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lunes, 26 de marzo de 2018

¿Para qué invertir en la defensa del Mar Argentino?

Por Contralmirante Gabriel Urchipia (R) - Infobae.com
Hoy más que nunca, después de la desaparición del submarino ARA San Juan, es necesario revisar los supuestos que hacen a la defensa de los intereses argentinos en el mar. 
La flota de mar argentina durante un ejercicio. Foto: Gentileza Gaceta Marinera.
El concepto clásico de la defensa ha estado ligado al ejercicio legítimo de la soberanía, que en el mar no solo tiene que ver con la vigilancia, uso y protección de los espacios marítimos de jurisdicción nacional, sino con la salvaguarda del libre comercio internacional, el sostén logístico antártico, el cumplimiento de acuerdos internacionales y el apoyo a la ciencia y tecnología nacionales.

Para imaginar los espacios marítimos involucrados, debemos pensar en la superficie de dos Argentinas y más de cuatro, cuando se suman las áreas de responsabilidad de búsqueda y rescate, la proyección sobre las aguas de convergencia antártica y las rutas bioceánicas de nuestro comercio exterior. En esta amplia superficie marina, la Armada se preparó para desarrollar un amplio porfolio de actividades, que ha cumplido alistando, adiestrando y sosteniendo una fuerza naval creíble con tripulaciones preparadas para asumir los riesgos inherentes.

Muchos piensan que una marina costera sería suficiente para cubrir las actividades de prevención y cumplimiento de las leyes argentinas en el mar. Sin embargo, se olvidan de que los países más necesitados de recursos siempre buscarán burlarse de los límites difusos y extensos de los espacios marítimos nacionales y que, fuera de las aguas jurisdiccionales, existen inmensos recursos naturales a los que el mundo busca acceder y rutas comerciales, que en tiempos de crisis deben ser protegidas.

También hay quienes olvidan que las Malvinas y la Antártida son asuntos con final abierto, y que si bien la Argentina ha optado por la vía pacífica en sus reclamos de soberanía, el mantenimiento de la paz y la seguridad en el mar requiere, en situaciones de crisis, la cooperación con Armadas de países amigos y socios comerciales en ambos océanos. De esta forma, la participación naval en los espacios nacionales y de ultramar es una contribución directa al interés nacional y a los fines de la política
exterior del país.

Este fue, con algunas excepciones, el pensamiento dominante en la Argentina desde su independencia. Ser un país soberano y dependiente no son situaciones contradictorias, sino que forman parte del progresivo aislamiento e inseguridad producto de una visión de negación del mar, que fue deliberadamente apoyada por las potencias marítimas dominantes para asegurar su comercio y la subordinación de las economías periféricas. La realidad nos señala que el mar siempre fue una
oportunidad para los estados que comprendieron su importancia. Nosotros nunca lo entendimos.

Las oportunidades pasan  

Un aporte valioso, efectivo, y que nuestros socios y eventuales aliados apreciarían, sería disponer de medios navales que, sin ser de la más alta tecnología, fueran eficaces e interoperables, una capacidad de acción submarina convencional pequeña pero de primera línea tecnológica, una fuerza de proyección anfibia con alta disponibilidad para acudir donde fuera necesario en tiempo y forma, y la capacidad de vigilancia aérea y marítima en coordinación con nuestros aliados comerciales. De esta forma, en la medida que la integración regional avance, surgirán nuevos intereses marítimos compartidos, cuya protección debemos coordinar en forma conjunta, dinamizando aún más la integración económica y con una política exterior que valore a su Armada como una valiosa herramienta de acción.

Lamentablemente, la escasez de recursos presupuestarios ha sido una constante en los últimos 35 años que ni la Ley de Reestructuración de las Fuerzas Armadas de 1998 pudo cambiar, ya que no llegó a reglamentarse. Recién en el 2008, el planeamiento estratégico tradicional tuvo la contribución del planeamiento por capacidades liderado por el Estado Mayor Conjunto, con la finalidad de reemplazar las hipótesis de conflicto por el diseño y desarrollo de aptitudes capaces de producir efectos acordes al amplio espectro de tareas impuestas por la misión asignada a las Fuerzas Armadas.

El proceso de planificación convocó a gran cantidad de profesionales que en forma colaborativa diseñaron una estructura de fuerzas que terminó siendo incompatible con las asignaciones presupuestarias en continuo descenso, por lo que el cumplimento de la misión asignada por la Ley de Defensa Nacional pasó a ser una utopía. A esta altura de los acontecimientos, las opciones que iban surgiendo implicaban un replanteo de la misión de las Fuerzas, y/o cambios en la conformación de las
capacidades militares según un nuevo redespliegue y la adecuación de la organización, medios, infraestructura, doctrina, formación, adiestramiento y logística. 

Al inicio de la gestión del presidente Macri, surgió una alternativa posible. En la primera audiencia con el Ministro de Defensa, el 20 de febrero del 2016, el presidente le dijo: "Trabaje en un plan innovador que modernice a las fuerzas y las aggiorne al siglo XXI". Estaba claro que la desinversión en material y el elevado gasto en sueldos no permitían cambiar en el corto plazo la realidad de la defensa que se encontraba en un estado "terminal". 

La idea de usar la ciencia y la tecnología para modernizar las capacidades militares podría haber significado un camino virtuoso para recomponer las necesidades operativas de las Fuerzas, al complementar sus canales de obtención de medios dentro del ciclo logístico de la jurisdicción. Era además una forma de agregar valor al desarrollo tecnológico aplicado al uso del mar, donde la industria naval y la producción para la defensa siempre fueron generadores de conocimiento y recursos que la Argentina estaba en condiciones de aprovechar. 

Sin embargo, nuevamente, las decisiones fueron en dirección contraria y se anunció la adquisición de equipamiento y medios en el exterior que, además de no materializarse, no tuvo en cuenta el sostenimiento del material del que disponían las Fuerzas, en su mayoría adquirido en el extranjero, para evitar seguir "canibalizando" las unidades que dejaban de operar.

La propuesta aquí planteada no implicaba dejar de importar componentes de reemplazo, sino que el sostenimiento del material hubiera sido posible mediante la llamada "ingeniería inversa", que implica desarrollar localmente soluciones tecnológicas e instalarlas en los sistemas existentes, lo cual habría permitido extender los ciclos de vida útil y ganar tiempo, mientras se resolvía el problema de fondo, esto es, cambiar la capacidad o adquirir nuevo equipamiento.

Respecto del material que estaba llegando al fin de su vida útil, la participación de la investigación, desarrollo y producción nacional habría sido una alternativa para predecir el límite de inicio de la obsolescencia de cada sistema, para anticipar soluciones tecnológicas posibles, extender el ciclo de vida útil mediante el desarrollo de componentes y prever los reemplazos de las partes excedidas para satisfacer en tiempo las necesidades operacionales.

Por último, respecto del material en estado de obsolescencia o aquel que se debía reemplazar, la ciencia y la tecnología nacionales hubieran sido un canal de obtención de productos innovadores, que reemplazaran lo viejo por lo nuevo, y que motivaran a las nuevas generaciones de profesionales y técnicos de nuestro país a proponer cambios en el diseño y el desarrollo de las Fuerzas, de forma colaborativa entre militares y funcionarios civiles.

De haberse cumplido la misión expresada por el Presidente en febrero del 2016, la ciencia y la tecnología nacional podrían haber trabajado en la obtención de medios para la defensa, lo cual hubiese sido un primer paso para contribuir a reducir las vulnerabilidades del sector por la excesiva dependencia externa del material y para adquirir conocimientos tecnológicos a aplicar en el sostenimiento y modernización de sus medios.

Fallas

La catástrofe del submarino San Juan que enluta a los argentinos, pero más aun a la familia militar, sorprendió a todos. Sería absurdo inculpar la tragedia a las últimas personas que circunstancialmente se hicieron cargo de la institución y que desarrollaron su carrera con restricciones de la más diversa índole pero que no cejaron en tratar de sostener los días de navegación, vuelo y ejercicios en el terreno.

En su libro Infortunios militares, Eliot Cohen dice que la catástrofe ocurre cuando se suman tres tipos de fallas: de aprendizaje, de previsión y de adaptación. Las fallas de aprendizaje comenzaron con la pérdida de personal altamente calificado y la reducción de actividades operativas, producto de la progresiva disminución de los presupuestos asignados. De esta forma, la gestión del conocimiento quedó no solo afectada por la salida de hombres valiosos, sino también por la pérdida de motivación de los más jóvenes.

Las fallas de previsión surgieron a partir del aumento de riesgos y accidentes que eran consecuentes con la baja tasa de reinversión en el mantenimiento y el alistamiento. La Ley de Reestructuración de las Fuerzas Armadas hubiera sido un paliativo importante porque se hubiera podido reinvertir fondos dentro de la misma jurisdicción a través de la venta de activos de su propiedad. Las fallas de adaptación fueron consecuencia del fracaso de sucesivas reformas políticas  para cambiar la cultura organizacional de las Fuerzas sin entender las raíces del ethos militar, el cual fue blanco de severos cuestionamientos por su actuación en el pasado y por el escaso interés y compromiso de los líderes políticos sobre temas de defensa.

La lección por aprender es entender que la pérdida de capacidades y competencias militares en el mar tiene efectos estratégicos futuros. El desencuentro de la Argentina con su mar lleva muchos años. La naturaleza y riquezas del territorio que sedujeron a los argentinos a poblar sus Pampas no son incompatibles con el desarrollo de un poder naval sustentable y efectivo. Más aún, podemos afirmar que, así como la política exterior fue capaz de consolidar nuestro proyecto de Nación, sin soberanía en el mar no podremos sustentarla debido a las necesidades de recursos, espacios y compromisos que vendrán desde diferentes rincones del mundo.

Esperemos que la catástrofe del submarino ARA San Juan tenga una lectura humilde y valiente de la sociedad y de sus líderes políticos para poder entender la naturaleza profunda de los problemas que atraviesa el poder naval de la Nación

jueves, 22 de marzo de 2018

Los usos múltiples del litio

Ricardo AlonsoPor Ricardo Alonso - El Tribuno
Durante muchos años el uso principal del litio fue en la producción de cerámicas, vidrio y aleaciones con el aluminio. Esto cambió con la aparición de las baterías de litio que se utilizan en teléfonos celulares, computadoras personales, tablets, baterías para automóviles eléctricos, baterías para dispositivos electrónicos varios, baterías para almacenar electricidad generada por las energías no convencionales, especialmente la eólica y la solar, baterías para el transporte público masivo, entre otras.

El litio tiene propiedades únicas, singulares, que lo han llevado a formar parte de cientos de aplicaciones industriales y tecnológicas.

Como se sabe, el litio es el más ligero de los metales, con una densidad que es la media del agua, flota sobre nafta y su densidad es equivalente a la madera del pino.

Resultado de imagen para usos del litioEs un metal alcalino, blanco plateado y blando al punto que se puede cortar con un cuchillo. Es altamente reactivo y actúa enérgicamente con el agua. Tiene la curiosidad de ser uno de los tres elementos que se formó durante el Big Bang, esto es la gran explosión que dio lugar al universo actual.

Durante muchos años el uso principal del litio fue en la producción de cerámicas, vidrio y aleaciones con el aluminio. Esto cambió con la aparición de las baterías de litio que se utilizan en teléfonos celulares, computadoras personales, tablets, baterías para automóviles eléctricos, baterías para dispositivos electrónicos varios, baterías para almacenar electricidad generada por las energías no convencionales, especialmente la eólica y la solar, baterías para el transporte público masivo, entre otras.

Su uso en baterías está relacionado con su baja masa atómica y su alto potencial electroquímico que le da excelentes relaciones carga - peso y potencia-peso y le permite un notable almacenamiento de energía. Una celda típica de batería de ion litio puede generar unos 3,6 voltios, en comparación con 1,5 voltios para celdas de plomo-ácido o zinc-carbono de tamaños similares. Además las baterías de ion litio tienen la ventaja de ser recargables.

Aproximadamente cuatro miligramos de litio están contenidos en la batería de un teléfono celular, siete gramos en la batería de una computadora portátil (laptop), 75 gramos en una batería de carrito eléctrico (como los que se usan en los aeropuertos) y 2.300 gramos en la batería de un vehículo híbrido enchufable.

El bajo coeficiente de expansión térmica del litio y su alta capacidad de calor específico le permiten retener su volumen en un amplio rango de temperaturas y a su vez absorber calor con un mínimo cambio de temperatura. Por lo tanto, a menudo se utiliza en aplicaciones de transferencia de calor, caso de los lubricantes para altas temperaturas, así como en la producción de cerámica, vidrio, aluminio y esmaltes. A propósito son muy conocidos los frascos de perfumes finos, en donde el litio le da gran resistencia al vidrio para que aguanten golpes y cambios de temperatura. Se entiende que el contenido es demasiado valioso como para perderlo por la calidad del vidrio.

Los fundentes son aquellas sustancias que hacen bajar el punto de fusión de las rocas o metales sometidos a elevadas temperaturas. Fundentes de gran eficacia son los minerales de boro y flúor, entre ellos bórax, fluorita y criolita. Un excelente fundente es el óxido de litio que se usa ampliamente en el mundo para bajar el punto de fusión y la viscosidad de los materiales silicatados.

Ello genera esmaltes de gran calidad, que incluyen bajos coeficientes de expansión térmica, como los que se utilizan en utensilios de cocina. En otro orden son muy comunes en el mercado unas grasas coloradas, llamadas justamente grasas de litio. Estas grasas tienen la particularidad de ser hidrófugas, o sea que no se lavan con las lluvias o los chorros de las mangueras de los lavaderos y, además, ser resistentes a las altas temperaturas manteniendo su poder lubricante. También se utiliza para el espesado de aceites industriales.

En los hornos SUBT

Otro uso importante del litio es en metalurgia. El carbonato de litio se usa como aditivo en los hornos de fundición de coladas continuas donde tiene la capacidad de aumentar la fluidez de las escorias. También se utiliza en la fundición de arenas negras, magnetíticas - titaníferas, de ambientes de playas marinas, donde ayuda como fundente rebajando el punto de fusión y aumentando la fluidez de las escorias. El fluoruro de litio es un fundente ideal para las rocas bauxiticas de las cuales se obtiene el aluminio, caso del proceso metalúrgico conocido como "Hall-Héroult", donde el litio baja el punto de fusión y aumenta la resistencia eléctrica.

Cuando se utiliza en soldaduras, el litio tiene la propiedad de reducir el punto de fusión y a la vez evitar la formación de óxidos mediante la eliminación de impurezas.

También se ha descubierto que el litio es eficaz para ayudar a perfeccionar las nano-soldaduras de silicio en componentes electrónicos para bate rías y otros dispositivos.

Un campo especial son las aleaciones del litio con aluminio y también con cadmio, cobre y manganeso, livianas y de alta resistencia mecánica, que se utilizan para fabricar piezas de aviones comerciales o de guerra.

En el espacio SUBT

Se menciona que los ingenieros aeroespaciales de la NASA y los científicos de la Universidad de Alabama están desarrollando una nave espacial de propulsión por impulso de fusión ali mentada por "cristales de di-litio", una mezcla de deuterio y litio-6, que podría reducir de seis a tres meses un viaje de la Tierra a Marte. Puesto a la llama del mechero, el litio da un color rojo carmesí que le es característico. Esta propiedad ha sido aprovechada para utilizar compuestos de litio en colorantes pirotécnicos y oxidantes en fuegos artificiales rojos, así como en bengalas de uso civil y militar. Un tema fundamental es el uso de compuestos de litio para la purificación del aire enrarecido en áreas confinadas tal el caso de submarinos y naves espaciales. Las personas al respirar inhalan oxígeno y exhalan anhídrido carbónico.

De esta manera el oxígeno, el gas de la vida, comienza a consumirse y debe necesariamente renovarse. Para ello se prefiere el hidróxido o el peróxido de litio que son las sales más utilizadas, livianas y efectivas para secuestrar el anhídrido carbónico del aire. Ambos reaccionan con el anhídrido carbónico para formar carbonato de litio. El peróxido de litio, además, libera oxígeno en la reacción lo que colabora en la respirabilidad del ambiente. Por su parte el cloruro de litio y el bromuro de litio son higroscópicos y se utilizan como desecantes en las corrientes de gas, sistemas de aire acondicionado y deshumificadores. 

Otros usos son en la elaboración de cauchos sintéticos y plásticos, química orgánica y de polímeros, aplicaciones militares y nucleares, óptica infrarroja y ultravioleta, productos farmacéuticos y una amplia gama de aplicaciones en las industrias y las tec    nologías modernas. 

Los isótopos de litio (Li-6 y Li-7) tienen aplicaciones en el campo atómico, sea para la absorción de neutrones, producción de tritio, o refrigeración de los reactores nucleares. 

El litio utilizado en medicina, demostró ser útil en el tratamiento de algunos desórdenes mentales entre los que se mencionan las patologías maníaco - depresivas (bipolaridad), trastorno esquizoafectivo, la depresión mayor cíclica y las cefaleas en racimo. 

Reportes internacionales del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) informaron que para 2017, los usos del litio fueron baterías (39%), cerámica y vidrio (30%), grasas lubricantes (8%), metalurgia (5%), polímeros y tratamiento de aire (8%), aluminio (1%), usos varios (8%).
Resultado de imagen para usos del litio
En la última década se ha incrementado geométricamente su uso en las baterías de litio. Los geólogos han explorado los continentes y han incrementado notablemente el recurso y las reservas de litio.

Para 2017 se cuantificaron recursos por 40 millones de toneladas, en distintos tipos de yacimientos, según el siguiente orden de importancia expresado en millones de toneladas: Argentina (9), Bolivia (9), Chile (7,5), China (7), Australia (2), Canadá (2), Congo (1), Rusia (1) y Serbia (1). Sin lugar a dudas, el litio es uno de los más interesantes de los minerales industriales y podría eventualmente dar lugar al nacimiento de una nueva era, tal como lo hicieron otros metales y no metales a lo largo de la historia de la humanidad.

martes, 13 de marzo de 2018

Río Turbio, historia de un despropósito

Río Turbio, historia de un despropósitoPor FEDERICO MUÑOZ - Cronista.com
La era kirchnerista fue pródiga en ejemplos de dislates y mala praxis en la gestión pública. Pero debe de haber pocos casos más representativos del desquicio en el accionar estatal que el del manejo de la mina de carbón de Río Turbio.

YCF, la vieja empresa estatal que explotaba la mina, tuvo su etapa de auge hacia 1980 cuando llegó a extraer 1,5 millones de toneladas de carbón al año. Luego la producción ingresaría en una irremontable declinación por culpa de la obsolescencia tecnológica: el carbón tendió a ser reemplazado por fuentes energéticas más baratas y limpias (v.g. el gas natural).
YCF fue privatizada en los 90 (se convirtió en YCRT), pero sus problemas lejos de resolverse se agudizarían. Tras el colapso de la Convertibilidad, la empresa entró en convocatoria y en 2002 volvió a la esfera estatal bajó la figura jurídica de una intervención; esquema que perdura hasta la actualidad.

En 2004 ocurrió un hecho trágico que, de alguna manera, signaría el destino de la empresa: un incendio en la mina se cobró la vida de 14 mineros. Tras ese evento, el por entonces presidente Néstor Kirchner se sintió en la obligación de asistir generosamente a la población de Río Turbio. Así, en 2006, surgió la idea de construir una central de generación termoeléctrica en el pueblo para crear una fuente de demanda de carbón que, de otra manera, nunca llegaría. El proyecto implicaba además la reconversión y puesta en valor de la mina para que pudiera producir los 2 millones de toneladas de carbón necesarios para abastecer la central.

Estos son, a grandes rasgos, los antecedentes de lo que terminaría siendo como veremos a continuación una gestión estatal caracterizada por la ineficiencia, el despilfarro y la corrupción. La evidencia estadística que sigue fue tomada de un minucioso informe elaborado por el colega Alejandro Einstoss en base a las auditorías de Sindicatura y la AGN y demás datos oficiales.
Durante toda la década posterior al accidente, las gestiones Kirchner canalizaron una enorme cantidad de recursos, tanto para sostener la operación de la mina como para la construcción de la central. Entre 2006 y 2015, las transferencias nacionales a Río Turbio totalizaron más de u$s 5100 millones.

Pese a este enorme flujo de recursos, la producción de la mina estuvo muy lejos de acercarse a las proyecciones trazadas por la gestión kirchnerista. En ningún año entre 2011 y 2015 se extrajeron más de 250.000 toneladas, pese a que el plan oficial era alcanzar las dos millones de toneladas anuales necesarias para abastecer a la central térmica funcionando a régimen.

En cualquier caso, el carbón no ha sido necesario pues la central nunca entró en funcionamiento. La construcción de la usina se licitó a fines de 2007 por un costo de u$s 810 millones y debía ponerse en marcha a fin de 2011. Pero al día de hoy, sigue sin producir energía, a pesar de que ya se han transferido a Río Turbio más de u$s 2700 millones por ese concepto.

Cabe recordar además que, en vista de las magras perspectivas productivas del yacimiento, Julio De Vido ordenó en 2014 la adaptación de la central para que también permitiera el funcionamiento a gas natural. Vale decir: la usina que pretendía justificar la supervivencia del yacimiento carbonífero operará parcial o totalmente a gas (si es que algún día se termina).

Finalmente, y siempre siguiendo a Einstoss, echamos un vistazo a los llamativos balances de YCRT entre 2012 y 2014. En ellos se puede apreciar que la mina prácticamente no tuvo ingresos operativos por la venta de carbón. La casi totalidad de sus recursos provinieron de transferencias estatales. El poco carbón que se extrajo se utilizó para abastecer la pequeña central térmica que hoy brinda energía a la mina y a Río Turbio. Sin embargo, pese a la virtual parálisis productiva, la firma incrementó generosamente el plantel de trabajadores: de 2300 en 2012 a 2900 en 2014. El gasto de personal en este último año fue de u$s 293 millones; lo que lleva a inferir que, en promedio, el costo anual de cada empleado rondó los u$s 100.000.

Un dato adicional: la tonelada de carbón vale en la actualidad poco más de u$s 60 en el mercado internacional. Suponiendo que se alcanzara la producción proyectada de dos millones de toneladas al año (lo que supondría multiplicar por ocho la producción de 2012, récord de la última década) y que esta se valuara al precio internacional, YCRT obtendría ingresos por unos u$s 120 millones al año; recursos que no bastarían siquiera para cubrir la mitad de sus gastos de personal.

Nótese que, hasta aquí, no hemos hecho mención a la corrupción como eje de los problemas, a pesar de que Julio De Vido está hoy en la cárcel precisamente por los muy opacos manejos de gastos en YCRT canalizados a través de una fundación de la Facultad Río Gallegos de la UTN. Es que el despropósito de Río Turbio dista mucho de agotarse en la evidente falta de transparencia. En rigor, lo actuado en aquel rincón del país entre 2005 y 2015 fue un dechado de decisiones completamente reñidas con la racionalidad económica que además al ser ejecutadas con impericia y deshonestidad, terminaron conformando un ejemplo de libro de mala praxis estatal.

sábado, 3 de marzo de 2018

La suicida política migratoria y el solidarismo universal son inviables

El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales (Adrián Escandar)Por Dardo Gasparré - @dardogasparre - Infobae.com
Como antes tuvo el coraje de promover el enjuiciamiento de la empresaria kirchnerista Milagro Sala, el gobernador jujeño Gerardo Morales plantea ahora un problema que asuela a sus escuelas y sus hospitales: la migración temporaria de bolivianos y desde otros países sudamericanos, que satura toda capacidad y recurso disponible, y que los norteños padecen desde hace muchos años.
Foto: El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales (Adrián Escandar)

Quien viva en las capitales del noroeste, y aun en el Conurbano y en zonas de CABA, sabe de las penurias para conseguir un turno de hospital o un lugar para sus hijos en las escuelas, donde, además, si lo consiguieran, el esfuerzo económico y docente por la inclusión deja sin chances a la excelencia y las oportunidades. Y sabe que una de las razones principales es la que plantea el mandatario jujeño.

Y aquí, una pausa para dar lugar a quienes hablan de la solidaridad que debemos a nuestros hermanos. En realidad, una hermandad unilateral, si se profundiza el análisis. Una solidaridad compulsiva para la que nunca se ha pedido opinión a las víctimas locales, contribuyentes con su salud, su deseducación y sus impuestos a nuestra confortable solidaridad a control remoto, desde nuestro living o nuestro centro de lucha en Palermo.

Se mezclan en este planteo muchos conceptos. La inmigración permanente, la simple entrada fortuita ad hoc y, en especial, la Constitución alberdiana que recibe a los extranjeros con una gran generosidad. Pero se suele omitir que esa misma Constitución y ese mismo Alberdi priorizaban excluyentemente la inmigración europea. "Segregación de origen" dirán quienes enarbolan la Carta Magna cuando les conviene y la descalifican por xenófoba cuando no es funcional al proyecto de la patria grande y mapuche. Los mismos que destrozaron la Ley Fundamental con la repartija de derechos y garantías sin contrapartida consagrada en el pacto espurio y sospechado de 1994.

Para salir al cruce de los que efectista y simplísticamente dicen que somos todos hijos de inmigrantes, y comparan a aquellos inmigrantes con estos inmigrantes, hablemos de las diferencias. Aquellos inmigrantes venían a un país con otras reglas, las de la Constitución de 1853, un país que solo ofrecía la oportunidad de trabajo duro. Salvo la zona bendecida de la pampa húmeda, todo lo que es hoy la superficie cultivable fue creada con el esfuerzo heroico de esos inmigrantes, que transformaron los médanos en llanura fértil. No había subsidios, ni seguridad social, ni asistencial, ni reparto. Con un enorme sacrificio, italianos, españoles, polacos, rusos, galeses, hicieron la Argentina. Peleando contra los malones asesinos de los indios trasandinos, de paso.

Hoy nuestro paradigma ha cambiado. La Constitución populista de 1994 garantiza lo que no puede garantizar. Ha consolidado, con la ayuda de décadas de peronismo —¿y ahora con Cambiemos?—, un populismo clientelista, un pueblo mendigo, dependiente, inventando excusas para no tomar responsabilidad ni en relación consigo mismo. Los inmigrantes de fines del siglo XIX y principios del siglo XX no habrían creado nada en este ámbito jurídico y gramsciano de hoy. Estarían colgados del Estado, o sea, del esfuerzo de unos pocos.

El inmigrante de hoy, en cualquier formato, se comporta en general como un argentino optativo. Lo es cuando le conviene. Residente si le sirve para cobrar algún plan y obtener alguna ventaja, ciudadano si le pagan para que venga a votar, piquetero para defender sus derechos constitucionales que enarbola como la Biblia, contestatario para desconocer los derechos constitucionales de los demás, cuando le exigen compartir su esfuerzo. Madre con hijo argentino para cobrar la asignación universal por hijo y la maternidad. Villero con derechos inalienables a una vivienda alegando tratados que nos enrostran y que se burlan de la misma Constitución que esgrimen. Y si eso falla, denuncia al país a alguna sigla supranacional también invento de los falsos bolivarianos.

¿Es culpa de ellos? No. Es culpa nuestra. El país se rifa. Y ha estado importando legal o ilegalmente marginalidad directa. ¿Son distintos a nosotros? No. Se parecen mucho a una casi mayoría de argentinos que vive en algún tipo de marginalidad, tal vez irremontable. Basta ver los niveles de pobreza, la languidez de la oferta laboral, la desesperada situación de la educación pública que margina cada día mil veces más que cualquier inmigración de cualquier clase. La violencia consentida e interiorizada, el narco como gobierno paralelo en muchas zonas urbanas y en algunas provincias, esclavizando a sectores sufrientes de la sociedad. Ciertamente no es culpa de nuestros hermanos globales.

La simple pregunta es: ¿Para qué aumentar el problema? ¿Para qué cargarnos con el costo múltiple de una solidaridad universal cuando no podemos afrontar la propia? ¿A quién le cargaremos ese costo múltiple, el económico, el educativo, el de los subsidios? El concepto de que los gastos de nuestra bondad universal son bajos en relación con todo lo que dilapidamos es aplicable a cuanto gasto se analice separadamente, y es absolutamente irracional y precario. Todo el gasto es una suma de gastos, que cada uno per se no es importante frente al total. Por eso es difícil analizarlo, conocerlo a fondo y cortarlo.

¿Todos los inmigrantes responden a esta descripción de conductas, prácticas y costumbres? No. Categóricamente no. Por eso los países inteligentes eligen a quiénes quieren incorporar a su sociedad. Y no suelen aceptar, los países inteligentes, condicionamientos dialécticos, ni relatos, ni poshistorias ni gramscismos de nadie, salvo el dictado de su propio interés como nación.

La inmediata respuesta a estos argumentos es que se trata de planteos fascistas, discriminatorios, xenófobos y procesistas. Como mínimo. Habría que analizar la historia y el bienestar de Canadá o Australia, cuyas leyes migratorias incluyen hasta una admisión temporaria y un examen a los cinco años para decidir si el postulante, que debe tener oficios o profesiones predeterminados, se ha compenetrado con la cultura y hasta las religiones australianas. Países que alguna vez se parecían mucho a Argentina, aunque con menos recursos, tuvieron la suerte de ignorar la corrección política y resistir el sistemático sabotaje del gramscismo, de la prensa resentida y trotskista, de los políticos con miedo a defender ideas, y a pelearse por ellas, o miedo a ser expuestos en sus robos. Y no tuvieron un pacto de Olivos entre dos mediocres.

Aquí se abre otro aparte. Para incluir a quienes opinan que hacen falta estadísticas, mediciones, encuestas para determinar la importancia de estos fenómenos. En algún punto es admirable su inocencia. Mientras que tienen razón en la importancia de contar con esos elementos, no advierten que entran en el juego disolvente de la prédica de la patria grande, cuando no de la brillante gestión de algunos cónsules y diplomáticos. Esa prédica de no estigmatización es la que impide que se censen las villas, donde no pueden entrar los médicos, mucho menos las encuestadoras. Tampoco se puede preguntar la nacionalidad ni el estatus legal de ningún mantero, planero ni piquetero. Ni siquiera la consignan formalmente los hospitales. Por supuesto, no hay estadísticas de los tours hospitalarios paraguayos en el Conurbano: no suele llevarse estadística de los casos de corrupción. Salvo Odebrecht. Y no en Argentina. Pero ciertamente, estaríamos de acuerdo en crear un estricto sistema de control que obligase a un adecuado registro que posibilitase el seguimiento estadístico preciso, con el consiguiente escándalo diplomático que ello desataría.

Las cifras que arrojan las estadísticas oficiales son mentirosas y exiguas, cualquiera lo sabe. Ningún censo ni encuesta de ningún tipo permite preguntar la nacionalidad de los relevados. Y si no está prohibido taxativamente, lo está en la práctica, ya que no se recaba prueba alguna de la respuesta, como en la parodia de censo de 2010. Con los chicos ocurre lo mismo. Usados como coartada o fuente de ingresos de alguna dádiva, igual que tantos niños telúricos, son inscritos como argentinos en cuanto nacen, luego vuelven a su país o no, y los inscriben en cualquier listado de propinas o beneficios que se invente. Por eso son nuestros pobres los que padecen y conocen los efectos de esta inmigración mejor que cualquier funcionario. Funcionarios que tampoco quieren saber la realidad. Porque no sabrían qué hacer con los datos, porque tienen miedo del ataque de los disolventes, porque tienen algún interés en el statu quo. Es cuestión de hablar con las maestras, con las guardias, con los comerciantes. No de hacernos los distraídos e ignorar lo que ocurre. Y, sobre todo, es cuestión de hablar con las madres.

Como sostenía, muchos de estos comportamientos son los mismos, no importa la nacionalidad o el origen. Los preocupados por la ética de la solidaridad también deben empezarse a preguntar cuán ético es privar a un argentino de los beneficios que le otorgan la ley y los impuestos que otros argentinos pagan. Y deberían sentirse ofendidos de que se ofrezca como alternativa un convenio de reciprocidad, una ofensa fatal a la inteligencia colectiva residual, por la desproporcionalidad evidente, casi ridícula.

Nos debemos un debate, como diría el Presidente, sobre el destino de nuestros impuestos en estos rubros, el costo económico de nuestra solidaridad universal y, más importante, el costo que pagan en desesperanza y dolor nuestros pobres y marginales por la sensibilidad de quienes reparten lo que la sociedad les ha destinado en poluciones patriagrandistas que solo hacen promedio de la miseria regional. Cuando les conviene.

viernes, 23 de febrero de 2018

Frondizi y el desarrollo, un desafío con plena vigencia

Resultado de imagen para Arturo Frondizi y frigerioPor  Humberto Schiavoni - Clarin.com

Hace 60 años Arturo Frondizi ponía en marcha una gestión reconocida hoy como el disparador inicial para encarar una enorme transformación orientada a movilizar los recursos productivos, convocar fuertes corrientes de inversión y sentar las bases de un proceso integrador como nunca antes se había concebido.

El sueño desarrollista no logró avanzar, como se sabe, porque los intereses concretos que afectaba desataron un clima de intolerancia e incomprensión que dejaron inconcluso el proyecto. Paradojas de la historia: actualmente hay un extendido consenso que reivindica a Frondizi y a sus propuestas como una alternativa idónea para remover una estructura subdesarrollada que sólo prometía atraso y postergación.

¿Por qué tienen vigencia hoy el mensaje y la concepción de desarrollo que idearon hace más de 60 años Frondizi y Rogelio Frigerio? Mencionemos dos razones esenciales: una, su visión estratégica sobre las condiciones internas y externas en las que debía desenvolverse la Argentina eran absolutamente innovadoras y estaban adelantadas a su tiempo. Veían lo que otros no podían ver.

La otra razón la hemos padecido. En los últimos 50 años se acentuaron las debilidades estructurales de un país que no dio respuestas a las principales demandas de la sociedad y que perdió aceleradamente terreno en el plano internacional. Un ejemplo basta para mensurar el daño que provocaron las políticas que se llevaron adelante en las últimas décadas. La desigualdad y la exclusión social son hoy más notorias que a principios de los años ‘60, cuando aun con naturales imperfecciones había movilidad social y posibilidades ciertas de superación personal. Sobre esta realidad tenemos que actuar.

¿Qué nos diría Frondizi hoy? El método de análisis que trazó junto con Frigerio sigue resultando una guía indispensable para avanzar en una acción transformadora. Evaluar los procesos históricos sin preconceptos, separar lo accesorio de lo esencial y procurar la superación de viejas antinomias son herramientas para el diagnóstico pero también para el diseño de políticas que alimenten un camino de desarrollo sostenible y con equidad social. Frondizi y Frigerio se hacían una pregunta madre, que nunca pierde rigor: ¿Qué nos hace más Nación? Y procuraban avanzar mediante formulaciones sencillas, que llevaban implícita la respuesta.

¿Nos hace más Nación dejar el petróleo bajo tierra o agotar los mecanismos adecuados para extraerlo? ¿Resignarnos a exportar materias primas o trabajar para agregar valor a nuestras ventas externas, ampliando mercados? Muchas de aquellas discusiones no se han saldado hoy, aunque hayan modernizado su presentación.

Pensemos que se sigue confrontando por el papel del Estado, cuando hace seis décadas Frondizi planteó, con sentido común, que éste no debe intervenir en el ámbito privado al punto de ahogar su iniciativa, como tampoco debe dejar librado el proceso económico al exclusivo devenir del mercado. Y Frigerio remarcaba: no se trata sólo de crear condiciones propicias para la inversión; hay que dar un paso adelante y garantizar que los capitales que lleguen provoquen las modificaciones estructurales requeridas para el desarrollo. De eso se trata la gestión.

Y en esa dirección, el esfuerzo de integración territorial, productiva y social es claramente un elemento central. Para afianzar el federalismo, garantizar la cohesión social y reducir el costo argentino es necesario un completo esfuerzo integrador, que se traduzca en autopistas, puertos, rutas, puentes, aeropuertos, energía, la extensión de la innovación tecnológica, una amplia red de transportes y naturalmente, viviendas, colegios y hospitales. Llevar adelante ese desafío requiere una firme vocación transformadora pero también una dirigencia política dispuesta a buscar consensos sobre cuestiones estratégicas, que miren al largo plazo.

Humberto Schiavoni es senador nacional y presidente del PRO

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Sin palabras...para los que entienden.

Macri en el País de las Maravillas

Resultado de imagen para José Luis Espert LA NACIONPor José Luis Espert - LA NACION
Es innegable el mérito de Cambiemos de haber salido del cepo sin una crisis monetaria y cambiaria, haber sacado al país de la ignominia de uno de los defaults más voluminosos y largos de la historia económica mundial, en dejar de hacerle la guerra al campo, bajar algo las retenciones a las exportaciones, ajustar tarifas de manera gradual, haber normalizado el Indec y planteado una relación adulta y constructiva con el mundo desarrollado.

Confirmando una vez más que una de las cosas que gobiernan la ciencia económica son los "relativos", todo lo anterior, si bien no es gran cosa (el mundo civilizado ni se cuestiona lo escrito más arriba) respecto de dónde veníamos con el delirante kirchnerismo (teníamos menos pobres que Alemania y la Gendarmería en la City para bajar el dólar) constituyó un avance tan importante que encauzó la economía hacia un rebote económico que ha entrado en 2018 en su segundo año y no habría que descartar que continúe en 2019, último año del mandato de Mauricio Macri .

Pero aquella normalización, como les gusta decir a los cambiemitas, ocurrió en el primer semestre de 2016 (salvo el ajuste de tarifas, que todavía hoy continúa). Desde entonces, hace ya dos años que todo ha sido marketing, duranbarbismo o kirchnerismo económico de buenos modales. Se les ha dado una montaña de plata a los piqueteros; ídem a los sindicalistas. Precios Cuidados continúa, lo mismo Ahora 12; Rodríguez Larreta en la Ciudad es un festival de gasto en nimiedades y excentricidades como las frustradas cabinas antiestrés y la app para mascotas. Recientemente el gobierno nacional anunció ajustes en la planta de personal para parientes de funcionarios con el objetivo de dar un "gesto" de austeridad.

Más que cambiar, parecería que Cambiemos se siente cómodo con los desequilibrios heredados del kirchnerismo (a veces profundizándolos) mientras se pueda. Y si la tasa de interés internacional sube mucho y dificulta el proyecto, Dios proveerá y/o ya se sabrá a quién echarle la culpa de eventuales complicaciones de la economía.

Los desequilibrios de nuestra economía son mayúsculos y deberían ser atacados cada vez con más urgencia para no continuar hipotecando el futuro, como viene ocurriendo desde hace más de 70 años.

El sector privado sufre la presión impositiva (corregida por su PBI per cápita) más alta del mundo. Más de la mitad del año trabajamos solo para pagar impuestos y no nos damos cuenta cabalmente de ello porque nuestra cobarde clase política los ha puesto, en su gran mayoría, más sobre los bienes que consumimos e invertimos que sobre las ganancias generadas con nuestro trabajo.

Al igual que la presión impositiva, el gasto público es récord mundial (corregido por nuestro PBI per cápita) con 44% del PBI casi en su totalidad para financiar amiguismo, clientelismo y transferencias desde los activos y parte de la clase media hacia los pasivos, la clase media pícara para usufructuar del Estado, los vagos que se emplean en él y los planeros. El déficit fiscal resultante está en 7% del PBI (Dujovne nos miente de manera descarada con sus números fiscales), lo cual significa que la deuda pública crece a esa velocidad y solo se disimula por el atraso cambiario que tenemos. La inflación es 10 veces la internacional.

Para tener una idea del desafío por delante, el gasto público debería bajar mínimo 15% del PBI; el déficit fiscal, a 0, y la inflación, a nivel internacional. Ni hablar de la contrarreforma estructural que hay que hacer para desandar el camino de nuestra decadencia ya casi secular. Entre otras cosas, hay que reprivatizar todo lo que el kirchnerismo estatizó, eliminar la coparticipación federal de impuestos y que las provincias se paguen el gasto propio; sacarles a los sindicatos las obras sociales e ir a una red de hospitales públicos nacionales; quitar la obligatoriedad que existe (en los hechos) para la cuota sindical; renegociar ya los convenios colectivos de trabajo; ir a una apertura total del comercio sea firmando acuerdos de libre comercio con el grueso del mundo u optando por una apertura unilateral como la chilena de mediados de los años 80.

Si Macri no es un político más, como gustan decir sus fieles, tiene que reemplazar su bailecito en la Rosada del 10 de diciembre de 2015 por un discurso por cadena hablando de lo todo lo anterior. Toda otra cosa es pintarnos una "Alicia en el País de las Maravillas" que no es tal.

Economista

El verdadero poder detrás del poder en la Casa Rosada

El verdadero poder detrás del poder en la Casa Rosada
Por Alejandro Borensztein (Cronista.com) - El escritor recopila varias de sus columnas publicadas en el diario Clarín. A través de Balcarce, el perro de Cambiemos, narra con humor la realidad argentina en un mundo que cruje con episodios políticos impensados como la asunción de Trump o el Brexit.



(...) Fui, soy y seré un ferviente defensor del Estado de Derecho y de la democracia. En política no hay valor más importante. De hecho me pasé los últimos años tratando de que la plural y armoniosa sinfonía republicana no sea destrozada por la filarmónica kirchnerista.

Sin embargo, hay algo en el sistema que no estaría funcionando del todo bien. Veamos.

Los colombianos acaban de votar en contra de la paz, los ingleses votaron en contra de la integración con Europa y millones de americanos van a votar por un muñeco que aspira a habitar la Casa Blanca cuando en realidad es el mejor candidato para entrar a la casa de Gran Hermano. Los encuestadores dicen que no puede ganar. Lo mismo decían en Gran Bretaña y Colombia.

A eso, sumale que los españoles andan votando cada cinco minutos y sin embargo hace un año que no pueden formar gobierno. Los austríacos anularon sus elecciones porque los nazis perdieron sólo por el 1% y les van a dar otra oportunidad, y en Berlín acaba de ganar la extrema derecha.

¿Y por casa? Vale la pena saber que el mandatario más votado de nuestro país es Gildo Insfrán, seis veces consecutivas gobernador de Formosa. Un éxito. Sobre todo teniendo en cuenta que el tipo está denunciado, entre otras cosas, por moler a palos a los aborígenes, por tener armado un régimen autoritario y corrupto, y por asociarse con Boudou para hacer un choreo con Old Fund (los de Ciccone). Para colmo esta semana agarraron a su sobrina con un acoplado cargado con 2500 kilos de marihuana para uso personal.

Hay mil ejemplos más, pero en pleno ejercicio de mi libertad de expresión y de mi condición de ciudadano respetuoso de la Constitución me permito concluir, de la manera más educada y cuidadosa posible, lo siguiente: la gente está votando como el orto.

En Colombia se firmó un acuerdo de paz entre un gobierno constitucional y el elenco de Scarface. Asistieron todos los presidentes latinoamericanos y los vistieron íntegramente de blanco como si fuera una boda en la playas de Ipanema, pero sin pétalos (Macri estaba precioso).

Después del show, y con los hechos consumados, le preguntaron al pueblo colombiano si estaba de acuerdo. ¿Para qué???!!! No hay que preguntarles nada y mucho menos darles a elegir entre si o no porque suele ganar el no. Los pueblos tienen bronca y cuando les das la oportunidad la expresan. No dicen no. Dicen ¡¡¡NOOOOOOO!!!

La excepción fue Alfonsín. En 1984 convocó a un plebiscito sobre el acuerdo de paz con Chile firmado tras la mediación papal que esencialmente le daba la razón a los chilenos. Ganó el SÍ con el 82% de los votos. Pero era Alfonsín. Sabía lo que hacía. No lo podemos comparar con los otros inútiles.

En 1990, el gobernador Cafiero le preguntó al pueblo bonaerense si querían reformar la Constitución Provincial. Respuesta: ¡¡¡NOOO!!! Aclaremos que todas las reformas constitucionales son convocadas por el gobernante de turno bajo múltiples pretextos con la única razón de habilitar las reelecciones porque el tipo se quiere quedar para siempre.

Lo mismo intentó el gobernador Rovira de Misiones en 2006, apoyado públicamente por el presidente de entonces, el Compañero CCK. Pero se les plantó el obispo Joaquín Piña con el apoyo de Bergoglio y la respuesta del pueblo fue ¡¡¡NOOO!!! De ahí viene el odio del kirchnerismo con Bergoglio. Odio que en 2013 se les pasó milagrosamente de un día para el otro.

A Pinochet en 1988 y a Chávez en 2007 también se les ocurrió preguntar pavadas por si o por no. ¿Respuesta para ambos demócratas? ¡¡¡NOOO!!!

Los uruguayos, en 1989 lanzaron un plebiscito para consultarle al pueblo si querían derogar la ley de caducidad que impedía juzgar a los militares de la dictadura. Respuesta: ¡¡¡NOOOO!!!

Lo raro del caso uruguayo es que 20 años después volvieron a convocar a una nueva consulta por el mismo tema. Respuesta del pueblo: ¡¡¡NOOO!!! O sea, "ya te dije que NO, ¿cuantas veces más te lo tengo que decir?"

Los griegos en la crisis de 2015 también gritaron ¡¡¡NOOO!!! y a Evo Morales le acaban de decir ¡¡¡NOOO!!! en su plebiscito reeleccionario de 2016.

Los escoceses, que se pasaron 300 años tratando de zafar del Reino Unido, en 2014 convocaron a un plebiscito para preguntarle al pueblo si realmente quería la independencia o no. Respuesta insólita: ¡¡¡NOOOO!!! Ahora los de la gaita se quieren matar por seguir siendo parte del Reino Unido ya que, ante el triunfo del Brexit, van a tener que levantarse las polleras y meterse las botellas de whisky en el upite porque les van a aplicar aranceles para exportarlas a Europa.

¿¿Quieren un ejemplo más contundente?? Hace unos meses se hizo un referéndum en Suiza consultando si querían que el Estado les pagara 2500 dólares por mes a cada suizo como renta de por vida. Y ganó... el ¡¡¡NOOOO!!! Por el 76% de los votos. Matate!!!

Todo esto pasa por andar preguntando cosas que no se preguntan. Se hacen y chau.

Como Putin, que fue mucho más vivo. Nada de plebiscito, mandó los tanques e independizó Crimea de Ucrania en un fin de semana. Que después el lunes a la mañana Rusia se lo haya anexado, es otro tema.

Lo mismo Larreta, que ni piensa llamar a plebiscito para preguntarles a los porteños si están de acuerdo en vender espacios verdes porque sabe que ganaría el ¡¡¡NOOOO!!! por el 99% (el 1% restante son los cuatro vivos que se quieren quedar con los terrenos para hacer torres)

A propósito, el Gobierno de la Ciudad ya reculó con la venta del Campo de Polo. Gran triunfo aliado. Pero todavía queda mucho territorio verde por defender. Habrá que reforzar la Línea Maginot para frenar el avance de las fuerzas del eje Larreta/Santilli. Eventualmente, preparar la flota para un desembarco masivo en las costas del Tiro Federal porque eso ya está muy avanzado.

En fin, somos un país difícil. Según las encuestas, ante la consulta sobre si el Estado debe pagarle 2500 palos a la AFA por los derechos de transmisión de fútbol, el 75% de los argentinos dice ¡¡¡NOOO!!!

Pero si a ese mismo 75% le preguntas si está dispuesto a pagar para ver los partidos por televisión también diría ¡¡¡NOOO!!!

Imaginemos un plebiscito entre los empresarios argentinos:

1. ¿Quieren seguir siendo un país pobre con gobiernos autoritarios y berretas? Respuesta: ¡¡¡NOOOO!!!

2. ¿Están dispuestos a apostar al futuro del país metiendo la mano en el bolsillo e invirtiendo ahora mismo? Respuesta: ¡¡¡NOOO!!!

Reflexión para el Compañero Mauri: olvidate macho, pensate otro plan porque estos ñatos no van a poner un sope. (...).

Heredero
Alejandro Borensztein nació en 1958, en Buenos Aires. Es arquitecto graduado en la Universidad de Buenos Aires y obtuvo el título de Master of Sciences in Architecture (Universidad de Columbia). En 1988, se inició como guionista y productor de los programas de su padre Tato Bores. Junto con su hermano Sebastián fundó, en 2000, BBTV, compañía productora que realizó programas para canales de Argentina y varias señales del mundo. Éste es su séptimo libro.

El autor, la tiene clara...otros juegan al paddle.

domingo, 18 de febrero de 2018

Narcotráfico, terrorismo y militares

Resultado de imagen para Narcotráfico, terrorismo y militaresPor Nicolas Dapena Fernandez* - Perfil.com
Recientes propuestas gubernamentales en Argentina reabren el sensible debate sobre la participación –y su grado– de los militares en tareas de seguridad interior, puntualmente en soporte a operaciones de narcotráfico y antiterrorismo.

Más allá de lo compleja que es la cuestión relativa a qué entiende la ley argentina por terrorismo u organización terrorista, cuestión que no está nada clara en el Código Penal y puede dar lugar a errores graves, es interesante detenerse a analizar cómo están determinadas las responsabilidades en esta materia bajo la ley argentina, y cuán similares son con la ley estadounidense, para tomar un parámetro razonable.

No escapa al criterio lógico que la fuerza estatal es una sola, y que esta se escinde operativamente en diferentes áreas,  a efectos de conseguir legalidad y eficiencia en el accionar. El propio preámbulo de la CN separa la función “consolidar la paz interior” de “proveer a la defensa común”. 

Los delitos en Argentina se rigen por el Código Penal, y las modalidades de su enjuiciamiento se rigen por los distintos códigos procesales penales nacional y provinciales.

Cuando se trata de delitos complejos, como el narcotráfico –en todas sus etapas salvo en algunas provincias la comercialización–, lavado de activos o terrorismo, la jurisdicción es federal; así, se ocupan de ella los jueces y fiscales federales. Y para atender esos casos están las fuerzas de seguridad federales.

En materia de defensa, bajo la ley argentina existen las denominadas hipótesis de defensa, a saber: hipótesis de conflicto e hipótesis de guerra.
Para atender esos casos fueron establecidas las fuerzas armadas; clasificándose su accionar en:
1. operaciones convencionales en defensa de los intereses vitales de la Nación, 
2. operaciones en el marco de las Naciones Unidas, 
3. operaciones en apoyo a la comunidad nacional o de países amigos, y 
4. operaciones en apoyo de la seguridad interior.

Estas dos leyes, de Defensa y de Seguridad Interior, determinan cuál es el quicio adecuado de actuación de cada fuerza, y le atribuyen una cierta jurisdicción y competencias para atender un determinado fenómeno.
Resultado de imagen para operaciones de narcotráfico y antiterrorismo.
 Las fuerzas armadas no pueden actuar en hipótesis de seguridad interior, salvo brindar apoyo logístico mediante “servicios de arsenales, intendencia, sanidad, veterinaria, construcciones y transporte, así como de elementos de ingenieros y comunicaciones” o intervenir con “elementos de combate” para “el restablecimiento de la seguridad interior dentro del territorio nacional … previa declaración del estado de sitio”.

A su vez, tampoco pueden realizar tareas de inteligencia internas, aunque la ley solo prohíbe aquello relativo a “las cuestiones relativas a la política interna del país”, por lo cual debería analizarse si encuadra en esa prohibición el soporte a tareas de recolección de información criminal.

Lo interesante es que en los EE.UU. rige la misma prohibición desde 1878 a través de la Posse Comitatus Act: las fuerzas armadas de EE.UU. no pueden intervenir en cuestiones criminales o policiales internas, salvo “to provide equipment and supplies –equipamiento y suministros–, technical assistance –asistencia técnica–, information –información–, and training to law enforcement agencies –entrenamiento a las agencias de aplicación de la ley–”. Ese criterio fue aplicado y sostenido por la Corte Suprema de EE.UU. en United States vs. Jaramillo y United States vs. Mc Arthur.
Resultado de imagen para Posse Comitatus Act:
En síntesis, es interesante sumar a este debate, siempre referenciado en nuestro país en los excesos de los años 70, ejemplos de países donde una nítida separación de funciones y fijación de interacciones cooperativas entre las fuerzas de seguridad y fuerzas armadas ha sido exitosa, y se mantuvo incólume en el tiempo desde hace 140 años. En otras palabras: analicemos y repliquemos lo que otros países hacen y les funciona, y no tanto lo que nos sugieren hacer pero ellos no hacen –involucrar militares en la lucha interna contra el terrorismo y el narcotráfico–.

*Abogado. Experto en armas y terrorismo.

Los anteojos con los que la inteligencia de Estados Unidos ve el mundo

Resultado de imagen para CIA + glassesPor Fabián Calle - Infobae.com
La respuesta más difundida por los medios fue la convicción de un papel activo de Rusia para influenciar en las próximas elecciones legislativas en Estados Unidos.

El pasado 13 de febrero la comunidad de inteligencia de los Estados Unidos dio a conocer el "Worldwide Threat Assessment", documento que combina aquella información y prospectiva que puede ser dada a conocer por las 14 agencias de inteligencia con que cuenta la superpotencia. 

Algunas inmortalizadas por libros y películas, y otras menos conocidas, como la NSA y la DIA. La primera, por lejos la mejor financiada y centrada en todo lo referido a comunicaciones y mundo digital. La segunda, la inteligencia militar dependiente del Pentágono. El mismo día que se daba a conocer este documento, los jefes de estas agencias respondían preguntas de los senadores referidas a los principales riesgos que enfrentaba el país. La respuesta más difundida por los medios fue la convicción de un papel activo de Rusia para influenciar en las próximas elecciones legislativas en Estados Unidos.

Según la inteligencia americana, tal como sucedió en el 2016, el objetivo no sería favorecer a republicanos o a la oposición demócrata, sino agudizar las tensiones internas, así como desprestigiar en el exterior la política y las prácticas de su histórico rival. En otras palabras, debilitar en todo lo posible el softpower o la capacidad de influencia y cooperación americana.

Como corresponde, el documento focaliza en la ascendente tendencia a la competencia y aun conflictos entre las grandes potencias, o sea, Estados Unidos, China y Rusia. En el corto plazo, el foco está puesto en la posibilidad cierta de escalada bélica en Corea del Norte y en el Golfo Arábigo o Pérsico. Todo ello sin desconocer el ascendente papel de actores no estatales como el terrorismo de Al Qaeda e ISIS, así como hackers y sus ataques informáticos. Algunas veces guiados por Estados rivales y, en otros casos, no. En este sentido, convoca a dar prioridad a la capacidad de detectar, evitar y llegado el caso atenuar los impactos de estas acciones que están llamadas a tener una relevancia central en todos los campos.

Un país que hace y hará intenso uso de este tipo de disrupciones será Rusia, afirma el texto, en especial contra Ucrania, pero también contra los países de la Organización para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Para poner a prueba su seguridad y potenciar tensiones políticas, sociales, raciales y económicas dentro de los países occidentales. También China es protagonista en este campo, si bien con fuerte énfasis en el espionaje sobre secretos industriales, nuevas tecnologías, finanzas, etcétera. En menor medida, está el caso de Irán, que por el momento concentra sus esfuerzos en inteligencia electrónica y sabotaje sobre Israel y Arabia Saudita.

Finalmente, pero no por ello menos importante, figura el caso de Corea del Norte. Hasta el momento el énfasis de sus ciberataques ha sido para la obtención ilegal de dinero y recursos financieros, y sobre los despliegues y los planes militares de Corea del Sur y Estados Unidos. Pero pocas dudas hay de que también está en condiciones de llevar a cabo intrusiones para sabotear infraestructura crítica de sus rivales.

En materia de terrorismo, se puntualiza que el foco está sobre dos organizaciones extremistas sunitas como son Al Qaeda e ISIS. Estas están operativas a pesar de los golpes recibidos y siguen intentando llevar a cabo ataques en territorio de los Estados Unidos, si bien su mayor actividad se da en zonas de conflicto como Siria, Irak, así como áreas de África y Asia.

La otra rama del terrorismo sería la compuesta por Irán y sus aliados de Hezbollah con base en El Líbano. De hecho, en los últimos años, tanto en la guerra civil siria como en Irak y Yemen estos bandos sunitas y chiitas enfrentados han chocado de manera intensa y han provocado numerosas bajas.

Asimismo, el narcotráfico ocupa un espacio no menor. Entre otros motivos, no solamente por su descomunal disponibilidad de recursos económicos, nexos más o menos fluidos con grupos terroristas, y su capacidad de influir y corromper, sino también por un marcado aumento del número de ciudadanos estadounidenses fallecidos en los últimos dos años por consumo de drogas ilícitas. En este sentido, advierte que, en el 2016, el incremento fue del 21 por ciento. Al tiempo que la producción de cocaína, heroína y metanfetaminas se ubica en niveles récord. La sustancia que está provocando mayor mortalidad es un nuevo y sintético producto derivado del opio. Este escenario explica el poder y la influencia del narcotráfico en México, así como el papel de China como fuente de provisión de sustancias químicas que se usan en los laboratorios clandestinos. La misma difusión de internet y las redes sociales es cada vez de más utilidad para los narcotraficantes, para llegar a proveedores y consumidores.

En materia de la situación de la economía global, los porcentajes de crecimiento en Estados Unidos, Europa, Asia, etcétera son aceptables, por lo cual no parece haber un escenario de crisis sistémica aguda en el corto y mediano plazo; es un factor moderador de mayores conflictos. Sí cabe esperar un cierto reflujo o reducción de los fondos internacionales que han ido en los últimos años hacia mercados emergentes. Los cambios que se vienen produciendo en la economía estadounidense, tal como un dólar más fuerte, reformas impositivas y suba de la tasa de interés, son algunos de los factores explicativos de ello.

En materia de petróleo y gas, nada indica que se vaya a revertir radicalmente la baja de los precios, lo cual es un factor de impacto negativo sobre Rusia, Irán, Arabia Saudita, Venezuela. En parte explicado también por el boom de la extracción de shale gas y shale petróleo en territorio estadounidense.

Por último, en lo que hace al panorama en América Latina, todo indica que una mezcla de bajo crecimiento económico en la mayoría de sus países, fuertes denuncias de corrupción y violencia e inseguridad ciudadana, tenderá a reforzar la visión crítica a lo establecido y conocido por parte sustancial de sus ciudadanos y votantes. Factor relevante dado los procesos electorales que se darán en México y Colombia. Si bien la economía mexicana muestra fundamentos relativamente buenos y ello ha venido reduciendo el flujo de inmigrantes ilegales hacia los Estados Unidos, no se puede descartar que vuelva a aumentar. El Gobierno mexicano enfrenta el desafío de una fuerte actividad del narcotráfico, así como un vecindario signado por países con serios problemas socioeconómicos y de inseguridad.

Sin duda un caso de extremo es Venezuela con su colapso económico y social. La aguda caída en su producción de petróleo y una creciente e intrincada cadena de cesación de pagos a acreedores internacionales no harán más que agudizar las tensiones internas. También se les presta atención a los interrogantes y los riesgos que presenta la situación en Colombia, con su récord de producción de cocaína y la existencia de flujos de guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que están buscando sumarse o crear organizaciones delictivas para actuar en el tráfico de drogas y otros ilícitos.

Mientras tanto, en nuestra ciclotímica Argentina, en donde pasamos de las profecías de final anticipado del Gobierno de Cambiemos a mediados del 2017, helicópteros de plástico de por medio como souvenirs, al contundente triunfo del oficialismo en octubre, a un febrero de 2018 donde desde algunos sectores sindicales y políticos se vuelve a diagnosticar o, mejor dicho, desear el final anticipado, habrá que tomar en cuenta la ausencia de referencias apocalípticas sobre nuestro país en el informe de inteligencia norteamericano.

Desde ya, los deseosos de la inestabilidad institucional recurrirán a un menú de explicaciones ad hoc: los norteamericanos no saben hacer inteligencia, buscan esconder los problemas terminales que presenta el Gobierno argentino. O que, pese a los esfuerzos de la Casa Rosada, la Casa Blanca no mira ni le interesa la Argentina. Por esas vueltas de la psiquis humana, la herencia traumática del 2001 y los intereses políticos e ideológicos, son los mismos que tienden a ver a Venezuela sin mayores problemas y no registran la reciente derrota de Rafael Correa en Ecuador, por el 68% de los votos. Como decía Albert Einstein, hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana, y sobre la primera de ellas tenía ciertas dudas.

jueves, 15 de febrero de 2018

El biodiésel pyme, un aliado para la Argentina sustentable

Resultado de imagen para biodiésel pymePor Alejandro Abad - Infobae.com
La utilización de biodiésel en vehículos a motor como autos, camiones, colectivos, genera un impacto muy positivo en el medio ambiente, ya que reduce la emisión de gases de efecto invernadero, principales responsables del calentamiento global.

En nuestro país, todos los autos gasoleros circulan con mezcla de biodiésel en sus tanques. Este reemplazo del 10% de gasoil por biodiésel generó un ahorro de emisiones de gases por 800 mil toneladas anuales, equivalente a la emisión de 274 mil vehículos en un año. Para absorber esas toneladas y evitar el efecto invernadero se hubiese necesitado plantar una superficie mayor a la Capital Federal de bosques de eucalipto. El impacto positivo está claro.

El biodiésel argentino se produce a partir del aceite de soja, es energía sustentable y es producido por alrededor de 30 pymes de capitales argentinos que generan 9.300 puestos de trabajo. Estas pymes nacieron bajo la ley 26093, creada para fomentar las economías regionales y la industrialización del campo bajo una matriz de energía sustentable.

Resultado de imagen para biodiésel pymeEsta industria nace para ser regulada principalmente porque buscó regionalizar la industria llevándola a lugares a los que sin incentivo no se hubiesen instalados industrias (por ejemplo, Catriló, Nogoyá, Daireaux), con verdadero impacto en esas economías. 

También esta ley establece límites de producción, por lo que son plantas con capacidad de hasta 50 toneladas. Como referencia, las grandes productoras de biodiésel para el mercado exportador producen el doble y están ubicadas cerca de los puertos.

Por estas razones es que la industria pyme que abastece el mercado local no puede operar sin estar regulada, ya que no está pensada para el libre mercado y las inversiones que realizaron empresarios locales fueron bajo reglas de juego que brindan previsibilidad. El mercado no siempre es la manera más eficiente de administrar recursos, cuando el objetivo es el de mejorar las economías del interior del país. Existen algunas críticas a este sistema regulado que argumenta que una hipotética liberación del mercado tendría consecuencias positivas en la baja del precio del gasoil en surtidor. Pero sabemos que esto no es así, por un lado, porque la incidencia del biodiésel en el precio final es muy baja y, por otro, porque la variación del precio del biodiésel (cuando este ha estado muy por debajo del precio del gasoil) no ha incidido en una mejora del precio para el bolsillo del consumidor.

El mundo está yendo hacia el fomento de las energías renovables, el uso del biodiésel es aplicado en todo el mundo, para la Argentina es estratégico porque tiene materia prima para hacerlo posible. La soja representa la posibilidad de convertir materia prima en un producto industrializado que sustituye la importación del gasoil: el biodiésel.

Por estos motivos, las pymes productoras de biodiésel son un aliado para acompañar en el camino hacia una Argentina energéticamente autosustentable, fomentar las economías regionales y la industrialización del agro, y preservar el medio ambiente para las futuras generaciones.
El autor es presidente de la Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biocombustibles.

miércoles, 14 de febrero de 2018

Sin fronteras entre la defensa y la seguridad

Resultado de imagen para guerra híbridaEditorial del diario La Nación
La reglamentación de la ley de defensa nacional vigente impide a las Fuerzas Armadas participar en una guerra híbrida como son las del siglo XXI

La próxima Cumbre del G-20, que se realizará en nuestro país, es un desafío que también permite constatar que la frontera entre defensa y seguridad hoy no es clara pues las amenazas se desarrollan en ambos campos. El protocolo de seguridad del G-20, exigido para el país sede, exige que se utilicen todos los medios: fuerzas policiales, de seguridad y armadas. Ahora bien, ¿la amenaza que plantea la seguridad del G-20 es interna o externa?

Se trata por lo general de una amenaza externa que se desarrollaría en el país en el que tiene lugar la cumbre. La participación militar que prevé el protocolo alcanza a aviones de combate y vigilancia, buques, baterías antiaéreas, radares y despliegue terrestre para reforzar a las fuerzas policiales y de seguridad.

De acuerdo con la legislación vigente en la Argentina, dicha participación militar es ilegal. La arbitraria reglamentación de la ley de defensa nacional fue establecida por decreto en la gestión ministerial de Nilda Garré, avanzando sobre la ley de defensa de 1988, de acuerdo con la cual la amenaza externa es misión de las Fuerzas Armadas y la interna corresponde a las de seguridad y policiales, pero sufrió una alteración en esta reglamentación, dado que el instrumento militar solo puede ser empleado ante una amenaza externa si esta proviene de una fuerza armada regular de otro Estado.

La amenaza de seguridad sobre la Cumbre del G-20 difícilmente provendría de una fuerza regular de un Estado, sino de organizaciones no estatales, como ocurre con distintas variantes del terrorismo internacional. Además, la doctrina militar moderna en las Fuerzas Armadas occidentales plantea que el conflicto del siglo XXI es la llamada "guerra híbrida", en la cual un Estado no actúa como tal, sino a través de fuerzas irregulares y acciones de ciberguerra para alcanzar un objetivo militar en función de los intereses de un Estado, pero sin que este participe. Las academias militares de los países occidentales ponen como ejemplos la secesión de Ucrania y las guerras de Irak, Siria y Afganistán, entre otras. A ello se suman los conflictos que derivan de los proyectos de secesión.

De acuerdo con la reglamentación de la ley de defensa nacional vigente, las Fuerzas Armadas argentinas no podrían participar en una guerra híbrida, como es la del siglo XXI. Hoy, las Fuerzas Armadas, de seguridad y policiales tienen miles de sus integrantes procesados y centenares detenidos por haber cumplido "órdenes ilegales" durante los años 70. Concretamente, en 2017, en 25 sentencias fueron condenadas 205 personas por esta causa, siendo el récord cuantitativo desde 2013.
Resultado de imagen para guerra híbrida
Sin una modificación del decreto reglamentario, que claramente viola el texto de la ley de defensa nacional, la participación de las Fuerzas Armadas en la seguridad de la Cumbre del G-20, así como de sus equipos y materiales, es ilegal y quienes la ordenen y la lleven a cabo estarán impartiendo o cumpliendo órdenes que no son legales.

Faltan diez meses para esta cumbre, que será el hecho central en la política exterior de la Argentina, y urge que se resuelva este tema, que se soluciona mediante un nuevo decreto reglamentario de la ley de defensa nacional que elimine la arbitraria e ideologizada limitación puesta durante el gobierno de Cristina Kirchner, por el cual las Fuerzas Armadas solo pueden actuar frente a una amenaza externa proveniente de una fuerza armada regular.

Hacerlo no es solo poder concretar bajo el orden legal la participación militar en la Cumbre del G-20, sino también adecuar la norma al conflicto moderno que es la guerra híbrida y permitir al Estado un uso integral de los medios limitados con que cuentan las Fuerzas Armadas, de seguridad y policiales.

Es curioso que, a más de dos años de la asunción de Mauricio Macri, no se haya producido esta modificación a la reglamentación de la ley de defensa nacional, que fue pieza clave en la política militar del kirchnerismo, sobre todo cuando se aproximan las urgencias y los desafíos que, en materia de seguridad, implica la Cumbre del G-20, que tendrá lugar a fin de año.
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