Para Europa, desde hoy son británicas
Por Lucas Colonna LA NACION
El gobierno de Cristina Kirchner reclamó formalmente ayer a los 27 países que conforman la Unión Europea (UE) por la inclusión de las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y del sector antártico argentino en el tratado europeo de Lisboa que empezará a regir hoy.
La disputa por el archipiélago que condiciona la relación entre la Argentina y el Reino Unido abrió, de este modo, un capítulo de tensión diplomática con uno de los bloques comerciales y políticos más importantes del mundo.
Finalmente, después de varios años de negociaciones, las islas fueron incorporadas con bandera británica al tratado de Lisboa, que reemplaza a la frustrada Constitución europea. Por instrucción de la Presidenta, la Cancillería hizo llegar a los ministerios de Relaciones Exteriores de las naciones europeas que conforman la UE una nota de protesta en la cual se expresa el "rechazo" a la medida.
El vicecanciller, Victorio Taccetti, fue el encargado de hacer conocer el planteo argentino, que incluyó, además, la reiteración de la "irrenunciable e indeclinable" soberanía nacional sobre esos territorios. "Hemos hecho planteos ante la UE y ante los demás países. En todos los casos, se hizo saber que no reconocemos esa previsión del Tratado de Lisboa. Lo que se hizo es refirmar la posición indeclinable e irrenunciable de soberanía que tenemos sobre esos territorios. El tratado debería haber indicado, como mínimo, que hay una disputa de soberanía en marcha", dijo Taccetti a LA NACION.
La queja argentina se expresó por medio de una nota diplomática. Allí, el Gobierno rechazó ante las instituciones y los Estados miembros de la Unión Europea la inclusión de partes del territorio nacional argentino en la lista de países y territorios a los que se aplica el régimen de asociación de los países y territorios de ultramar del tratado. "El gobierno argentino requiere que las autoridades de la Unión Europea y sus Estados miembros tengan en cuenta que los territorios argentinos se encuentran en una situación especial, que difiere de aquella en que se encuentran los demás países y territorios de ultramar, pues su futuro está indisolublemente vinculado con la solución de la disputa de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido", dijo la Cancillería en un comunicado oficial.
El camino que siguió Europa para llegar al tratado fue por demás accidentado. El texto fundacional fue firmado por los líderes de los 27 países que conforman la Unión Europea el 13 de diciembre de 2007, con la intención de sustituir una Constitución de la Unión Europea que fue rechazada por los votantes franceses y holandeses en 2005. Y hoy, luego de una ceremonia en la que participarán las máximas autoridades de la UE y de Portugal, entrará en vigor (ver aparte).
El capítulo conflictivo para la Argentina se encuentra en su anexo número dos, denominado Asociación de los Países y Territorios de Ultramar. Allí, el Reino Unido incluyó como propios a las Malvinas y a parte del territorio antártico. Esto fue avalado por los demás miembros de la UE que suscriben el tratado, pese a que algunos de ellos reconozcan en los foros multilaterales la existencia de una disputa de soberanía.
"Lo que queda de manifiesto en el tratado es la posición del Reino Unido", graficó Taccetti.
De todos modos, desde el gobierno nacional intentaron minimizar ayer el impacto que podría tener el reconocimiento europeo a las pretensiones británicas en el reclamo argentino de soberanía. "Nuestra posición queda salvaguardada a partir de la queja formal. La Argentina, además, aprovechará todos los foros multilaterales para redoblar su posición. Nuestros derechos están salvaguardados con la manifestación que hemos hecho", explicó el vicecanciller.
En el Gobierno reconocen que el tratado abre un capítulo de tensión con la Unión Europea, justo en momentos en que la Argentina y España tomaron el compromiso de renovar el impulso de las relaciones políticas y económicas entre el Viejo Continente y la región. Ese compromiso, incluso, fue suscripto durante una visita a Buenos Aires de la vicepresidenta del gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega. "Esto es un tema entre la UE como bloque y la Argentina. No es lo mejor en este contexto", reconoció el vicecanciller Taccetti.
Hoja de ruta
-El planteo diplomático: El gobierno de Cristina Kirchner reclamó a los 27 países que conforman la UE la inclusión de las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, y del sector antártico argentino, en el tratado europeo de Lisboa que hoy entra en vigor.
-El Tratado de Lisboa: Las islas fueron incorporadas con bandera británica en el tratado, que reemplaza a la frustrada Constitución europea. Básicamente, se reconocen las pretensiones británicas sobre esos territorios, que se encuentran en disputa de soberanía.
-Un nuevo frente: La queja argentina se expresó por medio de una nota diplomática remitida a las cancillerías de las naciones europeas. La disputa por el archipiélago que condiciona la relación bilateral entre la Argentina y el Reino Unido abrió, así, un capítulo de tensión diplomática con uno de los bloques comerciales y políticos más importantes del mundo.
Fuente: Diario La Nación
Comentario:
Como podemos ver, hacia donde va nuestra madre patría...además, pensar en Francia como proveedor de materiales para la defensa es una utopia, si existe la posibilidad de un agravamiento y tensiones por el conflicto Malvinas con los colonialistas británicos, ya sabemos como actuaran...casi con seguridad imponiéndonos un embargo de armamentos, como ya lo han hecho...
Estamos solos por nuestros derechos, contra el mundo...el secretario de la ONU, se mira el ombligo y los países de América, en lugar de aislar a las Malvinas, solo le interesas los beneficios de esa corrupta neocolonia norteamericana.