Por Francisco Cabrera * - Infobae.com
1. ¿Tenemos un problema de balanza comercial?
Nuestro problema es que exportamos muy poco. El gobierno anterior destruyó la capacidad exportadora de la Argentina. El problema no es que importamos mucho sino que exportamos poco. Los países que crecen, que se desarrollan, exportan mucho. Las exportaciones por habitante de México son más del doble que las nuestras, las de Chile son el triple y las de Canadá 10 veces superiores.
Los datos son claros: las importaciones de 2017 llegaron a 67.000 millones de dólares, por debajo de las de 2011, 2012 y 2013. El problema es que están por debajo las exportaciones que fueron 58.500 millones de dólares el año pasado.
Lo que tenemos que hacer es exportar cada vez más. Y eso implica seguir adelante con una serie de medidas para aumentar la competitividad sistémica de la economía.
2. ¿Hay una avalancha de importaciones?
No hay una avalancha de importaciones. Tanto en relación al PBI como en dólares corrientes, estamos en un nivel de importaciones inferior al de 2011 al 2013.
Además, lo importante es qué cosas estamos importando. Las importaciones crecen desde 2015 porque la Argentina volvió a crecer. Casi 8 de cada 10 dólares de las importaciones de 2017 se relacionan con la producción. Detrás de muchas importaciones hay historias de empresas que están invirtiendo, generando valor agregado y empleo.
Es el caso de Nissan, por ejemplo, que importó una línea de producción que generó más de 500 empleos en Argentina y permitirá producir camionetas para toda la región. También necesitamos importar caucho para producir neumáticos y algunos plásticos para hacer juguetes.
Finalmente, más importaciones también son más oportunidades para los consumidores. Un ejemplo es lo que pasó con las computadoras: eliminamos los aranceles y eso produjo una baja de precios en dólares de casi 25% y un aumento de ventas de más de 50%. Eso significa más PyMEs equipándose con computadoras nuevas, para innovar y generar empleo; y también más familias y personas con computadoras para estudiar y usarlas para lo que quieran. El Programa Conectar Igualdad compraba computadoras a 450 dólares y con esta medida bajaron a 230 dólares. Ya no es necesario viajar al exterior para encontrar computadoras a precios razonables.
3. ¿Estamos ante la peor balanza comercial de la historia? ¿Esto no termina en una crisis?
No. Hubo años en que la Argentina tuvo déficits comerciales mayores medidos como porcentaje del PBI. El año con el mayor superávit de balanza comercial fue 2002, uno de los peores años de nuestra historia.
Muchos países tuvieron desequilibrios externos prolongados sin terminar en crisis sino en convergencias y crecimiento. Entre los casos con déficit por períodos mayores a diez años y que luego alcanzaron superávit sin crisis están Israel 1990-2003, Bolivia 1988-2002 y Chile 1985-2004. En estos casos, y en nuestro país, las importaciones son nuevas inversiones que preparan a la economía para competir en el mundo.
Estamos en una transición importante hacia una economía mucho más dinámica, que genera oportunidades para más argentinos e integrada al mundo.
4. ¿Las importaciones están destruyendo empleo?
No. Lo que destruye empleo es el no crecimiento y la falta de inversión.
El empleo estuvo prácticamente estancado desde 2011 y en 2017 el empleo registrado creció 2,1%. El modelo anterior, que destruyó capacidades exportadoras, deprimió las importaciones, deprimió las exportaciones y dejó al empleo estancado. Ahora, en cambio, el empleo comenzó a crecer. Necesitamos importar para producir; no podemos vivir aislados del mundo si queremos un país desarrollado, que reduzca la pobreza, que genere oportunidades. No hay países desarrollados aislados, y Argentina es una de las economías más cerradas del mundo: importamos alrededor de 12% del PBI: sólo Sudán y Nigeria importan menos que Argentina. Para generar empleo sostenible y que pague salarios cada vez más altos necesitamos importar más y exportar más, necesitamos integrarnos de una manera inteligente en el mundo y estamos avanzando en ese camino.
5. ¿Caen las exportaciones?
Las exportaciones cayeron todos los años entre 2011 y 2015, pero en 2016 y 2017 volvieron a crecer. El año pasado, las exportaciones de manufacturas de origen industrial crecieron 11%.
Durante los últimos años del kirchnerismo se perdieron mercados externos y capacidades de exportación en las empresas, que no se recuperan de un día para el otro. En 2006 exportaron 15.000 empresas y en 2015 sólo lo hicieron 9.600. Uruguay y Paraguay superaron a Argentina en exportaciones de carne y Chile llegó a superarnos en exportaciones de dulce de leche. Carne, trigo, gas, autopartes, son sólo algunos de los productos que dejamos de vender.
6. ¿Cómo hacemos para que crezcan las exportaciones?
Desde el comienzo del gobierno implementamos una gran variedad de medidas para fomentar la exportación, comenzando por la reducción o eliminación de las retenciones y el aumento de los reintegros a la exportación. Lanzamos el programa Exporta Simple, para qué más PyMEs puedan comenzar a exportar. En los pocos meses desde que lanzamos el programa, 30% de las operaciones fueron de empresas que exportaban por primera vez. Por Exporta Simple ya se enviaron productos a Estados Unidos, Israel, Australia, Nueva Zelanda y Japón, entre otros. Y hay casos de lo más variados: accesorios con cuero, repuestos de helicópteros, balanzas, botas de montar, libros, productos para riego, herramientas, sillas, redes de pesca. Los servicios basados en el conocimiento ya son el tercer complejo exportador del país y una de las grandes oportunidades para las próximas décadas.
La Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional trabaja todos los días junto a nuestras empresas para abrir mercados y ampliar su capacidad exportadora.
Para recuperar mercados, entre otras cosas, logramos que Estados Unidos permita la exportación sin aranceles de más de 700 productos de nuestras economías regionales; firmamos el tratado de doble tributación para exportar servicios a Brasil y firmamos un acuerdo para exportar hasta 42.000 autos por año a Colombia. El caso automotriz es una muestra de esta transición que estamos haciendo. Firmamos un acuerdo automotriz con todo el sector para fomentar las exportaciones de autos argentinos y estamos sentando las bases para una industria cada vez más exportadora. Hace pocas semanas Fiat comenzó a producir su nuevo modelo, el Cronos, en su planta de Córdoba. 500 nuevos trabajadores van a fabricar 125 mil autos por año. Volkswagen anunció el año pasado una inversión de 650 millones de dólares en su planta de Pacheco que incluye producir una SUV (un utilitario deportivo) para exportar a toda la región.
7. ¿Qué va a pasar en 2018 con el déficit comercial?
Es muy probable que volvamos a tener un déficit comercial en 2018. Esto es parte de una transición, amplia y profunda, hacia una economía más integrada, con más nivel de importaciones y más nivel de exportaciones. Necesitamos seguir importando bienes de capital para fortalecer a nuestra industria y poder competir.
El crecimiento que tendrá Brasil este año ayudará al desarrollo de las exportaciones industriales.
Por ahora, las importaciones vienen creciendo más que las exportaciones. Estamos convencidos de que vamos a equilibrar el sector externo gracias al crecimiento sostenido y el aumento de las exportaciones.
8. ¿Están abriendo la economía como en los noventa?
Definitivamente no. Lo que estamos buscando es una inserción inteligente: estamos solucionando los problemas de competitividad, estamos ganando mercados y facilitando el comercio. Estamos haciendo todo esto con un tipo de cambio flexible.
Además, continuamos con una ambiciosa agenda de negociaciones internacionales, incluyendo avances en el Mercosur, la ratificación del acuerdo con Egipto y acercándonos a un acuerdo con la Unión Europea. Finalmente, avanzamos en la facilitación del comercio ayudando a generar nuevos exportadores con programas como Exporta Simple, la Ventanilla Única de Comercio Exterior y mucho más.
9. ¿Argentina puede competir?
No tenemos dudas de que podemos competir con los mejores. Puntualmente, hoy tenemos los problemas remanentes del cambio de régimen económico, los problemas de competitividad sistémica por décadas de políticas fallidas y la pérdida de mercados y capacidades internas de los últimos años.
La reducción gradual del déficit fiscal y de la inflación en un contexto de tipo de cambio flexible implica un desafío transitorio a la competitividad de la economía real, que estamos enfrentando con medidas como la inversión en infraestructura, la reforma tributaria, el aumento de reintegros a las exportaciones y la eliminación de las retenciones. Nos estamos ocupando de cada uno de estos temas para competir cada vez más y mejor en el mundo.
Tenemos grandes oportunidades. Por ejemplo, la planta de Toyota de Zárate es una de las más productivas de la empresa en el mundo. Las válvulas de los motores de Ferrari se hacen en Rafaela. El año pasado exportamos 50% más de pastas y 65% más de helados. No tenemos dudas de que muchos otros sectores pueden competir.
Los argentinos podemos hacer mucho más y como gobierno nos hacemos cargo de esto: tenemos que seguir ayudando y acompañando a las empresas y a los trabajadores a acercarse a esos 7.000 millones de clientes potenciales que tenemos en el mundo. Tenemos con qué, tenemos la capacidad para ser y para hacer mucho más de lo que somos y hacemos hoy, y eso nos va a permitir crecer, reducir la pobreza, vivir mejor.
* Ministro de Producción de la Nación