(Infodefensa.com) - Por Gustavo Eduardo Andrés Saralegui, Buenos Aires
Frente
a la posibilidad que los resultados de los comicios para legisladores nacionales
del 27 de octubre de 2013, no permitan mantener el número de legisladores
necesarios para aprobar sin modificaciones esenciales el presupuesto nacional
para el año 2014, la actual administración decido dar muestras de una alta
eficiencia en la resolución de trámites parlamentarios y el 26 de septiembre,
logró la aprobación del mismo.
El Presupuesto contempla una cifra global de 859,5 mil millones de pesos. En
comparación al proyecto de ley 2013 significa un incremento de 36,73%, respecto
a los 628, 6 mil millones del año 2013. La jurisdicción Defensa tiene
comprometido un gasto de 35,1 mil millones de pesos. Si se compara con el 2013
supone un aumento nominal del 33,41% (2013 = 26,31 mil millones). La cartera de
Defensa participa con el 4,08% del presupuesto nacional (ver Cuadro Nº 1 y
2).
De no tener una real comprensión de la situación que vive Argentina, las
cifras de incremento asombrarían al mundo de la Defensa y posiblemente
evaluarían que cursos de acción llevan al gobierno argentino a volcar tanto
gasto en el sector. Pero la realidad y la relación proporcional que mantiene
Defensa respecto al presupuesto global, reflejan que el gran problema actual de
Argentina, proviene de la inflación que devora el valor de la moneda con el paso
del tiempo y no de una amenaza militar o presión política internacional, que
moviliza medios en función de fines. El gobierno ha dejado de apreciar el peso,
devaluando con frecuencia para acompañar la fuerte apreciación local de la
moneda estadounidense. Hoy se presenta un mercado cambiario de divisas
desdoblado, con un dólar oficial que al 18/10/2013 era equivalente a 5,85 pesos
y uno paralelo y libre que alcanza los 10 pesos para adquirir un dólar
billete.
A los fines prácticos y tomando el 2012 como referencia para este análisis,
el presupuesto del 2014 a pesos constantes del 2012 es un 10,85% mayor que el
del año pasado. En dólares es de 6.000.541.842 frente a los 5.342.553.589 del
lapso 2013. El incremento fue de 12,3%. En moneda dura no deja de ser un aumento
significativo, pero el mismo es producto de actualizaciones salariales, no de
inversiones reales directas y por sobre todo de un peso que si bien no está
apreciado como antes, tampoco sigue una relación acorde a la emisión monetaria.
Influye en este ritmo de depreciación de la moneda local, la intención de no
desvirtuar las relaciones de intercambio comercial, por tanto el peso no se
devalúa aún más para no disparar los índices de precios.
Al observar la
información suministrada por el Banco Central de la República Argentina, al
18/10/2013 se observa que los Pasivos Monetarios (Base Monetaria más Depósitos
en cuenta corriente) suman 388.774 millones de pesos y las reservas
internacionales son U$S 34.247 millones. Al relacionar Pasivos contra Reservas
surge un tipo de cambio de conversión (TCC) de 11,35 pesos por dólar billete.
Por lo tanto podría llegar a inferirse que en dólares el presupuesto de Defensa
de Argentina a fin de comparar con otros países estaría en el orden de los 3.500
millones de dólares reales aproximadamente.
Al analizar las inversiones directas se observa que las mismas son mínimas
comparadas al total de Defensa.
Las remuneraciones, las pensiones y retiros
junto a los gastos corrientes constituyen el 78% al 80% del presupuesto de
Defensa de Argentina. (Gráfico Nº 1)
A partir del 2014 la Dirección General de Fabricaciones Militares, paso
nuevamente a la órbita del Ministerio de Defensa, no perteneciendo más la
Ministerio de Planificación Federal Inversión Pública y Servicios.
Respecto a las inversiones reales directas el monto total asciende a $
314.517.399, discriminados de la siguiente forma, Ministerio de Defensa $
34.301.379, Estado Mayor General del Ejército $ 72.795.520, Estado Mayor General
de la Armada $ 187.945.413, Estado Mayor General de la Fuerza Aérea $ 16.903.549
y Estado Mayor General Conjunto $ 2.571.538.
La política programada para el 2014 en materia de adquisiciones y
mantenimiento, muestra nuevamente un fuerte desembolso de fondos para sostener
los planes de la Fábrica Argentina de Aviones Soc. Anón, FAdeA S.A.
La
jurisdicción Defensa, tiene cinco subjurisdicciones Ministerio de Defensa,
Estado Mayor del Ejército, Armada, Fuerza Aérea y Estado Mayor Conjunto. Bajo la
sub jurisdicción Ministerio se agrupan los programas Desarrollo tecnológico para
la Defensa cuya unidad ejecutora es el Instituto de Investigaciones Científicas
y Técnicas para la Defensa (CITIDEF) y Mantenimiento y Producción para la
Defensa ejecutada por la Unidad Ministerio. El primero tiene designado un
presupuesto de $ 154.875.816 y Mantenimiento y Producción $ 983.067.979.
Este
último programa en realidad subsidia la actividades de FAdeA, la cual sin estos
aportes seguiría los mismos pasos de la industria Lockheed Martin en Argentina.
Cabe mencionar que esta factoría tiene como proyectos en curso el desarrollo del
sistema de armas IA 63 Pampa, Se trata de un avión monomotor, subsónico, biplaza
en tándem, de ala alta, destinado al entrenamiento avanzado de pilotos de
combate con capacidad de ataque ligero. El sistema ofrece una integración con
simulador de vuelo, soporte logístico integrado, armamento y sensores asociados.
La web institucional asegura que tiene presupuesto aprobado para producir 40
unidades. Al revisar la información de Lockheed Martin Aircraft Argentina Soc.
Anón. (LMAASA), quien operaba la planta de la Fábrica Militar de Aviones hasta
el año 2009, estimaba el costo de la versión Pampa II incluyendo la propuesta
del radar AN/APG 67 entre 8 y 9 millones de dólares.
CITEDEF tiene concedido en investigación $ 99.049.849, pero no tiene ningún
proyecto interesante en fase avanzada relacionado con armamentos o C4ISR.
Las actividades de Mantenimiento para la Defensa Aérea presentan un crédito
de $ 446.509.733 a valor nominal y Producción para la Defensa Aérea tiene
estipulado $ 530.281.533. Al calcular el costo de los IA 63 Pampa II y este
último monto, surge que no podrían fabricarse más de 5 aviones en el 2014. Al
tan mentado programa de radares se destino $ 2.307.642 nominales es decir
394.468 dólares.
La sub jurisdicción Estado Mayor General del Ejército tiene determinado al
proyecto H84, transformación de helicópteros Bell UH-1H a Huey 2, la suma de $
30.000.000. Para recuperación y modernización de equipos militares se destinan
$ 82.686.493 y $ 25.657.267 para Investigación y Desarrollo a través de la
Dirección General de Investigación, Desarrollo y Producción.
El Estado Mayor General de la Armada tiene fijado para actividades de
Investigación y Desarrollo $ 10.925.692 y Recuperación de Medios $ 95.061.149
por medio de la Dirección General del Material Naval.
Los proyectos más significativos que ejecutará la Armada a través de la
Dirección de Material Naval son nuevamente Nº 07 Recuperación y reparación del
Rompehielos Almirante Irízar por un monto de $ 84.874.979, Nº 08 Puesta en seco
y reparación de la puerta del dique de carena 2 por $ 20.120.080 y Nº 09
Reparación integral del dique de carena 1 $ 11.130.000, ambos diques en la
Base Naval de Puerto Belgrano.
En relación al Rompehielos Irizar, Proyecto Nº 7, obra 51, de la Dirección
de Material Naval, cabe detallar que a la fecha tiene asignados $ 683.509.354
nominales, convertidos a dólar oficial de cada año sumarían 146.279.854. El
presupuesto inicial de Tandanor en 2009, quien lleva a cabo la ejecución por
cuenta y orden de la Armada Argentina, fue de 90 millones de dólares con entrega
a fines de 2011 para que volviera a navegar, frente a los 97 millones de euros
ó 122 millones de dólares y 30 meses para culminar la obra del astillero STX
Europe. Este es el actual propietario del astillero finlandés Aker Yards ex
Wärtsilä quién construyó y entregó en 1978 la nave a la Armada.
El Estado Mayor de la Fuerza Aérea tiene ordenado a través de la Dirección
General de Material, para Investigación y Desarrollo (I&D) $ 52.991.811 y
recuperación de material aéreo $ 45.396.110.
En concordancia a las fuentes de financiamiento, el tesoro nacional aporta $
25.427.188.563, en cuanto a fuentes externas hay transferencias del exterior
asignadas al Estado Mayor Conjunto del orden de $ 127.426.000.
Quizás el párrafo más atractivo para examinar, sean las erogaciones esperadas
en proyectos con incidencia en ejercicios futuros. El cuadro Nº 3 describe la
totalidad de las mismas, previstas en este presupuesto. También se mencionan
aquellas de la órbita del Ministerio de Seguridad, que competen a fuerzas
militarizadas como Gendarmería Nacional y Prefectura Naval Argentina.
Las más destacadas son la adquisición de equipo de campaña para el Ejército
en el orden de los 5,18 mil millones de pesos, el mejoramiento de la potencia de
fuego de los VCTAM (MBT) 1.200 millones, modernización de los sistemas de
transporte en campaña $ 1.500 millones, Plan Nacional UAV $ 2,18 mil millones,
mantenimiento de aviones de la Armada $ 1.685 millones y adquisición de aviones
para la FAA 1.218 millones. También se destacan los 800 millones para la compra
de material del arma de ingenieros y la reparación del ARA Santa Fe por 600
millones.
Todas estas compras para varios ejercicios que suman alrededor de 21.250
millones de pesos nominales del 2013,
llaman la atención para una administración
que en diez años de gestión en el ministerio, no logró cumplir ninguno de los
proyectos mas renombrados que a través de los años prometió llevar a cabo, para
recordar, la radarización del espacio aéreo nacional, la botadura de los OPV, la
recuperación del rompehielos Irízar, reparación de media vida de los submarinos
TR 1700 y sustitución de baterías, ya que hace varios años que la flota de
submarinos no pueden navegar en inmersión.
Quizás el broche de oro sea la compra a España de los Mirage F1M radiados del
servicio activo (Ala 14 Ejército del Aire), con simuladores y soporte logístico.
Para este país es muy conveniente encontrar un comprador y así evitar gastos de
desactivación y transformar la retirada en una operación sin costo. Estos
aviones solo sirven para que nuestros pilotos tengan naves supersónicas para
volar y encontrar una justificación a su carrera militar en una Fuerza de
combate. La realidad muestra que no es un sistema de armas actual, tiene serios
problemas técnicos y tampoco es necesario, para la única hipótesis de conflicto
posible que tiene Argentina en los próximos años.
Sería serio que el gobierno nacional, no malgaste dineros públicos en esta
adquisición. La realidad indica que esta administración orienta a nuestras
fuerzas armadas a un rol distinto que la desempeñada hasta el momento.
Todo
converge hacia un instrumento militar argentino, donde los comandos orgánicos
administraran básicamente misiones de soporte logístico para emprendimientos
civiles con acentuado tono político partidario. Aunque equivocados en esa
concepción, sería necesario convencerlos de adquirir equipos nuevos y detener
este envejecimiento, ralentizado con reparaciones esporádicas, de las flotas
aéreas, navales y terrestres. Tal vez una opción de este tipo genere menores
perjuicios y sea más comprensible para políticos que no entienden de Defensa y
son asesorados por militares, con llegada a sus escritorios, que le imprimen
sesgos muy marcados al proceso decisorio.
Tal vez esta reflexión de Sun Tzu permita entender el proceso decisorio, “La
calidad de decisión se parece al oportuno descenso en picada de un halcón, que
le permite golpear y destruir a su víctima”.