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sábado, 25 de noviembre de 2017

El vínculo entre el default con el Club de París y el ARA San Juan

Gran operativo aéreo y naval para encontrar al submarino ARA San JuanPor Julian D'Imperio - Perfil.com
La historia detrás del submarino desaparecido revela una conexión con los vaivenes financieros argentinos.

Gran operativo aéreo y naval para encontrar al submarino ARA San Juan Foto: Armada Argentina.

A 9 días de la desaparición del submarino ARA San Juan y con la única pista concreta de un evento hidroacústico de características similares a la de una explosión, la esperanza de encontrar con vida a los 44 tripulantes es casi nula. Mientras sigue la búsqueda, comienzan las hipótesis, especulaciones y críticas de todos los sectores, que piden explicaciones de las condiciones del navío antes de zarpar.

Lo cierto es que el ARA San Juan fue reparado en 2008 por el Complejo Industrial y Naval Argentino (CINAR) y vuelto a sus funciones en 2014, pocos meses antes de firmar el acuerdo con el Club de París. ¿Cuál es el vínculo del submarino con la deuda externa argentina? Que un valor importante de la deuda se desprende de una deuda con Alemania, precisamente por la adquisición de créditos para financiar la compra de submarinos. Incluso, hay quienes denuncian que la reparación debía ser en dicho país, pero finalmente fue en Argentina porque cuando se entró en default en 2002 se dejó de pagar la deuda a países como Alemania, y por ende se cerraron las puertas para cualquier financiamiento de ese tipo en el extranjero.

Al ser consultadas por PERFIL, fuentes del entorno del ex ministro de Defensa del kirchnerismo, Agustín Rossi, negaron esas versiones y afirmaron que el motivo de la reparación nacional del San Juan está ligada a la "reactivación de los astilleros locales" y la "mano de obra argentina". 

"Cuando asume Néstor, toma la decisión de reactivar los astilleros argentinos con mano de obra argentina. Fue una decisión política para que la Armada recupere su capacidad de reconstrucción", explicaron, y también ejemplificaron con un caso anterior, cuando Menem mandó a reparar en 1999 el submarino Santa Cruz a astilleros de Brasil, siendo también un navío de origen alemán. 

No obstante, un artículo publicado este viernes en Clarín relata cómo Alemania puso restricciones a la concesión de garantías de crédito a la exportación para proyectos en Argentina en 2002. Concretamente, el Comité Interministerial alemán decidió excluir de su paraguas de protección proyectos en los que firmas alemanas se involucraran en contrataciones con el sector público argentino. Así, mientras Argentina estuviera en default, el tesoro alemán no daría garantías a ningún banco de su país para financiar una obra contratada por el estado argentino ya que la nota de default impedía a la Argentina ser sujeta de crédito. Y esto valía también para la reparación en Alemania de media vida del navío. 

"La deuda más importante que está en default con Alemania surge de los pagos pendientes por los submarinos", dijo un negociador argentino en 2008 al diario La Nación. Y al referirse a los submarinos, el negociador habla del Salta, el San Luis, el Santa Cruz y el San Juan, que fueron construidos en Alemania y enviados a la Argentina por pedido del almirante Eduardo Massera, condenado luego por la Justicia por múltiples violaciones de los derechos humanos. Fueron dos submarinos 209 y dos TR 1700; uno de ellos, el San Luis, participó de la flota en la Guerra de las Malvinas.

De esos cuatro, dos se iban a ensamblar en el astillero Domecq García con apoyo del grupo alemán Thyssen, que fue diseñado como una fábrica de submarinos. El ARA San Juan fue construido en el astillero alemán Thyssen Nordseewerke y está al servicio del país desde 1985.

Pero a principios de los 80' la Argentina se encontraba en una situación de default, hecho que la Guerra de las Malvinas encubrió. El ministro de Economía del régimen conducido por Leopoldo Galtieri, Roberto Alemann, buscó renegociar los pagos, pero luego se sucedieron los golpes internos en el Ejército y en medio del final de la dictadura se dejó de cumplir con el pago de la deuda externa. Así, el astillero casi se paralizó desde 1984, y el gobierno de Carlos Menem terminó de frenarlo.

En esas grandes instalaciones, ubicadas en la Costanera Sur, siguieron guardadas "grandes moles de acero y las varias toneladas de piezas y partes para el armado de futuros submarinos", según relató alguna vez el ex ministro de Economía Domingo Cavallo.

Y aunque esos submarinos nunca se hicieron, lógicamente la empresa alemana reclamó por su aporte, que fue renegociado varias veces desde el regreso de la democracia. En 1985, la primera rueda la llevó a cabo el ministro Bernardo Grinspun con el gobierno de Raúl Alfonsín, luego, Cavallo con Menem en 1992, siempre para postergar pagos. Cristina Fernández fue quien finalmente en 2014 pagó toda la deuda, aunque con altísimos intereses punitorios.

Submarino ARA San Juan: el Gobierno abrió un sumario con el aporte de almirantes retirados

Submarino ARA San Juan: el Gobierno abrió un sumario con el aporte de almirantes retiradosPor Daniel Santoro - Clarin.com
El ministro de Defensa convocó al director de Asuntos Legales de su cartera y a almirantes retirados "de prestigio" para la pesquisa.

El ministro de Defensa, Oscar Aguad, junto al presidente Mauricio Macri. (AFP PHOTO / JUAN MABROMATA)

El Gobierno abrió un sumario para investigar las causas del accidente del submarino ARA San Juan, mientras colabora con la causa que abrió la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez, aunque ahora la prioridad sigue siendo encontrar al submarino.

La decisión de crear la comisión va en sintonía con el anuncio que hizo este viernes el presidente Mauricio Macri en el sentido de que "esto va a requerir de una investigación seria que arroje certezas. Tenemos que entender cómo un submarino, que se había llevado a reparación y estaba en condiciones, sufrió aparentemente esta explosión".

Como primera medida, Aguad ordenó guardar toda la documentación y las comunicaciones radiales referidas a los últimos contactos del comandante del San Juan, Pedro Martín Fernández, revelaron a Clarín altas fuentes del gobierno.

Pero la investigación administrativa de Defensa “va a ir para atrás de la tragedia, es decir el mantenimiento y las reparaciones a las que fue sometido”. El más grande fue el mantenimiento de media vida que se le hizo durante el gobierno de Cristina Kirchner.

En Defensa están convencidos de que en los contratos “hubo corrupción” y que ésta podría ser una de las causas de la tragedia. En esta investigación colaborará el director de Asuntos Legales de Defensa y "almirantes prestigiosos". Otra cuestión política que deberá resolver el Gobierno es si acepta los pedidos de la oposición, como el bloque de diputados del Movimiento Evita, de interpelar a Aguad.

Por lo pronto, la decisión de Macri de mostrarse ayer junto a Aguad fue un respaldo para el ministro.

El problema para investigar las causas de la tragedia va a ser si no se puede reflotar el submarino. Si estás a más de mil metros de profundidad va a ser difícil que lleguen minisubmarinos y menos que lo levanten inyectándole aire. Los submarinos no tienen una caja negra como los aviones. Los indicios sobre el origen de la tragedia van a estar en los mismos restos de la nave que deberán ser estudiados por peritos.

Por su parte, la jueza Yáñez sostiene que es "apresurado aventurar cualquier hipótesis" de lo que le ocurrió, al no contar con los "elementos necesarios" que den pie para iniciar la investigación. "Como me explicaba el jefe de la Armada estas naves no poseen caja negra, de manera tal que la caja negra que tiene un submarino es el submarino mismo", añadió la magistrada, que se desempeña en el juzgado federal de Caleta Olivia. "Se está tratando de recabar es qué pudo haber quedado en el lugar, si se encuentran restos del submarino", añadió Yáñez.

La jueza expresó que el objetivo es investigar si las maniobras desplegadas fueron "acordes" con lo que indicaba el protocolo de actuación y poder establecer "las causas que motivaron la explosión".
"Se trata de circunstancias muy particulares, de una causa inédita en la Armada Naval Argentina", subrayó. "Hoy es apresurado aventurar cualquier hipótesis dado que no contamos con los elementos necesarios que nos den pie para iniciar la investigación formal porque no sabemos con lo que contamos", remarcó.

El viernes pasado, el juzgado de Caleta Olivia recibió una comunicación por parte de la Armada en la que se explicaba que habían perdido el contacto con el submarino el 15 de diciembre a las 7.30 hora local, y mediante partes diarios, el cuerpo castrense informa a la sede judicial de las operaciones que desarrollan en la búsqueda y la colaboración con la que cuentan.

Sin embargo, ya el miércoles Yáñez destacó que por el momento no hay "delito para investigar" sino que las fuerzas debían centrarse en buscar a las 44 personas. Además, Yáñez argumentó ayer que "hay información muy sensible que obedece al secreto de Estado", al tratarse de una embarcación de guerra. Uno de los problemas del Gobierno y la Justicia argentina es que EE.UU y Rusia buscan al San Juan con tecnologías de punta que tiene también fines militares y uno no quiere compartir con el otro.

El ARA San Juan emitió sus últimas señales en la mañana del miércoles de la semana pasada, cuando se encontraba de vuelta de Ushuaia, en la parte más austral de Argentina, hacia la ciudad de Mar del Plata, en la provincia de Buenos Aires.

El ARA San Juan comenzó a hundirse en 1983

Por Jorge Lanata - Clarin.com
Aún hoy, hay quienes hablan como si los militares en actividad fueran los mismos de la década del 70.

El ARA San Juan comenzó a hundirse el 30 de octubre de 1983. Desde entonces los argentinos no sabemos qué hacer con las fuerzas armadas. La insólita y valiente actitud de Alfonsín de promover el Juicio a las Juntas –la insólita y cobarde actitud de Alfonsín de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final- no alcanzaron para que el cauce de alguna normalidad llegara al sector.

Después de la dictadura el horror fue tal que nada alcanzaba: miles de muertos, bebés secuestrados, corrupción sofisticada y elemental, nos despertamos en un país que había tenido un ejército de ocupación. Y no supimos qué hacer con él. La autocrítica de Balza en 1995 no alcanzó, aunque llegó a significar un punto de inflexión. Nacía de las presiones de la política y los medios mientras en el Ejército aún convivían los carapintadas con la vieja guardia y los nuevos que llegaban a un sitio caótico, dividido entre el desconcierto y el fanatismo. Eran “ellos y nosotros”, y no sabíamos que hacer con ellos. Ellos, por su lado, se defendían desde la corporación.

Alfonsín los enfrentó a la ley y Menem al presupuesto: la presión norteamericana llevó a desarmar los proyectos Cóndor I y II, un misil de rango medio superficie-superficie que Argentina desarrollaba con Egipto e Irak. En 1993 el gobierno decidió enviar la mayoría de los componentes del Cóndor a Estados Unidos para su destrucción total.

Nadie hubiera esperado que la transformación de las fuerzas armadas a un grupo de boy scouts se diera durante el peronismo. Sin embargo, así sucedió y en paralelo al repudio social, el presupuesto bajó al mínimo disponible. ¿Para qué queríamos a las Fuerzas Armadas?. La mejor respuesta a esa pregunta surge de la lista de los ministros del área sin distinción de gobiernos detallada en una investigación de Ignacio Montes de Oca:

Oscar Aguad, el ministro que ahora tambalea a punto de caerse, es abogado y ocupó la cartera de Comunicaciones. Julio Martínez, el anterior, es ingeniero agrónomo. Agustín Rossi, ingeniero civil (Rossi firmó un cuestionado contrato con una empresa china para proveer uniformes. Está imputado por el pago de sobreprecios de entre el 170 y el 240% por la compra de alimentos para las bases antárticas, extravió una cabeza de guerra de un misil antitanque TOW en un regimiento de Caballería Blindada de La Plata, le entregó Fabricaciones Militares a la Cámpora, etc, etc).

Un resumen de la gestión kirchnerista en Defensa: de los trece C130 Hércules que recibieron, solo dejaron tres en funcionamiento. El resto, desguazado para repuestos; de sesenta aviones de combate que recibieron, dejaron ocho o quizás seis A4 obsoletos; la flota de superficie se redujo por la pérdida del destructor ARA Santísima Trinidad y la conversión del ARA Hércules en buque almacén. Sólo una de la seis corbetas de origen francés A69, el ARA Granville, opera sin problemas. Las fragatas Meko 360 y las corbetas Meko 140 tienen problemas de motores, la falta de aviones y la reducción de horas de vuelo produjo una brecha en la nueva generación de pilotos: hay solo ocho aviones disponibles. El FAL, un diseño belga del año 1952 debería haberse remplazado en los años ochenta, los Mirage y los A4 fueron diseñados en 1962...

Siguiendo con la lista: Arturo Puricelli era abogado; Nilda Garré, maestra de ingles y abogada; José Pampuro, médico oncólogo; Horacio Jaunarena, abogado; Ricardo Lopez Murphy, economista, al igual que Jorge Domínguez; Oscar Camilión, abogado y diplomático; Antonio Erman González, contador; Guido Di Tella, ingeniero civil; Humberto Romero. abogado, como Italo Luder;Germán Lopez. licenciado en Química, Roque Carranza ingeniero y Raul Borrás, periodista.

Veamos los actuales: la responsable funcional de encontrar al submarino es Graciela Susana Villata, secretaria de Servicios Logísticos para la Defensa y Coordinación Militar en Emergencias, nombrada por Aguad. Fue diputada nacional: presentó un proyecto para el envasado de la yerba mate en origen, la demolición de la Unidad 1 del SPF, un repudio contra el represor Barreiro y un pedido para declarar la emergencia en materia de violencia de género.

Debajo de Villata, como Secretario de Servicios Logísticos de Defensa, hay un ingeniero agrónomo, ex presidente del INTA y miembro de la Organización Meteorológica Mundial. Horacio Chighizola, secertario de Asuntos Militares, es el único que fue asesor en Defensa entre el 85 y el 89. La Fábrica Militar de Aviones está bajo el comando de Alberto Beltramonte un ex hombre de FIAT, la Secretaríaa de Planificación para la Defensa está vacante, y así.

“Está todo atado con alambre.Me cuesta creer que esto les sorprenda” dijo ayer Itatí Leguizamon, esposa de Germán Suarez, radarista del ARA San Juan.

Pasaron cuarenta y un años de la dictadura. Aún hoy, hay quienes hablan como si los militares en actividad fueran los mismos. Sólo pensando de ese modo podría haber calado en una parte de la opinión publica el “invento” de la desaparición forzada de Maldonado. ¿Cómo puede sostenerse que Macri mandó a desaparecer a alguien y que los gendarmes mantenían una especie de “pozo” o “chupadero”?. Sería más honesto, por caso, disolver las Fuerzas Armadas. Lo hicieron Costa Rica en 1948 y Panamá en 1990. Los países sin ejército deben ser unos veinte, la mayoría pequeñas islas o territorios de ultramar; en los casos de Lichtenstein o Andorra, por ejemplo, se aceptó que la defensa estuviera a cargo de terceros países: Suiza “custodia” Lichtenstein y España y Francia hacen lo propio con Andorra. Fuerzas Armadas sin un rol, sin presupuesto, ”estigmatizadas” y víctimas de un castigo eterno no le sirven a nadie y –peor-se ponen vidas en juego. Y ni hay peor muerte que la muerte por estupidez.

Submarino ARA San Juan: rastrean a 1000 metros de profundidad y llegan naves rusas para hallar la embarcación

Por Mariano Gavira - Clarin.com
Traen submarinistas expertos y un sumergible teledirigido con la mayor capacidad de descenso.
Submarino ARA San Juan: rastrean a 1.000 metros de profundidad y llegan naves rusas para hallar la embarcación
El buque noruego Sophie Siem que transportará el lunes la cápsula de rescate enviada por los Estados Unidos. (Juano Tesone/Enviado especial)

En el Sur de la Argentina están depositadas todas las esperanzas para localizar y rescatar al submarino ARA San Juan. La llegada de las Fuerzas Armadas rusas, con su última tecnología, trae además un aire de optimismo al puerto de Comodoro Rivadavia.

En la noche del viernes, ante cientos de curiosos que se acercaron al aeropuerto local, llegó un avión Antonov, uno de los más grandes del mundo. Dentro de él, vino el vehículo sumergible teledirigido que podrá descender hasta mil metros de profundidad y que tiene la capacidad para escanear el fondo del mar. La Armada confirmó ayer que es probable que la nave esté entre los 200 y los 1000 metros de profundidad.
Submarino ARA San Juan: rastrean a 1.000 metros de profundidad y llegan naves rusas para hallar la embarcación
El Antonov 124 que trae el equipo para la búsqueda del submarino ARA San Juan, esta noche, a su llegada a Comodoro Rivadavia- (Juano Tesone)

El equipo ruso enviado al país comenzará a operar este sábado y según el almirante de la Armada rusa Vladimir Valúev esperan “tener resultados positivos” . El militar afirmó que su equipo de especialistas en este tipo de misiones “infunden esperanzas de que la operación tenga éxito”.

El mensaje optimista llegó hasta el puerto de Comodoro Rivadavia, donde ya esperaban a los militares europeos un grupo de siete traductores rusos que iban a oficiar de enlace para poder cumplir con todos los requerimientos necesarios. Pero todo se modificó al final del día, cuando se anunció que el Antonov que los trasladaba, sólo pararía en esta ciudad petrolera para abastecerse de combustible y continuar hasta Ushuaia, desde donde equiparán sus herramientas para poder salir al Atlántico cuanto antes.

Valúev, quien fue comandante de la Flota del Báltico entre 2001 y 2006, destacó la alta preparación y la experiencia de los expertos rusos en el salvamento de submarinos averiados que están en el fondo marino: “Los especialistas del equipo de salvamento marítimo podrán empezar la búsqueda del ARA San Juan aproximadamente dentro de un día”.

Es decir que de no mediar dificultades, el vehículo sumergible teledirigido Pantera Plus -capaz de operar a una profundidad máxima de 1.000 metros - podría estar operativo el domingo. Las previsiones del clima para hoy son buenas.
La ayuda rusa se hizo oficial al día siguiente de que el presidente Putin asegurara por teléfono su “respaldo” a Mauricio Macri. El Ministerio de Defensa ruso había comunicado ayer que ya estaba en camino desde San Petersburgo rumbo a la Argentina el avión con un grupo de 40 marineros especializados en rescates subacuáticos.

Rusia también anticipó que el barco de exploración científica “Yantar”, que estaba desplegado cerca de la costa de Africa Occidental, ingresaría a la búsqueda, aunque todavía no se tienen precisiones desde dónde y cuándo empezaría a formar parte de la misión.

Lo que sí se sabe es que este barco oceanográfico dispone de equipos que permiten “efectuar búsquedas a una profundidad de hasta 6.000 metros”, gracias sobre todo a dos submarinos miniatura, precisó el ministerio en un comunicado.

Este viernes, en el puerto de Comodoro Rivadavia, la actividad continuó sin descanso para nadie. No sólo por el trabajo de los soldadores durante la noche que fue clave para avanzar en la modificación del barco Sophie Siem (donde instalarán el mini submarino norteamericano y que creen estará listo hoy para que pueda zarpar), sino porque cerca de las 18 y por expreso pedido de la Armada estadounidense empezaron a llegar chalecos salvavidas y ropa seca para 44 personas.

“Fue un pedido por parte de los Marines, porque ellos no descartan ninguna hipótesis y no quieren arriesgarse a nada. Lo hacen por prevención”, contó Walter Flores, de Defensa Civil de Comodoro, quien aportó los materiales solicitados por los estadounidenses.
Ayer también el remolcador ARA Puerto Argentino zarpó desde desde aquí hacia la zona de búsqueda para realizar un “mapeo del fondo del mar”, informó Rubén Palomeque, secretario de Servicios a la Comunidad de Comodoro Rivadavia.

Pese a los esfuerzos por localizarlo, muchos expertos suponen que el submarino cayó en el océano del lado del talud continental, a profundidades en torno a los 1.000 metros. El talud es un desnivel con fuerte declive y llega hasta los 4.500 metros.

“En la búsqueda ya se ha barrido el área de la plataforma continental, sin resultado hasta ahora. Por eso la especulación es que cayó en el talud continental”, señaló a Clarín una fuente naval no oficial, reflejando información que se maneja en la comunidad submarinista. De confirmarse esta información las tareas de rescate serían muy difíciles, o imposibles.

El minisubmarino de la marina estadounidense que se prepara en Comodoro Rivadavia tiene capacidad de operar hasta los 600 metros, o un poco más. Por eso el teledirigible ruso, que puede bajar aún más, es la nueva esperanza.

Colaboró: Guido Braslavsky

ARA San Juan: "Cuando hay vidas en peligro, hay que trabajar coordinados; no es una cuestión política", dijo el agregado de Defensa británico

Por Natalia Pecoraro - La Nación - En diálogo con LA NACION desde Comodoro Rivadavia, Adam Wise dio detalles de la ayuda que están prestando; además contó cuánto puede durar el operativo de búsqueda de la nave
Adam Wise, agregado de Defensa adjunto británico en la Argentina
Adam Wise, agregado de Defensa adjunto británico en la Argentina. Foto: LA NACION / Fabián Marelli

COMODORO RIVADAVIA.- Adam Wise se mueve con soltura por esta ciudad del sur argentino. Oriundo del noroeste de Londres, es el agregado de Defensa adjunto británico en la Argentina, Uruguay y Chile. Vive en Buenos Aires, pero viajó a Chubut para coordinar la ayuda del Reino Unido en la búsqueda del submarino ARA San Juan.

En una entrevista con LA NACION, dio detalles de ese apoyo, contó que en principio está previsto que el especialista británico en rescates submarinos esté "hasta después de Navidad", destacó la cooperación internacional y agradeció la calidez y predisposición de quienes están asignados al operativo.

- ¿Cómo surgió la cooperación?
Cuando llegó la notificación de que se había perdido el contacto con el submarino se activó inmediatamente el protocolo internacional de asistencia: cada país hizo una revisión de los medios a su alcance que pudieran tener un impacto positivo en la búsqueda y rescate del ARA San Juan. El primer paso que dimos fue relevar qué equipamiento podía llegar acá rápidamente: uno puede tener la mejor tecnología del mundo, pero lo importante era que pudiera llegar hasta acá rápidamente. En ese sentido, tuvimos la suerte de que el HMS Protector, especialmente diseñado para escanear el lecho marítimo, estaba en la Antártida. Lo pusimos a disposición. La navegación y la búsqueda era complicada por las condiciones del mar, pero aún así el HMS Protector siguió la ruta que había hecho el ARA San Juan. Además, hay un Hércules C130 destinado a la búsqueda desde el aire, avión que cuenta con el soporte de una aeronave para la recarga de combustible en pleno vuelo.
El movimiento en el puerto de Comodoro Rivadavia
El movimiento en el puerto de Comodoro Rivadavia. Foto: LA NACION / Fabián Marelli

- Un avión británico aterrizó en esta ciudad el miércoles. ¿Qué trajo?
- Vino del Reino Unido y aterrizó el miércoles a la mañana: trajo cápsulas presurizadas para poder bajar equipamiento a profundidades donde la presión podría romperlo si no estuvieran estas cápsulas. Pero también vino un experto en rescate submarino del Ministerio de Defensa [británico] que es del sistema de rescate submarino de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Es el mejor. Gary Tyrrell. Durante 24 horas ni pudimos vernos porque estuvo abocado día y noche a la organización del operativo de rescate: qué llevar y cómo llevarlo.

- Teniendo en cuenta todos los escenarios posibles, desde el hallazgo del ARA San Juan en las próximas horas o una búsqueda más prolongada, ¿hasta cuándo piensan estar aquí?
- No sé cuál es el plazo estipulado por la Argentina, pero Gary Tyrrell tiene previsto estar hasta después de Navidad. Obviamente esa fecha será demasiado tarde [para el rescate con vida de los tripulantes del ARA San Juan], pero se explica porque una vez hallado el submarino, habrá que llevar adelante una investigación. Habrá que reconstruir qué sucedió para poder prevenir, para que no vuelva a pasar. Al igual que con los accidentes aéreos, con los submarinos hay que saber qué pasó para aprender y evitar que vuelva a pasar. Con la tecnología que hay hoy, a veces no reparamos en el hecho de que un submarino es muy peligroso: no hay acceso a oxígeno en un contexto de alta presión. No es un ambiente seguro.

- El despliegue de equipamiento y fuerzas de otros países, incluidos el Reino Unido, Estados Unidos y Rusia, es inédito en nuestro país. ¿Cómo evalúa el trabajo conjunto?
- Todos han sido de gran ayuda y muy amigables con nosotros. Fue muy interesante trabajar en la base de la Fuerza Aérea Argentina, muy bueno. Será fenomenal que rusos, estadounidenses, británicos y argentinos estemos coordinados en esto. Ya trabajamos con los estadounidenses y los rusos en el Kursk y fue muy complicado. Pero es lo que hay que hacer: cuando hay vidas en peligro, es la prioridad. No es una cuestión política.

viernes, 24 de noviembre de 2017

Crecen las dudas sobre la reparación del buque tras la denuncia de un familiar

Crecen las dudas sobre la reparación del buque tras la denuncia de un familiarPor Natasha Niebieskikwiat - Clarin.com
Dijo que hubo un incidente en 2014. Un empresario naval cuestionó las licitaciones. 

Crecen las dudas sobre la reparación del buque tras la denuncia de un familiar.

Foto: El ex ministro de Defensa Agustín Rossi durante el acto de entrega del submarino ARA San Juan tras su reparación de media vida. (DYN/EZEQUIEL PONTORIERO.)

"Ninguna unidad zarpa sin estar en condiciones", aseguró ayer el vocero de la Armada, Enrique Balbi. Más temprano, la esposa del radarista del submarino ARA San Juan, Germán Oscar Suárez, dejaba en el aire una fuerte denuncia que vuelve encender las dudas ya existentes sobre el dudoso y extenso proceso de reparación y mantenimiento al que se sometió al submarino y su estado real al momento de emprender la que podría haber sido su última navegación.

"Mi esposo me comentó que tuvieron un desperfecto en 2014 y que fue grave; eso es todo. Que fue grave y que generó un poquito de tensión y de miedo ahí adentro. Pero como después salió todo bien son cosas que se cuentan a la familia, no a la prensa", dijo Itatí Leguizamón, la esposa de Suárez.

Un marino en actividad contó a Clarín que en 2014 hubo problemas de filtraciones de agua y también dificultades con los planos, aunque desde Defensa no lo confirmaron. Además, bajo condiciones de anonimato, este diario habló con un empresario involucrado directamente con la reparación de media vida a la que debió someterse el ARA San Juan en 2005, y que por idas y vueltas terminó comenzando en 2008. Para los especialistas esa pérdida de tiempo para repararlo es inadmisible. 

El empresario que también trabajó en la renovación del sistema eléctrico del rompehielos Almirante Irizar -incendiado en 2007 y en reparación por una década- fue directamente al grano al afirmar que ante todo hay que poner la vista en las irregularidades de las contrataciones que efectuó la Armada y Defensa en esos años en que por orden del Astillero Domeq García, Tandanor hacía las licitaciones.

Entre otras puestas al días, al ARA San Juan se le debieron hacer soldaduras en el casco, el "replacado" de 960 baterías que mueven sus motores, la alineación de los generadores y se le cambiaron 37 kilómetros de cables, entre otras reparaciones.

Molesto cuando vio que sólo "se lo usó" para justificar un concurso de precios, se retiró de la reparación del San Juan. Conocido en el mercado, contó a Clarín, por ejemplo, que su costo para desmontar, montar las nuevas baterías y hacer la interconexión de las mismas fue de unos 118.000 pesos y, sin embargo, se quedó con el negocio un subcontratista desconocido por un precio de entre 400.000 y 450.000 pesos.

El empresario sugirió que la jueza federal de Caleta Olivia Marta Yáñez debería poner sus ojos sobre la documentación en Tandanor y abordar las gestiones de los ministros de Defensa de la gestión K, Nilda Garré, Arturo Puricelli, Agustín Rossi y también de Mauricio Macri, Julio Martínez, quien estuvo al frente durante más de un año y medio.

Submarino ARA San Juan: cómo se detectó la explosión y qué podría significar

Por Fernando Rodríguez - LA NACION
Estaciones ubicadas en dos islas en alta mar ubicaron en tiempo, lugar e intensidad el estallido atribuido al San Juan.
Dos sensores a 7000 kilómetros y otro a unos 10.000 kilómetros de distancia registraron el suceso
El área donde se detectó la anomalía hidroacústica y las profundidades de la plataforma marítima

La triangulación de las mediciones de los hidrófonos operados en el Atlántico Norte y en el Índico por el organismo supranacional que supervisa las pruebas nucleares dieron la precisión de tiempo, distancia e intensidad de lo que definieron como un "evento violento, singular, anómalo, corto y no nuclear consistente con una explosión" ocurrida a las 10.55 del 15 de noviembre pasado, muy cerca del talud donde acaba la plataforma continental argentina.

El dato trascendental, acercado a la Armada por la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (Otpce, en inglés, Ctbto, Comprehensive Test-Ban-Treaty Organization), confirmó las peores presunciones: que el ARA San Juan sufrió un evento cataclísmico en plena navegación hacia Mar del Plata, a unas 30 millas náuticas al nor-noreste de su último punto de contacto radiofónico y a más de 400 kilómetros de la costa patagónica, frente al golfo San Jorge, ya cerca del talud que marca el fin de la plataforma continental argentina.

Dos sensores a 7000 kilómetros y otro a unos 10.000 kilómetros de distancia registraron el suceso. 
Los equipos de medición hidroacústica de anomalías sísmicas con los que se registran eventuales eventos nucleares están en la isla Ascensión (bajo el control británico, a mitad de camino entre América y África, a unos 2300 kilómetros de Recife) y en la isla Crozet, parte de un archipiélago subantártico francés situado al sur-sureste de Sudáfrica, aproximadamente en coincidencia con el meridiano de la isla de Madagascar y en una latitud coincidente con la de Puerto Deseado, Santa Cruz. En concreto: dos sensores a 6500 kilómetros uno y a 7800 kilómetros de distancia el otro, registraron el suceso catastrófico que habría hecho sucumbir al S-42.

El trágico anuncio cierra la puerta a la esperanza de encontrar con vida a los 44 tripulantes del San Juan. Ahora, las fuerzas internacionales que se unieron a las argentinas para intentar la búsqueda y el rescate del submarino argentino se concentrarán en intentar ubicar al TR-1700.

Ayer, al caer la tarde, el vocero de la Armada, Enrique Balbi, afirmaba que los medios de superficie y aéreos abocados a la búsqueda habían ceñido su rastrillaje a un área de unos 50 km2. Aunque eso representa apenas un "parche" en la vastedad del mar-océano, especialmente para los barcos, que se mueven a baja velocidad y por estas horas realizan sus detecciones con radares de visión lateral (usados para obtener imágenes del lecho oceánico) y el lanzamientos de sondas multihaz, para lo que necesitan moverse a bajas velocidades en un mar siempre agitado.

Este rastrillaje de fondo enfrenta un riesgo: la triangulación de los hidrófonos de la Ctbto marcó un punto de referencia de latitud y longitud que está prácticamente en el límite del talud de la plataforma marítima continental. A partir de allí empieza, hacia el este, una pendiente que rápidamente alcanza profundidades que superan los 1000 metros.
Resultado de imagen para El área donde se detectó la anomalía hidroacústica y las profundidades de la plataforma marítica
En caso de que el ARA San Juan se haya ido a pique y, a la deriva, se haya desplazado en la pendiente del talud o haya quedado en alguno de los escalones más allá de los 1000 metros, no se puede descartar que el casco resistente del buque haya colapsado irremediablemente.

Veteranos marineros militares recuerdan el caso del USS Scorpion, un submarino nuclear norteamericano declarado perdido en junio de 1968, cuando navegaba con 99 tripulantes a unas 350 millas náuticas de las islas Azores, en el Atlántico Norte. Terminó a 3000 metros de profundidad y allí yacerá eternamente. Los Estados Unidos, luego de fotografiarlo, decidieron dejarlo en ese santuario.

En un nuevo parte, la Armada anunció que continúa la búsqueda del submarino ARA San Juan

La Armada, con el auxilio de fuerzas y medios especializados de varios países -especialmente, norteamericanos-, proseguirá la búsqueda del San Juan. Se necesita dar con el casco, fundamentalmente, para determinar de manera contundente el destino de los 44 tripulantes.

Pero también, si la profundidad en la que está el submarino lo hace posible, recuperar el TR-1700 o poder acceder a él con medios técnicos de registro podría ayudar a echar luz sobre las causas de su colapso. Especialmente, poder conocer cómo se produjo aquel "evento violento, singular, anómalo, corto y no nuclear consistente con una explosión".

Lassina Zerbo - @SinaZerbo
Nuestra red hidroacústica detectó una señal inusual cerca de la última posición conocida del submarino argentino SanJuan.La señal de un evento impulsivo debajo del agua fue detectado 15 nov 13:51 GMT, Lat -46.12 °; Long: -59.69 °.Datos compartidos con autoridades argentinas.
13:46 - 23 nov. 2017

Como adelantó LA NACION en su edición de ayer, la principal hipótesis apunta a un cortocircuito en los packs de batería que dan energía a la nave, más concretamente, el tanque 3 -que ya había reportado fallos a lo largo de toda la vida útil de la nave-, según confiaron a LA NACION calificadas fuentes de la Marina.

La presunción es que la detonación fatal se produjo cuando el San Juan navegaba en inmersión, a unos 15 o 20 metros, es decir, a profundidad de periscopio. En esa situación pudo haberse producido una inesperada entrada de agua que hubiera llegado a la zona de baterías y que, en consecuencia, hubiese generado un poderoso arco voltaico entre los bornes de los generadores de estribor y el casco del buque, con resultado catastrófico.

Los sensibles hidrófonos de la Ctbto (hay 11 alrededor del mundo y el sonido submarino, de baja frecuencia, se propaga eficientemente a través del agua, por lo que, si bien buscan especialmente evidencias de pruebas nucleares, son capaces de registrar una detonación de 40 kg de dinamita a 16.000 kilómetros de distancia) captaron una sucesión de explosiones a una latitud de -46,12 grados y a -59,69 grados de longitud. Según los espectrogramas publicados, correspondientes a la estación de Ascensión HA10, la primera "anomalía hidroacústica" es la más importante; la segunda ocurre 90 segundos después, y luego, una menor, 60 segundos más tarde. El sonido tardó una hora en recorrer, a través del agua, 6500 kilómetros.

A falta de más datos, un veterano submarinista sugirió a LA NACION que la primera marca, la más destacada, podría corresponder a la explosión dentro del buque; las otras, quizás, a su colapso. El buque estaría entero por fuera, pero arrasado por dentro.

Submarino ARA San Juan: las baterías, posible origen de la explosión, habían sido reparadas

Por Daniel Gallo y Fernando Rodríguez - LA NACION
Se mantuvieron las carcasas, pero se cambiaron a nuevo todos los elementos internos
Resultado de imagen para Submarino ARA San Juan
Las baterías del tanque 3, entre las principales hipótesis de la falla en el ARA San Juan

En la lotería de las hipótesis sobre el trágico destino del ARA San Juan , el pack de baterías tiene prácticamente todos los números para el infausto premio de causante de la explosión que provocó su desaparición bajo las aguas del Mar Argentino.

El estado real de esos generadores fue puesto en tela de juicio por algunos de los deudos de los 44 tripulantes y, sotto voce, por marinos de vasta trayectoria en la fuerza. Los cuestionamientos se centraron, fundamentalmente, en los trabajos de reparación de media vida que se le realizaron al S-42 en el Taller Naval Almirante Segundo Storni -ex astillero Domecq García-, que demandaron siete años, entre 2007 y 2014.

Calificadas fuentes de la Armada confiaron a LA NACION que los elementos de batería estaban en condiciones de uso y que aquella repotenciación realizada en el país -con supervisión del fabricante alemán- se cumplió satisfactoriamente. Y recalcaron: "Si el San Juan salió a hacer su misión es porque estaba en óptimas condiciones para hacerlo".

El San Juan navegó desde su base, en Mar del Plata, hasta Tandanor "en superficie, debido a las serias limitaciones de sus baterías y motores diésel principales, poniendo en evidencia la necesidad imperiosa de su reparación", según contaban las crónicas de la época. Calificadas fuentes de la Armada argentina dijeron a LA NACION que las emisiones de hidrógeno de las baterías ya ponían en riesgo a la tripulación y al propio barco.

Lo mismo le había ocurrido al gemelo del San Juan, el Santa Cruz -botado en el astillero Thyssen Nordseewerke, de Alemania, en 1983-; según los especialistas, el estado de las baterías convertía a la nave en una "bomba de tiempo". La sucesiva carga y descarga de las baterías genera gasificación y emisión de hidrógeno. Su concentración más allá del 2% -por el calentamiento- es muy peligrosa y por encima del 4% es capaz de producir una explosión catastrófica. Los submarinos tienen dispositivos que lo captan y los transforman en vapor de agua.

Tandanor se encargó de las tareas más grandes: el corte del casco resistente en la sección de popa -y su posterior resoldado- para poder extraer los generadores eléctricos y reemplazarlos, y rectificar los cuatro motores diésel; el recambio de todos los mástiles izables (con un trabajo sobre el cabezal del snorkel que incluyó flaps de descargas de gases y de toma de aire, entre otros), y el reemplazo de la planta de aire comprimido, de los compresores de aire acondicionado, los equipos de destilación de agua y la renovación de planta hidráulica, bombas y diversos sistemas eléctricos.
Las baterías del ARA San Juan fueron repotenciadas en el Complejo Naval
Las baterías del ARA San Juan fueron repotenciadas en el Complejo Naval.

Se extrajeron, por supuesto, los 960 elementos de batería de plomo ácido que proporcionan energía eléctrica al motor eléctrico de propulsión (MEP) que, en su momento, fue quizás el motor eléctrico de corriente continua más grande del mundo.

De su renovación se encargó la Armada, que en el propio Complejo Industrial Naval Argentino (Cinar) -que agrupa a Tandanor y al astillero Storni- tiene áreas específicas que dependen de ella.

Los elementos de batería nuevos tienen un costo aproximado de 10.000 euros, multiplicado por 960, una fortuna. Por eso se decidió usar las mismas "jarras" -carcasas- y cambiar todos sus elementos desgastados y el ácido, lo que se conoce como "replacado". Como se dijo, personal del astillero alemán supervisó las tareas y el INTI verificó las soldaduras. El proceso de verificación lo hizo un conocido fabricante de baterías de auto. Garantiza seis años de uso de la batería con el 100% de su capacidad. Las viejas liberan más hidrógeno y requieren más control después de los siete años.

Tras su salida al mar, en 2014, el San Juan realizó satisfactoriamente múltiples misiones, incluidas largas travesías oceánicas, explicaron expertos de la Marina. Sostuvieron que, en el caso actual, un descontrol del hidrógeno podría haber causado una deflagración, aunque insistieron en que lo más probable es una explosión por una batería cargada expuesta al agua de mar.

jueves, 23 de noviembre de 2017

Calculan gastos millonarios para Estados Unidos por los operativos

Por Redacción Diario De Cuyo
Dos millones de dólares puede costar el combustible para el traslado del avión Galaxy.

Foto: Pilotos de la Real Fuerza Aérea Británica que vinieron a colaborar con la búsqueda del submarino se alojan en un céntrico Hotel en la ciudad de Comodoro Rivadavia.

Mientras fuentes de Defensa afirman que cada país solventa sus propios gastos para colaborar en el operativo del submarino argentino, se difundió que el costo del combustible para el traslado de un avión estadounidense puede costar unos dos millones de dólares, según cálculos.

Varios países se sumaron a las operaciones de búsqueda y rescate del submarino ARA (por Armada de la República Argentina) San Juan, que desde hace una semana perdió todo contacto con las bases navales. Según informaron fuentes del Ministerio de Defensa a medios argentinos, la inapreciable ayuda no tendrá un costo económico para la Argentina.

Cada país se solventa sus propios gastos, ya sea el traslado de los barcos y aeronaves, el alojamiento y gastos del personal, aseguraron las fuentes del área de Defensa y de las propias fuerzas, al valorar el gesto de los gobiernos de Estados Unidos, Gran Bretaña, Brasil, Francia, Alemania, Perú, Chile, Uruguay y Colombia.

Y no se trata de montos menores. Dos millones de dólares es el costo del combustible, ida y vuelta, para el traslado del avión Galaxy C-5, uno de los más grandes de la fuerza aérea norteamericana, que llegó a Comodoro Rivadavia desde Honolulu. El día anterior había llegado de Estados Unidos otra aeronave similar y, más tarde, arribaron dos Boeing C-17 Globemaster III.

En el caso del Galaxy C-5 la hora de vuelo tiene un costo de 36.000 dólares. El propio gobierno norteamericano, indicaron fuentes aeronavales, asumió el costo de la contratación de grúas para bajar del avión las unidades de rescate submarino transportadas. "Esta voluntad internacional se corresponde con la imagen que despierta hoy la Argentina en el mundo. Tal vez el gesto no hubiera sido tan extendido en otro tiempo", arriesgó una fuente oficial.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió a través de su cuenta de Twitter "que Dios esté con los 44 tripulantes" del submarino de la Armada Argentina desaparecido. "Hace tiempo que di la orden de ayudar a Argentina con la misión de búsqueda y rescate de su submarino desaparecido. 44 personas a bordo y no queda mucho tiempo. ¡Que Dios esté con ellos y con el pueblo de Argentina!", tuiteó el mandatario estadounidense.

En tanto, el presidente Mauricio Macri dialogó ayer telefónicamente con su par ruso, Vladimir Putin, quien puso a su disposición un buque oceanográfico de alta complejidad para que se sume al operativo de búsqueda del Submarino ARA San Juan, desaparecido desde el miércoles pasado, informó la Cancillería.

En la conversación, los mandatarios "acordaron que los ministros de Defensa de ambos países conversarán sobre la implementación de esta colaboración rusa", según se precisó. Tras agradecerle el ofrecimiento, Putin le adelantó que "ponía a disposición inmediata un buque oceanográfico de alta complejidad, de gran utilidad para este tipo de operaciones", informó la Cancillería.

La solidaridad internacional ha dado lugar a escenas impensadas hasta hace poco, como un avión de la fuerza aérea del Reino Unido de Gran Bretaña -país con el que Argentina entró en guerra en 1982 por las islas Malvinas-, que ayer aterrizó en Comodoro Rivadavia, puerto del sur de Argentina desde donde parten buques y aviones a la búsqueda del ARA San Juan.

Agencias

Una explosión en las baterías, la hipótesis de la "anomalía" más temida

Por Fernando Rodríguez - LA NACION
La detonación generada por un cortocircuito tiene poder suficiente como para ser oída en superficie; la búsqueda es en el fondo del mar.
 
"Anomalía hidroacústica" fue anoche el nuevo mensaje encriptado de la Armada para rodear la información precisa y contundente sobre la ubicación y, a partir de eso, el destino del ARA San Juan . Ya era un día crítico para las esperanzas de la tripulación del S-42, a una semana de su desaparición, por la disponibilidad de oxígeno. La novedad trastocó esos cálculos y bosqueja un escenario más sombrío.

Técnicamente, tal como explicaron veteranos navegantes a LA NACION, el abanico de posibilidades de esa alteración significativa del nivel de ruido proveniente de las profundidades del mar en un punto determinado es sumamente amplio. En el contexto de las hipótesis aplicadas al caso, ese sonido inesperado y suficientemente potente como para haber sido escuchado en superficie por quien hubiese estado en disposición técnica de hacerlo sería compatible con una explosión dentro del submarino.

Esa hipotética explosión se habría producido unas cuatro o cinco horas después del último contacto radiofónico del S-42, a unas 30 millas náuticas (casi 60 kilómetros) de aquel punto de referencia, casi en línea recta hacia Mar del Plata, que era el destino hacia el cual había puesto proa el comandante del buque.

El vocero de la Armada no dio ayer precisión alguna sobre la etiología de aquella "anomalía hidroacústica". Apenas agregó que era objeto de evaluación por parte de los expertos norteamericanos que trabajan en el caso y que para realizar nuevas comprobaciones se habían comisionado al punto de latitud y longitud señalado dos corbetas, un destructor y el buque Skandy Patagonia, que traslada medios especializados para la detección submarina. Las próximas horas serán determinantes.

La explicación de esa teórica detonación es, por estas horas, objeto de vagas especulaciones. Como fue planteada, la hipotética explosión sería el origen de la pérdida definitiva de contacto con el barco y de la desaparición del San Juan.

Una de las versiones más verosímiles es la de una explosión producto de un cortocircuito en el bloque de 960 baterías que dan energía al TR-1700. Ese cortocircuito habría generado un arco voltaico entre las baterías y el casco de la nave. Algo así como un relámpago en un recinto cerrado, un relámpago imparable. De haber ocurrido eso, la onda expansiva podría haber tenido consecuencias letales dentro de la nave, aun cuando no hubiese puesto necesariamente en riesgo de colapso el barco.

Por estas horas hay consenso casi unánime en un punto: el San Juan no consiguió salir a flote por sus propios medios por causa de una emergencia mayúscula que les impidió a sus tripulantes actuar como han sido entrenados para hacerlo en una situación análoga.

Se asume que quedó asentado, incapaz de emerger, en el lecho marino. En este punto hay discrepancias con respecto a cuál es, efectivamente, la profundidad a la que estaría. Es que a partir de la zona rastrillada la plataforma continental argentina comienza su pendiente más pronunciada. Entre las 150 y las 300 millas desde la costa patagónica, frente al Golfo San Jorge, el descenso escalonado pasa de los 200 metros hasta casi 1000. Más allá de eso están los 5000 metros del lecho del océano Atlántico Sur.

La diferencia es determinante: el submarino clase TR-1700 tiene un límite operativo cercano a los 700 metros; más allá de eso se supera su capacidad de elasticidad y, sometido a una presión que no puede tolerar, el buque colapsa, implosiona. No hay en la Argentina nadie que haya sido testigo de una implosión de un submarino, todo son meras teorías o deducciones, pero una implosión no genera una marca de ruido como sí lo haría una explosión; por eso es que los especialistas consultados por LA NACION se inclinan a pensar que la "anomalía hidroacústica" fue fruto de una detonación por un cortocircuito en los packs de baterías, quizás, en el problemático "tanque 3" del buque.

Hasta que se supo de la "anomalía hidroacústica" que, desde anoche, se trataba de establecer si tenía relación con el San Juan, no había vestigios de la nave en la superficie marítima en la vasta zona en la que se la busca desde la semana pasada.

Imposibilitada de emerger por sus propios medios, la tripulación del S-42 no demandó auxilio por contacto radial, no lanzó las dos radiobalizas de emergencia ni las diversas balizas de colores para marcación de posición en superficie; no forzó la flotación del buque con la liberación del lastre ni evacuó a la tripulación según el procedimiento de emergencia entrenado. Los veteranos submarinistas consultados por LA NACION coincidieron de forma concluyente: si no lo hicieron es porque hubo una emergencia tal que se lo impidió. Algo, quizá, catastrófico.

¿Qué pudo haber pasado? Es otra ecuación irresuelta hasta ahora. La teoría dice que un ingreso de agua de mar a través de las entradas de aire de la ventilación de baterías, además de hacer cortocircuito, descarga esos generadores contra el casco (aquella hipotética explosión) y genera gas cloro, que es tremendamente venenoso.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Qué es Ismerlo, el sistema internacional que alertó al mundo sobre el ARA San Juan

(La Nación) - La institución se creó en 2004 y permite contar con la asistencia de más de 40 países en casos como el del submarino argentino desaparecido
La Oficina Internacional de Escape y Rescate de Submarinos (Ismerlo, en sus siglas en inglés) fue la clave para alertar a la comunidad internacional y permitir el desembarco de la ayuda para la búsqueda y eventual rescate del submarino ARA San Juan , que continúa desaparecido desde el miércoles con 44 tripulantes a bordo.

Establecido en septiembre de 2004, Ismerlo es el centro internacional de información y coordinación en rescate submarino, que permite a las naciones contar con la asistencia de más de 40 países para incidentes como el del ARA San Juan.

"Es la organización internacional de intercambio de información de países con submarinos, que lo que hace es coordinar la información sobre un evento como éste", explicó hoy en declaraciones televisivas Alejandro Cuerda, comandante de la flota de submarinos de la Armada de España, quien hoy confirmó el envío de tres contenedores por parte de España. Cuerda informó que la Armada española se notició del incenidente del ARA San Juan el viernes por la tarde gracias a esta alarma internacional.

"Toda la comunidad del submarino se une a una sola, en una sola alma, sentimos todo muy cerca, es una profesión de riesgo y por eso vamos a hacer todo lo posible para poder ayudar", aseguró Cuerda, y agradeció que este tipo de accidentes "afortunadamente no ocurre muchas veces".

El cambio tras Kursk

Desde la pérdida del submarino nuclear ruso "Kursk" y la muerte de sus 110 tripulantes en agosto de 2000, la mayor parte de las grandes marinas de guerra del mundo acordaron que tenían que actualizar sus medios de salvataje y rescate, así como normalizar los procedimientos y medidas para esos casos.

Previamente los rescates estaban encabezados por la OTAN, pero con más de 40 naciones diferentes operando submarinos en todo el mundo en la actualidad se extendió a toda la comunidad submarina global.

Países como Argentina, Australia, Brasil, Chile, China, India, Japón, Pakistán, Rusia, República de Corea, Sudáfrica y Suecia, entre otros, se sumaron al protocolo de Ismerlo, explicó la Armada de Estados Unidos en su sitio cuando se lanzó la Oficina.

"Todos los países que suscriben son asistidos a través del brazo operativo que es Ismerlo una vez que el país decide lanzar el alerta, como se hizo la semana pasada cuando se activó la alarma. Es Ismerlo el que decide qué medios vienen", explicó ayer el coordinador de Rescate de la Armada Argentina, capitán de navío Gabriel Attis.

En el mundo hay 8 equipos de rescate que cuentan con la última tecnología, pero se eligió el de Estados Unidos porque es el que se encontraba más cerca de la Argentina, dado que la ayuda debe llegar lo más pronto posible.

Alrededor de 100 efectivos, entre tropa operativa y técnicos especializados en distintas disciplinas que forman parte del Comando de Rescate Submarino (URC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, zarparon hoy de Comodoro Rivadavia para realizar el rescate en caso de que se localice al submarino frente a las costas de Chubut.

En tanto, diferentes unidades provenientes de Reino Unido, España, Brasil, Francia, Alemania, Perú, Chile, Uruguay y Colombia desplegaron parte de sus fuentes aeronáuticas y navales para ayudar en la búsqueda.

Agencia Télam

Lo que debió hacerse y no se hizo revela la gravedad de lo que pasó dentro del submarino

Por Fernando Rodríguez - LA NACION
El Ara San Juan, meses atrás en Buenos Aires, antes de zarpar hacia Mar del Plata
El ARA San Juan, meses atrás en Buenos Aires, antes de zarpar hacia Mar del Plata. Foto: LA NACION / Gentileza: Héctor Pristupluk

El tiempo, cuyo paso bajo el agua carece de referencias visuales naturales para quienes han elegido navegar en sus profundidades, se ha convertido en un factor crítico en la búsqueda del ARA San Juan. El submarino se perdió -quién sabe dónde- y es buscado por una inmensa comunidad de camaradas mientras que millones de argentinos esperan verlo aparecer para que sus 44 tripulantes puedan volver a casa.

Es crítico porque se convirtió en la medida de referencia de mayor valor, ahora, para imaginar las posibilidades de supervivencia de las personas que están dentro del S-42. Cada minuto, se desvanece una parte de aire y, con ella, una fracción de esperanza.

Ya se ha dicho: por el momento solo se sabe que no se sabe dónde está el submarino más nuevo de la Argentina -y que, sin embargo, tiene más de 30 años. Desde el primer día de su desaparición, en la comunidad submarinista, cunde el desasosiego; la mayoría prefiere evitar decirlo en voz alta, casi como si fuese un exorcismo, un antídoto para eliminar la peor de las sospechas: que un gravísimo incidente hizo que el San Juan terminara en el lecho marino -con suerte, en la plataforma continental y no más allá del talud, en el océano, donde las isobatas marcan profundidades en las que la presión del agua haría colapsar un buque como el TR-1700- y no en superficie, donde la propia tripulación del S-42 habría dado los pasos necesarios para convocar el rescate.

Entre tantas hipótesis y elucubraciones, veteranos submarinistas de la Armada ponen el acento en que hay un protocolo de acción ante emergencias y que ninguno de los resultados esperados de esas acciones se han visto en este caso. Por eso, el desasosiego, la incertidumbre. El comandante del S-42 "sabe" que debe reportarse a su base o al comando ocasional a la hora prefijada: es importante dar el "presente" cuando, por su propia naturaleza, el submarino de guerra es un arma furtiva cuyo valor es volverse indetectable a la hora del acecho; también es el momento de dar y recibir novedades. Y eso puede hacerlo cuando está en superficie: allí hace la maniobra de snorkelling (un tubo que le permite no solo renovar el aire en la nave sino poder facilitar la combustión de los cuatro motores diésel con los que se cargan las 960 baterías del TR-1700) y realiza las comunicaciones radiales o, eventualmente, satelitales, además de poder escudriñar el horizonte y volver a ver el cielo.

Un comandante de submarino ya retirado dijo a LA NACION: "Cualquier submarinista sabe que si se venció el plazo de comunicación y no pudo avisar, o no escuchó la respuesta, debe salir a superficie sí o sí. Si no avisás, te van a empezar a buscar. En el caso del San Juan son demasiadas las cosas que no pasaron para suponer que la situación está controlada".

Un breve repaso. Luego de reportar un primer incidente con las baterías (aparentemente, producto de un cortocircuito por la entrada de agua al buque a través del snorkell), el capitán del submarino puso proa hacia su base, en Mar del Plata. Pero luego dejó de reportar con la periodicidad preestablecida. La falta de reporte significa "submarino en problemas" y, de inmediato, se comienzan a verificar los pasos precedentes para intentar predecir los posteriores y orientar una búsqueda de solución.

Los problemas con las baterías en el TR-1700 no eran una novedad: los trae desde su diseño en Alemania, en los albores de la década de 1980, a pedido exclusivo de la Argentina, dueña de la licencia y único usuario de esta clase de submarinos. Casi desde el inicio de las operaciones, y en especial con el radical mantenimiento de media vida al que fue sometido el S-42, los inconvenientes al respecto nunca se superaron del todo. Pero en la Armada hay una certeza: si el San Juan salió a navegar para hacer inmersión es porque estaba en condiciones de hacerlo.

Se intuye que solo un incidente muy grave puede haber impedido al comando del San Juan (o a cualquiera del resto de la tripulación, llegado el caso) iniciar los procedimientos de emergencia. El más evidente de todos es garantizar la flotabilidad del buque -si está en inmersión, abriendo las válvulas del manifold y liberando el aire de los botellores de los tanques de lastre para hacer que la nave suba inexorablemente- y activar las radiobalizas de emergencia (el S-42 tiene dos y son de nueva generación) para requerir ayuda y establecer posición satelital. No se captaron señales de esas balizas: o bien no funcionaron o la emergencia fue tan intempestiva que no dio tiempo a la tripulación a sacarlas.

Sumergirse para hacer más "cómoda" la espera con una nave que, por el motivo que sea, no se puede controlar sería prácticamente suicida. De no ser posible controlar la nave (por falta total de energía, por ejemplo) y mantenerla a flote se deben activar los planes de evacuación: el TR-1700 tiene dos balsas que, incluso, pueden ser "lanzadas" en inmersión, desde una profundidad de 60 metros, ya que así también "marcan" posición del buque debajo del agua. Incluso, a una profundidad intermedia (hasta 70 metros), todos los tripulantes podrían abandonar el submarino, encajados en sus trajes especiales (de fabricación inglesa y de reciente provisión) a través de la garita de escape que está en una zona de la vela de navegación de superficie; lo harían en grupos de a cuatro.

En concreto, en este caso se produjo una situación de riesgo definida como "submarino imposibilitado de salir a superficie por sus propios medios". Puede producirse porque no hay aire en los botellones o porque se rompió el sistema de lastre (por ejemplo, en un hipotético choque con otro buque). Si bien las baterías, por definición, son elementos altamente inestables. Las del TR-1700 son de unos 60.000 amperes: un cortocircuito generaría un arco voltaico impresionante, eventualmente un incendio, con graves consecuencias para quien estuviera cerca. Raramente podría producir algún daño estructural al submarino aunque, si ocurrió eso, pudo haber entrado agua al buque. Sin embargo, sería extraño que un cortocircuito melle el casco resistente del submarino.

El incendio o la inundación, aun controlados rápidamente, reducen la cantidad de oxígeno disponible dentro de la nave para garantizar la supervivencia de una tripulación encerrada y en inmersión.

Hay en la nave máscaras (como las de los aviones) para capear la emergencia, que garantizan hasta dos horas de provisión de oxígeno y, además, hay procedimientos para cuidar el consumo (uno de ellos, que la mayor parte de la tripulación duerma).

Lo que nadie puede estimar es, en caso de que no haya ocurrido algo fatalmente irreversible, cuánto oxígeno hay o si el aire, por la razón que fuere, se volvió irrespirable. Así, según los especialistas, al segundo día sin aireación natural, el nivel de oxígeno en el submarino comienza a descender de forma notoria. Por lo que hay que agregar oxígeno, ya sea con tubos o con un compuesto químico que viene en unas candelas.

Pero hay otro problema adicional: dentro del submarino sumergido, el aire se comprime y los organismos comienzan a asimilar nitrógeno a un nivel superior al atmosférico. Por eso se pone tanto énfasis, por estas horas, en que cualquier maniobra de rescate con las cámaras robot requerirá de un extenso tratamiento de descompresión. No hacerlo correctamente podría derivar en embolias gaseosas, que son mortales. El procedimiento, tomando como base que son 44 los tripulantes que deben ser rescatados, puede demandar un par de días.

Finalmente, en el tren de las hipótesis -y suponiendo que haya oxígeno y víveres suficientes- está la no menos peligrosa cuestión de la profundidad a la que podría estar el S-42. Se presume que está asentado en el lecho marino pero no se sabe dónde y, por eso, tampoco se conoce a qué profundidad se encuentra. De estar en la plataforma continental no serían más de 200 metros. Pero no se puede descartar que la nave se haya desviado al haberse quedado sin energía eléctrica y, en consecuencia, sin instrumental. Más allá del talud, internándose en el Océano Atlántico Sur, las isobatas llegan rápidamente hasta los 700 metros de profundidad. El TR-1700 tiene un casco "sumamente elástico", tal como lo definió un veterano miembro de la fuerza de submarinos argentina. En Alemania, antes de ser provisto a la Armada nacional, se lo probó a un límite operacional de 660 metros. Solo pensar que está más allá es horrendo.

El problema eléctrico del submarino se originó a raíz de una entrada de agua

Por Mariano De Vedia - LA NACION
Ocurrió al utilizar el snorkel y lo reportó el submarino, aunque lo solucionó
El problema que reportó el ARA San Juan , al comunicar una avería eléctrica, se produjo por una entrada de agua al utilizar el snorkel, el sistema por el cual el submarino emerge a la superficie para renovar el aire y recargar el sistema de baterías.

Así lo revelaron a LA NACION altas fuentes navales, que insistieron, sin embargo, en que el propio comandante del submarino comunicó que el problema había sido subsanado y que se dirigía a Mar del Plata sin novedades materiales ni de personal. Esa comunicación, que constituyó el último contacto, ocurrió hace una semana.

Dos fuentes navales aseguraron que no se registraron filtraciones, sino un ingreso de agua a través de la tubería del snorkel y eso podría haber generado un cortocircuito en la alimentación de las baterías.

"Todos los submarinos llevan sistemas de alimentación en compartimentos estancos. Si hay una falla en uno, se conecta al sistema de baterías del otro", explicó, al respecto, el vocero de la Armada, capitán Enrique Balbi, al restarle trascendencia a dicha entrada de agua.

En tanto, la lista de tripulantes sigue siendo un misterio y no la difunden ni el Gobierno ni la Armada.
Fuentes del Ministerio de Defensa fundamentaron la negativa en la "protección de datos personales" y señalaron que su difusión corresponde a la fuerza naval. Balbi, el vocero de la Armada, dijo que la lista fue presentada a la Justicia y es reservada. "No la vamos a dar por respeto a los familiares", insistió.

En tanto, a medida que se pasan los días sin tener noticias del submarino, crece la inquietud por la capacidad de la embarcación y el temor a que le falte oxígeno a la tripulación .

Si bien varios registros técnicos navales indican que el ARA San Juan tiene capacidad para 38 personas, la embarcación lleva a bordo 44 tripulantes, entre ellos siete buzos tácticos, lo que despertó inquietud teniendo en consideración los posibles problemas que podrían plantearse ante un eventual problema con el oxígeno.

"Yo estuve varios años en el submarino ARA San Juan y una vez fuimos a Estados Unidos con una dotación de 50 personas", especificó, en diálogo con LA NACION, el vocero Balbi, que se formó como submarinista y desarrolló esa especialidad. Explicó que el submarino tiene 38 camas, pero muchas veces se arman más cuchetas en el compartimento de torpedos, para tener más frecuencia en la rotación de las guardias. "Eso reduce, por supuesto, las posibilidades de tener errores humanos, porque los tripulantes pueden tener un descanso mayor", graficó el especialista.

En tanto, el experimentado submarinista Horacio Tobías, ex oficial del ARA San Juan, estimó que el buque puede albergar "aspirantes de la escuela de submarinistas, visitantes autorizados, buzos para ejercicios y buzos tácticos, entre otros".

Dijo, incluso, que el ARA San Juan tiene una capacidad de 70 personas en algunas operaciones. "Si bien puede ser menor la cantidad de camas, hay camas suplementarias. El oxígeno y los víveres se calculan antes de salir y para todos los tripulantes".

Distintas fuentes consultadas en la Armada señalaron que la capacidad final siempre dependerá de la misión a la que el submarino esté abocado.

Mas información: http://www.lanacion.com.ar/2084542-el-problema-electrico-se-origino-a-raiz-de-una-entrada-de-agua

martes, 21 de noviembre de 2017

En Defensa abrirán un sumario interno para investigar responsabilidades en el accidente del San Juan

En Defensa abrirán un sumario interno para investigar responsabilidades en el accidente del San JuanPor Martín Bravo - Clarin.com
Sea cual sea el resultado de la búsqueda, Aguad se pondrá a disposición del juez de Mar del Plata que investiga el caso.

Foto: Oscar Aguad, en el rompehielos Irizar.

El Ministerio de Defensa abrirá un sumario interno para investigar el accionar de la Armada en la desaparición y la búsqueda del ARA San Juan, con 44 tripulantes a bordo y sin comunicación desde el miércoles por la mañana cuando se encontraba a la altura del Golfo San Jorge, a 432 kilómetros del continente. En estas horas la atención del Gobierno se focalizó en los intentos de encontrar al submarino y contener a los familiares: Mauricio Macri “se puso en forma personal al frente del caso”, resaltaron en la Casa Rosada, con su viaje del fin de semana a Chapadmalal y su paso por la Base Naval de Mar del Plata. Altos funcionarios adelantaron a Clarín que luego buscarán determinar las responsabilidades de las autoridades, en el marco de la causa abierta en el juzgado federal de Mar del Plata.

Desde el Gobierno procuraron desestimar las versiones de disputas e internas entre Oscar Aguad -ministro de Defensa- y los jefes de la Armada, luego de que trascendieran supuestos reproches por la demora en la información y también contradicciones sobre una falla eléctrica comunicada por la tripulación, finalmente confirmada oficialmente ayer. Macri visitó unos 30 minutos a los familiares en la Base Naval y luego mantuvo una reunión con el vicealmirante Miguel Angel Máscolo -subjefe de la Armada- y el titular del Comando del Area Naval Atlántica, el contraalmirante Gabriel González, para informarse sobre el operativo de búsqueda y las últimas novedades, en ese momento los ruidos grabados y en análisis para determinar si provenían del submarino.

“Estuve en la base de Mar del Plata para acompañar y ofrecer todo mi apoyo a los familiares de la tripulación del submarino ARA San Juan en estas horas difíciles. Seguimos desplegando todos los recursos nacionales e internacionales disponibles para hallarlos lo antes posible”, expresó el Presidente en su cuenta de Twitter. En el Gobierno destacaron su involucramiento, aunque había expectativa de un desenlace positivo antes de su regreso a Buenos Aires. Marcos Peña -jefe de Gabinete- también estuvo encima del caso y en comunicación con los principales actores a la espera de novedades.

Macri viajó a Chapadmalal con su familia y fue a la Base Naval con Fernando De Andreis, Secretario General de la Presidencia. Aguad y Marcelo Srur -jefe de la Armada- siguieron el tema desde Buenos Aires y Enrique Balbi -vocero de la fuerza- quedó a cargo de la comunicación ante la prensa. “Es un buen vocero y por el momento se va a mantener así, hasta que haya novedades”, dijo un alto funcionario, ante algunas miradas que advirtieron sobre una nueva reacción acaso insuficiente del Gobierno. Primó la decisión de darle prioridad al discurso técnico y difundir las actividades de Macri vinculadas a la búsqueda.

“Ahora el foco está puesto en encontrar a la tripulación lo antes posible. Después se van a hacer todas las investigaciones que correspondan”, anunció sobre la decisión de iniciar un sumario. A su regreso de Vancouver, adelantado por la desaparición del submarino, Aguad hizo la denuncia ante el juez federal de Mar del Plata. Fuentes del ministerio de Defensa también confirmaron que se abrirá una investigación interna y a su vez remitieron a esa causa en curso.

En la Casa Rosada, además, no descartaron que la desaparición del ARA San Juan reabra un debate sobre la falta de recursos y equipamiento en las Fuerzas Armadas, en un momento en que el Gobierno se propone bajar el déficit fiscal. Aun así en Defensa se mostraron satisfechos con el presupuesto para 2018, cercano al 1% del PBI. “Es importante para un país en crisis. Alemania destina entre el 1% y el 1,5% de su PBI. Es un problema de prioridades, en la Argentina hay 12 millones de pobres”, argumentó un funcionario de esa cartera, y agregó que para un eventual rescate del submarino en caso de su hallazgo “no hay límites” presupuestarios.

Para las próximas horas la expectativa estaba puesta en que a la colaboración internacional con buques y aviones de Estados Unidos, Reino Unido, Brasil, Chile y otros países se sume la ayuda del clima, con menor intensidad de los vientos y altura de las olas para propiciar la búsqueda: esperaban para esta mañana “condiciones más favorables” para el operativo.

ARA San Juan: las ocho claves de la angustiante búsqueda del submarino

ARA San Juan: las ocho claves de la angustiante búsqueda del submarino(Clarin.com) - Este martes se cumplirán seis días sin noticias de la embarcación y sus 44 tripulantes.

El submarino ARA San Juan de la Armada Argentina es buscado en forma desesperada después de que se perdiera contacto con la embarcación el miércoles por la mañana, cuando se produjo la última comunicación.

La nave tenía previsto llegar a Mar del Plata ayer o podía hacerlo este lunes si las condiciones no eran las ideales. Ese plazo ya se cumplió, y ya este martes, mientras los familiares de los 44 tripulantes pasan de la esperanza a los "picos de angustia", se cumplirán seis días sin poder determinar la ubicación del submarino.

A continuación, las ocho claves en torno a este operativo, que la Armada definió como el más importante de los últimos años:

1. Sin contacto desde la semana pasada. La última comunicación fue el miércoles por la mañana, según confirmó oficialmente la Armada Argentina. Al momento de esa comunicación, la embarcación, que lleva 44 tripulantes a bordo, se encontraba en el área de operaciones del Golfo San Jorge, 240 millas náuticas (432 kilómetros). El protocolo establece que en tiempos de paz, un submarino debe comunicarse dos veces al día con la base de operaciones. Al no concretarse nuevas comunicaciones es que se dispuso el operativo de búsqueda.

2. El reporte de fallas en las baterías. Este nuevo dato se conoció esta mañana. Según informó el vocero de la Armada, Enrique Balbi, "no hay que establecer que esa avería tiene que ver con el desperfecto de este momento".

3. Las llamadas satelitales que no fueron desde el submarino. El sábado trascendió que hubo siete intentos de establecer llamados presuntamente desde el ARA San Juan, la Armada confirmó hoy que esos llamados no fueron desde la embarcación. Así lo confirmó la empresa de comunicación satelital luego de un exhaustivo análisis de todas las señales radioeléctricas detectadas en la zona.

4. Estaba volviendo a Mar del Plata por la ruta más corta. “Tuvimos una comunicación con el comandante en la que informa que estaba con rumbo a Mar del Plata. Estaba haciendo un área de patrulla y se le pone un rumbo directo, la derrota más corta”, dijo Gabriel Galeazzi, también vocero de la Armada.

5. El mal clima complica las operaciones. En el quinto día de búsqueda, las condiciones meteorológicas “son pésimas”, advirtieron desde la Armada. "Tanto los aeronaves como los buques han soportado condiciones meteorológicos de extrema dureza, con vientos de hasta 80 kilómetros por hora, precipitaciones de distinta intensidad y olas de hasta siete metros de altura", indicó la Armada en un comunicado.

6. Un ruido que se investigó. La Armada Argentina analizó "un ruido constante" que fue percibido por dos embarcaciones y que fue registrado en el área de búsqueda. Fue detectado "a la altura de la Península Valdés, a 360 kilómetros de la costa, en el borde del talud, donde hay una profundidad promedio de unos 200 metros", dijo Enrique Balbi, vocero de la fuerza. Horas más tarde, la propia fuerza aseguró que el ruido "no corresponde a submarino".
7. La falta de oxígeno, el principal riesgo. Con el correr de las horas disminuyen las posibilidades de supervivencia de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan. El mejor escenario les da siete días de autonomía si no logran salir a la superficie a renovar el aire. Llevan cinco desaparecidos. “En condiciones normales, el submarino puede pasar 90 días sin ayuda externa, en cuanto a combustible, agua, aceite y oxígeno. Esto es, haciendo snorkel para renovar el aire y cargar las baterías. Esto se hace una vez por día, o cada dos o hasta tres días. Estas son las condiciones normales”, había explicado Balbi.

8. Un operativo inédito con tecnología última generación. En el puerto de Comodoro Rivadavia se ultiman este lunes los preparativos para una misión de búsqueda y rescate. El buque noruego Skandi Patagonia cuenta con cuatro vehículos sumergibles no tripulados que son manejados por control remoto y una sonda de gran alcance que servirá para intentar localizar al submarino. Si eso ocurre, bajarán a las profundidades una campana de rescate presurizada que se pegará al ARA San Juan y permitirá el salvamento de los submarinistas argentinos. De a seis por viaje, en una operación que será algo similar a lo que ocurrió con los mineros chilenos en 2010.

Descartan dos pistas sobre el submarino y lanzan un operativo inédito de búsqueda

Clarin.com - Se confirmó que las siete llamadas no eran del submarino y descartaron que un ruido que provenía del fondo del mar fuera de la nave.
Descartan dos pistas sobre el submarino y lanzan un operativo inédito de búsqueda
Operativo del equipo de rescate la armada EE.UU. El equipamiento que llegó en aviones a base Cro. Rivadavia es cargado buque Skandi Patagonia puerto misma ciudad. Foto: Andrés D’Elia -

"El ruido no corresponde a un submarino". Esas palabras de Enrique Balbi, vocero de la Armada, fueron las que, por segunda vez en el día, descartaron alguna pista que permitiera dar con la ubicación del submarino ARA San Juan, que se comunicó con su base de operaciones por última vez el miércoles a la mañana y que había sido abordado por 44 tripulantes. Más temprano, la Armada había confirmado que ninguno de los siete intentos de llamada satelital que la propia fuerza había difundido en días anteriores provenían de la nave.

En medio de las malas noticias, se anunció que desde hoy se desplegará un operativo inédito con cuatro vehículos sumergibles a control remoto, pertenecientes a la Marina de Estados Unidos, que empezarán a buscar al submarino por abajo del agua.

La versión de que un ruido escuchado en el mar podía provenir del ARA San Juan fue difundida inicialmente ayer por la cadena de noticias estadounidense CNN, que publicó que los sonidos detectados "podrían ser herramientas golpeando el casco del submarino, según un funcionario de la Armada estadounidense familiarizado con la asistencia de Estados Unidos en la búsqueda". Ante esa versión, la Armada tuvo que salir a ratificar que se había detectado "un ruido en el mar". Su vocero informó que la corbeta Rosales, que pertenece a la fuerza, fue la que ayer mismo escuchó inicialmente ese sonido a la altura de la Península Valdés y a 360 kilómetros del continente, una ubicación que, según el propio Balbi, "coincide con el camino de ida que el submarino ARA San Juan hubiese tomado para ir a Mar del Plata". 

El ruido fue también captado por un destructor de la misma fuerza, y un avión P8 de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos sobrevoló dos veces la zona para grabar esas ondas sonoras. En ese momento, según fuentes navales, tanto las dos embarcaciones de la Armada como dos buques científicos aportados por el Conicet para la búsqueda fueron replegados para que los ruidos de sus motores no interfirieran con el registro tomado por el avión. 

Un software que la Armada opera en su base de Puerto Belgrano determinó que el sonido no era compatible con el de un submarino. Las mismas fuentes navales explicaron a Clarín que ese software cuenta con grabaciones de submarinos sumergidos en situación de emergencia, y que se comparó ese registro con el obtenido por el P8. "Puede ser un ruido biológico", dijo Balbi en el último parte oficial de la fuerza, tras descartar enfáticamente que se tratara de un sonido compatible con el de un submarino.

"Si un submarino tiene problemas para comunicarse a través de los equipos tecnológicos, el comandante puede ordenar que uno o varios tripulantes se turnen para golpear el casco de la nave con un martillo: eso emite un ruido que puede hacer que los buques tomen la ubicación del submarino desde la superficie", explicó a Clarín Antonio Mozzarelli, cuando aún no se había descartado que los sonidos provinieran del ARA San Juan. Según describió, se trata de un recurso "que incluso se enseña formalmente en las escuelas" ante la posible falla de los recursos tecnológicos: un golpe de martillo equivale a un punto y dos golpes seguidos equivalen a una raya. "Hay llamadas de socorro internacionales que se rigen por código Morse", dijo.

La noticia de que el ruido no provenía del ARA San Juan llegó después de que la Armada confirmara que ninguno de los siete intentos de llamada satelital provenían del submarino cuya ubicación se desconoce desde el miércoles a la mañana, cuando se comunicó por última vez a la altura del Golfo de San Jorge y a 432 kilómetros del continente. Se trató de dos posibles indicios de la ubicación de la nave que finalmente tuvieron que ser descartados, luego de generar esperanza en los familiares y amigos de los 44 tripulantes.

Las condiciones meteorológicas, que hasta ahora han implicado fuertes vientos y oleajes de hasta ocho metros de altura, mejorarían hoy según los encargados del operativo de búsqueda. "Que las embarcaciones no deban capear el temporal mejora las posibilidades de barrido del fondo marítimo a través de sondas multihaz, y también mejora la visibilidad desde las aeronaves", dijo Balbi, que señaló que "la búsqueda durará hasta que se localice fehacientemente el submarino". 

Según explicaron desde la Armada, "la situación más crítica se da cuando el submarino se encuentra en inmersión y no puede hacer snorkel, lo que le impide renovar el oxígeno disponible: en esa situación, el oxígeno alcanza para siete días". Hoy es el sexto desde la última comunicación.
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