Por Laura Rocha
| LA NACION
Se cayó la licitación para la construcción de tres plantas para tratamiento de residuos orgánicos
La basura vuelve a meterse en la agenda política porteña. El gobierno porteño estudia qué hará con las 3000 toneladas de basura que iba a dejar de enterrar en el relleno sanitario de José León Suárez para mediados del año próximo.
El problema surgió después de que las cinco empresas
que se presentaron a una licitación no superaron la oferta técnica para
tratar la basura no reciclable. Ninguna cumplía con lo que establece la
ley de basura cero, que prohíbe la incineración de los residuos.
La Ciudad se comprometió a dejar de enterrar en los
vertederos de la Coordinación Ecológica Metropolitana Sociedad del
Estado (Ceamse) un 78% de las 6000 toneladas de basura que genera
diariamente. Por el momento redujo el 36% de lo que se lleva a ese
predio; sin embargo, lo más voluminoso era lo que tenía como destino
esas nuevas plantas.
Aunque en las oficinas de la cartera ambiental intentan
minimizar el problema, los principales funcionarios, incluido el
subsecretario, Eduardo Cenzón, estudian alternativas para superar el
inconveniente. De hecho el funcionario, que será quien suceda a Diego
Santilli si se va al Senado en diciembre, viajó la semana pasada a
Europa para evaluar técnicas de tratamiento para la basura orgánica
compatibles con la ley de basura cero, que prohíbe la incineración en el
distrito.
La ciudad de Buenos Aires se comprometió a reducir para
el año próximo 4650 toneladas de basura. Según cifras oficiales, hoy se
ha logrado disminuir 2188 toneladas por día, lo que significa 36%,
cinco puntos por encima del compromiso asumido.
Dolores Duverges, directora de Política Ambiental de la
Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), opinó: "Es preferible
que se haya caído la licitación. No lo sabíamos formalmente, pero de las
cinco ofertas que hubo, cuatro no cumplían con la ley basura cero".
El martes el gobierno y las asociaciones civiles se
reunirán en el Jardín Botánico para ver cómo avanzar con el cumplimiento
de la ley que obliga a reducir la cantidad de residuos que se entierran
y que no se cumple.
Según pudo saber LA NACION, para disminuir el material
orgánico que se genera se está trabajando en diferentes líneas como
planes en zonas gastronómicas, como Las Cañitas, y proyectos de
compostaje. También se evalúa un nuevo llamado a licitación de nuevas
tecnologías.
La reducción de la cantidad de basura que se entierra
hasta el momento fue posible gracias al tratamiento que reciben los
residuos de obras de construcción en la planta de Varela y Janner, en
Soldati, y la de separación que funciona en el predio de José León
Suárez, inaugurada en enero.
Pero ahora queda lo más difícil. El plan oficial
pretende sumar 250 toneladas que deben recuperarse en las calles y que
la planta de tratamiento del sur de la ciudad sume 800 a las 1000
toneladas que hoy trata.
El primer desafío quieren cumplirlo con el plan que se
acaba de lanzar y que alcanza a 84 manzanas de Palermo y Villa Crespo en
donde es obligatoria la separación de basura en las casas.
Según este plan, que comenzó hace dos semanas, los
vecinos pueden elegir entre tirar sus residuos reciclables en los
contenedores o campanas verdes, o entregárselos a las cooperativas de
cartoneros que trabajan en esa zona, que son El Álamo, Amanecer y
Madreselva.
Mientras tanto, los nuevos contenedores siguen llegando
a otros barrios. Según el gobierno, para fines de 2014 todos los
vecinos deberán separar su basura en reciclable y no reciclable. Paralelamente, sigue el proceso para licitar el sistema
de recolección de residuos. El jueves próximo se conocerán las ofertas
económicas del contrato más caro de la ciudad. El presupuesto oficial
supone unos 30.000 millones de pesos por 10 años.
La oferta técnica fue superada por los ocho oferentes.
En este nuevo contrato la ciudad se dividirá en siete zonas, una testigo
que atenderá el gobierno, y las otras seis, que serán adjudicadas. En
pugna están las actuales prestatarias: Cliba (Grupo Roggio), Urbasur
(Transportes Olivos), AESA, Integra (Grupo Impsa), Nittida (Grupo
Emepa). A ellas se suman Logística Urbana SA, que presta servicios en la
ciudad de Córdoba, y Covelia, empresa de recolección de residuos que
trabaja en el conurbano.
Un 36% menos de residuos en los rellenos
El relleno sanitario de José León Suárez tiene una vida
útil de un año. La ciudad de Buenos Aires, que arrojaba 6000 t de
basura por día se comprometió a reducir un 78% el material que envía al
vertedero.
Según cifras oficiales, hasta el momento se ha reducido
un 36% de la basura que se envía al relleno sanitario. El mayor volumen
que dejó de enviarse es el de los materiales de construcción.
La incógnita es la basura orgánica que el gobierno
quería tratar en nuevas plantas. No se presentó en la licitación una
tecnología compatible con la normativa vigente.
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Del editor: cómo sigue. La ciudad no tiene dónde enterrar su basura. Depende de sus acuerdos con la provincia y, ahora, peligra su cumplimiento.