El país trasandino está entre los principales destinos de las exportaciones argentinas y es un comprador importante de manufacturas industriales y agropecuarias nacionales
Fila de camiones en el paso Cristo Redentor, en Mendoza, hacia Chile (Foto NA, gentileza Diario Uno)
La semana pasada, el Senado chileno aprobó, finalmente, el Acuerdo de Libre Comercio con la Argentina. La medida ya contaba con el visto bueno de la Cámara de Diputados de ese país y fue aprobada en diciembre por el Congreso argentino, por lo cual se encuentra en condiciones de entrar en vigencia. Así, permitirá ampliar la relación comercial entre los dos países, más allá de lo contemplado en los acuerdos previos entre Chile y el Mercosur.
Se trata del Protocolo N°61 que complementa una serie de entendimientos ya vigentes, como el Acuerdo de Complementación Económica 35 MERCOSUR-Chile (ACE 35) y el Acuerdo para Evitar la Doble Tributación, de octubre de 2016.
Su implementación permitirá una mayor integración de la Argentina con la Alianza del Pacífico
Su implementación permitirá una mayor integración de la Argentina con la Alianza del Pacífico y también beneficiará a los exportadores argentinos a partir de la agilización de los trámites del comercio exterior, la eliminación de barreras para productos agropecuarios y manufacturados y la reducción de costos de transacción. En la Argentina, este acuerdo fue convertido en ley por la Cámara de Diputados el pasado 19 de diciembre.
El tratado entrará en vigencia a los 90 días de que las cancillerías de ambos países realicen el intercambio de notas informando que el acuerdo fue aprobado por el Congreso. Desde la Cancillería argentina informaron que el intercambio se va a dar en los próximos días.
Entre las novedades del acuerdo se destacan nuevas reglas para comercio electrónico, compras públicas y la incorporación, por primera vez para la Argentina, de disposiciones sobre género, pymes, medio ambiente y temas laborales. En telecomunicaciones, por ejemplo, se destaca la eliminación del roaming entre los dos países: transcurrido un año desde la entrada en vigor del acuerdo comercial, los proveedores de telefonía móvil deberán cobrar las mismas tarifas en los dos mercados.
Mientras que en comercio electrónico, hay disposiciones que tienden a eliminar la discriminación por origen entre productos digitales para incentivar la competencia.
"Es un acuerdo muy importante porque Chile está entre los 6 o 7 principales mercados para la Argentina en el mundo. Aunque supo ser el tercero y fue perdiendo importancia a medida que fueron creciendo algunos mercados asiáticos, como Vietnam o la India. Además, la Argentina tiene en Chile su principal superávit comercial bilateral con todo el mundo", explicó Marcelo Elizondo, especialista en comercio exterior y director de la consultora DNI.
El superávit comercial entre ambos países fue de USD 1.765 millones a favor de la Argentina durante 2017. "La Argentina ya tiene con Chile preferencias arancelarias recíprocas bastante grandes en muchos productos y la aprobación de este acuerdo completa lo que falta", agregó Elizondo.
Este tratado —que tuvo su aprobación definitiva por parte del Congreso chileno el pasado miércoles 9 de enero— refuerza el vínculo estratégico que existe entre los dos países: Chile está entre los principales destinos de las exportaciones argentinas (USD 2.621 millones en 2017) y es un comprador importante de manufacturas industriales y agropecuarias nacionales (el 75% de los envíos al país trasandino). Es, a su vez, el quinto inversor extranjero en Argentina con un stock de inversión extranjera directa (IED) de USD 4.000 millones en 2016, principalmente en industria manufacturera, comercio, transporte y minería.
Chile es un país muy importador que tiene tratados de libre comercio con el 80% de la economía mundial; mientras Argentina tiene apenas con el 10% de la economía mundial. "Además de libre comercio, lo que hay que buscar con Chile es menos restricciones en términos administrativos, de gestión, operativos e incluso logísticas. Chile es un país muy importador que tiene tratados de libre comercio con el 80% de la economía mundial; mientras nosotros tenemos apenas con el 10% de la economía mundial", detalló Elizondo.
Para el especialista, el acuerdo es una buena señal porque el Mercosur tiene que completar su integración con el resto de América. "Chile forma parte de la Alianza del Pacífico, que es un acuerdo abierto con el mundo. Nosotros formamos parte del Mercosur, que es un acuerdo cerrado entre los países que lo integrar. Un puente entre el Mercosur y la Alianza del Pacífico es algo productivo y ayuda", concluyó.
Desde la Cancillería argentina destacaron que el capítulo de Compras Públicas se negoció teniendo en cuenta los principios de la Ley N° 27.437 de Compre Argentino y Desarrollo de Proveedores: prevé la posibilidad de otorgar preferencias a proveedores nacionales en licitaciones públicas.
"La Argentina excluyó del acuerdo a la obra pública y a las empresas del Estado para contribuir al impulso de la industria nacional y la promoción de la competitividad", señalaron fuentes de cancillería. Por eso, se fijaron umbrales altos para que las micro, pequeñas y medianas empresas puedan acceder de manera prioritaria a la provisión de bienes y servicios nacionales: las compras por debajo de US$139.100 no están cubiertas por el acuerdo.