas correcciones. Y es especialmente importante subrayar cómo China, la potencia tecnológica mundial entre 1100 y 1800, hizo posible la aparición de Occidente. Fue solo tomando prestadas y asimilando las innovaciones chinas que Occidente pudo llevar a cabo la transición al capitalismo moderno y a las economías imperialistas.
En segundo lugar, analizaremos y discutiremos los factores y circunstancias que llevaron a la decadencia china en el siglo XIX y su consiguiente dominación, explotación y pillaje por parte de los países imperiales occidentales, primero Inglaterra y después Europa, Japón y los EEUU.
En tercer lugar, señalaremos brevemente los factores que llevaron a la emancipación china del dominio colonial y neocolonial y analizaremos su reciente auge hasta convertirse en la segunda mayor potencia económica global.
Finalmente, consideraremos las amenazas pasadas y presentes al auge de China como potencia económica global, subrayando los parecidos entre el colonialismo británico de los siglos XVIII y XIX y las actuales estrategias imperialistas de EEUU, centrándonos en las debilidades y fortalezas de las pasadas y presentes respuestas chinas.
China: Auge y consolidación como potencia global (1100-1800)
En un formato comparativo sistemático, John Hobson proporciona una abundancia de indicadores empíricos que demuestran la superioridad económica global de China sobre Occidente y, en particular, sobre Inglaterra. Estos son algunos de los hechos destacados:
- Ya en el año 1078, China era el mayor productor de acero (125.000 toneladas); mientras que Gran Bretaña produjo, en 1788, 76.000 toneladas. Y China estaba a la cabeza del mundo en innovaciones técnicas para la fabricación de textiles siete siglos antes de la “revolución textil” del siglo XVIII de Gran Bretaña.
- China era la principal nación en el sector comercial, con un comercio a larga distancia que llegaba hasta la mayor parte del Sur de Asia, África, Oriente Medio y Europa. La “revolución agrícola” y la productividad superaron las de Occidente hasta el siglo XVIII.
- Sus innovaciones en la producción de papel, imprenta, armas de fuego y herramientas la convirtieron en una superpotencia manufacturera cuyos productos se transportaban por todo el mundo a través del más avanzado sistema de navegación. China poseía el mayor número de barcos comerciales en el mundo. En 1588, los buques ingleses más grandes desplazaban alrededor de 400 toneladas, los de China 3.000 toneladas. Incluso hasta finales del siglo XVIII, los comerciantes chinos disponían de 130.000 buques privados de transporte, varias veces los de Gran Bretaña. China conservó su posición preeminente en la economía mundial hasta principios del siglo XIX.
- Los fabricantes británicos y europeos seguían el ejemplo de China, asimilando y adoptando sus más avanzadas tecnologías y estaban ansiosos por penetrar en el avanzado y lucrativo mercado chino.
- La banca, la economía con papel moneda estable, la industria manufacturera y los altos rendimientos en la agricultura hicieron que el ingreso per capita de China igualara el de Gran Bretaña en 1750.
La posición global dominante de China se vio desafiada por el auge del imperialismo británico, que había adoptado las avanzadas innovaciones tecnológicas, de navegación y mercado de China y otros países asiáticos a fin de eludir las primeras etapas para llegar a convertirse en una potencia mundial [2].
El imperialismo de Occidente y la decadencia de China
La conquista imperial británica y occidental del Oriente se basó en la naturaleza militarista del estado imperial, en sus no recíprocas relaciones económicas comerciales con los países de ultramar y en la ideología imperial occidental que motivó y justificó las conquistas en el exterior.
A diferencia de China, fue la política militar la que impulsó la revolución industrial británica y la expansión exterior. Según Hobson, durante el período 1688-1815, Gran Bretaña estuvo implicada en guerras durante el 52% de ese período [3]. Mientras que los chinos confiaban en sus mercados abiertos y en su producción superior y sofisticadas técnicas bancarias y comerciales, los británicos acudieron a la protección arancelaria, a la conquista militar, a la destrucción sistemática de empresas competitivas extranjeras, así como a la apropiación y saqueo de recursos locales. El predominio global chino se basaba en “beneficios recíprocos” con sus socios comerciales, mientras que Gran Bretaña dependía de ejércitos mercenarios de ocupación, de la represión salvaje y de la política de “divide y vencerás” para fomentar rivalidades locales. Frente a la resistencia de los nativos, los británicos (así como otras potencias imperiales occidentales) no dudaron en exterminar a comunidades enteras [4].
Incapaces de apoderarse del mercado chino a través de la competitividad económica, Gran Bretaña se apoyó en un poder militar brutal. Movilizó, armó y envió mercenarios, desde sus colonias en la India y más lugares para forzar a China a aceptar sus exportaciones e imponer tratados injustos con tarifas más bajas. Como consecuencia, China se vio inundada del opio británico producido en las plantaciones británicas en la India, a pesar de las leyes chinas que prohibían o regulaban la importación y venta de narcóticos. Los gobernantes chinos, acostumbrados desde hacía mucho tiempo a su superioridad manufacturera y comercial, no estaban preparados ante las “nuevas normas imperiales” para hacerse con el poder global. La disposición de Occidente a utilizar el poder militar para establecer colonias, saquear recursos y reclutar ejércitos inmensos de mercenarios dirigidos por oficiales europeos anunció el fin de China como potencia mundial.
China había basado su predominio económico en la “no interferencia en los asuntos internos de sus socios comerciales”. En cambio, los imperialistas británicos intervinieron violentamente en Asia, reorganizando las economías locales para ajustarlas a las necesidades del imperio (eliminando los competidores económicos, incluidos los más eficientes fabricantes indios del algodón) y se apropiaron del control del aparato político, económico y administrativo para establecer el estado colonial.
El imperio británico se construyó con los recursos saqueados a las colonias y mediante la militarización masiva de su economía [5]. Fue así como pudo afianzar la supremacía militar sobre China. La excesiva confianza de las elites gobernantes chinas en las relaciones comerciales obstaculizó su política exterior. Las elites de comerciantes y funcionarios chinos trataron de apaciguar a los británicos y convencer al emperador de que hiciera devastadoras concesiones extraterritoriales abriendo mercados en detrimento de los fabricantes chinos, a la vez que renunciaban a la soberanía local. Como siempre, los británicos favorecieron las revueltas y rivalidades internas desestabilizando aún más el país.
La penetración y colonización británica y occidental del mercado chino creó toda una nueva clase: Los “compradores” chinos ricos importaban productos británicos y facilitaban la apropiación de los mercados y recursos locales. El pillaje imperialista forzó la explotación, además de mayores impuestos, de las grandes masas de campesinos y trabajadores chinos. Los gobernantes de China se vieron obligados a pagar las deudas de la guerra y los déficits financieros comerciales impuestos por las potencias imperiales occidentales exprimiendo a su campesinado. Esto provocó hambre y revueltas entre los campesinos.
A primeros del siglo XX (menos de un siglo después de las Guerras del Opio), China había descendido de potencia económica mundial a convertirse en un destrozado país semicolonial con una inmensa población indigente. Los puertos principales estaban controlados por los funcionarios de las potencias occidentales y el campesinado estaba sometido al dominio de corruptos y brutales señores de la guerra. El opio británico esclavizó a millones de seres.
Los académicos británicos: Excelentes apologistas de la conquista imperial
Toda la profesión académica occidental –sobre todo los historiadores imperiales británicos- atribuyeron el dominio imperial británico de Asia a la “superioridad tecnológica” inglesa y la miseria y status colonial de China al “atraso oriental”, omitiendo cualquier mención al milenio de progreso y superioridad técnica y comercial de China hasta comienzos del siglo XIX. A finales de la década de 1920, con la invasión imperial japonesa, China dejó de existir como país unificado. Bajo la égida del dominio imperial, cientos de millones de chinos habían muerto de hambre o habían quedado desposeídos o masacrados. Toda la elite compradora “colaboracionista” china había quedado desacreditada a los ojos del pueblo chino.
Lo que quedó en la memoria colectiva de la gran masa del pueblo chino –totalmente ausente de los relatos de los prestigiosos académicos estadounidenses y británicos- fue la sensación de que China había sido en otro tiempo una potencia mundial próspera, dinámica e importante. Los comentaristas occidentales rechazaban esa memoria “colectiva” de la supremacía china como las locas pretensiones de una realeza y señores nostálgicos: la vana arrogancia Han.
China emerge de las cenizas de la humillación y el saqueo imperialistas: La revolución comunista china
El auge de la China moderna hasta convertirse en la segunda mayor economía mundial fue posible solo a través de los éxitos de la revolución comunista china de mediados del siglo XX. El Ejército Rojo de Liberación Popular derrotó primero al invasor ejército imperialista japonés y después al ejército nacionalista del Kuomintang, al que apoyaba el imperialismo estadounidense. Esto permitió reunificar China como estado soberano independiente. El gobierno comunista abolió los privilegios extraterritoriales de los imperialistas occidentales, puso fin a los feudos territoriales de los señores de la guerra y gángsteres regionales y expulsó a los millonarios propietarios de burdeles, a los traficantes de mujeres y drogas así como a otros “proveedores de servicios” al Imperio Europeo-Estadounidense.
La revolución comunista forjó el moderno estado chino en todos los sentidos. Los nuevos dirigentes procedieron entonces a reconstruir una economía arrasada por las guerras imperiales y saqueada por los capitalistas japoneses y occidentales. Después de 150 años de infamia y humillación, el pueblo chino recuperó su orgullo y dignidad nacionales. Los elementos socio-psicológicos eran esenciales para motivar a los chinos en la defensa de su país ante los ataques, sabotajes, boicots y bloqueos orquestados por EEUU inmediatamente después de su liberación.
A diferencia de lo que dicen los economistas neoliberales chinos y occidentales, el crecimiento dinámico de China no empezó en 1980. Empezó en 1950, cuando la reforma agraria proporcionó tierra, infraestructuras, créditos y asistencia técnica a cientos de millones de campesinos destituidos y trabajadores rurales sin tierras. Mediante lo que ahora se llama “capital humano” y una movilización social gigantesca, los comunistas construyeron carreteras, aeropuertos, puentes, canales y vías férreas así como industrias básicas, como la del carbón, hierro y acero, para formar la columna vertebral de la economía moderna china. Los inmensos sistemas sanitario y educativo gratuitos de la China comunista crearon una fuerza de trabajo saludable, educada y motivada.
Su ejército, altamente profesional, impidió que EEUU extendiera su imperio militar a través de la península de Corea hasta las fronteras territoriales chinas. Al igual que los académicos y propagandistas occidentales del pasado fabricaron una historia acerca de un imperio “estancado y decadente” para justificar sus destructivas conquistas, de la misma forma sus homólogos modernos han vuelto a escribir los primeros treinta años de la historia comunista china, negando el papel de la revolución en el desarrollo de todos los elementos esenciales para un estado, una sociedad y una economía modernas. Está claro que el rápido crecimiento económico de China se basó en el desarrollo de su mercado interno, en el rápido crecimiento de su equipo de científicos, técnicos y trabajadores bien formados y en la red de seguridad social que protegió y promovió la movilidad de la clase trabajadora y campesinado, todo ello producto de la planificación e inversiones chinas.
El auge de China como potencial global empezó en 1949 con la eliminación de las parásitas clases financieras, compradoras y especulativas que habían servido de intermediarias para los imperialistas europeos, japoneses y estadounidenses que despojaron a China de sus grandes riquezas.
La transición de China al capitalismo
A principios de 1980, el gobierno chino inició un cambio drástico en su estrategia económica: Durante las tres décadas siguientes, abrió el país a la inversión exterior a gran escala; privatizó miles de industrias y puso en marcha un proceso de concentración de la renta basado en una deliberada estrategia de recrear una clase económica dominante de multimillonarios vinculados a capitalistas extranjeros. La clase política gobernante china abrazó la idea de “prestar” conocimientos técnicos y el acceso a los mercados de ultramar de firmas extranjeras a cambio de proporcionar abundante mano de obra barata al coste más bajo.
El estado chino desvió subvenciones públicas masivas a promover un alto crecimiento capitalista desmantelando su sistema nacional de educación y sanidad públicas gratuitas. Acabaron con la vivienda pública subvencionada para cientos de millones de campesinos y trabajadores de fábricas urbanas y proporcionaron financiación a los especuladores inmobiliarios para la construcción de apartamentos privados de lujo y rascacielos de oficinas. La nueva estrategia capitalista de China, así como su crecimiento de dos dígitos, se basaron en los profundos cambios estructurales y en las masivas inversiones públicas del anterior gobierno comunista. El despegue del sector privado de China se llevó a cabo en base a los inmensos desembolsos públicos hechos a partir de 1949.
La nueva clase capitalista triunfante y sus colaboradores occidentales reclamaron todo el crédito posible para este “milagro económico” mientras China se convertía en la segunda mayor economía mundial. Estas nuevas elites chinas han estado menos dispuestas a anunciar el estatus de primera categoría de China a partir de las brutales desigualdades de clase, rivalizando solo con EEUU.
China: De la dependencia imperial al competidor mundial de primer orden
El sostenido crecimiento chino en el sector manufacturero fue consecuencia de inversiones públicas altamente concentradas, altos beneficios, innovaciones tecnológicas y un mercado interno protegido. Aunque el capital extranjero obtuvo beneficios, fue siempre dentro del marco de las prioridades y reglamentaciones estatales chinas. La dinámica del régimen de la “estrategia de exportación” ha creado inmensos excedentes comerciales, que finalmente han hecho de China uno de los mayores acreedores del mundo, especialmente de deuda estadounidense. Para mantener sus dinámicas industrias, China ha necesitado de entradas inmensas de materias primas, lo que ha motivado inversiones exteriores a gran escala y acuerdos comerciales con países exportadores de agro-minerales en África y Latinoamérica. En 2010, China desplazó a EEUU y Europa como principal socio comercial de muchos países de Asia, África y Latinoamérica.
El ascenso de la China moderna a potencia económica mundial, como su predecesora entre 1100 y 1800, se ha basado en su gigantesca capacidad productiva: el comercio y la inversión se han regido por una política de estricta no interferencia en las relaciones internas de sus socios comerciales. A diferencia de EEUU, China no inició guerras brutales por el petróleo; en cambio firmó contratos lucrativos. Y China no combatió guerras en interés de los chinos de ultramar, como EEUU ha hecho en Oriente Medio a favor de Israel.
El aparente desequilibrio entre el poder económico y militar de China contrasta de forma aguda con EEUU, donde un imperio militar inflado y parasitario continúa socavando su propia presencia económica global.
El gasto militar de EEUU es doce veces el de China. Cada vez más, el ejército de EEUU juega un papel clave a la hora de moldear la política en Washington mientras trata de debilitar el ascenso de China a potencia global.
El ascenso de China a potencia mundial: ¿se repetirá la historia a sí misma?
China ha estado creciendo a un 9% por año y sus productos y servicios están aumentando rápidamente en calidad y valor. En cambio, EEUU y Europa llevan revolcándose en un crecimiento 0% desde 2007 a 2012. El innovador establishment tecno-científico chino asimila rutinariamente los inventos más recientes de Occidente (y Japón) mejorándolos, rebajando por tanto los costes de producción.
China ha sustituido a las “instituciones financieras internacionales” controladas por EEUU y Europa (el FMI, el Banco Mundial, el Banco de Desarrollo Interamericano) como principal prestamista en Latinoamérica. China continúa estando a la cabeza como principal inversor en los recursos mineros y energéticos de África. China ha sustituido a EEUU como principal mercado para el petróleo iraní, sudanés y saudí y pronto sustituirá a EEUU como principal mercado para los productos petrolíferos venezolanos. En la actualidad, China es el mayor exportador y fabricante de manufacturas del mundo, dominando incluso el mercado estadounidense, mientras juega el papel de salvavidas financiero al poseer alrededor de 1.300 billones de dólares en bonos del Tesoro estadounidense.
Bajo las crecientes presiones de sus trabajadores y campesinos, los gobernantes chinos han estado desarrollando el mercado interno aumentando los salarios y el gasto social para reequilibrar la economía y evitar el espectro de la inestabilidad social. En cambio, los salarios y servicios públicos vitales de EEUU han disminuido de forma aguda en términos absolutos y relativos.
Teniendo en cuenta las tendencias históricas actuales, está claro que China sustituirá a EEUU como principal potencia económica mundial en la próxima década si el imperio estadounidense no contraataca y si las profundas desigualdades de clase chinas no provocan importantes agitaciones sociales.
El ascenso de la China moderna a potencia global enfrenta serios desafíos. A diferencia del histórico ascenso chino a nivel mundial del pasado, el poder económico global moderno chino no va acompañado de ninguna empresa imperialista. China ha quedado seriamente rezagada detrás de EEUU y Europa en cuanto a la capacidad agresiva de hacer la guerra. Quizá esto ha permitido a China dirigir recursos públicos a maximizar el crecimiento económico, pero ha dejado a China en situación vulnerable ante la superioridad militar estadounidense frente a su arsenal masivo, su red de bases de avanzada y sus posiciones geomilitares y estratégicas justo frente a la costa china y en los territorios colindantes.
En el siglo XIX, el imperialismo británico echó abajo la posición global china con su superioridad militar, apropiándose de los puertos chinos, debido a la confianza de China en su “superioridad mercantil”.
La conquista de la India, Birmania y la mayor parte de Asia permitió a los británicos establecer bases coloniales y reclutar ejércitos mercenarios locales. Los británicos y sus mercenarios aliados cercaron y aislaron a China, preparando el camino para perturbar los mercados chinos e imponer condiciones brutales a su comercio. La presencia armada del Imperio británico dictó lo que China tenía que importar (con el opio alcanzando el 50% de las exportaciones británicas en la década que se inició en 1850) mientras socavaban las ventajas competitivas de China a través de políticas arancelarias.
Hoy en día, EEUU está siguiendo políticas parecidas: La flota naval estadounidense patrulla y controla las rutas marítimas comerciales chinas y los recursos petroleros extraterritoriales a través de sus bases en el exterior. La Casa Blanca de Obama-Clinton está en proceso de desarrollar una respuesta militar rápida que implicará a sus bases en Australia, Filipinas y otros lugares de Asia. EEUU está intensificando sus esfuerzos para socavar el acceso exterior de China a los recursos estratégicos mientras se dedica a apoyar “bases” de separatistas e “insurgentes” en el oeste de China, Tibet, Sudán, Birmania, Irán, Libia, Siria y otros lugares.
Los acuerdos militares de EEUU con la India y la instalación de un régimen-títere acomodaticio en Pakistán han hecho avanzar su estrategia de aislar a China. Aunque China mantiene su política de “desarrollo armonioso” y “no interferencia en los asuntos internos de otros países”, se ha hecho a un lado cuando el imperialismo bélico europeo y estadounidense ha atacado a alguno de los socios comerciales de China con el objetivo fundamental de invertir la pacífica expansión comercial de China.
La carencia de una estrategia ideológica y política de China capaz de proteger sus intereses económicos en el exterior ha sido una invitación para que EEUU y la OTAN establecieran regímenes hostiles a China. El ejemplo más destacado es Libia, donde EEUU y la OTAN intervinieron para derrocar a un gobierno independiente dirigido por el presidente Gadafi, con quien China había firmado acuerdos comerciales e inversiones por valor multimillonario. Los bombardeos de ciudades, puertos e instalaciones petrolíferas por la OTAN obligaron a los chinos a retirar a 35.000 trabajadores de la construcción e ingenieros del petróleo chinos en cuestión de días.
Lo mismo sucedió en Sudán, donde China había invertido miles de millones para desarrollar su industria petrolera. EEUU, Israel y Europa armaron a los rebeldes de Sudán del Sur para interrumpir el flujo de petróleo y atacar a los trabajadores chinos en el sector [6]. En ambos casos, China permitió pasivamente que los imperialistas estadounidenses y europeos atacaran a sus socios comerciales y frenaran sus inversiones.
Bajo Mao Tse Tung, China tuvo una política activa de contención de la agresión imperial: Apoyaba a movimientos revolucionarios y a gobiernos del Tercer Mundo. En la actualidad, la China capitalista no tiene una política activa para apoyar gobiernos o movimientos capaces de proteger el comercio bilateral y los acuerdos de inversión de China. La política exterior de China está moldeada por grandes intereses comerciales, financieros y manufactureros que confían en el “aspecto económico competitivo” para conseguir cuotas de mercado y no entienden de bases militares y de seguridad del poder económico global.
La clase política china está profundamente influida por una nueva clase de multimillonarios con fuertes vínculos con los fondos de capital occidentales que han absorbido sin reparo los valores culturales occidentales. Esto queda ilustrado por su preferencia a enviar a sus propios hijos a las universidades de elite en EEUU y en Europa. Tratan de “acomodarse a Occidente” a cualquier precio. Esta falta de comprensión estratégica de la construcción del imperio militar les ha llevado a responder de forma ineficaz y ad hoc a cada acción imperialista que ha socavado su acceso a recursos y mercados.
Aunque la visión de China del “negocio primero” pudo haber funcionado cuando era un actor menor en la economía mundial y los constructores del imperio estadounidense veían la “apertura al capitalismo” como un oportunidad de hacerse fácilmente con las empresas públicas de China y saquear su economía, sin embargo, cuando China (a diferencia de la ex URSS) decidió retener los controles de capital y desarrollar una “política industrial” cuidadosamente calibrada, y bajo control estatal, dirigiendo el capital occidental y la transferencia de tecnología a las empresas estatales, que penetraron eficazmente en los mercados internos y exteriores de EEUU, Washington empezó a quejarse y a hablar de represalias.
Los inmensos excedentes comerciales de China con EEUU provocaron una respuesta dual de Washington: Vendió cantidades masivas de bonos del Tesoro estadounidense a los chinos y empezó a desarrollar una estrategia global para bloquear el avance chino. Como EEUU carecía de apalancamiento económico para revertir su decadencia, confió solo en su “ventaja comparativa”: su superioridad militar basada en un amplio sistema mundial de bases de ataque, una red de regímenes-clientes en el exterior, apoderados militares, ONG, intelectuales y mercenarios armados. Washington se volvió hacia su inmenso, secreto y clandestino aparato de seguridad para debilitar a los socios comerciales de China. Washington depende desde hace mucho tiempo de sus lazos con gobernantes corruptos, disidentes, periodistas y magnates de los medios para proporcionar la cobertura más poderosa propagandística mientras avanza en su ofensiva militar contra los intereses de China en el exterior.
China no tiene nada para competir con el “aparato de seguridad” de EEUU debido a que practica una política de “no interferencia”. Dado el avanzado estado de la ofensiva imperial occidental, China ha adoptado tan solo unas cuantas iniciativas diplomáticas, tales como financiar algunas cadenas de medios en lengua inglesa para presentar sus puntos de vista, utilizando su poder de veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para oponerse a los esfuerzos de EEUU para derrocar el régimen de Asad en Siria y oponerse a la imposición de sanciones drásticas contra Irán. Repudió severamente el vitriólico cuestionamiento de la secretaria de estado de EEUU Hillary Clinton acerca de la “legitimidad” del estado chino cuando votó contra la resolución de EEUU y la ONU preparando un ataque contra Siria [7].
Los estrategas militares chinos son más conscientes de la situación y se sienten alarmados ante la creciente amenaza militar hacia China. Han pedido, y se les ha aceptado, un 19% de incremento anual en el gasto militar para los próximos cinco años (2011-2015) [8]. Incluso con este incremento, los gastos militares de China serán menos de la quinta parte del presupuesto militar estadounidense y China no tiene ninguna base en el exterior en marcado contraste con las más de 750 instalaciones de EEUU por todo el mundo. Las operaciones de inteligencia chinas en el exterior son mínimas e ineficaces. Sus embajadas se ocupan de estrechos intereses comerciales y no entendieron en absoluto la brutal política de la OTAN para cambiar el régimen en Libia y no informaron a Pekín de su importancia para el estado chino.
Existen otras dos debilidades estructurales que socavan el ascenso de China como potencia mundial. Esto incluye a la muy “occidentalizada” intelligentsia, que se ha tragado sin sentido crítico la doctrina económica estadounidense sobre el libre mercado mientras pasan por alto su militarizada economía. Esos intelectuales chinos repiten como papagayos la propaganda de EEUU acerca de las “ virtudes democráticas ” de las multimillonarias campañas presidenciales a la vez que apoyan la desregulación financiera que habría llevado a Wall Street a apoderarse de los bancos y ahorros chinos. Muchos asesores empresariales y académicos chinos se han educado en EEUU y están influenciados por sus lazos con los académicos estadounidenses y las instituciones financieras internacionales directamente vinculadas con Wall Street y la City londinense.
Han prosperado como asesores bien remunerados que logran puestos prestigiosos en las instituciones chinas. Identifican la “liberalización de los mercados financieros” con las “economías avanzadas” capaces de profundizar los lazos con los mercados globales en lugar de ser una fuente importante de la actual crisis financiera global. Estos “intelectuales occidentalizados” son como sus homólogos los compradores del siglo XIX, que subestimaron y rechazaron las consecuencias a largo plazo de la penetración imperial occidental. Son incapaces de comprender cómo la desreglamentación financiera en EEUU fue lo que precipitó la actual crisis y cómo la desregulación va a llevar a que Occidente se apodere del sistema financiero chino, cuyas consecuencias redistribuirían los ahorros internos chinos en actividades no productivas (especulación inmobiliaria), precipitarían la crisis financiera y, en último término, socavarían la importante posición global de China.
Esos yuppies chinos imitan lo peor de los estilos de vida consumistas de Occidente, y sus puntos de vista políticos están influidos por esos estilos de vida e identidades occidentalizadas que excluyen cualquier sentido de solidaridad con su propia clase trabajadora.
Hay una base económica para los sentimientos pro-occidentales de los neocompradores chinos. Han transferido miles de millones de dólares a cuentas en bancos extranjeros, han comprado casas y apartamentos de lujo en Londres, Toronto, Los Ángeles, Manhattan, París, Hong Kong y Singapur. Solo tienen un pie en China (la fuente de su riqueza) y el otro en Occidente (donde consumen y esconden su riqueza).
Los compradores occidentalizados están profundamente empotrados en el sistema económico de China al tener vínculos familiares con los dirigentes políticos en el aparato del partido y el estado. Sus conexiones son más débiles en el ejército y en los crecientes movimientos sociales, aunque algunos estudiantes “disidentes” y activistas académicos de los “movimientos pro democracia” cuentan con el apoyo de las ONG imperiales de Occidente.
En la medida en que los compradores van ganando influencia, van debilitando las fuertes instituciones estatales económicas que han dirigido el ascenso chino a potencia global, al igual que hicieron en el siglo XIX actuando como intermediarios para el Imperio británico. Proclamando el “liberalismo” del siglo XIX, 50 millones de chinos se volvieron adictos al opio en menos de una década. Proclamando la “ democracia y los derechos humanos ” , las cañoneras estadounidenses patrullan ahora frente a las costas de China. El ascenso de China, dirigido por las elites, a potencia económica global ha engendrado desigualdades monumentales entre unos miles de nuevos multimillonarios y millonarios en lo alto de la pirámide y cientos de millones de empobrecidos trabajadores, campesinos y emigrantes en la base.
La rápida acumulación de riqueza y capital de China ha sido posible a través de una intensa explotación de sus trabajadores a los que se despojó de sus anteriores redes de seguridad social y condiciones reguladas de trabajo que el comunismo garantizaba. Millones de hogares chinos han quedado desposeídos a fin de promover a los promotores/especuladores inmobiliarios que se han dedicado después a construir oficinas de alto nivel y apartamentos de lujo para las elites internas y extranjeras. Esos rasgos brutales de ascendente capitalismo chino han creado una fusión entre la lucha de las masas por un lugar de trabajo y por un espacio para vivir que es mayor cada año. El eslogan de los promotores/especuladores de “hacerse rico es maravilloso” ha perdido su capacidad de engañar a la gente.
En 2011, había alrededor de 200.000 fábricas costeras urbanas que englobaban pueblos rurales. El próximo paso, que seguro se producirá, será la unificación de estas luchas en nuevos movimientos sociales nacionales con una agenda de clase exigiendo la restauración de los servicios educativos y sanitarios disfrutados bajo la era comunista así como una mayor porción de la riqueza de China. Las actuales demandas de mayores salarios pueden convertirse en demandas de mayor democracia en el lugar del trabajo. Para responder a estas demandas populares, los nuevos liberales compradores occidentalizados no pueden señalar hacia su “modelo” en el imperio estadounidense, donde sus trabajadores están inmersos en un proceso por el que les están despojando de los mismos beneficios que los trabajadores chinos están intentando recuperar.
China, asolada por un conflicto político y de profundización de los enfrentamientos de clase cada vez más profundo, no puede mantener su deriva hacia el liderazgo económico global. Las elites chinas no pueden afrontar la creciente amenaza militar imperial global de EEUU, con sus aliados compradores en la elite liberal interna, mientras en el país la sociedad está profundamente dividida con unas clases trabajadoras cada vez más hostiles. La época de explotación desenfrenada de la mano de obra china tiene que terminar para poder enfrentar el cerco militar estadounidense de China y el desbaratamiento económico de sus mercados en el exterior. China posee enormes recursos. Con más de 1.500 billones de dólares en reservas, China puede financiar un amplio programa sanitario y educativo nacional por todo el país.
China puede permitirse poner en marcha un “programa de vivienda pública” intensivo para los 250 millones de trabajadores que han emigrado del campo y que en la actualidad están viviendo en la miseria urbana. China puede imponer un sistema fiscal progresivo a sus nuevos multimillonarios y millonarios y financiar las pequeñas cooperativas agrícolas familiares y las industrias rurales a fin de reequilibrar la economía. Su programa de desarrollo de fuentes energéticas alternativas, como paneles solares y energía eólica, son un prometedor comienzo para abordar su grave contaminación medioambiental.
La degradación del medio ambiente y los problemas relacionados con la salud están ya preocupando a decenas de millones de chinos. En última instancia, la mejor defensa de China contra las invasiones imperiales es un régimen estable basado en la justicia social para cientos de millones y una política exterior de apoyo a los movimientos y regímenes antiimperialistas en el exterior, cuya independencia es de vital interés para China. Lo que se necesita es una política proactiva basada en empresas mixtas mutuamente beneficiosas, incluida la solidaridad militar y diplomática. Hay ya un grupo pequeño, aunque influyente, de intelectuales chinos que están planteando la cuestión de la creciente amenaza militar estadounidense y están “diciendo no a la diplomacia de las cañoneras” [9].
La China moderna cuenta con multitud de recursos y oportunidades de los que no disponía la China del siglo XIX, cuando se vio subyugada por el Imperio británico. Si EEUU prosigue intensificando su política agresiva militarista contra China, Pekín puede poner en marcha una seria crisis fiscal inundando el mercado con varios de sus cientos de miles de millones de dólares en bonos del Tesoro estadounidense. China, una potencia nuclear, debería contactar con su vecina Rusia, armada y amenazada por igual, para enfrentar y frustrar los belicosos comentarios de la secretaria de estado Hillary Clinton. El próximo presidente ruso Putin ha prometido incrementar el gasto militar del 3% al 6% del PIB en la próxima década para contrarrestar la ofensiva de bases de misiles de Washington en las fronteras de Rusia y truncar los programas de “cambio de régimen” de Obama contra sus aliados, como en el caso de Siria [10].
China tiene redes poderosas comerciales, financieras e inversiones por todo el planeta así como potentes socios económicos. Estos lazos se han convertido en algo esencial para el crecimiento continuado de muchos países en el mundo en desarrollo. Al enfrentarse a China, EEUU tendrá que enfrentar la oposición de muchas elites poderosas de mercado por todo el mundo. Pocos países o elites pensarían en vincular en el futuro sus fortunas con un imperio económicamente inestable y basado en el militarismo y en destructivas ocupaciones coloniales.
Es decir, la China moderna, como potencia mundial, es incomparablemente más fuerte que a principios del siglo XVIII. EEUU no tiene el apalancamiento colonial que el ascendente Imperio británico poseía en el período previo a las Guerras del Opio. Además, muchos intelectuales chinos y la inmensa mayoría de sus ciudadanos no tienen la intención de aceptar que los actuales “compradores occidentalizados” vendan el país. Nada aceleraría más la polarización política en la sociedad china y adelantaría la llegada de una segunda revolución social china que unos dirigentes pacatos sometiéndose a una nueva era de pillaje imperial de Occidente.
Notas:
[1] John Hobson, “The Eastern Origins of Western Civilization” (Cambridge UK: Cambridge University Press 2004).
[2] Ibid, Ch. 9 pp. 190-218.
[3] Ibid, Ch. 11, pp. 244-248.
[4] Richard Gott, “Britain’s Empire: Resistance, Repression and Revolt” (London: Verso 2011) for a detailed historical chronicle of the savagery accompanying Britain’s colonial empire.
[5] Hobson, pp. 253 – 256.
[6] Katrina Manson, “South Sudan puts Beijing’s policies to the test”, Financial Times, 21.02.201 2, p. 5.
[7] Interview of Clinton, NPR, 26.02.12.
[8] La Jornada, 15.02.2012 (Mexico City).
[9] China Daily (20.02.20 12).
[10] Charles Clover, “Putin vows huge boost in defense spending”, Financial Times, 12.02.2012.
Versión en inglés: http://www.palestinechronicle.com/view_article_details.php?id=19145
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Los estudios sobre la potencia mundial aparecen contaminados de la visión de los historiadores eurocéntricos, que distorsionaron e ignoraron el papel dominante que China jugó en la economía mundial entre 1100 y 1800. La brillante investigación histórica sobre la economía mundial a lo largo de ese período realizada por John Hobson [1] proporciona una abundancia de datos empíricos que defienden la superioridad económica y tecnológica de China sobre la civilización occidental durante buena parte del milenio referido antes de su conquista y decadencia en el siglo XIX.
La reaparición de China como potencia económica mundial plantea importantes preguntas sobre qué podemos aprender de su anterior auge y caída y sobre las amenazas externas e internas a las que puede enfrentarse esta superpotencia económica emergente en el futuro inmediato.
En primer lugar, vamos a trazar los contornos principales del auge histórico de China hasta su superioridad económica global sobre Occidente antes del siglo XIX siguiendo estrechamente el relato de John Hobson en The Eastern Origins of Western Civilization. Debido a que la mayoría de los historiadores económicos occidentales (liberales, conservadores y marxistas) han presentado a la China histórica como una sociedad estancada, atrasada y provinciana, un “despotismo a la oriental”, es preciso hacer ciertas detalladas correcciones. Y es especialmente importante subrayar cómo China, la potencia tecnológica mundial entre 1100 y 1800, hizo posible la aparición de Occidente. Fue solo tomando prestadas y asimilando las innovaciones chinas que Occidente pudo llevar a cabo la transición al capitalismo moderno y a las economías imperialistas.
En segundo lugar, analizaremos y discutiremos los factores y circunstancias que llevaron a la decadencia china en el siglo XIX y su consiguiente dominación, explotación y pillaje por parte de los países imperiales occidentales, primero Inglaterra y después Europa, Japón y los EEUU.
En tercer lugar, señalaremos brevemente los factores que llevaron a la emancipación china del dominio colonial y neocolonial y analizaremos su reciente auge hasta convertirse en la segunda mayor potencia económica global.
Finalmente, consideraremos las amenazas pasadas y presentes al auge de China como potencia económica global, subrayando los parecidos entre el colonialismo británico de los siglos XVIII y XIX y las actuales estrategias imperialistas de EEUU, centrándonos en las debilidades y fortalezas de las pasadas y presentes respuestas chinas.
China: Auge y consolidación como potencia global (1100-1800)
En un formato comparativo sistemático, John Hobson proporciona una abundancia de indicadores empíricos que demuestran la superioridad económica global de China sobre Occidente y, en particular, sobre Inglaterra. Estos son algunos de los hechos destacados:
- Ya en el año 1078, China era el mayor productor de acero (125.000 toneladas); mientras que Gran Bretaña produjo, en 1788, 76.000 toneladas. Y China estaba a la cabeza del mundo en innovaciones técnicas para la fabricación de textiles siete siglos antes de la “revolución textil” del siglo XVIII de Gran Bretaña.
- China era la principal nación en el sector comercial, con un comercio a larga distancia que llegaba hasta la mayor parte del Sur de Asia, África, Oriente Medio y Europa. La “revolución agrícola” y la productividad superaron las de Occidente hasta el siglo XVIII.
- Sus innovaciones en la producción de papel, imprenta, armas de fuego y herramientas la convirtieron en una superpotencia manufacturera cuyos productos se transportaban por todo el mundo a través del más avanzado sistema de navegación. China poseía el mayor número de barcos comerciales en el mundo. En 1588, los buques ingleses más grandes desplazaban alrededor de 400 toneladas, los de China 3.000 toneladas. Incluso hasta finales del siglo XVIII, los comerciantes chinos disponían de 130.000 buques privados de transporte, varias veces los de Gran Bretaña. China conservó su posición preeminente en la economía mundial hasta principios del siglo XIX.
- Los fabricantes británicos y europeos seguían el ejemplo de China, asimilando y adoptando sus más avanzadas tecnologías y estaban ansiosos por penetrar en el avanzado y lucrativo mercado chino.
- La banca, la economía con papel moneda estable, la industria manufacturera y los altos rendimientos en la agricultura hicieron que el ingreso per capita de China igualara el de Gran Bretaña en 1750.
La posición global dominante de China se vio desafiada por el auge del imperialismo británico, que había adoptado las avanzadas innovaciones tecnológicas, de navegación y mercado de China y otros países asiáticos a fin de eludir las primeras etapas para llegar a convertirse en una potencia mundial [2].
El imperialismo de Occidente y la decadencia de China
La conquista imperial británica y occidental del Oriente se basó en la naturaleza militarista del estado imperial, en sus no recíprocas relaciones económicas comerciales con los países de ultramar y en la ideología imperial occidental que motivó y justificó las conquistas en el exterior.
A diferencia de China, fue la política militar la que impulsó la revolución industrial británica y la expansión exterior. Según Hobson, durante el período 1688-1815, Gran Bretaña estuvo implicada en guerras durante el 52% de ese período [3]. Mientras que los chinos confiaban en sus mercados abiertos y en su producción superior y sofisticadas técnicas bancarias y comerciales, los británicos acudieron a la protección arancelaria, a la conquista militar, a la destrucción sistemática de empresas competitivas extranjeras, así como a la apropiación y saqueo de recursos locales. El predominio global chino se basaba en “beneficios recíprocos” con sus socios comerciales, mientras que Gran Bretaña dependía de ejércitos mercenarios de ocupación, de la represión salvaje y de la política de “divide y vencerás” para fomentar rivalidades locales. Frente a la resistencia de los nativos, los británicos (así como otras potencias imperiales occidentales) no dudaron en exterminar a comunidades enteras [4].
Incapaces de apoderarse del mercado chino a través de la competitividad económica, Gran Bretaña se apoyó en un poder militar brutal. Movilizó, armó y envió mercenarios, desde sus colonias en la India y más lugares para forzar a China a aceptar sus exportaciones e imponer tratados injustos con tarifas más bajas. Como consecuencia, China se vio inundada del opio británico producido en las plantaciones británicas en la India, a pesar de las leyes chinas que prohibían o regulaban la importación y venta de narcóticos. Los gobernantes chinos, acostumbrados desde hacía mucho tiempo a su superioridad manufacturera y comercial, no estaban preparados ante las “nuevas normas imperiales” para hacerse con el poder global. La disposición de Occidente a utilizar el poder militar para establecer colonias, saquear recursos y reclutar ejércitos inmensos de mercenarios dirigidos por oficiales europeos anunció el fin de China como potencia mundial.
China había basado su predominio económico en la “no interferencia en los asuntos internos de sus socios comerciales”. En cambio, los imperialistas británicos intervinieron violentamente en Asia, reorganizando las economías locales para ajustarlas a las necesidades del imperio (eliminando los competidores económicos, incluidos los más eficientes fabricantes indios del algodón) y se apropiaron del control del aparato político, económico y administrativo para establecer el estado colonial.
El imperio británico se construyó con los recursos saqueados a las colonias y mediante la militarización masiva de su economía [5]. Fue así como pudo afianzar la supremacía militar sobre China. La excesiva confianza de las elites gobernantes chinas en las relaciones comerciales obstaculizó su política exterior. Las elites de comerciantes y funcionarios chinos trataron de apaciguar a los británicos y convencer al emperador de que hiciera devastadoras concesiones extraterritoriales abriendo mercados en detrimento de los fabricantes chinos, a la vez que renunciaban a la soberanía local. Como siempre, los británicos favorecieron las revueltas y rivalidades internas desestabilizando aún más el país.
La penetración y colonización británica y occidental del mercado chino creó toda una nueva clase: Los “compradores” chinos ricos importaban productos británicos y facilitaban la apropiación de los mercados y recursos locales. El pillaje imperialista forzó la explotación, además de mayores impuestos, de las grandes masas de campesinos y trabajadores chinos. Los gobernantes de China se vieron obligados a pagar las deudas de la guerra y los déficits financieros comerciales impuestos por las potencias imperiales occidentales exprimiendo a su campesinado. Esto provocó hambre y revueltas entre los campesinos.
A primeros del siglo XX (menos de un siglo después de las Guerras del Opio), China había descendido de potencia económica mundial a convertirse en un destrozado país semicolonial con una inmensa población indigente. Los puertos principales estaban controlados por los funcionarios de las potencias occidentales y el campesinado estaba sometido al dominio de corruptos y brutales señores de la guerra. El opio británico esclavizó a millones de seres.
Los académicos británicos: Excelentes apologistas de la conquista imperial
Toda la profesión académica occidental –sobre todo los historiadores imperiales británicos- atribuyeron el dominio imperial británico de Asia a la “superioridad tecnológica” inglesa y la miseria y status colonial de China al “atraso oriental”, omitiendo cualquier mención al milenio de progreso y superioridad técnica y comercial de China hasta comienzos del siglo XIX. A finales de la década de 1920, con la invasión imperial japonesa, China dejó de existir como país unificado. Bajo la égida del dominio imperial, cientos de millones de chinos habían muerto de hambre o habían quedado desposeídos o masacrados. Toda la elite compradora “colaboracionista” china había quedado desacreditada a los ojos del pueblo chino.
Lo que quedó en la memoria colectiva de la gran masa del pueblo chino –totalmente ausente de los relatos de los prestigiosos académicos estadounidenses y británicos- fue la sensación de que China había sido en otro tiempo una potencia mundial próspera, dinámica e importante. Los comentaristas occidentales rechazaban esa memoria “colectiva” de la supremacía china como las locas pretensiones de una realeza y señores nostálgicos: la vana arrogancia Han.
China emerge de las cenizas de la humillación y el saqueo imperialistas: La revolución comunista china
El auge de la China moderna hasta convertirse en la segunda mayor economía mundial fue posible solo a través de los éxitos de la revolución comunista china de mediados del siglo XX. El Ejército Rojo de Liberación Popular derrotó primero al invasor ejército imperialista japonés y después al ejército nacionalista del Kuomintang, al que apoyaba el imperialismo estadounidense. Esto permitió reunificar China como estado soberano independiente. El gobierno comunista abolió los privilegios extraterritoriales de los imperialistas occidentales, puso fin a los feudos territoriales de los señores de la guerra y gángsteres regionales y expulsó a los millonarios propietarios de burdeles, a los traficantes de mujeres y drogas así como a otros “proveedores de servicios” al Imperio Europeo-Estadounidense.
La revolución comunista forjó el moderno estado chino en todos los sentidos. Los nuevos dirigentes procedieron entonces a reconstruir una economía arrasada por las guerras imperiales y saqueada por los capitalistas japoneses y occidentales. Después de 150 años de infamia y humillación, el pueblo chino recuperó su orgullo y dignidad nacionales. Los elementos socio-psicológicos eran esenciales para motivar a los chinos en la defensa de su país ante los ataques, sabotajes, boicots y bloqueos orquestados por EEUU inmediatamente después de su liberación.
A diferencia de lo que dicen los economistas neoliberales chinos y occidentales, el crecimiento dinámico de China no empezó en 1980. Empezó en 1950, cuando la reforma agraria proporcionó tierra, infraestructuras, créditos y asistencia técnica a cientos de millones de campesinos destituidos y trabajadores rurales sin tierras. Mediante lo que ahora se llama “capital humano” y una movilización social gigantesca, los comunistas construyeron carreteras, aeropuertos, puentes, canales y vías férreas así como industrias básicas, como la del carbón, hierro y acero, para formar la columna vertebral de la economía moderna china. Los inmensos sistemas sanitario y educativo gratuitos de la China comunista crearon una fuerza de trabajo saludable, educada y motivada.
Su ejército, altamente profesional, impidió que EEUU extendiera su imperio militar a través de la península de Corea hasta las fronteras territoriales chinas. Al igual que los académicos y propagandistas occidentales del pasado fabricaron una historia acerca de un imperio “estancado y decadente” para justificar sus destructivas conquistas, de la misma forma sus homólogos modernos han vuelto a escribir los primeros treinta años de la historia comunista china, negando el papel de la revolución en el desarrollo de todos los elementos esenciales para un estado, una sociedad y una economía modernas. Está claro que el rápido crecimiento económico de China se basó en el desarrollo de su mercado interno, en el rápido crecimiento de su equipo de científicos, técnicos y trabajadores bien formados y en la red de seguridad social que protegió y promovió la movilidad de la clase trabajadora y campesinado, todo ello producto de la planificación e inversiones chinas.
El auge de China como potencial global empezó en 1949 con la eliminación de las parásitas clases financieras, compradoras y especulativas que habían servido de intermediarias para los imperialistas europeos, japoneses y estadounidenses que despojaron a China de sus grandes riquezas.
La transición de China al capitalismo
A principios de 1980, el gobierno chino inició un cambio drástico en su estrategia económica: Durante las tres décadas siguientes, abrió el país a la inversión exterior a gran escala; privatizó miles de industrias y puso en marcha un proceso de concentración de la renta basado en una deliberada estrategia de recrear una clase económica dominante de multimillonarios vinculados a capitalistas extranjeros. La clase política gobernante china abrazó la idea de “prestar” conocimientos técnicos y el acceso a los mercados de ultramar de firmas extranjeras a cambio de proporcionar abundante mano de obra barata al coste más bajo.
El estado chino desvió subvenciones públicas masivas a promover un alto crecimiento capitalista desmantelando su sistema nacional de educación y sanidad públicas gratuitas. Acabaron con la vivienda pública subvencionada para cientos de millones de campesinos y trabajadores de fábricas urbanas y proporcionaron financiación a los especuladores inmobiliarios para la construcción de apartamentos privados de lujo y rascacielos de oficinas. La nueva estrategia capitalista de China, así como su crecimiento de dos dígitos, se basaron en los profundos cambios estructurales y en las masivas inversiones públicas del anterior gobierno comunista. El despegue del sector privado de China se llevó a cabo en base a los inmensos desembolsos públicos hechos a partir de 1949.
La nueva clase capitalista triunfante y sus colaboradores occidentales reclamaron todo el crédito posible para este “milagro económico” mientras China se convertía en la segunda mayor economía mundial. Estas nuevas elites chinas han estado menos dispuestas a anunciar el estatus de primera categoría de China a partir de las brutales desigualdades de clase, rivalizando solo con EEUU.
China: De la dependencia imperial al competidor mundial de primer orden
El sostenido crecimiento chino en el sector manufacturero fue consecuencia de inversiones públicas altamente concentradas, altos beneficios, innovaciones tecnológicas y un mercado interno protegido. Aunque el capital extranjero obtuvo beneficios, fue siempre dentro del marco de las prioridades y reglamentaciones estatales chinas. La dinámica del régimen de la “estrategia de exportación” ha creado inmensos excedentes comerciales, que finalmente han hecho de China uno de los mayores acreedores del mundo, especialmente de deuda estadounidense. Para mantener sus dinámicas industrias, China ha necesitado de entradas inmensas de materias primas, lo que ha motivado inversiones exteriores a gran escala y acuerdos comerciales con países exportadores de agro-minerales en África y Latinoamérica. En 2010, China desplazó a EEUU y Europa como principal socio comercial de muchos países de Asia, África y Latinoamérica.
El ascenso de la China moderna a potencia económica mundial, como su predecesora entre 1100 y 1800, se ha basado en su gigantesca capacidad productiva: el comercio y la inversión se han regido por una política de estricta no interferencia en las relaciones internas de sus socios comerciales. A diferencia de EEUU, China no inició guerras brutales por el petróleo; en cambio firmó contratos lucrativos. Y China no combatió guerras en interés de los chinos de ultramar, como EEUU ha hecho en Oriente Medio a favor de Israel.
El aparente desequilibrio entre el poder económico y militar de China contrasta de forma aguda con EEUU, donde un imperio militar inflado y parasitario continúa socavando su propia presencia económica global.
El gasto militar de EEUU es doce veces el de China. Cada vez más, el ejército de EEUU juega un papel clave a la hora de moldear la política en Washington mientras trata de debilitar el ascenso de China a potencia global.
El ascenso de China a potencia mundial: ¿se repetirá la historia a sí misma?
China ha estado creciendo a un 9% por año y sus productos y servicios están aumentando rápidamente en calidad y valor. En cambio, EEUU y Europa llevan revolcándose en un crecimiento 0% desde 2007 a 2012. El innovador establishment tecno-científico chino asimila rutinariamente los inventos más recientes de Occidente (y Japón) mejorándolos, rebajando por tanto los costes de producción.
China ha sustituido a las “instituciones financieras internacionales” controladas por EEUU y Europa (el FMI, el Banco Mundial, el Banco de Desarrollo Interamericano) como principal prestamista en Latinoamérica. China continúa estando a la cabeza como principal inversor en los recursos mineros y energéticos de África. China ha sustituido a EEUU como principal mercado para el petróleo iraní, sudanés y saudí y pronto sustituirá a EEUU como principal mercado para los productos petrolíferos venezolanos. En la actualidad, China es el mayor exportador y fabricante de manufacturas del mundo, dominando incluso el mercado estadounidense, mientras juega el papel de salvavidas financiero al poseer alrededor de 1.300 billones de dólares en bonos del Tesoro estadounidense.
Bajo las crecientes presiones de sus trabajadores y campesinos, los gobernantes chinos han estado desarrollando el mercado interno aumentando los salarios y el gasto social para reequilibrar la economía y evitar el espectro de la inestabilidad social. En cambio, los salarios y servicios públicos vitales de EEUU han disminuido de forma aguda en términos absolutos y relativos.
Teniendo en cuenta las tendencias históricas actuales, está claro que China sustituirá a EEUU como principal potencia económica mundial en la próxima década si el imperio estadounidense no contraataca y si las profundas desigualdades de clase chinas no provocan importantes agitaciones sociales.
El ascenso de la China moderna a potencia global enfrenta serios desafíos. A diferencia del histórico ascenso chino a nivel mundial del pasado, el poder económico global moderno chino no va acompañado de ninguna empresa imperialista. China ha quedado seriamente rezagada detrás de EEUU y Europa en cuanto a la capacidad agresiva de hacer la guerra. Quizá esto ha permitido a China dirigir recursos públicos a maximizar el crecimiento económico, pero ha dejado a China en situación vulnerable ante la superioridad militar estadounidense frente a su arsenal masivo, su red de bases de avanzada y sus posiciones geomilitares y estratégicas justo frente a la costa china y en los territorios colindantes.
En el siglo XIX, el imperialismo británico echó abajo la posición global china con su superioridad militar, apropiándose de los puertos chinos, debido a la confianza de China en su “superioridad mercantil”.
La conquista de la India, Birmania y la mayor parte de Asia permitió a los británicos establecer bases coloniales y reclutar ejércitos mercenarios locales. Los británicos y sus mercenarios aliados cercaron y aislaron a China, preparando el camino para perturbar los mercados chinos e imponer condiciones brutales a su comercio. La presencia armada del Imperio británico dictó lo que China tenía que importar (con el opio alcanzando el 50% de las exportaciones británicas en la década que se inició en 1850) mientras socavaban las ventajas competitivas de China a través de políticas arancelarias.
Hoy en día, EEUU está siguiendo políticas parecidas: La flota naval estadounidense patrulla y controla las rutas marítimas comerciales chinas y los recursos petroleros extraterritoriales a través de sus bases en el exterior. La Casa Blanca de Obama-Clinton está en proceso de desarrollar una respuesta militar rápida que implicará a sus bases en Australia, Filipinas y otros lugares de Asia. EEUU está intensificando sus esfuerzos para socavar el acceso exterior de China a los recursos estratégicos mientras se dedica a apoyar “bases” de separatistas e “insurgentes” en el oeste de China, Tibet, Sudán, Birmania, Irán, Libia, Siria y otros lugares.
Los acuerdos militares de EEUU con la India y la instalación de un régimen-títere acomodaticio en Pakistán han hecho avanzar su estrategia de aislar a China. Aunque China mantiene su política de “desarrollo armonioso” y “no interferencia en los asuntos internos de otros países”, se ha hecho a un lado cuando el imperialismo bélico europeo y estadounidense ha atacado a alguno de los socios comerciales de China con el objetivo fundamental de invertir la pacífica expansión comercial de China.
La carencia de una estrategia ideológica y política de China capaz de proteger sus intereses económicos en el exterior ha sido una invitación para que EEUU y la OTAN establecieran regímenes hostiles a China. El ejemplo más destacado es Libia, donde EEUU y la OTAN intervinieron para derrocar a un gobierno independiente dirigido por el presidente Gadafi, con quien China había firmado acuerdos comerciales e inversiones por valor multimillonario. Los bombardeos de ciudades, puertos e instalaciones petrolíferas por la OTAN obligaron a los chinos a retirar a 35.000 trabajadores de la construcción e ingenieros del petróleo chinos en cuestión de días.
Lo mismo sucedió en Sudán, donde China había invertido miles de millones para desarrollar su industria petrolera. EEUU, Israel y Europa armaron a los rebeldes de Sudán del Sur para interrumpir el flujo de petróleo y atacar a los trabajadores chinos en el sector [6]. En ambos casos, China permitió pasivamente que los imperialistas estadounidenses y europeos atacaran a sus socios comerciales y frenaran sus inversiones.
Bajo Mao Tse Tung, China tuvo una política activa de contención de la agresión imperial: Apoyaba a movimientos revolucionarios y a gobiernos del Tercer Mundo. En la actualidad, la China capitalista no tiene una política activa para apoyar gobiernos o movimientos capaces de proteger el comercio bilateral y los acuerdos de inversión de China. La política exterior de China está moldeada por grandes intereses comerciales, financieros y manufactureros que confían en el “aspecto económico competitivo” para conseguir cuotas de mercado y no entienden de bases militares y de seguridad del poder económico global.
La clase política china está profundamente influida por una nueva clase de multimillonarios con fuertes vínculos con los fondos de capital occidentales que han absorbido sin reparo los valores culturales occidentales. Esto queda ilustrado por su preferencia a enviar a sus propios hijos a las universidades de elite en EEUU y en Europa. Tratan de “acomodarse a Occidente” a cualquier precio. Esta falta de comprensión estratégica de la construcción del imperio militar les ha llevado a responder de forma ineficaz y ad hoc a cada acción imperialista que ha socavado su acceso a recursos y mercados.
Aunque la visión de China del “negocio primero” pudo haber funcionado cuando era un actor menor en la economía mundial y los constructores del imperio estadounidense veían la “apertura al capitalismo” como un oportunidad de hacerse fácilmente con las empresas públicas de China y saquear su economía, sin embargo, cuando China (a diferencia de la ex URSS) decidió retener los controles de capital y desarrollar una “política industrial” cuidadosamente calibrada, y bajo control estatal, dirigiendo el capital occidental y la transferencia de tecnología a las empresas estatales, que penetraron eficazmente en los mercados internos y exteriores de EEUU, Washington empezó a quejarse y a hablar de represalias.
Los inmensos excedentes comerciales de China con EEUU provocaron una respuesta dual de Washington: Vendió cantidades masivas de bonos del Tesoro estadounidense a los chinos y empezó a desarrollar una estrategia global para bloquear el avance chino. Como EEUU carecía de apalancamiento económico para revertir su decadencia, confió solo en su “ventaja comparativa”: su superioridad militar basada en un amplio sistema mundial de bases de ataque, una red de regímenes-clientes en el exterior, apoderados militares, ONG, intelectuales y mercenarios armados. Washington se volvió hacia su inmenso, secreto y clandestino aparato de seguridad para debilitar a los socios comerciales de China. Washington depende desde hace mucho tiempo de sus lazos con gobernantes corruptos, disidentes, periodistas y magnates de los medios para proporcionar la cobertura más poderosa propagandística mientras avanza en su ofensiva militar contra los intereses de China en el exterior.
China no tiene nada para competir con el “aparato de seguridad” de EEUU debido a que practica una política de “no interferencia”. Dado el avanzado estado de la ofensiva imperial occidental, China ha adoptado tan solo unas cuantas iniciativas diplomáticas, tales como financiar algunas cadenas de medios en lengua inglesa para presentar sus puntos de vista, utilizando su poder de veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para oponerse a los esfuerzos de EEUU para derrocar el régimen de Asad en Siria y oponerse a la imposición de sanciones drásticas contra Irán. Repudió severamente el vitriólico cuestionamiento de la secretaria de estado de EEUU Hillary Clinton acerca de la “legitimidad” del estado chino cuando votó contra la resolución de EEUU y la ONU preparando un ataque contra Siria [7].
Los estrategas militares chinos son más conscientes de la situación y se sienten alarmados ante la creciente amenaza militar hacia China. Han pedido, y se les ha aceptado, un 19% de incremento anual en el gasto militar para los próximos cinco años (2011-2015) [8]. Incluso con este incremento, los gastos militares de China serán menos de la quinta parte del presupuesto militar estadounidense y China no tiene ninguna base en el exterior en marcado contraste con las más de 750 instalaciones de EEUU por todo el mundo. Las operaciones de inteligencia chinas en el exterior son mínimas e ineficaces. Sus embajadas se ocupan de estrechos intereses comerciales y no entendieron en absoluto la brutal política de la OTAN para cambiar el régimen en Libia y no informaron a Pekín de su importancia para el estado chino.
Existen otras dos debilidades estructurales que socavan el ascenso de China como potencia mundial. Esto incluye a la muy “occidentalizada” intelligentsia, que se ha tragado sin sentido crítico la doctrina económica estadounidense sobre el libre mercado mientras pasan por alto su militarizada economía. Esos intelectuales chinos repiten como papagayos la propaganda de EEUU acerca de las “ virtudes democráticas ” de las multimillonarias campañas presidenciales a la vez que apoyan la desregulación financiera que habría llevado a Wall Street a apoderarse de los bancos y ahorros chinos. Muchos asesores empresariales y académicos chinos se han educado en EEUU y están influenciados por sus lazos con los académicos estadounidenses y las instituciones financieras internacionales directamente vinculadas con Wall Street y la City londinense.
Han prosperado como asesores bien remunerados que logran puestos prestigiosos en las instituciones chinas. Identifican la “liberalización de los mercados financieros” con las “economías avanzadas” capaces de profundizar los lazos con los mercados globales en lugar de ser una fuente importante de la actual crisis financiera global. Estos “intelectuales occidentalizados” son como sus homólogos los compradores del siglo XIX, que subestimaron y rechazaron las consecuencias a largo plazo de la penetración imperial occidental. Son incapaces de comprender cómo la desreglamentación financiera en EEUU fue lo que precipitó la actual crisis y cómo la desregulación va a llevar a que Occidente se apodere del sistema financiero chino, cuyas consecuencias redistribuirían los ahorros internos chinos en actividades no productivas (especulación inmobiliaria), precipitarían la crisis financiera y, en último término, socavarían la importante posición global de China.
Esos yuppies chinos imitan lo peor de los estilos de vida consumistas de Occidente, y sus puntos de vista políticos están influidos por esos estilos de vida e identidades occidentalizadas que excluyen cualquier sentido de solidaridad con su propia clase trabajadora.
Hay una base económica para los sentimientos pro-occidentales de los neocompradores chinos. Han transferido miles de millones de dólares a cuentas en bancos extranjeros, han comprado casas y apartamentos de lujo en Londres, Toronto, Los Ángeles, Manhattan, París, Hong Kong y Singapur. Solo tienen un pie en China (la fuente de su riqueza) y el otro en Occidente (donde consumen y esconden su riqueza).
Los compradores occidentalizados están profundamente empotrados en el sistema económico de China al tener vínculos familiares con los dirigentes políticos en el aparato del partido y el estado. Sus conexiones son más débiles en el ejército y en los crecientes movimientos sociales, aunque algunos estudiantes “disidentes” y activistas académicos de los “movimientos pro democracia” cuentan con el apoyo de las ONG imperiales de Occidente.
En la medida en que los compradores van ganando influencia, van debilitando las fuertes instituciones estatales económicas que han dirigido el ascenso chino a potencia global, al igual que hicieron en el siglo XIX actuando como intermediarios para el Imperio británico. Proclamando el “liberalismo” del siglo XIX, 50 millones de chinos se volvieron adictos al opio en menos de una década. Proclamando la “ democracia y los derechos humanos ” , las cañoneras estadounidenses patrullan ahora frente a las costas de China. El ascenso de China, dirigido por las elites, a potencia económica global ha engendrado desigualdades monumentales entre unos miles de nuevos multimillonarios y millonarios en lo alto de la pirámide y cientos de millones de empobrecidos trabajadores, campesinos y emigrantes en la base.
La rápida acumulación de riqueza y capital de China ha sido posible a través de una intensa explotación de sus trabajadores a los que se despojó de sus anteriores redes de seguridad social y condiciones reguladas de trabajo que el comunismo garantizaba. Millones de hogares chinos han quedado desposeídos a fin de promover a los promotores/especuladores inmobiliarios que se han dedicado después a construir oficinas de alto nivel y apartamentos de lujo para las elites internas y extranjeras. Esos rasgos brutales de ascendente capitalismo chino han creado una fusión entre la lucha de las masas por un lugar de trabajo y por un espacio para vivir que es mayor cada año. El eslogan de los promotores/especuladores de “hacerse rico es maravilloso” ha perdido su capacidad de engañar a la gente.
En 2011, había alrededor de 200.000 fábricas costeras urbanas que englobaban pueblos rurales. El próximo paso, que seguro se producirá, será la unificación de estas luchas en nuevos movimientos sociales nacionales con una agenda de clase exigiendo la restauración de los servicios educativos y sanitarios disfrutados bajo la era comunista así como una mayor porción de la riqueza de China. Las actuales demandas de mayores salarios pueden convertirse en demandas de mayor democracia en el lugar del trabajo. Para responder a estas demandas populares, los nuevos liberales compradores occidentalizados no pueden señalar hacia su “modelo” en el imperio estadounidense, donde sus trabajadores están inmersos en un proceso por el que les están despojando de los mismos beneficios que los trabajadores chinos están intentando recuperar.
China, asolada por un conflicto político y de profundización de los enfrentamientos de clase cada vez más profundo, no puede mantener su deriva hacia el liderazgo económico global. Las elites chinas no pueden afrontar la creciente amenaza militar imperial global de EEUU, con sus aliados compradores en la elite liberal interna, mientras en el país la sociedad está profundamente dividida con unas clases trabajadoras cada vez más hostiles. La época de explotación desenfrenada de la mano de obra china tiene que terminar para poder enfrentar el cerco militar estadounidense de China y el desbaratamiento económico de sus mercados en el exterior. China posee enormes recursos. Con más de 1.500 billones de dólares en reservas, China puede financiar un amplio programa sanitario y educativo nacional por todo el país.
China puede permitirse poner en marcha un “programa de vivienda pública” intensivo para los 250 millones de trabajadores que han emigrado del campo y que en la actualidad están viviendo en la miseria urbana. China puede imponer un sistema fiscal progresivo a sus nuevos multimillonarios y millonarios y financiar las pequeñas cooperativas agrícolas familiares y las industrias rurales a fin de reequilibrar la economía. Su programa de desarrollo de fuentes energéticas alternativas, como paneles solares y energía eólica, son un prometedor comienzo para abordar su grave contaminación medioambiental.
La degradación del medio ambiente y los problemas relacionados con la salud están ya preocupando a decenas de millones de chinos. En última instancia, la mejor defensa de China contra las invasiones imperiales es un régimen estable basado en la justicia social para cientos de millones y una política exterior de apoyo a los movimientos y regímenes antiimperialistas en el exterior, cuya independencia es de vital interés para China. Lo que se necesita es una política proactiva basada en empresas mixtas mutuamente beneficiosas, incluida la solidaridad militar y diplomática. Hay ya un grupo pequeño, aunque influyente, de intelectuales chinos que están planteando la cuestión de la creciente amenaza militar estadounidense y están “diciendo no a la diplomacia de las cañoneras” [9].
La China moderna cuenta con multitud de recursos y oportunidades de los que no disponía la China del siglo XIX, cuando se vio subyugada por el Imperio británico. Si EEUU prosigue intensificando su política agresiva militarista contra China, Pekín puede poner en marcha una seria crisis fiscal inundando el mercado con varios de sus cientos de miles de millones de dólares en bonos del Tesoro estadounidense. China, una potencia nuclear, debería contactar con su vecina Rusia, armada y amenazada por igual, para enfrentar y frustrar los belicosos comentarios de la secretaria de estado Hillary Clinton. El próximo presidente ruso Putin ha prometido incrementar el gasto militar del 3% al 6% del PIB en la próxima década para contrarrestar la ofensiva de bases de misiles de Washington en las fronteras de Rusia y truncar los programas de “cambio de régimen” de Obama contra sus aliados, como en el caso de Siria [10].
China tiene redes poderosas comerciales, financieras e inversiones por todo el planeta así como potentes socios económicos. Estos lazos se han convertido en algo esencial para el crecimiento continuado de muchos países en el mundo en desarrollo. Al enfrentarse a China, EEUU tendrá que enfrentar la oposición de muchas elites poderosas de mercado por todo el mundo. Pocos países o elites pensarían en vincular en el futuro sus fortunas con un imperio económicamente inestable y basado en el militarismo y en destructivas ocupaciones coloniales.
Es decir, la China moderna, como potencia mundial, es incomparablemente más fuerte que a principios del siglo XVIII. EEUU no tiene el apalancamiento colonial que el ascendente Imperio británico poseía en el período previo a las Guerras del Opio. Además, muchos intelectuales chinos y la inmensa mayoría de sus ciudadanos no tienen la intención de aceptar que los actuales “compradores occidentalizados” vendan el país. Nada aceleraría más la polarización política en la sociedad china y adelantaría la llegada de una segunda revolución social china que unos dirigentes pacatos sometiéndose a una nueva era de pillaje imperial de Occidente.
Notas:
[1] John Hobson, “The Eastern Origins of Western Civilization” (Cambridge UK: Cambridge University Press 2004).
[2] Ibid, Ch. 9 pp. 190-218.
[3] Ibid, Ch. 11, pp. 244-248.
[4] Richard Gott, “Britain’s Empire: Resistance, Repression and Revolt” (London: Verso 2011) for a detailed historical chronicle of the savagery accompanying Britain’s colonial empire.
[5] Hobson, pp. 253 – 256.
[6] Katrina Manson, “South Sudan puts Beijing’s policies to the test”, Financial Times, 21.02.201 2, p. 5.
[7] Interview of Clinton, NPR, 26.02.12.
[8] La Jornada, 15.02.2012 (Mexico City).
[9] China Daily (20.02.20 12).
[10] Charles Clover, “Putin vows huge boost in defense spending”, Financial Times, 12.02.2012.
Versión en inglés: http://www.palestinechronicle.com/view_article_details.php?id=19145
viernes, 9 de marzo de 2012
Subte: Confirman que los trenes chinos son para la línea A
Los dos nuevos trenes CITIC, fabricados en China y que llegarían a mediados de año al país, serán destinados a la línea A. Además, se planea el cambio de tensión a 1500 VCC para fin de año junto con la inauguración de la cochera y de las nuevas estaciones.
Los dos trenes CITIC que se encuentran en viaje hacia Buenos Aires serán destinados a la línea A. Así fue confirmado por el ministro Julio De Vido.
En ese sentido, el previsto cambio de tensión de 1100 a 1500 volts de corriente contínua (VCC) se realizaría a fin de año luego de que lleguen los cinco trenes previstos en el primer tramo de la compra de 279 coches. Para ese entonces, se prevé que toda la flota de coches Fiat Materfer haya sido transferida a la línea A para reemplazar a los coches La Brugeoise que cumplirían en 2013 sus 100 años de servicio, aunque hasta ahora no se informó sobre un plan de preservación de dichas unidades. Al mismo tiempo se inaugurarían las estaciones San José de Flores y San Pedrito junto a la cochera Nazca, que aliviará enormemente al taller Polvorín y evitará que los trenes de la A deban guardarse o repararse allí.
El interrogante que plantea esta serie de cambios es qué ocurrirá con la flota de la línea D, que en 2012 superará los 350.000 pasajeros transportados por dia, cuando se transfieran a la A los Fiat Materfer que le quedan. Hasta el momento existe una licitación en marcha para ampliar la cochera Pedraza para guardar formaciones nuevas, pero dicha obra tiene un plazo de dos años a partir de su inicio previsto para agosto y por el momento la compra de coches adicionales para la D no fue licitada.
Fuente: http://www.enelsubte.com/noticias/confirman-los-trenes-chinos-son-la-linea-1750
Los dos trenes CITIC que se encuentran en viaje hacia Buenos Aires serán destinados a la línea A. Así fue confirmado por el ministro Julio De Vido.
En ese sentido, el previsto cambio de tensión de 1100 a 1500 volts de corriente contínua (VCC) se realizaría a fin de año luego de que lleguen los cinco trenes previstos en el primer tramo de la compra de 279 coches. Para ese entonces, se prevé que toda la flota de coches Fiat Materfer haya sido transferida a la línea A para reemplazar a los coches La Brugeoise que cumplirían en 2013 sus 100 años de servicio, aunque hasta ahora no se informó sobre un plan de preservación de dichas unidades. Al mismo tiempo se inaugurarían las estaciones San José de Flores y San Pedrito junto a la cochera Nazca, que aliviará enormemente al taller Polvorín y evitará que los trenes de la A deban guardarse o repararse allí.
El interrogante que plantea esta serie de cambios es qué ocurrirá con la flota de la línea D, que en 2012 superará los 350.000 pasajeros transportados por dia, cuando se transfieran a la A los Fiat Materfer que le quedan. Hasta el momento existe una licitación en marcha para ampliar la cochera Pedraza para guardar formaciones nuevas, pero dicha obra tiene un plazo de dos años a partir de su inicio previsto para agosto y por el momento la compra de coches adicionales para la D no fue licitada.
Fuente: http://www.enelsubte.com/noticias/confirman-los-trenes-chinos-son-la-linea-1750
De Vido prometió por enésima vez la compra de trenes a China
El ministro de Planificación, Julio De Vido, prometió una vez más la compra de 45 coches a China para la línea A, cuyo contrato fue firmado y anunciado por primera vez hace 8 años. Además, defendió la gestión del ex secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi.
El ministro de Planificación, Julio De Vido, prometió una vez más la compra de 45 coches a China para la línea A, cuyo contrato fue firmado y anunciado por primera vez hace 8 años. Además, defendió la gestión del ex secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi.
El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido prometió este jueves y por enésima vez la compra de 45 coches a China para la línea A. La promesa de De Vido fue formulada en el acto de asunción del nuevo secretario de Transporte Alejandro Ramos, quien reemplazará al renunciante Juan Pablo Schiavi, sin tener en consideración que al menos dos de esos trenes ya se encuentran fabricados y en proceso de embarque hacia la Argentina. Incluso la cadena Telesur, auspiciada por el gobierno de Venezuela con el que De Vido trazó fuertes vínculos comerciales, se hizo eco de dicha noticia que no fue retomada por ninguna voz oficial desde que se emitió a mediados de enero.
La promesa de compra de trenes chinos ya había sido formulada por primera vez en noviembre de 2004, cuando el entonces presidente Néstor Kirchner firmó convenios de inversión con China por 20.000 millones de dólares. En 2008 fue retomada por el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, quien firmó una serie de actas en la Casa Rosada con empresarios chinos: por esta operación, Jaime tiene una causa inciada por diputados de la Coalición Cívica por el supuesto pago de sobreprecios gracias a un informe de enelSubte.com. En dicha causa, cuya instrucción quedó a cargo del juez Norberto Oyarbide, se presentó como material de prueba una serie de correos electrónicos en donde el secretario de Jaime, Manuel Vázquez, se mostraba alarmado por el valor que se pedía por los coches. Este material fue desestimado por Oyarbide a fines de febrero tras considerar que se había violado la cadena de custodia de la prueba, por lo que no podría segurarse que esta no hubiese sido alterada.
Otro eslabón de la larga cadena de promesas chinas lo constituyó la frustrada visita al país asiático, en febrero de 2010, de Cristina Fernádez de Kirchner en plena crisis política por el uso de las reservas del Banco Central para pagar deuda externa. Sin embargo la Presidenta firmó en marzo un decreto en el que autorizaba el pago del anticipo por los primeros 45 coches, y visitó China en julio de 2010 con De Vido y Schiavi quienes nuevamente firmaror los mismos contratos que ya habían sido firmados por Jaime dos años atrás. También prometieron "frecuencias de 45 segundos" para la línea A sin siquiera reparar en que el sistema de señales ATP, cuya instalación fue gestionada por su propio Ministerio durante 2008, permite un intervalo máximo de 90 segundos.
Fuente: http://www.enelsubte.com/noticias/vido-prometio-enesima-vez-la-compra-trenes-china-1821
El ministro de Planificación, Julio De Vido, prometió una vez más la compra de 45 coches a China para la línea A, cuyo contrato fue firmado y anunciado por primera vez hace 8 años. Además, defendió la gestión del ex secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi.
El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido prometió este jueves y por enésima vez la compra de 45 coches a China para la línea A. La promesa de De Vido fue formulada en el acto de asunción del nuevo secretario de Transporte Alejandro Ramos, quien reemplazará al renunciante Juan Pablo Schiavi, sin tener en consideración que al menos dos de esos trenes ya se encuentran fabricados y en proceso de embarque hacia la Argentina. Incluso la cadena Telesur, auspiciada por el gobierno de Venezuela con el que De Vido trazó fuertes vínculos comerciales, se hizo eco de dicha noticia que no fue retomada por ninguna voz oficial desde que se emitió a mediados de enero.
La promesa de compra de trenes chinos ya había sido formulada por primera vez en noviembre de 2004, cuando el entonces presidente Néstor Kirchner firmó convenios de inversión con China por 20.000 millones de dólares. En 2008 fue retomada por el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, quien firmó una serie de actas en la Casa Rosada con empresarios chinos: por esta operación, Jaime tiene una causa inciada por diputados de la Coalición Cívica por el supuesto pago de sobreprecios gracias a un informe de enelSubte.com. En dicha causa, cuya instrucción quedó a cargo del juez Norberto Oyarbide, se presentó como material de prueba una serie de correos electrónicos en donde el secretario de Jaime, Manuel Vázquez, se mostraba alarmado por el valor que se pedía por los coches. Este material fue desestimado por Oyarbide a fines de febrero tras considerar que se había violado la cadena de custodia de la prueba, por lo que no podría segurarse que esta no hubiese sido alterada.
Otro eslabón de la larga cadena de promesas chinas lo constituyó la frustrada visita al país asiático, en febrero de 2010, de Cristina Fernádez de Kirchner en plena crisis política por el uso de las reservas del Banco Central para pagar deuda externa. Sin embargo la Presidenta firmó en marzo un decreto en el que autorizaba el pago del anticipo por los primeros 45 coches, y visitó China en julio de 2010 con De Vido y Schiavi quienes nuevamente firmaror los mismos contratos que ya habían sido firmados por Jaime dos años atrás. También prometieron "frecuencias de 45 segundos" para la línea A sin siquiera reparar en que el sistema de señales ATP, cuya instalación fue gestionada por su propio Ministerio durante 2008, permite un intervalo máximo de 90 segundos.
Fuente: http://www.enelsubte.com/noticias/vido-prometio-enesima-vez-la-compra-trenes-china-1821
De qué se ríen los que aplauden
Por Ricardo Cirielli SINDICALISTA - Diario Clarín
Siento indignación entre otras cosas al ver como, en cualquier evento, homenaje, asunción, en los actos oficiales se aplaude y se ríe sin saber por qué . Si se anuncia la suspensión o la incorporarcion de vuelos a las islas Malvinas (aunque sea lo contrario) ellos aplauden. Si “ella” declara la paz o la guerra ellos aplauden y sonríen. Si “ella” ningunea a un funcionario ellos aplauden y sonríen (hasta el ninguneado). Si “ella” hace lo contrario a lo que hizo “el”, ellos aplauden y sonríen.
En la Asunción del secretario de Transporte ocurrió lo mismo , cuando por respeto a las víctimas debieron hacer un minuto de silencio .
¿Qué aplaudían y ovacionaban? ¿A Schiavi? ¿A Jaime? ¿Las exitosas gestiones en las áreas del transporte? ¿El despilfarro de Aerolíneas? ¿Que hubo sólo 51 víctimas? ¿Festejaban al responsable de todos los problemas del transporte, el ex secretario Schiavi? Así, lamentablemente no somos ni nos consideran un país en serio.
La soberbia tiene una sola dirección . Cuanto más se avanza, más lejos de la realidad se está.
Los aplaudidores oficiales me recuerdan al show de Dick Van Dyke o -para los más jóvenes- a Friends, donde acompañan los chistes con carcajadas y aplausos . La diferencia es que en caso se trata de ficción y en el otro, parte de nuestra realidad.
Pero la coincidencia es que ambas son comedias de entretenimiento . “Ella” es la “Dick Van Dyke” del subdesarrollo.
Siento indignación entre otras cosas al ver como, en cualquier evento, homenaje, asunción, en los actos oficiales se aplaude y se ríe sin saber por qué . Si se anuncia la suspensión o la incorporarcion de vuelos a las islas Malvinas (aunque sea lo contrario) ellos aplauden. Si “ella” declara la paz o la guerra ellos aplauden y sonríen. Si “ella” ningunea a un funcionario ellos aplauden y sonríen (hasta el ninguneado). Si “ella” hace lo contrario a lo que hizo “el”, ellos aplauden y sonríen.
En la Asunción del secretario de Transporte ocurrió lo mismo , cuando por respeto a las víctimas debieron hacer un minuto de silencio .
¿Qué aplaudían y ovacionaban? ¿A Schiavi? ¿A Jaime? ¿Las exitosas gestiones en las áreas del transporte? ¿El despilfarro de Aerolíneas? ¿Que hubo sólo 51 víctimas? ¿Festejaban al responsable de todos los problemas del transporte, el ex secretario Schiavi? Así, lamentablemente no somos ni nos consideran un país en serio.
La soberbia tiene una sola dirección . Cuanto más se avanza, más lejos de la realidad se está.
Los aplaudidores oficiales me recuerdan al show de Dick Van Dyke o -para los más jóvenes- a Friends, donde acompañan los chistes con carcajadas y aplausos . La diferencia es que en caso se trata de ficción y en el otro, parte de nuestra realidad.
Pero la coincidencia es que ambas son comedias de entretenimiento . “Ella” es la “Dick Van Dyke” del subdesarrollo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)