Mostrando entradas con la etiqueta Opinión. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Opinión. Mostrar todas las entradas

jueves, 18 de enero de 2018

¿Cuánta amenaza es el torpedo nuclear tipo 6 de Rusia?

Por Dave Majumdar - The National Interest - Traducción Desarrollo y Defensa.
La nueva revisión de la postura nuclear  de los Estados Unidos afirma que el torpedo submarino autónomo (AUV) intercontinental y armado con armamento nuclear de Rusia es un arma real y podría ser una amenaza real. Los analistas están divididos sobre cuán genuina es la amenaza.
"Ciertamente es una amenaza que las fuerzas estadounidenses tendrán que tener en cuenta", Bryan Clark, ex oficial de submarinos de la Armada de los EE. UU. Y actual miembro senior del Centro de Evaluaciones Estratégicas y Presupuestarias.

"Es lo suficientemente grande como para llevar un arma nuclear del tipo megatón, aunque el arma de 100 MT que anuncian puede ser demasiado pesada. Los torpedos son generalmente flotantes negativos debido al peso del motor, la ojiva y la falta de espacio para los tanques de lastre como lo haría un submarino. Una ojiva realmente pesada en este vector dificultaría el control en profundidad sin ir muy rápido y el uso de superficies de control para permanecer en profundidad, como un avión. No veo superficies de control que permitan ese enfoque aquí ".
Resultado de imagen para russian nuclear torpedo
Si el arma resulta ser factible, la principal preocupación de Washington es que el arma podría pasar por alto los sistemas de defensa de misiles estadounidenses. "La principal preocupación de EE. UU. Sería que el Tipo 6 podría eludir las defensas de misiles balísticos de Estados Unidos", dijo Clark. "Es probable que sea tan ruidoso o incluso más ruidoso que un submarino, porque usa un reactor pequeño y una turbina de vapor para propulsión como un submarino, pero no tiene espacio para silenciar funciones como cubiertas flotantes o un montaje de sonido extenso como un submarino. . La Marina de los EE. UU. Tendría que buscar este AUV [vehículo submarino autónomo] utilizando sistemas similares a los de ASW [guerra antisubmarina], incluido SOSUS ".

Si bien el arma sería fácilmente detectable por el sonar estadounidense, Estados Unidos no ha desplegado una buena defensa contra un torpedo como el Tipo 6.

"El problema entonces sería cómo involucrarlo", dijo Clark. "Un submarino podría ser disuadido o acosado por un sonar activo o por ataques fallidos de torpedos. El Tipo 6 no respondería como una tripulación submarina, y seguiría funcionando hasta que se detuviera físicamente. Estados Unidos aún no ha desplegado buenas armas o tecnología para detener el UUV ".
Resultado de imagen para russian nuclear torpedo Status - 6
El Tipo 6, a pesar de ser un arma innovadora, no es probable que sea un arma efectiva. "En general, el Tipo 6 no es un arma práctica", dijo Clark. "A diferencia de un bombardero con bombas nucleares o misiles de crucero que tiene un piloto humano que puede retirarse o redirigirse a medida que aumenta el escenario y se desescala, el AUV podría recuperarse en teoría, pero podría experimentar fallas mecánicas o interrupciones de comunicación que impidan su activación o desactivación cuando se desee ".

En Tipo 6 no sería particularmente útil desde el punto de vista de la habilidad nuclear nuclear. "Es menos útil desde una perspectiva de gestión de escalamiento, con los bombarderos y los lanzadores de misiles balísticos móviles que proporcionan una manera de indicarle a un adversario que estás escalando el conflicto sin ninguna acción irreversible", dijo Clark. "Como un AUV, el Tipo 6 no puede enviar señales a un adversario excepto al explotar o revelarse en las aguas del adversario, lo que podría exponerlo a manipulaciones".

Quizás lo más preocupante -si la inteligencia de los EE.UU. es correcta sobre la existencia de las armas- es que la ojiva del Tipo 6 podría perderse o ser robada. "Desplegar un Tipo 6 con una ojiva nuclear colocaría una de las armas nucleares de Rusia en una posición en la que podría perderse o ser robada", dijo Clark. "Incluso con protección antisabotaje, parece poco probable que el gobierno ruso quiera tener un arma nuclear fuera de su control, particularmente dada su preocupación sobre la gestión de escalada armada y el control reflexivo de la situación".

El ex negociador de armas nucleares soviético y ruso, Nikolai Sokov, ahora miembro del Centro James Martin para Estudios de No Proliferación, dijo que el concepto es una reliquia de la era soviética.

"El concepto es muy antiguo, se remonta a días en que los ICBM y SLBM eran pocos, poco confiables y vulnerables", dijo Sokov a The National Interest. "En este día y edad, sería difícil ver mucho valor en un vehículo lento de 100 MT. Cuando el torpedo se mostró accidentalmente en la televisión rusa hace unos años, pensé que era un engaño para hacer que la inteligencia estadounidense estuviera ocupada. La gran pregunta, es cuán confiable es Inteligencia frente a las pruebas recientes. Rusia ha estado trabajando activamente en pequeños submarinos; ciertamente puedo verlos trabajando en una nave nodriza submarina que lleva pequeños submarinos que pueden descender a profundidades considerables. Simplemente no veo mucho valor en equiparlos con ojivas de 100-MT ".

Jeffrey Lewis, Director del Programa de No Proliferación de Asia Oriental en el Centro James Martin para Estudios de No Proliferación, sugirió que el torpedo de movimiento lento se usaría para apuntar a objetivos costeros tales como instalaciones navales. "Detonaría en un puerto, podría usarse para atacar buques de guerra o simplemente para mantener en riesgo zonas urbanas como Nueva York", dijo Lewis. "Creo que podríamos construir defensas contra eso, sí, aunque no estoy seguro de cuán efectivos serían. Debería ser más fácil que interceptar un misil, seguro ".

martes, 16 de enero de 2018

Regulaciones para cuatriciclos

(La Nación) - El inicio de la temporada de verano trajo, como en años anteriores, malas noticias en lo que respecta al indebido uso de los cuatriciclos. Los siniestros se suceden año tras año y todo indica que los verdaderos responsables son los adultos, que no toman conciencia del riesgo. El último hecho desgraciado, que terminó con la vida de un joven de 18 años, ocurrió en la localidad bonaerense de Monte Hermoso. Su novia, que viajaba como acompañante, permaneció internada durante cinco días en un hospital de Bahía Blanca. Unos días antes, otro joven de 30 años murió en Pinamar por las heridas que recibió al volcar su cuatriciclo en los médanos.
Resultado de imagen para Regulaciones para cuatriciclos
Es común ver a menores de edad manejando cuatriciclos que pesan entre 170 y 220 kilos y pueden alcanzar los 140 kilómetros por hora. Los accidentes más frecuentes se dan en las zonas rurales o en los médanos, lugares peligrosos pues el cuatriciclo no es fácil de manejar. Las lesiones que más sufren las víctimas son fracturas y traumatismos varios. En la mayoría de los casos los problemas son ocasionados por la imprudencia de quienes los conducen y por la falta de control de los padres.

Pocos días atrás, el gobierno nacional dio a conocer un decreto de necesidad y urgencia para reducir la burocracia en el Estado y permitir nuevas prácticas para reducir costos y ganar competitividad. En materia de transporte, a partir de la nueva norma, los cuatriciclos serán considerados "vehículo automotor". El cambio obligará a acatar las normas generales. Por lo tanto, quienes sean sus conductores deberán tener una licencia habilitante con la categoría que corresponde, seguro obligatorio, patente y un casco homologado. También tendrán que realizar una verificación técnica que será obligatoria para circular.
Resultado de imagen para Regulaciones para cuatriciclos
Por otro lado, no se admitirá el transporte de más personas que las permitidas por el fabricante. En el caso de los vehículos que no tengan parabrisas, quien conduce deberá usar antiparras. Las modificaciones coinciden con la iniciativa de la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal. En tanto, la aplicación de la reglamentación de la ley de tránsito nacional requerirá que las provincias adhieran o, en su caso, que modifiquen sus respectivas legislaciones para imitar la norma nacional.

Las nuevas regulaciones deben ser bienvenidas, aunque será necesario para que sean efectivas que las autoridades correspondientes cuenten con la decisión política y el personal suficiente para velar por su estricto cumplimiento, y que los adultos asuman un rol activo y responsable.

domingo, 14 de enero de 2018

Reformas imprescindibles en Defensa, un ministerio de larga crisis

Julio Hang. (Foto: Fernando Calzada)(Infobae.com) - El área de la Defensa nacional vive tiempos de reflexión y reestructuración. Consultado al respecto, el general Julio Hang, especialista en la materia, analiza cómo encarar el cambio tras décadas de desinversión.

Julio Hang. (Foto: Fernando Calzada)

La tragedia del submarino ARA San Juan despertó un debate en sectores especializados sobre el estado operativo real de las Fuerzas Armadas argentinas. El desafío ahora es encontrar la manera de dotar al sector de las capacidades necesarias para el siglo XXI en un contexto de restricciones presupuestarias y reducción del déficit público. Sobre estos temas dialogamos con Julio Hang, general retirado del Ejército Argentino y Director del Instituto de Seguridad Internacional y Asuntos Estratégicos del CARI (Consejo Argentino de Relaciones Internacionales).

-Con el personal mal pago y un presupuesto que se consume en su mayoría en sueldos, ¿es posible modernizar el material? ¿De qué manera? ¿Por dónde empezar?

-No es posible, y esa ha sido la respuesta en más de 30 años. Que la mayoría se gaste en sueldos deja pocas opciones. La opción de eliminar personal en forma significativa, es contraria a la optimización deseada. Son fuerzas tan chicas que la única expectativa es su crecimiento. Además, los pretendidos ahorros no tendrían relevancia para las inversiones necesarias y producirían un severo efecto negativo sobre las aspiraciones profesionales de los más jóvenes. 
El único camino posible es que se aumente el presupuesto para que el porcentaje de gasto salarial sea menor. Por supuesto, es válido un esfuerzo en dar mayor proporcionalidad en las pirámides de personal y en las especialidades, pero no debe dejar de evaluarse la cantidad de personal civil incorporado políticamente desde el 2003. Gastos que habían sido quitados de Defensa volvieron a un presupuesto proporcionalmente igual o menor. Se crearon superestructuras civiles de las obras sociales y la educación superior, con significativos presupuestos salariales, que en nada mejoran la eficiencia defensiva buscada. 
También, se han vendido o cedido cientos de miles de hectáreas, cuarteles y comandos con fin de reequipamiento, pero nada aportaron a la respuesta necesaria (Ley 24.948, Art. 29). En este sentido, es imprescindible un Plan Plurianual de adquisiciones, incorporado al presupuesto, con consenso legislativo, que tome en cuenta las previsiones de la Ley 24.948 de Reestructuración de las FFAA (Ley Jaunarena) vigente e incorpore anualmente entre un 0,3 % y un 0,5 % del PBI a la inversión en Defensa. Dadas las misiones impuestas por el Presidente a las FFAA, no dudo en la viabilidad de su impulso.

-¿Cuál debería ser el espíritu de ese Plan Plurianual de adquisiciones?

-Es necesario dar un impulso de modernidad, de visión de futuro, que se aleje de las guerras del pasado y nos acerque a los futuros probables. Conscientes de nuestras limitaciones, claro. Es imprescindible reemplazar el decreto 727/06 que nos arrincona a un pasado de guerras improbables. El primer objetivo es permitir el control de los espacios nacionales (aéreo, marítimo, antártico y terrestre), en particular de las fronteras, el litoral marítimo y los objetivos de infraestructura crítica. Cada Fuerza tiene requerimientos prioritarios. Pero en lo inmediato, y para el personal, se requiere poder ejercitarse de manera profesional y así ejercer el efecto de control deseado. El espíritu esencial del plan de futuro abarca las nuevas tecnologías, la robótica, la misilística, la cibernética, la inteligencia artificial, los sistemas de control de tiro, radar y comunicaciones, materias en las que nuestros ingenieros de CITEDEF e INVAP tienen algunas propuestas claras y competitivas. También aquí están las nuevas propuestas orgánicas que afiancen la conjuntez. El Comando Antártico Conjunto, el Comando Conjunto de Fuerzas Especiales y el Comando Aeroespacial ya son realidades. La situación exige flexibilidad estratégica, para que cada Fuerza, en el marco del Planeamiento Conjunto, se adiestre –reforzada con las adquisiciones prioritarias– en respuestas adaptadas a distintos escenarios, con una versatilidad estudiada para enfrentar amenazas cambiantes, y reconfigurando organizaciones al tiempo que se responde a la crisis. Todo esto, mientras se avanza en la obtención de otros sistemas de armas y se construye un sistema de seguridad regional que nos fortalezca y nos provea de alerta temprana (early warning).

-De lograrse, ¿cómo emplearía un refuerzo presupuestario?

-Es materia del planeamiento estratégico. Es evidente que hay prioridades debido a las necesidades graves que no admiten demoras, como el control del espacio aéreo. Pero también lo son el control del espacio marino y el terrestre. Un primer paso para incrementar la capacidad profesional podría darse con más días de navegación para la Armada (esto significa repuestos para repotenciar los buques, puesta en servicio de todos los que se pueda, munición y electrónica); horas de vuelo para la Fuerza Aérea (lo que requiere aviones de combate y la reparación de otros); y, para el Ejército, repotenciar blindados y adquirir otros a rueda, municiones, repuestos y días de campaña, entre otras demandas.

-¿Y pensando en un plazo más largo?

-Para el plan de mediano plazo, una solución imaginable es la adquisición de sistemas de armas que configuren núcleos de modernidad. Como es imposible obtener todos los sistemas de armas modernos que se necesitan en corto tiempo, una idea planteada en el pasado ha sido la adquisición de equipos que conformen una unidad completa de cada tipo. Por ejemplo, un grupo de artillería antiaérea, un batallón de blindados a rueda, un batallón de ingenieros de puentes, una unidad de comunicaciones electrónicas, la modernización de un batallón de TAM, un escuadrón de aviones de caza, una unidad de transporte aéreo, un submarino, un portahelicópteros, un buque polar, una fragata misilística, un grupo de helicópteros, etc. Una vez incorporados, estos sistemas de armas sirven como escuelas profesionales de nuevas tecnologías. El personal de la especialidad requerida podrá rotar por ellas en cursos breves (en el caso del Ejército) y se capacitará a tripulaciones y a sus reemplazos (en el caso de las otras fuerzas). Como la tecnología avanza muy rápido, esta metodología permite que el completamiento de necesidades se haga con otros modelos nuevos, logrando así mantener a los profesionales actualizados en las últimas innovaciones.

 -¿Esta forma de compra modular no perpetúa la indefensión ante otras fuerzas más avanzadas?

-No, porque se pueden adquirir de tal forma que –en la emergencia– conformen una Fuerza de Tareas Conjunta moderna, capaz de disuadir o enfrentar una agresión, o de participar de una operación combinada con las fuerzas de otros estados amigos en igualdad de condiciones. Este planeamiento obliga a la participación de todas las FFAA, el Estado Mayor Conjunto y el Ministerio de Defensa, y debe ser impulsado políticamente, sostenido en el tiempo, sin pausas, para que la distancia tecnológica que hoy enfrentamos se acorte, volvamos a dar confianza en las acciones y volvamos a enorgullecernos de nuestra capacidad de proteger y de cumplir con nuestra responsabilidad internacional por la paz mundial.
Chile incorporó aviones F-16 a su Fuerza Aérea, lo que la convirtió en una de las más avanzadas de la región. (Fernando Calzada)
Chile incorporó aviones F-16 a su Fuerza Aérea, lo que la convirtió en una de las más avanzadas de la región. (Fernando Calzada)

-¿Estamos tan desfasados respecto de otros países de la región?

-Sí. Las Fuerzas Armadas de Chile iniciaron en 2002 un plan de modernización. Adquirieron tanques alemanes, artillería blindada, artillería antiaérea, blindados para infantería, misiles y flotas de vehículos de transporte, a lo que se sumó la compra de modernos cazas F-16, helicópteros, aviones de transporte, submarinos Scorpene, fragatas; en fin, un listado mucho más largo de medios más modernos. La inversión fue de más del 2,5 % del PBI por casi 10 años. Brasil también ha incrementado y modernizado sus FFAA (entre el 1,3 % y el 1,9 % del PBI). Pero quizás pueda destacarse que ha logrado el desarrollo de un sector industrial de la Defensa, con transferencias de tecnología, que reúne alrededor de 300 empresas (ABIMDE) que producen desde la munición más variada y especializada, hasta el misil Exocet, helicópteros y vehículos blindados a rueda, entre muchas otras especialidades. Colombia, empeñada en su lucha contra el narcoterrorismo y con un apoyo especial de EE. UU., destinó a sus FFAA entre el 3,1 % y el 3,9 % del PBI en 14 años, con un plan de equipamiento que en el último tiempo fue rotando para enfrentar amenazas más convencionales. No quiero extenderme, pero con excepción de Surinam, todos los países de Sudamérica gastan mayor proporción de su PBI en la Defensa que Argentina desde hace más de 15 años.

sábado, 13 de enero de 2018

Reclamó una autocrítica un exjefe de inteligencia naval

Por Mariano De Vedia - LA NACION
El contraalmirante retirado Tomé cuestionó el silencio de la Armada ante los recortes de gastos.

Con un presupuesto insuficiente, salarios bajos, falta de incentivos y la incorporación de medios navales sin tener capacidad de recursos para mantenerlos, solo se ingresa en el camino del colapso. Lo único incierto es el momento en que ocurrirá. A esa conclusión llega el contraalmirante retirado Manuel Guillermo Tomé, quien advierte sobre la necesidad de que la Armada realice una fuerte autocrítica, a la luz de la tragedia del submarino ARA San Juan.

"Lo que no existe entre los argentinos es la autocrítica. Y es eso lo único que podría convencernos de cuáles son las cosas que hicimos mal, para comenzar a transitar un nuevo camino", expresó a LA NACION el exjefe naval, que ocupó la dirección general de Inteligencia de la Armada entre 2011 y 2015 y luego condujo la misma área en el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas.

Tomé, de 58 años, tiene en claro que en 1984, tras la recuperación de la democracia, comenzaron a llegar a la Armada los medios navales que la Argentina había decidido incorporar en la última presidencia de Perón, en 1974. "Así llegaron las seis corbetas MEKO-140, las cuatro MEKO-360 y los submarinos, entre ellos el ARA San Juan, entre otros buques. Pero después sobrevino una estrechez de recursos que impidió mantenerlos y las conducciones superiores de la Armada no dijimos nada", aseguró el contraalmirante Tomé, quien pidió el retiro hace dos años, cuando notó que el gobierno de Macri no lo iba a tener en cuenta para un ascenso.

"A partir de 1983 los sucesivos gobiernos democráticos emplearon cuatro ejes para disciplinar a las Fuerzas Armadas y devolverlas a su rol natural: el presupuestario, el salarial, el plexo legal y los derechos humanos", describió. En ese contexto, explicó, el presupuesto en el área de Defensa "pasó a ser el más bajo de América Latina, en relación con el PBI, y el 80% se consume en gastos de personal, lo que degrada el mantenimiento de los medios materiales: buques, submarinos, aeronaves, piezas de artillería y armamentos".

En materia salarial, la propia dictadura militar "desenganchó" los haberes castrenses de los sueldos del Poder Judicial y en los años 90 se promovió el pago de suplementos, que escondían salarios en negro. "El resultado es que hoy un militar gana menos que un integrante equivalente de las fuerzas de seguridad. La diferencia es mayor en comparación con un agente de la Policía de la Ciudad", describió. Ello, sumado al desprestigio de las Fuerzas Armadas y a que "la sociedad las percibía como una corporación delictiva, contribuyó a desdibujar en la práctica el rol de la Defensa en el país", explicó el exjefe de Inteligencia naval, que condujo el área al mismo tiempo en que el general César Milani cumplía la misma tarea en el Ejército.

Tomé señaló que "con la creencia de que ya vendrían tiempos mejores se mantuvo ese pensamiento mágico hasta la actualidad. Hicimos un empleo intensivo de los recursos materiales; los seguimos usando sin una adecuada cadena de mantenimiento, los continuamos utilizando con menores capacidades militares, luego sin armamentos, posteriormente sin sensores y, por último, muchas veces navegaban o volaban con dificultad", planteó el oficial naval retirado.

Frente a este contexto, que hoy sale a la luz por la crisis del submarino, Tomé lamentó que se haya impuesto la cultura naval inserta en la frase "no seré yo el que cierre o pare la Armada". Hoy es consciente de que ese atavismo cultural "jugó en contra de la innovación y la promoción de cambios". Por eso reclama la autocrítica de quienes participaron de las sucesivas conducciones superiores de la fuerza, entre los que se incluye.

Después de los ocho años en que condujo la Armada el almirante Jorge Godoy, designado por Néstor Kirchner, hasta que en diciembre de 2011 fue desplazado al ser procesado por espionaje, sobrevinieron sucesivamente cinco almirantes en la conducción naval: Carlos Alberto Paz (relevado por el escándalo de la Fragata Libertad), el submarinista Daniel Alberto Martin, Gastón Fernando Erice, Marcelo Eduardo Srur (pasado a retiro por la desaparición del submarino ARA San Juan) y, ahora, interinamente, el vicealmirante José Luis Villán.

viernes, 12 de enero de 2018

Embajadas en venta y achiques para bajar el déficit fiscal y la inflación

Embajadas en venta y achiques para bajar el déficit fiscal y la inflaciónPor Silvia Naishtat - Clarin.com
Palacio Argüeso, la residencia del embajador argentino en Madrid, lidera la lista de las propiedades en venta.

El Palacio Argüeso, la casa del embajador argentino en Madrid.

Ricardo Piglia supo escribir que Juan Manuel de Rosas reconocía en qué estancia estaba por el sabor de sus pastos. En las grandes capitales, los círculos diplomáticos no necesitan saborear nada para reconocer las residencias de los embajadores argentinos. Se distinguen por su opulencia. Pero en el arranque de este año, así como hubo un punto de quiebre con la política económica, la austeridad se promociona como la medicina para domar el déficit fiscal y la inflación. Símbolo de tiempos lejanos, el Palacio Argüeso en Madrid (residencia del embajador argentino) lidera la lista de las propiedades que se pusieron en venta. El lugar, del siglo XIX, es célebre por una magnífica pintura del español Joaquín Sorolla. Pero además, cuenta con un vecino famosísimo en el barrio: nada menos que el actor Richard Gere.

También titilan en ese listado “en venta”, las sedes diplomáticas en Paraguay, Brasilia, Colombia y hasta Washington, donde se contabiliza una propiedad alquilada a un banco en la avenida Pensilvania. Fue tasada en US$ 20 millones. Comparado con el rojo de las cuentas públicas, los montos a obtener parecen insignificantes. Todo suma, repiten funcionarios mostrando cómo ajustarán ante empresarios que plantean que para combatir la inflación hay que bajar el déficit.

Mucho de eso le sugirió a Federico Sturzenegger, en una de sus visitas al país, el economista Guillermo Calvo. “Federico, con la tasa de interés sola no vas a bajar la inflación”, le dijo con su voz a veces inaudible. Distinto fue el imperativo que empleó el vice jefe de Gabinete Mario Quintana: “Con ese tono acá no”, disparó a Demian Reidel, el físico del Balseiro que Sturzenegger puso a conducir la salida del cepo. Reidel se aferraba a la idea de no modificar las metas. La reunión trascendió al círculo rojo y es lo que originó, la semana pasada, la catarata de versiones sobre una posible salida de Sturzenegger, ahora muy firme en su puesto. Desde ese incidente, Gustavo Lopetegui, el otro brazo de Marcos Peña, tomó protagonismo en el tema.

Esos cortocircuitos parecen no incidir. Andrés Hatum, profesor de la Di Tella, lo atribuye a un “gabinete profesional que maneja los daños y a un Presidente que sabe cuándo exponerse”. Alejandro Catterberg, director de Poliarquía, apunta que pese a la pérdida en la imagen presidencial, el Gobierno encara esta segunda etapa “mejor parado frente a un peronismo débil y con poco poder de fuego en la opinión pública”.

Para los empresarios, con el cambio de meta, el saltito en el dólar y la tasa algo más baja, la agenda se traslada a la negociación salarial. Los miembros del Grupo de los Seis ( banqueros, industriales, ruralistas, construcción) acordaron, con el aliento de la Casa Rosada, no aceptar una cláusula gatillo que indexe los sueldos. El economista de un banco extranjero arriesgó que 2018 viene peliagudo con una economía que crecerá 2,5% y la suba en el precio del petróleo que complicará cumplir con la nueva meta de inflación. “Es increíble que hayan decidido liberar los valores de los combustibles”, soltó. Y anticipó que “los bancos no podrán seguir financiando el boom de préstamos que se multiplican al doble de los depósitos”. Entre tanto, madura una decisión con las Lebac. Aseguran que quedarían como un instrumento solo para bancos. Una mala noticia para inversores minoristas. José Vignoli cuenta que el grueso de los fondos de pequeños ahorristas que captan en InvertirOnline va a Lebacs.

Marcelo Mindlin, quien con Pampa se posicionó en cada eslabón del sector energético, traza otro escenario: “Este año la Argentina tendrá una gran exposición internacional, comenzando en Davos y culminando con la reunión del G-20 en Buenos Aires. Es muy probable que el país vuelva a ser mercado emergente y que la nota soberana siga mejorando, acercándose al investment grade para lo cual fue esencial el Pacto Fiscal con las provincias”. Un dato: es la primera vez que habrá una Casa Argentina en Davos donde Mauricio Macri recibirá a los presidentes y CEO de las empresas más importantes del mundo. Hace unas semanas, Macri estuvo con Miguel Galuccio. El ex YPF se explayó sobre su modelo de negocios con el sugestivo nombre, “las empresas cheque en blanco”. Según explicó salen a la Bolsa con la promesa de futuras inversiones. Galuccio cosechó US$ 650 millones de fondos de pensión, sobre todo mexicanos, para ir de shopping. Compró los activos de la china Sinopec en el país y viene por más.

De acuerdo a un destacado consultor hay demasiadas firmas medianas en venta. Algunas, con una larga historia de perseverancia. “Están agotados”, contó. No es el caso de Javier Tizado, pese a su dieta rica en estrés en su fábrica de transformadores eléctricos. Es curioso. Tizado apoya con fervor al Gobierno pero sufre en carne propia algunas decisiones. YPF acaba de contratar con General Electric la importación de una planta llave en mano para una central térmica sin exigir, como en la mayoría de los países, una mínima integración local. General Electric trae los transformadores de México y China. Su empresa que tenía un año de pedidos en carpeta, cuenta apenas con tres meses. La reciente eliminación de 314 licencias no automáticas de importación puede dejar a varias firmas en la misma situación, advirtieron desde la UIA. Para Alberto Schuster, de abeceb, el problema es que “Argentina produce productos de bajo valor con costos altos. Hay que generar un ecosistema competitivo que permita empresas y emprendedores que exporten y se defiendan de las importaciones”.

Volvamos a la austeridad. Laura Alonso dará a conocer un dictamen que pondrá en apuros al Gabinete. La titular de la Oficina Anticorrupción apunta al ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere. Tras un informe de la Sociedad Rural acerca del bono de $ 500.000 pagado a Etchevehere antes que asumiera como ministro; Alonso estaría a punto de concluir que se trató de una retribución excepcional que no estaba prevista en su contrato de trabajo, agravado por la nueva función de Etchevehere ya que pasó a ocuparse de políticas para el campo. “Voy a requerir más información pero lo que he visto hasta aquí me genera una enorme incomodidad ética”, confesó.

lunes, 8 de enero de 2018

ARA San Juan: Más interrogantes que respuestas

(La Nación) - Dado que difícilmente se sepan las causas de la tragedia que costó la vida de 44 tripulantes, las sanciones a altos oficiales de la Armada parecen apresuradas.

Foto: LA NACION 

Es posible que, como sucedió con otras tragedias similares protagonizadas por submarinos, nunca se conozcan las causas de lo que verdaderamente ocurrió con el ARA San Juan, pese a que aún trabajan en el esclarecimiento la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez, a cargo de la investigación, y una comisión investigadora creada por el Poder Ejecutivo, integrada por dos contraalmirantes y un capitán de navío, padre de uno de los tripulantes del sumergible perdido, todos ellos submarinistas y excomandantes del ARA San Juan.

La desaparición de la nave ha consternado a toda la sociedad y ha dejado sin consuelo a las familias de los 44 tripulantes, pero también ha provocado una situación inédita dentro de la Armada Argentina. No solo ha quedado prácticamente descabezada la cúpula de la Marina a partir del pedido del presidente Macri del pase a retiro de su cuestionado jefe, Marcelo Srur, sino también por el alejamiento por decisión propia de los comandantes de la Flota de Mar, la Infantería de Marina, la Aviación Naval y Mantenimiento y Arsenales.

También, y he aquí lo inédito, se disparó una verdadera caza de brujas entre los oficiales superiores buscando eximirse de la responsabilidad por lo ocurrido desde que se perdió contacto con el submarino, pero también por hechos anteriores que tienen que ver con las condiciones de navegabilidad en las que se encontraba el buque, las reparaciones que se le efectuaron, el estado de sus equipos y demás circunstancias sobre su estado general.

En este clima enrarecido también fueron suspendidos dos oficiales muy respetados: el comandante de Adiestramiento y Alistamiento, contraalmirante Luis López Mazzeo, y el comandante de la Fuerza de Submarinos, capitán de navío Claudio Villamide, máximo jefe de la base naval de Mar del Plata y superior directo del jefe del ARA San Juan. Estas suspensiones fueron adoptadas sin haberse cumplido con los procedimientos y las instancias previstos en la normativa vigente. Tampoco existieron consultas a los comandantes operativos y organismos técnicos.

Los pedidos de retiro voluntario de los cuatro comandantes mencionados fueron decisiones individuales adoptadas a la luz de la magnitud de la ilegalidad y arbitrariedad de la resolución que decidió la suspensión de López Mazzeo y Villamide con las que se intentó eludir la realización de los procedimientos internos que condujeran a establecer de manera objetiva, profesional y responsable, la verdad de los hechos. Ahora, deberán restablecerse el profesionalismo y la responsabilidad del mando, que no pueden quedar subordinados a intereses ajenos a los valores y principios de la Armada Argentina, fuerza en la que, además, todos los marinos, y especialmente los submarinistas, saben que el mar puede ser su tumba.

Por doloroso que sea, hay que aceptar que el tiempo transcurrido y el fracaso de las múltiples búsquedas realizadas por navíos de diversas naciones con modernos equipos indican que será imposible ubicar los restos del submarino y, por lo tanto, averiguar lo sucedido y dar sepultura a los cuerpos. Por eso, el caso requiere un cierre que permita a los familiares realizar el duelo y desalentar a aquellos que aún creen que pueden estar vivos. Pero cierre no es olvido. La erección de un monumento a los 44 héroes y la imposición del nombre ARA San Juan a calles y plazas constituirían un merecido homenaje a los tripulantes y sus familias.

Parecería que el pensamiento mas importante es cuidarse la "retaguardia"...

sábado, 6 de enero de 2018

Gobernar es poblar

Resultado de imagen para AlberdiPor Nicolás Gallo - Clarin.com
La mirada de Alberdi partía de una visión humanista. La de Mitre, estaba más cerca de la teoría del derrame.
El título puede ser una síntesis superadora del debate entre dos antiguas visiones del desarrollo nacional; la de Alberdi y la de Mitre. Hoy ese debate está dolorosamente presente por su ausencia.

La mirada de Alberdi partía de una visión humanista, donde la multiplicidad de polos de desarrollo era garantía de un progreso equitativo. Racimos diseminados de voluntades humanas iban a lograr sus hábitats para luego consolidarlos y relacionarlos. La segunda, la de Mitre, estaba más cerca de la teoría del derrame, donde se pretende que el progreso se contagia por ósmosis. La primera se plasmó en los EE UU, Australia y Canadá. La segunda es Argentina.

Los censos y la mirada desde la estratósfera facilitada por los Google maps, certifican el enorme desbalance en la ocupación del territorio. Aunque hay dudas acerca de su importancia y efectos, también hay consenso que la migración interna hacia los conglomerados urbanos, de alto costo social y económico, es la comprensible respuesta a la incertidumbre de los hábitats del interior.

Se podrá seguir tapando el enorme agujero del déficit profundamente ético de las enormes marginalidades urbanas con un programa de cobertura financiera perpetua. Esa decisión, por más que hoy sea indispensable, es una contribuyente pasiva al proceso de desbalance social y territorial.

Imagen relacionadaPensar en el hombre antes de definir políticas es un buen ejercicio. Se intentó hace poco retocar los impuestos a producciones agroindustriales que son las bases de las frágiles economías regionales. Pero, detrás de cada unidad de producción, hay trabajadores, con sus familias, que gritan su potencial transformador, como lo demostraron, por ejemplo, el Alto Valle rionegrino, los oasis mendocinos y tantos otros. 

Se intenta también llevar a cabo obras faraónicas en Buenos Aires, cuya evaluación económica se funda en un ahorro mínimo del tiempo del pasajero, mientras las extremas necesidades insatisfechas de millones de argentinos siguen engrosando estadísticas de nuestro deterioro social.
Debiera ser otra la consigna. Otra la visión. No se trata de la batalla para adueñarse de las calles porteñas ni dejar que la violencia derrote a la razón y la ley. Muy lejos de ello, se trata de ocupar y desarrollar el territorio nacional, poblándolo con dueños de su propio futuro, con una planificación seria y profesional.

Esa otra visión permitirá, por ejemplo, pensar en las futuras hidroeléctricas del Sur, como generadoras del desarrollo de nuestro extremo patagónico, planificando la radicación de industrias cuyo insumo principal sea la energía y la utilización del río regulado como transportador fluvial de la enorme producción minera inexplotada de la vecina Cordillera. O, si se piensa que es posible, combinar las fibras de origen petroquímico con las de origen lanar para reinsertarse en el mercado mundial con productos de calidad mientras se usa la capacidad dormida para la bandera nacional de nuestros recursos ictícolas que podrán procesarse en los muelles de nuestros puertos sureños.

Esta estrategia de ocupación de nuestro territorio meridional se consolidará también si la promoción gubernamental para la expansión de nuestras fronteras agrícolas, logra la creación de nuevas colonias agrícolas donde la multiplicidad de razas y culturas compitan en la producción agrícola intensiva en tierras –hoy yermas- regadas con aguas del deshielo y bajo el sol diáfano de la Patagonia.

Y así como el sur, también el norte puede quebrar la inercia del despoblamiento y el desequilibrio territorial. Su potencial, basado en la bioeconomía hoy circunscripta a pocos y tradicionales productos, ha olvidado tener en cuenta que Argentina posee el 2,4 % de la biocapacidad mundial medida por la fuerza y superficie de las cuencas fotosintéticas.

Los estudios de prospectiva comparativa con lo que se está haciendo en regiones menos aptas que nuestro subtrópico, permiten concluir que es perfectamente factible concretar innumerables actividades bioenergéticas, bioalimenticias y biofarmacéuticas, así como la diversificación industrial in situ de la madera, los fertilizantes orgánicos y muchas otras. Se necesitará, sin dudas, de la acción promotora del Estado, como la conversión del Bermejo en un río navegable, garante de agua potable para todas las poblaciones, y dominador de los desbordes de las inundaciones que dañan las vidas y las obras de los hombres. El Impenetrable bosque chaqueño abrirá entonces sus puertas y sus habitantes, junto con los que vendrán, se transformarán en activos y orgullosos colaboradores del progreso compartido.

Esta suerte de crónica visionaria, podría ser real dentro de pocos años. Requiere voluntad, convicción y liderazgo para unificar un plan argentino, como el que 150 años atrás tuvo Alberdi y muchos otros connacionales, antes y después.

Requiere, desde luego, sentirse emocionado por haber elegido ser partícipe de la construcción de un futuro que está a poca distancia y no mero actor de transformaciones fugaces de la dura realidad cotidiana. 

Por qué una reforma en Defensa es impostergable

Por Rosendo Fraga - Infobae.com
Es necesario poner en marcha una decena de acciones posibles, articuladas en función del corto, mediano y largo plazo, para dar una nuevo horizonte para las Fuerzas Armadas
Mauricio Macri durante un acto de las Fuerzas Armadas (NA)
Mauricio Macri durante un acto de las Fuerzas Armadas (NA)
Tras el triunfo legislativo, la Administración Macri encaró la segunda parte de su mandato, proponiendo e impulsando "reformas": laboral, previsional, tributaria, fiscal. Posiblemente, haya sido una agenda derivada de las urgencias económicas y ello llevó a relegar temas trascendentes y de largo plazo, como cultura, ciencia y tecnología, educación, salud, seguridad y defensa.

Respecto a esta última área, cuando acababan de presentarse dichas reformas, la desaparición del submarino ARA San Juan fue un duro y trágico llamado de atención, sobre la necesidad de emprender una reforma en Defensa.

Planteado el tema, es conveniente ante todo recordar cuales son los "fines" de la defensa. Son dos y están en la Constitución Nacional. Una es la defensa de la soberanía integral de la Nación y la otra la defensa de la Constitución. (cabe recordar que siempre que un oficial de las Fuerzas Armadas asume un nuevo cargo o destino jura defenderla).

Definidos los fines que rigen para cualquier gobierno y cualquier situación, el presidente Mauricio Macri en los primeros siete meses de gestión fijó públicamente seis misiones para las Fuerzas Armadas.

El 29 de mayo de 2016, en el Colegio Militar, al conmemorarse el 207 aniversario de la creación del Ejército fijó públicamente tres de ellas:

1) Ser instrumento de la política exterior. Se entiende por ello acciones como la participación en las fuerzas multinacionales de paz, la realización de ejercicios militares con otras naciones, ya sean bilaterales o multilaterales y en última instancia participar en acciones multinacionales de Búsqueda y Rescate, como hicieron 18 países con motivo de la desaparición del Submarino San Juan; 

2) La defensa del Medio Ambiente. Esta claro que Argentina es un país con grandes recursos naturales y que tiene un territorio que, con el mar y la Antártida, se duplica. Esta defensa no sólo implica la pesca, sino también el subsuelo marítimo, que comienza a ser explotado como fuente de energía y minería. 

3) La lucha contra el terrorismo. El concepto es la participación en coaliciones globales contra el terrorismo global, no el rol frente a una eventual insurgencia interna. El tema se potencia por los desafíos que genera la realización de la Cumbre del G20 en Argentina.

Un mes más tarde, el 3 de julio, en la Comida de Camaradería de las Fuerzas Armadas, el Presidente agregó otras tres: 

1) La cooperación en la seguridad de las fronteras. El concepto es contribuir a atenuar el problema que genera el uso creciente de las fuerzas de seguridad federales para enfrentar el crimen en las grandes concentraciones urbanas; 

2) La cooperación en la lucha contra la droga. Se trata de hacerlo en el mismo contexto que se hizo durante el segundo mandato de Cristina Kirchner, con el despliegue de radares y medios aéreos, en el marco de los operativos "Fortín" y "Frontera Norte". 

3) La asistencia a emergencia sociales derivadas de catástrofes. Es quizás la más simple de las seis misiones y la que se ha cumplido en forma más sistemática y continuada en los últimos dos años.

Pero estas misiones, planteadas con claridad y ante la sociedad entre fines de mayo y comienzos de julio de 2016, no fueron acompañadas de un conjunto articulado de acciones para alcanzarlas.

La primera sería la sanción de una Ley de Movilización que permita al Estado movilizar los recursos, públicos y privados, para enfrentar crisis, ya sean militares o civiles (sociales, climáticas, etc.) Es una ley pendiente desde 1988, cuando fue sancionada la Ley de Defensa Nacional hoy vigente.

Paralelamente, se hace necesario sancionar una Ley de Reservas, también pendiente desde hace tres décadas. Hay un proyecto en el Congreso que no ha tenido tratamiento y que podría tomarse como base para el que se propone. La sustitución del servicio militar obligatorio por la tropa voluntaria da una gran oportunidad, dado que se cuenta con casi decenas de miles de hombres que han pasado por el nuevo sistema en las últimas dos décadas y pasarían a ser la base de las reservas.

La Administración y articulación de ambos sistemas podría quedar en manos del Ejército y sus cuarteles convertirse en centros de organización de reservas y de coordinación de las acciones de movilización.

Pero la mirada hacia el futuro requiere también de la modificación de una ley y la reglamentación de otra. La Ley de Personal Militar -que diseña el plan de carrera de los integrantes de las Fuerzas Armadas- es la 19.101, sancionada en 1971 durante el gobierno de facto de Lanusse, que ha tenido sucesivas modificaciones, y requiere una actuación completa, más allá de los cambios introducidos en su decreto reglamentario desde entonces; el Gobierno ya anunció que ha constituido una Comisión para hacerlo.

Al mismo tiempo, la ley de Reestructuración Militar 24.848 (también llamada Ley Jaunarena), sancionada por unanimidad de ambas cámaras del Congreso Nacional en 1998, debe ponerse en vigencia, lo que no se ha hecho en sus casi dos décadas de existencia. Se trata de una buena norma, que pese a haber transcurrido casi dos décadas de su sanción sigue siendo un instrumento útil para diseñar el horizonte de la defensa. La mencionada modificación de la ley de Personal Militar, puede ponerse en el marco de esta ley de Reestructuración Militar, ya que así lo prevé.

Para completar los cambios del marco legal es necesario modificar el decreto 727 de 2006, que introdujo cambios en las reglamentaciones de la ley de defensa (23.554) y de seguridad interior (24.509). Se hace necesario modificar sus dos artículos que impide actuar a las Fuerzas Armadas frente a amenazas externas, como establece la ley, si no se trata de agresiones de fuerzas regulares de Estados organizados. Si no se modifica, la cooperación militar para la Cumbre del G20 se vería complicada.

El tema de los recursos, como en cualquier política pública, resulta central. En los primeros meses de 2016 se firmó un acta por la cual se impuso como objetivo equiparar los salarios de las Fuerzas Armadas con los de las Fuerzas de Seguridad Federales y "blanquear" los suplementos que cobra el personal en actividad pero que no son contabilizados para el retiro futuro. El acta se viene cumpliendo con demoras y limitaciones y es importante que se lo haga en forma plena y efectiva.

En cuanto a los recursos para inversión y reequipamiento, es un tema urgente, como lo subrayó la tragedia del submarino ARA San Juan. La Argentina debería destinar el 1,3% del PBI a gasto militar en el corto y mediano plazo. A dicha cifra puede llegarse en tres años.

La ley de reestructuración militar 24.848, mencionada precedentemente, contiene disposiciones que en base una adecuación del coeficiente predeterminado permite diseñar un horizonte de largo plazo en materia de inversiones. El ex Ministro de Defensa Ricardo López Murphy ha propuesto que se destina dicha cifra durante una década, lo que permitiría un reequipamiento adecuado y necesario con un horizonte de largo plazo.

Potenciar la actividad, organización y funcionamiento conjunto de las Fuerzas Armadas es otra prioridad. Entre otras iniciativas, pueden crearse comandos conjuntos regionales que podrían organizarse en base a las tres divisiones del Ejército.

Pero ello también requiere poner en marcha y desarrollar el Comando Conjunto del espacio marítimo, integrado por el mar argentino. El Comando Aeroespacial, que incluya el factor satelital y un Comando Conjunto de Cyber Defensa, amenaza creciente en todo el mundo, en materia de defensa y seguridad. La Armada tendría el mando en el primero de estos y la Fuerza Aérea del segundo.

La superación de los conflictos del pasado, implica dejar atrás definidamente, acciones como las implementadas por el kirchnerismo, que llegó a impedir ascensos por ser hijo de alguien que prestó servicios durante el último gobierno militar o buscar sanciones disciplinarias menores a oficiales superiores de cuando eran jóvenes para impedir sus ascensos.

Potenciar la capacidad científico-tecnológica en el área de defensa debe ser otra prioridad. La Argentina anticipó que busca un segundo buque polar, lo que resulta fundamental para afianzar y desarrollar la campaña antártica. Proyectos de largo plazo, como contar con un rompehielos a propulsión nuclear (como tiene Finlandia), bien puede entrar en planes que comiencen a discutirse y prepararse.

La vinculación de las Fuerzas Armadas con los diversos sectores de la vida nacional (universidades, empresas, sindicatos, etc.) debe ser otra política tendente a contribuir a la mejor articulación entre civiles y militares.

Por último, potenciar, desarrollar y poner en valor el progreso intelectual y académico es otra acción relevante. En las últimas tres décadas, el adiestramiento de personal bajo significamente por la falta de presupuesto y el material por la escasa inversión ha quedado en muchos rubros obsoleto. Pero es el campo académico e intelectual donde ha tenido lugar un progreso notorio. Son muchos más los oficiales superiores, jefes y oficiales que no sólo tienen título de grado universitario, sino también posgrado en muchos casos más de uno y no son pocos quienes lo tienen en el exterior. Tanto el Estado como la sociedad deben utilizar esta capacidad.

En conclusión: una reforma militar requiere asumir los fines de las Fuerzas Armadas determinados en la Constitución Nacional y cumplir las misiones fijadas por el Poder Ejecutivo Nacional. Para ello es necesario poner en marcha una decena de acciones posibles, articuladas en función del corto, mediano y largo plazo, para dar una nuevo horizonte para las Fuerzas Armadas.

El autor es analista político e historiador. Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría.

viernes, 5 de enero de 2018

La guerra de Estados Unidos contra el terrorismo apunta a 76 países

Por Tom Engelhardt - WIB POLITICS - Traducción Desarrollo y Defensa
Mapeo de una guerra que se ensancha
La guerra de Estados Unidos contra el terrorismo apunta a 76 países
Dejó atrás a la Fuerza Aérea Dos y, sin previo aviso y " envuelto en el secreto ", voló en un avión de transporte C-17 sin identificar a la base aérea de Bagram, la guarnición estadounidense más grande de Afganistán. Todas las noticias de su visita fueron ocultadas hasta una hora antes de su partida del país.

Más de 16 años después de que una invasión estadounidense "liberara" a Afganistán, estuvo allí para ofrecer una buena noticia a un contingente de tropas estadounidenses, una vez más en aumento . Ante una bandera estadounidense de 40 pies, dirigiéndose a 500 tropas estadounidenses, vicepresidente. Mike Pence los elogió como "la fuerza más grande del mundo para siempre", se jactó de que los ataques aéreos estadounidenses habían aumentado "drásticamente", juraba que su país estaba "aquí para quedarse" e insistió en que "la victoria está más cerca que nunca".

Como observó un observador , sin embargo, la respuesta de su audiencia fue "sometida". "Varias tropas se pararon con los brazos cruzados o las manos cruzadas a la espalda y escucharon, pero no aplaudieron". 

Piense en esto como en el último episodio de un cuento de hadas geopolítico al revés, una historia sombría para nuestra edad que podría comenzar. Érase una vez, en octubre de 2001, para ser exactos, Washington lanzó su guerra contra el terror.

Había entonces un solo objetivo, el mismo donde, un poco más de una década antes, Estados Unidos había puesto fin a una larga guerra de poder contra la Unión Soviética durante la cual había financiado, armado o respaldado a un conjunto extremista de fundamentalistas islámicos. grupos, incluido un joven y rico saudita con el nombre de Osama Bin Laden.

En 2001, a raíz de esa guerra, que ayudó a enviar a la Unión Soviética al camino de la implosión, Afganistán fue gobernado en gran parte por los talibanes. Bin Laden también estaba allí, con una tripulación relativamente modesta de cohortes. A principios de 2002, había huido a Pakistán, dejando a muchos de sus compañeros muertos y su organización, Al Qaeda, en un estado de confusión.
Los talibanes, derrotados, suplicaban que se les permitiera bajar las armas y regresar a sus aldeas.

Al parecer, todo había terminado, pero los aplausos y, por supuesto, la planificación de explotaciones aún mayores en toda la región. Los altos funcionarios en la administración de Pres. George W. Bush y Vicepresidente Dick Cheney eran soñadores geopolíticos de primer orden que no podrían haber tenido ideas más amplias sobre cómo extender ese éxito a, como indicó el secretario de Defensa Donald Rumsfeld días después de los ataques del 11 de septiembre, grupos terroristas o insurgentes en más de 60 países.

Fue un punto que Bush enfatizaría nueve meses después en un discurso de graduación triunfalista en West Point. En ese momento, la lucha que rápidamente, aunque sin modestia, llamaron la Guerra Global contra el Terrorismo seguía siendo un asunto de un solo país.

Sin embargo, ya estaban profundamente inmersos en los preparativos para extenderlo de forma más radical y devastadora de lo que jamás hubiesen podido imaginar con la invasión y ocupación del Iraq de Saddam Hussein y la dominación de las tierras petroleras del planeta.

Tantos años después, tal vez no te sorprenda, ya que probablemente no habría sorprendido a los cientos de miles de manifestantes que acudieron a las calles de las ciudades estadounidenses a principios de 2003 para oponerse a la invasión de Iraq, que esto fue una de esas historias a las que se aplica el dicho "ten cuidado con lo que deseas".

Y es un cuento que no ha terminado todavía. Ni por asomo. Para empezar, en la era de Trump, la guerra más larga en la historia de Estados Unidos, la de Afganistán, cada vez es más larga. Los niveles de tropas estadounidenses están en aumento . Los ataques aéreos están aumentando . Los talibanes controlan secciones importantes del país. Un grupo terrorista de la marca Estado Islámico se extiende cada vez con mayor éxito en sus regiones orientales. Según el último informe del Pentágono, "hay más de 20 grupos terroristas o insurgentes en Afganistán y Pakistán".

Piénsalo. Veinte grupos En otras palabras, muchos años después, la guerra contra el terror debería verse como un ejercicio interminable en el uso de tablas de multiplicar, y no solo en Afganistán tampoco.

Más de una década y media después de que un presidente estadounidense hablara de 60 o más países como objetivos potenciales, gracias al valioso trabajo de un solo grupo dedicado, el Proyecto Costos de la Guerra en el Instituto Watson de Asuntos Internacionales y Públicos de la Universidad Brown, finalmente se pudo tener una representación visual del verdadero alcance de la guerra contra el terror.

Costos de un proyecto de guerra antiterrorista
El proyecto Costos de guerra antiterrorista ha producido un mapa de la guerra contra el terror. Ofrece una visión asombrosa de las operaciones antiterroristas de Washington en todo el mundo. Su propagación, el despliegue de las fuerzas estadounidenses, las misiones en expansión para entrenar fuerzas extranjeras contra el terrorismo, las bases estadounidenses que los hacen posibles, los aviones no tripulados y otros ataques aéreos que son esenciales para ellos y las tropas de combate estadounidenses que ayudan a combatirlos. Los grupos terroristas, por supuesto, se han transformado y expandido desenfrenadamente como parte del mismo proceso.

Una mirada al mapa muestra que la guerra contra el terrorismo, es un conjunto cada vez más complejo de conflictos entrelazados, es ahora un fenómeno notablemente global. Se extiende desde Filipinas hasta el sur de Asia, Asia Central, Medio Oriente, África del Norte y África profunda, donde solo recientemente cuatro Boinas Verdes murieron en una emboscada en Níger.

No menos asombroso es el número de países que la guerra contra el terrorismo de Washington ha tocado de alguna manera. Una vez, por supuesto, solo había una. Ahora, el Proyecto Costos de guerra identifica no menos de 76 países, el 39 % de los que están en el planeta, como involucrados en ese conflicto global.

Eso significa lugares como Afganistán, Siria, Irak, Yemen, Somalia y Libia donde los aviones teledirigidos estadounidenses u otros ataques aéreos son la norma y las tropas de tierra estadounidenses -con frecuencia Fuerzas de Operaciones Especiales- han participado directa o indirectamente en el combate. También significa países donde los asesores estadounidenses están entrenando a militares locales o incluso milicias en tácticas antiterroristas y aquellos con bases cruciales para este conjunto cada vez mayor de conflictos.

Como el mapa deja claro, estas categorías a menudo se superponen.

¿Quién podría sorprenderse de que tal "guerra" haya estado consumiendo los dólares de los contribuyentes estadounidenses a un ritmo que debería hacer tambalear la imaginación en un país cuya infraestructura se está desmoronando visiblemente ?

En un estudio separado , publicado en noviembre de 2017, el Proyecto Costos de la Guerra estimó que el precio de la guerra contra el terrorismo, con algunos gastos futuros incluidos, ya había alcanzado un astronómico $ 5,6 billones de dolares.

Sólo recientemente, sin embargo, Pres. Donald Trump, ahora escalando esos conflictos, twitteó una cifra aún más asombrosa. "¡Después de haber gastado tontamente 7 billones de dólares en Medio Oriente, es hora de comenzar a reconstruir nuestro país!"

Esta cifra, también parece haber llegado de alguna manera a partir de la estimación de Costas de guerra de que "los pagos futuros de intereses sobre los préstamos para las guerras probablemente sumarán más de $ 7.9 billones a la deuda nacional" para mediados de siglo .

No podría haber sido un comentario más raro de un político estadounidense, ya que en estos años las evaluaciones de los costos monetarios y humanos de la guerra se han dejado en gran parte a pequeños grupos de académicos y activistas. La guerra contra el terror, de hecho, se ha extendido de la manera en que el mapa de hoy se presenta con casi ningún debate serio en este país sobre sus costos o resultados.

Si el documento producido por el proyecto Costos de guerra es, de hecho, un mapa del Infierno, también es, creo, el primer mapa a escala completa de esta guerra.

Piense en eso por un momento. Durante los últimos 16 años, nosotros, el pueblo estadounidense, que financiamos este complejo conjunto de conflictos por una suma de billones de dólares, hemos carecido de un mapa único de la guerra en la que Washington ha estado luchando. Ni uno.

Sí, partes de ese conjunto de conflictos cambiantes y mutantes han estado en algún lugar de las noticias regularmente, aunque rara vez en los titulares. En todos esos años, sin embargo, ningún estadounidense podía ver una imagen de este extraño y perpetuo conflicto cuyo final no se ve a la vista.

Parte de esto se puede explicar por la naturaleza de esa "guerra". No hay frentes, no hay ejércitos avanzando en Berlín, no hay armadas derribando a la patria japonesa. No ha habido, como en Corea en la década de 1950, incluso un paralelo para cruzar o luchar en su camino de regreso. En esta guerra, no ha habido retiros obvios y, después de la entrada triunfal a Bagdad en 2003, tampoco hay avances.

Era difícil incluso mapear sus partes componentes y cuando lo hiciste -como en un mapa del territorio del New York Times en agosto de 2017 controlado por los talibanes en Afganistán- las imágenes eran complejas y de impacto limitado.

En general, sin embargo, nosotros, la gente, hemos sido desmovilizados en casi todos los sentidos en estos años, incluso cuando se trata simplemente de seguir el conjunto interminable de guerras y conflictos que están bajo la rúbrica de la guerra contra el terrorismo.

Hace casi 17 años, había un objetivo. Ahora el recuento es 76 y está en aumento. Mientras tanto, las grandes ciudades se han convertido en escombros . Decenas de millones de seres humanos han sido desplazados de sus hogares. Los refugiados por millones continúan cruzando fronteras, desestabilizando cada vez más tierras. Los grupos terroristas se han convertido en nombres de marcas en partes significativas del planeta. Nuestro mundo estadounidense continúa militarizándose .

Esto debe ser considerado como un tipo completamente nuevo de guerra global perpetua. Así que echa un vistazo más a ese mapa. Es importante tratar de imaginar lo que ha sucedido visualmente, ya que enfrentamos un nuevo tipo de desastre, una militarización planetaria de una clase que nunca antes habíamos visto.

miércoles, 3 de enero de 2018

Tres objetivos para mejorar la seguridad en 2018

Por Daniel Gallo - LA NACION - @DanielHGallo
Toda consulta de opinión pública establece a la inseguridad como una de las preocupaciones centrales de la sociedad. Pero los partidos políticos también conocen que en el momento de los votos ese tema no define una elección. Es un problema que se gestiona, con aciertos y errores, pero queda relegado frente a debates económicos. Las iniciativas sobre seguridad pública quedan enseguida marcadas por ideología. Raro, al menos, porque el delito golpea en forma transversal sin preguntar de qué lado de la supuesta grieta se ubica cada víctima. Un año sin elecciones puede ser un buen momento para conseguir acuerdos amplios y fijar posiciones concretas en este campo. Y si se pudiese elegir metas a alcanzar en 2018 podría definirse una serie de objetivos a trabajar como prioridades. Para comenzar, hay tres puntos que deberían tomarse en cuenta.

Resultado de imagen para MotochorrosMotochorros: Se trata de una de las modalidades del delito que está en crecimiento. En los primeros seis meses de 2017 se registraron 4986 asaltos en los que el atacante utilizó una motocicleta en la ciudad de Buenos Aires. Esa cifra señala que los motochorros protagonizaron el 15 por ciento de los robos sufridos por los vecinos porteños. Proporciones similares se puede encontrar en otros distritos. Podrá pensarse que ese 15 por ciento es una cantidad poco significativa como para iniciar un plan concreto sobre esa modalidad del delito. Sin embargo, evitar que 5000 vecinos sean afectados por motochorros cada semestre es un desafío a tomar en cuenta. En una de las reuniones realizadas el año pasado por los ministros de Seguridad de todo el país se definió a los motochorros como uno de los problemas a solucionar en lo inmediato. Pero esa decisión de las áreas de seguridad de cada provincia no pudo ser implementada. Algunos retrocedieron frente a marchas convocadas por quienes utilizan las motos como herramienta de trabajo, otros vieron los números de venta de motos y optaron por no perjudicar a ese comercio. Lo cierto es que nadie se animó aún a poner límites a la circulación de dos personas en una motocicleta. Así se contuvo a los motochorros en Colombia cuando allá causaban estragos. No poner un freno rápido a los motochorros volverá imposible bajar las tasas del delito urbano. Debería tomarse como objetivo prioritario.

Imagen relacionadaNarcomenudeo: Los récord anuales de capturas de drogas son importantes. Y los decomisos por parte de las fuerzas federales van en aumento. Interceptar los cargamentos en las fronteras y rutas es un buen apoyo a la lucha contra el narcotráfico, aunque no seca el mercado. La realidad argentina necesita un enfoque especial en el microtráfico. La violencia asociada con la comercialización de drogas tiene su origen en el narcomenudeo y no en la presencia pasiva de carteles internacionales, interesados en mantenerse fuera de los conflictos callejeros. Hoy el problema mayor se ubica alrededor de los puestos de venta de droga. Para muchos jueces se trató de un tema menor, un simple punto de partida para las investigaciones en procura de dar con la red de abastecimiento. Entonces, crecieron los quioscos de droga, tomados como salida laboral en territorios liberados. El Observatorio de la Deuda Social, que depende de la UCA, estableció que en los últimos seis años aumentó 40 por ciento el narcomenudeo. Y se trata en ese caso de un objetivo estratégico. El ascenso económico del narcovendedor es observado por adolescentes como un real y posible crecimiento social en barrios tomados por el negocio de las drogas. Así las bandas tendrán disponibles recursos humanos y la violencia callejera lejos de contenerse contará cada vez con más soldaditos para extenderse. Las acciones en ese caso deberían ser veloces con tribunales que entiendan que en ese quiosco está el riesgo concreto y que cerrarlo de inmediato es una ayuda más efectiva a la sociedad que entusiasmarse en largas investigaciones en busca de un cabecilla que nunca se atrapa.

Resultado de imagen para Libertades anticipadasLibertades anticipadas: Mantener el beneficio de reducción de penas por buen comportamiento es una forma de control interno de la población carcelaria. Y la falta de lugar de alojamiento también contribuye a que los tribunales prefieran tener fuera de las rejas a la mayor cantidad posible de detenidos. Demasiados casos en 2017 demostraron que el sistema no funciona. La puerta giratoria esteriliza cualquier esfuerzo de políticas públicas de seguridad, porque mantiene en las calles a la misma cantidad de delincuentes. En ese caso la Justicia debería tener un profundo debate interno sobre su rol. Y ese cambio de paradigma tendría que ser guiado por la Corte Suprema. Así se hizo cuando se decidió tratar el problema de las agresiones a las mujeres. La Corte creo una oficina particular para ese tema, generó talleres y sin necesidad de una acordada estableció mediante mensajes públicos un criterio de eliminación de antiguos atenuantes que ningún juez hoy desafía. Modificar los actuales criterios frente a otros delitos sería una colaboración trascendente de la Justicia en la actual situación de emergencia en seguridad.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...