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miércoles, 11 de marzo de 2015

Las armas soviéticas que todavía impresionan a Occidente

(RT.com) - Baratas, simples, a veces rudimentarias pero siempre eficaces, las armas soviéticas seguían un concepto muy distinto del occidental. La revista estadounidense 'The National Interest' presenta las cinco mejores.

El comunismo fue un desastre económico para la Unión Soviética, que ni siquiera podía ofrecer a los ciudadanos cantidades suficientes de artículos tan básicos como papel higiénico o salchichas. Pero por otro lado la URSS fabricaba formidables armas, señala el analista de 'The National Interest' Michael Peck.

Algunos tipos de armas soviéticas se convirtieron en una leyenda y se siguen utilizando en muchos conflictos en todo el mundo. El armamento soviético, continúa el autor, era un reflejo de una filosofía de diseño distinta. Según Peck, "para los soviéticos" lo suficientemente bueno "se convertía en enemigo de la palabra 'mejor' si este 'lo suficientemente bueno' gozaba de ventaja numérica."
 
Partiendo de esta idea, el autor ha hecho una clasificación personal de los cinco mejores tipos de armas soviéticas.
 
Fusil de asalto AK-47

El fusil Kaláshnikov se convirtió en un arma icónica de la que se produjeron más de 100 millones de unidades. El AK-47 fue concebido siguiendo unos criterios válidos tanto para la Rusia zarista como para la URSS, donde la sencillez y la fiabilidad se imponían a cualquier otra característica: el arma no debía fallar.

Inspirado, a juicio de Peck, en el fusil de asalto alemán Stg-44,  el AK-47 era simple, barato y fiable, ideal para los reclutas del Ejército soviético y los ejércitos de los países del Tercer Mundo. De todas formas, a pesar de su evidente semejanza externa con el Stg-44, el funcionamiento del sistema de automatismo y el cierre comparten rasgos con el fusil semiautomático estadounidense M1 Garand, mientras que el mecanismo de disparo se asemeja al del fusil checoeslovaco ZH-29. Pero también es cierto que ambos elementos estaban acompañados por originales soluciones técnicas.

Por otro lado, el AK-47 es probablemente el arma más mortal del planeta.

El tanque T-34

Este fenómeno ocupa el primer puesto en el 'ranking' de los diez mejores tanques del siglo XX elaborado por el canal de televisión Military Channel en 2007 a partir de encuestas de tanquistas y expertos británicos y estadounidenses.

Pese a sus varios defectos, poseía innumerables ventajas en cuanto a sus prestaciones, y combinaba la sencillez de su diseño y fabricación (para lo cual fueron desarrolladas tecnologías especiales, sobre todo en la soldadura), con unas altísimas condiciones todoterreno y maniobrabilidad, fiabilidad del chasis y alto nivel de reparabilidad.

Sin duda, el tanque soviético más emblemático del siglo pasado, este carro de combate medio se desarrolló a finales de la década de 1930. Fue ideado como el principal tanque de las tropas acorazadas soviéticas y el primer tanque medio soviético con blindaje antiproyectiles. Fue además el tanque más fabricado de la Segunda Guerra Mundial y, hasta el lanzamiento en serie del Panther alemán en la segunda mitad de la guerra, era el más potente y mejor tanque medio del frente oriental.

Lanzacohetes múltiple Katiusha

'Katiusha' (diminutivo del nombre femenino ruso Yekaterina) es según Peck una denominación bastante paradójica para uno de los más mortíferos sistemas en la historia de la artillería, pero este nombre se hizo tan popular que 'Katiusha' llegó a ser un apodo genérico para toda una clase de piezas de artillería.
Durante la Segunda Guerra las instalaciones de los Katiusha se usaban con éxito para eliminar las defensas alemanas. E incluso cuando los misiles no impactaban directamente en sus blancos su efecto psicológico era lo suficientemente aturdidor como para que el enemigo dejara de oponer resistencia.

El caza MiG-15
 
Desarrollado en la oficina de diseños Mikoyán a partir de la tecnología alemana capturada al término de la Segunda Guerra Mundial y de motores de reacción comprados al Reino Unido, el MiG-15 era rápido, altamente maniobrable y estaba bien armado, según Michael Peck.

En los últimos años de la Segunda Guerra Mundial, los pilotos estadounidenses estaban acostumbrados a dominar en el aire, con lo que la aparición de los MiG-15 en los cielos de Corea fue un 'shock' para ellos, afirma el analista. Tras la aparición de esta aeronave soviética, la Fuerza Aérea estadounidense se vio obligada a abandonar las misiones de día, incapaz de hacer frente a estos cazas, muy superiores a los P-80 y F-84 de la época. Solo cuando empezaron a disponer de los F-86 Sabre pudieron los pilotos estadounidenses hacer frente a los MiG-15 en términos de igualdad.
 
Lanzagranadas antitanque RPG-7


"Sería un error decir que el RPG-7 revolucionó la lucha contra los tanques", afirma Michael Peck, pero es cierto que se convirtió en un ejemplo de cómo han de ser los lanzadores portátiles de misiles antitanque. Como arma antitanque el RPG-7 no es muy preciso, pero es muy barato, recuerda Peck.

Este lanzagranadas se convirtió en una verdadera "arma para los pobres" y, en su opinión, ha llegado a ser casi tan icónico como el AK-47. Su robustez, simplicidad, bajo costo y eficacia lo han convertido en el lanzacohetes antitanque más usado del mundo. Alrededor de 40 países utilizan actualmente el arma, cuyas diversas variantes son fabricadas por nueve países.

viernes, 20 de febrero de 2015

Guerra de Vietnam: MiG-21vs Phantom, cómo aviación de la URSS puso fin al dominio de EE.UU.

(RT.com) - Se cumplieron 56 años desde el primer vuelo del avión soviético que puso fin a la dominación estadounidense en el cielo de Vietnam del Norte.

Se trata del MiG-21 , el avión que hizo frente a los estadounidenses F-4 Phantom II, que habían gozado de supremacía absoluta en la Guerra de Vietnam.

El curso de la guerra cambió con la entrada en servicio en Vietnam del Norte de estos nuevos cazas interceptores, apodados por pilotos soviéticos 'balalaica' por la similitud de su forma con el instrumento musical.

Solo en 1966 EE.UU. perdió en combate 47 aviones, en comparación con los 12 en el lado norvietnamita.  
De 1965 a 1968 en 268 combates aéreos fueron derribados 244 aviones estadounidenses y 85 vietnamitas, según el portal 'Svpressa'.

Los estadounidenses tuvieron que reconocer la superioridad de los cazas soviéticos en muchos aspectos, entre ellos la velocidad angular de viraje y la sobrecarga operacional. El MiG-21 mostró una mejor maniobrabilidad, además los Phantom II resultaron propensos a barrena plana, de la cual salir era prácticamente imposible. Solamente por esta razón EE.UU. perdió 80 aviones en 1971.
En unos 200 combates aéreos que tuvieron lugar en 1972, EE.UU. perdió 90 aparatos, mientras Vietnam se quedó sin 54 aviones. En general los Phantom II perdieron el enfrentamiento con los MiG-21 en una proporción de 2 a 1.

Cincuenta países han operado el MiG-21 durante 55 años. El avión sigue siendo un elemento clave de 26 fuerzas aéreas diferentes, incluyendo la Fuerza Aérea de la India, del Ejército Popular de Liberación chino, la Fuerza Aérea Popular de Vietnam, y la Fuerza Aérea Rumana.

miércoles, 4 de febrero de 2015

El olvido histórico: gran aliado de la violencia

Editorial I del diario La Nación
Negar a las víctimas del ataque de 1974 a la Guarnición Militar de Azul el ejercicio de sus derechos garantiza la impunidad de sus victimarios

El pasado 19 de enero se cumplió un nuevo aniversario del ataque perpetrado por terroristas del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) contra la Guarnición Militar de Azul, con asiento en la ciudad bonaerense homónima. En esa sangrienta noche del sábado 19 de enero de 1974, fueron asesinados el jefe de la guarnición, coronel Camilo Gay, y posteriormente y delante de sus hijos, su esposa, la señora Hilda Irma Cazaux de Gay. Los terroristas también mataron al soldado conscripto Daniel Osvaldo González y causaron numerosos heridos. Asimismo, fue secuestrado el entonces jefe del Grupo de Artillería Blindada, teniente coronel Jorge Ibarzábal, quien se entregó ante la amenaza de los terroristas de asesinar a toda la familia Gay, pasó diez meses de cruel cautiverio y fue finalmente asesinado por el ERP en un traslado de una cárcel del pueblo a otra, ante un retén policial.

Este violento ataque se produjo durante la presidencia de Juan Domingo Perón, elegido pocos meses antes por abrumadora mayoría en comicios democráticos. El entonces jefe del Estado, vistiendo su uniforme de teniente general, repudió la acción en un mensaje que dirigió a toda la ciudadanía: "Pido a todas las fuerzas políticas y al pueblo en general que tomen partido activo en la defensa de la República, que es la afectada en las actuales circunstancias. Ya no se trata de contiendas políticas parciales, sino de poner coto a la acción disolvente y criminal que atenta contra la existencia misma de la Patria y sus instituciones, que es preciso destruir antes de que nuestra debilidad produzca males que pueden llegar a ser irreparables en el futuro".

Este recuerdo doloroso que marcó a la ciudad de Azul, sin embargo, fue ignorado o eliminado de la memoria histórica cuando, en noviembre del año pasado, se colocó por orden de la Presidencia de la Nación, con la conformidad de la Municipalidad de Azul, un cartel en la entrada de la guarnición que rezaba: "Aquí se cometieron crímenes de lesa humanidad durante el terrorismo de Estado", en referencia a que allí habría sido desaparecido el soldado Carlos Labolita, amigo del matrimonio Kirchner, durante el último gobierno de facto.

Esa circunstancia, entre tantas otras, lleva a reflexionar sobre el ejercicio parcial que se hace en nuestro país sobre la memoria histórica, acentuado en la última década, en la que, desde el poder, se elige recordar a la población ciertos hechos y ocultar alevosamente otros. Esa memoria subjetiva, además, esconde una afirmación muy perversa, destinada a mostrar que algunos muertos merecen ser recordados, merecen tener justicia, verdad y reparación y que otros, simplemente, no.

Camilo Gay, Hilda Cazaux de Gay, Daniel González y Jorge Ibarzábal no merecen ser recordados en ese mismo cartel porque, según el Estado argentino, los muertos por atentados terroristas no poseen los mismos derechos humanos que aquellos que sufrieron abusos por parte del Estado. Por ello, la interpretación maniquea vulnera un derecho tan importante para los países que vivieron graves violaciones de sus derechos humanos, como es el de la memoria, algo que incumbe directamente al Estado para que las violaciones no se repitan y quede asegurado el conocimiento de los hechos que son patrimonio común del pueblo.

Esta conducta de cercenar selectivamente la memoria histórica se repite en todos los museos de la memoria de nuestro país, donde no hay ninguna mención a las víctimas de atentados terroristas en la década del 70.

En el Parque de la Memoria, en la ciudad de Buenos Aires, se eligió recordar también a combatientes de organizaciones armadas que murieron atacando al Estado y a la sociedad, pero sin permitir que las víctimas inocentes de aquéllos tuvieran su sitial donde ser evocadas. También esa conducta se ha acentuado en el ámbito de la educación, donde los alumnos de todos los niveles de enseñanza no son instruidos para conocer la historia completa, con sus matices y su contexto, sin cercenamientos, sin digitar el pensamiento sobre lo que alguien pueda considerar correcto o no. De esta manera, las enseñanzas que trasuntan del dolor colectivo padecido en los 70 se desvirtúan, se cambian e impiden que la sociedad argentina conozca debidamente los hechos y pueda aprender de ellos.

Nietzsche, en su libro La genealogía de la moral, explica la relación que existe entre la memoria y la violencia. En él llega a la conclusión de que, para neutralizar la violencia, es necesaria la memoria, dado que la violencia es una espiral creciente que se nutre del olvido para perpetuarse y así destruir a todos. Por ello, la memoria es el freno que impide que se siga expandiendo. El olvido histórico es el gran aliado de la violencia.

En momentos en que la Argentina vive situaciones extraordinarias y de extrema gravedad institucional, cabe preguntarse cuál será el legado de un gobierno que les niega a ciertas víctimas el ejercicio de sus derechos, garantiza la impunidad de sus victimarios y estigmatiza a las instituciones con carteles como el mencionado, que sólo generan un recuerdo parcial, falaz del sufrimiento vivido por todo el pueblo argentino en la década del 70.

¿Realmente se aprende del pasado cuando es relatado en forma parcialmente acomodada o simplemente se lega a las nuevas generaciones la violencia que no se quiso recordar?.

lunes, 5 de enero de 2015

Desarrollismo, utopía y oportunidad

HORACIO CARDOPor Rogelio Frigerio
Para la historia, Rogelio Julio Frigerio estará siempre asociado al de Arturo Frondizi, porque juntos dieron forma y contenido a la corriente de ideas conocida como desarrollismo y protagonizaron, entre 1958 y 1962, el gobierno más transformador y modernizador del siglo XX en nuestro país. Es esta coyuntura una buena oportunidad para intentar explorar el legado de estos hombres y el valor que pueden tener sus ideas todavía hoy.
HORACIO CARDO

El desarrollismo, en principio, elaboró un diagnóstico sobre la situación de la economía argentina y la relación del país con el mundo a mediados del siglo pasado, anticipó las tendencias de la economía internacional y propuso un programa de desarrollo económico acelerado que implementó en cuatro años, a ritmo forzado, hasta que fue derrocado por un golpe militar.

Era la segunda posguerra y primaba la economía del petróleo, el acero y la energía. En nuestro país la experiencia del populismo peronista había impulsado la industrialización y la inclusión social, pero había desatendido precisamente estos aspectos “estructurales”.

La Argentina importaba las dos terceras partes del petróleo que consumía, sufría cortes de electricidad e importaba casi todo el acero que insumía su industria; sufría un déficit crónico de su balanza de pagos y la estrangulación de sus cadenas de valor. Pero, igualmente, nuestro país tenía la oportunidad de abrirse a la inversión extranjera y modernizar una economía que, todavía, era la más importante de América Latina.

El gobierno desarrollista generó un formidable impulso a la economía del país, avanzando en el cambio de estructuras que se había propuesto.

Logró que se duplicara en tres años la inversión privada en bienes de capital. Implementó lo que se conoció como ¨La batalla del petróleo¨, convocó al capital externo y así logró incrementar la producción de hidrocarburos en un 138% en tres años, pasando de importar dos tercios del consumo a lograr el autoabastecimiento. Triplicó la producción de acero. Prácticamente fundó la petroquímica, al igual que la industria automotriz, llegando a producir 140 mil automotores anuales. Aumentó la producción eléctrica a un ritmo promedio de 15% anual. Pavimentó más de 10.000 km de rutas. Impulsó la educación superior privada y fortaleció la Universidad pública, que atravesó durante esos años un período de excelencia.

Hoy es imperativo volver a pensar la situación estructural de nuestra economía, su inserción en el mundo y las grandes tendencias de la economía internacional, como condición del diseño e implementación de una política de desarrollo. Este es, tal vez, el mejor legado metodológico de Frigerio y Frondizi.

Vivimos en una época en que la economía de la información, la tecnología y la innovación impulsan el crecimiento, en un contexto internacional caracterizado por la progresiva inclusión y acceso al consumo de millones de personas en China, India y otros países emergentes.

Los bienes que exportamos parecen tener todavía por delante años de demanda sostenida y buenos precios, en un planeta cada vez más interconectado, abierto y competitivo. Abundan además los capitales que buscan oportunidades de inversión.

El proyecto populista del kirchnerismo ha tergiversado los términos del debate argentino, reavivando ideologismos, antinomias y prácticas que creíamos formaban parte del pasado.

Lejos del estatismo, los controles y la intervención caprichosa del Estado, nuestros desafíos pasan por sincerar las variables, establecer reglas claras y ofrecer previsibilidad para aumentar la inversión, modernizar nuestra infraestructura, avanzar en la tecnificación de nuestra producción y la mejora de la productividad global de la economía.

Más de medio siglo después, el mundo nos hace un guiño para volver a plantearnos la “utopía” del desarrollo. Los términos del intercambio parecen como nunca favorables.

Los grandes proyectos de inversión que necesitamos para modernizar nuestra estructura productiva (energía, transporte, comunicaciones), que por su naturaleza requieren tasas bajas y plazos de amortización largos, parecen al alcance de la mano en el actual contexto financiero internacional.

De nosotros, entonces, depende hacer un genuino homenaje a los fundadores del desarrollismo y construir la grandeza que ellos soñaron para nuestro país.

Rogelio Frigerio, Presidente del Banco Ciudad. Dirigente del PRO

martes, 9 de diciembre de 2014

Falleció Raúl Gómez, el padre del Rastrojero

Un reconocimiento al Ingeniero Raul Gomez. Extraido de la excelente y recomendada pagina
http://autoblog.com.ar/2014/12/fallecio-raul-gomez-adios-al-padre-del-rastrojero/

(Autoblog.com.ar) - Este fin de semana, a la edad de 93 años, falleció en Rosario el ingeniero Raúl Gómez. Se lo conoció como el padre del Rastrojero. Gómez, junto a un equipo de ingenieros liderado también por el ingeniero Félix Santiago Sanguinetti y el brigadier Juan Ignacio San Martín, diseñó, fabricó y bautizó en 1952 al más famoso de los utilitarios argentinos.
RAUL-GOMEZ-RASTROJERO
El Rastrojero con mecánica de Jeep Willys comenzó a ser fabricado en Córdoba por las Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado (IAME). Esa primera generación se mantuvo en producción hasta 1969. Entre ese año y 1979, se produjo una evolución con motor Peugeot.
El Rastrojero se ofreció con cabina simple, doble y hasta con tres puertas. Su sencillez mecánica lo convirtió en un éxito comercial. Se fabricaron más de 30 mil unidades, siendo la más exitosa la variante Diesel NP 62.

El ingeniero Gómez recibió numerosos homenajes en vida. Y fue fuente obligada de consulta en todos los trabajos periodísticos e históricos sobre la etapa de industrialización de Juan Domingo Perón.
En estos días, el término Rastrojerización se utiliza incluso en el debate económico, como metáfora de la situación de la industria nacional.

En 2011, el INTI puso en marcha el Proyecto Sacha, con la intención de relanzar un nuevo Rastrojero. Pero la idea todavía no avanzó más allá de los renders digitales.
A pedido del Club IAME, el propio Ingeniero Gómez escribió una pequeña autobiografía sobre la etapa de desarrollo, fabricación y bautismo del primer Rastrojero .
Rastrojero-estampilla
Nota del Club IAME - El nacimiento del del Rastrojero.
Texto del Ingeniero Raúl Gomez

Me pidieron que dijera algunas cosas sobre el Rastrojero. Debo reconocer que desde que presente mi renuncia en IAME a fines de abril de 1956 y me trasladé a Rosario el 2 de mayo, hasta la fecha había recordado muchas veces a los que fueron mis jefes y mis compañeros de trabajo, pero nunca había recordado mi actuación en Rastrojero hasta que el Ing. Sanguinetti, a principios del año 2000, me pidió que escribiera lo que yo recordara de esa historia. Desde entonces han sido muchas las veces en que me han preguntado y he debido hablar del tema. 

Por ese motivo quiero tener un recuerdo para el Brigadier San Martín y todos los que aportaron su esfuerzo para concretar la idea del Brigadier San Martín de crear la industria automotriz en la Argentina y rendirle mi homenaje a los presentes, a los ausentes, y a los que ya se fueron… hasta que nos veamos, en especial a Alfredo Elías Casasola quien nos acompañó al Ing. Sanguinetti y a mi en todas las carreras de regularidad en las que participamos con Rastrojero.
Nunca tuve en claro cómo y porqué (me enteré recién el viernes pasado en la conferencia del Ing. Monserrat) aparecí yo en este programa.

De padre inmigrantes españoles de Castilla la Vieja, nací en Presidencia Roque Saenz Peña, territorio nacional del Chaco a fines de 1924 y soy chaqueño a pesar del entredicho que tuve con el ing. Taravella cuando me preguntó donde había nacido. Le dije que era Peronista de nacimiento. Casi me echa, y le dije: “nací en la Provincia Presidente Perón” como en ese momento se llamaba, así que más o menos se arregló el problema. Nací en un pueblo que era muy, muy nuevo. Fue fundado en 1912, conocíamos a la familia del fundador porque todavía vivían en el pueblo. Mis padres se casaron allá en 1922, y tienen el acta Nº 1 del Registro Civil del pueblo, con eso ya está todo dicho de como era, ¿no?. Creo que es difícil imaginarse algo más lejos de Córdoba que ese lugar y esa época. Como único elemento a favor puedo decir que como los fondos de nuestra casa se comunicaban con la agencia Ford, propiedad de dos de mis tíos, pasé mis primeros años molestando a todos en el taller de la concesionaria que estaba a cargo de un primo. Como consecuencia a los 5 años me enseñaron a manejar porque encontré un Ford T con el motor en marcha delante del almacén por mayor de mi padre, me subí y me agarraron a las dos cuadras. Entonces decidieron enseñarme a manejar. Desde entonces estoy metido con los autos.

Comencé la escuela primaria en mi pueblo hasta que mi padre dejó sus negocios y después de una pequeña temporada en Salta toda la familia viajó a España con la idea de radicarse allá. ¡Cada vez más lejos! Conocí el pueblo de mi padre, que está a 800 metros del pueblo de mi madre, pero se casaron acá. Pero, el hombre propone y la política dispone. Transcurría el año 1932 y mientras estábamos residiendo en Madrid, ya pudimos ver desde los balcones de la casa en la que estábamos viviendo, el humo de los incendios de algunas iglesias. Volvimos a la Argentina, a Presidencia Roque Sáenz Peña y al año siguiente nos radicamos en Rosario, en donde completé la escuela primaria y la secundaria en la Escuela Industrial de la Nación, anexa a la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Litoral, obteniendo el título de Técnico Mecánico después de una práctica no rentada de varios meses en un taller mecánico.

De la Escuela Primaria me ha quedado un recuerdo muy claro de una Escuela donde hice 4º grado, Escuela Pestalozzi, y creo que esa enseñanza me ha servido durante toda la vida y creo que me seguirá sirviendo. Fui a una escuela donde las maestras ¡No daban clase!!, teníamos nada más que dos timbres: el de entrada a las 8 de la mañana y el de salida al mediodía. Había 3 maestras, cada una nos asistía en alguna materia, una daba Idioma Nacional, Historia, etc.; otra daba Matemáticas y Física, y la otra Ciencias Naturales. El primer día del mes nos entregaban una hoja con las tareas que teníamos que cumplir en cada materia, y para eso estaba la biblioteca, y en caso de duda recién aparecía la maestra con preguntas concretas. Ese sistema de aprendizaje yo creo que me sirvió durante toda mi vida y especialmente en la Facultad de Ingeniería.

Resuelto a estudiar Ingeniería evalué la posibilidad de estudiar en Córdoba o en La Plata. Finalmente me decidí por Ingeniería Aeronáutica en la Universidad de La Plata, otra vez alejándome de Córdoba. Durante los últimos años fui alumno del Doctor Clodoveo Pasqualini. Creo que varios de ustedes lo conocen. En ese tiempo también profesor en Córdoba y creo que asesor en la Fábrica Militar de Aviones. El Dr. Pasqualini estaba muy interesado en que algún egresado del Instituto Aeronáutico de La Plata ingresara en la Fábrica Militar de Aviones y consiguió que en octubre de 1950 admitieran dos de sus alumnos: el ing. Armengol y yo. Posteriormente vinieron otros: el ing. Corti, etc. Ya me estaba acercando al Rastrojero.

No sé muy bien cómo o porqué me asignaron al Departamento Planta Motriz cuyo jefe en ese momento era el Capitán Lutereau, y el segundo jefe, en ese momento ausente por la fractura en un brazo era el ingeniero Félix Sanguinetti, quien al muy poco tiempo fue designado Director de la Fábrica de Motores a Pistón. Por ese motivo heredé su escritorio.

A los dos días de llegar a la Fábrica se produjo el primer vuelo del Pulqui II. Allá fuimos todos en los ómnibus azules a donde estaba la Fábrica de Paracaídas, las Escuelas de Paracaidistas, etc. que tenía una pista donde iba a aterrizar el avión. Terminó el vuelo y al día siguiente era yo el encargado del motor de ese avión con todo el conocimiento que tenía. ¿Se dan cuenta? ¡Había algunos más irresponsables que yo!!.

Estuve dedicado básicamente a los bancos de ensayo de motores a pistón y a reacción hasta que comenzó el proyecto de fabricación de los automóviles Institec a cargo del Ing. Monserrat como primer Director de la Fábrica de Automóviles. No voy a negar que sufrí una desilusión cuando no estuve entre los seleccionados para trabajar en ese proyecto, pero se presentaron dos oportunidades para ser tenido en cuenta en las actividades de la Fábrica de Automóviles: una cuando me encomendaron viajar a Buenos Aires para traer el Castanito. 

Se trataba de un camioncito construido por el Sr. César Castano, consuegro del Gral. Lucero. El taller del Sr. Castano, en la calle Donato Álvarez 241 era muy reconocido en la época por disponer de una máquina construida por él mismo para modificar árboles de levas para automóviles de carrera. A todo esto yo olvidé un pequeño detalle que en una de esas resulta que ahora tiene importancia, y es que por muchos años, con mi familia pasábamos las vacaciones en Capilla del Monte, y en dos oportunidades, por allá por el año 39 o 40 y en el 47 subí al Uritorco dos veces, y ahora me entero que es uno de los centros energéticos más importante del planeta. ¡Espero que eso no haya tenido ninguna influencia en el Rastrojero !!!.

Cuando llegué al taller de Castano encontré el motor completamente desarmado, todas las piezas en cajones. Trabajando con los operarios de ese taller armamos el motor que era un dos tiempos similar al DKW, armado con piezas DKW pero con dínamo y arranque y lo instalamos en el vehículo. Acompañado por el Sr. César Castano comenzamos el viaje a Córdoba que cumplimos en dos etapas haciendo escala en Rosario donde aproveché para pasar la noche en la casa de mis padres. Durante el viaje tuve que desarmar el distribuidor que presentaba problemas. Luego de esto y ya de regreso al Departamento Planta Motriz tuve que realizar los ensayos del primer motor del proyecto Institec para relevar la curva de potencia. Estábamos todos esperando que ese motor se terminara de armar. Estábamos en una reunión muy grande. Todos de pié en la Fábrica de Motores y había que esperar hasta cualquier hora que el motor estuviera listo para entregarlo. Fue entonces cuando el Ing. Sanguinetti dirigiéndose al Ing. Giraudo que era el Ingeniero Jefe le dijo: ¡Uno de los dos se tiene que quedar, yo me voy!!! Y así se definió quien se quedaba para terminar de armar el motor.

Recibí el motor con la caja de velocidades y por comodidad no desmontamos la caja y lo conecté al freno a través del extremo del cigüeñal. Conclusión: después del ensayo los engranajes quedaron destruidos como consecuencia de haber funcionado en vacío. Mucho más tarde también me enteré, para que no me remordiera tanto la conciencia que el Ing. Monserrat dijo después que habían tenido muchas roturas de cajas de velocidades. Así que me alivió un poco la culpa.

Tengo que recurrir exclusivamente a la memoria pues nunca me preocupé por guardar información de mis actividades profesionales. Así que no recuerdo que resultados dieron las curvas, ni que valores, ni nada por el estilo.

No conozco realmente los motivos, mejor dicho no los conocía, que llevaron al Ministro de Aeronáutica el Sr. Brigadier Juan Ignacio San Martin a proponer el aprovechamiento de los 2500 tractores “Empire” comprados por el IAPI, Instituto Argentino para la Promoción del Intercambio, sólo recuerdo que en la segunda quincena de febrero del año 52, en la visita semanal que hacía el Sr. Ministro a la Fábrica, manifestó la decisión de encarar esta operación y no se si por la influencia del Vice Comodoro Lutereau o porque me querían alejar de la Fábrica de Automóviles, me preguntaron si me animaba a partir de los elementos del tractor a construir un camioncito. A pesar de mi poca antigüedad y falta de experiencia, o tal vez por eso, acepté. Ahora me enteré en esta oportunidad de venir a Córdoba, que esto fue resuelto en una reunión en la que estaban Lutereau, Sanguinetti y Wahnish y entonces Sanguinetti dijo al revés: ¡Uno de los dos se tiene que ir, yo me quedo!! Me tocó ir a mí a ver todo el material que había en el puerto de La Plata, lo que yo realmente creía que había sido después de haber empezado a trabajar en el Rastrojero. Parece que mi memoria falló.

El proyecto comenzó en el Departamento Transporte dependiente del Vice Comodoro Lutereau, entonces Secretario Técnico, como único lugar con personal que pudiera participar en un proyecto que creo que no había sido considerado como de gran envergadura. El Jefe del Departamento era el Sr. Heredia, el “negro” Heredia. El segundo jefe era el Sr. Pfister, quien resultó fundamental para la obtención de los repuestos necesarios para armar los prototipos, los que finalmente resultaron dos.

Del tractor se podían aprovechar: el motor eliminando el regulador de velocidad, el embrague y caja de velocidades, las crucetas y la bocha del diferencial, el radiador y la caja de dirección. La primera decisión fue definir el bastidor. Decidimos utilizar, o lo decidí y nadie me llevó la contra, así que seguimos, una suspensión delantera similar a la de los automóviles Ford, con elástico transversal pero con amortiguadores tubulares, suspensión trasera con dos elásticos semi elípticos para una carga del orden de los 1000 kg con las tomas para amortiguadores pero sin ellos. 

Construimos los dos bastidores, pues ya se había agregado a la idea inicial la construcción de una camioneta rural, con chapas de acero SAE 4130 obtenidas de los depósitos de material aeronáutico, dobladas y soldadas. Muy similar en su parte delantera al bastidor del Ford 1937, que era el que mejor conocía ya que era el vehículo de mi familia, y en el que había hecho muchos trabajos de mantenimiento. El diferencial lo armamos con la bocha retirada del tractor Empire, alesando las dos salidas transversales y colocando cañoneras hechas de tubo con los extremos torneados, uno para que entrara en la bocha del diferencial y otro para colocar el rodamiento y el retén de aceite y fijar el plato del freno. Para colocar la cañonera, calentamos la caja del diferencial y enfriamos el extremo del tubo con un extintor de incendios de anhídrido carbónico. En esa operación me quemé una mano con el frío. Debo aclarar que el diseño del puente trasero no fue el más adecuado, pues por facilidad y rapidez de ejecución decidí utilizar palieres portantes en un vehículo que debía servir para llevar carga.

Los trabajos continuaron a todo ritmo aclarando que en 87 días que duró no dormí todas las noches. Algunas veces dormí en la enfermería y otras iba a la pensión en la que vivía en aquellas épocas. Consecuencia: adelgacé 7 kilos.

Todos los trabajos de mecanizado fueron realizados en los talleres de la Fábrica de Motores a cargo del Ing. Sanguinetti y el Ing. Giraudo, en el taller a cargo del Sr. Rappa. Para dar una idea de la forma de trabajo, la documentación con que se contaba, recuerdo que cuando tratamos de colocar las mazas sobre los palieres nos encontramos que como no entraban lo suficiente en el cono, fui a verlo al Sr. Rappa y le expliqué lo que ocurrió. Llamó a un rectificador y palabra más, palabra menos le dijo: “Dale una pasadita, más vale nada” ¡¡El resultado fue perfecto!!.

Construcción del prototipo.
El trabajo de chapa que no se hizo directamente sobre el vehículo se hizo en el hangar 90 de la Fábrica de Aviones a cargo del Ing. Guillot. Me permito diferenciar este trabajo del de la cabina propiamente dicha, pues sobre una estructura de madera que se construyó sobre el bastidor, se moldearon y soldaron entre sí las partes que constituyeron la parte fija de la cabina. El asiento, por supuesto, era fijo. No era corredizo, ni regulable ni cosa por el estilo. Los pedales habían sido comprados en un desarmadero. Creo que eran de un Ford. La caja de carga incluyendo los herrajes se construyó en la carpintería y herrería de mantenimiento, donde creo que estaba en esa época un carpintero de apellido Pedernera.
La línea del vehículo en lo que se refiere a la parte delantera, con los guardabarros característicos, la diseñé teniendo en cuenta que sería un vehículo para el campo, y esa era la línea lo mas parecida posible a la que usaban en esa época los automóviles de carrera en ruta, como la más adecuada para no juntar demasiado barro.

El nombre de Rastrojero, lo propuse un viernes a la noche durante una visita del Brigadier San Martín, pensando que como sería un vehículo para el campo debería andar entre los rastrojos, y como fue aceptado de inmediato mandamos a construir las insignias del vehículo a la Fábrica de Máquinas y Herramientas a cargo del Vice Comodoro Monfort. Las plaquitas con el nombre se hicieron en un pantógrafo como método más rápido para obtenerlas. Y acá yo lamento no encontrar un término científico que permita decir que me afané una, la tengo aquí y la dono al Museo.

Los prototipos se terminaron algunos días antes del 1 de mayo de 1952 fecha en que estaba previsto presentar al Señor Presidente de la República, Gral. Perón, los automóviles Institec en Buenos Aires, en el edificio de YPF, en la diagonal norte. A último momento se decidió que se presentara también al Rastrojero en Buenos Aires, y debimos viajar en forma urgente para exhibirlos en la Plaza de la República. No estoy muy seguro si los dos vehículos, Rastrojero y Gauchita (rural) se enviaron sobre camión de la flota o en ferrocarril. Posiblemente sería en camión. Muy pocas de las personas que habíamos trabajado en el proyecto y construcción del Rastrojero, viajamos a Buenos Aires y fuimos presentados al Presidente de la Nación junto con el equipo de la Fábrica de automóviles en el lugar en donde estaban expuestos los Institec.
El regreso lo hicimos a bordo de los dos vehículos en dos etapas: Buenos Aires – Rosario el primer día y Rosario – Córdoba el segundo. Aproveché la oportunidad para pasar la noche en la casa de mis padres y hacerles conocer los vehículos.

En esa época existía en Estación Carupá, Tigre, una Fábrica de automóviles, Autoar, que tenía alguna relación con Cisitalia y que fabricaba rurales y pick-ups normalmente con motores Fiat importados de Italia. Esta fábrica, Cisitalia, tuvo su origen no se si durante la guerra en Europa o ya al final como una asociación entre Ford y Fiat con el fin de poder salvar todo lo que significaba una fábrica como Fiat en un país como Italia. Entonces, si había algún problema sobre el final de la guerra en cuanto a la propiedad de Fiat, seguía Cisitalia. Como siguió Fiat, desapareció Cisitalia.

De inmediato Autoar propuso su chasis a cuyo fin nos envió un vehículo para su evaluación en el Departamento de Recuperación de Tractores Empire, del que fui designado jefe, creado para esta operación, dependiente de la Secretaría Técnica del Vice Comodoro Luterau. Ese vehículo, que era una pick up, lo manejé durante muchísimos kilómetros en las sierras y realmente, a pesar de mi inexperiencia, puedo decir que no tenía ningún problema fundamental. 

En las negociaciones, que no fueron fáciles, fue determinante la intervención del administrador de la fábrica de automóviles, Ing. Monserrat. Por parte de Autoar recuerdo los nombres del Sr. Piacentini, creo que en representación de Cisitalia, del Sr. Varela, con muchas vinculaciones y que había realizado un negocio de importación y venta de 100 automóviles Ford para la Policía Federal, del ing. Rupilius, Director Técnico, quien parecía vinculado a Porsche y que tenía a su cargo en Autoar el automóvil de carrera Cisitalia, 1500, doble tracción diseñado por Ferdinand Porsche para Cisitalia y con el que posteriormente Clemar Bucci batiría el record Argentino de velocidad en la autopista Eseiza. El Ing. Alberto Antolín Solache, a cargo de la fabricación en los talleres de Carupá y los Sres. Castro Justo y José María Telechea de quien no recuerdo exactamente sus funciones, que tal vez fueran las que hoy se denominan de lobby. Al Sr. Telechea lo encontré después integrando el Directorio de Frit Rot S.A.

Por fin se convino la provisión de los chasis por parte de Autoar. La suspensión delantera era con doble barra de torsión, tal como los automóviles Volkswagen de esa época, el que luego se denominó Escarabajo, y amortiguadores tubulares. La suspensión trasera mantenía el diseño básico de los prototipos. El convenio establecía la provisión de todos los planos y documentación técnica y el compromiso de no efectuar modificaciones de diseño, materiales ni procesos sin la autorización previa por escrito del Departamento de Recuperación de Tractores Empire, además de la posibilidad de utilizar toda esa documentación para construir o hacer construir por cuenta de IAME chasis con el mismo fin de los que se compraban a Autoar. Con esa documentación se pudo celebrar el contrato de provisión de chasis en Córdoba con la Cámara de la Industria Metalúrgica de Córdoba, CIMECOR, presidida por el Ing. Infante y también colaboró en ese emprendimiento el Ing. Sablich, quien había pertenecido anteriormente a la Fábrica de Automóviles.

Con el fin de controlar la correcta fabricación de los chasis se instaló un puesto de inspección en la fábrica de Autoar, trabajo que estuvo durante mucho tiempo a cargo del inspector Sr. Gualtieri. En esa época se desarmaban los tractores en IAME y se mandaban los elementos necesarios que le correspondían a Autoar. También recuerdo que un viernes por la tarde hubo una apuesta que perdió el Brig. San Martin: estaban desarmando tractores en una de las barracas que estaban cerca de transporte y el Brigadierle preguntó al Sr. Casasola, cuanto tardaba en desarmar un tractor. Dijo que veinte minutos. El Brigadier apostó y perdió. Tuvo que ver que en veinte minutos quedaba todo separado y en orden para ser despachado. Ahora, ¡Como se movieron, porque nunca más en la vida lo pudieron hacer!!. Así le ganaron la apuesta al Ministro de Aeronáutica.

Quiero destacar la colaboración del Ing. Alberto Antolín Solache y del jefe de la oficina de dibujo de Autoar, Sr. Monje, a quien lo encontraría trabajando en IKA y que creo que luego fue a los EEUU. Con el Ing. Solache me ligó una relación muy especial pues descubrí que había trabajado en Presidencia Roque Sáenz Peña, Chaco, en la instalación de una desmotadora de algodón de unos amigos de mi padre, en la construcción de los tanques Nahuel, en los talleres de la Corporación de Transporte de Bs. As. Ex Anglo, y también tuvo luego activa participación en la Cámara de la Industria de Autopartes en las décadas del 60 y 70.

Había que empezar a armar los Rastrojero y por supuesto además del chasis y de la carrocería que se fabricaba en IAME, hacían falta muchísimas piezas, y hubo que comprarlas todas en una forma muy apurada, y siguiendo métodos que fueron la desesperación del Ing. Brenan y del Sr. Genari en inspección, y de Ortiz y Precursor Gómez en Compras, porque encargábamos la construcción de partes en base a muestras. Así que el problema era cuando en un taller tenían la muestra y venía el inspector y se ponía a medir si efectivamente había sido hecho como decía la misma, y hubo uno, un señor que tenía una herrería que creo construía el soporte de la rueda de auxilio, que con todo esto ya se enojó y dijo: “Desde que entró el metro a mi taller estoy perdiendo plata” . 

Con eso quiero mostrarles cómo se fueron haciendo las cosas. Se compraron muchas piezas que ya eran standard por supuesto, las ruedas se compraron a Travesaro de Rosario, las cubiertas 600 x 16 de marcas standard con desesperación del Departamento Inspección que no tenía absolutamente ninguna documentación para decir esta cubierta es aceptada, esta no, y llegaron por fin a la definición de pesarlas para determinar cual tenía más caucho. Con las bocinas hubo problemas terribles con el tema de que tono y que intensidad tenía que tener. El Sr. Genari lo fue resolviendo porque yo le iba a reclamar que necesitábamos las piezas.

Con respecto a Autoar, apenas comenzó este movimiento, ya se habían producido cambios en cuanto a la relación contractual. En lugar de pagarle nosotros la totalidad de los chasis, Autoar enviaba la lista de todo lo que había recibido de los proveedores, visada por el Sr. Gualtieri y IAME hacía los cheques, por ejemplo, para el fabricante de amortiguadores, que era Fric-Rot de Rosario, para Fassero y Bonaudo, también de Rosario, que proveía piezas forjadas y así por el estilo.

Los primeros Rastrojero se armaron en unas barracas que se construyeron detrás de las instalaciones del Departamento de Transporte hasta que se construyó un hangar al que Llamábamos Mc Comber, próximo a la pista del aeródromo, utilizábamos la parte de hormigón para realizar la prueba final de los vehículos a medida que se iban entregando. Hasta la mudanza al Mc Comber, tuve mi oficina en el edificio de la Administración General y ya se habían incorporado, entre otros, dos dibujantes proyectistas. Casi todo el personal había sido transferido del Departamento Transporte.

Como el vehículo tuvo gran aceptación y solo disponíamos de 2500 motores, que finalmente fueron 2365, se planteó la necesidad de conseguir más motores y demás partes mecánicas. De inmediato aparecieron las ofertas. A todo esto ya había estado el Ing. Monserrat en Alemania y había tomado una visión de lo que podían ser los motores diesel que fabricaba Borgward en aquel país.

Se presentaron: Borgward de Alemania, representados en la Argentina por Establecimientos Mecánicos San Isidro (EMSI) que tenía los talleres en Fondo de la Legua, próximos a lo que ahora es la Panamericana, donde reparaba trolebuses y cuyo contacto fue el Sr. Rodolfo Freude, que presentó un motor diesel cuatro cilindros. Perkins de Inglaterra del que no conocí el representante, pero si al Sr. Visconti, de la firma Visconti, Manzi y Tagle, concesionario Ford en Córdoba, quien me detalló todas las ventajas que podía tener ese motor. Creo que él tenía alguna parte en la representación. También se trataba de un motor diesel cuatro cilindros. Fiat de Italia, del que tampoco conocí su representante, presentó un motor diesel cuatro cilindros.

Jenbach, de Austria, representado por el importador Enrique Platé, una gran ferretería de Buenos Aires, presentó un motor diesel dos tiempos, dos cilindros con bomba de barrido. Por este motor conversé con el Ing. Bunge con quien nos habíamos conocido mientras estudiábamos en la Universidad de la Plata, a pesar de no haber seguido la misma especialidad ni haber cursado los mismos años. Llegamos a la conclusión que se trataba de un motor demasiado voluminoso y pesado y no se podía instalar en nuestro chasis, por lo que retiró la propuesta.

En la Fábrica de Motores, el Ing. Sanguinetti y con la muy activa participación del Jefe de Taller, Sr. López, se instalaron los tres motores nombrados en primer término (Borgward, Perkins y Fiat) en tres chasis tomados de la línea de montaje. Correspondía a la Fábrica de Motores, que había hecho la instalación, todo lo que fuera ensayos de motor…

Como conclusión debo decir que el motor Perkins resultó demasiado pesado, por lo menos fue lo que llegó a mi conocimiento, y el motor Fiat entre otros inconvenientes tuvo problemas de enfriamiento. Quedó como único posible el motor de la fábrica Borgward, la que además planteó la posibilidad de instalarse en la Argentina, cosa que luego hizo en Isidro Casanova.

A fines de 1953 y aprovechando que la Asociación Cordobesa de Volantes autorizó la participación de Rastrojero en las pruebas de regularidad, decidimos participar con uno de los prototipos en ensayo,. Participamos en la categoría principiantes, siendo yo el conductor, el Ing. Sanguinetti el cronometrista y Casasola el mojonero. Tuvimos la suerte de ganar esa carrera y a partir de eso participamos en varias más, casi siempre con buenas clasificaciones. Creo que hay alguna foto que publicó una vez “LaVoz” donde está el Rastrojero con una cantidad impresionante de trofeos frente al edificio de la Administración General. Esa foto vamos a ver si puede venir acá al Museo para que la tengan de recuerdo junto con una copa que fue ganada en la última carrera de regularidad. También en regularidad decidimos participar en la Carrera de las Américas, que se corría desde aquí a Mendoza. Ahí tuvimos la gran suerte que se nos quemó el Rastrojero en la mitad. Parece que por un pucho que tiraron cuando estuvimos parados en Villa María. Llegamos, lamentablemente clasificamos en el puesto 21 y los 20 primeros entraban en la final. La última parte del recorrido entre San Luis y Mendoza la hicimos sin velocímetro porque se había roto. A pesar de todo eso casi, casi entramos…

No recuerdo exactamente en qué fase estaba la negociación cuando viajaron a Alemania Occidental el Vice Comodoro Lutereau y el Sr. Freude para definir los detalles del material a proveer para el armado del Rastrojero Diesel. Allí se compraron a Borgward los motores con caja de velocidad, diferencial completo, caja de dirección con columna y volante y luego con una orden de compra adicional, contrabando, la tubería de alimentación de combustible desde el tanque hasta el motor, que se recibían en los mismos cajones, pero que no estaban declaradas.

A mediados de 1955, por disposición del Presidente de IAME se entregaron varios chasis a otros fabricantes, o posibles fabricantes de carrocerías, para que los carrozaran al estilo rural tratando de revivir la “Gauchita”. Siendo ya administrador interino de la Fábrica de Automóviles se recibieron estas unidades carrozadas y realicé personalmente un estudio comparativo teniendo en cuenta las características de cada una de las unidades para definir la más conveniente. Desconozco el destino del estudio y de los vehículos.

Creo recordar que en alguna oportunidad, me tocó recibir a algún representante técnico de Borgward que viajó desde Alemania para analizar detalles de la provisión de materiales y de la instalación de la Fábrica de Motores. Posiblemente se trató del Ing. Krause. Mi permanencia en IAME se prolongó hasta el 30 de abril de 1956, fecha en la que se habían armado algo mas de 5.000 vehículos entre Rastrojero (naftero) y Rastrojero Diesel. Ahí se presentó el momento del desquite, fue cuando dije: “Yo me voy, alguno se tiene que quedar”, y se quedó Sanguinetti …

A todo esto ya había desaparecido el Departamento de Recuperación de Tractores Empire, y la actividad ya se había incorporado a la Fábrica de Automóviles de la que fui primero Jefe del Departamento Rastrojero, luego Jefe de Producción siendo Administrador el Capitán Sánchez, y por fin Administrador Interino desde el 20 de septiembre 1955. Yo estaba en Rosario y me llamaron por radio para que me presentara urgente.

Para terminar quiero hacer mención de los nombres de personas a quienes en algunos casos no he vuelto a ver, que tal vez hayan aparecido en el relato y que tuvieron activa participación en el proyecto y continuidad del Rastrojero. En primer término debo hacer mención de quien fuera mi jefe, Lutereau, y luego Alfredo Elías Casasola, Pfister, el “negrito” Silva, Artura, Gonella, Zamora, Merol, Antinori, Jefe del Depósito, Torres, oficinista que venía en sulqui a la Fábrica, Cortazar, Díaz Valdéz, Amaya, Ruiz, Fenoglio, Simone, Sosa y los ingenieros Troglia y Arboit.
Eso es todo lo que recuerdo y lamento si me olvidé de alguna persona que haya hecho poco o mucho también por este proyecto.”

Ing. Sanguinetti: Ing. Gómez, posiblemente no es porque no te acuerdes sino porque no lo querés decir. En el año 1953 salimos campeones de regularidad de la Asociación Cordobesa de Volantes, en el año 1954 tuvimos el segundo lugar, y en 1955 tuvimos que dejar de competir porque la Fábrica nos dijo basta. Hubo un cambio político y nos dijeron:”Señores, no corren más”. En el 55 veníamos muy bien ubicados.

Ing. Gómez: De las dos cosas que yo recuerdo de la regularidad fue en la primera carrera, cuando cruzamos el arroyo en Mendiolaza y salimos sin frenos porque se habían mojado y después cuando nos tocó el caracol de Salsipuedes, yo lo bajé porque iba prendido al volante, ustedes no sé.

Ing. Sanguinetti: ¡Yo no miraba porque iba leyendo la planilla! Corríamos con el motor Perkins. Quiero hacer una aclaración con respecto a este motor, al informe que hizo la Fábrica de motores: poner el Perkins significaba rediseñar prácticamente todo el vehículo porque este coche derrapaba bárbaramente porque todo el peso estaba adelante. Pero era un motor muy regular en cuanto a mantener una velocidad porque era para maquinaria de campo. Cuando nosotros llegábamos al punto de largada los otros competidores decían ¡Ahí viene la ferretería!, por el ruido que hacía…

Ing. Gómez: La otra carrera que tengo presente también es la que se corrió en Alta Gracia, que pasaba por donde ahora está el autódromo Cabalén, en la bajada de la ciudad. Recorrimos trece veces el circuito marcándolo, cuando salíamos del trabajo, a la tarde, y fue impresionante la primera pasada cuando estaba toda la gente y había que cruzar a 60 y nosotros éramos el primer auto que pasaba, se hicieron a un lado y pasamos….

Ing. Sanguinetti: El instrumento lo habían preparado en la Fábrica de Instrumentos, un velocímetro especial….

Ing. Gómez: Con el sistema que en función de la cantidad de vueltas que tenía que dar para cada velocidad, marcaban después el instrumento para que no hubiera ninguna duda…

Ing. Sanguinetti: Exacto…El año pasado tuve la oportunidad de visitar la Fábrica, allí donde está Lookheed ahora, y dentro de los innumerables edificios abandonados y entre el pasto en que se encuentran, todavía subsiste en pié la barraca 16 donde nació el primer Rastrojero.

Ing. San Martín: Yo quiero aclarar una cosa que me enteré, el ing. Troglia fué uno de los que hicieron el trabajo de las rurales Rastrojero en el año 1955, y la que él hizo fue la que ganó. El concurso estaba dividido en dos partes, una de estudio técnico y otra de estudio económico. El estudio técnico fue el que terminó como dijo Gómez antes de la revolución, y el estudio económico terminó en diciembre del 55. Vino el Dr. Alizón García, que era el Ministro de Defensa de la Nación, a ver los vehículos. En un momento determinado preguntó ¿Y esto cuando se hizo? En enero de 1955. “Entonces no puede ser porque fue durante el gobierno peronista” Así terminó el concurso. Así terminaron con la rural…
Ing.R.G.
***
(Gracias a Eduardo Castagno)

Fuente: http://autoblog.com.ar/2014/12/fallecio-raul-gomez-adios-al-padre-del-rastrojero/

lunes, 1 de diciembre de 2014

Handley Page Jetstream, el hermano del Pucará

El Handley Page Jetstream es un avión turbohélice diseñado para satisfacer las necesidades de pequeñas aerolíneas regionales.
Handley Page se encontraba en la década de 1960 en una mala posición, y querían ser independientes de las grandes compañías inglesas (Hawker Siddeley y el British Aircraft Corporation), pero no contaban con los recursos para desarrollar un nuevo avión de pasajeros de gran tamaño que los mantuviera en el mercado. Frente a esa problematica, decidieron crear un competitivo avión pequeño de pasajeros. El diseño cosechó gran interés en los Estados Unidos, cuando se introdujo en el mercado, teniendo 20 pedidos antes de que se terminara el proyecto.
El diseño fue creado en el año 1965, el interior contaba con 12 asientos. Se decidió mejorar el rendimiento con un nuevo diseño de la nariz siendo más alargada. El fuselaje tenía una sección circular para mejorar la presurización de la cabina de pasajeros. Además, permitía el vuelo a mayor altura y a más velocidad, ofreciendo mayor comodidad a los pasajeros.
El sistema de turbohélice fue el Turbomeca Astazou (sistema de hélice) ya que tenía muy buena fama en esa época, siendo así su primer vuelo el 18 de agosto de 1967 y así este avión fue nombrado Jetstream 1.
A fin de mejorar las perspectivas, se decidió crear un nuevo prototipo, pero éste ya no tendría el Turbomeca, sino que se le agregaría un motor nuevo el Garrett TPE331. El cambio de motor hizo que la USAF (quien ya había hecho varios pedidos) lo considerara para avión carguero. Handley Page ya había tenido varios problemas con los motores del avión así que al segundo prototipo el Jetstream 2 le agrego el motor Astazou XVI. 
Handley Page tuvo retrasos en las entregas y la USAF ya había pedido 11 aeronaves equipadas con 12 asientos y puertas de carga. Pero poco después canceló sus pedidos alegando el retraso de la entrega. El retraso de las entregas y los problemas de los motores había aumentado el costo del proyecto a más de 13 millones de libras. Solo 3 Jetstream 2 se completarían antes de que Handley Page se fuera a la quiebra, y la línea de producción finalmente cerró en 1970.
Unos inversionistas de la Scottish Aviation recogieron el proyecto y fundaron la compañía Aeronaves Jetstream para seguir en la producción de este avión. Otros diez Jetstream 1 fueron producidos por este equipo. Scottish Aviation mantiene la producción de la Jetstream 2, así, aunque se refiere a ella como la Jetstream 200. En febrero de 1972, 26 Jetstream 201S fueron ordenados por la Royal Air Force.

Después de que Scottish Aviation se declaró en quiebra y se fusionó con British Aerospace en 1978, BAe decidió desarrollar un Jetstream"Mark 3" . Al igual que con la versión anterior que fue diseñada para la USAF, pero este modelo tendría un motor turbohélice Garret.
El resultado fue el Jetstream 31, que voló por primera vez en 28 de marzo de 1980. La nueva versión resultó ser tan popular como Handley Page esperaba que el modelo original sería, y varios cientos de Jetstream 31s fueron construidos durante la década de 1980. En 1985, se actualizó el modelo con un nuevo motor y denominandose Jetstream Super 31 o Jetstream 32. En 1993, ya se habían construido 386 unidades. En diciembre de 2008, un total de 158 BAE Jetstream 31 y 32 ya estaban en servicio en varias aerolíneas; y este había sido un gran logro para la compañía.
Especificaciones Jetstream 31
Fabricante Handley Page
Primer vuelo 18 de agosto de 1967
Introducido 1969
Estado En servicio
N.º construidos 458
Tripulación: 2
Capacidad: 19 pasajeros
Longitud: 14,4 m 
Envergadura: 15,9 m 
Altura: 5,3 m
Peso vacío: 4 360 kg 
Peso máximo al despegue: 6 950 kg 
Planta motriz: 2× Turbohélice Garrett TPE331-10UG.
Potencia: 701 kW (966 HP; 953 CV) cada uno.
RendimientoVelocidad máxima operativa (Vno): 488 km/h (303 MPH; 263 kt)
Velocidad crucero (Vc): 426 km/h (265 MPH; 230 kt)
Velocidad de entrada en pérdida (Vs): 159 km/h (99 MPH; 86 kt)
Alcance: 783 km 
Régimen de ascenso: 10,6 m/s 
Carga alar: 276 kg/m2
Potencia/peso: 0,201 kW/kg (0.123 hp/lb)

domingo, 26 de octubre de 2014

El 'top' cinco de los cazas de combate más destacados de todos los tiempos

¿Cuáles son los cinco aviones de combate más importantes de todos los tiempos? Robert Farley, experto en temas militares y diplomáticos de la revista estadounidense 'The National Interest' ofrece su 'ranking' personal.
© Wikimedia
Pese a la divulgada opinión de que la respuesta siempre depende de las características de las aeronaves, Robert Farley, analista de 'The National Interest' sugiere que esta no es la forma más adecuada de abordar la cuestión.

Cada nación compra y desarrolla aviones de combate para resolver sus problemas estratégicos, y los aviones, en consecuencia, deben ser evaluados de acuerdo con su capacidad de solucionar estos problemas. Por lo tanto, la pregunta motivadora es la siguiente: ¿Cuán bueno es un avión para ayudar a resolver los problemas estratégicos de las naciones que los desarrollan o los compran? Esta pregunta lleva al autor a los siguientes parámetros de evaluación:

Características de combate: Cómo actúa una aeronave en combates contra sus rivales, incluyendo no sólo a otros cazas, sino también a los bombarderos y las instalaciones en tierra.
-Fiabilidad: ¿Podrá contar con ese avión para combatir cuando se le necesite, o pasa más tiempo en reparación que en el aire?
-Costo: Cuánto tiene que pagar una organización o una nación en términos de sangre y dinero para hacer que ese avión cumpla sus fines.
 
En función de estos parámetros Robert Farley ofrece la siguiente versión de los cazas más grandes de la historia:
 
El francés Spad S.XIII
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En la primera época de la aviación militar, la innovación tecnológica cobró unos ritmos tan impresionantes que cada nueva aeronave quedaba obsoleta en un año. Los ingenieros en Francia, Gran Bretaña, Alemania e Italia trabajaron constantemente para superar a sus enemigos en la Primera Guerra Mundial y cada año nuevos cazas de combate se incorporaban en esa encarnizada lucha.  

En este contexto, seleccionar el caza dominante de la época es difícil. Sin embargo, el Spad S.XIII destaca por sus características de combate y la facilidad de producción. Basado en gran parte en el consejo de los aviadores franceses como Georges Guynemer, el S.XIII carecía de la capacidad de maniobra de algunos de sus contemporáneos, pero pudo superar a la mayoría de ellos y obtuvo muy buenos resultados, ya fuera en subida o picado. Su diseño era lo suficientemente simple como para poder producir casi 8.500 aeronaves que finalmente entraron en servicio.

Los S.XIII llenaron no solo los escuadrones de cazas franceses, sino también los de los países aliados. El as estadounidense Eddie Rickenbacker se anotó veinte de sus victorias pilotando un S.XIII, muchas de ellas sobre los cazas alemanes más avanzados de la época, entre ellos el Fokker D.VII.

El Spad S.XIII ayudó a los aliados a resistir durante la ofensiva alemana desplegada por el general Ludendorff, y controló los cielos de Francia durante la contraofensiva. Después de la guerra, se mantuvo en servicio durante varios años en Francia, Estados Unidos, y en otra docena países.

Grumman F6F Hellcat
Por supuesto, no solo las fuerzas aéreas operan los aviones de combate. El caza embarcado F6F Hellcat no se puede comparar con el Spitfire, el P-51, o el Bf-109 en muchas de las características básicas de vuelo, aunque su capacidad de trepada fue impresionante. Lo que el F6F sí podía hacer mejor que otras aeronaves era volar desde portaaviones, y esta característica suya jugó un papel primordial en la gran ofensiva de portaaviones de la Armada estadounidense en la guerra naval contra Japón.
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Al entrar en la guerra en septiembre de 1943, el F6F obtuvo el 75% de las victorias aéreas en el Pacífico. En general, los F6F se anotaron casi 5.200 victorias perdiendo solo 270 aviones en combates aéreos, incluyendo la relación de 13:1 contra los Mitsubishi A6M Zero.

En 1943, Estados Unidos necesitaba un caza bastante robusto como para soportar una campaña muy distante de la mayoría de las bases, pero al mismo tiempo rápido y lo suficientemente ágil. Resistente y fiable como un ladrillo, el Hellcat encuadró en esas tareas.

Messerschmitt Me-262
Creado al final de la Segunda Guerra Mundial, el Me-262 Schwalbe ('Golondrina') no pudo ganar la guerra para Alemania, y tampoco pudo detener los bombardeos masivos combinados.
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Sin embargo, este avión es conocido como el primer caza a reacción operativo del mundo, cuya producción a gran escala se retrasó por la resistencia dentro del gobierno alemán y de la Luftwaffe a dedicar recursos a un avión experimental sin un papel claro. No obstante, a medida que la necesidad de un interceptor muy superior en características a los cazas de Estados Unidos se hacía más evidente, el Me 262 encontró su lugar. La 'Golondrina' resultó devastadora contra formaciones de bombarderos estadounidenses, y podía volar más rápido que los cazas de EE.UU.

El Me 262 no fue un caza perfecto: le faltaba la capacidad de maniobra que disponían los mejores interceptores norteamericanos, y los pilotos estadounidenses y británicos desarrollaron tácticas de combate contra las 'Golondrinas'.

La Alemania nazi necesitaba un avión capaz de hacer que el precio de mantener una enorme flota de bombarderos pesados fuese demasiado alto para los aliados. El Me 262 entró en escena demasiado tarde para resolver ese problema, pero es difícil imaginar cualquier otra aeronave que pudiera haber llegado más cerca para cumplir esa tarea.

Mikoyan-Gurevich MiG-21 'Fishbed'
El MiG-21 ('Fishbed', en la terminología de la OTAN) intervino activamente en la guerra en Vietnam como el rival más temible de los F-4 estadounidenses y en varias de las guerras de Oriente Medio, en algunas de las cuales luchó en ambos bandos.
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Barato, rápido, fácil de manejar y con bajos requerimientos de mantenimiento. Es relativamente fácil aprender a pilotarlo. Las fuerzas aéreas de varios países continuaron comprando el MiG-21 por un largo tiempo. Contando su versión china, Chengdu J-7, en el mundo tal vez hayan sido fabricados 13.000 MiG-21. En cierto sentido, el 'Fishbed' es el 'AK-47' (o el tanque 'T-34', si se prefiere) de los cazas de combate. 

Cincuenta países han operado el MiG-21 durante 55 años. El avión sigue siendo un elemento clave de 26 fuerzas aéreas diferentes, incluyendo la Fuerza Aérea de la India, del Ejército Popular de Liberación chino, la Fuerza Aérea Popular de Vietnam, y la Fuerza Aérea Rumana. Para los países que necesitan una opción barata para el control de su espacio aéreo nacional, el MiG-21 ha resuelto sus problemas durante varios años y es probable que continúe cumpliendo con esa misión. 

McDonnell Douglas F-15 Eagle
Cuando entró en servicio en 1976, fue reconocido de inmediato como el mejor caza del mundo. Hoy en día, podría decirse que todavía es el mejor caza multifuncional de costo ajustado, sin importar que el Su-27 o el F-22 le superen en algunos aspectos.
 
© Wikimedia
El Eagle simboliza una época entera de la Fuerza Aérea de EE.UU., desde la resaca de Vietnam hasta el período de la dominación posterior a la Guerra Fría. Diseñado a partir de las lecciones sacadas en Vietnam, el F-15 superó a otros cazas pesados del mundo y estableció un nuevo estándar para un avión de superioridad aérea moderna. La línea de producción de los F-15 trabajará al menos hasta el año 2019, y más si Boeing logra vender a alguien el Silent Eagle, su versión más moderna.

A raíz de Vietnam, Estados Unidos necesitaba una plataforma para lograr la superioridad aérea contra los mejores cazas de la Unión Soviética. El F-15 (complementado por el ligero F-16) proporcionó esta posibilidad. Tras el final de la Guerra Fría, Estados Unidos necesitaba una aeronave lo suficientemente versátil para llevar a cabo la misión de superioridad aérea y al mismo tiempo convertirse en un avión de ataque eficaz. El F-15 resolvió ambos problemas.

Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/143479-top-cinco-cazas-combate-destacados

viernes, 3 de octubre de 2014

Recordando al Rastrojero Diesel

El Rastrojero Diésel es una camioneta pickup (también se desarrollaron taxis) diseñado por los Ings. Raúl Gómez, y Félix Santiago Sanguinetti, y fabricado por la Fábrica de Automóviles del I.A.M.E. (Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado) en la República Argentina entre los años 1952 y 1979.

Debe su nombre a su propósito de "marchar sobre el rastrojo del campo (residuo de cosecha)". De 1952 a 1954 se utilizaron motores a gasolina de la Willys-Overland provenientes de tractores, y desde 1954 con la producción masiva, se empleó el Borgward diésel de cuatro cilindros, de inyección indirecta, con calentamiento de bujías. Resultó un utilitario rústico y eficiente para el transporte de hasta una tonelada, apto para el desplazamiento sobre tierra y barro y regular desempeño sobre pavimento. Tuvo asimismo aceptación en las ciudades.

El primer diseño (hasta 1969) constaba de cabina metálica carrozada, con característicos guardabarros separados y abiertos para evitar la acumulación de fango. La caja de carga original era de madera con herrajería metálica. Todo montado sobre bastidor de chapa de acero. Suspensión delantera con amortiguación tradicional y trasera con elásticos (flejes superpuestos). Tracción trasera.

Hoy en día siguen habiendo gran número de Rastrojeros en Argentina, e inclusive países vecinos como Uruguay, Chile y Bolivia. Dada su fortaleza y simpleza de mécanica se lo utiliza mucho para trabajos de campo y zonas rústicas.

El Rastrojero, nació como un proyecto impulsado por la empresa estatal IME (Industrias Mecánicas del Estado), durante la época de estímulo a la explotación de la mano de obra local y fomento a la industria nacional, durante la presidencia del General Juan Domingo Perón. Para la producción de este vehículo, se utilizó una partida de tractores Empire, que habían sido adquiridos por el Gobierno Nacional en Estados Unidos, unos años después de finalizada la Segunda Guerra Mundial. Estos tractores tenían un problema en su diseño que no permitía que este fuera utilizado, por lo que terminaron archivados en un galpón. Finalmente, estos tractores fueron reconvertidos por un grupo de técnicos e ingenieros que trabajaron en el armado de un nuevo vehículo.
El primer Rastrojero en ver la luz, se estrenó en el año 1952. El mismo estaba equipado con el motor que utilizaran estos tractores, un Willys Overland naftero de 2.2 litros, y estaba montado a un chasis similar a los antiguos Ford '37. Su carrocería constaba de una pequeña caja de madera con capacidad para media tonelada de carga, y una cabina que rememoraba a las antiguas coupés norteamericanas. Su aspecto era demasiado rústico, pero resultaba fiable a la hora de trabajar en el campo.
Luego de dos años de producción, la demanda de Rastrojeros creció a pasos agigantados, por lo que se evaluó la posibilidad de realizar un cambio de motor, ante el inmininente fin del stock de los motores Willys. Fue así que en 1954, comenzó a fabricarse la versión más popular: 

El Rastrojero Diésel. Este utilitario venía equipado con un motor diésel Borgward D4M de 1758 cm³, el cual ofrecía 42 CV de potencia. Fue el modelo de Rastrojero más fabricado y vendido sobrepasando las 26 mil unidades. Finalmente, en 1968 la producción de este modelo fue reemplazada por un modelo de Rastrojero más moderno. Los diferentes modelos vendidos fueron el Rastrojero Willys, el Rastrojero Diésel NP62 (con caja de madera), el Rastrojero Diésel NP66 (con caja metálica) y el Rastrojero Diésel NP66 Doble cabina.
Finalmente, en el año 1968 el Rastrojero sufrió un rediseño total en su carrocería. El nuevo modelo ahora tomaba el aspecto de un vehículo más duro que el anterior. Su diseño presentaba una carrocería fabricada totalmente en acero, en la cual la cabina y la caja estaban unidas en un solo cuerpo. Sin embargo, también hubo modelos que presentaron cajas de madera estructurada. Además de su estética, en lo que a su mecánica se refería también habían novedades. El nuevo modelo venía equipado con un motor Indenor XD 4.88 gasolero de origen Peugeot, equipado a una caja de cambios de 4 velocidades. A pesar de este cambio de motor, Borgward siguió proveyendo cajas de cambio.

Sin embargo, a pesar de varios intentos por parte del Ministerio de Aeronáutica y luego del de Defensa por detener su producción, el Rastrojero continuó en su línea de montaje. Los ingenieros, técnicos y empleados de la fábrica no premitieron que eso suceda, garantizando su producción hasta 1979. Durante este tiempo, la evolución del modelo estuvo muy frenada a causa de estos intentos de cortar su producción, aunque a pesar de ello, fue significativa la evolución de su planta de poder, comenzando por aquel motor naftero de 65 CV, pasando por el Diésel Borgward de 42 CV y terminando con el Diésel Indenor de 60 CV.

En 1969 se rediseña totalmente la carrocería, ofreciéndose varias versiones: caja de madera; caja metálica; chasis con cabina, furgón, ambulancia, rural y doble cabina con 2 o cuatro puertas, las primeras versiones con motor Borgward y luego con motor Indenor. En 1974 se le efectúan cambios menores en la carrocería (rediseño de frente y posterior).
También, la fábrica en ese entonces había sacado a la venta diferentes modelos diseñados sobre la base del Rastrojero, entre los que se destacaban un camión frontal similar a un modelo IKA, un furgón basado en este camión, y el Rastrojero Conosur, un automóvil diseñado a partir de la segunda generación del Rastrojero y que fue destinado exclusivamente para ser empleado en las flotas de taxis.

En el Combate de Manchalá, los guerrilleros argentinos del Ejército Revolucionario del Pueblo utilizaron este modelo como parte de su pequeña columna de transporte y logística. Finalmente y por disposición del Gobierno del Proceso de Reorganización Nacional que imperaba en Argentina, la producción del Rastrojero y de todos sus derivados fue suspendida el 22 de mayo de 1979.

En 1979, durante el gobierno de facto, en la dictadura cívico-militar, de Jorge Rafael Videla y con la presencia en el ministerio de economía de José Alfredo Martínez de Hoz se liquida a la empresa estatal IME, terminando así con la producción de los conocidos Rastrojeros. El gobierno nacional a través del Ministerio de Defensa llamó a licitación para la venta del patrimonio y la empresa Lo Giudice-Pace gana la licitación, adquiriendo todo el herramental y el stock remanente, trasladándolo a la ciudad de Villa Gobernador Gálvez. Con el objetivo de reiniciar la producción de los populares utilitarios, la empresa realiza gestiones ante la Secretaría de Industrias de la Nación el 6 de agosto de 1982. Sin embargo, los trámites se demoraron más de tres años y recién en 1985 se acepta la solicitud. Durante ese lapso, se produjeron unas 400 unidades de los modelos pick up y “frontalito” a un ritmo de unas 15 unidades mensuales.

La producción estuvo a cargo de un grupo de concesionarios, que sin línea de montaje y empleando a unos 30 operarios, realizaban el armado de los Rastrojeros empleando el stock remanente y recurriendo también a proveedores externos que aún fabricaban muchas de las autopartes. Para la motorización también se recurrió al stock de algunos propulsores Indenor más algunos que se trajeron de Borgward Uruguay. De acuerdo a la legislación vigente, estas unidades eran consideradas como “armadas fuera de fábrica”. Sin embargo, la realidad indicaba que no se trataba de una verdadera producción en serie y poco tiempo después se concluye la actividad. Pero el rastrojero tenía los días contados. La empresa sanjuanina Imetal S.A. perteneciente al grupo Massey Ferguson presenta en 1989 a los conocidos utilitarios, esta vez rebautizados con el autóctono nombre de Ranquel, pero ya fabricados en Provincia de San Juan. Poco tiempo después se abandona la producción.

Especificaciones:
Fabricante Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado
Período 1952-1979
Tipo Utilitario
Carrocerías Pick-Up
Configuración Motor delantero / tracción trasera
Diseñador Ing. Raúl Gómez, e Ing. Félix Santiago Sanguinetti
Características generales[editar]
Tracción: trasera
Refrigeración: agua (8 L)
Relación Final: 4,75:1 (desde unidad Nº 12.000 4,22:1)
Capacidad Combustible (L): 70
Peso Vacío (kg): 1.270
Largo (mm): 4.650
Ancho (mm): 1.690
Alto (mm): 1.660
Distancia entre Ejes (mm): 2.680
Trocha Delantera (mm): 1.490 (1.470 NP 66)
Trocha Trasera (mm): 1.490 (1.430 NP 66)
Frenos (Del/Tras): tambor/tambor
Dirección: tornillo sin fin
Suspensión Delantera: paralelogramo deformable, elástico transversal
Suspensión Trasera: eje rígido, elásticos longitudinales
Neumáticos: 6.00 x 16"
Generador Eléctrico: dínamo 12 V 130 W (160 W NP 66)
Capacidad de Carga: 500 kg (650 kg NP 66)
Consumo Promedio (km/L): 15,5
Aceleración 0 a 90 km/h (s): 40,2
Velocidad Máxima (km/h): 103
Primera generación (1952-1969): Fabricante Industrias Mecánicas del Estado
Período 1952-1969
Tipo Utilitario
Carrocerías Pick-Up, cabina simple o cabina doble (1965-1969)
Configuración Motor delantero / tracción trasera
Largo / ancho/ alto / batalla 4.650, 1.690, 1.660, 2.680 mm
Diseñador Ings. Raúl Gómez y Félix Santiago Sanguinetti
Motorizaciones
a) Gasolina (1952-1954)
Motor: Willys-Overland
Ciclo: 4 tiempos, válvulas laterales
Ubicación: delantero longitudinal
Cilindrada (cm³): 2.199
Cilindros: 4
Diám. x Carr. (mm): 79,3 x 111,1
Relación de Compresión: 7,5:1
Potencia (CV): 65
Régimen (r.p.m): 4.000
Combustible: nafta bajo octanaje
Sistema de Combustible: carburador Carter W 01
Velocidades: 3
b) Diésel NP 62 (1954-1965)
Motor: Borgward D4M 1,8
Ciclo: diésel, válvulas a la cabeza
Ubicación: delantero longitudinal
Cilindrada (cm³): 1.758
Cilindros: 4
Diámetro x Carrera (mm): 78 x 92
Relación de Compresión: 19,8:1
Potencia (CV): 42
Régimen (r.p.m): 3.400
Par Motor (mkg): 10,5
Régimen (r.p.m): 2.200
Combustible: GasOil
Sistema de Combustible: inyección indirecta Bosch FP / KE 22 A
Velocidades: 4
c) Diésel NP 66 (1965-1969)
Motor: Borgward D301 E1
Ciclo: diésel, válvulas a la cabeza
Ubicación: delantero longitudinal
Cilindrada (cm³): 1.797
Cilindros: 4
Diámetro x Carrera (mm): 78 x 94
Relación de Compresión: 19,8:1
Potencia (CV): 52
Régimen (r.p.m): 4.000
Par Motor (mkg): 10,8
Régimen (r.p.m): 2.300
Combustible: GasOil
Sistema de Combustible: inyección indirecta Bosch FP / KE22 M6
Velocidades: 4
d) Motor Indenor XD 4.88 (1972-1979)
Ciclo: Diésel, árbol de levas lateral válvulas a la cabeza
Ubicación: Delantero longitudinal (inclinado 45º)
Cilindrada (cm³): 1.946
Número de Cilindros: 4
Diámetro x Carrera (mm): 88 x 80
Relación de Compresión: 21,0 : 1
Potencia: 60 HP (DIN)
Régimen (r.p.m): 4.500
Par Motor (mkg): 12,1
Régimen (rpm): 2.250
Procedencia de las autopartes Modelo Diésel - 1954
Chasis: Autoar (AR)
Motor: Borgward (AR/GE)
Transmisión: Borgward (AR/GE)
Caja de vel.: Borgward (AR/GE)
Amortiguadores: Fric-Rot (AR)
Cabina: IAME (AR), chapa automotriz
Caja de carga IAME (AR)
Llantas Travessaro (AR)

Cantidades producidas
Modelo                        Unidades                     Producción
A Gasolina (Naftero) 2.365                     1952-1954
Diésel NP 62                 26.067                     1954-1965
Diésel NP 66                 3.430                     1965-1969
Diésel NP 66 doble cabina 704                             1969-1979

En 1969, aparece un nuevo modelo el F 71 frontal (desde 1974 SM 81) conocido como Frontalito, utilizando la carrocería de los últimos frontales fabricados AUTO UNIÓN.

Se ofrecen las versiones: caja de madera; caja metálica; chasis con cabina, furgón, minibus y doble cabina.
Especificaciones:
Comienzo Fabricación: 1969
Término de Fabricación: 1979
Origen: Argentina
Denominación Original: Rastrojero
Carrocería: Pick-up sobre bastidor
Puertas: 2
Motor: Indenor XD 4.88
Ciclo: Diesel, árbol de levas lateral válvulas a la cabeza
Ubicación: Delantero longitudinal (inclinado 45º)
Cilindrada (cm3): 1.946
Número de Cilindros: 4
Diámetro x Carrera (mm): 88 x 80
Relación de Compresión: 21 : 1
Potencia : 60 HP (DIN)
Régimen (r.p.m): 4.500
Par Motor (mKg): 12,1
Régimen (r.p.m): 2.250
Tracción: Trasera
Refrigeración: Agua (10 litros)
Combustible: Gas-Oil
Sistema de Combustible: Inyección indirecta Bosch EP / VA
Velocidades: 4
Relación Final: 4,75 : 1
Capacidad Combustible (litros): 40
Peso Vacio (Kg): 1.235
Largo (mm): 4.830
Ancho (mm): 1.760
Alto (mm): 2.035
Distancia entre Ejes (mm): 2.660
Trocha Delantera (mm): 1.420
Trocha Trasera (mm): 1.450
Frenos (Del/Tras): Tambor/Tambor
Dirección: Tornillo sin fin
Suspensión Delantera: Paralelogramo deformable
Suspensión Trasera: eje rígido, elásticos longitudinales
Neumáticos: 6,00 x 16"
Generador Eléctrico: Alternador 12 V, Batería 90 Ah
Detalle: Capacidad de Carga: 1.150 Kg

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Rastrojero
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viernes, 26 de septiembre de 2014

El patrullero ARA “Murature” cumple un ciclo de vida

(Gaceta Marinera) - Luego de 69 años de servicio operativo en la Armada, se realizó la última ceremonia de arriado del pabellón. Fue el adiós a un buque construido en el país.

Buenos Aires - El comandante del Área Naval Fluvial, contralmirante Germán Cibeira, encabezó ayer el acto en presencia del comandante de la Escuadrilla de Ríos, capitán de fragata Santiago Villemur, y distintas autoridades navales. La ceremonia tuvo lugar en el Apostadero Naval de Buenos Aires.

Estuvieron presentes el segundo comandante del “Murature”, teniente de navío Tomás Campos –a cargo de la custodia de la unidad–, su última dotación, ex comandantes del patrullero, autoridades navales de las unidades que integran la Escuadrilla de Ríos e invitados especiales.

“El buque lo dio todo. Fueron 69 años operando de manera ininterrumpida. El patrullero ‘Murature’ descansará a la espera del pasaje de guardia que asumirá en el futuro otro buque de la Armada al asumir su nombre”, expresó el capitán Villemur.

El patrullero fue construido en los Talleres Generales de la Base Naval Río Santiago. En abril de 1945 entró en servicio operativo y desde aquel momento fueron 73 los comandantes seleccionados para conducirlo, recorrió casi medio millón de millas náuticas y realizó un total de 1.157 singladuras. A su vez, en sus cubiertas se brindó instrucción a más de 70 promociones de los diferentes institutos de formación de la Armada.

“Si viajamos medio siglo atrás en el tiempo, podemos ver al “Murature” navegando entre hielos en la Antártida, patrullando el mar argentino, navegando los ríos, realizando rescate a náufragos, remolques o capturando pesqueros ilegales”, destacó el capitán Villemur.

Luego agregó: “Con el nombre de Murature se honró al prócer naval, comodoro de Marina José Félix Murature, quien combatiera a órdenes del almirante Guillermo Brown en aguas del Río de la Plata”.

El comodoro Murature

El marino y pintor de origen genovés, José Félix Murature, llegó al grado de comodoro de Marina en la Armada Argentina. A los 11 años se inició en la vida marinera en una fragata francesa y llegó al país en 1825. Al año siguiente se enroló en la flota que conducía el almirante Guillermo Brown. Se convirtió en un experto navegante de los ríos de La Plata, Paraná y Uruguay.

Murature se distinguió a los ojos de Brown cuando comandó un pequeño barco explorador y consiguió información de la flota enemiga en tiempos de la guerra del Brasil. También participó de las guerras civiles argentinas y en la guerra del Paraguay. Sus días después de servir a la Armada los pasó como retirado pintando escenas navales y retratos de buques de la Institución

jueves, 25 de septiembre de 2014

Las carambolas volvieron ayer al legendario salón de Los 36 Billares

Carambola. En el flamante paño verde, un jugador ensaya un movimiento. Detrás, la escena se repite en el primer día tras la reapertura. /GERARDO DELL OROPor Romina Smith (Clarín.com) - Estaba cerrado desde hace 9 meses
El subsuelo reabrió remodelado y con mesas restauradas. En un mes, el café volverá a funcionar también como pizzería.

Carambola. En el flamante paño verde, un jugador ensaya un movimiento. Detrás, la escena se repite en el primer día tras la reapertura. /GERARDO DELL ORO

El ruido es único. El taco golpea la bola, que a su vez pega contra una de las bandas antes de chocar contra otra bola. El ruido es único. Y ayer volvió a escucharse en la Avenida de Mayo, donde un grupo de especialistas no pudo esperar y no tardó en despuntar el vicio en ese templo de mesas y paño verde que es Los 36 Billares, que reabrió ayer con su subsuelo remodelado, pero con el espíritu intacto.

Todo el café había cerrado el último día del año pasado para pasar 9 meses en remodelación. Ahora, redecorado y con cambios, pero respetando el patrimonio, el nuevo salón reabrió y sigue con el billarista Osvaldo Berardi al frente del espacio al que se accede por una escalera desde la entrada del local, que da sobre la emblemática Avenida de Mayo al 1200, y que es parte del Bar Notable.

Para esta reapertura, que por ahora solo alcanza al subsuelo (el salón principal, en la planta baja, será reinaugurado recién en octubre o noviembre, cuando terminen las obras de recuperación y remodelación) Berardi dijo que espera no solo volver a convocar a los habitués de siempre, también pretende que el salón sume a los fanáticos que se quedaron sin lugar para practicar billar después del cierre de la Richmond, donde ahora hay un local de ropa deportiva.

Y ahí estaban ayer muchos de ellos. En su mayoría hombres con pinta de expertos. Taco en mano, dispuestos a jugar a tres bandas y con el objetivo de conseguir las más arriesgadas carambolas.

La obra, que demandó nueve meses de trabajo, fue supervisada por Berardi, que fue homenajeado por la Legislatura y ostenta varios títulos, y llevada adelante por los nuevos dueños, propietarios de una cadena de pizzerías. Se trabajó en detalles como luces, pisos y el bar, y se reacondicionaron las sillas que se usaban desde hace años pero que ahora fueron lustradas y reparadas a nuevo. La intención es que el lugar, según contó el billarista, recupere su esplendor, y a la vez muestre su historia: por eso en las paredes hay cuadros que repasan distintos momentos de un salón que abrió en 1894 y supo tener campeonatos con jugadores reconocidos de distintas partes del mundo.

Con las nuevas intervenciones, otra de las intenciones principales es que esos torneos vuelvan y coloquen al lugar entre los principales referentes del rubro. Según Berardi, no hay ningún salón en la Ciudad que tenga esa calidad de mesas, que fueron reacondicionadas y son aptas para recibir competencias internacionales.
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