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viernes, 26 de mayo de 2017

Fábrica de árboles: generan 6.000 por año para cambiar el paisaje verde de la Ciudad

Por María Belén Etchenique - Clarin.com
Trabajan en la Reserva Ecológica y en el Parque Avellaneda para renovar los ejemplares que están en veredas y parques. Los expertos dicen que la arboleda actual está desactualizada.
Fábrica de árboles: generan 6.000 por año para cambiar el paisaje verde de la Ciudad
Bosque de la Reserva Costanera Sur. En una porción de tierra escondida, botánicos plantaron especies nativas. Foto: Juan Manuel Foglia.

“La arboleda quedó desactualizada. Los plátanos dan alergia, las tipas se caen y hay tantos fresnos que si un hongo los enferma perdemos la mitad de los ejemplares”, dice Jorge Serángelo, un técnico botánico con más de 30 años entre árboles. Trabaja en el Parque Avellaneda dentro de una cúpula de varillas flexibles y cubierta de lona. La llaman domo y guarda 1.000 ejemplares distribuidos en macetas negras de distintos tamaños y decenas más, que aún son semilla y esperan su germinación en bandejas llenas de compost y sustrato de río. La cúpula tiene estética de ciencia ficción: blanca y de bordes metálicos, hecha sobre el esqueleto de un viejo tanque australiano.

En la Ciudad de Buenos Aires hay dos grandes incubadoras de árboles, capaces de generar 6.000 ejemplares por año. Son zonas de experimentación dirigidas por botánicos que intervienen en la gestación, nacimiento y desarrollo de árboles autóctonos de la región del Río de la Plata o de especies propias de la Argentina que sean aptas para veredas, plazas y parques. Una funciona en la Reserva Ecológica, la otra en Parque Avellaneda. Ahí todo empezó con una pregunta. ¿Un árbol del norte argentino puede sobrevivir en la Ciudad?

Hacia 1890 Carlos Thays -que no era Carlos, sino Jules Charles- comprobó que en Buenos Aires crecían árboles de clima subtropical al plantar tipas, ceibos y palos borrachos que había descubierto en selvas de Salta y Tucumán. Pero desde entonces pasaron más de 100 años y en la cabeza de los expertos había una exportación inédita. Era la de un ejemplar de tronco bajo y copa redonda, que se llena de flores amarillas en febrero y marzo: el cassia carnaval. Originario de Jujuy y Salta, hay uno en suelo porteño. Es un solitario que hace 30 años aclimató un vecino en una vereda de Villa Luro. Hasta ahí fueron. Extrajeron semillas y las sembraron en tierra nueva. Los primeros brotes aparecieron, la duda quedó atrás y creció a un objetivo: modernizar el paisaje urbano con otras plantaciones. Jorge Jacod, otro botánico de Parque Avellaneda, se ilusiona con la próxima Buenos Aires en flor: “Rosada con el lapacho; azul violáceo (o celeste o lila) con el jacarandá; blanca con la pezuña de vaca; roja con el ceibo; amarilla con el cassia carnaval. Cinco colores, cinco especies”.
Fábrica de árboles: generan 6.000 por año para cambiar el paisaje verde de la Ciudad
La bandeja de 40 por 60 centímetros tiene 500 semillas de ceibo, recolectadas en las últimas semanas en el Parque Indoamericano. Foto: Alfredo Martínez

El árbol es más que la arquitectura viva de las ciudades. Produce oxígeno, absorbe dióxido de carbono y amortigua ruidos. Aunque no hay árboles nativos de las urbes, los que van a veredas, plazas y parques tienen una planificación detrás. “Plantar un fresno, un paraíso, un plátano o una tipa perdió sentido. Esos árboles demostraron que tienen problemas de salud. Nosotros estamos sembrando especies que no superan los siete metros, no rompen veredas y son resistentes”, dice Serángelo. Camina entre árboles, que parecen plantas acomodándose a sus envases: “Este arbolito tiene poco más de dos años. Es un jacarandá -Serángelo acaricia las hojas, perladas por el agua que gotea del techo (el domo transpira)-. Está en una maceta de 20 litros y es el hermano de otro que pusimos en la calle. Lo cultivamos con fertilizantes orgánicos, tiene cuidados especiales, queremos árboles fuertes”.
Fábrica de árboles: generan 6.000 por año para cambiar el paisaje verde de la Ciudad
Jacarandás de cuatro meses críados en envases de 12 centímetros de diámetro. Foto: Alfredo Martínez

La producción del domo y de un invernáculo exterior con 500 ejemplares abastece a los barrios de Villa Soldati, Riachuelo, Lugano, Liniers, Mataderos y Parque Avellaneda. También al Parque General Paz, en Saavedra. Se usa para reemplazar plantaciones enfermas o llevar verde a espacios grises. “A fin de año esperamos llegar a los 5.000 árboles. El objetivo, a 2019, es reproducir ejemplares para toda la Capital y que el Estado no tenga que comprar a viveros privados”, dice Gabriel Borges, el responsable del mantenimiento del espacio público de las comunas de la Ciudad. Adrián Peña, a cargo del arbolado público, del domo y el vivero del parque, precisa: “Un árbol cuesta entre 300 y 500 pesos, según la especie. Es un ahorro importante”.

A pocas cuadras del mundo cotidiano, la naturaleza lo intenta otra vez. En la Reserva Ecológica Costanera Sur, al costado de un invernáculo con forma de granero de campo, un hombre poda. Corta los bordes de un canelón, un árbol de tronco grueso, rugoso y gris que crece a orillas de ríos. En días será insertado, junto a otros 49 árboles, en un bosque que empezó a formarse con las manos del hombre, las mismas que siglos antes desencadenaron su extinción: “Multiplicamos especies nativas de la región del Río de la Plata para incorporarlas a la reserva y así recuperar el paisaje original. Un ambiente que se perdió desde la llegada de los españoles y que sólo se encuentra en la isla Martín García o en Punta Lara”, dice Fernando Pisera, responsable del vivero del Ministerio de Ambiente y Espacio Público que genera la producción.
Fábrica de árboles: generan 6.000 por año para cambiar el paisaje verde de la Ciudad
Los árboles son talados antes de su plantación en el bosque. El ceibo de la imagen tiene tres años y está dentro de la cancha de cría, así llaman a la última posta. Foto: Juan Manuel Foglia

Son entre 1.000 y 1.200 árboles al año que van a una porción de tierra escondida. Una cuerda gruesa, al costado de un camino interno de la reserva, impide el paso a esos terrenos. Detrás, escalones de madera guían hacia una vegetación que se vuelve más y más espesa. Bajo los pies, las ramas crujen. “Este es un chal chal. Debe tener seis años -dice Pisera con la mano apoyada en el tronco de corteza escamosa-. Todavía no se reproduce. Recién cuando fructifica puede dejar descendencia”. Alrededor hay palmeras pindó, coronillas y bugres. Más lejos, ejemplares timbó u oreja de negro por la forma y color de su fruto. Especies de las que uno no sabe nada, que no se compran en un vivero comercial. Que llegan al bosque en macetas de 20 a 30 litros después de un proceso de tres años de cultivo. Ahí, en el terreno más benéfico de la reserva, sin rellenos de la autopista 25 de Mayo o de las obras porteñas, es donde empieza el crecimiento real.

Sacarán parte de los muros de la quinta de Olivos y abrirán un jardín público

Sacarán parte de los muros de la quinta de Olivos y abrirán un jardín público(Clarin.com) -El Gobierno derribará la pared de la Quinta sobre la Avenida Maipú, en Vicente López.

Foto: La pared de la quinta presidencial Olivos sobre la avenida Maipú, en el partido de Vicente López.

El Gobierno anunciará mañana un proyecto para abrir al público un sector de la Quinta de Olivos. Será un parque que se mantendrá abierto durante el día, sobre la calle Maipú. Lo anunciarán Fernando de Andrés -Secretario General de la Presidencia- y Jorge Macri, intendente de Vicente Lópéz.

La iniciativa incluirá la eliminación de todo el paredón sobre la calle Maipú y algunas partes de Malaver y Villate. El parque tendrá unos 200 metros por 40. El Gobierno buscará profundizar la idea de una Quinta "abierta y transparente". El proyecto será presentado en línea con las visitas de vecinos, instituciones, escuelas y centros de jubilados desde que asumió Mauricio Macri y otras actividades como el locro del 25 de Mayo del año pasado. La iniciativa también prevé la apertura de la calle Azcuénaga, entre la Quinta y las vías del Mitre, también durante el día para no poner en riesgo la seguridad presidencial.
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"Nos parece emblemático derribar esos muros y hacer más transparente la Quinta. Que el patrimonio visual diseñado por (el paisajista) Thays se pueda visualizar, porque si no lo disfrutan únicamente los que están adentro", dijo Jorge Macri, y contó que le había presentado la idea al kirchnerismo y no la aceptó. "Antes había ligustros, hasta en que 1973 López Rega mandó a construir un muro", remarcó el primo del Presidente. El Gobierno colocará rejas en esos sectores, para permitir el paso al público al parque durante el día. El predio ocupa unas 30 hectáreas y no se podrá ver la residencia presidencial, por su ubicación.

Desde el cambio de Gobierno hubo arreglos en la casona principal, el chalet de huéspedes, otro destinado a los secretarios y un anexo presidencial. Macri y su mujer Juliana Awada habían demorado unos meses en mudarse a Olivos.

miércoles, 24 de mayo de 2017

Cómo será el Ecoparque que reemplazará al Zoológico de Buenos Aires

Por Ángeles Castro - LA NACION
Tendrá áreas de acceso gratis y ofrecerá actividades participativas

Mientras empieza el largo camino de analizar y definir el futuro de los animales alojados en el zoo porteño, la Ciudad anunció ayer un plan de transformación paisajística y recreativa que culminará en seis años que prevé, por ejemplo, la habilitación de 12 hectáreas de acceso gratuito, la oferta de actividades participativas para que los más chicos entren en contacto con la naturaleza y aprendan a cuidarla, y el cambio del paradigma de la exhibición de fauna exótica en medio de la gran urbe a otro tendiente a la conservación de especies autóctonas.

La presentación del Ecoparque, como se conoce el lugar que reemplazará al Zoo, llega después de un año de incertidumbre y cuestionamientos de distintas ONG al plan oficial; si bien tras la estatización se había prometido la reconversión del predio de Palermo y el fin del cautiverio animal, pocos habían sido los avances registrados. También da por tierra con las insistentes versiones respecto de que las demoras escondían, en realidad, la intención de liberar los terrenos para desarrollos inmobiliarios.

Hoy, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el ministro de Modernización, Andy Freire, argumentaron que concluyó una primera etapa, en la que se sembraron los cimientos para el verdadero cambio y que estuvo signada por procurar el bienestar animal de la colección del zoo, el tendido de las bases institucionales y el diseño del plan de transformación, que finalmente comenzará a concretarse luego de las vacaciones de invierno.
El nuevo Ecoparque en el zoológico porteño
El nuevo Ecoparque en el zoológico porteño. Foto: Prensa GCBA

Para 2019, según el anuncio oficial, el predio habrá sumado tres espacios novedosos. En primer ligar, el de investigación y educación, sobre la calle Las Heras: contendrá un centro de rescate, un hospital veterinario, una biblioteca con aulas adyacentes para actividades con escuelas y un auditorio. Hacia la avenida Sarmiento, el sector de arte y cultura alojará iniciativas con contenido enfocado en la importancia del ambiente y la biodiversidad e incluirá un Paseo de la Prehistoria con foco en los dinosaurios.
Para la misma fecha se prevé la inauguración, en el frente hacia Avenida del Libertador, del espacio de recreación y consumo sustentable, donde funcionarán desde una huerta orgánica hasta juegos de aventura e interactivos al aire libre.

Un Faro de la Biodiversidad crecerá en el centro del predio de Palermo para 2023: será un núcleo físico con desarrollo vertical dividido en dos sectores, destinado al conocimiento de los orígenes de la vida y la concientización sobre el diversidad. "Será un nuevo ícono de Buenos Aires", se entusiasmaron ayer los funcionarios, al presentar el proyecto.

Todas las áreas mencionadas, excepto un sector del Faro de la Biodiversidad, tendrán acceso libre y gratuito y los vecinos podrán disfrutarlos sin pagar, excepto en el caso de algunas actividades específicas probablemente concesionadas a privados, que estarán aranceladas.
El nuevo Ecoparque en el zoológico porteño
El nuevo Ecoparque en el zoológico porteño. Foto: Prensa GCBA

Los cambios también prevén la demolición de todos los edificios que no cuentan con protección patrimonial, mientras que los declarados monumento histórico serán refaccionados.

Posteriormente a 2023 quedará conformado el quinto espacio, que por lo delicado de su función y sus requerimientos no tiene un plazo preestablecido: la zona de conservación de especies autóctonas, que replicará diferentes regiones naturales existentes en la Argentina. En el mismo sector habitarán los animales ya alojados en el zoo que, por cuestiones de longevidad, estado sanitario, riesgo en el traslado o no hallar un lugar que los reciba, deberán permanecer en Palermo hasta el momento de su muerte.
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