Con la perseverancia y la exquisitez de un artesano, Osvaldo Bessia es el creador del Biscayne, un fiel exponente de diseño y performance. La curiosidad lo atrapó cuando se dio cuenta de que aquellos autos que veía en la pantalla no eran todos iguales. Si los observaba en detalle, encontraba algunas sutiles diferencias. Miró la película una y cien veces hasta que descubrió que esos autos, supuestamente Cobra originales, que chocaban unos con otros, no eran verdaderos… Eran réplicas.
A partir de ahí una idea se adueñó de él y no cedería hasta concretarla. Con toda pasión, Osvaldo Bessia se abocó a la tarea de fabricar su propio modelo, inspirado en aquellas imágenes que había visto en una vieja película de cine norteamericano. En el año 1989 empezó a desarrollar el proyecto. Desplegó planos y dibujos y luego en el garaje de su casa empezó a armar la matriz de yeso trabajando de 4 a 6 horas diarias, dejando un poco de lado sus habituales actividades.
Previamente había armado una maqueta del auto con fósforos, lo cual demostró su paciencia y tesón para embarcarse en tan ardua tarea. Mirando fotografías e imágenes del Cobra, moldeó el yeso realizando más que una obra de yesería, una verdadera escultura. Dos años duró la gestación de su diseño. Una vez que tuvo la matriz, incorporó el motor, la carrocería y -entre otras cosas- el tablero, los asientos, las ópticas, la caja, el tanque de combustible, el volante; luego lo tapizó, lo pintó y… había nacido el Biscayne.
Un auto deportivo color celeste metalizado de formas redondeadas veía la luz por primera vez. El nombre se le presentó sin muchas vueltas. En una oportunidad en que debió viajar a Florida para comprar algunos motores se alojó en uno de los cayos del estado bañado por las aguas del Atlántico: Key Biscayne. De regreso no sólo trajo los motores, sino también su nueva marca registrada.
Pero ser el creador del Biscayne no fue la primera experiencia de Bessia con el mundo del automóvil. Además de ser un hábil corredor de la categoría Sport Velocidad, su pasión por los autos no pasaba solo por la velocidad. Su alma de artesano había nacido unos años atrás cuando fabricaba, allá por 1979, la réplica del modelo Lotus Seven junto con su querido socio Edgardo Boschi.
Pero en el año 90, en plena maduración del Biscayne, vendió la representación a Néstor Salerno, quien hoy sigue fabricando el Lotus. El modelo Biscayne tiene una estructura de caño cuadrado y aluminio, mientras que la carrocería es de fibra de vidrio con refuerzos en fibra de carbón. Es importado el motor, la caja, el diferencial, las llantas, los frenos, el tanque de combustible, el radiador y el instrumental. El motor es Ford V8 de 351 pulgadas cúbicas, preparado por Motorsport.
Todo lo que no es traído de otro país, como el tablero, los asientos, la carrocería, el chasis y las luces, lo fabrica él o es proveído por fabricantes nacionales. Ocho asistentes, instruidos por Bessia, realizan el armado y controlan obsesivamente cada detalle para que el resultado final sea impecable. La carrocería en sí misma es una unidad.
La forma de construcción es idéntica a la de los autos antiguos: la carrocería es totalmente independiente del chasis.
Aquella primera idea no quedaría en el olvido. Haciendo honor al vapuleado refrán "persevera y triunfarás" Bessia abandonó sus antiguas actividades para dedicarse de lleno a esta nueva pasión y fabricó, a lo largo de siete años, un total de 67 autos, la mayoría de motor V8.
El valor de un auténtico Biscayne by Bessia es de $ 26.000 más IVA y tarda aproximadamente 90 días desde que el cliente lo encarga hasta la entrega, previo haberle ganado la batalla a los trámites burocráticos. Hoy en día, la legislación es muy engorrosa y no se le hace fácil a quien produce fuera de fábrica. Pero, sin duda que este sistema tiene sus ventajas. Un entusiasta de los autos sport puede armar su auto "a medida" con la excelencia de un producto muy artesanal.
Más que un fabricante de autos, Osvaldo Bessia se convirtió en el padre de los Biscayne, un exclusivo modelo artesanal con la más avanzada tecnología automotriz y un original diseño. Los entendidos sabrán apreciar.
Ficha técnica:
Motor: Ford V8 Motorsport de 351 pulgadas de 5.8 Litros que eroga 365 HP
Carburador: 4 bocas
Embrague: Center Force
Caja: Tremec 5 velocidades overdrive
Frenos: Disco en las cuatro ruedas servoasistido
Marco/chasis: chasis realizado en caño de sección cuadrada de 2 mm de espesor, forrado en aluminio con sistema M.I.G.
Dirección: a cremallera
Cubiertas: de 255 x 55 x 17 atrás y 235 x 55 x 17 adelante
Tapizado: de cuero y buclé acrílico resistente al agua
Carrocería: realizada en PRF innífugo con insertos en fibra de carbono
Tablero: RPM, KM, VOLT, FUEL, TEMP y PRESS OIL marca Autometer
Aceleración: 0 a 100 Km: 6,5 seg
Velocidad máxima: 250 km/h
Distancia entre ejes: 2.30 m
Trocha: 1.57 m
Peso total en orden de marcha: 920 kg
Capacidad tanque de nafta: 55 lt
Pintura: poliuretánica
Producción anual:
Año 1990: 4 de 4 cilindros y 1 de 8 cilindros
Año 1991: 2 de 4 cilindros, 4 de 6 cilindros y 2 de 8 cilindros
Año 1992: 2 de 4 cilindros, 2 de 6 cilindros y 4 de 8 cilindros
Año 1993: 3 de 4 cilindros, 3 de 6 cilindros y 3 de 8 cilindros
Año 1994: 1 de 4 cilindros, 1 de 6 cilindros y 5 de 8 cilindros
Año 1995: 1 de 4 cilindros, 2 de 6 cilindros y 4 de 8 cilindros
Año 1996: 1 de 6 cilindros y 6 de 8 cilindros
Año 1997: 1 de 4 cilindros, 4 de 6 cilindros y 3 de 8 cilindros
Año 1998: 1 de 4 cilindros, 2 de 6 cilindros y 5 de 8 cilindros
Todos construidos en un hangar del Aeropuerto Internacional de Don Torcuato, Provincia de Buenos Aires, República Argentina.