Envió a la Legislatura un proyecto de ley para hacer un canje voluntario de 1.500 millones de dólares.
Cuando Horacio Rodríguez Larreta asumió como jefe de Gobierno el 95% de las obligaciones de la Ciudad de Buenos Aires estaban en dólares y en lo que va de su mandato redujo ese ratio al 63%. Ahora, con el objetivo de reducir el costo fiscal de la deuda, envió a la Legislatura porteña un proyecto de Ley para canjear 1.500 millones de dólares en bonos que vencen hasta el 2021.
Según informó este miércoles el Ministerio de Hacienda porteño, a cargo de Martín Mura, este proyecto "es parte de la estrategia de administración de los pasivos que se viene llevando adelante desde el inicio de la gestión, con el objeto de reconvertir su perfil financiero".
Como adelantó LPO, el objetivo de Mura es bajar al 50% la deuda porteña en dólares para reducir la exposición al riesgo cambiario. Es una de las condiciones necesarias para mejorar la calificación de la deuda y reducir su costo. De concretarse este canje, en la Ciudad consideran que ya habrán logrado el objetivo.
En efecto, se trata de un canje voluntario de diez bonos por montos de emisión menores. Cinco de ellos en pesos, cuatro son dollar-linked y el restante es un bono bajo ley inglesa en dólares conocido como Tango21.
Y si bien actualmente entre amortizaciones de deuda e intereses se va poco menos del 11% de los ingresos corrientes de la Ciudad, para los funcionarios porteños es conveniente hacer este canje para estar en mejores condiciones a la hora de suscribir a la nueva Ley de Responsabilidad Fiscal que impone un techo del 15% para el costo de la deuda. Por eso, las autoridades de la Ciudad buscan reemplazar a estos bonos con otros dos o tres bonos, cuya estructura aún no fue definida, pero que serán en pesos y bajo legislación argentina.
Consultado al respecto, Abel Fernández Semhan, subsecretario de Finanzas, dijo a LPO que la idea es completar el calendario de vencimientos para que la curva de amortizaciones sea lo más pareja posible. Por lo tanto, estos nuevos bonos deberán ser a cinco, diez o más años, los únicos "huecos" que quedan en el perfil de vencimientos de la Ciudad.
"La idea es hacerlo de forma voluntaria, ya sea mediante canje o emisión de nuevos instrumentos y recompra en el mercado de los que están por vencer. No es incrementar el stock de deuda, sino cambiar su composición para bajar su costo. Menos costo fiscal de la deuda es más presupuesto disponible para otros gastos de la Ciudad", dijo el funcionario.
"De hacerse con emisiones, serían de forma escalonada para poder cosechar la mejora en la calificación de la deuda que esperamos de esta mejora del perfil. No tenemos un plazo para concretar toda la operación porque queremos buscar el mejor timing, como lo hicimos en marzo cuando salimos con el bono a siete años a badlar+3,25%", agregó Fernández Semhan.
En la Ciudad consideran que para los inversores hay dos grandes incentivos a participar del canje. Primero, que los nuevos bonos van a tener mayor liquidez y mayor duration porque el volumen de cada especie va a ser mayor al de los diez bonos actuales y el plazo, más largo. En este sentido, la Ciudad también se vería beneficiada: a mayor liquidez, mayor trading y mejor precio. Y segundo, que conforme mejore la calificación de la deuda porteña, más alto será el precio de los bonos.